Si me costó un poco hacer esto, pero... si llore, es porque le metí demasiado corazón, aquí termina una relación que tenía futuro... pero no se preocupen, viene algo mejor ;)
Recuperarse de las atrocidades de Lila le había costado más de lo esperado, había tenido una lenta recuperación y un extenso tratamiento natural para evitar sospechas, por lo que permaneció buen tiempo trabajando en la panadería sin querer ir a algún lugar o evento.
Y ese día, tal como los otros, se negó a querer salir de casa, resguardándose en las cuatro paredes de su habitación con un nuevo lienzo a la espera de ser usado; pero su mente quedó ahí, había esperado con ansias la llegada de ese momento, sobre todo porque sería la primera vez que dibujara una secuencia de tres cuadros, pero nada salió de su mente.
-Tal vez si necesito salir, mi mente ha estado en blanco los últimos días- Murmuró, acariciando la cabeza de Yue a un lado de su pierna - ¿Tu qué opinas amigo?
El gato se limitó a maullar, subiéndose a la pierna de la chica apoyado en sus patas delanteras y acurrucándose en su regazo; vaya manera de solucionar las cosas, pero sin Yue, simplemente no sería igual, lo amaba desde el primer momento en que lo tuvo entre sus manos y lo amaría toda su vida.
Al cabo de unas horas, resignada y sin nada que pensar, prefirió salir de su habitación junto con su gato, permitiéndole echarse con ella en el sofá mientras jugaba videojuegos, aunque fue poco lo que su gusto duró, ya que Marinette había llegado con Luka.
-Mama me dijo que estabas pintando en tu habitación…
-No logre nada, así que me rendí- Respondió ella encogiéndose de hombros y mirando a la pareja, obvio, sin dejar de picarle a los botones - ¿Y ustedes? Creí que irían con el resto de los chicos
-Íbamos a hacerlo, pero Juleka fue invitada por Rose a algo que no quisieron decirnos y Milene e Iván olvidaron que hoy era un aniversario más de su noviazgo- Respondió Luka, sentándose en el sofá y acariciando a Yue -Oliver y Colette no se reportaron, así que decidimos venir a ver películas aquí
- ¡Maravilloso! - Expresó, aunque la verdad, no supieron si lo dijo por lo que ellos iban a hacer o por haber ganado el combate - ¿Cuál van a ver?
-Decidimos que sería una de terror- Un escalofrío le recorrió la piel, luego Marinette se acercó a ella - ¿Nos acompañas?
Mei no despegó la vista de la pantalla en ningún momento, haciendo gestos y muecas, aunque muy en su interior odiaba las películas de terror y no tenía ganas de pasar el tiempo con ellos.
-Lo pensaré…
Fue su única respuesta para continuar jugando, Luka tomó el segundo control y comenzó a jugar contra ella. Marinette estaba haciendo algunos bocadillos para más tarde, por lo que observaba a su novio y su prima jugar; probablemente la euforia de ambos hizo que Yue eligiera echarse a un lado de la ventana, cerca de donde ella se encontraba.
Cuando sus padres subieron a la casa, Tom se unió a Luka y Mei, pero esta última se retiró del juego cuando el mayor de los hombres la saco del juego, acercándose a donde estaba su gato.
-Vamos Yue, es hora de ir a tu cuarto- El gato solo meneaba la cola, ronroneando feliz de estar rodeado de tanta gente -Anda, que aun debo limpiar tus pelos…
-Déjalo ahí otro rato, ya ha pasado mucho tiempo encerrado, yo lo llevare a tu habitación más tarde- Aseguro Sabine con una sonrisa, acariciando las orejas del perezoso gato -Esta muy a gusto dormido
-Yo limpiare más tarde, no te preocupes por el- Vaya, ahora el gato era el consentido, pero bueno, se encogió de hombros - ¿Vas a salir?
-Solo estaré en mi habitación…
No espero a que alguien dijera algo más, solamente se metió en su habitación, sin cerrar la puerta por si el gato decidía seguirla, tumbándose en la cama y mirando por la ventana. Aun se sentía cansada, por lo que cerró los ojos mientras pensaba que pintar en sus lienzos, hasta que su teléfono la sacó de su concentración; era una llamada de Eric.
-Hola madeimoselle- Habló el chico al otro lado del teléfono - ¿Tienes planes para esta noche?
-La verdad, no- Sonrió, más por el hecho de que la había llamado en muy buen momento - ¿Cómo sabías que necesitaba ser salvada?
-Todo príncipe sabe cuándo su princesa está en apuros- Mei rodo los ojos, siempre comportándose de esa manera tan caballerosa, a veces la exasperaba -Hay una fiesta esta noche en casa de Albert, pasaría por ti a las siete ¿vienes?
-Hecho, te veo más tarde
Una vez Eric colgara ella se puso de pie y abrió la puerta de su closet, buscando un pantalón negro que había visto con anterioridad, sacó una blusa de botones a cuadros y unos botines negros que le gustaban mucho.
No tenía tiempo de darse un baño, por lo que prefirió maquillarse para la fiesta y luego vestirse, colocándose el perfume que Eric le había regalado; su cabello iría suelto nuevamente.
Salió de su habitación cuando el timbre sonó, estaba lista de todas formas, por lo que sus tíos voltearon a verla, sorprendidos por su atuendo y maquillaje; al parecer ellos también verían la película junto con la joven pareja.
-Vaya cambio tan repentino- Comentó Tom mientras tenía abrazada a Sabine - ¿A dónde iras?
-Eric me invitó a una fiesta, fue algo repentino, pero ¿puedo ir? - Ambos adultos asintieron -Gracias, volveré tarde
Ellos sabían que volvería tarde, siempre que salía con el pelirrojo, solía llegar tarde, pero confiaban en ella. Eric le sonrió justo cuando ella abrió la puerta, llevaba las manos en los bolsillos del pantalón, por lo que la invitó a subir con él al auto.
Fueron directo a la fiesta, donde el ambiente ya estaba bastante encendido, al parecer, Albert no solo era un conocido para Eric, parecían llevarse muy bien y Mei lo había notado en varias ocasiones.
-Sabía que vendrían- Comentó Albert al verlos a ambos, saludando con un abrazo muy caluroso al chico y a ella, dándole un beso en el dorso de la mano -Es un placer verlos, adelante, siéntanse como en su casa
Los amigos de Eric ya se habían acostumbrado a la presencia de la chica, siempre a un lado de Eric, como si fuera una extensión más de su cuerpo, estando siempre coordinados y en sincronía uno con el otro. Muchos pensaban que eran novios, pero era algo que ella siempre negaba y que Eric no respingaba, por lo que dejaban pasar el tema.
La música sonaba en el jardín, ambos bailaban, la afinidad que compartían era asombrosa; esta era la estrategia que Mei utilizaba para que Eric no bebiera tanto alcohol, pero no le disgustaba, amaba bailar, y le gustaba la felicidad de moverse.
Eric miraba a la chica, verla bailar y aferrarse a sus manos le provocaba una felicidad infinita, y aunque el abuelo le había dicho miles de veces que dejara de ser tan desesperado ¡Ya no podía más! Necesitaba saberlo, y arriesgaría todo, en este preciso momento.
-Ven conmigo…- Mei lo miró con curiosidad, pero le siguió a uno de los costados de la casa, donde nadie los veía, algo que la confundió - ¿Por qué me ves así?
-Por qué no sé qué es lo que está pasando por tu cabeza- Respondió, acercándose hasta él y aferrando sus manos con ahínco mientras terminaba a solo unos cuantos pasos de distancia de él - ¿Qué pasa?
Eric arriesgaría todo, por lo que, sin dudarlo, acercó su rostro al de la chica, sintiendo por vez primera sus labios, oliendo el perfume que le había regalado ya hace tiempo; lo que no se esperaba, era recibir el golpe de la chica, que había golpeado su mejilla, alejándose de él.
-Lo… lo siento…- Sus ojos se habían llenado de lágrimas, Eric la miraba confundido, dejando que el silencio se apoderara de ellos ¿Qué había pasado? Él estaba seguro de que había roto todas las barreras que había entre ellos, creyó sentir que estaba lista para superar su amor por Luka Couffaine -Quiero ir a casa…
Mei paso a un lado de él, llegando al frente de la casa de Albert por el costado y deteniéndose a esperar a Eric, quien aún se recuperaba de la impresión y del golpe, no teniendo más remedio que despedirse fugazmente de su amigo y marcharse.
Cuando el auto se detuvo frente a la panadería, ambos caminaron hasta la entrada de la casa, donde Mei al fin pudo decir lo que había estado procesando durante todo el camino.
-No quiero que lo vuelvas a hacer, yo… no estoy lista para esto y no es porque aún quiera a Luka- Mei no estaba preparada para eso, sobre todo, porque sentía que ese no era el lugar correcto, le encantaba estar con Eric, pero hacerlo parte de ella, no era lo que estaba buscando -Perdón Eric, y gracias por esta noche…
Mei entró a su casa, dejando al chico bajo la luz de lampara, se dirigió a su chofer y luego camino hasta el parque que estaba a un lado, apoyándose sobre el tronco de un árbol, encendiendo un cigarrillo, algo ocasional.
-No creo que sea necesario que te ocultes más, ya sé que no dejas de vigilarla, Oliver- La silueta del chico apareció, saliendo a la luz de las farolas, pero Eric no lo miró, concentrado sus ojos en la nada - ¿Qué es lo que buscas en este lugar? O, mejor dicho, ¿Qué quieres de ella?
Cuando Eric al fin lo miró, pudo ver en el chico aquellas dulces y finas facciones de su amiga, pero también, notó ciertas facciones del joven Couffaine, sobre todo en sus ojos, algo que no pudo ver con mucho detenimiento aquella vez que sus miradas se cruzaron en el puente.
-Vine a entender por qué mi padre decidió abandonar a mi madre…- Soltó de golpe, haciendo que el corazón se le pegara a los huesos al pelirrojo, aunque trato de no mostrar signos de furia o algo similar -Pero hay muchas cosas que aun no entiendo
- ¿Cómo qué? - Pregunto tranquilo, exhalando el humo de su cigarrillo, acomodándose el cabello y apoyando un pie sobre el tronco, relajando el cuerpo - ¿Qué tu padre está saliendo con tu tía? ¿Qué me gusta tu mamá? Bueno, esto es un desastre en estos momentos, ella definitivamente no quiere nada conmigo, más allá de la amistad, pero no por eso voy a dejar que le suceda algo, las heridas del corazón sanan lento, lo mismo le pasara a ella
Oliver miró a Eric con desconfianza, no creyendo oír lo que oía, pero si ya lo había rechazado a él, entonces ¿Qué pasaba con Luka?
- ¿Por qué viniste a nosotros? - Preguntó al cabo de una pausa muy estresante para él, viendo como el pelirrojo lanzaba la colilla al cesto de basura - ¿Por qué nos seguías?
-Eso ya no importa, con ver tu cara me basta para saber que eres su hijo- Se encogió de hombros, dando a entender su derrota -Entonces… quieres reunir a tus padres, pero a que costo ¿Qué te motivo a venir aquí? Si Luka los abandonó, entonces… oh
Solía ser perezoso para algunas cosas, pero su cerebro se activó con solo tener ese pensamiento, en tal caso, el guitarrista nunca pudo sacarse de la mente a Marinette, y si eso era verdad y era la razón de que los abandonara; eso jamás se lo perdonaría, era entonces el mayor idiota de todo el mundo.
-Escucha niño, yo puedo encargarme de eso, voy a ayudarte- Oliver se sorprendió, sobre todo porque entendió que él había captado sus intenciones al estar ahí -Yo me encargare de Luka, aunque no me cae muy bien por haber lastimado tanto a tu madre, el no estuvo con ella cuando se quebró ante el sufrimiento, con cada nueva oleada de dolor, si no hubiera sido por mi abuelo, probablemente su depresión hubiera vuelto; fue muy valiente de su parte el tirar sus medicamentos, pero no quiero que se descuide, he estado detrás de ella para mantenerla viva y solo para que me rechazara…
-Lamento que las cosas sean así, pero…
-No tienes nada que lamentar, eso es lo que debe pasar, así paso y así transcurrirá- Dijo la voz de la chica, mirando a Eric, casi con la misma pose sobre otro árbol -Escucha Eric…
-Chronepsis, Faluzure… Yazi, creí que ese era el dragón favorito de Mei, es un honor que lo tengas niño- Eric se enderezó, mirando a Colette a lo lejos -Pueden confiar en mí, lo más importante para mí, es que ella encuentre la felicidad al lado de quien ella ha elegido, solo hay que esperar
La conversación había terminado ahí, Eric se alejó sin decir nada más y sin dejar que los chicos continuaran, quienes solamente lo vieron alejarse.
- ¿De verdad confías en él? - Pregunto Colette, haciendo un mohín después de que la interrumpiera y la dejara a medias con lo que pensaba decir -Travis…
-Ya no sé qué pensar Colette, estoy muy confundido- Miro alejarse el auto de Eric, mientras la chica lo tomaba de la mano, permitiéndole apresarla con mucho cariño -Volvamos a casa…
Volvieron a caminar por las calles de parís, Colette se acomodó a un lado del chico, quien la abrazo por los hombros y la acerco a él.
…
Volver a casa con ese feo sentimiento la agobio y, aunque Tom y Sabine la vieron llegar algo rara, no interrumpieron la película, por lo que llegó a encerrarse de inmediato en su habitación, mojando su almohada con las lágrimas que había contenido durante todo el camino.
Yue se percató de esto, por lo que tomó su respectivo lugar a un lado de la Mei, ronroneando y lamiendo su mano mientras le permitía desahogarse, pero en esta ocasión, no tenía un pecho o un cuerpo al cual aferrarse.
Después de analizarlo, Mei se prometió a sí misma no pensar más en sus debilidades, tal vez tardaría en recuperar su confianza en Eric, pero no dejaría que ese error los separara, eran compañeros de trabajo, eran un equipo, y no permitiría que nada ni nadie le quitara otra parte importante de su corazón.
Los días transcurrieron, su relación con el pelirrojo había sido diferente, pero habían sabido sobrellevarla, había vuelto a sonreír como antes, como cuando no había nada entre Luka y Mari, como si nada hubiera pasado, había vuelto a ir a los ensayos de Kitty Section y ahora, parecía que Gustav también formaba parte de ellos, pero lo cierto, es que solo lo hacía para matar el tiempo.
Cada que podía, Marinette intentaba dejarle a solas con el chico, pero Mei no estaba interesada de momento en ocupar su corazón, por lo que simplemente se alejaba con cautela, algo que Gustav estaba seguro de entender, y no porque no le gustara la chica, pero sabía que, si algo llegase a darse entre ellos, nada funcionaría, porque no era sincero; solo se limitó a ser un buen amigo para ella.
Ese día se habían reunido para ver todos juntos una película, el cine estaría lleno, Mei había aceptado ir, pero solo porque invitaron a Chloe y Sabrina, y estas dos no querían quedarse solas en una fila, solo había un problema; debía entregar un cuadro a unas cuantas calles del cine y a tan solo quince minutos de que iniciara la función.
-Lo siento, ya voy para allá- Soltó la chica mientras corría en vestido, sandalias y su mochila a los hombros, Chloe la había llamado para ver donde estaba ya que faltaban escasos cinco minutos y aún no había señal de ella -El cliente tardo en llegar y…
Eso no lo había previsto, estaba a mitad de la calle con un auto a toda velocidad acercándose a ella, pero no tuvo tiempo de reaccionar, no cuando el auto no tuvo la intención de detenerse, de frenar ¿Por qué? Y más cuando ella rodó algunos metros por el piso y el auto no tuvo la intención de quedarse a ver qué había pasado con la chica.
Sus pertenencias se habían esparcido por el suelo, la gente había llamado de inmediato a la ambulancia, la policía había hecho acto de presencia, quienes llamaron a la familia Dupain-Cheng para dar aviso de lo sucedido.
- ¿Se han dado cuenta de lo afligida que eta Chloe? - Preguntó Alya, mirando a la rubia, que tenía el rostro entre las manos y era consolada por Sabrina y Eric -Nunca creí verla tan preocupada por alguien que no fuera ella misma
-Creo que no es momento de hablar de eso nena- Soltó Nino, señalando a Marinette abrazada por Luka, así como Juleka y Rose - ¿Quieres que vayamos a tomar un poco de aire?
-Creo que sí…
La pareja salió del hospital, pero no nada más ellos, Iván y Milene también los siguieron, así como Max, Kim y Alix, dejando espacio para que Marinette pudiera moverse un poco. Estaban esperando a sus padres, ellos estaban con el médico a cargo de la chica, probablemente habían podido verla.
- ¿Qué fue lo último que te dijo antes de que escucharas el golpe? - Preguntó Eric con voz serena, Chloe apenas podía pensar -Sabrina ¿crees que puedas darnos unos minutos a solas?
-De acuerdo…
La chica se puso de pie y camino hacia la salida, permitiéndole a Eric sentarse por completo a un lado de la rubia, quien alzo el rostro.
-Necesitamos de Rais y tus habilidades para saber quién está detrás de todo esto- Chloe miró los orbes esmeraldas del chico, entendiendo que él sabía que no había sido mero accidente, por lo que asintió -Gracias
Juntos salieron del hospital, entre los callejones se escondieron y se transformaron, dirigiéndose al lugar donde había ocurrido el accidente.
…
Había logrado recobrar la conciencia, lo primero que había visto era el techo blanco de la habitación, miró con cuidado sin mover aún el cuello, después de todo, le dolía todo el cuerpo, unas partes mas que otras. Comenzó a mover las manos, levanto un poco los brazos, pero el izquierdo se movía más que el derecho, se detuvo.
Lo analizó unos momentos, entonces recordó un poco, la llamada, el cuadro, la calle, el cine, el auto… ¡El auto! La habían atropellado, lo que causo que el corazón se le encogiera, estaba viva, probablemente Jia había utilizado su escudo, pero ahora que estaba más consciente, le toco examinar sus piernas, podía sentirlas, pero una más pesada que la otra; se enderezó y vio el yeso en su pierna.
-Mei- Sabine corrió a abrazarla al momento de abrir la puerta y verla sentada en la cama, ella aún estaba algo confundida - ¿Cómo te sientes cariño? ¿Qué fue lo que paso?
-Estoy bien tía, o eso creo… solo me duele el cuerpo- Respondió, correspondiendo el abrazo de su tía -Solo recuerdo que estaba hablando con Chloe por teléfono, no alcance a ver el auto…
-La policía ya está investigando, el auto se dio a la fuga- Agregó Tom, colocando una de sus manos sobre el hombro de la chica -Me alegra ver que estas bien, hija…
-Creo que soy más dura de lo que pensé- Rio, pero le dolió nuevamente el cuerpo, por lo que se detuvo entre jadeos y pequeñas risas -Nunca pensé estar en esta situación, gracias por estar aquí conmigo…
La recomendación médica era que debía estar ahí el día entero, había recibido un golpe muy fuerte en la cabeza, por lo que debía estar en observación un poco más; ella no quería que descuidaran su trabajo, por lo que les dijo que volvieran más tarde, que ella podía quedarse sola unas horas.
Aprovecho para descansar, cerrar sus ojos le hizo bien, le habían aplicado una pequeña dosis de anestesia para sanar su pierna, aparentemente debía estar con el yeso unos tres meses, dependiendo de su recuperación y luego ir a terapia.
Su sexto sentido se activó, miro por la ventana, entrecerrando los ojos y sintiendo algo raro en su interior, su pecho dolía, pero no entendía el porqué.
…
Mientras investigaban, Chloe había utilizado sus habilidades, algo similar a lo que hacía Bunix con su madriguera, pero, a diferencia de la coneja, Qu solo veía una sola secuencia del lugar en el que se encontraba, pudiendo ir más atrás sin importar el que, viendo que era lo que había desencadenado el accidente.
-Ay por dios…- Exclamó Qu, quitando la visión y mirando a Yue -Fue Lila, ella mandó el auto para atropellar a Mei
- ¿Qué? - Sintió la sangre hervir, ya se habían declarado la guerra, Eric había prometido defenderla y ahora ahí estaba ella, en una cama de hospital - ¿Estás segura?
-Jamás mentiría en algo respecto a ella, y creo que todos tenemos ese sentimiento de odio hacia ella…
-Infeliz… maldita…
Pero no había tiempo, la mariposa voló hacia él sin darle tiempo a escapar, a huir de ella, a negarse al control y a la voz de Hawk Moth. Qu sintió miedo, sobre todo porque no era la primera vez que veía a un amigo akumatizarse por sentimientos de amor, ahora lo más importante ¿Qué hacía? Estaba sola y Mei estaba hospitalizada, lo único que pudo ver fue el cuerpo de su compañero transformarse, y no es que no conociera a los draco akumatizados, pero este era de verdad un dragón, no tan humanoide como a los que normalmente se enfrentaban.
No tenía otra opción, por lo que se apresuró a ir al hospital, entro por la ventana y pudo ver en Mei la preocupación. Qu paralizó el hospital, deteniendo el tiempo y dándole oportunidad a la chica de salir sin ser descubierta; se colocó los anillos, pero su amiga la detuvo.
-Espera…- Mei se detuvo, estaba sentada a la orilla de la cama y miraba a su amiga, con los ojos llenos de lágrimas, la preocupación enmarcaba su rostro; en su interior, Chloe volvía a ver a esa chica débil y frágil de aquella vez - ¿Estás segura de poder moverte como Yang?
-No es que vaya a poder o no, es que tengo que hacerlo- Las lágrimas recorrieron sus mejillas, había activado sus anillos, transformándose -Y tengo a un amigo que salvar…
Rengueaba, pero podía moverse, ambas salieron del hospital y se dirigieron a donde el dragón se encontraba; el resto de los héroes parisinos ya estaba ahí, pero no había manera de detener a ese monstruo, a su amigo.
-Yang… no deberías estar aquí- Susurró Ladybug a la dragona, en quien se notaba su pesar; no podía obligarla a retirarse, no cuando la mirada delataba el sufrir del corazón, porque sabía que conocía a la persona que estaba detrás de esa draco akumatización - ¿Tienes un plan?
-Si, pero debo ir a buscar a alguien, dile a Caparazón que cree un escudó en un amplio perímetro, no podemos permitirle destruir más la ciudad, pongan a salvo a todo parisino que lo necesite, volveré en poco tiempo…
Desapareció, por lo que movilizó a sus amigos, permitiéndole a las dos portadoras de dragón marcharse.
Cuando Yang y Qu llegaron al jardín de los Yang, el abuelo ya estaba ahí, mostrando también una notable preocupación.
-Si Zhao se entera de que él es un portador, no podrá hacer nada ya, será objetivo de ataques y, por ende, la caja también- Yang lo sabía, su enemigo no podía saber que Eric era un portador de anillo, por lo que debía ser veloz, sigilosa y muy poderosa, por lo que retiro su transformación y el abuelo pudo ver lo que había afligido a su nieto. Mei se quitó el anillo de Baxia, entregándoselo al abuelo - ¿Ya sabes a quien portaras?
-Abuelo, hare lo necesario para traerlo de vuelta- Tomó al dragón de mar, al nube y al blanco, la mano del abuelo la retuvo ¿Acaso estaba loca? -Tengo que hacerlo, aunque mi cuerpo se quiebre, voy a traerlo de vuelta, porque no puedo pagar todo lo que él ha hecho por mí, porque no puedo corresponder a su corazón, porque no puedo vivir sin el…
La mano libre se posó sobre la del hombre, temblando, pero no podía con los ojos de la chica, porque él sabía cuánto la amaba su nieto, porque sabía que, aunque ella no pudiera corresponder, había algo en su ser que lo quería más allá de la amistad; y esta era la prueba. Su mano fue soltando el agarre, permitiéndole colocarse los anillos.
-Mei Ling…- Ella había terminado de colocarse los anillos -Te lo encargo…
Sonrió, aun con las lágrimas enmarcándole el rostro, tomó el suficiente aire, y vio por vez primera a los dragones que había elegido, ellos podían sentir sus sentimientos, su dolor, por lo que estaban dispuestos a brindarle sus poderes.
Su cinturilla desapareció, dejando a la vista solamente la vista de un brasier de escamas y que cubría solamente unos pocos centímetros por debajo de este, sobre los hombros llevaba dos hombreras, su brazo izquierdo estaba cubierto por escamas blancas, azules y grises y que hacían que su mano fuera mucho más dragonesca que otras veces. Su brazo derecho estaba libre, pero llevaba un guante a medio antebrazo que estaba pegado a su piel, entre el busto y el cuello había varios listones que sostenían la prenda, su cabeza estaba libre, por lo que su cabello, ahora de color blanco azulado se ondulaba con sus movimientos, llevándolo únicamente ataco por una media cola.
Tenía el tórax descubierto, sus piernas eran cubiertas por una fina capa de escamas muy similares a las de su brazo, las cuales llegaban hasta sus tobillos y dejaban sus pies al descubierto; al final, aparecieron sobre ambos antebrazos unos brazaletes que llevaban cuchillas y en su cintura, apareció una espada debidamente enfundada.
-Andando Qu…
El abuelo sabía que una vestimenta menor o mayor no era equitativo al poder o capacidad del combatiente.
-Maestro- Habló Baxia, mirando las siluetas de ambas chicas marcharse - ¿Estará bien?
-Claro Baxia, ella es mucho mejor de lo que aparenta ser…
…
Bajo las sombras de Notre Dame sintió como sus dragones vibraron, esto llamó su atención ¿Y porque no? El momento de ver cara a cara a su rival estaba ahí, sentía el poder desmesurado que ese nuevo bebe proveía, por lo que se puso de pie.
-Un portador de anillo ha sido akumatizado- Su sonrisa se ensanchó, sabía que al final de ese combate podría estar la identidad de quien hubiera sido poseído, por lo que no perdería detalle alguno -Este es el día más feliz de todos, al fin sabre quien es, por lo menos, uno de esos asquerosos dragones de parís
Zhao se movilizó, debía ver con sus propios ojos como caía uno de los tres dragones guardianes, saltaba por los tejados, hasta que detenerse en un lugar donde tuvo una vista amplia de los que sucedía, a parte, de que no podía traspasar el escudo de caparazón.
-Esto va a ser muy divertido…
Mientras Zhao permanecía a la expectativa, vio a lo lejos llegar a Yang con su nueva apariencia, esto le confirmaba que el guardián de los anillos estaba en parís y que ella lo conocía en persona, ahora debía encontrar el momento exacto en el cual acercarse.
-Yo me hare cargo de él, quiero que ustedes auxilien a todo el que lo necesite de momento- Todos mostraron sorpresa ¿Cómo iba a poder Yang encargarse de esa cosa ella sola? ¡Eran más de cinco y no podían ni siquiera acercarse a él! -Confíen en mí, terminare antes de que haga más disturbios
[On the ground – Dj Ashba]
Yang había desaparecido ¿Cómo diablos había entrado al escudo sin desaparecerlo? Incógnitas de los héroes, algo que pasaron por alto pero que permitieron hacer a la dragona.
-Vine para salvarte de tu sufrimiento- Murmuró, haciendo aparecer una lanza blanca, aunque con algunos rayos del sol, podía verse su transparencia -Lo siento tanto… Eric… Bīng máo*
La lanza atravesó el cuerpo del dragón, quien profirió un gruñido de dolor y sufrimiento al cielo, cuando regreso la vista a su enemigo, ésta ya no estaba, un extraño viento había aparecido a su alrededor, pero desde donde comenzaron a salir más lanzas de hielo hacia su cuerpo, atravesándolo y haciendo bramar con cada nueva oleada de lanzas.
Pero el dragón se libró de sus ataques, cubriéndose con un ataque de su propiedad, un cristal negro, el cual se alzó en su defensa; Yang lo sabía, conocía las habilidades de su amigo, por eso había elegido tanto al hielo como a la nube, debía ser dura como el hielo y ligera como la nube para poder llegar a él.
Estaba a la espera de un nuevo ataque, pero no hubo nada, hasta que algo apareció a su espalda, logrando esquivarlo de último momento. No estaba en las mejores condiciones, y estaba sobre esforzando su cuerpo, pero no le importaba.
-Tòngkǔ zhī hǎi**- El agua subía lentamente, pero las finas puntas de hielo amenazaban la integridad de sus escamas, el poder que conllevaba el combinar tantos poderes la estaba agotando -Esto es más fuerte que yo…
La garra del dragón la tomó, pero ella desapareció en forma de nube, moverse en ese plano tan pequeño limitaba sus habilidades, por lo que trato de eliminar el escudo del portador de la tortuga.
-Si sales, causaras muchos más daños…- Concentró su energía, ahora debía reprimirse a no volver a tomar más de cinco anillos -Jiānyù dòngjié***
El hielo, grueso y poderoso se alzó a los costados, formando una prisión completamente cerrada de hielo sólido, el cual, no cedía ante los constantes ataques de cristal del dragón. Yang trataba de recuperar un poco el aliento, pero en eso, una nueva ráfaga de cristales azotó contra ella, el dragón la había tomado nuevamente entre sus garras.
-Tsch, sé que aún estas ahí dentro… que tu no deseas esto…- Soltó con todo lo que tenían sus pulmones en esta ocasión, que aquel enorme enemigo se detuviera le decía que la había escuchado -Vuelve, por favor…
Un nuevo alarido la sorprendió, comenzó a sentir la presión de las garras, por lo que recurrió a escapar nuevamente, pero el dragón comenzó a moverse de un lado para otro, golpeándose contra los muros.
-Tú eres mi más poderosa creación ¡Levántate! ¡Transfórmate!
El dragón comenzó a emitir un vapor, había reducido considerablemente su tamaño, hasta darle la figura de una persona normal, reflejando en él los rasgos del joven pelirrojo; esto solo hizo que su combate fuera mucho más difícil.
-No hay vuelta atrás…
La sorpresa en sus ojos fue notoria, al menos cuando su enemigo logró atravesar las gruesas capas de hielo al momento en que la golpeaba en el estómago, elevándola por lo alto ante las miradas espectadoras de sus amigos.
-Tú lo has dicho…- La espada atravesó el cuerpo de su enemigo, si quería ganar, debía considerarlo como tal, por lo que, sin dudarlo, esta vez atacaría con todo lo que tenía, pero no contaba con que ahora las habilidades su amigo se verían incrementadas en más de un cien por ciento -Pero te estás haciendo demasiado necio…
Había detenido una patada, bien, ahora comenzaría lo bueno. Ver a ambos dragones pelear entre los tejados, el cielo, las calles, toda aquella destrucción tendría remedio, pero no sabían por cuanto tiempo duraría. Aquellos golpes estaban completamente dirigidos a lesionar, a matar, y ella conocía muy bien cada uno de ellos; los esquivaba en cada entrenamiento, cada tarde que había pasado en ese centro de entrenamiento que era solo para ellos, ahora Chloe se había sumado, pero su sincronía y su amistad estaba ahí.
Yang se enredó en el cuello de su enemigo, tomando apoyo del edificio y lanzo nuevamente a su contrincante a la prisión de hielo, a donde dirigió unas cuantas lanzas más para impedir que éste se moviera, pero no funcionó, no a la primera, por lo que tuvo que crear más y más, el hielo de la prisión cedía a cada nueva oleada, con cada azote, con cada golpe.
- Qiānnián tóuzhí zhě****- Este sería su último ataque, el cual debía ser así para evitar que Zhao descubriera la identidad de su amigo, a quien lloraba en silencio mientras las lanzas de hielo perforaban una y otra vez los cúmulos que había formado, hasta que la mariposa apareció - ¡Ladybug! ¡Qu!
La mariquita tomó la mariposa, Yang se dirigió a la prisión, donde pudo ver a su enemigo y amigo, había perdido la akumatización, por lo que sin dudarlo se acercó a él, rodeándolo con sus brazos y dándose el lujo de llorar mientras lo alzaba.
-Lo hiciste muy bien…- Dijo en un susurro, mientras acariciando su mejilla, mojándose los dedos con sus lágrimas -Odio verte llorar…
-Idiota…- Murmuró ella, quitándole el cabello de la cara, había perdido la transformación, su sonrisa estaba ahí -Debemos sacarte de aquí, Zhao esta…
- ¿Alguien dijo mi nombre? – Y ahí, en el umbral de lo que fueran los restos de la prisión, la figura de una mujer se alzaba, lentamente se fue acercando a ellos, dejo a Qu con su amigo y se adelantó, encarando a su contrincante, levantando otra barrera de hielo que cubrió a sus amigos, permitiéndole lanzarse sobre la mujer con su espada -Que feroz eres, es la primera vez que nuestras espadas chocan
-Al fin te atreviste a salir de tu agujero- Soltó con la ira en sus palabras, escupiendo cada una de ellas, mientras sentía que su sangre hervía de pies a cabeza, dándole un poco de vitalidad para detenerla ahí -Maldita rata de alcantarilla…
-Eso son unos términos demasiado fuertes para una dama- Sus garras de metal le conferían un aspecto letal, pero se veían frágiles, llevaba un top de escamas, más cerrado que el que ella portaba en ese momento, había alcanzado a ver una esquelética cola a sus espaldas, un pantalón sencillo de escamas y tacones bajos - ¿Qué escondes Yang?
-Para ti nada…
El resto de los héroes de Paris apareció a las espaldas de Yang, lo que solo le avisaba de su retirada inminente, aunque una sombra se postró detrás de Zhao.
-No eres la única con refuerzos, tal vez permitiste que el niño escapara, pero no habrá una segunda oportunidad- Les lanzó un beso, no sin antes desplegarlos con sus garras, haciéndolos retroceder -Hasta luego, Yang…
Sintió su cuerpo pesado, Ladybug y Chat se acercaron a ella, pudo sentir la magia de Qu lejos, al menos había logrado escapar. De la nada, hizo aparecer la vasija de Suanni, comenzando el ritual para que todo volviera a la normalidad, agotando sus energías, sintiendo como todo se desvanecía a su alrededor.
…
Abrió nuevamente los ojos, estaba de nuevo en el hospital, de noche, temía hablar, incluso respirar, sobre todo con el dolor de cuerpo que tenía en ese momento.
-Hola…- Su voz hizo que los ojos se le anegaran de lágrimas, volteando a ver de golpe al chico, sentado a un lado de la camilla -Gracias por salvarme…
Mei lo halo hacia ella, rodeándolo con sus brazos sin importarle el dolor que sintiera, metiendo las manos entre su cabello, inhalando su aroma y sintiendo cada músculo de su cuerpo. Estaba llorando de nuevo, pero de felicidad, de que estuviera con ella, de verlo sano y salvo.
-Si tú puedes ir a salvarme, yo también puedo- Soltó la chica mientras lloraba frente a él -No puedo corresponderte, pero no puedo alejarme de ti, porque siempre serás mi pilar favorito, eres mi lugar favorito… y eso nadie lo va a cambiar
- ¿Ni siquiera el guitarrista de pacotilla fan de Jaged Stone? - Mei lo miró con ternura, sobre todo porque ella sabía, o, mejor dicho, no quería aceptar, que aún tenía una mínima oportunidad de que él se fijara en ella -Ok, ok, lo dejo por la paz
-Te quiero Eric…- Estrecho sus manos con las fuerzas que le quedaban, recostándose en la camilla nuevamente -Pero no vuelvas a hacer que me esfuerce tanto para derrotarte…
-Te doy permiso de que me des unos cuantos golpes en tu próximo entrenamiento…
-No es justo, eso será como en cuatro meses…
-Ah, no te preocupes, te daré terapias y rehabilitación al estilo de los Yang-Baudín- Le hizo un par de cosquillas, pero dejo de hacerlo cuando vio el dolor que pasaba -Lo siento
-Está bien, reír es mejor que llorar- Parpadeo, pero ver las lágrimas en las mejillas de su amigo le rompieron el corazón -Eric… no…
-Te quiero Mei… siempre lo hare…
Eric pasaría la noche con ella, no deseaba dejarla sola, tampoco le importaba lo incomodo que sería dormir sentado, estando a su lado, todo era más llevadero.
*Lanza de Hielo - Bīng máo
**Mar de dolor - Tòngkǔ zhī hǎi
***Prisión congelada -Jiānyù dòngjié
****Lanzador de los mil años - Qiānnián tóuzhí zhě
