Capítulo 18

Cortes filosos

Una brusca sacudida logro finalmente despertar a Agustín después de quien sabe cuanto tiempo. El muchacho abrió los ojos agitado con todos sus sentidos gritándole que estaba en peligro, al mirar a su alrededor no tardo en notar que se encontraba acostado en el suelo de uno de los transportes de Umbrella. El lugar no era en extremo grande, a juzgar de los asientos que se encontraban pegados contra las frías paredes metálicas su capacidad no debía de ser mayor a la de diez pasajeros. Parados a su lado se encontraban Leon y Ada, ambos parecían estar en extremo alertas con sus armas apuntando hacia el techo.

-Qué mierda esta pasando?- Empezó a preguntarse algo extrañado, la respuesta no tardo en llegarle por si sola. Justo cuando estaba a punto de alzarse otro fuerte sacudon logro tirarlo de vuelta al suelo, un brazo gigantesco de una piel gris con tres filosas garras atravesó el techo como si fuera mantequilla dejando un importante agujero. Tanto Leon como Ada empezaron a dispararle apenas lo vieron con sus pistolas, los disparos casi no parecían hacerle efecto pero al menos lo molestaba lo suficiente como para mantenerlo a raya. El atacante retiro su brazo provocando que Agustín soltara un suspiro de alivio, pero los otros dos no parecían creer que lo habían ahuyentado. Leon volteo su mirada del techo por un segundo para chequear como estaba Agustín, al notar que este había despertado sonrió por unos segundos, dejo de hacerlo apenas noto como una leve capa de polvo cayo del techo justo por encima del muchacho.

-¡Agustín córrete de ahí!- grito el policía con un tinte de miedo en su tono a la vez que alzaba su arma, aun con sus heridas Agustín llego a arrastrarse lejos de donde estaba justo a tiempo para evitar ser descuartizado, el vehículo se sacudió nuevamente debido al monstruoso brazo que volvía a agujerear con facilidad el duro metal del techo. Con fuerza intento alcanzar a Ada atacándola con sus garras pero esta salto hacia atrás evitando los torpes golpes con relativa facilidad, ignorando las zonas grises de la piel y apuntando al musculo expuesto que quedaba en el brazo Ada disparo cuatro veces con una velocidad tal que uno podría creer que su arma era semiautomática, por primera vez el brazo empezó a sangrar y pudieron escuchar como algo rugía de furia justo encima de ellos, el brazo desapareció, el tren se sacudió por tercera y ultima vez mientras la criatura atacante saltaba del techo retirándose por el momento.

-No puedo creer que esa cosa todavía siga siguiéndonos, como si no tuviéramos suficientes problemas- se quejo Leon mientras ayudaba a Agustín a levantarse, una vez hecho esto soltó un suspiro y dijo- Al menos logramos ahuyentarlo.

-Dios, siento como si me hubiera arrollado un camión. ¿Qué fue lo que paso?- pregunto Agustín intentando mantener su compostura, por ahora parecía poder seguir en pie y hasta caminar, sus heridas estaban tratadas pero todavía sentía punzadas de dolor en el pecho. Solo con el tiempo iba a poder saber si llegaría a sanar por completo.

-Perdiste el conocimiento, llegamos a temer lo peor pero por suerte pudimos evitar que pasaras a mejor vida- explico el policía dándole un rápido vistazo a Ada, la mujer se encontraba apoyada en un costado del vehículo con los brazos cruzados, parecía haber estado mirando con detenimiento a Agustín, aunque este ni siquiera llego a percatarlo.

-Supongo que me tuvieron que cargar hasta este... lugar. ¿Alguna idea de donde estamos o al menos de a donde vamos?- interrogo rápidamente Agustín no por falta de información, sino por miedo de no parecer lo suficientemente perplejo en aquel escenario que conocía tan bien.

-No estoy muy seguro, con suerte esto nos llevara a un lugar seguro aunque, al menos hasta el momento, la suerte no parece estar de nuestro...- antes de que Leon pudiera terminar la frase Ada se acerco hacia los dos caminando de manera casi hipnótica, ambos se quedaron mirándola hasta que se situó al lado de Leon.

-¿Vos solías trabajar acá verdad? Entonces debes al menos tener una idea de a donde lleva este transporte- pregunto Ada de manera inocente, aunque Agustín, que en lo que concierne a Ada siempre estaba atento, llego a percibir algo sutil debajo de aquella fachada. ¿Acaso lo estaba acusando de algo?

-Eeehm, yo realmente nunca tuve acceso a este lugar, ni siquiera se donde estamos...

A la vez que Agustín hablaba este pudo notar como poco a poco la velocidad del vehículo disminuía, tanto el como los otros dos miraron directamente por la ventana para descubrir que ya casi habían llegado a su destino.

-Bueno, supongo que pronto sabremos a donde vamos- comento Leon caminando hacia la puerta.

-El lugar tiene pinta de ser una especie de fabrica, espero que no nos encontremos con ninguna sorpresa desagradable dentro- agrego Agustín, después de todo no creía poder afrontar a nuevos peligros en el estado en el que se encontraba.

-Ya veremos, recuerden mantenerse juntos, lo ultimo que quiero es que volvamos a separarnos- menciono Leon, salio el primero seguido de Agustín y Ada. Aparecieron en una burda pasarela completamente vacía, detrás de ellos apenas se podía ver el camino que acababan de recorrer ya que la oscuridad lo cubría casi por completo. Debajo de sus pies Leon llego a divisar un extraño brillo, se agacho y tomo una llave que estaba tirada.

-Siempre tan conveniente- pensó Agustín algo divertido.

Caminaron por la pasarela hasta llegar a una puerta que los llevo a un estrecho pasillo con varias tuberías conectadas entre si en el techo, este camino desembocaba en otro que lo atravesaba de manera horizontal, para la preocupación de todos vieron que en el piso había una mancha de sangre seca.

-Estén alertas- murmuro Leon intentando parecer tranquilo, atravesó rápido el pasillo hasta llegar al corredor horizontal con su arma en alto, como bienvenida recibió gemidos hambrientos y manos posesivas que intentaron agarrarlo de manera desesperada, casi compulsiva. Soltando un quejido el policía novato disparo su pistola dándole al zombi más cercano, pero su tiro atravesó el cuello del monstruo causándole un daño casi nulo, este se le tiro encima listo para morderlo y ambos empezaron a forcejear. Tanto Agustín como Ada quisieron ayudar a Leon, pero la situación se los impidió, alrededor de cinco zombis se empezaron a acercar a ellos desde el otro fin del pasillo, Ada le hizo señas a Agustín para que intentara contenerlos e inmediatamente después empezó a dispararle a los otros tres monstruos que rodeaban a Leon, ya que, aun si este lograba liberarse del que tenia encima le seria imposible el escapar de los otros.

Agustín preparo su arma y abrió fuego contra los monstruos, si bien su puntería había mejorado bastante gracias al acoso constante de aquellas criaturas aun malgastaba algunas balas errandole a su objetivo y tenia que estar en extremo concentrado para poder atinarle a la cabeza de un zombi. Dándose cuenta de que lo mejor que podía hacer en aquel momento era retrasarlos empezó a dispararles en las piernas haciendo que las criaturas cayeran una por una al suelo para que, poco después, se arrastraran lenta y lastimosamente hacia ellos. Cuando estuvo a punto de acabar con el ultimo que aun se mantenía en pie sucedió lo impensable, una intensa punzada de dolor proveniente de sus heridas termino paralizandolo, la vista se le nublo y cayo de rodillas soltando su pistola.

Mientras esto sucedía Ada acabo con las tres criaturas que rodeaban a Leon, este finalmente logro soltarse de las garras del cuarto monstruo empujándolo con fuerza contra la pared, antes de que el policía llegara a apuntar a la criatura Ada termino con ella. Sin tiempo para dar gracias ambos se voltearon y vieron a Agustín arrodillado en el suelo tomándose con fuerza el pecho, los cinco zombis ya casi estaban encima de él.

Al ver esto Leon se abalanzo sobre las criaturas, de las cinco solamente una se encontraba de pie y las otras se arrastraban peligrosamente cerca, sin importarle el asco que le daba hacerlo el policía piso el cráneo del monstruo mas cercano haciendo que este volara en mil pedazos, Ada disparo su arma acabando con el zombi que seguía de pie y luego corrió a asistirlos. Justo entonces Agustín logro recuperarse, apenas logro ponerse de pie Leon lo tomo del hombro y corrió lejos de los monstruos junto con Ada.

Salieron del pasillo y entraron en un corredor similar al anterior pero sin ninguna amenaza aparente, después de caminar un poco terminaron encontrando una escalera metálica que los llevo a una sala con un gran escritorio, varias maquinarias, viejos documentos y cascos colgados por doquier. Ada contemplo el lugar sonriendo, estaba claramente complacida.

-Finalmente llegamos, debe de haber algo escondido aquí- menciono y se dirigió directamente a una de las maquinas.

-No deberíamos retrasarnos, después del encuentro que tuvimos allá atrás esta mas que claro que este lugar no es seguro- exclamo Leon bastante inquieto.

-Si, y para colmo yo ahora estoy desarmado- pensó Agustín algo molesto, deberían haberlo dejado tomar su arma antes de salir corriendo.

-Tu amigo no parece estar del todo bien, mejor adelantate y búscanos una forma de salir de este agujero mientras yo me quedo con él- le sugirió Ada a Leon- Si descansa un poco sus heridas seguro van a sanar antes.

-Supongo que tenes razón, no se preocupen por mi tan solo cuídense ¿Si?- les pidió Leon antes de salir de la habitación.

Agustín lo vio salir sin saber muy bien que hacer, por un lado sabia que Ada estaba en lo cierto y que él necesitaba descansar pero, por el otro, no se creía ni por un segundo que la mujer estuviera preocupada por él.

-¿Es un tipo extraño verdad?- pregunto Ada mirando la puerta por la que Leon salio- A veces me da lastima, dar todo para proteger a un par de desconocidos, me sorprende que aun quede gente capaz de hacer algo así.

-No entiendo como eso te puede dar lastima, a mi mas bien me alegra haberme encontrado con un tipo como él- le contesto Agustín. Ada se volteo y lo miro de manera extraña, uno no podría saber si estaba cansada o triste.

-Me da lastima que lo de todo por proteger a dos mentirosos como nosotros- le dijo ella sacando su arma y apuntando a Agustín.

-¿Q...qué?- pregunto el muchacho sin poder creer lo que acababa de escuchar.

-No te hagas el tonto, los dos sabemos que llevabas encima una muestra del virus G. ¿Es qué voy a tener que adivinar para quien trabajas? Bueno viéndote en acción esta mas que claro que no sos ni un agente ni un mercenario de Umbrella. No creo que trabajes tampoco para el gobierno, esos inútiles no podrían haber llegado a conseguir una muestra. Lo que tendría mas sentido es que fueras uno de los científicos bajo el mando de Birkin pero no recuerdo haber visto tu cara en los perfiles que John me mando así que tampoco podes ser uno de ellos.

El muchacho miro con detenimiento tanto a Ada como a la pistola que se encontraba apuntándolo, la mujer parecía molesta al no poder saber quien era él pero el chico no creía que le fuera a disparar, menos sabiendo que Leon pronto volvería.

-Tranquilo, ahora no hay tiempo para asustarse, si mantengo la cabeza fria y juego bien mis cartas puede que aun tenga una chance- se dijo respirando profundo sin despegar su mirada de la pistola. Usando toda su fuerza de voluntad logro controlar su miedo y empezar a hablar.

-Empecemos tranquilizándonos agente Wong, no quiero que este tonto malentendido se nos fuera de las manos.

-¿Malentendido? ¡Seguí hablando!

-Yo soy un infiltrado, a eso me dedico, después de arduo trabajo logre meterme en los laboratorios de Umbrella y obtuve aquella muestra. Esto me sirvió de poco igual, al final termine atrapado en esta catástrofe.

-¿Quién te envió?

A esto Agustín no supo bien que responder, estuvo a punto de mentir que Wesker lo había enviado, o incluso el mismo Simmons. Pero, tomando en cuenta lo mal que Ada se llevaba con ambos, era posible que tan solo le diera otra excusa para dispararle.

-No puedo decírtelo, me matarían. Pero no pienso arriesgar aun mas mi cuello por esa gente, ¿Vos queres esa muestra no? ¡Entonces quedatela! Yo no voy a decir una sola palabra, ahora mismo solo quiero salir de este infierno.

Ada lo miro con detenimiento, su cara de confusión ahora parecía reflejar desprecio.

-Sos patético- dijo y bajo su arma largando un suspiro y volviendo su mirada a por donde había salido Leon.

Pasaron unos minutos en silencio antes de que el policía volviera a entrar, sus ropas estaban algo rasgadas y parecía estar en extremo preocupado.

-¡El Señor X nos siguió hasta aquí!- exclamo con los ojos desorbitados.

-¿Señor X?- preguntaron tanto Agustín como Ada a la vez, sin poder entender a que se refería Leon.

-Hablo del pelado gigante que intenta matarnos desde que llegamos, pensé que ese nombre le quedaría bien. Me embosco en el camino y tuve que abrirme paso a los tiros.

-¿Encontraste la dichosa salida?-pregunto Agustín simulando aun mas urgencia de la usual, debía demostrarle a Ada que lo único que le preocupaba era escapar.

-Lo único que encontré es esta llave, tenia pensado probarla en las maquinas de esta habitación para ver si nos puede dar algo- explico Leon mientras colocaba la llave que acaba de mencionar en un orificio de la misma maquina que Ada utilizo cuando entro por primera vez a la habitación. La llave entro a la perfección y, al girarla, escucharon una serie de ruidos mecánicos seguidos de algo moviéndose a lo lejos.

Todos salieron del cuarto ansiosos por ver que es lo que acababa de pasar, terminaron entrando en otra plataforma que dejaba ver a lo lejos los bosques de Raccoon city. Debajo de esta había otra plataforma que estaba subiendo lentamente y parecía tener una especie de vehículo ensamblado sobre ella. Apenas alcanzo a la plataforma en la que todos estaban parados la otra se freno, tanto Leon, Ada y Agustín se subieron y caminaron a la puerta del vehículo. Al lado de esta había una pequeña maquina con varias luces rojas y un orificio en el cual cabía una llave.

-Esto debe activar la plataforma para que vuelva a bajar, usa de vuelta la llave que encontraste- le urgió Ada a Leon, este lo intento pero la llave no parecía entrar en el orificio. Después de contemplarlo por unos segundos Leon saco la llave que había encontrado tirada apenas llegaron a la fabrica y la probo, esta entro a la perfección y, al girarla, hizo sonar una sirena mientras todas las luces rojas de la maquina pasaban a verdes.

-Entremos al vehículo- sugirió Agustín y los demás asintieron. El lugar era parecido al anterior transporte de Umbrella pero, a diferencia del otro, había mucho mas espacio y asientos en este. Ademas se podía ver una cabina de conductor, Agustín recordó entonces al hombre que los había engañado tanto a él como a Jill para que cayeran en una trampa.

-Eso ya no importa, el desgraciado probablemente este muerto ahora.

-¿A donde creen que esta cosa nos lleve?- pregunto Leon mientras buscaba en el vehículo por cualquier cosa que les pudiera ser útil.

-Abajo- respondió Agustín con ironía, cosa que no le cayo muy bien al policía.

-Gracias por remarcar lo obvio- repuso Leon de mal humor mientras se sentaba en el suelo.

-Perdona, pasa que...- Agustín no llego a completar su disculpa, una vez más sintieron como todo el vehículo se sacudía y pudieron oír un fuerte rugido proveniente de afuera. Antes de que llegaran a reaccionar el mismo brazo de antes con sus poderosas garras destrozo la pared justo detrás de Ada golpeándola de lleno, la mujer cayo inconsciente al suelo.

-¡Ada! Ada... ¿Podes escucharme?- pregunto arrodillándose frente a ella- ¡Vamos, reacciona!

Ada no se movió, aunque todavía se la podía ver respirar con algo de dificultad. Afuera los rugidos del monstruo Birkin seguían.

-¡Leon si esa cosa sigue así va a hacer añicos el lugar!- grito Agustín asustado al ver como el brazo volvía a atravesar el metal.

-Es hora de terminar con esto Agustín, no pienso permitir que esa cosa siga acosándonos- exclamo Leon furioso, después de eso sorprendió a Agustín al revelar que llevaba consigo una pistola Magnum escondida.

-Podrías haber usado eso antes- menciono Agustín al ver como se dirigía a la puerta.

-Recién hace poco encontré algo de munición, esta Magnum no me servia de nada con tan solo balas nueve milimetros. Quédate acá y asegúrate de que Ada este bien.

-Va a serme difícil desarmado- comento Agustín mirando con intensidad la pistola que Leon llevaba enfundada, este largo un suspiro y le paso su vieja arma.

-Deséame suerte- dijo Leon mientras abría la puerta.

-¿Seguro que no queres que te acompañe?- pregunto Agustín de manera inconsciente, poco después cuestiono su propia salud mental por tan solo sugerirlo.

-No, cuida a Ada- ordeno Leon y finalmente salio.

Agustín vio como la puerta se cerraba automáticamente apenas Leon salia, no volvería a abrirse en un buen rato. Rogando para que Leon logre salir de aquel embrollo el muchacho se volteo para ver a la inconsciente Ada Wong.

-Bueno bueno, miren quien se acaba de ganar la lotería...


Un cierre automático trabo la puerta apenas salio, consciente de que la única forma de salir con vida era acabar de una vez por todas con aquel monstruo Leon respiro profundamente, bajo el escalón que llevaba a la puerta por la que acaba de salir y camino por la pasarela lentamente con su arma en alto y todos sus sentidos alerta.

-Vamos monstruo, aparece y mostrame tu inmunda cara.

Dio unos pasos mas hasta que llego a un extremo del vehículo, allí se quedo plantado cuando vio que del otro extremo surgía Birkin con su perturbadora nueva forma. Los dos pequeños brazos que le habían empezado a crecer en los costados se acaban de desarrollar por completo, dejando a sus otros dos brazo a la altura de los hombros, su piel se había engrisecido casi por completo, tan solo sus nuevos brazos y su pecho exponían aun un poco de musculo expuesto. Una nueva cabeza había emergido, esta era blanca y llevaba una inmensa boca con monstruosos dientes, los restos de su antiguo rostro aun se podían divisar entre sus dos brazos izquierdos, al costado del abultado pecho.

Birkin rugió alzando aun más sus dos brazos superiores, a Leon le pareció estar enfrentándose a una especie de demonio ya que esos brazos podrían confundirse con alas de no ser por las garras. Del brazo superior derecho se abrió un bulto revelando aquel horroroso ojo.

-Veo que creciste, desgraciado- murmuro Leon, con cuidado apunto su arma al ojo y disparo una sola bala, se escucho una explosión proveniente del cañón y la bala voló directo a su blanco pero, por desgracia, el resistente parpado se cerro justo a tiempo para evitar el daño.

Birkin gruño enojado y empezó a correr hacia Leon moviendo de manera frenética sus garras, el policía disparo una vez mas dándole al monstruo en medio del pecho, esto pareció hacerle algo de daño ya que se tambaleo un poco en medio de su carrera pero no lo detuvo. Justo antes de que las garras lo partieran al medio Leon logro saltar hacia atrás, aunque recibió un leve rasguño en su brazo.

Mientras retrocedía hacia atrás Leon abrió fuego contra el monstruo, dos disparos más fueron directo al pecho y el tercero impacto contra el nuevo el perturbador rostro. Al hacer esto Birkin se detuvo por un instante, como si se preparar para hacer algo, esperando otra embestida Leon dio media vuelta y hecho a correr directo a la puerta del vehículo para poder salirse del medio, pero, para su sorpresa, sintió un tambaleo que sacudió toda la plataforma y luego pudo contemplar como Birkin aterrizaba justo en frente de él.

De no haber sido por sus reflejos el monstruo hubiera cortado en dos al policía, genuinamente asustado este corrió en dirección contraria a donde estaba Birkin. Una vez que tomo algo de distancia disparo de nuevo otras dos balas, estas parecían estar dañando al monstruo pero a su vez se podía ver como la piel se movía aceleradamente alrededor de sus heridas.

-El maldito se regenera...

Birkin se preparo para volver a embestir, Leon estaba dispuesto a huir hasta que noto como el ojo volvía a abrirse y lo miraba. Esperanzado apunto su arma e intento disparar, la desesperación que le dio cuando se dio cuenta que debía recargar fue tal que casi se le cae el arma.

El monstruo cargo hacia él con sus garras al frente, era demasiado rápido como para escapar y apenas lo alcanzara sabia que quedaría hecho picadillo. Respirando agitadamente abrió el cargador del arma dejando caer los cartuchos vacíos, puso nerviosamente una sola bala en el cargador, lo cerro y alzo la vista junto con su arma para ver como la garra derecha ya casi lo alcanzaba. Un fuerte estruendo se escucho, la bala había dado en su blanco.

Birkin se vio frenado en su carrera, con su brazo inferior izquierdo tapo su herido ojo y luego cayo de rodillas sosteniéndose con otras manos. Leon decidio aprovechar para alejarse y disparar varias veces desde lejos, paso al lado de la criatura y se freno de lleno al ver su espalda. Un inmenso ojo sin parpado cubria una buena parte de esta.

Rápidamente cargo la Magnum con las pocas balas que le quedaban, Birkin empezó a alzarse listo para un segundo round pero ya era demasiado tarde, Leon descargo tres potentes tiros a quemarropa todos en el ojo del monstruo. Pegando un alarido de dolor este se abalanzo sobre la barandilla de la plataforma y salto hacia abajo, había sido derrotado.

-Ya quiero ver la cara de Ark cuando le cuente esto, seguro que el desgraciado no me va a creer una sola palabra- dijo en voz alta, mientras caminaba de vuelta al vehículo, el cierre automático parecía haberse ido. Apenas el policía entro Agustín le apunto con la pistola, al ver quien era bajo su arma.

-Si fuera un monstruo no usaría la puerta- comento Leon sonriendo de forma burlona mientras se acercaba al asiento donde Agustín había acostado a Ada.

-¿Cómo esta?- pregunto Leon mirando a la mujer inconsciente.

-Sobrevivirá- contesto Agustín de bastante buen humor- ¿Supongo que te encargaste de aquella alimaña no?

-Si.

-Bueno, salgo a tomar algo de aire- dijo rápidamente y salio del lugar antes de que Leon se diera cuenta de lo que acababa de decir. Estuvo a punto de seguirlo pero justo entonces Ada suspiro débilmente y abrió los ojos. A su vez la plataforma se detuvo y una señal indico que esto era debido a un sobrecalentamiento.

-Bienvenida de vuelta- le dijo Leon arrodillándose para poder verla de cerca.

Ada lo miro unos segundos y luego soltó un gemido al intentar alzarse. Leon la detuvo con gentileza.

-Tranquila, tomatelo con calma, por lo que pude ver esta plataforma nos esta llevando a un laboratorio secreto de Umbrella, apenas lleguemos allí te vamos a conseguir algo para tratar esa herida.

-Yo... solo te voy a retrasar con estas heridas... vete, sálvate- murmuro Ada en tono de suplica, sin poder mirar a los ojos del policía.

-¿Soy solo yo, o es que nadie escucha una sola palabra de lo que digo? Es mi trabajo el cuidar de ti.

-Pero... vas a estar en peligro si te quedas conmigo, ya se que nos conocemos hace muy poco pero... realmente llegue a disfrutar este tiempo juntos- dijo volviendo a mirarlo, esto lo desgarro completamente al hombre, ver a una mujer tan fuerte y a su vez tan frágil y escucharla decirle eso... simplemente lo dejo sin aliento.

-Yo- intento buscar las palabras adecuadas pero estas simplemente no llegaron a él, simplemente bajo su mirada impotentemente.

-Se que no parezco... capaz, de sentir algo por nadie, pero... no quiero perderte.

-Vamos a dejar este lugar juntos, espérame acá, ya volveré pronto- le prometió firmemente y salio nuevamente del vehículo. Apenas salio Agustín le hizo señas para que fuera a donde él estaba

-Ada acaba de despertar, pero estoy preocupado- le menciono Leon al acercarse.

-Estoy seguro de que no es nada, me preocupa mas que esta cosa se haya frenado a mitad de trayecto.

-¿Alguna idea de como volver a hacerla andar?

-Encontré una especie de ducto de ventilación por el que seguro cabemos, con suerte encontraremos algo que nos sirva.

-No se si deberíamos dejar sola a Ada...

-Va a estar mas segura dentro de ese vehículo que en ninguna otra parte, después de todo ahuyentaste a lo único que parecía capaz de destruirlo.

-Ese monstruo no es el único que nos persigue.

-Pero dudo que tu "Señor X" logre subirse a esta plataforma, deja de quejarte y métete, mientras mas rápido vayamos mas rápido vamos a volver.

Leon asintió y entro al ducto seguido poco después por Agustín, se arrastraron hasta el final cayeron en un pasillo poco iluminado lleno de cables de alta tensión y tuberías. A sus espaldas pudieron oír como la plataforma volvía a activarse y empezaba a bajar nuevamente


Nota de Autor: Si que me tome mi tiempo para actualizar esta historia, perdonen por mi desaparicion, estuve algo ocupado. No se preocupen, quiza tarde pero tengo pensado completar este historia.