Capítulo 27
STARS
-Estas hermosa esta noche- la alago su cita extendiéndole su mano para que lo acompañara dentro del restaurante, Rebecca tan solo sonrió aceptando su invitación; no podía negar que se sentía aliviada de que, después de tantas horas preparándose, todos sus arreglos no habían pasado desapercibidos. Llevaba puesto un vestido largo completamente negro sin mangas, si bien su cabello lo había dejado igual que siempre su rostro ahora se encontraba bajo una cuidadosamente aplicada capa de maquillaje y en su cuello tenía un collar de plata del cual colgaba una pequeña esmeralda que le habían regalado años atrás en su cumpleaños de quince.
La embobada sonrisa de su acompañante era la única prueba que necesitaba, juntos entraron al lujoso establecimiento donde un hombre muy bien vestido los guio hacia la mesa que tenían reservada.
Durante el trayecto la joven no paraba de admirar todo lo que la rodeaba, nunca en toda su vida había estado en un lugar semejante. Tanto los clientes como los empleados tenían una elegancia que la hacía sentirse fuera de lugar, no solo por los claramente caros vestidos, trajes y joyas sino que también por la forma de moverse, además sus voces hablando francés tan fluida y casualmente. Era algo sencillamente impresionante.
Cuando llegaron a la mesa para dos el hombre que los guiaba le acomodo la silla para que ella se sentara, con una sonrisa nerviosa Rebecca le agradeció en francés y se sentó soltando un suspiro, el asiento se sentía suave y cómodo a la vez que la joven depositaba su mirada sobre la fuente de agua que se encontraba a tan solo un par de metros de distancia.
-¿Te gusta el lugar?- le pregunto el hombre que se acababa de sentar junto a ella evidenciando su claro acento francés, el rostro del hombre denotaba confianza a la vez que sonreía de manera agradable y abierta.
-Es impresionante Adrián- contestó Rebecca dispuesta a poner a prueba su francés que, si bien estaba algo oxidado, seguía siendo tan bueno como lo era cuando termino su curso de idiomas en la universidad.
-Sabía que te iba a gustar, hasta ahora ninguna joven americana ha entrado aquí sin quedar maravillada- menciono Adrián ampliando su sonrisa usando ahora su propio idioma, se trataba de un hombre agraciado con rasgos casi femeninos, su pelo era largo de un color marrón oscuro, si bien la joven no sabía su edad estaba segura que esta rondaba los veintiocho años.
-¿Soles traer a muchas mujeres aquí?- interrogo Rebecca alzando una ceja y lanzándole una falsa mirada acusatoria.
-Oh si, a agradables jóvenes turistas que se mueren por conocer a Paris y su gente; pero si bien todas fueron bellas e incluso interesantes, ninguna logro encantarme tanto como vos- le dijo Adrián bastante divertido apoyando su mano en el centro de la mesa, luego de dudarlo unos segundos Rebecca extendió la suya y dejo que el hombre la tomara- Si, todas eran encantadoras, pero estaba claro que ninguna de ellas podía valerse por sí misma. Todas turistas, niñitas de sus papis que están en medio de su tour por toda Europa solamente para retrasar por el mayor tiempo posible cualquier tipo de responsabilidad. Es cierto que al principio me la pasaba bien con ellas pero, eventualmente, me aburrían.
-¿Y qué te hace pensar que yo no te voy a aburrir?- pregunto la joven mirándolo directamente a los ojos a la vez que sentía como Adrián le acariciaba lenta y delicadamente la mano. El hombre se inclinó sobre la mesa para mirarla más de cerca, como si de alguna manera quisiera perderse dentro de aquellos ojos celeste-claros.
-Vos sabes porque, compartimos la misma pasión Rebecca. Tus conocimientos sobre la bioquímica… Es simplemente fascinante el haber encontrado a alguien con quien pueda hablar sobre mi trabajo y que realmente entienda que demonios estoy diciendo- exclamo Adrián soltándole la mano a la chica para poder tomar el menú sin romper en ningún momento el contacto visual- ¿Sabes que vas a pedir?
-Sorpréndeme- dijo Rebecca soltando una pequeña risita.
Casi al instante Adrián soltó el menú sin siquiera haberlo visto, con una seña hizo que el camarero se acercara y le pidió algo que la joven no llego a comprender.
-Y para tomar tráiganos su mejor botella de vino por favor- agrego devolviendo su total atención a la joven que tenía en frente. Rebecca se mordió el labio inferior sin saber muy bien que decirle, no podía evitar temer a lo que podía llegar a pasar en las próximas horas.
Aunque por suerte no tuvo que enfrentarse a ningún silencio incomodo, el hombre que se encontraba delante de ella parecía estar más interesado en hablar que en escuchar; desde seductivas frases hasta complejas teorías sobre la virología, Rebecca no tuvo que decir más que unas palabras de vez en cuando para soltar la lengua de su interlocutor. Y esto empeoro cuando este empezó a beber.
-…en otras palabras preciosa, no es tanto el equipo sino más bien la persona lo que importa. Aquel tal Birkin era un perfecto ejemplo de eso, ese tipo un día va a revolucionar la ciencia al menos en su campo de trabajo, y créeme que no exagero- término de decir Adrián al acabar con su cuarta copa de vino. Rebecca le dedico una sonrisa como respuesta intentando mirarlo con el mayor interés posible, aunque al escucharlo no podía evitar recordar el resultado de las investigaciones que había estado llevando a cabo junto a Chris y Billy sobre el virus G, hasta ahora solo sabían que este estaba siendo desarrollado por el científico William Birkin pero no estaban seguros de que él hubiera estado en Raccoon cuando sucedió…
-El escape biológico…- todavía tenía completamente fresco en su memoria el momento en que se enteraron de lo sucedido por las noticias- Nunca vi a Chris tan enojado, hasta Billy pareció indignado al escuchar que habían bombardeado la ciudad entera. Tan solo espero que, de alguna manera, Barry y Jill hayan logrado escapar.
-¿Estas bien querida? Por unos segundos pareció como si no estuvieras aquí- pregunto Adrián luego de darle a su cena un último bocado.
-No es nada… tan solo estaba pensando- aseguro ella tomando la copa de vino y dándole un sorbo esperando envalentonarse un poco- Que quizá deberíamos ir a un lugar más tranquilo, los dos juntos.
Adrián abrió de par en par los ojos mientras una sonrisa perversa se formaba en su rostro
-Tus deseos son mis órdenes, solo dame un segundo para pedir la cuenta.
La pareja salió poco después del restaurante y se subieron al auto, el hombre disimulando bastante poco su entusiasmo.
-¿A dónde vamos?- consulto Rebecca apenas arrancaron el vehículo, a la vez que miraba por el espejo retrovisor a la camioneta que los seguía a una distancia prudente.
-No te preocupes linda, vamos a un lugar muy especial que conozco desde hace un tiempo ya, podemos pasar ahí toda la noche tranquilos- aseguro el hombre con la voz ligeramente afectada por la bebida, cosa que Rebecca noto al instante.
-Yo estaba esperando algo más íntimo… pensé que me llevarías a tu casa en vez de a un motel como si fuera una cualquiera- le reprocho la chica.
-Vamos nena no seas así, ya te dije que sos especial para mí- afirmo Adrián dando un giro brusco con el auto que casi hacia que el vehículo derrapara.
-¡Es que quería ver el mini bar que dijiste que tenías en haya en tu hogar! Si me llevaras ahí podríamos tomar algo y ponernos más cómodos- se apresuró a sugerir Rebecca. El hombre sonrió ante la idea y termino aceptando.
-Por fin, por fin nos sale una cosa bien- se dijo Chris sentándose sobre el maltratado sillón de lo que le gustaba llamar su "base de operaciones" aunque en realidad solo se trataba de una casa que se creía abandonada. El edificio era en mejores tiempos una casa victoriana de dos pisos pero de eso solo quedaba una ruina con ventanas rotas de las cuales algunas estaban tapadas por tablones de madera, sin mencionar los muchos agujeros en el techo del segundo piso. Por suerte aquella maravilla de lugar le pertenecía a un amigo de Chris que la había heredado de su familia, como nunca logro venderla y no tenía interés alguno en usarla el hombre se la ofreció sin dudarlo a cambio de que ya no le debiera nada al ex miembro de las fuerzas aéreas.
-Ahora tan solo tengo que esperar… no, mejor debería preparar una especie de exposición o algo así. Si los STARS finalmente están pensando en comprometerse con este caso y enviar un equipo entero para apoyarnos entonces tenemos que presentarles las pruebas que conseguimos hasta ahora y cual creemos que sería el mejor plan de acción- pensó entusiasmado parándose del sillón y dirigiéndose al polvoriento sótano donde guardaban los archivos que habían estado recolectando hasta el momento.
-Hay dos puntos importantes a tratar, uno es el demostrar la experimentación con humanos que viene realizando Umbrella durante años, y el otro es probar la existencia del virus T…
-Para eso voy a necesitar a Rebecca, ella es la única de nosotros con la capacidad de dar un argumento convincente e informar a los demás la clase de riesgo que implica este virus, ahora la pregunta es ¿Dónde mierda se metieron ella y Billy?- preguntó Chris en voz alta a nadie en particular ya que hacía ya horas que llevaba solo en el edificio. Dándole un rápido vistazo a su reloj el miembro de STARS se apresuró a subir por las escaleras para mirar a través de una ventana, efectivamente ya estaba muy entrada la noche.
-Va a ser la una de la madrugada, ¿En qué se metieron estos dos?- pensó sin dejar de revisar el exterior de la casa con la esperanza de ver a sus dos compañeros acercándose por el patio. Algo preocupado intento recordar que le habían dicho esa misma mañana antes de irse.
-Era algo sobre un plan que tenían, la verdad no creo haberles prestado mucha atención, ahora que lo pienso no estuve muy comunicativo con ellos después de lo que paso en Raccoon- se recordó amargamente, en los últimos días no había podido hacer nada más que pensar en Barry, Jill e incluso en Brad.
-Es igual a lo que nos pasó en la mansión, en tan solo cuestión de unos momentos Umbrella me arrebato a todos mis compañeros. Los otros dos no podrían entenderlo, Billy fue un militar y al parecer solo sirvió con una banda de desgraciados, y Rebecca por otra parte es todavía una novata, no conocía tan bien como yo a cada miembro. Éramos casi una familia- se dijo recordando los viejos tiempos, como solían todos juntarse en Emmy´s luego de las horas de trabajo, las largas charlas que tenían con Forest y Barry en el campo de tiro, como estos dos se reían de él cada vez que Jill se les unía y él hacia el ridículo tan solo por los nervios.
-Ahora todo eso termino, por lo que se ni Barry ni Jill están… bueno, tan solo espero que estén bien. Si tan solo hubiera insistido un poco más en que viniéramos todos, dejarlos ahí solos con tanta gente trabajando para Umbrella a su alrededor y tan solo con un joven misterioso como garantía. Raccoon City era literalmente la boca del lobo.
-Fue mi culpa que se quedaran, pero me voy a asegurar de que no vuelva a pasar nunca más- dijo entonces con completa determinación- No tiene sentido buscarlos en medio de la noche a Rebecca y a Billy por todo París por lo que voy a tener que esperar hasta que amanezca pero, hasta entonces, voy a preparar todo para cuando los STARS vengan.
-Me… me caes bien chiqui… ta, la ver…- Adrián se detuvo un segundo tocándose con fuerza el pecho con cara de estar intentando retener dentro de su cuerpo todo lo que había tomado- …dad es que no creí que- volvió a frenar su discurso para acercarse con un paso tambaleante a la joven que se encontraba apoyada contra la pared con un vaso de whiskey en su mano- …nos la fuéramos a pasar tan bien- Rebecca miro levantando una ceja al hombre bastante sorprendida, si bien ya había salido algo tomado del restaurante ahora que lo había seguido haciendo en su casa estaba completamente destruido.
-Bueno, esto al fin y al cabo era lo que esperaba que pasara- se dijo esbozando una pequeña sonrisa, a diferencia de Adrián ella evito tomar mucho y en cambio se dedicó a influenciar a su compañero para que tomara cada vez más y más.
-A este paso no va a recordar nada, no me quiero imaginar la resaca que le espera- pensó al ver como agarraba una botella de vodka y tomaba del pico dos largos tragos.
-Y bien… cleo que tofavia noshh queda un ashunto pendiente- balbuceo Adrián de forma incoherente tomándola repentinamente de la cintura y acercándola bruscamente a él. El vaso de whiskey se resbalo de su mano y cayó al piso partiéndose en mil pedazos pero ninguno de los dos pareció notarlo.
-Ehm, tenemos toda la noche para eso…- balbuceo Rebecca pero el hombre no la estaba escuchando, olvidándose de cualquier delicadeza le clavo un súbito beso con sabor a alcohol que tomo a Rebecca con la guardia baja. Al principio estuvo algo titubeante pero no tardó en darse cuenta de que, aun borracho, Adrián realmente sabía lo que hacía y por unos segundos la joven se encontró devolviéndole con ansias el beso.
El hombre la dirigió hacia el dormitorio sin despegar en ningún momento sus labios de los de ella, la joven sentía que volaba al sentir la lengua de Adrián recorriendo el interior de su boca junto con la música suave que se oía de fondo gracias al equipo de música pero, al darse cuenta de lo que el hombre pretendía, Rebecca logro volver a centrarse en lo que estaba haciendo. Apenas entraron al cuarto ella se separó de él y lo empujo delicadamente sobre la cama.
-No te muevas de ahí, yo ya vuelvo- le dijo aun sin aliento, Adrián no dijo nada, solo dirigió su mirada al techo con una gran sonrisa en su cara. Ella salió del cuarto intentando calmarse y se enfocó en la tarea que tenía por delante.
-Debe de tener un escritorio en alguna parte donde deja las cosas de su trabajo- pensó revisando rápidamente las diferentes habitaciones de la casa, al abrir la puerta del tercer cuarto que probaba se encontró en efecto con un lugar pequeño con varios estantes repletos de libros, un escritorio con una computadora junto a una impresora y un maletín apoyado contra la silla del escritorio.
-Lo que estoy buscando debe de estar aquí- se dijo emocionada, se acercó rápidamente al maletín e intento abrirlo pero estaba cerrado, al echarle un vistazo más de cerca noto que este tenía dos ranuras con forma de anillos en cada costado.
-Recuerdo esto, es tal y como el maletín del tren… Adrián debe haber dejado los dos anillos por aquí- pensó Rebecca maldiciendo los extraños mecanismos que la gente de Umbrella siempre usaba para proteger sus cosas. El primer anillo lo encontró en una de las estanterías pero no había señal alguna del segundo en ninguna parte. La joven reviso el mini bar, el comedor e incluso el baño pero no parecía aparecer en ninguna parte.
-Debe de estar en su dormitorio…- pensó Rebecca sintiéndose repentinamente nerviosa, sabía lo que él querría que hiciera si volvía a entrar allí; cerro los ojos, inhalo profundamente y luego exhaló el aire mientras se acercaba a la puerta del dormitorio, adentro estaba Adrián aun acostado pero sin ninguna de sus ropas puestas, se podía ver su traje y pantalones tirados en el suelo. Para el alivio de Rebecca el científico de Umbrella estaba roncando sonoramente.
Intentando hacer el menor ruido posible la chica reviso la mesa de luz del hombre, al ver que no estaba ahí se dirigió esquivando la ropa tirada hacia el armario y empezó a probar diferentes cajones hasta que finalmente encontró lo que buscaba en el cajón donde el hombre guardaba su ropa interior.
Con los dos anillos volvió al escritorio donde había dejado el maletín y abrió su mecanismo revelando unos cuantos folios llenos de papeles.
-Billy fue bien claro cuando planeamos esto, debo de encontrar los códigos de seguridad para poder tener acceso al laboratorio que se encuentra dentro de las instalaciones aquí en Paris- la joven saco todos los folios y los deposito uno encima del otro en el escritorio. El primer conjunto de archivos que saco no era exactamente lo que estaba buscando pero aun así logro llamar su atención.
-"La eliminación del primer sujeto (T-103) inyectado con el parasito NE-A, debido a un gradual incremento de inteligencia y eventualmente un intento de escape, probo desde un inicio que el proyecto NEMESIS daba muy pocas garantías para la cantidad de fondos que se le eran otorgados. Si bien aún se esperan los datos de combate del segundo sujeto enviado a Raccoon City se ha decidido congelar este proyecto hasta nueva orden. Los dos Tiranos restantes pasaran a ser propiedad de las familias fundadoras, uno será destinado a la isla Rockfort y el otro caerá bajo la propiedad de Ozwell E. Spencer"- Seguido de esto venían ordenes detalladas de como serian realizados los transportes, Rebecca guardo el archivo dentro del folio y saco un segundo conjunto de papeles que resultaron ser los códigos de seguridad que ella estaba buscando.
-Perfecto, ahora simplemente tengo que anotarlos- se dijo sintiéndose bastante emocionada, finalmente sentía que estaba haciendo algo útil. Sacando una de las hojas de la impresora y una lapicera del maletín la chica se puso a escribir las series de códigos de seguridad para las diversas áreas del laboratorio, era evidente que la información que Billy había conseguido era correcta ya que Adrián parecía tener acceso a prácticamente todo el laboratorio
-Con esto vamos a poder entrar, recoger todas las pruebas que necesitemos y salir del lugar, solo espero que Chris no se enoje con nosotros por hacer esto a sus espaldas.
Una vez terminado su trabajo la joven guardo todo nuevamente en el maletín y lo cerro intentando dejar todo tal y como estaba antes. Guardo en su lugar los dos anillos y le escribió una nota a Adrián diciendo que había tenido que irse por una emergencia.
-Dudo que llegue a sospechar algo, por todo lo que sabe yo solo soy una chica más con la que salió, si es que para mañana siquiera recuerda que salimos- pensó saliendo finalmente de la casa. Camino unas cuadras por la desierta vereda hasta que la misma camioneta que había visto antes hizo su aparición, esta había estado estacionada con las luces apagadas esperando a que ella apareciera.
-¿Te ibas a quedar toda la noche esperándome?- preguntó Rebecca sonriéndole burlonamente al conductor.
-Entra carita de muñeca, ¿No te hizo nada ese desgraciado verdad?- le dijo Billy con la misma cara de tipo duro que siempre llevaba a la vez que abría la puerta de la camioneta que Chris había alquilado.
-La verdad fue bastante agradable, al menos hasta que se embriago- menciono Rebecca entrando al vehículo y sentándose al lado de Billy.
-Hm, supongo que si te hubiera hecho algo no estarías tan sonriente- dedujo Billy a la vez que arrancaba el motor y empezaba a manejar- ¿Conseguiste los códigos?
-Sí, y me asegure de que no se diera cuenta de nada- aseguro Rebecca apoyando su cabeza contra el respaldo del asiento intentando relajarse un poco, aunque todavía sentía la adrenalina que había recorrido su cuerpo hacia tan solo unos minutos.
-¿No le pareció raro que te fueras a estas horas? ¿Oh el idiota te echó?
-Lo deje durmiendo en la cama- comento Rebecca mirando a Billy con una cara poco inocente.
-Oh… ya veo- dijo este algo perturbado.
-¿Qué pasa? ¿Estas celoso?- siguió insistiendo Rebecca sin despegarle la mirada a su compañero.
-No, solo es que me parece raro que te acostaras con un científico de Umbrella- afirmo rápidamente Billy sin devolverle la mirada. Rebecca soltó una risotada y no tardo en decir- Tranquilo, Adrián se quedó dormido antes de que pasara algo, el pobre estaba demasiado fuera de sí.
-Las palabras "pobre" y "científico de Umbrella" no encajan en una misma oración Rebecca- le dijo Billy completamente serio.
-Algo me dice que si estabas celoso- termino diciendo Rebecca a la vez que bostezaba y se acurrucaba más en su asiento.
-Sos incorregible- murmuro Billy esbozando con sus labios lo que parecía ser una sonrisa.
-¡Ya era hora!- exclamo Chris al ver tanto a Rebecca como Billy entrando por la puerta de la casa en ruinas- ¿Me podrían decir que estaban haciendo?
-Trabajando- aseguro Billy cruzándose de brazos.
-Conseguimos unos códigos de seguridad que nos van a permitir entrar en el laboratorio de las instalaciones de Umbrella- explico Rebecca refregándose los ojos con una mano y, como consecuencia, corriendo gran parte de su maquillaje.
-Pero… ¿Cómo? ¿Y por qué estás tan arreglada Rebecca? Estas como si hubieras ido a un evento formal…
-Rebecca deja que yo le explique todo a Chris, vos deberías ir a dormir, después de todo vos sos la que consiguió esos códigos- le pidió Billy a la chica, esta asintió cansada y se dirigió a su habitación dejando solos a los dos hombres para que hablen.
-Bueno, te escucho- dijo Chris cruzándose de brazos de la misma manera que Billy.
-¿Ahorrémonos el dramatismo si? Rebecca salió con un tipo que tenía los códigos, este la llevo a su departamento y ella aprovecho para copiarlos.
-¿Me estás diciendo que la dejaste sola con uno de esos dementes?- exclamo Chris horrorizado- Te das cuenta de lo que…
-Estuve con ella en todo momento asegurándome de que no le pasara nada Chris.
-¿Pero por qué no me dijeron nada? Podría haberlos ayudado, ¿Y si les hubiera pasado algo?
-Te lo dijimos Chris, ese es el problema- explico Billy soltando un suspiro- Desde que nos enteramos de lo que paso en Raccoon Rebecca empezó a sentirse muy inquieta, me dijo que intento hablar con vos pero solo parecías dispuesto a esperar a que los STARS nos apoyaran, por eso vino conmigo y decidimos ir haciendo algo útil en el entretiempo.
-Si… supongo que tenes razón. Es solo que, no podemos hacer esto solos Billy; por ahora creo que deberíamos enfocarnos en conseguir más gente que nos apoye, igual admito que últimamente estuve algo cerrado y no les preste atención a ninguno de ustedes- admitió sinceramente Chris, desde que lo había conocido Billy nunca lo vio con un aspecto tan cansado como el que tenía al decir esas palabras.
-¿Hubo algún progreso con lo que estabas haciendo?- pregunto entonces el ex militar intentando cambiar de tema.
-Si mañana mismo vendrá un equipo entero de STARS a escuchar que es lo que tenemos que decir sobre el caso- explico Chris recuperando su entusiasmo. Billy, por su parte, pareció repentinamente preocupado.
-¿Crees que podría haber algún problema si me ven con ustedes? Gracias a Rebecca estoy oficialmente muerto pero quizá alguno de esos miembros de STARS podría reconocerme…
-Quédate en uno de los cuartos del segundo piso como precaución, sé que no debe ser agradable pero por ahora tenemos que darles una buena impresión.
-Entiendo, no te preocupes- afirmo Billy mientras salía de la habitación presumiblemente para ir a su propio cuarto. Suspirando profundamente Chris se acostó en el sillón de la derruida sala de estar para intentar conciliar al menos unas pocas pero aun así preciosas horas de sueño.
Se hizo de día y las horas empezaron a pasar lentamente mientras Rebecca y Chris se encerraban en el sótano con los archivos preparándose para la exposición que les darían a los STARS. Billy, por su parte, esperaba sentado en uno de los cuartos del segundo piso a que finalizara la reunion que todavía ni había empezado.
Rebecca sabía que al hombre no le gustaba la idea de esconderse pero todos concordaban que por ahora era lo único que podían hacer. La joven miro al miembro más veterano de STARS, este acababa de terminar con un par de archivos y ahora estaba mirando lo que parecía ser una foto.
-¿Qué miras?- pregunto la chica con curiosidad, entonces vio a Chris sonreír por primera vez en dios sabia cuanto tiempo.
-Es la foto que nos sacamos cuando nos convertimos oficialmente en los equipos Alpha y Bravo, unas semanas antes de que te nos unieras- explico Chris contemplando detenidamente a la imagen que tenía en sus manos.
-La conozco, teníamos una copia en la oficina de STARS- menciono Rebecca acercándose a mirarla. Allí estaban todos los de su equipo, Richard Aiken, Enrico Marini, Kenneth Sullivan, Forest Speyer, Edward Dewey y Kevin Dooley. Todos habían sido extraordinarios con ella, sin desmerecerla ni una vez por su edad la trataron como un miembro más del equipo durante todo el tiempo que estuvo con ellos.
-Se preocuparon por mí, ahora ellos están muertos y yo, solo yo…- Rebecca se alejó de la imagen conteniendo las lágrimas, Chris guardo entonces la fotografía con una expresión de disculpa en su rostro.
-Perdóname Rebecca, por haberlos ignorado estos últimos días. Esa angustia que sentís ahora, eso es lo mismo por lo que yo estaba pasando- explico Chris poniendo una mano en el hombro de la chica, esta contuvo sus sollozos y se dio vuelta para abrazar al hombre, Chris le devolvió el abrazo mientras decía- Es posible que seamos los últimos supervivientes de nuestros respectivos equipos y por eso mismo, ahora más que nunca, debemos ser fuertes y luchar por aquellos que perdimos en el camino…
El discurso de Chris se vio interrumpido por tres fuertes golpes en la puerta principal.
-Llegaron- dijo Rebecca separándose de Chris mientras se secaba los ojos.
-Anda preparando las cosas, yo me encargo de recibirlos- le pidió Chris, Rebecca asintió sintiendo como una renovada determinación se apoderaba de ella.
Nota de Autor: Recién salido del horno, o de mi cerebro, o de mi teclado. Cómo ustedes lo prefieran, disfruten.
