Hola!
He vueltó, se que dije que lo haría el lunes, pero este capitulo me costó mucho trabajo, al final quede conformé con lo que logré.
Gracias a todas las personitas que siguen leyéndome a pesar de tardar tanto entre actualizaciones.
Llevaba varios días investigando en las distintas bibliotecas de Tokio, tenía que haber algo que lo dejara regresar. No se daría por vencido.
Había regresado a la escuela para sorpresa de todos se había vuelto aún más distante y extraño, una vez que sus clases terminaron el resto del día se la pasaba en las bibliotecas buscando información.
- Imbécil, ¿sabes que hora es? -reclamó el hanyō entrando en la enorme biblioteca.
- No me importa, lárgate.
- No seas egoísta padre está preocupado porque nadie le dice nada, ni tu madre y mucho menos tu. -reclamó el medio demonio.
- Me temo que si no guarda silencio tendemos que sacarlo de la biblioteca. -informó uno de los guardias.
A pesar de todo lo que acababa de ocurrir Sesshomaru seguía sumergido en los libros, suspirando se aproximó a la mesa para tomar asiento.
- ¿Qué es lo que busca? Si somos dos es más rápido.
Sesshomaru levantó la mirada del libro para mirar a su medio hermano por un instante meditando sobre decirle lo que estaba buscando.
- Me tienes que prometer que nada de esto lo sabrá mi padre. - El menor asintió— Bien, estos días estuve en el pasado, donde hay guerras y yo estaba ayudando al abuelo ya la Shikon Miko en una muy importante, más sin embargo no he logrado encontrar nada que hable sobre portales en el tiempo, el que me llevó al pasado ya no funciona y necesito regresar, me necesitan ahí.
Inuyasha escuchaba atentamente lo que le estaban confiando raramente su hermano le confiaba las cosas y no lo decepcionara.
- Para empezar estas buscando en el lugar equivocado, padre tiene en su biblioteca todo sobre portales y viajes en el tiempo dice que su padre era una persona muy inteligente y siempre le llamó la atención ese tema en particular así que en casa tienen todo lo que buscas.
No esperó nada para ponerse de píe y caminar a la entrada del enorme edificio.
— ¿No piensas venir? -le preguntó sin mirarlo.
Inuyasha abrió sus ojos con evidente sorpresa solo pudo asentir para después ponerse de pie y seguirle el ritmo a su hermano.
Cuando llegaron a casa, su padre aun no regresaba del trabajo así que pudieron buscar sin necesidad de dar explicaciones, buscaron hasta muy entrada la noche.
— Mira, escucha esto: El portal más poderoso es el viejo pozo, siempre desaparecen las cosas sin razón. Lo estoy estudiando.
— ¿No dice quien lo escribió? -preguntó con interés.
— No se alcanza a distinguir, pero parece que dice Kimi.
— Solo conozco una Kimi y esa es mi madre. -respondió con simpleza el mayor.
— ¿No te dio respuestas?
— No las que yo quería, me dijo que yo tenía que encontrar el camino de regreso yo solo.
— Que egoísta, nunca he entendido a tu madre. -respondió con enojo.
Sesshomaru solo le dio un pequeño asentimiento en señal de acuerdo con su comentario.
Siguieron buscando por al menos dos horas más hasta que Inuyasha encontró otra pista.
— Estaba en lo correcto con respecto al pozo, es el portal correcto, lo he logrado Kag, ojalá lo hubiera hecho antes…
Con prisa salieron a la vieja caseta del pozo que estaba cercas a la caseta de la tumba de la sacerdotisa.
— Tu te quedas aquí. -demandó a su medio hermano.
— Y dejarte a ti toda la diversión, claro que no.
— Deberás comportarte, ¿traes a Tessaiga? -preguntó
— Khe, claro, ella siempre viene conmigo a todos lados.
Ante las palabras dichas por su hermano asintió para hacerle una seña para que lo siguiera, y saltó al pozo.
Una fuerte luz los rodeo por bastante rato, Sesshomaru podía escuchar el desbocado corazón de su hermano, y estaba seguro de que el podría hacerlo mismo con el suyo. Era demasiada su emoción para contenerse.
La vería de nuevo y como se había prometido la salvaría de la muerte.
¿En que punto de la guerra llegaría? ¿y si era demasiado tarde? Estaba preparado para llegar a pelear en caso de ser necesario y estaba seguro de que su hermano también lo estaría.
Después de unos minutos de haber salido del pozo comenzaron a correr adentrándose al espeso bosque, Inuyasha seguía a Sesshomaru que era el que los estaba guiando, después de todo él era el único nuevo en esta era.
Así estuvieron por al menos todo el resto del día, llegaron a mediados de la noche a lo que parecía un enorme castillo.
— Abran las puertas. -ordenó el desde afuera a los guardias que custodiaban la gran puerta.
— ¡Sesshomaru-sama ha vuelto! -gritó uno de ellos mientras abrían la enorme puerta.
Miles de demonios los rodearon una vez que estuvieron dentro, muchos rogaban ayuda al platinado mientras que otros lloraban de felicidad al verlo.
— ¿Ya ha comenzado la guerra? -preguntó al general que lo estaba escoltando.
— Me temo que sí, su abuelo fue herido ayer, esta siendo atendido por Kagome, les alegrará saber que esta aquí de nuevo.
Inuyasha seguía muy de cercas a su medio hermano, caminaron por varios pasillos hasta llegar una enorme puerta y sin molestarse en llamar antes de entrar simplemente entro en la habitación.
Dentro solo había dos personas una de ellas era una hermosa mujer y la otra era un inuyōkai blanco.
— ¡Sesshomaru! -gritó la mujer mientras se lanzaba a sus brazos llorando.
— Me alegro de que estés aquí, la guerra se está poniendo más difícil de lo que pensamos. -informó el abuelo.
— ¿Quién es el Sesshomaru? -preguntó la azabache mirando a Inuyasha que hasta el momento no había dicho ni una palabra.
— Es Inuyasha, mi medio hermano, Inuyasha este es tu abuelo Lord Yuki.
Ahora si Inuyasha estaba impresionado ante las palabras de su hermano.
— ¡Que adorable es tu hermano! -chilló con entusiasmo.
— Me da mucho gusto conocer a mi futura decendencia, y también me alegra saber que contamos con un guerrero más. -apuntando a la espada que descansaba en la cintura del menor.
— ¿De que me he perdido estos días? -preguntó con repentina seriedad.
La alegría en la habitación se había esfumado al instante.
— Los dragones se aliaron con Onigumo, quieren mis territorios y los humanos buscan a Kagome, quieren su cabeza aseguran que es una Miko oscura. -explicó el abuelo.
— Nunca pude confiar en los dragones a diferencia de ti abuelo siempre me parecieron engañosos.
— Bueno, ahora sabemos que quieren acabar con el clan Inu y no lo van a lograr, esta guerra tiene que terminar, sé que tu podrás hacerlo Sesshomaru, te he visto eres incluso mejor guerrero que yo, naciste para esto. -elogió el abuelo.
— ¡Khe! El bastardo siempre ha sido bueno en todo. -respondió el medio demonio mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.
— ¿Sigue en pie el plan que teníamos?
Los dos asintieron.
— Bien, iré a poner al día a mi medio hermano mientras ustedes terminan aquí para unírsenos en la sala del comedor.
Una vez que estuvieron solos la sacerdotisa y el viejo demonio ella rompió el silenció que había inundado la habitación.
— Sesshomaru es un excelente líder, ¿no lo cree?
Lord Yuki soltó una sonora carcajada mientras asentía.
— Sé que algún día el será un excelente líder de su manada, por el momento está es la mía y lo estoy considerando mi beta mientras esté aquí.
S&K
Dos días después el plan tenía ligeros cambios ahora Inuyasha estaba en el plan de guerra, él tenía conocimiento de lo que venía estaba preparado para enfrentarse a Onigumo y su hermano estaba listo para acabar con los dragones.
— ¿Estás seguro de esto? -preguntó Kagome mientras se aproximaba a él.
Inmediatamente él la tomó en sus brazos y antes de contestar le robó un casto beso.
— ¿Qué fue eso? -preguntó entre risas.
— Te extrañe, no dejaré que te pase nada. -prometió para después robarle otro beso.
— Sesshomaru, cuanto esto termine… ¿tu regresaras?
Inmediatamente el cabio de los aromas que ella desprendía de felicidad fue remplazado por unos amargos indicando miedo.
— ¿Si me voy vendrías conmigo? -respondió con otra pregunta.
Ella le miró sorprendida, no espero jamás esa pregunta ¿sería lo correcto?
No estaba segura de sí saliesen con vida de esta guerra, pero si estaba segura de que no podría se podría separar de Sesshomaru tanto tiempo, había resuelto un problema que tenía con ella misma: lo que verdaderamente sentía por Sesshomaru, ahora con certeza podía decirle que lo amaba, lo quería más que a su propia vida y le habría dolido que él no pudiera regresar nunca más.
Ahora estaba más segura de que ganarían la guerra, después de todo, ahora tenían un nuevo refuerzo en sus filas y uno que prometía ser poderoso como un yokai a pesar de ser mitad demonio.
S&K
Habían pasado los días los dos hermanos estaban preparados, habían trazado una rutina desde que habían llegado los dos: todos los días por la mañana practicaban un poco con la espada y siempre eran observados por su abuelo y muchos otros soldados, ambos hermanos resultaron tener un increíble manejo con la espada.
Varios de los soldados se habían apuntado para pelear con ellos, ninguno había podido ganarle a ninguno, pero les había servido de buen entrenamiento, después de todo los demonios dragón eran más fuertes y sobre todo despiadados.
Kagome también había dejado la sala de curaciones para unirse al entrenamiento y practica con otras sacerdotisas y varios monjes, la idea era que pudieran crear la desventaja entre los malos y ellos, los poderes sagrados podrían frenar a los dragones y con esto les darían la mejor oportunidad a los aliados de ganar y terminar con los Ryūkotusei para siempre.
Todos parecían acoplarse bien al momento de entrenar, pero nadie podía alcanzar el nivel de acoplamiento que tenían Sesshomaru y Kagome, ambos parecían fusionarse en uno solo, era impresionante como coordinaban sus ataques y como sabían a donde apuntaba el otro, aunque estuvieran de espaldas. Inuyasha era el que parecía aun más sorprendido porque en todos sus años jamás había visto a su hermano tan genuinamente feliz e inmediatamente ató cabos y supo que ella sería de la familia próximamente.
Las próximas semanas fueron igual de tranquilas y cada una dejando un mal sabor de boca en el líder de occidente, el enemigo no se había detenido ni un día con sus ataques, ¿Por qué hacerlo ahora? ¿Sabrá que Sesshomaru regreso y le tiene miedo?
Sin embargo, a pesar de los acontecimientos Sesshomaru no bajó la guardia todos los días hacía rondines con al menos tres demonios, un caza demonios y un monje o sacerdotisa, todo por si resultaban atacados.
La tranquilidad en tiempos de guerra promete cosas malas.
¿Que les pareció?
¿Les va gustando?
Ahora ya está inuyasha también con ellos.
Déjenme saber si les gusta el capitulo con un comentario.
Los quiere RT
