Hola!

Despues de mucho tiempo, lo sé vuelvo con este capitulo, hay un giro inesperado, oscuro, espero sea de tu agrado, volví porque no puedo dejar esta historia inconclusa, me encanta y debe continuar hasta el desenlace y su final.

Ahora si adelante...

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El viento jalaba sus cabellos mientras él miraba al horizonte, mantenía sus piernas cruzadas y su espalda recta, sus ojos cerrados tratando de concentrarse más, detestaba la soledad, pero en ese momento la requería ya que su vehemencia le jugaba en contra, había pasado días y ahora horas tratando de localizarla, pero había sido inútil…

—¡Ah! ¡Por qué demonios has hecho esto! — se repetía al no tener éxito, de pronto una sonrisa de resignación apareció de repente, no podía evitar reconocer que ella era capaz de desaparecer sin tener siquiera poderes, y sin dejar el mínimo rastro, eso definitivamente lo mandaba de una patada al otro mundo, una muestra más de lo que su brillante mente era capaz de hacer, como no lo previno antes, una ligera sonrisa volvió aparecer, mientras se hablaba así mismo. "Bulma, te voy a encontrar".

Desde cierta distancia era observado por aquel cuya capa blanca se movía con fuerza por el mismo viento, mantenía los brazos cruzados analizando el comportamiento del saiyajin, acaso ese era el mismo Goku que conoció ¿alguna vez? Su rostro no mostraba expresión simplemente concentración, pero no podía siquiera justificarlo por la práctica de algún nuevo entrenamiento, o alguna técnica, era simplemente la reacción a una enfermedad que él se agradecía jamás experimentar, ya que su energía estaba por debajo de lo que irradiaba, era oscura y deprimente, conociendo la naturaleza del saiyajin sabía que al no ser quien pueda manejar su situación por su cuenta sin que otros salgan afectados, lo estaba matando.

De pronto la risa desprevenida de aquel lo saco de su intenso análisis… —¡Hey Piccoro! ¿Te quedaras ahí viéndome todo el tiempo? — musito Goku abriendo ligeramente sus ojos.

—Estoy observándote, ¿Es que acaso ya te volviste loco? —

Goku ante sus palabras, se quedó un momento en silencio, agacho su mirada hacia sus piernas y empuño sus manos —No todo suele ser tan fácil, ¿cierto? — diciendo eso volvió a sonreír con desgano.

Los pies de Picorro pisaron la roca donde estaba sentado el saiyajin. —Esto de mujeres es muy complicado, la verdad no lo entiendo, te has metido en líos innecesarios—

Goku lo miro a los ojos, Piccoro le devolvió la mirada ante esto el saiyajin empezó a reír con cierta tristeza en el rostro. —Como sea, no puedo salir de esto, necesito saber de Bulma, ella se ha alejado—

—Pide a Shenlong que te haga olvidarla, esto te está enfermando, necesitas ser el mismo de antes— menciono Picorro tratando de darle una solución —Así tal vez puedas volver con tu familia, tus hijos y… ya sabes Milk, a tu vida de siempre—

Goku se quedó detenido asimilando sus palabras, Piccoro abrió la palma de su mano y tenía el rastreador de las esferas. —Es lo mejor—

Los ojos negros de aquel se abrieron con sorpresa mientras observaba la mirada fija del namekusein quien tenía una expresión extraña y retadora… Goku sostuvo el rastreador y se quedó mirándolo con detenimiento, era el único que existía y era de Bulma, viejos recuerdos lo llenaron sin preámbulos, viajes, aventuras, momentos y nostalgia, como también anhelo, deseo y un sentimiento que empezó a quemarle el pecho, fue en ese momento que sus ojos se abrieron con mayor énfasis y el aire volvió con fuerza a sus pulmones. —Piccoro— menciono su nombre mirándolo esta vez como mayor énfasis y cierta emoción contenida —¡Debo encontrarla! Ella ha malinterpretado las cosas, debo aclarárselas— diciendo eso empezó a sonreír con ánimo.

—Vaya, parece que estoy viendo por fin al Goku que conozco— menciono el namekiano con una sonrisa torcida en el rostro.

—La recuperaré y solucionaremos estos malentendidos, por favor avísale a Gohan que estoy bien—

Piccoro lo vio sorprendido ante su ultimo comentario, Goku lo miró fijamente —Traté de buscarlo varias veces, quería acercarme a él y a Goten, no quería que piensen que las cosas habían cambiado entre nosotros, pero fui un cobarde, solo me detuve observando la casa desde un árbol, fui un imbécil, seguramente eso también lo supo Bulma— Menciono sacando conclusiones al aire. —Es hora de irme—

—Goku, no entiendo tu afán de meterte en líos, pero sé que los vas a solucionar, Gohan… es un buen chico, te escuchará—

—Gracias amigo— le agradeció el saiyajin colocando su mano en el hombro antes de desaparecer.

—¡Esto si que es divertido! — menciono Trunks al ver con maravilla los monstruos marinos en el fondo del mar, estar buceando una isla e investigando las especies, era algo que estaba siendo parte de su distracción aquellos días.

Su mirada se dirigió hacia su guía quien ya le daba un ademan de salida a la superficie, pasos unos minutos y por fin sintió el calor del sol y la luz ingresar por sus ojos, al llegar a la superficie se quitó las gafas y el oxígeno, su sonrisa era radiante, una vez ya en el yate se acerco a sus abuelos, quien lo esperaban con una bebida helada, no cabía duda que era uno de los niños más privilegiados de aquella isla, su sola presencia y la imagen de capsula corporation, hacia que incluso algunos espectadores importantes se sientan atraídos por la presencia de aquellos millonarios…

—Me gustaría tener una pecera con los peses más extraños de este lugar— vociferó su abuela emocionada al ver aquellas fotografías recién tomadas.

—Me pregunto cómo estará Bulma— menciono el Doctor Brief. —¿Mi mamá? — cuestiono Trunks con curiosidad.

—Mi querida Bulma, dentro de poco esperemos nos de el encuentro— respondió Bunny con esa sonrisa típica y entusiasta.

Trunks se retiró el wetsuit y se echó sobre la silla para broncearse con el sol. —No, creo que no vendrá, parece que está algo ocupada— Menciono el pequeño colocándose lentes de sol.

—¿No vendrá? ¡oh! Es una pena, Bulma está trabajando demasiado, necesita unas vacaciones— menciono Bunny esta vez algo apenada.

—Ya se le dije, pero…— El doctor Brief no pudo terminar de hablar al percatarse que una sombra delante de él, le estaba tapando el sol. Los ojos de Trunks se abrieron de inmediato y se incorporo al notar el ki del nuevo visitante.

—¡Hola! —

Aquella voz era inconfundible, Bunny se bajo hasta la nariz sus lentes de sol para observar con detalle la figura de aquel que hacía presencia delante ellos de la forma más inesperada.

—Vaya, veo que se están divirtiendo— Menciono en tono amistoso mirándolos fijamente.

—¡Goku! Que sorpresa ¡chico!, ja, ja, ja— menciono el doctor al darle gusto el verlo. —¿A que debemos tu visita? —

Bunny lo observo a detalle, si bien ella siempre era la más efusiva, esta vez no pudo evitar quedarse sin palabras, jamás se hubiera imaginado verlo tan sorpresivamente si de por medio no estuviera Bulma, lo cual le dio ciertas sospechas, no espero a ver a detalle sus expresiones en esos cortos segundos, y notar su afán por mirar alrededor como si buscara algo.

—¿Todo bien? — volvió a preguntar el doctor Brief al no tener respuesta del saiyajin.

—Ah sí, todo bien— respondió colocando una de sus manos en su nuca. Trunks solo lo observaba algo confundido o asombrado y más cuando Goku dirigió su mirada directamente a él y fue más profunda de lo que imagino, noto cierto brillo al verlo y cierta impaciencia.

—Señor Goku, ¿quiere hablar conmigo? —pregunto al notar su expresión.

—Así es Trunks, me das unos minutos— esta vez su mirada se torno seria, aunque siempre con esa fachada de frescura y liviandad. Trunks se levantó de su asiento y se dirigió hacia otra zona del yate, Goku lo siguió.

Bunny se mantuvo en silencio sin perderle la vista, ladeo su cabeza hacia un lado observando la espalda del saiyajin, en ese momento estaba también sorprendida, muy pocas veces había visto a Goku vestido de forma diferente, y debía reconocer que con esos atuendos tan casuales, lo hacían ver muy atractivo e interesante, fuera de su foco, empezó a cuestionar varias cosas, cómo que hacia él sin Bulma, y por qué Bulma decidió irse de viaje a un lugar algo alejado, sin él… volvió a cubrir sus ojos con los lentes de sol, no necesitaba ser bruja para entender lo que estaba pasando.

—Ojalá lo solucionen pronto— menciono al aire mientras un suspiro salía de su boca.

—¿Qué? — menciono su esposo sin entender sus palabras…

…..

—¿Sucedió algo? — pregunto Trunks algo preocupado, era inusual esa mirada en él.

Goku se apoyó contra el balcón y cruzo sus brazos mirando hacia un lado, como pensando sus palabras… —Trunks, necesito pedirte un favor—

—¿Un favor? — los ojos de Trunks se abrieron con sorpresa

—Si, y tal vez no sea fácil lo que te voy a pedir— menciono el saiyajin. —Seré directo, estoy buscando a Bulma hace días, pero no doy con ella… en realidad hubiera preferido no involucrarte, pero necesito que me ayudes, ella ha hecho algo que hace que no pueda ubicarla, y necesito hablar con ella—

Trunks se quedó en silencio unos segundos asimilando sus palabras… —¿Se han peleado? — concluyo el pequeño casi con la quijada semi abierta.

Goku miro hacia un lado algo apenado. —Digamos que, está molesta… conmigo—

Trunks arqueo una ceja ante su respuesta. —¿Qué hiciste? — ese tono tan cercano mezclado a reclamo con preocupación llamo la atención del saiyajin, quien le devolvió la mirada con atención. —¿Por qué se molestó contigo? —

—Es un malentendido Trunks, tengo que aclarárselo, por eso necesito que me digas dónde está—

—¿Un malentendido? ¿Acaso ella piensa mal de ti?—

Los ojos de Goku se abrieron con real asombro por sus directas palabras.

—No es de sorprenderse, conozco bien a mi mamá, es orgullosa y si desconfía de ti puedes darte por muerto—menciono el pequeño mirando hacia el mar

Goku ante sus palabras su rostro palideció. —¡Que dices Trunks, no me alarmes! Espero realmente no sea para tanto—

Trunks al ver su reacción sonrió de lado —Con que es eso, seguramente lo de Goten a influenciado verdad— dijo sin quitar sus ojos del mar —A mí también me afecto la forma en que tomo las cosas, pero eso no es asunto nuestro, ese cabeza hueca debe entenderlo—

—Trunks, ¿es que Goten y tú se alejaron? — la mirada de Goku se tornó apenada ante sus palabras, pero el pequeño no lo dejo continuar.

—Señor Goku, yo quiero a Goten, es mi mejor amigo, pero no puedo estar de acuerdo con él en esto, yo sé que él piensa que lo traicione, pero es un tonto al mezclar las cosas—

—Trunks—

—Mi mamá lo quiere— diciéndole eso lo miro a los ojos y empuño ligeramente sus pequeñas manos —lo sé y ver la sonrisa que ella refleja cuando se dice algo de usted, es algo que jamás vi en ella al ver a mi padre— diciendo eso giro su mirada hacia el mar. —Mi padre…Mi padre, parece que no la hará feliz, siempre me pregunte, si algún día la vería feliz, pero es ahora cuando he podido verlo, tal vez otros no lo entiendan y suene egoísta pero seguramente las cosas suceden así, diferentes—

Goku escucho sus palabras con detenimiento y complacido al ver aquel niño expresarse con total sinceridad. —Yo quiero a Bulma, Trunks—diciendo eso se acercó a él mirando hacia la misma dirección —Siempre ha sido así, siempre— menciono estas últimas palabras con una ligera sonrisa en el rostro mientras sentía la brisa del mar. —Recuerdo las veces en que compartimos tantas aventuras, en ese entonces ella era más alta que yo, y había momentos en que la veía inalcanzable, su inteligencia siempre me sorprendió y me dejo muchas veces con la boca abierta, aunque no lo demostrara, no quería parecer un tonto a su lado— diciendo eso ambos empezaron a reír.

—Si he visto la foto de ustedes, la tiene en su habitación, dice que le trae muchos recuerdos— menciono el pequeño.

—Así es, yo recién estaba conectándome con el mundo, ella me lo estaba enseñando, era tan divertido— respondió Goku

—¿Qué edad tenía? —

—¿Qué edad tienes Trunks? —

—Yo, once años, recién cumplidos—

—Bien, yo tenía doce, en ese entonces, Bulma tenía dieciséis—

—Vaya, ¿y esa edad se enamoró de ella? — pregunto Trunks con los ojos bien abiertos, algo sorprendido y curioso a la vez.

Goku lo miro con atención, con la mente atenta, recordando. —En ese tiempo estaba más enfocado en cada cosa nueva que veía, me parecía sorprendente y divertido, emocionante sobre todo, y cada que pensaba en eso, siempre me imaginaba a Bulma conmigo, yendo por más aventuras… pero eso fue hasta que, uno crece, hay momentos que te obligan a ver las cosas diferentes y tomar decisiones—

Trunks lo miro atento.

—Pero si recuerdo que, cuando la vi después de tiempo, me pareció una chica muy atractiva, se le veía más grande desde la última vez que nos vimos, pero más interesante—

—¿Se lo dijiste? —pregunto Trunks

Goku sonrió al respecto con naturalidad ya más relajado —No, solo lo pensé—

—Vaya, si que no sabías nada de chicas— menciono Trunks colocándose sus lentes de sol.

Ambos nuevamente empezaron a reír. —Aun creo que me falta saber mucho—

—Lo tomaré en cuanta para nunca pedirte consejos al respecto— finalizo Trunks con cierta mofa mientras Goku ante eso le revoloteaba los cabellos.

—Trunks, necesito que me digas donde esta—

—Mi mamá esta algo lejos, ahora entiendo porque no puedo sentir su energía, pensé que era por la distancia, está en un país de occidente—respondió Trunks sonriendo de lado.

Los ojos de Goku brillaron con entusiasmo ante aquella respuesta después de ver la ubicación exacta en aquel mapa.

Sus pies tocaron el suelo con total naturalidad, su mirada era fija y decidida, poco le importo ver la expresión de algunos transeúntes que se quedaron impactados por su presencia tan intempestiva, Goku observo su alrededor, se colocó unas gafas de sol y empezó a caminar como si nada, el lugar era agradable, sentir la brisa del mar desde aquel malecón era muy relajante, mientras seguía caminando veía a jóvenes andar en ropa de baño por las calles, riéndose con cierta música a su alrededor, veía las palmeras cada cierta distancia lo que hacía del lugar un espacio costero y atractivo, chicas pasando a su costado mirándolo detenidamente, si bien él ya tenía cierta edad, su condición de saiyajin lo hacía ver aun joven y vigoroso, llamando la atención a su paso, sus rasgos eran distintos y muy marcados para lo que se acostumbraba ver por aquel lugar, cejas oscuras gruesas, ojos negros intensos, tes blanca como la nieve y ese cabello tan peculiar, sin mencionar su escultural figura, él les devolvía la mirada, pero a la vez no trasmitía nada, era como si un estatua de cera las observara en respuesta a sus risas contenidas y sus miradas picarescas.

—¡¿Por qué tan solo?! — se animó a gritar una joven desinhibida.

Goku detuvo sus pasos, miro hacia el piso un lapso de segundos, mientras escuchaba los pasos rápidos de aquella joven risueña y sus amigas que se estaban acercando a él.

—¿Cómo te llamas? — volvió a preguntar esta vez delante de él, con la respiración algo agitada, mirándolo fijamente.

—Goku— respondió devolviéndole la mirada.

—¿Goku? Que nombre tan… peculiar— menciono sintiendo como los nervios la embargaban, una cosa era verlo a cierta distancia y otra era tenerlo en frente, sintió como su piel se erizaba al notar los rasgos de su rostro tan diferentes, sentía que tenía un aire desconocido y extraño, extravagante, como de otro mundo. —No eres de acá, verdad— menciono esta vez con más calma como hipnotizada.

—No, incluso no sé exactamente dónde estoy— respondió con serenidad, pero sin ninguna emoción en el rostro.

La joven giro a ver a sus amigas, estas estaban igual que ella, mirándolo atentas, con curiosidad… —Seguro estas buscando un lugar, tal vez te pueda ayudar, ¿A-A dónde vas?—

—En lugar me es indiferente, estoy buscando a alguien— menciono mirando hacia ambos lados con cierta concentración —Parece que no será tan fácil encontrarla—

—Si, si, bueno, la ciudad es grande, pero… debes tener alguna referencia— menciono mientras se movía hacia el costado al ver que Goku continuaba caminando.

—¿Referencia? ¿Qué quieres decir?—

—¿A quién buscas, algún familiar? — menciono la joven esta vez interrumpiendo su paso, colocándose intempestivamente frente a él, causando sorpresa en el saiyajin.

Goku la miro extrañado, prácticamente estaban interrumpiendolo y sus amigas parecían escoltas al tenerlo rodeado. —Estoy con cierta prisa, necesito que me des espacio—

—Ah lo siento, solo quise ayudar, ¿Acaso buscas a tu novia? ¿Cómo se llama?—

Goku la miro atentamente, se quedó en silencio unos segundos mientras procesaba sus palabras, la joven se mantuvo quieta esperando una respuesta, algo de brillo tenía en sus ojos, aunque ese brillo se deshizo cuando escucho aquel nombre.

—Bulma Brief, a ella estoy buscando— sus palabras fueron lentas, como si se perdieran en el tiempo, mientras el iris de sus ojos se agudizaban y la tensión en su frente se mostraba con más ahínco, pero como si algo cambiara de dirección, inesperadamente mostro una sonrisa repentina, despreocupada. —Tengo que irme, Adiós— diciendo eso coloco los dedos sobre su frente y así como apareció volvió a desaparecer, dejando atónitas a sus espectadoras, con un titubeo en sus labios y la agitación en sus pechos no dando crédito a lo que acababan de presenciar.

—¡Lo hiciste! — Sus ojos se engrandecieron mientras su respiración se agitaba por cierto grado de adrenalina que estremecía su abdomen y le daba la sensación de inapetencia, pero de furor —Estas aquí, puedo sentirte Bulma, pero ¿Dónde? — miro con detalle su alrededor como si buscara el mínimo movimiento, sus oídos se agudizaron a pesar del ruido de aquel lugar solo con el fin de identificar entre tanta gente su voz, vaya lugar para encontrarla, un restaurante tan transcurrido como ruidoso, pero en medio de tanta gente, simplemente suspiro, nuevamente volvía a perder su enfoque, su presencia se desvanecía como si de una señal telefónica se perdiera en medio de un desierto —¡Diablos! — exclamo con fastidio, si a pesar de haberla sentido le costó tanto identificar de dónde provenía la diminuta energía que podría manifestar una terrícola como ella, ahora volviendo a colocarse en una compleja situación al no sentir absolutamente nada, era como si efectivamente la señal, se hubiera perdido irrevocablemente. Goku miró a su alrededor, la gente pasaba a su costado, señores con grandes cacerolas en los hombros, a veces chocándolo y mirándolo extraño al verlo simplemente inerte y concentrado en la nada, lo absurdo de esto, era que el mismo reconocía que a pesar de estar rodeado de tanta comida, no le apetecía en lo absoluto, solo deseaba estar cerca y sentir la presencia de aquella mujer que buscaba con ahínco, aun así, perdido en sus pensamientos no se dio cuenta y al estirar sus brazos para tocarse sus cabellos, chocó bruscamente con un mesero, el pobre hombre estaba cargado de platos que por segundos iban a quedar trizas en el suelo.

—¡No, cuidado! — menciono el hombre con tensión al ver como aquel muchacho se agachaba a recoger todo, pero para su gran asombro, ningún plato siquiera toco el piso, miró consternado sin saber que decir, Goku mantuvo una sonrisa en el rostro pero rápidamente la cambio al notar el miedo en los ojos de aquel hombre, —Có-co-como es posible— menciono con la garganta seca —se parecen—

—Disculpe— dijo el chico de cabellos alborotados, mientras escuchaba desde esa corta distancia el corazón acelerado del hombre, podía sentir su miedo —No fue mi intención— menciono apenado, sin embargo era extraño, aquel sujeto lo miraba con espanto, como si fuera alguien peligroso, jamás había tenido sobre si, esa mirada, jamás… al menos no de cualquier terrícola, después de eso, el hombre casi tropezándose se alejó de él.

—¡Una copa más por favor! — … Su abdomen se tensó y en cuestión de segundos giro su rostro con afán, esa voz era inconfundible, incorporo su cuerpo y desde su ubicación afilo su mirada hacia una de las mesas, las personas se dispersaban y pudo ver por fin, aquella melena celeste moverse descaradamente hacia un costado…

—Este vino es delicioso— comento la bella mujer mientras dejaba la copa sobre la mesa.

—Lo sé, escogiste bien, aunque muy concurrido para mi gusto, detesto estar cerca de tanto escoria— menciono aquel hombre, que se ocultaba debajo de aquellas gafas oscuras, tenía puesto una camisa blanca, con cierta abertura en el pecho un pantalón negro clásico, un codo estaba sobre la meza mientras su mano sostenía su quijada y la otra la copa de vino.

Los ojos de Goku se abrieron con total desconcierto, se quedó paralizado incrédulo de lo que veía, como era posible eso… no podía ser cierto, no podía serlo, lo hubiera detectado, se hubiera dando cuenta de su presencia a miles de kilómetros, era imposible…

—Creo que ya es hora de irnos— menciono aquel con una ligera sonrisa en su rostro, mientras se levantaba de la silla y cortésmente le cedía el paso, ella le sonrió ante el gesto y salió de ahí mientras se colocaba gafas oscuras.

Los siguió con la mirada, camino torpemente evadiendo a las personas que pasaban por su costado con fastidio por su torpeza, algo estaba mal, los siguió hasta verlos ingresar a un auto oscuro y rodeado de gente extraña, quienes eran… y él, él que hacia ahí, que hacía con ella, acaso ese el motivo por el cual ella desapareció, se ocultó, sus deducciones opacaron sus impulsos y lo dejaron petrificado.

—¿Qué es tan gracioso? — pregunto mientras lo veía sonreír cínicamente.

—Acaso no puedo disfrutar los momentos, que pasamos juntos— dijo airadamente.

—No seas ridículo, no creo nada de lo que dices Vegeta, así como tampoco confió en tus intenciones—

La risa maniaca de él se desbordo con euforia, de repente su mirada se fijó en las calles a través de la luna del auto.

—¿Ahora pensativo? — Volvió a preguntar la peliazul sin quitarle los ojos de encima.

—La comida me gusto, lástima que no hice polvo a ese incompetente— menciono con pausa.

—Vegeta, solo fue un error, simplemente lo pusiste nervioso, no era para tanto—

—Se le cayó la sal en mi plato, eso es suficiente para sentirme ofendido— Menciono con desdén. —Los terrícolas, siguen siendo unos insectos debiluchos, deberían ser esclavos—

La mirada de Bulma se agudizo con tensión. — ¿Qué dices? —

Una sonrisa maquiavélica en él se formó nuevamente. —No te espantes, no es para tanto, solo estoy pensando el voz alta—

—Tus intenciones me preocupan, pareces desquiciado— menciono la peliazul frunciendo el ceño. Ante ello, Vegeta le dirigió la mirada y no dudo en acercarse lo suficiente como para que ella pueda incluso sentir su respiración, roso su rostro contra el de ella, su mano bordeo su cintura y la atrajo más a él… Bulma hizo resistencia, pero poco podía hacer —Sigues resistiéndote, sigues tan imprudente o atrevida, como siempre— menciono con pausa pero ejerciendo cada vez más presión sobre el esbelto cuerpo de la peliazul.

—¡Suéltame, me estás lastimando! — menciono tajante la peliazul y con tensión. Vegeta ante ello, levanto sus manos, soltándola en el acto.

—Tranquila, no es mi afán hacerte daño, por ahora—

La respiración de ella estaba bastante agitada, pero justo en ese momento el auto se detuvo y fue cuestión de segundos en que se abrieran las puertas, salió prácticamente espantada, con prisa para alejarse de aquel lugar oscuro y privado para su gusto, al menos no con él, definitivamente no con él.

—¡Bulma! —

La voz de aquel que seguía sus pasos no se hizo esperar, dura y seca sin ningún sentimiento, obligándola a voltear y a dirigirle la palabra. —¿Qué quieres? ¡Déjame en paz maldita sea! —

Mal comentario, malas palabras, en ese momento ella supo que debió cerrar la boca y contenerse, como es que no midió lo que dijo, como es que no pudo controlarse… La furia de aquel no se hizo esperar, adornada por una sonrisa sádica y demente, voló las cabezas de los dos guardias que estaban a su costado en el acto. Bulma se quedó petrificada, mientras lagrimas caían de sus ojos… ¡No, no, no, por favor… que hiciste! — grito con angustia cayendo al suelo…

—Jamás tolerare tu falta respeto delante de nadie, soy un príncipe y nunca más volverás a hablarme en ese tono, sino, todo aquel que sea testigo… morirá en el acto—

—Vegeta…—menciono ella mientras ambas manos se apoyaban en el frio piso de la acera. —En que te has convertido—

Él movió la cabeza hacia un costado, algo sorprendido por su comentario. — ¿Es que acaso aun no quieres reconocer quién soy? —

—Cállate, por favor—

—No lo haré, tú sabes que soy un asesino. —

—No, no por favor, acaso no piensas en Trunks, no por favor—

—Trunks…— menciono su nombre, generándole cierto grado de calma y silencio. Ante eso, simplemente giro la mirada, apunto las palmas de sus manos sobre los cuerpos inertes y los volvió polvo. —Él debe hacerse fuerte, lo conscientes mucho, es mi hijo y sabrá seguir mis pasos. —

Bulma ante eso levanto la mirada con espanto y furia. — ¡No hay posibilidad alguna de eso Vegeta, antes te asesino yo misma!—

La mirada de él se quedó perdida unos segundos ante ella, para luego girar y darle la espalda —Ya sabes mujer, si alguien muere, será solo tu culpa y tú me entregarás a Kakarotto de la mejor manera—

Bulma se levantó del suelo, se quitó los tacones y con rabia se los aventó. —Lo que me pides es lo más bajo, pensé que tenías más categoría Vegeta—

La risa cínica volvió a aparecer. —Ya sabes cuales son mis intenciones, ahora soy el ser más fuerte que existe, mi poder no tiene límites Bulma— diciendo eso giro a verla directamente. —Tus berrinches no me ofenden, me divierten, podrás no querer pero lo vas a hacer, así de simple—

—En algún momento, pensé que podías cambiar, que Trunks haría en ti alguien mejor— comento ensimismada en sus pensamientos —Pero veo que, todo es peor, tus ansias por causar daño están fuera de si—

—¡BAH! — dijo con una mueca en su rostro ingresando directamente por la puerta de aquella casa.

—¡Asesinaste! No te hicieron nada esos pobres hombres— Habló con indignación la peliazul mientras seguía sus pasos.

—No te quejes, ya limpie todo, no tendrás que rendir cuentas al respecto, ya desaparecieron, porque haces tanto escándalo— Diciendo eso se sentó sobre un sofá y acomodo su cabeza en el respaldar. —Como te dije, debes seguir mis instrucciones Bulma—

—Tengo que juntar las esferas, tengo que revivirlos, debo hacerlo…— mencionaba constantemente mientras caminaba de un lado al otro.

—Deja de decir eso, no pierdas el tiempo, las cosas van a cambiar, este mundo lleno de insectos, deben tener un fin común, debemos darle algo de utilidad—

—¿Cúal es tu plan eh? ¡Quieres tener esclavos! ¿Quieres reconstruir tu frustrado reino? ¡Que demonios quieres hacer Vegeta! Vas a asesinar uno a uno para que te hagan caso, como majin buu generaras miedo en todos—

—Mujer, me sorprendes, a veces no puedes deducir mis planes, siendo tan inteligente…— atino a decir con mofa —Eso es innecesario y tan desactualizado, no quisiera súbditos hipócritas que me teman y solo lo hagan por miedo, eso es poco útil en mis planes—

Bulma lo miraba fijamente…

—Para que estás tú… Corporacion capsula y tu imagen me servirá para convertirme en la máxima autoridad de este planeta sin necesidad de usar la violencia, tendré regimientos de esclavos pero por voluntad propia, crearas algo que los vuelva algo diferentes, tal vez mutantes humanos con más fuerza y de esa manera, servirán mejor a mis propósitos, seré el Dios de ellos y solo vivirán para complacerme—

—¡Estás demente!—

—Cuida tus palabras— dijo con hastío —

Los ojos de ella se tornaron brillosos, cerro con fuerza sus manos formando puños tensos al escucharlo sin ningún reparo detallarle su malévolo plan, la sonrisa cínica y la satisfacción con la que mencionaba a cada involucrado le daba asco, hablaba de ella, de su padre, de su compañía como el medio perfecto para llegar a la gente, para engañarlos, arruinarles la vida y convertirlos en simples zombis de ejecución, hablaba de como desaparecería a quien quiera interponerse, entre ellos a sus amigos, como los aniquilaría y les cambiaría su reputación para que la misma gente los persiga y el los termine asesinando como un plan justo y benévolo para la sociedad, su miserable plan, lo hacía dueño de todo y así, iría conquistando planetas y haría sociedades, donde el seria el amo y señor de todo…

—Te olvidas de algo…— menciono Bulma interrumpiéndolo.

Vegeta giró a verla después de tan entusiasta narración. —No creo, todo está calculado—

—¿Y Goku? ¿Tú crees que él permitirá tal atrocidad? —

—Él… no está en mis planes, porque morirá, tu amante morirá en mis manos—

Lagrimas corrían por las mejillas de aquella hermosa mujer mientras pronunciaba cada palabra —Y si el que muere eres tu—

—¡Eso es imposible! — Grito con disgusto —Yo asesinaré a Kakarotto como debio ser desde el comienzo, yo soy ahora más fuerte que el Bulma, no lo dudes—

—¡Por qué entonces, no lo enfrentas de una vez! Sabes que te pateara el trasero! — pronuncio alzando una ceja y cruzando sus brazos, lo miro desafiante.

—Tengo otros planes— respondió secamente

—Ahora entiendo, ¿Esto quisiste siempre Vegeta? Por eso te quedaste en la tierra, te maravillaste de mi tecnología, de mi fortuna, de cómo la corporación estaba en casi todo el mundo, viste la oportunidad de ser, quien nunca pudiste— respiro profundo y continuo. —Por eso ese afán de pelear con Goku, sabes muy bien que el sería una piedra en tus planes, sabes que él no permitirá que nada de eso suceda, por eso tu insistencia en acabarlo—

La sonrisa perversa de Vegeta se pronunció más…—Esta vez, quien lo acabará no voy a ser yo…—

—¿Qué? ¿Qué estas hablando? —preguntó Bulma confundida y mortificada.

—Tú lo acabarás y me lo entregarás simplemente para eliminarlo—

—¡Qué dices! —

Sin decir más, se levantó de su asiento, sonrió nuevamente y se acercó a ella. — Fuiste el prototipo perfecto para mi descendencia, nunca te lo dije pero, no me arrepiento, fuiste una correcta elección, vez como mis planes si resultan— Bulma lo miro con ira —Pero ahora, estas marcada y me das repulsión—

—y tu asco—respondió sin quitarle los ojos de encima. —Nunca más te volveré a ver de la misma manera, ahora el insecto eres tú para mí—

Tal mirada lo hizo retroceder, lo hizo sentirse incomodo, aun, a pesar de sus palabras ella seguía viéndose hermosa e intimidante para cualquiera, pero para él… para él ella, significaba más de lo que sus palabras reflejaban, pero jamás se lo diría y jamás lo demostraría, ni por sutileza, sino por mezquindad y orgullo, su maldito orgullo.

Continuará…

Espero les haya gustado, si es así, muéstrenmelo en sus comentarios.

Abrazos!

Amapol.