Creo que las cosas dieron un giro inesperado, pero pues, ya valió madre esto, así que... solo puedo decir que lo disfruten.

July, Scar... en serio lo lamento, pero con todo lo que pasa con Bleach, las ideas ya se me cruzaron y todo dio un giro muy repentino, creo que el futuro se ha arreglado, y todo lo que tenía planeado se esfumo. Espero no me maten por este capitulo.


Pasar los días en su habitación era un martirio total, Sabine la ayudaba a bañarse, ella podía moverse sola de una habitación a otra, claro, mientras Yue no se le atravesara, su trabajo había sido pausado, al menos el de pastelera, los cuadros los entregaba Eric los fines de semana, así que no tenía por qué preocuparse de salir, quitándose ese pendiente ¿Dónde veía a los clientes? Ellos debían ir a la panadería en citas previas, donde podía ser auxiliada por Eric y tener un pequeño lugar dentro de la panadería para atender a sus clientes.

Pero durante esos meses de recuperación, hubo algo que turbo todo lo que ella había visto caer poco a poco. Enterarse del rompimiento entre Marinette y Luka fue un golpe muy duro, pero su prima parecía al fin estar en las nubes, rodeada de los brazos del rubio modelo; Adrien había revelado que su relación con Kagami había sido más un acuerdo prenupcial y que él no estaba dispuesto a seguir; lo que terminó por conducirlo a los antiguos sentimientos de la franco-china, quien, al inicio, no pareció agradarle la idea, pero aun sentía que su relación con Luka no era precisamente lo que ella había buscado.

Bueno, los sentimientos de su prima ahora estaban siendo correspondidos por el chico que ella admiraba e idolatraba, y aunque Gabriel no aceptaba para nada la relación, no quería contrariar la creciente felicidad que su hijo mostraba.

Le gustaba recibir a todos sus amigos en casa, aunque le extrañaba no ver a Oliver y Colette, ya que le había dado una creciente curiosidad por hablar con el chico.

Estaba por finalizar el segundo mes de recuperación, ese sábado había ensayo, y ella deseaba ir a ver tocar a sus amigos, a despejarse con la música, a sentir el aire golpearle el rostro, por lo que tuvo que implorarle a Eric que la llevara.

-No se aún como me convenciste de traerte aquí- Murmuró el pelirrojo, abrazándola por los hombros mientras los chicos terminaban de acomodar los instrumentos, Juleka se sentó a su lado, no sin antes colocarle un banco con un cojín para que ahí apoyara su pierna -Ni siquiera me gusta su música

Mei le dio un codazo en las costillas, sonriendo, era de las pocas veces que Mei se mostraba despreocupada ante sus bromas.

- ¿Por qué no me traes algo de beber? - Preguntó la chica para que éste se levantara, y aunque entre gruñidos y quejas lo hizo, sabía que ella no podía hacerlo -Gracias…

- ¿Cómo te has sentido? - Le pregunto Rose, sentándose en el lugar de Eric -Este es el segundo mes ¿Estas emocionada?

- ¡Quiero correr! - Expresó la chica, estirando la pierna buena -Es demasiado frustrante, pero aún me falta la terapia, no puedo volver a mi vida normal una vez me retiren el yeso

-No la han visto querer patear al gato con el yeso- Todos rieron ante el comentario de Marinette, quien iba tomada de la mano de Adrien -Cuando no quiere usar las muletas se arrastra por el piso

Las mejillas de la chica cambiaron de color, más que nada por ser cierto lo que su prima decía; Eric volvió con un vaso de limonada, los cuales estaban servidos en una mesa a la sombra de una carpa.

Platicaron, rieron y se divirtieron, Kitty Section cada vez lo hacía mejor, Luka había compuesto un par de canciones más, pero desde su ruptura con Marinette, atravesaba por una crisis de bloqueos continuos. Ver a Mei siendo ayudada por Eric solo lo ponía peor.

Luka se encontraba en el Liberty, tumbado en su cama con cientos de hojas desperdigadas por toda su cama y piso, Gustav entró en ese momento, negando con la cabeza y acercándose a su amigo, quien lo miro con un solo ojo.

-No puedo vivir más…

-Estas comenzando a ser muy melodramático ¿No crees? - Gustav recogió unas cuantas hojas y las apilo, pudiendo sentarse en la cama unos momentos - ¿Por qué no hablas con Mei? No es como que se vayan a declarar amor mutuo a la primera, creo yo…

Luka miró a su amigo con algo de furia y tristeza en los ojos, tallándose la cara por lo fastidiado que estaba, se enderezo y se sentó en el lado contrario a su amigo, casi dándose las espaldas.

-No puedo hacerlo, ella parece muy feliz con ese… universitario… estudiado… con dinero… no soy nada a un lado de él- Luka sabía que entre ellos dos había algo, porque nunca quiso hacer caso a su amigo respecto a sus celos y ahora entendía por qué -No tengo un futuro que ofrecerle… no se merece nada de esto

-No lo sabrás si no lo preguntas~

[Háblame – Beto cuevas]

Suspiro, sobre todo porque no podía sacar de su mente aquel día en que Marinette le diera la trágica noticia de que quería terminar con su noviazgo, su mundo se derrumbó, pero él no deseaba retenerla, porque si en algún momento, Marinette decidiera irse de su lado para seguir su camino a lado de Adrien, él lo aceptaría.

Pero Luka no quito dedo de renglón, no queriendo acercarse a su amiga para no interferir con lo que fuera que hubiera entre ella y el pelirrojo. Hacerle caso a Gustav era tal vez, una pérdida de tiempo, sobre todo porque no había hablado con la peli jade desde la última vez que estuvo en su casa.

Háblame, aunque no te escuche…

Háblame

En las pocas veces que lograba verla, le daba algo de pena mirarla, pero cuando sus miradas se cruzaban, él no podía evitar sentirse mejor, como si ese simple acto lo vitalizara.

Mírame, aunque no me veas

Mírame

Porque yo te siento, desde el universo hasta el final

Vivo eternamente en ti

Recordar el poco tiempo que compartieron lo hacía feliz, no es que no hubiera sido feliz con Marinette, pero Mei, en especial, parecía llevarlo más allá.

Háblame, no me ignores

Solo háblame

Pero Luka ni siquiera estaba enterado de que, en algún momento, ella se sintió más o menos como el en estos momentos; y ahora la quería más cerca.

No me creas lejos

Siénteme

Estoy muy cerca solo siénteme

Y cada día parecía mínimo, porque la noche lo hacía sonreír de manera boba, porque su hermana sabía que pasaba por esa cabecita.

Porque el día es corto y la noche invita a olvidar

Que fuimos uno y nadie más pudo reemplazarnos

No podía evitar sentirse triste, mirar las estrellas y recordar a su amiga era ofuscante, porque la música ya no podía expresar lo que sentía el corazón.

Resistiré hasta que termine este dolor

Perdonaré si ya no estás

Caminar por las calles con su guitarra al hombro no era lo mismo, había comenzado a volverse algo solitario, no era algo que preocupara al grupo en general, pero ahora era el quien evitaba estar cerca de Marinette y Adrien.

Somos lo que somos

Estamos solos,

y nos entendemos a lo lejos

Las veces en que se reunían en el Liberty, ver a su amor platónico rodeada de los brazos de otro chico era doloroso ¿Cómo podía alguien hacer tanto daño con tan poco?

Somos los que somos

Estamos todos,

desunidos, pero queremos amor

Rogaba porque la peli jade volviera a verlo como tal, deseaba oír su voz y sentir que era eso lo que necesitaba.

Háblame, no me ignores solo háblame

Verla en el barco le ayudaba a sobrellevar su pérdida, aunque él estuviera ahí, tenerla cerca era un respiro profundo.

Mírame, estoy muy cerca solo siénteme

¿Él podía estar en la mente de la chica como ella en la de él? Quería pensar que había una mínima esperanza.

Porque el día es corto y la noche invita a olvidar

Que fuimos uno y nadie más

Vivo eternamente en ti

Pero ese día, el simple hecho de tenerla en sus pensamientos le ayudo a tocar acordes que parecían desaparecidos, notas que inundaron su camarote, que le hicieron sonreír; una mirada de la chica lo revivía, pero una sonrisa de ella le daba toda la energía que necesitaba.

Somos lo que somos

Estamos solos, y nos entendemos a lo lejos

Somos los que somos, estamos todos, desunidos, pero queremos amor

Juleka notó como los días en que su amiga visitaba el barco, provocaba un cambió súbito en su hermano ¿sería verdad?

Solo queremos amor

Por qué amor tenía, de su hermana, su madre, y hasta de Rose, pero había dejado de sentir amor por otra persona que era mucho más importante.

Solo queremos amor

Luka sonrió, sobre todo porque había obtenido la inspiración que necesitaba con solo pensar en ella ¿estaba listo para ofrecer su corazón a alguien más?

Solo queremos amor

La gravedad en la lesión le llevaría otros quince días con el yeso, el medico no deseaba arriesgarse a que el hueso fuera a separarse por algún esfuerzo innecesario o golpe, así que envió a Mei a casa, con el yeso aún.

Estaba en la panadería, atendía la caja mientras Tom trabajaba, la gente ya se había acostumbrado a verla ahí, un tanto aburrida por no poder hacer todo lo que ella quisiera; pero siempre con una sonrisa. Tom no decía nada, podía imaginarse lo frustrada que estaba su sobrina de llevar ese yeso en la pierna.

-Te vez cansada…

- ¡Luka! - Sus ojos se habían iluminado, escucharla tan de cerca hizo que su corazón se acelerara ¿era esta una señal? -Es raro verte por aquí ¿Cómo te va?

-Tengo una falta inspiracional, algo ocasional…- Comento, viendo aún el yeso en la pierna - ¿Aun no?

-No, volverán a revisarme en quince días más- Se apoyó en la barra, sobre el libro que leía -Pero, en fin, después de esto aún me faltan las terapias

Necesitaba comprobar lo que su corazón pedía a gritos, lo que había comenzado con una sonrisa tímida y que ahora sentía con más fuerza. Tardó en irse, aun con el flujo de clientes, Mei se tomó su tiempo, a pesar de andar con muletas, su velocidad y habilidad para despachar a la gente no disminuyó; cuando Sabine volvió, ambos subieron a la casa, donde estuvieron platicando por buen rato. Nada iba a impedir que la chica hiciera un buen té para acompañar el pan que habían llevado.

Esa noche, la melodía que vino a su mente aquella primera vez volvió a aparecer; Juleka había visto algo diferente en él, pero tampoco iba a agobiarlo con sus preguntas, porque tenía la respuesta a ellas y sin duda, había estado haciendo sus propios experimentos.

Con el paso de los días, Luka se dio cuenta de que podía llevarla en paz con la chica, sobre todo porque no siempre podía llegar a la panadería y estar ahí horas platicando con ella; porque el solo hecho de verla a la distancia lo hacía sonreír.

[Coda – Aun te amo]

Ese día, Luka y Gustav estaban nuevamente en el Liberty, como siempre, sin hacer nada, las guitarras yacían en los pedestales y ellos, desparramados sobre la cubierta sin saber que escribir o que hacer.

-Creo que estoy enamorado de Mei…

Gustav miró a su amigo, que no perdió de vista el cielo azul, sonriendo ambos ante las palabras dichas con anterioridad.

-Entonces lo de la playa no era desconfianza, eran celos- Puntualizó Gustav, acomodándose de nuevo con la vista al cielo -Te lo dije, la amas…

Para Luka, esas palabras podían ser algo fuertes, pero, sobre todo, porque no encontraba dirección en lo que pudiera tener con la chica; menos con el pelirrojo de por medio.

- ¿Y qué hay de Eric? - Gustav lo miró con una ceja enarcada -No me vas a venir con el cuento de que solo son amigos

-No quieres preguntárselo…- Hizo una mueca, despreocupado y encogiéndose de hombros -Estoy seguro de que ella te respondería con sinceridad, porque así es ella

Luka lo medito con calma, tampoco quería que la chica se sintiera presionada por algo que probablemente solo era su imaginación. Esa noche, mientras miraba la luna, pudo tocar los acordes de esa canción que él consideraba muy diferente a la de Marinette, porque era una melodía única a sus oídos, era dulce, suave, muy alegre y al mismo tiempo, muy entusiasta.

Y la luna

Que llena el crepúsculo

Me baña en matices de nostalgia

Al reflejar tu rostro

-No tocabas esa melodía desde que dejaste de ver a Mei- Escuchó la voz de su hermana, a quien recibió con una sonrisa y, sentándose a su lado, escuchó aquellos acordes que tanto le gustaban a ella - ¿No crees que es buena idea sanar las heridas?

- ¿Qué sabes tú? - Pregunta a su hermana con una sonrisa, dejando de tocar y poniéndole atención a la chica, que miraba el paisaje junto con el -Juleka…

-Solo creo… que deberías escuchar a tu corazón, lejos de lo que Gustav o alguien más diga- Juleka sonrió de lado, tomando la mano de su hermano -En mi mente, la idea de que Mei se hubiera alejado porque estabas saliendo con Marinette, siempre fue muy clara, y no podía evitar notar que estabas celoso de Eric

El silencio los invadió, Luka se preguntó como su hermana había podido ver detrás de algo tan simple, de acciones que él consideraba simples e inocentes, porque el conoció a Mei en una parte muy frágil, pero no conocía a la actual, y ciertamente, deseaba hacerlo, porque ahora deseaba más que nunca tenerla a su lado. Sus ideas se sacudieron, porque todos esos pensamientos le habían devuelto la vitalidad a su corazón, lo habían hecho sentir que volvía a unirse, que podía ser feliz con eso, y de inmediato, la posibilidad salto a la vista y las palabras fluyeron sin pensarlo.

-Creo que la amo…- Juleka lo miro, sonriendo -Todo este tiempo, siempre estuvo ahí… pero tal vez, no quería aceptarlo

Que aún te amo

Que aún te extraño

Los días sin ti

Son como morir

Aún te amo

Después de esa noche, ver a la chica fue más sencillo, quería estar ahí para ella, cuando le necesitara, quería volver a ser parte de su vida, sin importar que tuviera que ver a Marinette y al rubio, incluso al pelirrojo, quien parecía no aparecer cuando él estaba cerca.

Jamás imaginó que el pelirrojo se aparecería en su barco, sobre todo porque no parecía agradarle la idea de vivir en un barco.

-Es extraño que vengas por cuenta propia- Comentó el guitarrista, sentado frente a él, mirándolo con curiosidad - ¿Qué necesitas?

-Quiero ser claro contigo, no vengo a ser tu amigo, no por ahora, pero quiero que entiendas que Mei es muy importante para mí y que no permitiré que le vuelvas a hacer daño- ¿Qué le vuelva a hacer daño? Eric notó esta interrogante en el rostro del muchacho -Me fue difícil, pero pude volver a unir cada trozo de su corazón, no sabes cuando sufrió al ver que habías elegido a Marinette antes de conocer sus sentimientos, verla derramar una lagrima por ti… podrá ser ruda, pero es tan frágil, que no sabrías que hacer ante sus emociones

Que vale el orgullo

Si me siento así

Si eres gran parte de mi

¿Dónde supones que

Debo ocultar

El dolor que llevo aquí?

-No quiero hacerla sufrir, solo quiero verla feliz…

-Pues empezaste con el pie izquierdo- Suspiró, sobre todo porque estaba por entregar su más preciado tesoro -Si realmente la amas, no la abandones, porque si me entero de que lo hiciste, voy a buscarte por el resto de su maldita vida y te hare pagar con golpes lo que ella sufra

- ¿Me estas amenazando?

-Si, porque vas a ir a buscarla ahora mismo y le dirás lo que sientes- Eric se había puesto de pie, era solo unos centímetros más alto que el, pero era suficiente para que Luka alzara el rostro -No la hagas esperar más…

Mirar el dolor en los ojos de Eric le hizo saber que hablaba en serio, tomando una dirección que el chico le ofrecía, y salió corriendo del barco; tomo su celular y envió un mensaje.

Esa mañana, Juleka había ido a verla, habían decidido salir a caminar un rato, aunque se detuvieron en un parque, lejos de la casa y que, a pesar de la distancia, Mei aun podía andar en muletas; pero ese no era el punto.

- ¿Puedo preguntarte algo? - Mei observó con curiosidad a su amiga, siempre había apreciado mucho a la chica y a su amiga, pero el tono que había utilizado fue el causante de su intriga - ¿Te gusta mi hermano?

Mei agacho la vista, sobre todo porque la había hecho sufrir bastante, pero ahora que él había tomado la decisión de volver, no pensaba en el de esa manera.

-No lo sé Juls, es difícil decirlo cuando la persona que creías querer te lastima sin saberlo- Entonces no estaba equivocada, y lo que ella y Alya habían descifrado desde el inicio era verdad -No quiero volver a pasar por lo mismo, no es algo… agradable…

-Y, si te dijera que ¿Le gustas a Luka? - Negó con la cabeza, rechazando la idea -No quiero que pienses que es algo a lo que estas obligada, pero por favor, habla con él

-No quiero hablar de eso con él, es mi amigo y, no quiero pensar en el amor…

-Luka no ha vuelto a ser el mismo desde entonces…

-Yo tampoco, y por eso me aleje de todos, porque no podía verlo más- No quería tener más esa conversación, pero la mano de Juleka acarició la de ella con cariño -No puedo hacerlo…

-Inténtalo…

Fueron las últimas palabras de Juleka, antes de ponerse de pie y alejarse con lentitud, ella no quería estar más ahí, por lo que se puso de pie y comenzó a caminar de vuelta a su hogar, pero un grito en mención de su nombre la hizo detenerse.

- ¡Mei! – Se volteo, mirando de frente al bicolor, sorprendida por que estaba ahí justo cuando Juleka le hubiera confesado aquellas cosas ¿sería posible? -Por favor, espera…

Luka se acercó a ella, pero ahora que la tenía de frente, no sabía bien que decirle, porque no había tenido tiempo de procesar toda la información que Eric le había dicho, porque había seguido a su corazón, lejos de estar estancado en el mismo hoyo, había elegido seguir la dirección que le habían marcado.

-Te amo Mei…

Si aún te amo

Si aún te extraño

Los días sin ti

Son como morir

Aún te extraño

-Luka… yo… tengo miedo…

-No, no deberías tener miedo, porque no voy a volver a hacerte daño- Aseguro el chico, mirando con fiereza a los ojos de la chica, permitiéndole hurgar en sus entrañas, en sus emociones -Creo que, te debo una disculpa por lo de aquella vez…

Mei desvió la mirada, esta vez ella era la que no tenía valor ni voluntad, porque no tenía armas para defenderse, se sentía diminuta.

- ¿Podrías darme una oportunidad? - Rompió la distancia entre ellos, tomando su mentón y alzándole el rostro, mirándola de nuevo a los ojos -Por favor…

Y aún te amo

Aún te extraño

Los días sin ti

Son como morir

Aún te amo

Luka creyó que era mejor volver a la panadería, así que le ayudo a volver a casa, llevándola hasta su habitación y hablando sobre lo que realmente sentían y lo que había pasado hacía unos meses atrás.

En algún lugar de parís, lejos de la gente, el pelirrojo se reunía con ambos chicos, manteniendo la vista fija en el asfalto.

-Bien niño, espero haber ayudado a tu problema- Anunció el mayor, guardando su teléfono en el bolsillo, luego lo miro -Creo que es hora de que vuelvas a tu época

-Al fin los encuentro…- Los tres voltearon a ver a la persona que había aparecido, viendo en el chico las facciones de sus dos amigos -Ah, ya veo, por eso no podía verlos a ustedes dos, no vienen de mi tiempo, son de más adelante

La coneja suspiro, sobre todo por lo que implicaba que ellos estuvieran ahí. Miró a Eric, el único que parecía entender sus palabras.

-Yo solo hice la parte que me tocaba, no me corresponde lo demás- Anunció el pelirrojo, comenzando a retirarse -Lo demás que suceda, no me incumbe

Bunix tuvo una charla extensa con ambos chicos, pero, sobre todo, por el hecho de que trato de cambiar su futuro, y aunque pudo haberlo conseguido, tenía la posibilidad de haber creado un bucle en la historia, al momento en que interfirió, de cierta manera en ese presente.

Luka no había dejado a Mei en ningún momento, le había acompañado a que le retiraran el yeso, la acompaño a sus terapias durante las semanas siguientes y le ayudaba a trabajar en la panadería, sobre todo cuando debía sacar los pasteles grandes del horno y Tom también estaba ocupado.

Ambos habían recuperado una parte de sí mismos, Juleka había notado como su hermano se levantaba de toda la tristeza que lo había acongojado desde su rompimiento con Marinette, por lo que, en cierta forma, agradecía a Eric.

Conocer a la Mei actual era un cambio considerable, la chica se había vuelto bastante fuerte en espíritu y mente, lo había notado el día de la presentación artística, pero ahora lo reafirmaba.

Luka creyó prudente dar el siguiente paso, habían pasado ya algunos meses desde que comenzaran a salir, incluso sus cumpleaños habían pasado, pero necesitaba hacerle saber a la chica que él siempre iba a estar a su lado.

Juntos paseaban por la ciudad, a la luz de la luna, mientras sus manos entrelazadas los unían al otro, se detuvieron en el puente de los candados, donde ambos miraban la luna, esperanzados y añorantes.

-Mei, quiero preguntarte algo- Luka miró a la chica, que no lo miró a la primera, como si temiera algo, por lo que tuvo que tomar el rostro por el mentón y alzarlo lentamente, hasta que sus ojos grises lo miraran -No quiero volver a cometer el mismo error, me has inspirado más que nadie y no quiero que esto llegue nunca a su fin quieres… ¿ser mi novia?

Ella lo rodeo por la cintura con sus brazos, apoyando la cabeza en su pecho, escuchando su corazón y cerrando los ojos por unos segundos, alzando el rostro y mirándolo a los ojos.

-Si

No había otra manera de cerrar esa noche, porque esa noche se había coinvertido en el inicio de algo nuevo para ambos, en nuevas experiencias. Sus labios se unieron, sellando en ese beso la nueva etapa que estaban por comenzar.

Se había marchado de su hogar con la esperanza de recuperar a su padre, había conocido aspectos de ellos que su madre jamás le diría, secretos que se tenían bien guardados; Bunix le advirtió sobre sus propios recuerdos, los cuales siempre se quedarían con él, dependía de él crear nuevos recuerdos a partir de ese nuevo futuro que había creado.

Cuando el se fue, Luka no estaba, él y su hermano vivían con su madre mientras sus abuelos, sí, sus abuelos, porque el matrimonio Dupain-Cheng eran sus padres, le habían abierto las puertas de su hogar y la habían acogido como si de una hija se tratase; ellos estaban ahora de viaje por el mundo, dejando a su madre y a el como dueños y responsables de la tienda ¿La mejor noticia? Le encantaba, porque podía ver a su madre feliz, sin tener que recordar al hombre que la abandono.

Pero ahora estaba asustado ¿Y si no había vuelto? ¿Y si fallo? Con su mano sobre el pomo de la puerta, dudaba en si entrar o no, en si vería caras nuevas o si dejaría de ver a su hermano; la idea de que él no estuviera ahí le seguía aterrando, porque entonces, todo su esfuerzo había sido en vano.

La puerta se abrió de golpe, dejándole ver a… ¡Su padre! ¡Ahí estaba, frente a él! Se había quedado petrificado, mirando los ojos azules de su padre.

-Travis ¿Dónde has estado? - Pregunto el hombre mientras terminaba de salir, teniendo que mover a su hijo para poder pasar con la guitarra al hombro -Tu madre necesita ayuda, Geraldine esta haciendo de las suyas en la casa y Elliot no está

¿Geraldine? ¿Y esa quien era? Bueno, igual las palabras de su padre entraban por uno oído y salían por el otro; el seguía anonadado por la presencia de aquel a quien siempre deseo volver a ver.

-Ah, si… yo… voy enseguida…- Luka frunció el entrecejo, como si notara algo raro en su hijo, por lo que Travis tuvo que darse una bofetada mental y volver a la realidad cuanto antes -Papá… yo… estoy feliz de que estés aquí…

- ¿Qué tonterías dices Travis? Si nunca me he ido- Luka sonrió, alborotándole el cabello y dándose la vuelta -Recuérdale a tu madre de la reservación de hoy, Eric y Chloe cuidaran a tus hermanos, no se te olvide el ensayo con tu tía Juleka

Soltó un efusivo "sí", entrando a su hogar, asomándose a la cocina de la panadería y viendo a su madre trabajando en un pastel de bodas que lucía espectacular.

-Travis, al fin- Dijo su madre con un suspiro, a quien veía como con diez años de rejuvenecimiento -Por favor, ve arriba y vigila a Geraldine, Elliot debió haber vuelto hace una hora

-Tranquila mamá, yo me ocupo de ella- Aseguro el chico besando la frente de su madre, luego la envolvió en sus brazos, disfrutando del aroma de su perfume -Tu termina ese pastel

-Gracias hijo, no sabes cuanto me alegra tenerte aquí

Travis subió a la casa, donde encontró a un pequeño demonio de unos cinco años correteando por toda la casa, apenas pudo alcanzarla, y cuando la tuvo entre sus brazos, la inspeccionó.

-Si que eres un pequeño diablillo- La niña reía, repitiendo la palabra hermano varias veces y aferrándose a al muchacho - ¿Qué quieres que hagamos juntos?

-Pinturas- Dijo señalando una pared, donde al parecer, su madre había colocado un rollo de papel grueso para que pudiera usar las pinturas ahí -Pinta conmigo

Bueno, no tenía otra opción, por lo que se sentó en el piso y comenzó a pintar con la pequeña, al menos hasta que llegó su hermano y tomó su lugar, por lo que bajo a ayudar a su madre; al bajar se dio cuenta de que varias fotografías estaban colgadas en la pared mientras descendía.

En muchas estaban sus abuelos, sus padres, pudo verse en los brazos de su padre estando aún en el hospital, luego el día de su boda, luego el nacimiento de su hermano y varios recuerdos, y casi al final, el nacimiento de su hermana.

Cuando él se hubo marchado, la idea de tener una hermana nunca le había sido algo… viable, sobre todo porque él y Elliot eran una bomba juntos, pero, si se ponía a pensar, tenía diez años de diferencia con ella, probablemente no había sido planeada y, sin dudarlo, la habían recibido de buena manera.

Muchas cosas habían cambiado, su madre era más joven, su padre tenía otra expresión ¿A dónde se dirigía cuando salió? Bueno, ya tendría tiempo de averiguarlo ¿no?

-Te siento algo distante- Agregó su madre mientras se acercaba a él, tocando su rostro y escrutándolo con la mirada ¡Maldito sexto sentido! -Es como si fueras… diferente…

-Soy yo mamá, solo que… estoy feliz…

-Ya, no le hagas caso a tu madre, estoy volviéndome loca- Agregó la mujer, sacudiendo un limpiador, espolvoreando harina por todos lados ¿O azúcar? No lo sabía, pero lo hizo toser -Lo siento, los toques finales

-Dijo mi… papa… que no olvidaras la reservación- El timbre sonó en ese momento, Travis se ofreció a abrirla, sobre todo, porque pudo sentir la magia afuera de ella -Eric…

-Hola niño- Ambos se miraron largo tiempo, como si pudieran verse las almas, el corazón de Travis se aceleró, sobre todo, porque conoció los sentimientos de su padrino por su madre… esperen ¿todavía era su padrino? -Que rara manera tienes de recibir a tu padrino…

- ¡Travis! - La voz cantarina de Chloe apareció, abrazando al chico y empujando a Eric -Que alegría verte, venimos a recoger a tus hermanos y… ¡Mei!

La rubia entro a la casa y fue de lleno a la panadería, abrazando a su amiga efusivamente. Todo esto era demasiado surrealista.

-Creo que necesitas ponerte al corriente con algunas cosas- Le murmuró Eric al oído mientras terminaba por entrar a la panadería también.

Travis se quedo ahí, de pie a la entrada mientras veía la escena tan familiar y a la vez tan extraña, estaba donde deseaba, donde quería, y tenía lo que había ido a buscar al pasado. Las palabras de Eric solo le daban a entender que el también recordaba una parte, por lo que, luego de unos días se reunió con él.

Eric le explicó que su interrupción había causado un cambio radical en el futuro, y que, aunque no recordaba su anterior vida, recordaba lo que él había ido a hacer al pasado y aclaró sus dudas respecto a sus padres. Después de que el famoso Oliver Allard desapareciera sin dejar rastro alguno, solo bastaron unos meses para que Luka Couffaine tomara la decisión de entrar a la universidad y estudiar; actualmente Luka era profesor y productor musical, aunque rara vez también componía para los artistas a los que producía.

Por otro lado, Mei se había quedado con la panadería sus tíos, había continuado haciendo pinturas, tal vez con menor frecuencia, pero no dejaba morir su galería, la cual, había sido un regalo de Tom algunos meses después de su cumpleaños número dieciocho.

Si, muchas cosas habían cambiado con su viaje al pasado, pero él solo iba por una sola cosa, aunque bueno, él ahora era el segundo vocalista y guitarrista junto a la vieja banda de su padre, al lado de su tía Juleka y Rose, siendo ahí donde conociera a Colette Faure; su novia.

Esto era más de lo que pudo haber esperado, pero la espinita de haber podido crear un bucle en el tiempo, y hacer que sus padres jamás estuvieran juntos lo había dejado algo… preocupado; le resto importancia cuando vio que todo estaba marchando a la perfección.

Ese era su futuro ideal.