–Dialogo. –
–"Pensamiento." –
0o0o0 Cambio de escena.
Disculpen por las fallas de ortografía que pueda tener o errores de dedo.
Palabras con asterisco (*), tienen algún significado o explicación, el que se encontrará al final del capitulo junto a las notas de autora.
Naruto y sus personajes, junto a la serie, son de su creador Masashi Kishimoto, yo solo uso su historia sin fines de lucro.
Disfruten del capitulo n.n
Capítulo 5: Nieve y chocolate caliente
Todos estaban sentados en la mesa esperando a que Mikoto sirviera la comida. Fugaku, como siempre, en la cabecera de la mesa leyendo unos reportes. En el lado derecho, Itachi mirando un poco curioso a la nueva visita, siendo abrazado del brazo por su pequeño hermano Sasuke, quien hacia un puchero y la miraba con cierto recelo. Frente a ellos, Shisui, con una gota de sudor bajándole por la nuca, observaba como cada uno veía a la pequeña niña a su lado que se mantenía con la cabeza baja debido a la vergüenza e incomodidad de estar en una casa ajena.
–Aquí tienes, Hinata-chan, espero que te guste. –Le sonrió, dejando un plato con sopa de miso.
–Gra-gracias. –Comenzó a comer en silencio.
–Sasuke, deja a tu hermano que es hora de comer. –Se soltó con las mejillas más infladas, para después sonreír al ver los onigiris en forma de oso panda, comenzando a comer gustoso. –Aquí tienes, amor. –Le sirvió a su otro hijo curry con verduras y pollo. Puso el mismo tipo de plato frente a su esposo y Shisui. Se sentó en su lugar en el otro extremo de la mesa, comiendo su curry con gusto.
Los adultos platicaron entre ellos sobre cómo le había en el trabajo al hombre, mientras Sasuke trataba de llamar la atención de su hermano, quien comía tranquilamente, mirándolo con una sonrisa. Shisui simplemente los miraba con algo de diversión, pero desvió sus ojos hacia la pequeña criatura que comía con lentitud.
Hinata se mantenía en completo mutismo, solo mirando su plato y sin levantar la cabeza en ningún momento.
–Hinata-chan. –La llamó, viendo como daba un leve saltito por la sorpresa. Viró un poco la cabeza, mirándolo de reojo apenada.
–¿S-Si, Shisui-san?
–¿Está rica? –Le sonrió, poniendo sus ojos en la sopa que ya casi estaba terminada. –"Wow, come muy rápido." –Vio que parpadeó varias veces. –La sopa.
–A-Ah. S-sí, está… de-deliciosa. –Sonrió tímidamente.
–Qué bueno que te guste, Hinata-chan. –Habló la señora con una sonrisa alegre. –A decir verdad, no tenía ni idea de que prepararte, pero me alegro que te gustara.
–Y-Yo… a mi… me gu-gusta la sopa… de mi-miso, Uchiha-san.
–Oh, por favor, dime Mikoto.
–Yo… no pue-puedo.
–Es cierto, te enseñaron a hablar con respeto hacia las demás personas. Ok, solo por esta vez te lo dejaré pasar. –Volvió a bajar la mirada. –Dime Hinata-chan, ¿duermes sola?
–Mamá. –Itachi la miró.
–A-Ah. Lo siento. –Desvió la mirada a otro lado avergonzada al recordar lo del secuestro.
–Sí, duermo so-sola en mi cu-cuarto.
–Oh. Eh… ¿quieres dormir sola o acompañada?
–Como… como guste, Uchiha-san.
–Ok. –Asintió. Ya nadie volvió a hablar.
Al acabar de almorzar, se levantaron para cada uno a hacer sus quehaceres, menos Hinata y Shisui.
La miró, poniendo el brazo en la mesa, recargando su mejilla en la mano.
–¿Qué quieres hacer, Hinata-chan? –Sonrió al escuchar como soltó un pequeño chillido por la sorpresa.
–No… no sé, Shisui-san.
–¿Quieres salir a ver el jardín?
–¿El jardín? –Lo miró algo más interesada.
–Si. Aunque en este momento el estanque está congelado.
–¿Podemos ir?
–¿Eso quieres? –Sonrió.
–S-Sí. –Se sonrojó, imitando su gesto con ternura.
–Si van a salir, cúbrela muy bien Shisui, hace mucho frio afuera. –Su tía lo miró con gesto serio.
–Lo sé, eso iba a hacer. –Se levantó, extendiéndole la mano. Miró esta algo dudosa, igual como la primera vez. –Vamos, déjame guiarte.
–O-Ok. –La tomó, levantándose. Le puso la ropa abrigadora con la que llegó, para después ponerse la propia.
Caminaron hasta llegar al pasillo externo que daba al jardín, encontrándose con la hermosa imagen del estanque congelado. Se acercaron a este, observando que dentro del hielo aún había agua sin congelarse y los peces aún nadaban con total calma.
Hinata soltó un suspiro de fascinación, sonrojándosele las mejillas.
–¿Te gustan?
–¡Si!
–Me alegra. ¿Quieres darles de comer?
–¿Eh? –Lo miró confundida. –¿Pe-pero y… y el hielo?
–Yo lo puedo arreglar, solo hazte un poco para atrás. –Obedeció. Sacudió su brazo izquierdo, sacando un kunai de la manga, sorprendiendo aún más a la Hyuuga. Hizo unos sellos con las manos, para después alejar un poco la izquierda, donde traía el kunai, y acercó la derecha a su boca; tomó aire, mirando de reojo que ella estuviera lo bastante lejos. –Katon Goukakyuu no Jutsu*. –Sopló con algo de fuerza, sacando fuego de su boca y formando una bola de llamas en el filo del kunai. Hinata chilló asustada, cayendo de sentón al suelo, mirándolo atemorizada. Éste se detuvo, mirándola preocupado. –Tranquila, no te hare daño. –Le sonrió para tranquilizarla, sin lograrlo.
Suspiró, acercando el arma ardiente al hielo. La niña tomó su brazo. La miro, viendo que le preguntaba, con sus grandes ojos atemorizados, que haría con eso.
–No te preocupes, no les hare daño, sólo abriré un agujero en el hielo para poder darles de comer. –Lo soltó poco a poco, dejándolo seguir con su trabajo.
Encajó lentamente el kunai en el hielo, sacando vapor ante el contacto de lo frio con lo caliente. Hizo un circulo de 10 centímetros.
–Listo. –Lo tiró a un lado, dejando que se enfriase. –¿Ves? No pasó nada. –Fijó su vista en ella. –¿Te asusté mucho? –La peliazul bajó la mirada. –¿Sabes por qué lo hice así? –Al ver que negaba, sonrió, respondiendo a su propia pregunta–. Porque si lo hubiese hecho directo, habría creado un cambio de temperatura drástica, y hubiera matado a los peces. –Levantó la mirada asustada. –Por eso calenté mi kunai e hice un circulo para darles de comer, sin exponerlos a ningún peligro. –Sonrió con alivio.
–Gracias. Shisui-san.
–No tienes por qué agradecerme. ¿Nunca viste que en tu clan lo hicieran? Porque tienes estanques en tu casa, ¿no?
–Te-tenemos… pero nun-nunca había… visto eso…
–¿Les das de comer?
–Solo… en primaveda e inviedno. –Bajó la mirada avergonzada al no poder decir bien las palabras.
–Así que en invierno no. –Ignoró eso, caminando al cobertizo. Tomo una bolsa de comida para peces, volviendo a su lado. Sacó un poco, dándosela en la mano. –Adelante.
Asintió, acercándose al agujero, echándola poco a poco. Observó encantada como cada pez de diferente color se acercaba a comer.
–Se ve muy bonito, ¿verdad?
–S-Sí.
La ayudó a alimentarlos, mirándola de reojo.
–"Es muy tierna, tanto que quisiera abrazarla muy fuerte. Pero sería incómodo para ella." –Suspiró.
–Nieve.
–¿Eh?
–Nieve. –Miraba al cielo, también lo hizo, parpadeando al sentir como algo frio caía en su nariz; se tocó esta, viendo que era agua. Observó a su alrededor, sorprendiéndose al ver caer copos de nieve.
–Tienes razón, está nevando. –Se puso de pie al estar sentado–. Deberíamos entrar. Si tú quieres. –Dijo cuando vio sus ojos entristecidos.
–¿Podemos quedadnos?
–Claro. –Sonrió. –Pero bajo techo. –La cargó, sorprendiéndola y haciendo que soltara un pequeño jadeo.
Se sentó sobre el suelo de madera, poniéndola en su regazo y mirando hacia el jardín. La recargó en su pecho y la abrazo para proporcionarle calor.
Al principio estaba tensa, pero mientras pasaban los minutos y los copos caían, llenando lentamente el suelo con nieve, se relajaba, acomodándose mejor en sus brazos, mirando el bello jardín embelesada.
–Lo que hice hace un momento, posiblemente tu familia lo hace diferente.
–¿Difedente?
–Sí, con ayuda del Byakugan. –Ladeó la cabeza al no entender. Soltó una risita. –Me refiero a que, como el Byakugan mira de manera muy profunda su alrededor, pueden ver el punto exacto donde el hielo es más fácil para quebrarlo, enviando chakra para calentar solo ese punto.
–¿Cómo… cómo sabes eso, Shisui-san?
–He estado con gente de tu clan en misiones, más cuando es invierno. Ayudan cuando son trabajos de rastreo.
–Oh.
Pasaron los minutos, convirtiéndose en una hora, donde el suelo se llenó por completo de una leve capa de nieve.
–¡Nii-san! ¡Nieve! ¡Nieve! –Voltearon a un lado, encontrándose con Sasuke jalando un brazo del hermano mayor, quien se dejaba llevar por él con una dulce sonrisa.
–Aún no puedes jugar Sasuke, es muy pronto. No se puede hacer mucho. –El menor hizo un puchero. Itachi sonrió más. –Ven. –Sacudió su mano en señal de que se le acercara. Éste obedeció feliz, quejándose al recibir un golpe en la frente por los dedos índice y medio de su hermano. –Espera un poco más.
–Ok. –Se sobó el golpe con un puchero.
–Mira, aquí están Hinata-san y Shisui. ¿Qué tal si nos quedamos un rato con ellos en lo que se llena más de nieve?
–Ya que. –Suspiró, siguiendo a su hermano y sentándose a su lado cuando él lo hizo enseguida de su primo.
–¿Qué hacen aquí? –Itachi los miró, ladeando la cabeza.
–Le quise mostrar a Hinata-chan el estanque y darle de comer a los peces, hasta que comenzó a nevar.
–Oh. ¿No tiene frio, Hinata-san? –Ésta negó, acurrucándose más contra Shisui, quien la rodeo por completo con sus brazos, abrazándola hasta los hombros para protegerla del helado clima.
–¡Yo también! –El niño se sentó sobre las piernas de Itachi con las mejillas infladas con un puchero, agarrando sus brazos y haciendo que lo rodeara con estos, acomodándose. El heredero soltó una risita, frotando las manos en sus brazos para darle calor, a pesar de estar igual o más abrigado que la Hyuuga.
–No seas copión, Sasuke. –Shisui le sacó la lengua.
–¡Nii-san!
–Shisui, deja a mi hermano en paz. –Dijo sin quitar su sonrisa.
–¡Tómala! –Le sonrió en señal de haber ganado, sacándole la lengua.
–Se te va a congelar y se te va a caer.
–¿¡Eh!? –La metió al instante, tapándose la boca con las manos. Itachi sólo suspiró y el mayor sólo sonrió con diversión. Hinata los miraba sin moverse ningún milímetro de su posición, sorprendida por cómo se llevaban.
–¿Cómo sientes el Sharingan, Tachi?
–Raro. Desde la primera misión contigo, me entreno mucho con el para que no vuelva a pasar lo mismo* en ningún otro momento.
–Es normal que sientas eso, aunque… también depende de a que te refieres.
–A todo. –El mayor sonrió.
–Te sigo la moción. –Apoyó su mejilla en la cabeza de Hinata para descansar, cerrando los ojos al oler el dulce olor que emanaba de ella. –"Huele tan bien."
Itachi lo miró de reojo, extrañado ante sus acciones. Bajó los ojos a la niña, quien miraba con tranquilidad hacia el frente, relajada en los brazos del Uchiha mayor. Volvió su vista al jardín, esperando pacientemente a que se llenara de una porción considerable de nueve, abrazando a Sasuke con cariño.
Después de alrededor de 15 minutos, el menor se soltó, corriendo al jardín.
–¡Nii-san! ¿¡Hacemos un muñeco de nieve!? –Lo miró con una gran sonrisa.
–¿Lo hacemos juntos? –Giró hacia Shisui.
–Si Hinata-chan quiere. –Abrió los ojos, observándola. La pequeña se tensó al oír su nombre.
–¿E-Eh?
–¿Quieres hacer un muñeco de nieve con mis primos?
–Y-Yo…
–¡Anda nii-san!
–Espera Sasuke. ¿Y bien, Hinata-san? –Le sonrió amable, haciéndola sonrojar por toda la atención que le ponían.
–Y-Yo… s-si… -Bajó la cabeza con timidez.
–Vamos entonces. –La dejó en el suelo, levantándose. Caminaron hacia el niño, quien hizo un puchero–. ¿Qué tienes, Chibisuke?
–¡No me digas así! –El mayor soltó una pequeña carcajada.
–Entonces, ¿que traes? ¿Por qué pones esa cara?
–Yo quiedo haced el muñeco con mi nii-san. –Se cruzó de brazos, o lo que pudo debido a la toda la capa de ropa que traía encima.
–Con que así son las cosas. –Arqueo una ceja sin dejar de sonreír, poniendo las manos en su cadera. –Pues bien. –Miro a Itachi, quien solo suspiro–. ¿Hacemos una competencia?
–¿Estás seguro?
–Claro. Tú tienes a Chibisuke en tu equipo. –Cargó a la Hyuuga, provocando que soltara un pequeño gritito de sorpresa. –Y yo tengo a Hinata-chan en el mío.
–Ok. ¿En cuánto tiempo? –Ambos subieron la vista al cielo–. Ya casi anochece.
–Faltan alrededor de dos horas. ¿Te parece en una y media?
–Claro. Que el mejor gane. –Se sonrieron, cada quien caminando a otro lado. La dejó en pie, yendo junto a Itachi por algunas ramas, regresando a ponerlas en medio de ambos equipos, a lo que el mayor las encendió con un jutsu de fuego, dejando otras a un lado para mantener vivo el fuego en lo que estuvieran afuera.
–¿Has hecho un muñeco de nieve antes, Hinata-chan? –Se arrodillo en el suelo al regresar con ella, comenzando a juntar nieve.
–Con… oka-san el año pasado… pero fue uno… pe-pequeño.
–Ok. Te enseñare a hacer uno grande. –Le comenzó a ayudar, juntando todo lo que podía con sus pequeñas manitas enguantadas.
Pasaron los minutos, logrando hacer la forma del muñeco con tres bolas de nieve, la base era la más grande, casi del tamaño de la Hyuuga, y las dos de arriba se iban reduciendo.
–Faltan algunos detalles. –Alcanzó el kunai que había tirado hace rato. –Mira y aprende. –Le sonrió, eso hizo que le pusiera más atención a lo que haría.
Comenzó a hacer una figura, diciéndole donde poner nieve a ella. De vez en cuando, le ponía el kunai en la mano, dirigiéndola con la suya para que no se lastimara.
Al pasar lo que quedaba para las dos horas, dieron por terminada la creación del muñeco, mirándose de frente.
–¿Listos para ver quién gana? –Habló Shisui, cruzado de brazos y sonriente.
–¡Si! ¡Te vamos a ganad Shisui-san! –Sasuke lo apuntó con el dedo.
–Ya veremos, Chibisuke. –Cargó a la Hyuuga, haciéndose a un lado, mostrando a un Sandaime chibi con la vestidura de Hokage, muy bien detallado, tanto en ropa como su rostro.
–¿Qué tal?
–Está muy bien hecho, Shisui. –Le sonrió. –Nos toca. –Tanto él como Sasuke se hicieron a un lado, mostrando una figura a escala del monte Hokage, con cada rostro detallado exactamente como el real.
–Eres un hijo de tu…
–Shisui. –Lo regañó. –Frente a los niños no.
–Lo se… pero te salió bien. Casi la misma idea. –Comenzó a reír. Los menores ladearon la cabeza confundidos. –Perdón, casi digo una mala palabra. Ni se les ocurra repetir lo que empecé a repetir. ¿Ok? –Miró a la niña en sus brazos, la cual asintió aun extrañada.
–¿Pod qué Nii-san?
–Son palabras que un adulto dice y un niño no debe decir.
–Ok.
–Bueno, el ganador es Itachi y Chibisuke.
–¡Si! –Gritó feliz, pero luego lo miró feo. –¡Oye!
–Je, je. A la próxima te haré ganar, Hinata-chan.
–No… no impod… importa Shisui-san. –Le sonrió.
–Deberíamos entrar Shisui, ya está haciendo más frio y los niños se pueden enfermar.
–Tienes razón. Además, ya casi es hora de la cena. –Caminaron y entraron a la casa, no sin antes apagar la fogata improvisada que habían hecho. Cada quien le quito la ropa pesada de invierno a los niños que cargaban. Hinata casi salió huyendo al momento de que acabo, totalmente avergonzada. –¿Eh? ¿Qué fue eso? –Parpadeó confundido.
–Creo que… no está acostumbrada a que alguien del sexo opuesto le quite algo de ropa.
–Ah.
0o0o0
Después de haber cenado, Mikoto miraba donde acomodar a la visita, preocupada o con el leve temor que le vuelva a pasar lo mismo respecto a lo del secuestro. Sabía que en su casa nunca pasaría, pero el simple hecho de que pasara en la casa de los Hyuuga, que eran el clan con los ojos que todo lo ve, ¿quién aseguraba que en la suya no?
–Mikoto-obasan, ¿puedo quedarme a dormir hoy? –Shisui se acercó.
–¿Quieres quedarte? –Lo miró con una ceja arqueada.
–Sí, hace mucho que no me quedo aquí.
–Oh, claro.
–¿Qué hace? –Pregunto al ver que traía un futón en sus brazos.
–Pues… estaba viendo donde acomodar a Hinata-chan. Sé que duerme sola, pero…
–Le da un leve temor a dejarla sola, ¿no?
–Sí, nada me asegura que algo así no vuelva a suceder. Y dejarla con Sasuke no es una opción, son de la misma edad y podrían hacerle lo mismo a él. E Itachi se sentiría incómodo.
–Perdón por preguntar esto mientras está pensando en esas opciones, pero… ¿dónde dormiría yo?
–Exacto, tu ocuparías el cuarto de invitados. –Soltó un suspiro, exasperada.
–¿Y por qué no duerme Hinata-chan conmigo?
–¿Contigo? –Lo miró confundida, pero pareció pensarlo. –Pues… parece sentirse a gusto contigo. Hay que preguntarle primero.
–Ok. –Caminaron hacia donde estaba la menor mirando por la ventana, viendo la nieve caer. –Hinata-chan.
–¿S-si? –Los miró.
–¿Qué te parece si duermes junto a Shisui por hoy?
–¿E-Eh? –Abrió grande los ojos.
–Por seguridad, Hinata-chan. –El chico le sonrió. –¿Qué te parece?
–Y-Yo… –Se le quedo mirando, para luego bajar la cabeza con las mejillas sonrojada–. E-Está bien.
–¿En serio? –Ladearon la cabeza. Asintió sin levantar la vista del suelo.
–¡Muy bien! Les preparare sus futones. –La mujer se fue.
–¿Segura, Hinata-chan?
–S-Si, Shisui-san. –Le sonrió con timidez.
–Bien. ¿Te cuentan cuentos antes de dormir?
–Oka-san lo hace.
–¿Quieres que te cuente uno yo?
–No es… necesadio… necesario. –Frunció el ceño. El chico entrecerró los ojos.
–Hinata-chan. –La llamó, haciendo que lo mirara. –Una cosa. –Levantó un dedo. –Cuando quieras hablar conmigo o alguien de esta casa, no te sobre esfuerces al pronunciar bien las palabras. –Parpadeó confundida. –Noto cuando te regañas a ti misma. No me gusta ver como tus ojitos se llenan de lágrimas cuando pasa eso. –Acaricio su mejilla. La menor se le quedó viendo, sonrojándose poco a poco ante el delicado toque del chico.
Subió sus manos hasta tocar la de él, presionándola más contra su rostro cuando lo inclino, cerrando los ojos y disfrutando la calidez que transmitía.
Se mordió el labio y abrió desmesuradamente los ojos al ver como restregaba levemente su mejilla contra la palma de su mano.
–"¡Es tan linda!" –Tragó saliva, sin saber exactamente porqué comenzó a ponerse nervioso, hasta el punto de ponérsele colorada la cara. –Hi-Hinata-chan. –Abrió los ojos para mirarlo expectante. –¿Qué … qué haces?
–Edes muy… cá-cálido… Shisui-san.
–¿E-Eh?
–Hinata-chan, vamos a bañarte. –La Uchiha se acercó por el pasillo, encontrándose a su sobrino en el camino. Pasó tan rápido a su lado que no alcanzo a decirle nada sobre el cuarto cuando lo vio meterse a este, cerrando la puerta con algo de fuerza. Se encogió de hombros, siguiendo con su camino a la sala, donde encontró a la pequeña Hyuuga mirando por la ventana con un sonrojo muy pronunciado en las mejillas. –Hinata-chan, hora de tu baño para que puedas irte a dormir. –Le sonrió, tocando su hombro. Ésta se sobresaltó, mirándola. –Anda. –Tomó su mano, caminando al baño.
Mientras tanto, en el cuarto de invitados, Shisui estaba recargado en la puerta, cubriéndose el rostro con la mano izquierda, y con la derecha sobre su corazón. Sentía como palpitaba con fuerza contra su pecho. Intentó tranquilizar su respiración.
Se dejó caer lentamente al suelo, quedando sentado. Miro el techo, recordando el extraño sentimiento cuando Hinata lo había visto de esa manera.
–"¿Qué fue eso?" –Se sacudió el cabello, soltando un largo suspiro–. "¿Qué me está pasando?"
Pasaron los minutos, hasta que escucho unos toques en la puerta. Se apartó, dándole la entrada a su tía y a Hinata, quien ya traía su pijama puesta, color lavanda de dos piezas, una camisola y pantalón, ambos de franela y con diseños de girasoles, tallas más grandes que su estatura.
–Ya está libre el baño, Shisui-kun. Puedes pasar a darte una ducha para que duermas mejor.
–Sí, Mikoto-obasan. –Salió del cuarto, caminando al baño.
–Bien, elige el futón que quieras, los dos son iguales.
–S-Si Uchiha-san. Muchas gracias. –Sonrió con dulzura en su dirección.
–Eres tan mona, Hinata-chan. –Devolvió el gesto, acariciando su cabeza, sonrojándola. –Bueno, te dejare la luz encendida. Cuando vuelva Shisui, que la apague.
–Si. –Se acostó.
–Buenas noches, pequeña.
–Bu-Buenas noches, U-Uchiha-san. –Cerró los ojos. La señora salió del cuarto, cerrando la puerta tras ella.
0o0o0
Entró a la habitación, mirando el bulto que había en el futón al lado del suyo. Se secaba el pelo con una pequeña toalla; traía su pijama puesta, que consistía en una camisa negra de tirantes y un short blanco.
Se sentó en su acolchonada "cama", apagando la luz antes, mirando aun de reojo al pequeño bulto, alcanzándose a apreciar el pelo de color azul eléctrico de la niña. Tuvo la extraña tentación de tocarlo, e incluso acercó su mano a este, pero se detuvo al recordar lo de hace una hora, regresándola a su propio pelo.
–En serio… ¿qué me está pasando? –Soltó en un susurro, acostándose al sentir el cabello azabache seco. Se quedó dormido después de unos minutos con la mente atormentada por esa pregunta.
0o0o0
Se sentía tan cómodo abrazando su almohada; aunque no recordaba que fuese tan blandita como ahora. Abrió lentamente los ojos, encontrándose con el tierno y dulce rostro durmiente de la heredera Hyuuga a solo centímetros del suyo.
Contuvo el aliento, sintiendo como poco a poco, su rostro se coloreaba cada vez más, pasando del rosa más pálido, al rojo brillante, parecido al que tiene el Sharingan brillando amenazante en la oscuridad.
Se apartó lentamente, fijándose que estaba casi encima de ella, ya que hasta sus piernas la rodeaban y la atraían a él. Se removió, tensándolo en su lugar, reteniendo de nueva cuenta el aliento, observándola con detenimiento. Al ver que volvía a acomodarse y no moverse de nuevo, siguió separándose hasta quedar suficientemente lejos de ella.
Se puso de pie, saliendo de la habitación. Ya era de día, por lo que suponía, su tía estaría preparando el desayuno. Camino a la cocina, donde vio que había acertado. Mikoto cocinaba con tranquilidad, mientras Fugaku leía el periódico sentado en su habitual lugar de la mesa.
–Buenos días. –Entró, sentándose en la misma silla del día anterior.
–Buenos días. ¿Cómo dormiste?
–Como un bebé. –El comentario hizo que la mayor riera.
–¿Y Hinata-chan?
–Aún duerme.
–Oh. Entonces hay que dejarla dormir un poco más. –Sonrió. Itachi apareció por la entrada, ya vestido con su ropa normal. –Buenos días, amor.
–Buenos días, kaa-san. –Se sentó frente a Shisui. –Buenos días, tou-san.
–Hmph. –Cambió de página.
–Buenos días, Shisui.
–Buenos días, Tachi. –Se sonrieron.
–¿Sasuke sigue durmiendo?
–Ya sabes cómo es tu hermano, las únicas veces que se levanta temprano, es para despedirse de ti cuando sales de misión.
–Es verdad. –Sonrió. –¿Y Hinata-san? –Preguntó al no verla en la mesa acompañándolos.
–Sigue dormida. Se veía cómoda, así que preferí no despertarla. –El mayor de los dos miraba la mesa.
–¿Ahorita la puedes ir a levantar cuando esté el desayuno?
–Claro, Mikoto-obasan.
–Y tú a Sasuke, Itachi.
–Sí, kaa-san.
La mayor siguió preparando la comida, mientras su esposo no despegaba la vista del periódico. El chico de 8 años miro a su primo mayor, notándolo algo distante a como siempre era en las mañanas que se quedaba en su casa. Observó a sus padres, aunque estaban en sus mundos, al momento de decirle una palabra a Shisui, les pondrían total atención a ambos, por lo que se quedó callado. Lo que sea que molestaba al mayor luego se lo contaría, después de todo, siempre se contaban todo, ¿no es cierto?
–Listo, chicos, háblenle a los niños para que vengan a comer.
–Si. –Se levantaron, yendo a los respectivos cuartos donde dormía cada niño.
Se acercó a Hinata, extendiendo una mano para moverla y despertarla, pero se detuvo al ver que los dedos le temblaban. Tomó una respiración profunda, formando un puño al intentar tranquilizarse.
–"¿Qué demonios me ocurre?" –Sacó el aire de sus pulmones. Al relajarse, movió a la niña. –Despierta Hinata-chan, hora de desayunar. –Sonrió al ver como se despabilaba, sentándose en el futón y mirando adormecida hacia el infinito–. Hinata-chan~. –Pasó una mano frente a ella, asustándola. Soltó una pequeña carcajada. –Vamos a comer. –Se puso de pie con ayuda de él. Salieron, caminando a la cocina, donde ya estaba Itachi con su hermanito. Tomaron asiento, agradeciendo cuando Mikoto les dejó la comida delante.
Tuvieron un tranquilo desayuno como siempre, pareciendo algo extraño, debido a que el mayor de los chicos no hacia tanto escándalo como otras veces. Simplemente ignoraron eso y comieron en paz una vez en mucho tiempo con él como invitado.
Después de comer, los menores salieron a jugar con la nieve en el jardín trasero, teniendo una guerra de bolas de nieve, en la que Hinata decidió no participar, siendo apoyada por los dos Uchiha mayores, temiendo que, en algún momento, llegaran a lastimarla si se ponían algo serios con el juego.
Ella solamente se mantuvo al margen, haciendo figuritas en la fría blancura. Shisui la observaba de reojo, evitando las bolas de nieve que aventaban los más chicos. De pronto, su Sharingan se activó, quedando frente a la heredera de un instante a otro, recibiendo de lleno el golpe de la nieve en su rostro, cayendo al suelo.
–¿¡Shisui-san!? –Lo miró asustada, acercándosele al igual que los otros dos. Itachi lo miraba extrañado.
–"¿Acaso usó…? No. Debió ser mi imaginación." –Lo ayudó a levantarse.
–Hace mucho que no tragaba nieve. –Se sacudió la cara, mirándolo. –¿Qué? –Arqueo una ceja al ver como lo estaba mirando.
–Nada.
–Shi-Shisui-san, ¿e-está bien? –Lo tomó de su mano, jalándolo levemente para que le prestara atención.
–Si Hinata-chan, no te preocupes. –Le sonrió, acariciando su cabeza. Observó a Sasuke con algo de reproche, éste solo se escondió detrás de su hermano. –Tu deberías tener más cuidado.
–¿Por qué Shisui?
–Porque fue su intención el darle a Hinata-chan.
–¿Eh? Claro que no. Sasuke no haría eso.
–Entonces, ¿por qué se esconde detrás de ti? –Ambos lo observaron, viendo que desviaba la mirada. –¿Qué tienes que decir en tu defensa, Chibisuke? –A pesar de decirle el gracioso mote, sonaba muy serio.
–Eda pada que jugada.
–Esa no es una forma de pedirlo, Sasuke. –Itachi le dio un golpecito con los dedos índice y medio en el centro de la frente, haciendo que se quejara. –Además, ya habíamos quedado que ella no jugaría para no lastimarla. –El pequeño sólo se cruzó de brazos, inflando los mofletes.
–Pide una disculpa.
–No.
–Sasuke. –Su hermano frunció el ceño, alarmándolo. Miró a la Hyuuga, acercándose a ella. –¿Recuerdas cómo era? –Asintió, extendiendo la mano, con únicamente los mismos dedos que utilizó su hermano para golpear su frente. Lo observó confundida.
–Mira Hinata-chan, esto lo verás en la academia, pero será algo bueno que lo aprendas ahora. –Shisui puso una mano en la cabeza de ambos. Sasuke seguía sin bajar la mano. –Cuando les enseñan a combatir, les mostraran los Sellos Tradicionales de Batalla*. El Sello de Combate*. –Puso los dedos en la misma forma que su primito, sólo que esta vez, extendidos por completo hacia arriba. – Significa que tendrán, como su nombre lo dice, un combate. –Ambos niños, e incluso Itachi, le prestaban atención. –Y cuando este acaba, se tienen que dar el Sello de Armonía*, dando por terminada cualquier rivalidad y resentimiento, haciendo las paces con la otra persona. – Inclinó su mano hacia el frente. La pequeña asintió. –Como Sasuke quiso golpearte con una bola de nieve, lo mejor es hacer el Sello de Armonía para pedir disculpas y aceptarlas sin ningún rencor.
–Oh. –Su boca formó una "O" perfecta, mirando la mano del niño delante de ella. Extendió la suya como lo dijo el mayor, juntando sus dedos con los de Sasuke, sonriéndole. –Te pe-pedono… perdono. –Se separaron casi al instante.
–¡Bien! Entremos por una taza de chocolate caliente. –Exclamó el mayor, empujando a todos dentro de la casa.
0o0o0
Bebía de su taza, mirando por la ventana igual que la noche anterior, viendo como la nieve caía delicadamente al suelo.
Shisui salió del baño, secándose el pelo con una toalla pequeña. Dirigió su vista hacia donde estaba la peliazul bebiendo tranquilamente de su taza de chocolate caliente observando el exterior a través de la ventana.
Fue a la cocina, agarrando una taza que su tía le ofreció. Le dio las gracias y salió, yendo con la heredera, sentándose a su lado.
–Te gusta mucho ver para afuera, Hinata-chan. –Lo miró. –¿Extrañas a tu mamá y esperas verla caminando para acá? –Dio un sorbo a su bebida.
–S-Si… extraño a oka-san… pe-pero… –Volvió a mirar para afuera. –Me gu-gusta mucho… ve-ved la nieve… caed. –Sonrió levemente, algo sonrojada.
–Naciste en invierno, supongo que es por eso. Yo nací en otoño, creo que por eso me gusta ver como las hojas caen de los árboles y el suelo lleno de colores parecidos al atardecer. –Una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
Se miraron directamente a los ojos, manteniendo la mirada por unos cuantos minutos, hasta que desviaron su rostro a lados opuestos, ambos sonrojados.
–"Esto… soy tan raro." –La miró de reojo, viendo lo tierna que estaba sentada a su lado, observando por la ventana y sonrojada. Ocultó su sonrisa al tomar de la taza. –"Creo que… a mí también me gusta ver la nieve caer… o ver otra cosa." –Siguió sentado junto a ella hasta que fue la hora de comer.
Significados y explicaciones (*)
Katon Goukakyuu no Jutsu: Ninjutsu de elemento fuego, en este se moldea chakra y concentra en el pecho pasándolo lentamente hasta la boca donde se sostiene y suelta en forma de aliento el cual se transforma en fuego, este al avanzar va creciendo y expandiéndose hasta tomar la forma de una gran bola de fuego que arrasa todo lo que se encuentra en su camino.
El tamaño de la bola de fuego depende de cuánto chakra se moldea y se lanza desde la boca. Es una técnica diseñada para ataques a largas distancias y con un área de incidencia grande. La dificultad radica en que la llama pierde intensidad a medida que avanza. Esta técnica no es muy eficaz debido a la dirección invariable que toma la bola de fuego es muy fácil de evadir. Es una técnica básica del clan Uchiha, este clan considera a un niño que amaestra esta técnica un hombre dándole el permiso de aprender una cierta cantidad de técnicas más complicadas del clan; además de este clan la dominan algunos jounin. Katon Goukakyuu no Jutsu
¿A que se refiere Itachi sobre que no pasará lo mismo?: Las personas que leyeron la novela de Itachi (Itachi Shinden) y vieron el arco del anime sobre esta, recordaran que, cuando obtuvo su Sharingan, estaba en peligro debido al ataque de Obito (o Tobi) a su compañero de equipo, viendo como lo mataba, por lo que logró despertar su kekkei genkai. Entonces, hay dos cosas en la que se refiere, uno, a la parte que acabo de explicar, y a la otra, es a la misión de búsqueda que tuvo con Shisui como instructor, siendo atacados por los ANBU de Raíz, refiriéndose a la muerte del ANBU al que intentaron salvar. Entrenándose con el Sharingan, lograra que no vuelva a ocurrir ninguno de estos casos.
Sellos Tradicionales de Batalla: Es un método de entrenamiento para el combate que se ha transmitido de generación en generación en Konoha como un método de entrenamiento para estudiantes de la academia. Según el protocolo, los dos adversarios deberán enfrentarse unos a otros y hacer un sello al principio tanto como al final de la batalla.
Sello de Combate: Al comienzo deben realizar el Sello de Combate, lo que representa una media de un sello que puede ser utilizado para activar un ninjutsu y esencialmente significa "He venido para hacer frente en la batalla ". Es la seña principal para hacer un jutsu.
Sello de Armonía: Cuando el combate ha finalizado, los participantes deben hacer visible el Sello de Armonía mediante la unión de los dedos que se utilizan para hacer el Sello de Combate, reconociendo que siguen siendo compañeros.
N/A: Muy buenas noches, días, tardes, etc. De nuevo, muchas gracias por todo su apoyo, el que sigan leyendo hasta aquí, es hermoso para mi QwQ.
Bueno, en este capitulo vimos muchas cosas entre nuestra parejita XD.
Como verán, Shisui esta bastante confundido de lo que una pequeña niña de 3 años le hace pensar y sentir. Espero que su acercamiento no se vea tan forzada, tomando en cuenta que es una relación entre unos niños con 8 anos de diferencia entre cada uno.
Para el próximo capitulo, espero avanzar hasta los 5 años de Hinata, donde se vera el nacimiento de Hanabi y un desenlace que posiblemente les duela, o solo a mi por el simple pensamiento XD. Traten de adivinar que es~.
