Volví!
Nuevo capitulo!
espero les guste! no se vayan sin dejarme un comentario ;)
El sabor del vino era agridulce, su frescura perfecta para aquella tarde, vio su reloj por segunda vez, aún tenía tiempo para seguir escribiendo, es que en realidad estaba tan inmerso en esos párrafos, en aquel contenido recreado y de esos largos diálogos que odiaba tener claro que acabaría pronto, aun así, la vehemencia y excitación por los detalles lo hacían sonreír por inercia, con clara señal de satisfacción y morbo.
—Disculpe Joven Ouji, tiene visita—termino de pronunciar con cierto salto de asombro la ama de llaves al ver como aquel visitante ingresaba sin permiso a su oficina.
—Déjanos solos Tennis— respondió Vegeta entre risas, cerrando la laptop y mirándolo con la ceja alzada —¿Que se supone que haces? —
—¿Es una broma?¡Esto acaso es una maldita broma Vegeta! — vocifero con enojo Yamcha al tirar ciertos papeles sobre su escritorio.
Vegeta miro los papeles de reojo y con desparpajo movió su cabeza con afirmación.
—¡Que pretendes! ¿Por qué no me dijiste nada? ¿Cuándo piensas irte? — Lo interrogo moviéndose de un lado al otro mientras sus manos se mantenían en sus bolsillos y su rostro mostraba conmoción.
—Pronto— respondió secamente mientras se levantaba y se colocaba su saco
—¿Vas a pedirle el divorcio? ¿A eso vas? ¿O a qué demonios vas? —volvió a preguntar con notorio interés, su mirada era seria sin un ápice de titubeo y con cierto margen de preocupación.
—¡Déjame en paz! — respondió con fastidio —¡No sé desde cuando te contrate de niñera! — agrego con irritación.
Yamcha lo observo fijamente, ¿realmente se estaba comportando tan hostil y desinteresado? Pensó —Si no vas por un tema legal, ¿a qué vas? —
—Ese, no es tu problema— respondió cogiendo su portafolio y dispuesto a dejarlo solo, pero preso de la insistencia lo sujeto del brazo haciendo que este fijes sus ojos negros en el con impaciencia.
—Sabes muy bien, que esos fantasmas te persiguen, me pregunto ¿por qué exponerse si sabes bien que aún no estás listo para darles frente? A no ser, que vayas a terminar con todo ¡De una vez! —
—¿De que hablas? Yo tengo temas pendientes, necesito resolverlos— musito Vegeta mirándolo fijamente
—La misma excusa, esta vez no quiero ser yo, el que tenga que ir a sacarte nuevamente de aquel hoyo mental al que quieres meterte y perdamos más tiempo, lo hemos estado manejando con mucha discreción, pero te estas exponiendo y todo ¡por esa perra! —
Vegeta simplemente exhibió una sonrisa cínica —No te quiero entrometido en esto, ¡esta vez haré las cosas a mi manera! —
Los ojos de Yamcha se abrieron con real desconcierto al interpretar claramente sus palabras.
—¿Qué te pasa? —pregunto sin dejar de masticar aquel chicle
—¿Ah? —reacciono lentamente mientras giraba a verla con cierta sorpresa como si sus palabras fueran ecos lejanos
—¡Bulma Brief! ¿qué tienes? — volvió a pronunciar mirándola esta vez de reojo con una sonrisa torcida.
Bulma reacciono con cierto salto, le dio una sonrisa forzada tratando de mostrar normalidad, pero era evidente que su mente se encontraba lejos de aquel lugar.
—Has estado así toda la clase, si sigues así ni creas que seré yo la que te ponga al día—menciono Lunch con molestia al no entender en donde estaban sus pensamientos, y saber claramente que no sería participe de ellos.
Bulma ladeo los ojos con poco interés, en realidad sus pensamientos se veían ocupados por otras circunstancias y aunque miraba el proyector, sus ideas venían como ráfagas de conclusiones que incluso le erizaban la piel, su mirada se mantenía despierta directamente a aquel video explicativo de como los procesos químicos se ejecutaban, sin embargo ella solo tenía en la mente las preguntas sin respuestas, ¿qué demonios había pasado? ¡Diablos! era difícil entender todo eso, sobre todo ahora que empezaba a ocupar sus pensamientos de esa forma, sin embargo, comprenderse a sí misma y aceptar esas nuevas emociones la aturdían, ya que repentinamente aun la avasallaban otros recuerdos, era como una pelea mental, ambas le ocasionaban interés, gusto… Fue ahí donde tuvo que cerrar fuertemente sus ojos al cruzarse por la mente la excitante piel de su hermano desnudo delante de ella.
—¿Estas bien? ¿Buma? El profesor te esta observando— murmuro su compañera con una risilla burlesca, ella levanto más el mentón para prestar atención a la explicación, pero sin tanto éxito.
—Iré al baño— dijo con resignación al entender que su nulo interés por la clase estaba presente, Lunch solo atino a dedicarle una mirada sigilosa al notar su extraño comportamiento.
Sus pasos eran lentos, sus ojos miraban hacia su alrededor con pereza, un suspiro la delato, detuvo sus pasos y se quedó detenida, que es lo que le estaba pasando, porque esa pena repentina, acaso estaba así por lo de la mañana, ¿acaso la indiferencia de Vegeta le afecto?, ingreso con cierto desgano al baño de damas, se acercó al espejo y vio su rostro unos instantes, su mente estaba lejos de todo, sus pensamientos la confundían, ya que según ella eso no podía ser cierto, ella no sentía nada por él, solo era la excusa para mantener su mente lejos de su fatídico romance, ella no podía sentir nada por él, nada, conociendo muy bien los indiferentes sentimientos y desapego que el sentía hacia las personas, hacia el romance, y sobre todo sabiendo muy bien las circunstancias reales de su acercamiento, sobre todo sabiéndolo desde la propia perspectiva de él…
FLASHBACK
—Me gustas—
Las mejillas sonrojadas de la peliazul delataban el gusto por sus palabras, pero su comportamiento mostraba cierto margen de discreción, ya que teniendo a la vista esos ojos negros penetrantes y como siempre impredecibles, no quería exponerse, así que mostro cautela y liviandad ante ello —Gracias— respondió con una voz quebradiza, teniendo que aclararla para la nitidez de la misma.
Aquel se mantuvo observándola por un largo tiempo, ambos se encontraban sobre la alfombra de aquel piso, semi desnudos, viéndose el uno al otro y sin saber en realidad que más decir, era evidente, ninguno de los dos quería decir más, por alguna razón tenían puesta una coraza de protección y esa sensación de desapego los tranquilizaba, aunque muy en el fondo tal vez, no los satisfacía, ella le sonrió y se incorporó para ir al baño, debía alistarse para salir de ahí, él la observo y antes de que se alejara más ironizo —Sé que tienes un idiota al que probablemente nunca olvides y yo tengo alguien a quien probablemente vea pronto, ¿sabes qué significa eso? — le pregunto mientras una sensación extraña lo invadía al esperar su respuesta y mientras ella se recogía sutilmente sus cabellos antes de responder, no pudo evitar recorrerla nuevamente con los ojos y sonreír ligeramente al ver su desaliñado estado.
—Lo sé y no importa, al fin de cuentas ambos sabemos que esto acabara pronto— Esa milésima de segundos que tardo Vegeta en asimilar su respuesta y observar casi sin gesticular la sonrisa natural y fresca de aquella mujer que aún se encontraba delante de él, lo hizo sentir desencajado —¿Me llevas a casa verdad? — grito desde el baño
Reacciono y sus ojos negros no dejaban de seguirla y verla ingresar al baño, cerrando la puerta, pero por alguna extraña e inexplicable razón, muy extraña para él, trago saliva, antes de dar su pronta respuesta —Me da gusto que lo tengas claro—
Sus palabras fueron escuchadas desde atrás de la puerta por aquella chica de ojos azules, quien miro hacia un punto perdido de aquel espacio, con cierta desilusión.
FIN DEL FLASHBACK
La respiración profunda la hizo volver en sí, esta vez con más razón al apaciguar sus pensamientos, pero cuando estaba a punto de salir, un grupo de chicas ingreso intempestivamente al baño dando de gritos mientras se tapaban la boca con la mano producto de su algarabía.
—¡Es guapísimo! ¡No puedo creerlo, me dio su autógrafo! —dijo una
—¡Ouji es el mejor! Aunque súper distante y serio, no puedo dejar de sentir emoción — dijo otra
—¿Pero saben qué hacía con ella? — hablo la tercera
—Ni idea, ella se le acerco cuando la conferencia había terminado ¡fue súper rápida la perra!—
—Lo malo es que ya no nos permitieron acercarnos ¡es una pena! —
Bulma las escuchaba y se intrigo por sus comentarios, de pronto su pecho se agito sorpresivamente al oírlas mencionar su nombre ¡pero qué demonios le pasaba! Se recrimino al sentir que ella no podía actuar como una fan desubicada, ella era Bulma Brief y él era su… otra vez sus estúpidos y confusos pensamientos, sin decir nada salió de ahí rumbo al pasillo, miro hacia los alrededores y camino unos pasillos más cuando vio una muchedumbre de mujeres que murmuraban entre risas, se dirigió por ahí con cautela, y al estar frente a la sala de conferencia, tras la puerta oyó dos voces y una de esas le sonó familiar, tan familiar que sin duda y por impulso abrió la puerta sin tocar, dando a sus espectadores gran sorpresa, aquél la miro fijamente al ver esos ojos azules, ojos que lo veían con sorpresa, agrandados y casi desorbitados por los nervios.
—Disculpen, no sabía que estaba ocupada esta sala— pronunció al mirar a los presentes y ver que la veían atentamente.
—Lo está— respondió Vegeta mientras colocaba las manos en los bolsillos de su pantalón.
—Perdón, espero no haberlos incomodado— dijo Bulma con real vergüenza al estar delante de las autoridades más estrictas de la universidad, dos de ellos decanos importantes y políticos del país.
—No tranquila, ya estábamos terminando, ¿vas a necesitar la sala? — pregunto uno de ellos tratando de ser cortes.
—No, solo pase por aquí de casualidad, no los interrumpo más— respondió mirándolos nuevamente, predispuesta a cerrar la puerta cuanto antes.
—¡Espera! — Vegeta alzo la voz de repente causando sorpresa en la otra joven, quien guardo silencio por discreción —Espérame, ya termino— diciendo miro nuevamente a sus interlocutores y con cierta liviandad continuo su conversación sin incomodidad, Bulma observaba a Vegeta manejar la situación, hablar entre sonrisas con esos seis hombres de tamaño, porte y con clara autoridad ante la gente, hombres importantes como él, sin querer se quedó detenida observándolo a cierta distancia, suficiente como para no escuchar más que susurros de aquella conversación, pero sin perder de vista sus ademanes, su pose llena de seguridad y sobre todo, ver a aquellos escucharlo con tal interés, como si él a pesar de ser más joven tenga mucho más que ofrecer, o decir. Sus pies se quedaron estáticos, sus manos se enlazaban en su espalda, mientras que trataba de ver disimulada aquel apretón de manos y sonrisa sarcástica de aquel que ya sabía reconocerla.
—Ven—
— ¿Ven? — Bulma repitió sin entender achinando los ojos
Vegeta la miro arqueando una ceja y con un ademan la ínsito a que se acercara, ella seguía sin comprender, pero no le quedó otra que acercarse.
—Les voy a presentar a Bulma, hija de los Brief, soy muy amigo de la familia—
La sorpresa la invadió, sonrió con cortesía mientras daba un ademan de cortesía con la cabeza y saludaba uno a uno de esos importantes personajes, de pronto, luego de tan solo unos minutos, dejaron de ser aquellos estrictos o intimidantes sujetos de la sociedad, eran agradables y mencionaban temas en común, temas, que Bulma sin querer tomo conversación, respondiendo con inteligencia algún comentario sobre los proyectos de su compañía, Vegeta sonreía ligeramente por sus atinadas respuestas, generando la atención de sus interlocutores, que al notarlo atento, no evitaron una mirada entre ellos.
—¡Te espero a fuera!— Interrumpió Bulma al sentir vibrar su teléfono aunque luego de eso, se quedo callada esperando su respuesta con cierto nerviosismo, ya que se sintió evidenciada, al ver su mirada o simplemente su excesiva confianza con él, con Vegeta… hasta ella misma se sintio extraña — Diré, tengo que contestar una llamada, no los interrumpo más—
Vegeta la miro atentamente lo cual complico su situación, trago saliva al tener que aceptar que los murmullos del pasillo de que era el hombre más hermoso sobre la tierra eran ciertos, aunque jamás se declararía una fan destacada, jamás, así que sin respuesta por parte de él, quien solo la quedo mirando sin pronunciar palabra delante de los otros, tuvo que disculparse y salir de ahí.
Sus latidos eran fuertes, arrullando su pecho y sintiéndolo cada vez más estrecho, y todo porque esta vez lo había visto en otra faceta, súper educado, elegante, intelectual… cuantas personalidades más iba a encontrar en ese sujeto, como es que podía ser tan diferente miles de veces, en la mañana fue un cretino y ahora era un caballero, sin atormentarse más contesto el teléfono.
—¿Hola? —
—¡Bulma! Querida no vayas a demorar, termina tu clase y ven, estoy preparando una cena especial—
—Mamá? Pero, yo—
—Te espero, ¡nos vemos! —
—¿Aló? ¿Aló? —suspiró resignada, su madre no tenía remedio, siempre tan irremediablemente ocasional, así que volvió a suspirar, pero esta vez sintiendo ciertas emociones distintas, guardo su teléfono y cuando giro para salir de aquel pasillo, él estaba ahí, apoyado contra la pared, con los brazos cruzados, mirando hacia el piso, ella se quedó petrificada, la sensación de vacío gobernó su estómago, lo tenía ahí, a unos pasos de ella, sin embargo algo le decía que lo tenía más lejos que nunca, y por alguna razón sintió temor acercarse.
—¿Me esperabas? —Rompió el hielo con una sonrisa forzada tratando de mostrarse segura.
Vegeta seguía viendo hacia el suelo con cierta mirada perdida, pensativa y seria, Bulma no sabia que decir, se quedo detenida, su silencio le causo repelo, ahora era un hombre distinto, intimidante, distante, unos segundos más dieron fin a aquella situación, Vegeta la miro fijamente pero con clara señal de cero juegos y sin esperarse algo semejante la peliazul sintió un fuerte jalón de su brazo que la llevaba a la estreches de sus cuerpos, sus ojos azules se agrandaron, mientras su quijada se abría con asombro.
—Salgamos de aquí—
Con aquellas típicas palabras que siempre lo acompañaban, nuevamente se encontraba sujetada de su mano y expuesta a la rapidez de sus pasos, no dijo nada, no refuto por la sensación cálida de su tacto, por primera vez la hacía sentirse, llena y por inercia, pronunció una sonrisa con expectativa.
—¿Que sucede? — Fue lo primero que le vino a su mente con cierta agitación.
Vegeta se apoyó sobre el capot de su auto mientras se colocaba aquellos lentes oscuros de sol, tan oscuros que hacían imposible reflejar la vida de sus ojos o la muerte tal vez.—¿Con quién hablabas? —preguntó —¿Quién te llamo por teléfono? —
Bulma pestaño varias veces al escucharlo y sin analizar más, sus pensamientos egocéntricos le ganaron ¿acaso estaba celoso? ¿Acaso la quería controlar? Sin darse cuenta sus manos ya se encontraban en sus caderas con cierto brillo de victoria en sus ojos y arrogancia —¿Por qué? —
—Responde— hablo tajantemente
La peliazul arqueo una ceja y antes de responder volvió a sentir la satisfacción de sentirse así, de que él se lo demuestre y queriendo provocarlo sonrió cínicamente. —Ya sabes—
—¿Ya sé? ¿Te refieres al idiota? —pregunto con real recelo, con eso que llamaban celos y que de pronto y de la nada estaba experimentando, aquellos que lo hicieron verla sin pronunciar palabra cuando ella le dio la gana de salir corriendo a contestar el maldito teléfono, aquellos que lo hicieron perder la concentración de aquella conversación y tener que salir de ahí aludiendo de que no había más que hablar y todo, solo para confirmar que salió corriendo para hablar con el idiota, que era su propio hermano y para su maldita suerte, su amigo, después de todo era su amigo y eso no lo podía negar.
Bulma sonreía con cierta desfachatez al ignorar por completo sus pensamientos y con el afán de causarle celos y sentir esa algarabía de saber que alguien como él podía demostrárselos, no media la expresión de sus gestos, ocultando la verdad de esa llamada, sin siquiera imaginarse la verdadera expresión de aquellos ojos que muy astutamente se ocultaban en la oscuridad de esas gafas.
—¿Quien más podría ponerme así?— Insistió
Vegeta se quedó en silencio, observando su descarada sonrisa, su desfachatada expresión y para su propio desconcierto, más allá de parecerle una mujer vulgar, debía reconocer que su agresividad al ser frontal y descaro sin preámbulos, le atraía, definitivamente la prefería así desinhibida pero directa, aunque eso claramente lo desligaba de la carga mental que lo había atormentado las últimas semanas y lo ponía en una posición diferente, ya que, sin querer admitir que odiaba confirmarlo, ahora si tenía el panorama claro.
—Bien, espero que el insecto se porte mejor esta vez— habló acercándose a la puerta de su auto, causando confusión en la peliazul y sorpresa.
—Espera, te vas? —pregunto desencajada por su reacción tan indiferente, algo que realmente le cambio la cara.
—Si, debo terminar los últimos avances de mi novela—
Bulma sonrió sorprendida al escuchar eso y al ver como tiraba su portafolio en la parte delantera del copiloto con pereza. —¿En serio? Pensé que aun te faltaba mucho por terminar—
Vegeta la miro nuevamente con fastidio, aunque claro, estaba oculto bajo esas gafas y disfrazado con esa sonrisa sarcástica y torcida —Ya falta poco—pronuncio secamente.
—Espera ¿qué haces? ¿De verdad ya te vas? — musitó Bulma sin entender
—Que ves? —pregunto indiferente subiendo a su auto
—Pero, ¿por qué? ¿Por qué así?— recalco ella en tono de protesta, esta vez se había ido al diablo la sensación atrayente del éxtasis de sus celos, ahora solo estaba el desconcierto.
—¿Ya terminaron tus clases? —
Bulma asintió con la cabeza rápidamente, era mentira, aun tenia cursos pero la situación que la lleno en esos momentos la hicieron simplemente querer darle la opción de poder estar con ella y aclarar puntos.
—Llévame Vegeta, seguramente aun tienes tiempo para terminar tu historia otro día— pronunció con seriedad, mostrando la necesidad de un si, algo que él noto y queriendo decirle que no y mandarla al diablo con su fina indiferencia, no pudo, no pudo, siendo él no pudo, solo subió a su auto arqueando una ceja, esperando a que ella misma se abra la puerta, sonriendo ligeramente al notar su fastidio por obligarla a hacer eso y mostrarse poco descortés, en si disfrutaba verla así.
—¿Contento? ¡Gracias por ser tan descortés con una dama Vegeta! — dijo con el ceño fruncido mientras se colocaba el cinturón de seguridad.
El simplemente sonrió —¡Hmp! No seas dramática—
Bulma se quedó en silencio mientras el salían de la universidad, no sabía a donde se dirigían ni que tenía en mente él, pero en pleno silencio se sentía ansiosa por sus pensamientos, de cierta forma quería negarse así misma sus sentimientos, pero era inevitable reconocerlos cuando lo tenía en frente, pero que complicado entenderlo, aun así, ella sentía que podía ser reciproco, en ese momento estaba segura que el sentía lo mismo, aunque se mantenía callado, debía reconocer que sus acciones le decían muchas cosas, era evidente para ella aunque él no lo diga, era reciproco y punto, una sensación de seguridad la lleno, la emociono y segura de romper aquel muro de contención entre sus sentimientos, estaba dispuesta a decírselo, estaba dispuesta a ser sincera.
—Quiero decirte algo— pronuncio mirando hacia sus piernas con una disimulada sonrisa por la agitación de sus emociones.
Sus palabras llegaron a sus oídos, pero con la clara interpretación de un supuesto final a todo, acaso la reconciliación con su idiota la ponía en la situación de querer aclarar las cosas entre ellos y dejarlas como si nada hubiera pasado. Ja! Acaso pensaba ella que a él le afectaría tal hecho, incrédula, se dijo así mismo, él estaba preparado para eso, era parte de él y debía saber que no le interesaba, pero sus impulsos lo traicionaron sus propio yo vio la necesidad de proteger su ego y hablo sin dejarla empezar —Antes de que digas algo, debes saber que iré a verla—
Bulma giro su rostro con interés, guardando silencio.
—Necesito verla, no quiero esperar más y para serte sincero, no sé qué pase después—
La mirada de ella se tenso a la vez que su ceño se formaba —¿Qué? ¿Acaso vas a divorciarte, es eso? —
—No, no es para eso— hablo deteniendo el vehiculo.
Ambos se vieron, serios, callados a la vez, el brillo en los ojos de ella se fue como un efímero canto de felicidad y en él, ni la sonrisa forzada se pronunciaba, los pensamientos de la peliazul la bombardearon y una sensación diferente la agobio, dejo de verlo y miro hacia el espejo tratando de disimular indiferencia, aunque le dio rabia aquel comentario, era de interpretarse que claramente fue una estúpida al ilusionarse, una imbécil al equivocarse, y permitirse caer en eso nuevamente.
Vegeta miro su timón y se sintió confundido, podía jurar que a aquella peliazul le había afectado su comentario, que a aquella engreída no le había gustado nada saberlo y que el brillo de sus ojos había desaparecido, pero se preguntaba ¿por qué? Acaso le molestaba perder su anzuelo para causarle celos al insecto ese.
—Llévame a mi casa— hablo Bulma con naturalidad, aclarando el tono de su voz, mostrando una sonrisa mientras se mirada en el espejo y arreglaba el cabello.
Vegeta empezó a manejar, no dijo nada más.
—¿Vas a entrar? — le pregunto Bulma al llegar a la entrada de la residencia
—No creo— respondió él con soltura
—Bien— respondió ella con frescura y como si nada hubiera pasado mostrándole una sonrisa de despedida, él le respondió de la misma forma, mostrando una mueca sin dramas. Ambos siendo totalmente falsos a sus reales pensamientos.
—¡Oh querido es Vegeta! Yuhuuuu, Bulma! ¡Dile que pase! —
Bulma y Vegeta observaron en la entrada a los Sres. Brief, parecían llegar de algún lugar, la madre de Bulma lo saludaba afanosamente con la mano, indicándole que ingrese, un suspiro de resignación abordo a Ouji quien devolviéndole el saludo con una sonrisa claramente forzada ingreso al parqueo.
Apenas salieron del vehículo, escucharon unos minutos la desbordada muestra de emoción de la matriarca, quien lo invitada a cenar con ellos, algo que en definitiva estaba en sus planes declinar y así lo hizo.
—Bueno, espero que en otra oportunidad no me rechaces— comento con cariño la sra. Brief antes de ingresar a la casa y despedirse de el.
—Ten por seguro que no— respondió muy a su estilo, mientras la mirada de Bulma no se apartaba de la situación sobre todo sabiendo que en los próximos minutos no lo vería más. Sus padres ingresaron a la casa, ahora solo estaban él y ella otra vez, estaban a unos pasos de la puerta de entrada, así como aquella vez, en la que sintió sus besos con aquella calidez a pesar de las circunstancias.
—Bueno, debo irme ya— pronuncio Vegeta saliendo de ese silencio incómodo para los dos.
—Bésame—dijo como un susurro pero firme lleno de decisión.
La mirada del escritor se agudizo al escuchar eso —¿qué? —
—Lo que escuchaste, bésame— le repitió Bulma acercándose a él sin ningún reparo, sin importarle el lugar, sin importarle ser vistos.
—¿Acá? — pregunto con suspicacia —¿Por qué? ¿Acaso quieres que alguien te vea? —pregunto con desconfianza de sus verdaderos propósitos.
Bulma sintió rabia, por qué ahora ya no quería besarla, por qué esas preguntas, por qué un día le mostraba su verdadero ser y al instante se lo arrebataba, presa del enojo por su actitud, camino hacia él y sin preámbulos lo sostuvo de la nuca y lo jalo hacia ella permitiéndose unir sus labios, Vegeta se quedó con los ojos abiertos, sorprendido mientras la dejaba embestir su boca y besarlo con pasión y evidente deseo, no paso mucho para corresponderle de la misma manera, se vio así mismo, besándola, besándola con desesperación, acercándola más y apretando sus brazos a su espalda, sintiéndola por completo conectada a él, sintiendo sus manos en su cuello y la desesperación por darle más, porque lo sienta hasta que sea agobiante, hasta que poco a poco fue más lento, menos cálido hasta que se distanciaron, mirándose sin máscaras, Bulma lo vio con sentimiento y él sin gafas evidenciando su desconcierto.
—¿Bulma? —
Aquella voz hizo volver a la realidad, esa inconfundible voz, esa presencia que de por si les hacia daño, los confundía, los alejaba y los hacia dudar de todo. La peliazul no tardo en girar a verlo y saludarlo, total al fin de cuenta no podía evitarlo, era su hermano.
—Kakarotto— pronuncio Vegeta alejándose mas de ella.
—Vegeta, no espera verte ¿te quedas a comer? — pregunto Goku mirándolos y notando la situación tensa, era demasiado predecible en sus rostros.
Bulma lo volvió a mirar con cierta expectativa, fijamente deseosa de un si, pero la indiferente expresión se hizo presente de nuevo.
—No, debo irme— Sus palabras fueron parte de eso, de ese final y clara decisión para la peliazul.
—Está bien, ¿Bulma vienes? — le pregunto Goku mientras le estiraba su mano para que suba las gradas.
Bulma miro por última vez a aquel escritor, pero en esta ocasión formando una sonrisa de clara despedida, él también la observo aunque sin emitir alguna expresión, así que ella giro a ver a su hermano y asintió con la cabeza dispuesta a tomarlo de la mano, pero al ver eso, la reacción por impulso de él fue jalarla del brazo impidiendo que se acerque, que lo toque, Ella reacciono sorprendida, mirándolo confundida y deseosa de saber mas, con cierta sonrisa de sorpresa y confusión, pero Vegeta se quedó detenido y simplemente la soltó y sin decirles nada, se alejó con un sonrisa fría.
Continuara…
Que te parecio?
Parece que a esos dos, se les salio de las manos, dime que te parecio este capitulo :)
nos vemos
Amapol
