Capítulo 8
Un arma contra el enemigo.
El sol estaba saliendo lenta y plácidamente. Agustín podía sentir como su agradable calor lo llenaba y empezaba de a poco a secar su ya bastante maltratada ropa. Había pasado tan solo una hora desde que se escapó junto con Jill de los laboratorios de Umbrella, aunque ella le ofreció quedarse en su departamento él insistió en ir al hotel al menos ese día. Después de todo la última vez que estuvo allí se olvidó de tomar su diario, sería un verdadero desastre si alguna otra persona llegara a leerlo.
La ciudad estaba en silencio, eran los cortos minutos en los que todos empiezan lentamente a despertarse para empezar su día, mientras que él lo único que quería era dormir un poco. Cuando estaba ya a pocas cuadras del hotel hizo lo posible para parecer una persona decente, se sacudió la mugrienta ropa e intento sacarse la sangre seca de la cara aunque tuvo poco éxito. Resignado paso las puertas del hotel y quedo cara a cara con el recepcionista, este tuvo que mirarlo unos segundos para darse cuenta de quién era.
-¿Agustín verdad? Estaba seguro que ya te habías ido de la ciudad. Pero… ¿Qué te paso hombre? ¡Esta irreconocible!
-Hola David, tuve unos días algo jodidos sí, me gustaría tomar por tan solo una noche la habitación en la que estuve durmiendo.
-Mmmmm, déjame mirar si está disponible, creo que otra persona la tomo en el tiempo que no estabas… Sí, pero por suerte para vos ya se fue, sería lo de siempre.
Agustín le pago al señor, apenas le dieron la llave corrió nervioso a su habitación rogando que quien sea que haya estado allí no hubiera revisado en cajón de la mesa de luz. Quizá debería haber puesto el diario en la caja fuerte pero él siempre lo dejaba en la mesita de luz para revisarlo y también hacer algunas anotaciones antes de dormir, aunque probablemente los dueños del hotel lo hubieran tirado después de tanto tiempo sin volver.
Una vez en su habitación sintió como una extraña nostalgia lo abrumaba, recordaba aquella primera noche, casi cuatro meses atrás, cuando se vio metido en todo esto. Miro la cama que le había resultado repulsiva luego de despertar por primera vez en ella y darse cuenta que estaba todavia en Raccoon city. Todo seguía su curso como sin nada, todavía ninguna explicación parecía surgir en este incoherente mar de dudas. Esta sensación sumada a que su cabeza no funcionaba del todo bien debido a la noche entera sin pegar un ojo, además de los varios golpes que había recibido, hizo que se olvidara por un momento de que estaba haciendo. Como ese primer día, con el mismo anhelo inocente Agustín se acostó en la cama tapándose con las ásperas sabanas que en ese momento se sentían perfectas, pronto despertaría en su casa, llamaría a su amigo Marcos para que fueran a tomarse unas cervezas y le contaría el loco sueño que había tenido, luego pasaria algo de tiempo con sus padres y su hermana pequeña…
Ese era definitivamente su cuarto, pero una sensación extraña lo rodeaba, sentía una presencia clavada en su nuca y por algún motivo no podía levantarse, o quizá no quería hacerlo. El ambiente era sofocante, una oscuridad con leve tono azulado reinaba, con toda su fuerza de voluntad logro mover su cabeza, al lado de él estaba acostada una niña pequeña de pelo rubio, vestía un pijama colorido y él llegaba a notar que sus pequeños brazos lo abrazaban. Su cara estaba enterrada debajo de su hombro, sin importar lo mucho que lo intento no pudo ver su rostro, un fuerte grito de una mujer se escuchó en uno de los cuartos cercanos y luego lo siguió la oscuridad.
Agustín despertó sobresaltado, un sudor frio se deslizaba por todo su cuerpo, el corazón latía a tal velocidad que sus pulmones apenas podían mantener el ritmo.
Se sentó en la cama intentando tranquilizarse, no era la primera vez que soñaba con su hogar, aunque se estaba dando cuenta de que siempre había algo nuevo en sus sueños. En su sueño original aparecía tan solo su cuarto en un estado completamente normal, podía ver el televisor al lado de la cama junto a su consola y la gran ventana con cortinas blancas que daba a el parque, era posible ver buena parte del barrio desde esta ya que él dormía en el segundo piso de la casa, incluso estaban toda su colección de juegos incluyendo por supuesto a toda la saga de Resident evil colocados en una caja de zapatos. Pero incluso en esa primera ilusión él empezaba a sentir aquella presencia extraña, la segunda vez vino aquella ambientación oscura junto con la incapacidad de moverse y ahora esto, una niña arropada a su lado y el desgarrador grito de una mujer.
¿Por qué tenía estos extraños sueños? ¿Qué significaban? ¿Y por qué, por qué mierda despertaba llorando cuando estos ocurrían? Se preguntó con enojo e impotencia mientras se secaba las lágrimas, nunca le gustó llorar y menos cuando no sabia el motivo. Abrió el cajón de la mesita de luz, había decidido escribir acerca de sus sueños en su diario para ver si le ayudaba a descifrar el misterio en el que se encontraba envuelto. Pero, para su sorpresa, el diario no estaba allí. Dio vuelta todo el cuarto buscándolo pero no estaba en ninguna parte y entonces recordó todo lo ocurrido antes de que se acostara. Al darse cuenta de lo que tenía que hacer se pegó una ducha rápida y se vistió con ropa qué por suerte había decidido comprar, eran unos pantalones cortos de verano grises con una musculosa negra. Luego se puso su mochila al hombro quedando listo para salir.
Una vez hecho esto bajo a la recepción, allí aún estaba David con una cara de completo aburrimiento.
-Veo que te levantaste finalmente, no quiero ser grosero ni nada pero seguís viéndote bastante mal Agustín, quizá deberías ir a un médico…
-Estoy bien David, solo pase una mala noche. Por cierto ¿Encontraron algún libro de notas o algo similar cuando estaban limpiando? Pasa que me lo olvide la noche anterior y ahora no está.
-Puedo preguntar pero no recuerdo que la señora Brown haya mencionado nada parecido a eso, siendo esta la única persona que limpia este pequeño lugar y también una conversadora nata sería raro que no me lo hubiera comentado.
-Entiendo… ¿Podría decirme si recuerda quien fue la última persona que alquilo mi habitación?
-Mira Agustín, no creo que sea correcto que vaya contando esas cosas…
Agustín saco un billete de diez dólares y lo dejo en la mesa.
-Por otra parte, la chica que se quedó también me pidió información privada de tu persona, parecía querer saber si vos habías vuelto- dijo este tomando rápidamente el billete con ojos codiciosos.
-Explícate- exigió sin más Agustín, cansándose de la charla.
-Es una muchacha que llevaba aquí casi medio año, su padre es amigo mío por lo que nos conocemos desde hace tiempo, ella siempre sugiere a los viajeros que pasen la noche acá y a cambio yo le doy un buen descuento las noches que decide no dormir en el departamentito que comparte con algunas chicas.
Al atar rápidamente los cabos sueltos Agustín pregunto -¿Fue Elza la que paso la noche en mi cuarto?
-Sí, la pobre vino varias veces aquí durante la semana preguntando por vos y siempre se volvía decepcionada. Yo mismo le termine diciendo que seguramente te fuiste y nunca ibas a volver pero ella no parecía muy convencida de ello. La última vez que vino, harán ya unos tres días, era casi de noche y estaba lloviendo a cantaros por lo que la convencí para que se quedara a dormir en el hotel, como estaba tan interesada en vos le ofrecí quedarse en tu habitación con el descuento de siempre y ella termino aceptando.
-¿Y no menciono nada sobre un cuaderno de notas?
-Se fue sin decir nada, andaba algo extraña la chica.
-Ok, pregunta por si acaso a ver si encuentran el cuaderno, tengo unas cosas que hacer así que nos vemos luego.
El hombre asintió en forma de despedida, Agustín se fue algo preocupado. Si Elza realmente tenía su cuaderno no le cabía la menor duda de que lo había leído. Miro la hora en su reloj de muñeca, eran las tres de la tarde, muy temprano como para ir a buscarla a Emmy´s, lo más probable era que se encontrara en la universidad entonces.
Al no quedarle otra opción se dirigió allí, en el camino una idea se le empezó a formar. La universidad de Raccoon city aparecía una vez en los juegos y en su escenario se conseguía el Daylight, un agente que neutralizaba por completo al virus T… tener algo como eso en su poder podría salvar su vida, o mejor aún, podría salvar toda la ciudad. Había estado pensando en advertirle a todo el mundo de lo que iba pasar, pero aun si lograba que evacuaran la ciudad ¿Cuántas personas mordidas por las ratas saldrían? En vez de tener tan solo una masacre aislada el problema podría pasar a un nivel nacional o, en el peor de los casos, mundial. Si lograban tener una muestra de Daylight para cada ciudadano entonces la gente podría salir de la ciudad sin temer a que el virus se propague.
Se esforzó en recordar todo lo que sabía que pudiera ser relevante, las dos mentes detrás del proyecto eran un tal profesor Jerkins y otro que se llamaba Greg, de los dos el único que estaría en la universidad era Jerkins ya que el otro trabajaba en instalaciones fuera de la universidad.
¿Tendrían ya el Daylight listo para su creación? Si se apuraba quizá hasta podría salvar miles de vidas y también contener la masacre que cada vez se acercaba más.
Después de una eterna caminata termino llegando al edificio, una densa niebla lo rodeaba dándole un aire amenazador pero la cantidad de estudiantes del lugar lo pudo tranquilizarlo un poco. Entro sin estar muy seguro de que hacer.
-Si Elza estudia acá puede que conozca a Jerkins, tengo que encontrarla y de paso aclarar el tema del diario- razonó consigo mismo, dio unas vueltas preguntando a estudiantes y profesores al azar si conocían a Elza sin tener mucho éxito. Después de que pasara alrededor de media hora buscando empezó a contemplar la idea de irse y hablar más tarde con ella en Emmy´s, corriendo el riesgo de que el dueño del lugar los degollara, pero un golpe de suerte cayo literalmente sobre su cabeza.
-Auch- se quejó Agustín mientras se daba vuelta, Elza lo miraba bastante divertida, tenía un libro de ciencias en su mano que uso para volver a golpearlo en la cabeza- ¿Por qué hace eso?
-No sé, sentí que debía hacerlo. ¿Buscabas a alguien?- pregunto ella con un tono algo juguetón. Agustín no pudo evitar mirarla de arriba abajo, llevaba una pollera con una camisa blanca que realzaba sus dos grandes atributos, su pelo color oro lo tenía suelto por primera vez demostrando lo largo que era.
-Te buscaba a vos, me entere de que estuviste preguntando por mí en el hotel- respondio.
-Ah eso… si, quería saber si estabas bien viste, digamos que la última vez que nos vimos no saliste muy bien parado…- Elza entonces reparo en el largo corte que Agustín tenía en la cara- ¿Qué mierda te paso ahí?
-Es una historia muy larga Elza, digamos que tuve un accidente…
-Sos un asco mintiendo- dijo poniéndose seria.
-Tiene razón, ¿Por qué se me ocurren escusas tan malas cuando estoy con ella?
-Mira Agustín, me gustaría que hablemos en privado, ahora estaba a punto de ir a una clase de repaso pero creo que puedo pasar de ella- le dijo y luego lo arrastro afuera del edificio. Caminaron unas cuadras sin hablar hasta llegar a un complejo de departamentos.
-¿Qué es lo que pasa Elza?-dijo algo fatigado por intentar seguirle el ritmo acelerado en el que avanzaba la chica
-Espera a que lleguemos- respondió sin parar de caminar.
Lo llevo a lo que Agustín supuso que era donde ella vivía, se tratana de un departamento bastante grande muy bien iluminado por muchas ventanas, tiradas en sillón y el piso se encontraban otras tres chicas que parecían ser sus compañeras de cuarto. Antes de que abriera la puerta Agustín podía oír una conversación muy animada, pero apenas vieron entrar a Elza junto a él enfocaron toda su atención en ellos.
-¿Volves tan temprano?- pregunto la que estaba tirada en el sillón.
-¿Quién es ese bombón?- pregunto otra dejando escapar una risita.
-¿Es que no te das cuenta boba? ¡Debe ser el chico del café! Ese que Elza no parece poder dejar de hablar…
-Chicas ¿Podrían dejarnos solos un momento?
-Uuuuh, ¿Qué tenes pensado hacerle?- pregunto la tercera provocando un estallido general de risas que puso a Agustín realmente nervioso.
-No lo que estás pensando Rachel, tenemos cosas que hablar en privado- respondió Elza mirando a Agustín con una sonrisa, al parecer estaba disfrutando el hacerlo sentir incómodo.
-Seguro, los dejamos para que "hablen" todo lo que quieran, de todas formas nosotras teníamos que ir a comprar algunas cosas- dijo la primera que había hablado, las demás se pararon y se dirigieron todas a la puerta.
-No te frenes con ella, nosotras no vamos a volver hasta dentro de mucho- le dijo la que parecía llamarse Rachel a Agustín guiñándole un ojo antes de salir.
Cuando finalmente se fueron Elza se dirigió a su habitación dejando a Agustín solo en la sala de estar sin entender muy bien que estaba pasando. Ella no tardó mucho en volver con un libro que Agustín reconoció al instante.
-Estoy claramente jodido.
-Agustín… hace unos días pase una noche en el hotel donde te estabas hospedando y me encontré con esto- dijo algo dubitativa, como si no supiera muy bien como expresar lo que tenía en mente.
-Me imagino que la tentación de leerlo fue demasiado grande, aunque estaba claro que es algo privado- le respondió él de forma cortante.
-¿Qué querías que hiciera? Apareces y desapareces constantemente, me mentís en la cara y después me salvas de una banda de locos, digamos que necesitaba saber quién mierda sos, necesitaba poder diferenciar las verdades de las mentiras.
-¿Y qué conclusión sacaste después de leer eso?
-Solo me dio más preguntas Agustín. Solo leí partes de las cuales no pude entender mucho, escribís sobre extraños mecanismos, conspiraciones, personas de las cuales solo conozco por nombre a la mitad… Mencionas más de una vez a una masacre aquí en Raccoon city y varias formas de evitar que suceda, mierda hasta hay veces que pareces hablar de un futuro lejano. Necesito que me expliques esto, este diario parece haber sido escrito por un loco pero yo sé que vos no está loco, ¡Decime que mierda está pasando!
Agustín pego un largo suspiro, debería haberse preparado mejor para una situación como esa, al parecer el escribir tantas cosas en un diario, por más que le ayudara a ordenar sus ideas, no era lo más inteligente que había hecho. Aunque se sentía agradecido del "yo sé que vos no estás loco" porque más de una vez había pensado que eso era una posibilidad.
-Mucha mierda está pasando Elza, alrededor nuestro, pasa en nuestras propias narices pero nadie dice nada. Cuando llegue a esta ciudad yo sinceramente no tenía ni idea de donde estaba…
-No me vengas con eso- le respondió ella enojada.
-… pero cuando vos me dijiste que era Raccoon city me di cuenta que era el lugar donde tenía que estar. La gran Raccoon city, sede de la compañía farmacéutica más grande del momento, Umbrella.
-¿Qué tiene que ver Umbrella en todo esto?
-¿Es qué no prestaste atención mientras leías mi diario Elza? Todo tiene que ver con ellos, ellos son la causa de que esta ciudad este al borde del abismo. Hace años que esos malnacidos trabajan creando armas biológicas aquí mismo, destruyendo vidas en el proceso. Los miembros de STARS los descubrieron y por eso fueron difamados por la prensa. La chica que me salvo el otro día es uno de ellos, se llama Jill Valentine y con ella había arreglado discutir sobre que podíamos hacer para detenerlos.
-No entiendo, ¿Estás diciendo van a tirar algun tipo de enfermedad terminal sobre la ciudad y es por eso que hablas tanto de la perdición de Raccoon city? ¿Por qué harían eso?
-Parecido, no es que lo hagan de manera voluntaria, pero me temo que el destino de esta ciudad puede que ya este sellado. ¿Por casualidad conoces a un profesor de la universidad llamado Jerkins?
-Si… tomo una de sus clases.
-Ese tipo puede explicarte mejor que yo lo que estoy intentando decirte, ¿Crees posible que podamos reunirnos con él en privado?
-Supongo que sí… pero más te vale que esta no sea otra de tus mentiras Agustín- le dijo aun algo desconfiada, estaba claro que se mantenía completamente escéptica con respecto a lo que le habían dicho.
-Te prometo que no- respondió él tomando su diario y poniéndolo nuevamente en su mochila.
Volvieron entonces a la universidad, en el camino Agustín logro que tan solo hablaran de temas triviales, si se esforzaba mucho en dar explicaciones no tendría tiempo para pensar cómo afrontar a Jerkins. Por lo que él sabía ese profesor no tenía relación alguna con Umbrella, sabia de la existencia del virus T pero, a diferencia de todos los otros maniacos, él buscaba una forma de destruirlo.
Elza lo llevo a una sala de estudios donde, en efecto, estaba el profesor Jerkins enfrente de una computadora mientras devoraba un sándwich. Era un hombre bajito y algo regordete, lo que le quedaba de pelo era lacio y estaba completamente mojado por transpiración. A su lado había otro hombre que le resultaba levemente familiar, era de la misma altura que Agustín, tenía una mirada seria y vestía un traje completamente impecable. Solo tardo unos segundos en darse cuenta de que era George Hamliton.
-Claro, supuestamente estos dos eran amigos.
-Ehem… ¿Profesor Jerkins?- le dijo Elza acercándose a los dos. Él no parecía haber reparado en ella pero George si la escucho y se lo hizo notar a su amigo.
-Ah, hola querida, ¿Vos sos una de las estudiantes de mi clase no?
-Sí, soy Elza Walker no sé si me recuerda.
-Normalmente soy bueno recordando caras y nombres, pero al haber tantos alumnos mi mente se nubla un poco- comento riéndose.
-Los años también tienen que ver con eso Peter- le recordó George con una sonrisa.
-Quizás, la verdad no me podría importar menos, ¿Estas acá por alguna duda querida?- pregunto amablemente.
Elza le dio una mirada de "hace lo tuyo" a Agustín. Los otros dos repararon entonces en su presencia.
-Buenas tardes Profesor Jerkins- dijo este estrechándole la mano al profesor- Y a usted también doctor Hamliton.
-¿Nos conocemos de algo?- pregunto George algo extrañado.
-No, pero escuche hablar de usted. Vengo a hablar con el profesor Jerkins sobre el proyecto Daylight
Al escuchar esto Jerkins quedo completamente tenso, mientras que George solo miro a Agustín algo extrañado.
-¿Daylight? No me habías hablado nunca de eso Peter…
La cara de Jerkins empezó gradualmente a enrojecer de furia y a su vez se podía notar como el miedo lo consumía, parecía un animal acorralado cuando casi grito- ¿Greg se arrepintió verdad? ¡Oh es que ya se encargaron de él malditos monstruos!-miraba Agustín con claro desprecio, tanto Elza como George se asustaron al ver aquella reacción del usualmente relajado y bondadoso profesor.
-Tranquilo Jerkins, no trabajo para Umbrella, más bien lo contrario- le contesto Agustín bajando su tono de voz- Greg sigue jugando a ser un dios en su laboratorio y nadie los descubrió hasta ahora. Solamente quiero hablar con vos, y en lo posible preferiría que lo hiciéramos en privado.
-¿Y cómo sé que no trabajas para ellos?- pregunto el profesor parándose de su asiento a la vez que lo fulminaba con la mirada
-Sencillo… si fuera un agente de Umbrella y supiera lo que vos y tu compinche están tramando no me tomaría el tiempo de hablar, ya estarías muerto- respondió Agustín de forma tal que parecía que había dicho lo más obvio del mundo.
-¿De qué está hablando Peter? ¿En qué lio te metiste?- pregunto George claramente preocupado por su amigo, pero este no le contesto, solo miro a Agustín por unos segundos hasta que finalmente dijo- Esta bien, pero solo con vos, Greg me va a matar si empiezo a revelar información a todo el mundo.
-La situación es mucho peor de lo que crees profesor, yo que vos no confiaría más en ese Greg porque no me sorprendería que te quiera borrar del mapa una vez que se entere de lo que está pasando en este preciso momento.
-Me temo que no entiendo- dijo algo confuso.
-No te preocupes, te voy a explicar todo pero para eso necesito que le permitas venir a Elza con nosotros.
-Está bien… George supongo que no puedo obligarte a irte, todos síganme y por el amor de dios sean discretos.
El profesor los llevo al gran salón donde se encontraba la puerta principal de la universidad, luego fueron justo a la parte trasera de las escaleras. Se quedaron parados pacientemente unos minutos hasta que finalmente no hubo nadie que pudiera verlos, entonces el profesor abrió una puerta secreta con una especie de control remoto y los apuro para que entraran.
-Bueno, esto es algo que no me esperaba- menciono Elza impresionada.
-Yo menos- agrego George.
-Es una sala privada de la cual me adueñe hace tiempo, prácticamente nadie en esta universidad conoce de su existencia- explico Jerkins con orgullo.
-Estaba al tanto de la existencia de este lugar, pero creí que la única forma de abrir la puerta era poniendo dos especies de joyas en el trofeo de caza que se encuentra justo en frente de la puerta- dijo Agustín.
-Así es como abrí la puerta por primera vez, pero por suerte encontré este aparato aquí dentro, me ahorra la molestia de andar poniendo y sacando esas cosas.
El lugar parecía una pequeña sala de estudios, tenía una considerable biblioteca junto a una computadora en un escritorio lleno de papeles.
-Bueno aquí estamos, explícame esa situación extrema en la que nos encontramos- le dijo el profesor a Agustín sin más rodeos.
-Lo prometido es deuda, no sé si estará al tanto de que en esta ciudad existían dos laboratorios que se dedican exclusivamente a la creación de armas biologicas, el de las montañas Arklay fue destruido después del escape vírico que tuvieron pero todavía queda el otro laboratorio. William Birkin era el hombre a cargo de este, estaba investigando un nuevo derivado del virus progenitor al que llamaba el virus G…
-¿Virus progenitor? ¿Armas biológicas? Creo que me estoy perdiendo de algo acá- dijo George claramente confundido.
-Paciencia, pronto todo tendrá sentido- le intento tranquilizar Agustín y luego prosiguió- Birkin decidió no compartir su invento por lo que ayer a la noche las fuerzas armadas de Umbrella irrumpieron en el laboratorio, mataron a Birkin y se robaron un maletín que poseía tanto una muestra del virus G como varias del virus T…
-¿Y que vendría a ser este Virus T?- pregunto Elza.
-¿Realmente era necesario traer a esta gente Agustín? No tienen ni idea de lo que estamos hablando y están mejor sin saberlo…
-Créeme que no, porque paso algo mas ayer a la noche. Birkin inyecto en su propio cuerpo al virus G convirtiéndose en una abominación y cazo a los agentes de Umbrella por las alcantarillas de la ciudad matándolos uno por uno. El maletín con los virus cayó al suelo y varias muestras se rompieron, como resultado las ratas de alcantarilla ahora mismo están infectadas del virus T.
-Y si esas ratas llegan a morder a alguna persona…- dijo Jerkins empezando a notar la gravedad de la situación.
-La infectarían, no me sorprendería que ya varias personas estuvieran infectadas gracias a esas alimañas.
-¿Y cómo es que sabes todo esto?- pregunto Elza de manera suspicaz.
-Porque estuve ahí, junto con la miembro de STARS Jill Valentine me infiltre en las instalaciones de Birkin y fui testigo de lo que paso, y aquí está la prueba- dijo abriendo su mochila y sacando la muestra del virus G para después dársela al profesor para que la examinara.
-Esta porquería es lo que Umbrella quiso robar, ¿Conoces alguna forma de destruirla?- le pregunto a Jerkins.
-La verdad no podría decírtelo…
-¿Podrían por favor explicarnos que mierda está pasando?- pidió George bastante enojado.
Jerkins les explico entonces de la manera más breve posible que eran los virus Progenitor y T, también les dijo que efectos tenía el T en los seres humanos.
-¡Si ese virus está libre tenemos que evacuar toda la ciudad mientras aún hay tiempo!- exclamo Elza alarmada.
- Es que ya no lo hay Elza, desde el momento en que las ratas salieron de las alcantarillas a morder gente cada ciudadano de esta ciudad es un peligro en potencia. Si alertamos a las autoridades y estas nos creen lo único que vamos a lograr es que pongan a toda la ciudad en cuarentena para que el virus no se expanda más- explico Agustín.
-Tiene razón… esta ciudad está condenada- dijo George.
- No necesariamente, profesor necesito saber si termino el proyecto Daylight, ¿Se da cuenta de que con ese suero la evacuación de la ciudad pasa a ser algo posible verdad?- repuso Agustín clavándole los ojos a Jerkins.
-Siento decepcionarte chico, pero tu plan es irrealizable. Si bien en teoría la creación del suero ya es posible será imposible el suministrarla a todo el mundo, con los materiales que tenemos no lograríamos crear muchas muestras- dijo el profesor mientras le devolvía el tubo con el virus G a Agustín.
-Entiendo… ¿No hay ninguna forma de conseguir los materiales necesarios para una producción en masa?
- Muchacho, toma en cuenta que el proyecto Daylight es el trabajo de tan solo dos personas y es todo un secreto, si Umbrella se entera de la existencia de un suero capaz de neutralizar por completo al virus T se encargaría de que fuera destruido sin importarle las consecuencias.
-Supongo que valía la pena intentarlo- dijo con un suspiro- si yo fuera ustedes me largaría de esta ciudad antes de que una rata los infecte.
-No, yo me voy a quedar, se lo debo a los estudiantes de esta universidad. Me quedare y me dedicare a crear la mayor cantidad de suero posible porque dios sabe que lo vamos a necesitar.
-Yo no tengo muy claro que voy a hacer, tengo que ir hablar con algunas personas- dijo George con aire pensativo.
Agustín entonces miro a Elza, ella lo estaba contemplando desde hacía rato.
-¿Qué vas a hacer vos?- le pregunto mirándola a los ojos.
-¿Vos te vas a quedar verdad?- contra pregunto ella con una expresión ilegible.
-Tengo que quedarme, hay algo que debo hacer.
-Entonces no me voy a ninguna parte- respondió Elza con completa determinación en su rostro.
Nota de autor: Esta vendría a ser la calma antes de la tormenta señoras y señores, en el próximo capítulo la carrera por la supervivencia va a empezar y digamos que nuestro querido Agustín no la va a tener muy fácil. Sigo abierto a cualquier sugerencia, si bien la historia ya la tengo bien pensada voy a estar feliz de agregar cualquier cosa que me pidan, siempre y cuando no contradiga lo que ya tenía pensado.
Me parece que deberia aclarar una cosa, Agustín nunca supo de la existencia de Resident Evil 1.5 y por ello no conoce a Elza Walker, tan solo queria dejar eso claro.
