Ranma ½ y todos los personajes son creación de Rumiko Takahashi

Mi vecina y su amigo… el pato (parte 2)

El hombre pato es un estudiante de intercambio. Llegó de China para aprender toda la cocina tradicional de Japón y, aunque me pese admitirlo, es muy popular en toda la universidad debido a sus artes culinarias aunque, por desgracia, es también bueno en artes marciales. Naturalmente entre él y yo, soy el mejor en el tema de las artes marciales pero he de reconocer, de nuevo con pesar, que en las demostraciones de actividades extracurriculares ha dado un buen espectáculo. Es mayor que Akane por lo que va un año adelantado y ella constantemente recurre a su "sabio consejo en cocina" para poder presentar sus tareas y trabajos varios. AH! si ella no fuera tan torpe con la cocina no tendría que estar ahí pegada con ese tipo cara de pato.

No es que me preocupe que entre ellos pueda darse algo más que una amistad, simplemente creo que él es un buen sujeto y no sería bueno que termine en el hospital por causa de envenenamiento, porque claro está mi vecina es muy pero muy distraída con los ingredientes de la cocina.

-De hecho, me sorprende que no haya explotado alguno de sus salones de práctica…

-¿Tan mala es ella?

-Por supuesto. Hace un par de meses tuve una terrible indigestión por comer sus galletas con formas extrañas, según ella eran de animalitos y estrellas -me abrazo la barriga solamente de recordar la mala pasada que duró una semana.

-Vaya… y tan bonita que es, qué lástima… -alguien comenta y suspira.

Hasta este momento no me había dado cuenta de que estaba interactuando con otra persona. Giro el rostro a la derecha y ahí está el impertinente de Hiroshi, observando a mi vecina como si fuera la criatura más interesante del mundo.

-¿Qué haces aquí, Hiroshi? -pregunto con fastidio.

-Lo mismo que tú, compañero Ranma -me responde sin despegar la vista de Akane.

Instintivamente cierro el portón por completo, privándonos de la vista que teníamos.

-No sé de qué hablas, yo solamente estaba de paso por aquí -camino hacia la salida, no pienso seguir el juego ridículo con el que luego mis "amigos" me fastidian cada día.

-Claaaro… de paso, hasta el edificio de cocina internacional, a muchos metros de distancia de nuestro departamento de estudio, a casi 10 minutos caminand…

-Ya basta -le corto el discurso. No es que lo que haya mencionado me incomode o me coloque en una situación embarazosa, sencillamente es… agh… todo es culpa del hombre pato y de mi boba vecina.

-Está bien Saotome, si no quieres aceptar que Tendo es bella y estás atraído por ella, no pasa nada. Pero el profesor Tofu preguntó por ti porque no habías llegado a la clase y me mandaron por ti, porque eres el líder de la práctica de hoy -escucho en su voz el fastidio de haber tenido que caminar para buscarme hasta donde me encontraba. -Afortunadamente sabía que estarías cerca de Tendo -lo dice en tono burlón y con esa curiosidad que no me agrada que tenga.

-Fue casualidad Hiroshi, deja de hacerte historias en la cabeza -espero mi indiferencia haya puesto en claro las cosas.

-Hmmm… si casualidad para ti es que el noventa y cinco por ciento de las veces que te buscamos o te vemos estás cerca de ella y de sus actividades, entonces sí lo es -finaliza con triunfal picardía.

Ya sea que se trate de una verdad que desconozco o el hecho de que sea objeto de burla y diversión de mi compañero, mis mejillas comenzaron a calentarse, al grado de tener que soltar la coleta que me había hecho para ocultar el rostro entre mi cabellera.

-Estas loco Hiroshi… -fue lo mejor que pude decir antes de adelantarme con paso apresurado y llegar lo antes posible a la práctica.

Por culpa de mi vecina y su cara-pato amigo, estuve distraído durante la práctica y el resto de las actividades. Por supuesto, soy un alumno de excelencia en lo que hago por lo que no se notó que por ratos me incomodaba la imagen que tenía en la mente de ellos dos en la cocina. Seguramente ya habrían terminado de hacer sus experimentos de comida y espero que en verdad esa distraída no haya envenenado a ese pobre extranjero. Necesitaba salir cuanto antes de clases para asegurarme de que ella no terminara en la cárcel por sospecha de homicidio a causa de su nulo talento para cocinar.

-¿Qué dices Hiroshi? ¿Qué viste a la sensei Tendo con el famoso de China? -esa pregunta atrae mi atención. Y tan importantes que eran mis pensamientos.

-Sí, así mismo. Los vi juntos en una enorme sala con instrumentos de cocina -escucharlo como si fuera un reportero me hace enarcar una ceja, era como presenciar la sección de espectáculos y chismes de un programa televisivo.

-Ash, eso es lo obvio Hiroshi, creí que se trataba de algo más interesante -escucho la decepción en la voz de Daisuke.

-Tal vez las cosas se pusieron interesantes después de que me fui -¿qué quiere decir con eso?

-Aay… qué envidia me da la señorita Tendo, el joven Mousse es muy guapo, es alto y educado, tiene ese aura de misterio, ay… -se escucha el sonoro suspiro de una compañera y otras más se unen en coro.

-Bah, ese tipo no tiene nada de extraordinario, más bien él es el afortunado de compartir el mismo espacio que la bella Tendo Akane -suspira el idiota de Daisuke. -Ay cómo me dan ganas de darles una golpiza por hablar de tanta tontería.

-Y de estar tan cerca de su rostro, querido amigo. Yo los vi muy, muy cerca uno del otro. A esa distancia entre sus rostros, seguramente ese sujeto podría oler el aroma de ella y..

-¡Aaaaaaaaaaaaahhhhhh! ¡Mi hombro Saotomee! -el grito de mi compañero de ejercicio en clase hace que todos miren en mi dirección.

Sin darme cuenta, en lugar de aplicar puntos de presión para aliviar los músculos tensos, le estaba aplicando una técnica de sometimiento a mi compañero.

-Discúlpame Gosunkugi, n-no era mi intención -al menos no lo rompí… ese cara-pato tiene la culpa…

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

El día fue largo y tedioso, pero luego de haber lastimado al flacucho de mi compañero, no me quedó más que concentrarme y alejar esa conversación ridícula entre Daisuke y Hiroshi. Estoy seguro de que después de comer abundantemente, entrenar y darme una ducha me sentiré mucho mejor tras este día tan desastroso. De pronto, sin poder evitarlo, mis ojos van directamente a mi reloj.

-Las cuatro de la tarde… seguramente ella ya se habrá ido -me digo en voz casi inaudible.

Aunque soy un lobo solitario, admito que he empezado a acostumbrarme a irme junto con Akane. Argh! De solamente pensar en su nombre me duele la cabeza.

-Esa boba, lo único que hace es dar problemas. Por su culpa salí más tarde, solamente espero que… que no se meta en problemas -me preocupa que se vaya sola…

-¿Quién es boba y qué problemas causa? -¿Akane?

Giro la cabeza más apresuradamente de lo que debería y allí está ella. Con sus ojos enormes mirándome y sus labios torcidos en una mueca de molestia, seguramente sabe que hablaba de ella.

-Akane… -su nombre, el nombre de mi vecina sale de mi boca sin haberme pedido permiso.

-¡¿Qué?! Yo no soy ninguna boba ni una causa problemas, Ranma Saotome -comienza a reclamarme como de costumbre, pero eso me hace ¿feliz? -Eres un ingrato, me quedé esperándote para irnos juntos -ahora cruza los brazos en ademán de indignación.

-¿Me esperabas? -vaya sorpresa -¿Pero qué no estabas con tu querido "maestro chino" tomando clase de asesorías? Creí que él te acompañaría.

-¿Acompañarme? Por supuesto que no, solamente me asesoró un momento al medio día y además él sale más tarde porque tiene otro horario… un momento -su luminoso rostro refleja curiosidad -¿cómo es que sabes que tuve orientación con Mousse? -¡rayos!

-Todo se sabe en esta universidad Akane, ya sabes que la gente habla -finjo demencia y miro hacia otro lado -anda vámonos.

-Ranma dime quién te dijo, no me gusta que la gente sea chismosa y se metan donde no tienen nada qué hacer, principalmente si es mi vida. Dime por favor -su vocecilla es como de súplica y hasta me toma del brazo, eso último me hace verla a esos enormes ojos infantiles y brillantes que tiene.

-Ya olvídalo, vamos a comer tengo mucha hambre… -comienzo la marcha hacia el autobús.

-¡Ranma ya dime! -ella camina conmigo del brazo. Toma eso hombre pato, digo, amigo de Akane.