"Departamento"
Hola hermosas lectoras! Estoy super emocionada de estar un domingo con ustedes, se que me tarde mucho en actualizar pero el tiempo muchas veces no me alcanza, entre tareas, trabajo y otras cosas que debo hacer durante el dia, me dejan exhausta y sin tiempo. Pero no crean que por eso las voy a dejar olvidadas, claro que no! Aquí estoy, trayéndoles un nuevo capi, como siempre, quiero agradecerles por todo el apoyo que me han brindado hermosas!
Serena Princesita Hale
Martina
Litvamp7
Mela LM
Muchas gracias por sus lindos reviews, en serio me animan demasiado!
Ahora si, disfruten de este capi!
Renesmee POV.
(Play: Intro de The xx)
Reí por cuarta vez en menos de veinte minutos, el aperitivo llego y entre risas, pudimos terminarlo sin escupirlo por una carcajada o por querer tomar la palabra. El platillo fuerte vino después, para ese entonces ya pudimos contenernos un poco y tratamos de comportarnos como personas maduras, ya no como dos adolescentes. Tengo que admitir que me sentía nerviosa cuando Alec propuso disfrutar de nuestra comida y charlar un poco, lo último que espera de este casanova fue eso y más sorprendida estaba yo por no estar acostumbrada a este tipo de tratos. Sus delgados dedos, en el que tenía puesto un anillo en su dedo meñique y que, obviamente, no se trataba de cualquier baratija, sostuvieron la copa de vino tinto y la acerco a su boca para tomar un sorbo.
No podía creer lo interesante que Alec era en realidad, además de estar muy bien preparado para desarrollar satisfactoriamente su puesto en la empresa Vulturi, también era un hombre muy culto. No habíamos cubierto tantos temas, pero los pocos que habíamos llevado a discusión, solo me quede viéndolo, no podía articular palabra. Ese movimiento de manos cada vez que trataba de explicar algo, o el brillo en sus ojos cuanto me contaba de algún viaje o aventura, me dejaban sin habla, solo podía sonreír y asentir. Había viajado más de lo que cualquier chico de su edad pudo haberlo hecho, me conto de sus aventuras en China, Rusia, Brasil, Inglaterra y muchos países mas, y cada una era incluso mas emocionante que la anterior.
-Pero ya hable mucho sobre mi-dijo antes de limpiarse las comisuras de los labios con la servilleta,-cuéntame ahora un poco sobre ti-
Inhale profundamente mientras el mesero servía un poco mas de vino tinto, después de dejar en la mesa nuestros respectivos postres.
-Mi vida no es ni la mitad de emocionante que la tuya-solté una pequeña risita,-así que no creo que tenga caso siquiera tocar ese tema-baje mi vista.
-Una vida tranquila, monótona-dijo Alec bajo su aliento.
-Si-asentí,-pensé dedicarme completamente a…-trague saliva,-a él, de hecho, no sé lo que paso conmigo. Antes era una chica que tomaba riesgos, muchas veces escapaba de mi casa para ir con mis amigas a bailar, y bueno, después de casarme…deje todo eso atrás, tenía que sentar cabeza-
-¿Y él?-pregunto.
-A él no le gusta improvisar, es alguien a quien le gusta tener todo perfectamente planeado, no le gustan los errores. Es…muy precavido, no es de las personas que llega a su casa y me sorprende con una ramo de rosas o, en un caso mayor, con dos boletos de avión para una ciudad desconocida o exótica-negué con mi cabeza, -es muy diferente a ti-
-Y a ti-
Puse un mechón de cabellos detrás de mi oreja, ¿Cómo podía ser Jacob diferente a mí? Puede ser que tengas ciertos gustos diferentes, pero incluso cuando lo conocí y note todas aquellas cualidades que poseía me enamoro. Pensé que sería ese chico ideal que siempre ponía primero a su familia, sin olvidarse por completo del trabajo, suspire y tome la pequeña cuchara para así comenzar a disfrutar de mi postre, pero la mano de Alec me detuvo. Y no solo cubrió una mano con la suya, sino ambas, cuando sus manos entraron al cuadro de mi mirada, rápidamente levante mi vista para verlo, sentí como mi corazón dio una palpitación que parecía se me iba a salir del pecho.
-Tú y el son como…el fuego y el hielo-hablo seriamente y viéndome a los ojos,-y tal vez con el sentías una estabilidad matrimonial y económica por supuesto. Tal vez pensaste que podría apagar esa intensa llama que arde dentro de ti, pero no la apago, al contrario, la avivo aun más-
Entre abrí mi boca para argumentar, pero no pude articular palabra, solo alce mis cejas y volví a cerrarla, no había caso discutir lo que había dicho Alec, me guste o no, tenía razón. Jacob siempre fue alguien tranquilo, y yo era rebelde, espontanea, alocada hasta cierto punto.
-Aquí esta su cuenta señor, ¿gustan algo más?-pregunto el mesero entregándosela a Alec.
-¿Algo más Renesmee?-desvió su mirada hacia mí, dándole un ligero apretón a mis manos para que pudiera reaccionar.
-No-negué con mi cabeza varias veces,-estoy bien así, gracias-forcé una sonrisa.
Alec dejo la tarjeta de crédito y el mesero se la llevo, llegando unos minutos después con ella.
-Muchas gracias por haber venido, que tengan una linda tarde-
-Claro que la tendremos-susurro Alec viéndome de reojo,-bien, salgamos de aquí-
-¡Espera!-lo detuve antes de que levantara,-aun no hemos hablado de…-me interrumpió.
-No lo haremos aquí, no creo que sea lo más conveniente-se levanto Alec para después abotonar su saco, dio vuelta a la mesa hasta llegar a mí y recorrer un poco la silla para que yo también me levantara,-las paredes tienen oídos, y el mundo es demasiado pequeño, así que no querrás que nos encuentren aquí, ¿oh si?-
-No-tome mi bolsa,-por supuesto que no, pero, ¿entonces a donde?-fruncí mi entrecejo.
-Tú solo ven conmigo-me tomo suavemente a la altura del codo, forzándome a caminar junto a él.
-¿A dónde vamos Alec?-pregunte extrañada.
-A un lugar donde nuestro secreto se quedara ahí-
….
El sonido de las llaves me puso aun más nerviosa, giro la llave hacia la izquierda y el silencio nos invadió por unos segundos. Alec abrió la puerta de madera oscura y un olor particular salió de la puerta, pero no repulsivo, era más bien un olor a nuevo, el olor era tan sutil que casi desaparecía con el olor al perfume que Alec estaba usando en estos momentos. Di un paso hacia enfrente, adentrándome al hermoso pent-house, el piso era de mármol gris con unos pequeños brillos, que resaltaban al encender la luz. Me percate de eso al bajar la mirada, pero como si eso no fuera suficiente, la decoración era tan fantástica, no por el solo hecho de que Alec vivía solo, o por lo menos eso creía. Las paredes estaban pintadas del mismo color que el mármol bajo mis pies, al igual que los sillones que se encontraban del lado izquierdo frente a una fogata, que estaba apagada, pero quiso darle algo de contraste con cojines negros y rojos.
Algunas pinturas pegadas a la pared, con tonalidades negras y grises, perfectamente elegidas, alce mis cejas, estaba realmente impresionada, este pent-house era magnifico, pero lo que en verdad hizo que abriera mi boca por la impresión, fue la hermosa vista que podía ver desde aquí, en ese enorme ventanal podía ver la ciudad completa. Baje unos cuantos escalones, acercándome mas para poder apreciar la hermosa vista que el ventanal nos regalaba, solo desvié mi mirada por unos segundos al darme cuenta que también las enrome cortinas era de color rojo.
-Hermoso-susurre.
-Al parecer también a ti te gusta-murmuro justo detrás de mí.
-Tengo que felicitarte Alec, tienes un exquisito gusto por la decoración-me di media vuelta para poder quedar frente a él.
-No me des todo el crédito a mí, tuve el gusto de conocer a una prestigiosa decoradora de interiores que entendió perfectamente lo que quería-sonrió,-además alguien con el rango que tengo yo, no podría vivir de otra manera-me guiño un ojo, pero después tomo un tono serio y se acerco al ventanal,-en realidad yo ordene que quitaran esta pared para que pudiera apreciar esta vista, me encanta ver la ciudad desde aquí…desde un punto donde nadie más podría hacerlo-
Entre abrí mi boca para tomar aire y darme fuerzas, lentamente comencé a acercarme a él, y cuando estuve a punto de tocar su hombro me detuve, fruncí mi entrecejo y hice mi mano puño para regresarla a su lugar. No quería preguntarle el porqué, si seguíamos viéndonos tal vez con el tiempo tendría la confianza suficiente para decírmelo, o yo tendría el valor para preguntárselo, pero por ahora no. Y tampoco quise interrumpir su momento, se veía tan hundido en sus pensamientos, tan enfocado en la ciudad que no quise arruinarlo, así que solo retrocedí.
Las yemas de mis dedos rozaron el fino piano que se encontraba justo enfrente del ventanal, desvié la mirada hacia mis dedos y note que llamaba demasiado la atención, además de ser un muy adecuado acento en la sala. También era de color rojo, pero de un tono oscuro, y ese era el lugar perfecto para ponerlo ya que le daba un toque de romanticismo a la sala, especialmente a ese lugar. Sonreí abiertamente, rodé el piano y después me recargue en el, estaba dispuesta a formular esa pregunta que llego a mí en cuanto vi el piano.
-No me digas que sabes tocar piano-rompí el silencio, al igual que aquella tensión e incomodidad, este sería un buen tema de conversación, y como él lo había dicho, la plática seria buena para conocernos uno poco más.
-Ah, eso-volteo con las manos en los bolsillos de su pantalón de vestir,-solía hacerlo, tuve clases desde que era muy pequeño, pero desde que asumí el cargo que tengo en la empresa deje de hacerlo. Este…digamos que solo forma parte de la decoración, y para ser honestos no sé si sepa tocar el piano después de tanto tiempo sin práctica-
-¿Por qué no lo compruebas?-pregunte causando que Alec alzara una ceja,-vamos, toca algo para mí-
-Apuesto que te quedaras dormida, no creo que seas de ese tipo de chicas que escucha música clásica o algo parecido o relacionado-
Yo solo reí ante aquel comentario, tal vez sentía nervios de que pudiera equivocarse en una nota o que en verdad hubiera perdido la práctica por completo, pero si era verdad lo que decía, que había aprendido a tocar piano durante varios años, entonces no creo que lo haya olvidado por completo. Aunque acera de lo que había dicho, creo que Alec tenía razón cuando dijo en el restaurant que necesitábamos conocernos más, hasta ahora éramos unos completos desconocidos que por causas del destino se habían visto en un bar y él se había atrevido a darme su número. Si había aceptado su ofrecimiento, cosa de la que todavía no habíamos hablado, entonces necesitábamos saber un poco más sobre la otra persona, aunque tampoco deberíamos tener demasiada información…en fin, esos puntos los tocaría después con él.
-Hay tantas cosas que no conoces de mi-sonreí mientras negaba con mi cabeza,-vamos, solo inténtalo, no tienes nada que perder. Has logrado cosas mucho más grandes, comparado a un intento por volver a tocar el piano, no es absolutamente nada-
Alec entrecerró los ojos, viéndome fijamente por unos segundos, parecía estudiar mis facciones o tal vez se cuestiono si en verdad estaba hablando en serio, pero cuando mi expresión facial no cambio en absoluto, solo pudo soltar una exhalación.
-De acuerdo, lo intentare, pero solo si me aceptas una copa de vino-
Y al parecer más que una pregunta o condición, fue una afirmación por su parte, aunque no estaba dispuesta a negarme, no espero mi respuesta y camino dando grandes zancadas. Cuando paso a un lado de mi, su hombro rozo el mío, y aquel perfume tan enloquecedor llego a mis fosas nasales, inundándome de esa esencia tan única. Todo esto solo duro un par de segundos, los cuales, a Alec parecía no tomarle importancia, pero para mí…removió unos sentimientos que habían estado apagados por tanto tiempo, sentí como un fuego comenzaba a encenderse en mi vientre y poco a poco recorría mi cuerpo entero. El roce de su hombro con el mío, solo provoco que mis piernas perdieran fuerza y mezclando el olor de su perfume, un mareo se hizo presente, rápidamente me recargue del piano, de forma discreta, no quería que Alec notara lo que había causado en mi.
-Aquí tienes-se acerco a mí para entregarme una copa de vino tinto.
-Gracias-tome un sorbo tan pronto tuve la copa en mi mano,-y bien-desvié mi mirada hacia el piano.
-Recuerdo las notas de esta canción, solía tocarla mucho en mis ratos libres o en momentos en los que me sentía inspirado, por no decir que es una de mis favoritas-comento mientras tomaba asiento, se recorrí para que yo pudiera sentarme junto a él, pero yo solo negué.
-No gracias, prefiero verte desde aquí-
(Play: Claire de Lune)
Alec asintió y desvió su mirada hacia el piano nuevamente, dudo por unos segundos antes de animarse a poner las yemas de sus dedos en las teclas del piano y inhalo un par de veces antes de cerrar sus ojos. Mi corazón latió rápidamente cuando escuche la primer nota, solo podía observar como movía sus agiles dedos de un lado hacia el otro y en su cara pude notar que estaba completamente concentrado, pero al mismo tiempo disfrutaba de lo que estaba haciendo. Tome un sorbo de aquel vino el cual supo aun mejor con el piano tocando, me recargue aun mas, pero sin quitar alejar mi vista de aquel hermoso y romántico cuadro, el que la música le daba aun mas aquella ambientación de romanticismo.
¡Y vaya que en verdad sabia como tocar el piano! Cuando vi como sus dedos eran agiles pero a la misma vez precisos, me di cuenta que aquellos años de aprendizaje en verdad valieron la pena, estaba completamente atrapada en ese momento, y Alec parecía estarlo aun mas, podía ver la pasión con la que tocaba el piano, y poco a poco comenzó a envolverme. Me sentía relajada, en ese momento no existía otra cosa más que Alec, el piano y yo, justo cuando tome el último trago de la copa Alec termino con la última nota, pero no alejo sus dedos de las teclas, los dejo ahí por unos segundos. Me quede atenta para ver el siguiente movimiento que haría, pero parecía que se había quedado paralizado, trague saliva y dude en tocar su hombro o dejarlo, aunque finalmente decidí tomar la opción B y dejar que el mismo reaccionara.
(Play: Bad Intentions de Digital Daggers)
-¿Qué te pareció?-pregunto después de unos instantes de completo silencio, se levanto y abotono su saco una vez más.
-Me encanto-susurre sin tener alguna otra palabra para describir lo que habían escuchado mis oídos,-tocas muy bien el piano-finalice con una sonrisa.
-Renesmee-se acerco a mí con cierta sensualidad en su caminar y hablar, llego hasta mi oído, estaba tan cerca que pude sentir como sus labios rosaban mi oído,-no es lo único que se tocar bien-
-¿Ah no?-tartamudeé.
Alec se alejo unos centímetros y negó con su cabeza.
-No, y eso también te lo puedo demostrar-
Mi corazón comenzó a latir rápidamente cuando sentí sus dedos tomar mi copa, apenas rozando mi piel, la dejo en el piano y después comenzó a rodearme hasta quedar detrás de mí, salte ligeramente cuando sentí como alejaba mis cabello y lo ponía en mi hombro derecho, dejando el izquierdo descubierto. Pero no me atreví a voltear, solo me quede ahí, con mi pecho subiendo y bajando constantemente, nada pudo quitarme aquellos nerviosismos, ni siquiera el hecho de que estaba frente a esa hermosa vista. Lleve mi mirada hacia el lado izquierdo, para así poder ver mi hombro semi-desnudo, y la mano de Alec apareció de la nada, acariciando mi cuello suavemente y después bajándolo hasta desaparecer debajo de mi blusa, acariciando mi hombro.
Hice mis manos puño cuando sus labios se estamparon en mi cuello, rozando su lengua primero y después dándome cortos besos, subió y bajo hasta llegar a la parte trasera de mi oído. No sabía qué hacer, ese fuego en mí comenzaba a encenderse pero la razón me decía que me alejara, que aun no era tiempo de pasar esa experiencia con Alec. Lleve mi cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados, cuando sentí sus manos en mi cadera, aunque podía sentir que también quería hacerme suya de una buena vez, se estaba tomando el tiempo para tocar mi cuerpo, para brindarme caricias, en verdad que sabia como manejar a una mujer. No dejo de besar mi cuello cuando me acerco más hacia él, me di media vuelta y rodé su cuello con ambas manos, Alec no alejo las suyas de mi cadera, quedamos a solo centímetros de nuestros labios, pero ambos nos veíamos fijamente, yo no sabía si debíamos seguir o esperar un poco más, y estoy segura que Alec podía notar mi temor.
-Esto será sin compromisos, sin ataduras-susurre,-solo será una aventura que no se cuanto tiempo durara-
-De acuerdo-respondió.
Comenzó a acercarse hacia mí, pero después de esa corta conversación, habían regresado todos mis sentidos así que me aleje dando unos cuantos pasos hacia atrás.
-Eres muy bueno para envolver a una chica pero yo…debo irme, tengo tu numero-dije casi sin respiración y con una mano en la parte trasera de mi cuello,-te llamare por si quiero que nos veamos-
-Me parece bien, ya sabes cómo llegar-asentí,-esperare tu llamada-
Asentí rápidamente evadiendo su mirada, tome mi bolsa, la que se encontraba en un sofá y salí a paso apresurado del departamento, estuve a punto de perder el control.
Renesmee logro zafarse con grandes esfuerzos de las garras de Alec, ¿pero podrá lograrlo por segunda ocasión?
Espero que les haya gustado este capi hermosas, y si es asi ya saben que un review me anima demasiado, hace que mi dia mejor bastante, además de ser mi mejor paga y de que me encanta saber su punto de vista o opiniones acerca de el capi o la historia en general.
Espero ser puntual y actualizar el viernes o el sábado a mas tardar hermosas, asi que prepárense para el siguiente capitulo!
Antes de que me vaya quiero responder una pregunta que mi querida lectora Martina me hizo en el capitulo pasado…hermosa, estoy estudiando comunicaciones en la universidad, aunque espero no cambiar de carrera después.
Cuídense mucho lindas! Besos! Ya ya saben que las quiero mucho mucho.
