CAPITULO 6

Tony se está divirtiendo. Uno de los reporteros que lo está entrevistando es una hermosa y voluptuosa pelirroja que lleva un anillo de bodas adornando su dedo pero que parece no importarle sus votos matrimoniales del todo, juzgando por la manera en que esta coqueteándole a Tony – un par de dedos descansando inocentemente, pero de manera seductora, en su brazo, una lengua discretamente lamiendo su labio superior, y pies rozando con los de él bajo la mesa.

—Bueno, Sr. Stark, estoy segura que todas nuestras lectoras femeninas amarían escuchar como tan adorable soltero pasa sus tardes —ella le sonríe, toda ella es curvas y ojos azules—. Por favor díganos —pestañas son agitadas mientras un micrófono le es puesto en la cara.

Jugando con mi nuevo esclavo, un dios famoso por tratar de invadir el planeta y traer un ejército alienígena a Nueva York. Su nombre es Loki, por cierto – quizás hayan oído hablar de él.

Okey, en realidad no dirá eso aunque está bastante tentado. Mejor da una de esas respuestas bastante sosas pero esperadas para no tener que ofrecer algo que sea sustancioso, pero lo suficiente para mantener a las admiradoras interesadas. Cuando la entrevista se termina, discretamente se desaparece antes de que la pelirroja pueda pedirle su número o meta el de ella en su bolsillo – cara bonita y cuerpo delicioso, pero no vale la pena ser perseguido por un esposo celoso.

Lo que lo ha mantenido de tan buen humor todo el día no es el coqueteo sin sentido de la pelirroja. No, son las miradas discretas que le ha estado dando al teléfono en intervalos regulares, la pantalla mostrándole a un mojado Loki sobre rodillas y manos, tallando los pisos de la Torre Stark con un cepillo de dientes.

¿Existe otra imagen más gratificante que esa? Se pregunta. Bueno, quizás no.

No puede evitar sentirse ridículamente complacido consigo mismo por tan brillante idea. El arrogante dios está en una seria necesidad de algunas clases de humildad, y Tony está más que feliz en ofrecerlas.

Media hora después está de nuevo en su carro, conduciendo a casa con AC/DC a todo volumen. Marcando el ritmo con sus dedos contra el volante, silbando junto con la música estridente, incluso aunque sus esfuerzos musicales se vean ahogados por el fuerte sonido de las guitarras y batería y los gritos de TNT –I'm dynamite. Todo junto, ha sido un gran día. Sólo una cosa hace falta para alcanzar la perfección.

Dando un giro a la derecha, se estaciona afuera de una comida China. Después de todo, incluso el maravilloso genio Tony Stark necesita comer.


Sus rodillas duelen de estar gateando sobre el piso todo el día, y sus dedos están entumidos seriamente. El cepillo ha cambiado de manos numerosas veces ya, pero no parece hacerle ningún bien el tratar de alternar. Justo ahora no puede sentir algo en sus dedos, lo que quizás sea bueno también. Realmente necesita tomarse un descanso, pero la amenaza implícita de Tony de que era mejor que no flojeara y que espera que haya terminado una vez que el hombre regresase a casa – a la hora que fuera eso – es suficiente para disuadirlo.

No que vaya a terminar esa monstruosa tarea antes de eso. No le tomó mucho darse cuenta de eso, y sin duda era el plan de Tony todo el tiempo – encontrarle a Loki una tarea imposible y luego divertirse castigando a su esclavo por no poder hacer lo que se le ordenó.

Genial. Simplemente genial.

Hunde la punta del cepillo en la sucia agua de nuevo. Las cerdas están rotas y muy sucias ya, pero no le dieron otro equipo de limpieza, así que coloca el pobre objeto contra los mosaicos del piso y comienza a tallar.

Quizás Tony piensa que es una maravillosa idea el hacer que Loki limpie los pisos de la torre completa. Realmente espera que ese no sea el caso porque duda que sus rodillas puedan soportar más de este tipo de abuso. Sus pantalones están completamente mojados también, por resbalarse en el suelo mojado pero ese es el menor de sus problemas.

Fastidiado, talla más fuerte, ignorando el dolor adormecido de las articulaciones de sus dedos. No tiene importancia. No hay manera de que pueda estar cerca de terminar antes de que Tony regrese y…

Como si alguien arriba estuviera escuchando sus pensamientos, se escucha un repentino whoosh de una puerta de elevador abriéndose y cerrando, seguido de pasos que reconoce bastante bien. Se congela, pero no se gira, sólo se queda ahí, sobre sus rodillas en el suelo húmedo, esperando.

Cuan patético se ha de ver es el único pensamiento en su cabeza. Él considera levantarse pero mejor decide que no. Después de todo, él es más alto que Tony, y eso quizás sólo sirva para provocar la ira del hombre aún más, lo cual es algo que no necesita en ese momento.

—¿Aún en ello? —Tony dice como reproche desde algún punto detrás de él, y chasquea con los labios decepcionado. Loki ni mira hacia arriba ni voltea. Está claro hasta para un idiota que no ha terminado. Y no es como si Tony esperara que lo hubiera hecho, no importaba cuan sorprendido pretendía sonar.

Un par de bien lustrados zapatos aparecen en su campo de visión y se detienen a dos pasos de él. Loki se tensa, esperando a uno de ellos conectar con sus costillas, posiblemente con suficiente fuerza para romper al menos un par de huesos.

Mientras espera por el dolor enceguecedor explote en su parte media, una parte más racional y objetiva de su mente se pregunta cómo los humanos pueden sobrevivir en tan frágiles cuerpos, cómo pueden vivir con ellos. Una cosa tan simple como tropezarse o caer de un par de metros de altura es suficiente para causar una fractura o incluso heridas que amenacen su vida y un tanto de cosas más.

Cuando aún tenía sus poderes de dios, sanaba rápidamente, como cualquier Asgardiano. El dolor era algo temporal y corto – poco placentero, sí, pero sólo algo pasajero que rápidamente se olvidaba una vez que el cuerpo se reparara a si mismo.

Pero ya no más. Las heridas que para un dios desaparecerían en cuestión de minutos, u horas a lo mucho, ahora toman semanas e incluso meses para que el cuerpo humano las sane. Tiempo durante el cual el dolor es constante, nunca disminuye.

Sabe porque los guardias de su celda encontraron el nuevo estatus de Loki fascinante. Tanto como para divertirse dándole unos cuantos puñetazos o aventarlo contra la pared y luego regresar a la mañana siguiente y ver que los golpes aún estaban en su cuerpo y rostro. Como si fuera algún tipo de rareza (bueno, más de lo que ya era cuando aún tenía sus poderes), miren a la cosa deforme que sigue rota y herida incluso un día después, quien ya no puede sanarse a si mismo como un Asgardiano normal.

¿Cómo los humanos viven tan vulnerables y lastimándose tan fácil? Se pregunta pero no hay respuesta.

Y ellos no tienen que lidiar con ser el esclavo de alguien quien disfruta convertirlos en un manojo roto y ensangrentado como pago por sus transgresiones. Se muerde la parte interna de una mejilla, probando la sangre. Costillas rotas tardaran semanas sino es que meses en sanar, y si no se soldaban como deberían, continuaría con dolor aún después de curado. Sinceramente duda que Tony lo vaya a llevar con uno de esos sanadores humanos para que le arreglen los huesos.

Y de nuevo, siente esa cuchillada de miedo que se está volviendo familiar en esos últimos días. La terrible sensación de vulnerabilidad e impotencia, sentimientos a los que no está acostumbrado pero que ahora no tiene de otra más que hacer las paces con ellos.

El silencio de Tony lo está poniendo aún más nervioso. ¿El hombre ha estado esperando tanto el poder golpear a Loki por primera vez que está parado ahí saboreando el momento tanto como pueda? ¿Es por eso que se está tomando su tiempo para comenzar?

¿O quizás espera ver a su enemigo tan odiado descomponerse y rogar? ¿Es lo qué está esperando? Es ese caso, no le va a dar a Tony la satisfacción. Al menos no ahora, pero supone que quizás cambie de parecer después, una parte traidora y pragmática de su cerebro le señala.

Entonces, de repente, los zapatos se mueven del lugar.

—Traje algo de Comida China. Supongo que debes de estar hambriento —escucha la voz de Tony decir, bastante lejos. Las palabras son seguidas por un sonido seco cuando algo es puesto sobre la barra de la cocina.

¿Comida china?

Loki levanta la mirada justo a tiempo para ver a Tony sacar unas cuantas cajas plateadas de una bolsa de plástico blanca y ponerlas sobre la mesa.

—Directa de la cocina de Fat Lee, la mejor comida china de la ciudad —el hombre continúa—. Déjame decirte, su Chow mein esta para morirse. Apuesto a que ustedes no tienes cosas como esta allá en su castillo mágico en el cielo, ¿verdad?

Él no está muy seguro de lo que está hablando Tony, pero eso huele como comida.

Y todo lo que el cerebro de Loki parece capaz de hacer en ese momento es preguntarse si toda la comida humana viene en esas extrañas cajitas.


Maiden