CAPITULO 13

Pocos placeres son mejores en la vida que dormir de más sin ser molestado por el sonido de su reloj alarma o Jarvis haciendo importantes anuncios demasiado temprano en la mañana. Entierra su brazo bajo su almohada, aplastándola contra su cara, no queriendo despertarse realmente. Estaba teniendo un hermoso sueño e incluso. aunque las desorganizadas imágenes se desvanecieron demasiado rápido par que pudiera recodar algo, la sensación placentera permanecía.

Se gira sobre su espalda, bostezando y estirando sus miembros entumidos que crujen ante el movimiento repentino. Su somnolienta mente nota que sería una mucho más placentera mañana si sus pies no estuvieran atípicamente adoloridos. Ese tonto dolor punzante es algo sin lo que sería más feliz.

Pero realmente podría serlo con un masaje…

Y entonces los recuerdos de la noche anterior se abalanzan contra él, como una enorme ola bañando a un turista descuidado tirado estúpidamente demasiado cerca de la costa. Ya tuvo su masaje de pies ayer por la tarde por parte del dios melancólico viviendo en su torre, y terminó luciendo una erección lo suficientemente grande para avergonzar a un caballo.

Talla su cara con una mano, como si de alguna manera ayudara a quitarse esa extraña imagen de la cabeza.

¿Qué demonios le pasa? Loki es un megalómano loco que lo tiró por la ventana, por no decir algo del daño que el dios hizo en la ciudad de Nueva York y Tony está reaccionando como un adolescente que tuvo su primer beso en el baile del colegio, y todo eso por un simple masaje de pies.

Okey, Loki tiene una bonita cara y un cuerpo bien formado y sabrá que más, pero aún así es Loki, maldición. ¿Qué poseyó a su región inferior para reaccionar de manera tan ridícula?

Ugh. Realmente comenzaba a perderla. Quizás necesita salir más. Preferentemente a fiestas que no apesten, agrega tras pensar en el tedioso evento caritativo de ayer.

Mejor olvidarse de todo eso, de esa falta de juicio vergonzosa.

Quitándose los últimos vestigios de sueño de los ojos, avienta las cobijas a un lado y se levanta, quejándose ligeramente cuando sus abusados pies cargan con el peso completo de su cuerpo. Ignorando el dolor, se dirige al baño, decidiendo que una buena ducha caliente es exactamente lo que necesita.

Los ríos tibios de agua son tranquilizadores, y toma una de las botellas del alfeizar del baño, abriendo la tapa y vertiendo una generosa cantidad de gel en su palma. La sustancia amarillenta rápidamente se convierte en una cama espesa y espumosa mientras la frota en sus hombros y pecho, y luego más abajo sobre su estomago.

Y mientras está ahí enjabonándose, una parte más fiera y primitiva de su cerebro despierta de su hibernación y quiere jugar, y de repente las manos se están moviendo sobre su cuerpo no son las suyas, pero delgadas y de largos dedos, a los ojos de su mente. Se deslizan sobre su piel tibia por el agua caliente y quizás algo más, acariciando y provocando al tiempo que exploran.

Su primera reacción consciente en tratar de sacar esas ridículas imágenes de su mente, pero la memoria del delgado dios parada en su sala completamente desnudo, con sus ropas en un montón a sus pies se cuela alegremente en su cerebro, negándose a ser alejada, e incluso a pesar de que Tony trata de pensar en índices de intercambio y resultados del baseball y a donde desaparecieron sus calcetines de la secadora.

A pesar de sus valientes intentos, su entrepierna despierta, y aunque su juicio debería de ser mejor, Tony se rinde y se deja llevar por las necesidades más básicas de su cuerpo. Nadie puede verlo parado aquí en su baño, y si pudieran, lo más seguro es que pensaran que estaba fantaseando con alguna modelo rubia de enorme trasero. Y no es como si nunca tuviera fantasías inapropiadas sobre gente que nunca soñaría en tocar en la vida real, ¿cierto? No, no importa. Seguramente no importa. Es sólo una fantasía, y un poco de eso de soñar despierno no lastima a nadie ¿verdad?

Su cerebro trata de razonar, de arrastrarlo por ese sendero de locura, aunque una parte siempre racional de él le dice que deje en paz esa grieta mental, porque esto no está bien.

No es que a Tony le importe mucho qué es lo que se considera como bien o no.

El calor se está acumulando en su estomago, y se está extendiendo más hacia el sur con cada segundo. Su pene ya esta duro, así que agarra su miembro húmedo, lentamente deslizando su palma sobre a piel tibia.

La sensación que sube por su espalda es casi eléctrica, como un pulso corto y dulce despertando otras cosas a la vez. Así que se acaricia más duro, un poco más rápido, dejando que un gemido suave escape de sus labios.

Una vez más, su mano se convierte en la de otro, otro con ojos verdes y cabello oscuro que está parado detrás de él con sus dedos alrededor de su miembro, apretando, acariciando y frotando. Está prohibido, es tabú, y quizás es por eso que la imagen es tan extrañamente atrayente, enviándole a nuevos niveles de excitación. El cuerpo imaginario detrás de él está presionado contra su espalda, deslizándose y enredándose contra él como la piel de una serpiente, amenazando con atraparlo. Y él no quiere liberarse, sólo quiere enredarse más en esa exótica presencia. La mano acaricia con más fuerza y más intensidad, alimentando aún más su deseo.

Su respiración se acelera, pero el agua golpeando contra las paredes de la regadera está ahogando el sonido. Él se siente como si se estuviera ahogando también, es esa tentadora y vivida imagen que su cerebro está creando, de algo que por supuesto nunca pasara pero que es tentadora de todos modos.

Jadeando, coloca un brazo contra la pared para sostener su cuerpo tembloroso, apoyando su frente contra el pliegue de su codo. El agua que está recorriendo su espalda se siente casi como caricias, suaves e insistentes, como si su pareja imaginaria le estuviera tocando al mismo tiempo.

Olas de placer le recorren todo el cuerpo mientras se toca, sintiendo su pene tensarse ansioso conforme el placer aumenta a niveles altísimos. Ya casi…

Unas cuantas jaladas más es lo que toma, y su cuerpo es atacado por temblores mientras se corre, sacudiéndose y gimiendo mientras mancha el vidrio de la puerta de la regadera.

Entones, sólo se queda parado ahí, su cabeza descansando contra su brazo aún levantado, el agua bajando por su cuerpo y juntándose de nuevo en el piso de la regadera, girando mientras es arrastrada por el desagüe. Por un rato, se queda ahí congelado, jadeando, mirando como el agua clara se mezcla con un blanco opaco al ir limpiando las paredes.

Toma una profunda inhalación, pasando una mano sobre su rostro se retira de la pared. Maldición, eso fue mejor que lo que ha tenido en meses. Y eso es contando sexo real también.

Sus manos aún están un poco inestables mientras cierra la llave de la regadera y sale del cubículo, tomando una de las enormes toallas del rack brillante junto a él. Un poco mareado pasa la suave tela sobre su cuerpo, y luego la frota sobre su cabello húmedo, aventando pequeñas gotas de agua a su alrededor como un perro mojado por la lluvia.

Una vez ya seco a su satisfacción, dobla la toalla en dos y la pone de nuevo sobre el rack.

Luego se detiene, sus sentidos regresando un vez más cuando se encuentra parado en medio del baño, las hormonas y la adrenalina y la calentura de regreso a los niveles normales de Tony Stark.

¿Acaba de masturbarse con una fantasía sexual que incluía a Loki?

Y una mejor pregunta aún ¿qué demonios anda mal con él?

Tony raramente ha sido alguien de estar avergonzado de algo relacionado al sexo, incluyendo sus propias fantasías, pero esta vez incluso él está sorprendido. Es como si acabara de meterse en algo intrínsecamente vergonzoso –lo cual supone que así fue, de alguna manera– una fantasía que personas normales no deberían considerar tocar con un palo de diez pies.

La idea es tan ridícula –se acababa de masturbar con una fantasía del dios del caos, el mismo dios que sucede es su jodido esclavo– una pequeña carajada histérica amenaza con destrozar su garganta, pero se la traga, pero es superado por una ola de asco y aversión.

Así que cuerpo decidió darse cuenta del hecho de que Loki puede que sea físicamente atractivo pero el tipo sigue siendo Loki. Imbécil, bastardo, megalómano, loco… y innegablemente sexy.

Bien, esto es ridículo, aunque su cuerpo nunca ha sido de reprimir sus propios deseos, esto tiene que parar. Hay millones, rayos, billones, de parejas sexuales en este planeta que son más apropiadas que Loki.

Bien, esto fue un pequeño desliz, un experimento irracional de su parte, así que trata de calmarse, tratando de apelar al lado más racional de su cerebro. No al reptil que sólo está preocupado de su propio placer, lujuria y deseo; y que piensa que Loki es perfecto para una fantasía sexual.

Así que experimentó, y ahora va a poner esa pequeña fantasía a descansar. Él es Tony Stark –hay bastantes cosas con las que puede fantasear, o poner en práctica, si así lo deseara. Ciertamente no hay falta de compañeros gustosos.

Incluso si ninguno tiene el mismo brillo verdoso e hipnotizante en sus ojos.

Sacude su cabeza, como tratando de desaparecer el recuerdo del incidente de la regadera, pero todo lo que logra es agregar más agua a los charcos juntándose en el piso.

Y la parte más ridícula es la idea de que Loki se entere de esto.

El dios se reiría hasta morir, sin duda.


Maiden