Capitulo 34
El gemelo olvidado
"There was a friendly but naive King
Who wed a very nasty Queen
The King was loved but…
The Queen was feared"
-Parece que llegaron los nuevos prisioneros, oh Alexia, no puedo esperar ver el orgullo en tu rostro cuando te presente a tus nuevos juguetes- pensó para si la cabeza de la familia Ashford al contemplar como los recién llegados entraban a la recepción de su mansión, dejando escapar una pequeña risita muy poco varonil les hizo saber de su presencia justo por encima de ellos, mirándolos desde el segundo piso.
Alfred sonrió al ver como uno de sus súbditos agachaba su cabeza ante el en señal de respeto, con cierta mezcla entre elegancia y torpeza el hombre, rubio vestido con un rojo similar al de la alfombra que cubría el piso, bajó por las escaleras de su mansión para recibir a los recién llegados. Antes de alcanzarlos se permitió maravillarse nuevamente con la grandeza que poseía lo que apenas era un pequeño establecimiento de su familia, la arquitectura no tenía nada que envidiarle a aquella de las residencias de aquel pretencioso Spencer, mas allá y por debajo de la alfombra que marcaba el camino de la puerta principal hacia las escaleras y el segundo piso se podía apreciar unos cerámicos tanto blancos como negros que se asemejaban a un tablero de ajedrez. Los cuadros que les hacían honor a los respetables miembros de la línea Ashford sobresalían tanto en precisión del detalle y también por su considerable tamaño.
Su encanto fue, sin embargo, momentáneo ya que se rompió apenas vislumbro como los recién llegados ensuciaban con barro la alfombra con aquellas mugrientas botas militares.
-¿Mi señor Ashford? Lamento profundamente el molestarlo, pero uno de estos hombres insistió en la importancia de que viniera en persona, espero que no lo tomen… que no lo tome como una ofensa…- dijo con cierto nerviosismo el recepcionista que se había parado de su perfectamente lustrado escritorio para recibir a su jefe con una reverencia. Alfred, disfrutando cada segundo de aquel hombre rebajándose para conseguir su perdón, decidió no recompensarlo con dirigirle la palabra. Por lo tanto simplemente se dirigió hacia los recién llegados dedicándoles una mirada impaciente.
-Señor Ashford, hace tan solo unas horas han llegado los nuevos prisioneros, la transferencia fue rápida y sin inconvenientes por lo que…- empezó a decir un hombre de tez oscura vestido con una ofensivamente simple remera gris y una par de jeans gastados, exasperado Alfred no tardo en interrumpirlo.
-Como era de esperarse, más que eso estoy interesado en saber porque usted consideraba necesaria mi presencia cuando lo único que debe hacer es seguir con el usual protocolo- casi escupió las palabras mirando a su súbdito con desdén.
-Pasa que… mi señor, debido a la identidad de una de las prisioneras pensé que le interesaría que le informara en persona.
-¿Y quien vendría a ser tan importante?
-Señor, se trata de una Redfield, la hermana del líder de los STARS renegados que amenazan a la compañía. Aquí mismo tengo un reporte de lo que la joven estaba intentando y casi logra hacer que tal vez le ayude a comprender el valor que tiene su captu…
-¡¿A comprender?! Asumes demasiado si crees poseer una mayor comprensión de la situación que la mía soldado- exclamó Alfred furioso aunque a su vez también le arrebataba el informe que el hombre acababa de ofrecerle- Ahora vuelva a sus tareas soldado, si no quiere que el resto de su tropa tenga que sufrir hambre esta noche y realizar trabajos forzados junto con los prisioneros y los demás parásitos que solían vivir en esta isla.
Su súbdito lo fulmino por un segundo con la mirada pero, haciendo uso de su buen juicio, decidió hacerle caso y dio media vuelta junto con los dos hombres que lo seguían para abandonar el edificio. Una cuarta persona que esperaba pacientemente detrás de ellos espero a que ellos se fueran para ofrecerle una reverencia a Alfred mientras comentaba.
-Parece que aún sostiene bien fuerte las riendas de este lugar mi señor Alfred- El hombre llevaba puesto un completo traje militar oscuro, su cabello era gris con cierto asomo del color negro que le precedió a las canas, sus movimientos eran elegantes y su forma de hablar tenía cierta clase que Alfred no tardo en reconocer.
-Yo lo conozco a usted… ¿De las fuerzas especiales verdad? Se hacía llamar Hunk entre las tropas, casi no lo reconozco sin su casco puesto- afirmó Alfred con cierta sorpresa en su tono, pero sin perder su aire de superioridad.
-No me atrevería a hablar con alguien de su estación usando algo tan aparatoso como esto- contestó Hunk señalando al casco que colgaba de su espalda.
-¿Así que, después de tu fracaso en Raccoon City Spencer perdió su interés y te mando directo de regreso? ¿O es que ahora eres meramente un mensajero para ese viejo?- interrogó Alfred con resentimiento en su voz, después de todo tanto él como su padre siempre habían considerado a Hunk como una victoria personal por sobre el viejo Spencer. Su padre fue quien lo reclutó y fue entrenado en aquellas mismas instalaciones, mientras su hermana estaba ocupada con sus experimentos él vio desde niño como aquel agente poco a poco se convertía en el más competente y eficaz de toda Umbrella. Un día el mismo Spencer apareció en persona y mostró un cierto interés en llevárselo, pero Hunk lo rechazó declarando que su lealtad yacía junto con Alexander Ashford, el padre de Alfred. Por desgracia esto cambio poco después de la muerte de Alexander, hace ya casi quince años, Hunk no tardó en abandonar la isla y tan solo realizar ocasionalmente algún trabajo allí.
-Spencer no tiene nada que ver con mi retorno mi señor, fui reasignado aquí junto con todo un equipo compuesto de nuestros más experimentados hombres en el campo de la "limpieza" de armas biológicas, después de las pérdidas sufridas en Raccoon Umbrella hizo prioridad el tomar precauciones y proteger nuestras bases de operaciones más importantes.
-No creo que deban preocuparse por el bienestar de esta instalación, la línea Ashford siempre fue reconocida por su capacidad de mantener el orden y proteger lo que le es propio, quizá te olvidaste después de trabajar tanto tiempo bajo el comando de gente tan descuidada e ineficaz pero las posibilidades de que suceda aquí algo así son claramente nulas- exclamó Alfred con orgullo.
-Por supuesto mi señor…
-Bueno, por ahora retírese, más tarde iré en persona al complejo de entrenamiento y les daré algo útil para hacer.
-Como diga señor.
...
-¿Así que esta es la famosa "disciplina" de la isla Rockfort? Más allá de los hombres bajo el mando de ese tal Rodrigo el resto solo tienen de militar su uniforme- murmuro Mikhail mientras caminaba junto a Agustín y Carlos por el complejo militar, allí podían contemplar a la peor clase de hombres armados, los que no tienen nada que hacer. Algunos se encontraban apostando en una pequeña mesa de póker que se tenían armada, existían otros que claramente buscaban una excusa para pelearse con los únicos que estaban trabajando y, al final, estaban los que disfrutaban pasando su tiempo hostigando a los prisioneros.
-Está claro que estos hombres necesitan urgentemente a alguien que los lidere- agregó Carlos- ¿Notaron como la mayoría hace lo que quiere por aquí? A excepción de los laboratorios no parece haber ningún lugar al que se nos impida ir.
-Lo que juega a nuestro favor, pero por favor baja la voz, lo último que queremos es que alguno de estos locos quiera meterse con nosotros- le imploro Agustín a Carlos a la vez que se apoyaba contra un montón de cajas de madera y contemplaba la salida del complejo con el ceño fruncido.
-Decís que juega a nuestro favor pero… ¿Qué es exactamente lo que tenes en mente? En ningún momento explicaste porque aceptaste tan febrilmente el venir a este culo del mundo- dijo Carlos bajando su tono de voz.
-¿Tiene que ver con la prisionera esa verdad? Algo cambio en tu mirada cuando la mencionaron… vos sabes quién es- dedujo entonces Mikhail.
-En parte sí, pero ahora mismo eso no es lo que me preocupa. Tenemos que salir de este complejo y de alguna forma llegar a la celda de esa chica lo antes posible.
-No te entiendo, decís que no te preocupa ella pero a su vez queres ir a verla…
-Conozco bien esta isla Carlos, existe una celda aislada casi al otro extremo de este lugar que se encuentra bajo tierra al lado de un cementerio- casi susurro Agustín- Si la prisionera ya está aquí entonces nuestro tiempo se está agotando, en cualquier momento puede empezar el ataque y esa celda es el único lugar en el que sé que estaremos seguros.
-¿Cuál ataque? ¿De que estas hablando Agustín?- interrogaron ambos mercenarios a la vez, el joven los miro frustrado sin saber bien cómo explicarles la situación de forma rápida, en ese momento se sentía demasiado presionado con lo que estaba a punto de venirse que su capacidad de crear una mentira coherente le estaba fallando.
-Realmente debí haberme tomado un tiempo para decirles lo que pasaría antes de venir…
-Des… después se los explico ¿sí? Ahora tenemos asuntos más importantes que atender.
-Creo que estoy empezando a entender lo que decía Jill- murmuro Mikhail con cierto recelo.
-¿Y qué pasa si ese tal Hunk viene a buscarnos y se da cuenta de que no estamos?- agregó Carlos lo suficientemente fuerte como para que la figura que se acercaba justo por detrás de él lo escuchara.
-Me encontraría en la infortunada tarea de cazar a un trio de desertores, por favor ahórrenme la molestia- dijo fríamente la figura enmascarada haciendo que a Carlos se le pusieran todos los pelos de punta.
-Hunk…- musito Agustín reprimiendo su nerviosismo- ¿Requiere algo de nosotros?
-Por lo pronto que no me traicionen todavía si no es mucho pedir- pidió exasperadamente mientras tocaba de forma extraña una porción de su espalda- No entiendo porque realmente los eligieron a ustedes para venir aquí pero ordenes son órdenes y más les vale que las cumplan si saben que es lo que les conviene.
-¿Le pasa algo señor?- pregunto Carlos al ver el extraño comportamiento del agente.
-No es nada, tan solo su amigo el piloto tuvo la amabilidad de dispararme en la espalda hace unos días, por si no lo recuerdan.
-Supongo que tenías un chaleco antibalas ¿no?- dijo Carlos a lo que Hunk le respondió tan solo mirándolo a través de su tétrica máscara de gas con visores rojo oscuros por unos segundos sin decir absolutamente nada, cuando Carlos finalmente tuvo una completa confusión expresada en su rostro Hunk dijo.
-Agustín, Mikhail, ustedes dos vienen conmigo- y antes de que ninguno de los dos pudiera decir algo le entrego una nota a Carlos a la vez que dijo- Y tú, mi buen amigo, averigua donde está la prisionera que acaban de traer y espera allí donde este, asegúrate de que se le entregue esta nota.
...
Una solitaria dama de cabello rubio y lacio, vestida con un elegante vestido violeta, extensos guantes blancos y costosos zapatos de tacón se encontraba sentada en la cama de una ostentosa habitación con estantes repletos de muñecas de porcelana, paredes color rojo brillante, varios cuadros de dos niños y también una gran caja de música justo al otro extremo de donde estaba la cama. Contra la pared donde estaba apoyada la cama se podía ver una especie de estatua representando a una mujer y, a su lado, un pequeño estudio con un espejo roto apoyado en el.
-¿Pero de que estas hablando, querido hermano? Ya sabes que por ahora me es imposible el abandonar este lugar.
-Oh pero mi Alexia, ¡Con todos los nuevos sujetos que tienes para elegir! Sera como en los viejos tiempos, todo será como antes, podrás pasar horas perfeccionando tu trabajo. Ahora que estamos juntos nadie nunca podrá pararnos…
-Mi Alfred, nadie nunca nos va a separar, pero ¿Realmente queres que esos ineptos nos vean así? No, yo volví para estar contigo, juntos realzaremos al nombre de la familia Ashf…
El techo retumbo haciendo un ruido sordo, una tenue capa de polvo cayó sobre la infantil habitación de juegos donde Alfred se encontraba. Un breve silencio fue rápidamente acompañado por el sonido de gritos y disparos lejanos.
-¡Están atacando! ¡Alguien realmente se atreve a atacarnos hermana!
-¿Pero quién podría ser? ¿Quién osaría atacarnos?
-¡Eso no importa Alexia! ¡Debo ir a liderar a nuestros hombres!
La dama entonces dejo escapar una risita mientras le decía a su hermano- Oh, siempre mi pequeño y valiente soldado, pero ahora no es tiempo para héroes, no. Tenemos que descubrir quién nos está atacando y planear entonces nuestra estrategia querido, ese es ahora tu deber como cabeza de la familia.
-¿Pero… tienes alguna idea?
-Creo que las respuestas las vas a encontrar en el informe que llevas entre manos, mi hermano…
...
Nota de autor: capítulos asquerosamente cortos, lo sé, pero este lo tuve que apurar un poco porque surgió algo y realmente necesito sus opiniones sobre el asunto. Como muchos deben saber ya salió el Resident Evil Revelations 2, juego que aún no jugué pero planeo hacerlo pronto; esto es relevante por motivos obvios, hasta ahora intente mantenerme fiel a la historia original de los juegos y usando esta como base invente este fic. Sin dar spoilers innecesarios, solo voy a decir que en ese juego hay algo que contradice a algo bastante central de la historia que ya tenía inventada, por lo que les voy a hacer una simple pregunta… ¿Prefieren que siga con mi idea original e ignore RE revelations o a lo sumo lo adapte para que tenga sentido aquí oh, en cambio, quieren que adapte mi propia historia para que tenga sentido con revelations? Lo dejo en sus manos ya que ustedes son los que estuvieron siguiendo esto tan fielmente por bastante tiempo y ese es el motivo por el cual sigo escribiendo , espero sus opiniones entonces y si tienen alguna pregunta no duden en preguntar, hasta la próxima.
