Capítulo 12

Sobreviviendo

Claire Redfield se encontraba leyendo el diario de Chris, tomando en cuenta que Agustín se había dado la libertad de arrancar algunas páginas que consideraba "inapropiadas" ella pronto terminaría. Aprovechándose de que estaba distraída él se quedó mirándola con detenimiento. El parecido era claro, el pelo seria idéntico si no fuera por el color y los rasgos del rostro eran similares aunque se notaban diferencias.

-Parece una broma enfermiza, no puedo, simplemente no puedo…

-¿Pasa algo?- le pregunto ella algo incomoda, había terminado de leer el diario y ahora lo miraba con cautela.

-Perdona, de enserio no quería incomodarte. Pasa que llevo bastante tiempo acá encerrado pensando que era el único que había sobrevivido, me alegro de que no sea cierto.

-¿Tenes idea de que es lo que está pasando? Esas cosas… ¡No pueden ser reales!

-No sé mucho, sospecho que la farmacéutica Umbrella está relacionada con todo esto pero, si te soy sincero, estoy más interesado en irme de acá antes de ser devorado por esos monstruos.

-¿Si es así entonces porque te quedaste acá encerrado?

-Necesitaba… tenía que descansar. Los últimos días han sido difíciles.

-Entiendo, yo recién llego a esta ciudad y ya me siento exhausta. Si no fuera por Leon probablemente estaría muerta.

-¿Leon?- pregunto Agustín intentando aparentar que no sabía de qué estaba hablando

-Un poli que me salvo de aquellas cosas, tuvimos que separarnos pero arreglamos en reencontrarnos aquí, en la comisaria.

Agustín asintió con la cabeza en señal de entendimiento, se acercó a donde STARS guardaba sus armas y saco el segundo lanzagranadas que Jill había dejado atrás.

-¿Por casualidad sabrás manejar a este monstruo?- pregunto pasándole el arma a Claire.

-Seguro, mi hermano Chris me enseño a manejar todo tipo de armamento, quería que fuera capaz de defenderme por mi misma.

-Entonces te la cambio por algo de munición, me quede sin nada antes de refugiarme aquí.

Claire le cedió algunas de sus balas a cambio del arma, luego escucharon un fuerte bipido. Un papel empezó a salir del fax de la oficina, la chica no tardo en agarrarlo para leerlo.

-¿Qué es lo que han escrito?- pregunto Agustín curioso, si bien sabía que un fax estaba a punto de llegar no recordaba que es lo que decía.

-No lo entiendo, parece que fue dirigido a mi hermano…- contesto Claire mientras lo terminaba de leer- habla de un virus, también del jefe de Chris, Irons.

-Conozco a ese enfermo, a decir verdad espero que no nos lo crucemos- le dijo Agustín caminando hacia la puerta dispuesto a salir- Encontré esta medalla en el diario de tu hermano y creo que se dónde la debemos usar.

Con Claire detrás de él Agustín salió de la oficina de STARS y tomo rumbo hacia la entrada de la comisaria. En el camino se encontraron con algún que otro zombi parado torpemente en el medio, estos obstáculos fueron fáciles de esquivar hasta que llegaron a bajar la escalera de madera. Allí avistaron a casi una decena de aquellos monstruos.

-Aún no sé cómo me las arregle para pasar a través de ellos sin que me atraparan- comento Claire.

-No me siento con ganas de tentar a la suerte, dudo que podamos pasar los dos entre tantos- dijo Agustín sacando su ahora cargada pistola.

-Disparémosle solo a los que están en el paso, no tiene sentido desperdiciar la munición- sugirió la chica antes de empezar el tiroteo, en poco tiempo lograron matar, o al menos derribar, a los monstruos que se interponían en su camino.

Corrieron lejos de aquellas abominaciones y no tardaron en llegar a la sala principal.

-Pon esta medalla en la fisura que se encuentra frente de la estatua- le urgió Agustín a Claire

-Si insistís…

Ambos se acercaron a la estatua de una mujer cargando un gran jarrón, justo en frente de esta había un extenso charco de sangre. El cuerpo de Elza no parecía estar en ninguna parte.

-Esta fue definitivamente la forma más extraña que eh visto de esconder una llave- exclamo Claire una vez puesta la medalla en la ranura, la estatua se movió bruscamente dejando caer una llave del jarrón- ¿Estas bien?

-…Sí, algo me dice que pronto vamos a ver cosas aún más raras- contesto Agustín luego de quedarse unos momentos contemplando el charco de sangre

-¿Dónde estás?

-Deberíamos volver arriba, la marca en esta llave es la misma que la de la puerta al final del pasillo donde nos encontramos- dijo Claire poniéndose nuevamente en movimiento.

Agustín la siguió durante todo el camino de regreso sin decir una sola palabra, una vez en el pasillo de la oficina de STARS escucharon el grito de una niña pequeña.

-Sherry…

-¡Ayúdenme!- exclamo la niña, un zombi con uniforme de policía se acercaba lentamente a ella dejando escapar leves gemidos de hambre. Ella dio unos pasos hacia atrás con el susto grabado en su rostro, antes de que el monstruo la alcanzara dio media vuelta y huyo en dirección contraria.

-¡Espera!- grito Agustín echándose a correr detrás de ella junto a Claire, cuando llegaron al zombi el chico lo tacleo tirándolo al suelo para que no se interpusiera en su camino. Doblaron en la esquina del pasillo y se encontraron con la puerta que había mencionado Claire, a su lado había un pequeño agujero que probablemente servía para el desagüe.

-La pequeña debió haberse arrastrado atreves de allí- menciono Claire preocupada mientras abría la puerta.

-Apresurémonos, no podemos dejarla deambular sola por ahí- le urgió Agustín, ambos atravesaron la puerta llevándolos a una habitación con varias sillas contra la pared, lo más seguro es que fuera una sala de espera. Tenía dos pasillos que aún no sabían a donde llevaban, de uno de ellos una figura vestida de azul con las siglas RPD escritas en el pecho emergió. Parecía ser un hombre joven de cabello corto que cargaba firmemente una escopeta.

-¡Leon!- grito Claire al verlo, alzando un brazo en forma de saludo.

-Al fin apareces- pensó Agustín mirando al recién llegado, desde que se había encontrado con Claire un dilema empezó a crecer en su mente, ¿Cómo se las arreglaría para conseguir el collar de Sherry? Después de todo en este estaba guardada la última muestra del virus G. Tarde o temprano Claire alcanzaría a la niña y Agustín tendría una chance de quitarle el collar, pero ella probablemente no se lo querría dar, después de todo era un regalo de sus padres. Además tendría un tiempo limitado para arrebatárselo ya que Sherry terminaría perdiéndolo y pasaría a las manos de Ada Wong. Esto lo dejaba con la opción más difícil pero a su vez más segura, tendría que seguir a Leon e intentar sacarle la muestra a Ada cuando se la cruzara.

-Robarle a una agente secreto más hábil y probablemente más astuta e inteligente que yo solamente para evitar pelearme con una niña de doce años, definitivamente no es el mejor plan que he tenido. Tendré que hacerlo antes de que se dé cuenta de lo que realmente hay dentro del collar- Pensó Agustín, intentaba no admitírselo a si mismo pero la idea de competir con Ada Wong lo emocionaba un poco.

-¡Claire, lo lograste!- exclamo Leon aparentemente aliviado, movió su cabeza dirigiendo su mirada hacia Agustín- Veo que te encontraste con otro superviviente.

-Supongo que este es el poli que mencionaste Claire- comento Agustín acercándose al joven policía para estrecharle la mano- Soy Agustín White.

-Y yo Leon Kennedy…

-No tenemos tiempo para esto, ¿Viste pasar a una niña pequeña pasar por aquí Leon?- pregunto Claire perdiendo la paciencia.

-Sí, acaba de escabullirse debajo de la puerta al final de aquel pasillo- dijo el policía señalando el oscuro pasillo del que acaba de salir- Intente seguirla pero no logre abrir la puerta, ¿Saben quién es esa niña?

-Ni idea, pero este lugar es demasiado peligroso para una pequeña, me voy a buscarla, mientras encárgate de encontrarnos una forma de salir de aquí- le pidió Claire.

-Yo puede que conozca una salida, pero tenemos que ingeniarnos un camino para llegar a las celdas de la comisaria- dijo entonces Agustín dirigiéndose a Leon- Juntos puede que descubramos una vía de escape.

-¿Estarás bien por tu cuenta Claire?- pregunto Leon algo preocupado.

-No se preocupen por mí, puedo cuidarme sola- contesto ella sonriendo, la imagen le recordó tanto a Elza que Agustín tuvo que mirar para un costado.

-Antes de que me olvide, toma esta radio, así podremos comunicarnos por si algo pasa- dijo Leon pasándole el aparato.

-Gracias, cuídense los dos- se despidió la chica y echo a correr. Los dos hombres se quedaron parados viéndola alejarse hasta que atravesó una puerta.

-Bueno, ¿Dijiste que tenías un plan no?- le pregunto el policía a Agustín.

-Algo por el estilo, pero me temo que el camino a las celdas está bloqueado cerrado con llave.

-Encontré bastantes cosas extrañas en esta comisaria, entre ellas unas llaves con símbolos. Quizá una de ellas nos abra el camino- explico Leon bastante optimista.

-Creo que lo mejor que podemos hacer es peinar todo el edificio en busca de supervivientes o al menos algo que nos sea útil, una vez hecho esto intentemos salir de aquí- sugirió Agustín.

-Suena bien, voy a tachar de este mapa cada lugar que hayamos revisado, seguime- dijo Leon mostrándole un mapa de la comisaria antes de empezar a correr. Volvieron a bajar por la vieja escalera de madera y esquivaron a los zombis que quedaban, adentrándose en el estrecho pasillo. En vez de ir pasar por la primera puerta que se encontraba a su derecha ellos siguieron de largo hasta llegar al final del corredor, con una de las llaves que Leon llevaba consigo abrieron la puerta de metal que se encontraba allí. Esta los llevo a la sala donde Agustín había conseguido anteriormente la llave de las oficinas de STARS.

-Revisemos los casilleros, quizá encontremos algo de munición- dijo Leon parando su carrera, cuando terminaron de inspeccionar los pocos que pudieron abrir encontraron algunas balas tanto de pistola como de escopeta.

-Valió la pena- comento Agustín- ando algo corto en munición.

Leon sonrió, cada pizca de suministros que encontraban era como una pequeña victoria. Salieron de la sala para entrar en la misma habitación llena de escritorios desordenados y una oficina donde Agustín había matado a una cantidad considerable de monstruos anteriormente. Pero, para su desgracia, estos habían vuelto en mayor cantidad.

-Cualquiera diría que estas cosas son infinitas- se quejó señalando a los zombis. Un grupo de alrededor de seis de ellos se les acercaban dispuestos a atraparlos por un lado, por el otro dos rezagados les cortaban cualquier intento de escape.

-Yo me encargo del grupo grande, vos asegúrate de que nada me ataque por la espalda- pidió Leon apuntando a la pequeña horda con su escopeta, con paciencia espero a que se le acercaran lo suficiente y entonces disparo dos veces su escopeta, los cartuchos destrozaron el cuerpo de las criaturas más cercanas y derribaron a los que habían quedado atrás. Para el horror de Leon un par de ellos seguía arrastrándose aun después de haber perdido las piernas y gran parte del torso. Asqueado le dio un fuerte pisotón a uno aplastándole la cabeza y al otro le pego con la culata de su arma.

Agustín por su parte no tuvo problemas con su labor, de los dos zombis que vigilaba solo uno se interesó en acercase a ellos mientras que el otro deambulaba en círculos chocándose contra los escritorios y las paredes. Intentando ahorrar munición se acercó bastante al monstruo antes de dispararle, asegurándose así de que el disparo fuera a atravesar el cráneo.

-Qué desastre, todavía no puedo creer lo que está pasando- dijo Leon mirando a todos los cuerpos, esto no era lo que esperaba cuando abandono el departamento que compartía con Ark en busca de una nueva vida.

-Tal vez no sea el mejor momento, pero creo que deberías leer esto- le dijo Agustín pasándole una nota que encontró tirada sobre uno de los escritorios.

"A Leon S. Kennedy. Enhorabuena por tu asignación al departamento de policía de Raccoon City. Todos esperamos con ansia tenerte en nuestro equipo y prometemos cuidarte en todo lo posible.

¡Bienvenido a bordo!

De todos los chicos de la R.P.D."

-Parece que llegue tarde a la fiesta- murmuro Leon después de leer la nota- Mejor sigamos, no quiero seguir aquí.

-Está bien, dentro de la oficina encontré otra llave, además de eso no parece haber nada nada útil.

Al irse de la habitación terminaron entrando nuevamente en la sala principal de la comisaria.

-Este lugar es un laberinto- se quejó Leon algo frustrado.

-Las zonas cerradas hacen que lo parezca, no te preocupes que se a donde tenemos que ir- dijo Agustín intentando tranquilizar al policía, luego subió los pocos escalones que llevaban a la salida y doblo hacia una puerta que se encontraba en un rincón. Al abrirla el corazón le dio un vuelco, docenas de muertos vivientes se le abalanzaron desesperados por probar su carne. Forcejeo con toda sus fuerzas pero lo tenían bien agarrado, el único monstruo que estaba lo suficientemente cerca para morderlo fallo por poco tan solo porque Agustín llego a poner pistola en su boca quedando en una posición bastante incomoda.

-¡Leon, ayúdame!- grito sintiéndose como un idiota por usar aquella frase que tanto odiaba. El aludido pateo a la criatura que lo acosaba y con un disparo de su escopeta logro que todos los demás zombis cayeran al suelo. Ante ellos tenían como opción una puerta doble o un pasillo plagado de enemigos, sin pensarlo mucho ambos atravesaron rápidamente las puertas entrando en una sala bastante parecida a la de los escritorios, tenía también una oficina y estaba bastante desordenada, la única diferencia era que en vez de escritorios solo había una gran mesa que ocupaba casi todo el lugar. Unos cuantos zombis deambulaban dentro, por suerte estaban todos muy juntos de un lado de la mesa, fue fácil evitarlos pasando por el otro lado. Salieron de allí y se dirigieron a una puerta de metal que se encontraba cerrada.

-Este es el camino a las celdas, estoy seguro- exclamo Agustín- deberíamos probar una de las llaves que traemos.

-Fíjate en la marca de la puerta, nos indica claramente cual necesitamos- razono Leon mientras sacaba la llave y abría la puerta- era la llave que encontraste recién.

Entraron en un largo corredor bien iluminado lleno de ventanas rotas, al lado de la puerta había dos hierbas verdes que Leon no tardo en notar.

-¿Podrías llevarlas en tu mochila? No creo poder cargar nada más- le pidió a Agustín, este asintió y se agacho para recogerlas. De improvisto un fuerte gruñido se hizo oír, saltando a través de una de las ventanas un perro entro en el corredor. Con un hilo de baba colgándole y una mirada feroz empezó una embestida hacia ambos, Leon intento dispararle con la escopeta pero no le quedaban cartuchos y no tenía tiempo para recargar.

Viendo lo que estaba pasando Agustín saco su arma lo más rápido que pudo y le disparo a la criatura cuando ya estaba a centímetros de la cara de Leon. El perro voló hacia atrás soltando un quejido, pero eso no bastaba para acabar con él. Se levantó como si nada hubiera pasado y se lanzó sobre Agustín solamente para encontrarse con un culatazo de escopeta que hizo añicos su cabeza.

-Mierda que estuvo cerca- dijo Agustín respirando agitadamente.

-Esos perros son lo peor- afirmo Leon a la vez que recargaba su arma. El dúo llego al final del corredor encontrándose con unas escaleras que llevaban hacia abajo. Descendieron, entrando en unos pasillos con varias puertas, la mayoría cerrada.

-Aparcamiento… estoy seguro de que tenemos que ir por ahí- exclamo Agustín luego de leer el cartel que se encontraba sobre una de las puertas. Llegaron al estacionamiento, para sorpresa de ambos estaba completamente despejado.

-Si encontráramos la forma de abrir esas rejas podríamos tomar un auto y salir de aquí- menciono Leon.

-Lo dudo, las calles son un infierno, nos encontraríamos con demasiados choques y escombros que nos bloquearían el paso.

-¿Entonces cuál es tu gran plan?- pregunto Leon arqueando una ceja.

Agustín iba a responderle "las alcantarillas" pero el sonido de un disparo hizo que ambos se olvidaran de lo que estaban hablando.

Una mujer que acababa de entrar por la misma puerta que habían usado ellos los estaba apuntando con una pistola. Estaba vestida de rojo sin mangas, llevaba unos pantalones oscuros y zapatos negros con tacos. Sus rasgos asiáticos, portaba una mirada penetrante bajo aquel pelo corto oscuro.

-Perdónenme por eso, cuando vi el uniforme pensé que tan solo era otro zombi- dijo la mujer con un tono neutro, realmente uno no podría decir si realmente lo lamentaba.

-¿Quién eres?- pregunto rápidamente Leon.

-Ada Wong- contesto ella con la misma tonada, con un caminar tranquilo se dirigió al otro extremo del estacionamiento, parándose justo al lado de un camión azul de policía.

-¿Y qué estás haciendo aquí?- continuo Leon sin poder despegar su mirada de la chica.

-Busco a un tipo llamado Ben, es uno de esos reporteros, siempre buscando su gran noticia. Escuche que fue encerrado en una celda, pero este camión bloquea la entrada, estuve intentando encontrar otra forma de entrar. Pero, si lo empujáramos juntos, podríamos mover esta cosa- explico Ada dirigiéndose tan solo a Leon, pareciera como si todavía no hubiera visto a Agustín- Tan solo denme una mano.

Sin decir nada los otros dos se dirigieron a la parte trasera del camión y empezaron a empujar junto a Ada, no tardaron en despejar el camino hacia las celdas. Los tres atravesaron la puerta con Ada a la cabeza, esta se echó a correr al instante dejando a los otros dos atrás.

-¡Ada espera!- gritó Leon alzando una mano, una sonrisa burlona se entonces formo en el rostro de Agustín

-La caza por el virus G ha empezado.


Varias horas antes. Raccoon city. Tranvía

-Y con esto debería bastar- informo Jill ubicando el fusible faltante, Brad asintió largando un suspiro aliviado. El estar buscando repuestos para aquel pedazo de chatarra por toda la ciudad casi les cuesta la vida a los dos ex miembros de STARS. El tranvía parecía estar en bastante buen estado si no se tomaba en cuenta lo que tuvieron que reparar, aunque nadie se lo confundiría con uno nuevo.

-Aagh- se quejó Mickhail, un miembro herido de la UBCS que se encontraba tirado sobre los asientos, se trataba de un hombre robusto y bastante viejo. Llevaba un traje militar, su rostro era duro y su mirada experimentada, sobre su cabeza tenia puesta una boina tan verde como el traje.

-Voy a ver como esta, vos prepara todo para que salgamos- propuso Brad.

-No sé, deberíamos esperar a que vuelva…- antes de que terminara la frase la puerta del tren se abrió y otro hombre entro cargando consigo un rifle de asalto, era joven de pelo corto y lacio. Llevaba puesto un traje similar al de Mickhail aunque esto era lo único que parecían compartir, el muchacho tenía una mirada jovial y por donde se lo mirase él era más simpático.

-No se preocupen, ya volví- dijo este con un tono algo caído, si bien el chico siempre parecía estar dispuesto a bromear sin importar cual fuera la situación ahora se le notaba bastante conflictuado. Jill sabia porque, hacía poco había presenciado como uno de los compañeros de Carlos le suplico que lo matara porque estaba infectado, el joven no quería hacerlo pero al final termino jalando el gatillo.

-Carlos, sobre lo que le paso a tu amigo… no fue tu culpa.

-No te preocupes por mi Jill- dijo forzando una sonrisa- Creo que me voy a encargar de los controles.

-Nicholai… no va a venir- le informo Jill, Carlos tan solo asintió y se dirigió a la cabina. ella lo acompaño dejando a Brad cuidando al herido.

-Esto tiene pinta- comento Carlos animándose un poco, al jalar una palanca el tren se puso en movimiento.

-Pronto llegaremos a la torre del reloj, una vez que nos evacuen me pondré en contacto con Barry y juntos nos iremos con Chris y los demás. Aunque aún no sé qué les voy a decir cuando me pregunten que le paso a Agustín, ¿Realmente tenía un plan de escape? Quizá Chris tenía razón y el chico realmente trabajaba para Umbrella, eso explicaría como es que sabía tanto. Después de todo ¿En algún momento lo vimos actuar en contra de la corporación? Seguro, nos ayudó con Wesker y Birkin pero ambos eran unos renegados de la empresa farmacéutica, ¿Sera que tan solo nos usó para acabar con ellos? Y ahora tan solo esta esperando un helicóptero para escapar junto a una muestra de su preciado virus G mientras yo estoy viviendo esta pesadilla… No. De haber estado trabajando para Umbrella Agustín no hubiera intentado lanzarse tan insensatamente a atacar al equipo de asalto que encontraron en los laboratorios, también hubiera delatado a Jerkins por su investigación y definitivamente no se quedaría en Raccoon city, arriesgando su vida sin razón aparente, si ya tenía en su poder la muestra del virus G- pensaba Jill mientras miraba el oscuro camino a través de la ventana- Tal vez no me guste admitirlo, pero estoy preocupada por él, espero que salga ileso de lo que sea que esté haciendo…

El suelo retumbo como si acabara de recibir un fuerte golpe, Jill pudo escuchar un grito aterrado venir del vagón trasero.

-Asegúrate de que no nos descarrilemos, voy a ver qué pasa allá atrás- le indico Jill a Carlos y corrió al otro vagón.

Allí se encontró con una imagen de pesadilla, Némesis se las había ingeniado para abordar el tren y ahora estaba acercándose a un Brad que se encontraba paralizado por el terror.

-STARS- exclamo el monstruo con su perturbadora voz, alzo su brazo y tomo a Brad de la cabeza elevándolo hasta que ambos estuvieron cara a cara.

-¡No!- grito Mickhail alzándose súbitamente con su rifle de asalto disparando con una puntería magistral, sin que ni una de las balas le diera al ex miembro de STARS. Némesis lo termino soltando lanzando un gruñido molesto, Jill no tardo en atacar al monstruo con su potente Magnum y Brad esta vez reacciono disparándole a quemarropa con la escopeta que Jill le había prestado.

El fuego combinado término desestabilizando a Némesis, cada vez que avanzaba un poco se veía obligado a retroceder por la potencia del ataque hasta que finalmente pego un brutal grito de derrota y salto con tanta potencia que destrozo el techo, escapando para poder sanar sus heridas.


Nota de Autor: Como podrán ver decidí que Agustín siguiera a Leon, si bien no voy a cubrir toda la historia de Raccoon city (es decir RE2, RE3 y RE Outbreak) si pienso darles como historia principal como Agustín escapa junto a Leon, Claire y Sherry. Pero también voy a agregar al final de cada capítulo las repercusiones de todo lo que hizo Agustín hasta ahora.

Como siempre agradezco sus reviews y les pido que sigan comentando esta historia ya que me motiva para seguir y más de una vez me han dado muy buenas ideas.