N/A: Vamos a retroceder unos minutos en la historia, por perspectiva ;)
CAPITULO 22
—En serio —Tony dice, obviamente no cree sus escusas baratas ni por un segundo—. ¿Entonces qué estaba haciendo el cuchillo en tu mano? ¿Quizás estabas a punto de hacer una ensalada? ¿O practicabas el corte de papel Chino? ¿Huh?
No tiene respuesta para ofrecer. Ninguna que importe de todos modos. Traga, deseando que el hombre se vaya. Aunque, hacer que la gente desaparezca en el aire era algo que nunca podría hacer, ni siquiera con su magia aún intacta. Y ciertamente ningún deseo vano va a hacer milagros de esa magnitud.
Sin advertencia, el puño de Tony golpea fuerte sobre la mesa, y Loki brinca, asustado. —Dije ¿qué jodidos estabas haciendo con el cuchillo allá?
Sólo estaba deleitándome en el hecho de tener una alternativa a someterme a ti.
Sería la verdad. Pero, claro, no puede decir eso.
— Habla —el hombre insiste, negándose a tomar su silencio como respuesta—. ¿Qué te llevo a tan siquiera considerar esto?
Loki casi se ríe con eso. Hubiera sido una amarga, una risa auto despreciativa, resonando vacía y sin alegría. ¿Qué te llevo a tan siquiera considerar esto?
¿Tony está siendo serio? ¿Realmente espera y quiere que Loki le ofrezca una respuesta honesta a esa pregunta?
Porque no puedo esperar a que me hagas tu juguete, convertirme en tu pequeño juguete sexual.
Y hay una pregunta que le pica para que se la diga a Tony.
Por las barbas de Odín ¿qué es lo que está esperando?
Pero se muerde la lengua y en lugar de contestar, observa ausente una macha gris en el piso.
El hombre toma otro sorbo del vaso y luego se recarga desinteresadamente contra la barra de mármol. —Sabes, no me ha pasado por alto que parece que te has tomado un clavado de cabeza a la tierra de la eterna perdición y tinieblas últimamente sin llevarte un boleto de regreso. ¿Te importa decirme que ha provocado eso?
Loki arruga la frente. Es una extraña pregunta, y no está seguro a qué está jugando Tony. Quizás otro de sus juegos entonces, provocando a su esclavo para que diga la verdad y pueda castigarlo por hablar fuera de lugar.
Y bueno, podría decir algo más, inventar lo que sea, dar una respuesta sin importancia. Él es Loki, el mentiroso, Loki el Lengua de Plata y todas esas otras cosas por las que le han dado crédito. Podría pensar una respuesta apropiada a la pregunta de Tony que quizás no le agregue otra marca a su lista ya enorme de ofensas-por-las-que-ser-castigado.
O podría optar por la verdad. ¿Qué es lo que tiene que perder? ¿Qué es lo peor que Tony le puede hacer que el hombre ya no haya planeado?
Y es ahí cuando decide que tuvo suficiente. Preguntar seguramente es mejor que este terrible estado de no saber, de constante preocupación soporífica, y preguntándose y esperando.
Así que Loki mira al hombre recargado contra la barra de la cocina a la cara, encontrándose con un par de ojos cafés implacables.
—¿Cuándo tiene intención de reclamar su derecho de poseerme a la cama? —pregunta mientras Tony da otro trago de su vaso, una extraña sensación de alivio le recorre ahora que la pregunta está en el aire. Si la respuesta va a ser aquí y ahora, entonces que así sea, al menos ya no tendrá que caminar por ahí con ese peso aplastante de incertidumbre sobre sus hombros.
Por un momento, Loki se pregunta si probablemente Tony se está ahogando con ese último trago de alcohol mientras está parado congelado con los ojos abiertos enormemente y la boca medio abierta en lo que parece agonía asustada, pareciendo incapaz de sacar palabra.
Entones la quietud es rota por el sonido del vaso cayendo en el suelo, pedazos y líquido esparciéndose por todo el piso.
Y Tony suena, y se ve, como si aun estuviera ahogándose y jalando aire por varios momentos después cuando parece que ha reunido suficientes palabras para hablar.
—¿Qué demonios acabas de decir?
Sí, fue una pregunta inapropiada y mal considerada, una que no se supone que debería estar preguntando y que es seguro que terminara siendo castigado por eso. Lo esclavos no se suponen que requieran explicaciones de sus amos, después de todo.
Aún así, se repite a sí mismo, la pregunta ya está en el aire ¿qué daño puede causar el decirla de nuevo? Ya va a ser castigado por tantas cosas que eso hace una mínima diferencia.
—Estaba preguntando ¿cuándo va a reclamar sus derechos de llevarme a la cama finalmente? —es sorprendente que su voz pueda sonar tan calmada y serena, en un contraste con el vacio revoltoso en su estomago – repugnancia, disgusto y m – No, trata inútilmente de asegurarse, sin miedo. Repugnancia y disgusto.
Pero en lugar de mostrar rabia ante la pregunta obviamente impropia. Tony toma uno – no, dos – pasos lejos de él, levantando sus manos, las palmas hacia afuera, los ojos tan grandes como pelotas.
—Okeey, ahora, vamos a calmarnos por un segundo. Tiempo fuera. Tiempo fuera. —La última frase es gritada más que hablada al tiempo que hace movimientos horizontales y cruzados con sus manos. Desde donde Loki está sentado, casi parece que un ligero sonrojo esta adueñándose de las mejillas de Tony, pero eso seguramente tienen que ser un truco de las luces fluorescentes bajos las que el hombre está parado.
Luego, Tony parece encogerse, y toma una bocanada de aire profundamente y pasa una mano por su boca, sonando más como que se está murmurando a sí mismo, pero las palabras están demasiado obstruidas para que Loki las escuche. Luego procede a decir algo en un tono de voz más audible, pero aparentemente piensa otra cosa, ya que se interrumpe a si mismo antes de que un par de silabas salgan al aire. Finalmente, exhala un fuerte suspiro e intenta de nuevo hablar, esta vez de forma exitosa.
—Bien, No estoy familiarizado con el lenguaje coloquial de Asgard, pero por favor dime que "llevarse a la cama a alguien" tiene un significado enteramente diferente de dónde vienes. Como que no significada sexo. Como que no tienen nada que ver con el concepto de "inserte barra A en la ranura B" —Tony suelta, luciendo como si hubiera tragado algo amargo y desagradable, algo que preferiblemente le gustaría escupir de nuevo.
Loki frunce el ceño confundido. ¿De qué más estaría hablando él? ¿Tony está jugando con él, burlándose de él de nuevo?
El hombre no espera una respuesta. En su lugar, pasa una mano por su revuelto cabello, como si tratara de quitarse algo pegajoso aferrándose a su cuero cabelludo, y entonces continua hablando. O mejor, tartamudeando, mientras su cara se vuelve una mueca dolorosa.
—Realmente pensaste que yo… —comienza y luego inhala profundamente extrañamente inestable como si el suelo bajo sus pies hubiera desaparecido—. Jesucristo. ¡Eso no va a pasar nunca! En serio, Rodolfo, ¿te parezco alguien quien disfruta de meter las más finas partes de su cuerpo en lugares donde no son bienvenidas? —hay una clara nota de agitación en esa voz, y aunque Tony suena como si tratara de pelear eso, de recobrar la calma e indiferencia, pero falla miserablemente. Finalmente, parece que se ha rendido y levanta tanto su voz como su cabeza como si ya no estuviera hablando más con Loki pero con el cielo arriba, las palmas hacia arriba en una posición de suplica—. ¡Maldición! ¿Qué, sobre esta Tierra verde de dios, te hizo pensar que yo haría tal cosa?
Loki parpadea un par de veces, tratando de ponerle sentido a lo que Tony está diciendo, haciendo que se alinee con las nociones de cómo su situación aquí, en la Torre Stark, inevitablemente se desarrollará, pero es como tratar de armar un rompecabezas con piezas diferentes. Simplemente no encajan.
De alguna manera ya no está muy seguro de las cosas.
Pero no estaba equivocado en una cosa. Y mientras Tony lo mira esperando que diga algo, Loki se aferra a eso.
—Usted parecía…. suficientemente interesado el día que le di el masaje de pies.
—Por el amor de Dios, si no lo has notado, ¡soy un hombre! —hay una exasperación agitada en la voz de Tony, aunque Loki no está seguro de que exactamente lo provocó—. Quizás ustedes dioses tienen un control perfecto sobre su cuerpo que nunca se encuentran en situaciones como esa, pero puedo asegurarte que nosotros, los hombres Midgardianos, funcionamos en un nivel totalmente diferente. Y ese tipo de cosas nos pasa a la salida del supermercado, en una cena con los suegros, en la regadera del gimnasio, ¡en dónde sea! Algunos de nosotros a penas y podemos soportar una ventisca de aire sin que suceda. ¡El punto es que significa nada!
Es como voltear una jarra de cabeza y ponerla de nuevo al derecho con todos sus contenidos reordenados y desalineados. Ahora las palabras de Tony han volteado el mundo de manera similar también, y Loki aún está tratando de darle sentido a este nuevo arreglo que es el resultado.
Así que pregunta cuidadosamente, porque no está seguro de que su estomago pueda resistirlo si resulta que malentendió y recibe una respuesta errónea.
—¿Usted… no desea tomarme, entonces? —la pregunta se queda en el aire por unos segundos, balanceándose precariamente como una gota de lluvia al filo de un tejado. Decidido, aplasta la pequeña llama desesperada de esperanza amenazando con encenderse; seguramente será mejor apagarla ahora a que sea extinguida luego un momento después.
Tony suspira mientras se vuele a recargar sobre el mármol oscuro de la barra de la cocina, sacudiendo su cabeza consternado mientras hace una mueca. —Mira, princesa, en caso de que no se te haya ocurrido, yo soy Tony Stark – millonario, genio, playboy, filántropo, soy el jodido Ironman. Incluso una de esas cosas sería suficiente para tener más que una amplia cantidad de chicas en cualquier fiesta decente batiéndome sus pestañas y pegadas a mi brazo como súper pegamento. Combínalas todas, y eso significa más pretendientes de los que puedo rechazar con un palito puntiagudo. Te aseguro, tengo suficientes compañero potenciales dispuestos a arrojarse sobre mí. No necesito a nadie que no esté dispuesto —mira a Loki de manera inescrutable—. Aparte, tenemos una palabra para ese tipo de cosas aquí en el planeta Tierra. Y la gente que hace eso va a prisión.
Y de alguna manera, Loki gana esta bizarra sensación de poder ser capaz de respirar de forma normal, a pesar de no haber notado algún problema respiratorio con anterioridad. Como si hubiera habido un peso hundiéndole que ahora ha sido quitado de sus hombros mágicamente.
Hay un largo silencio ahí, y Loki se atreve a mirar rápidamente a Tony a los ojos y casi se enfurece por lo que ve.
No hay odio, enojo, desdén, o cualquier otra emoción que debería estar ahí.
De hecho, sólo hay una cosa.
Lástima.
Maiden
