CAPITULO 27
Sus días pasan lentamente, en constante oscilación entre aburrimiento total y frustración agobiante, entre resignación reacia y miedo implacable sobre los castigos aún colgando sobre su cabeza que por razones poco claras aún no han sido llevados a cabo. Por destrozar una de las salas de Tony. Por aventar esa maceta a su cabeza. Por haber contemplado el hacerse daño a si mismo. Por arruinar las ropas de Tony – e incluso peor – por tratar de esconder la evidencia. Por sus acciones en Nueva York. Por aventar a Tony por la ventana. Y por cualquier ofensa adicional que quizás haya cometido desde que llegó que Tony piense que debería de ser castigada.
Pero de alguna manera las escalas parecen haberse volteado, porque ahora puede jurar que es Tony quien lo está evadiendo a él, rápidamente metiéndose en su taller para jugar con su ciencia y su tecnología midgardiana cuando no está dejando la torre por negocios desconocidos en algún otro lado.
Quizás el hombre se ha cansado de su esclavo, ya no encontrando algún entretenimiento en el hecho de la degradación y subyugación de su enemigo derrotado, que se ha vuelto cotidiano ahora. Quizás ha llegado a la conclusión de que estará contento con sólo descartar los castigos que aún están pendientes, mientras planea más diversiones mezquinas en la forma de humillar a su esclavo, al menos por ahora.
Lo que sea que Tony este pensando, tiene poco sentido que siga especulando – no hay nada que pueda hacer al respecto –así que en lugar de ello sólo vaga sin sentido por la torre, sin una meta especifica. La inquietud le esta carcomiendo la piel, y se encuentra incapaz de sentarse para que su mente le lleve a lugares muy lejanos y demasiado oscuros. Así que camina como un fantasma intranquilo, serpenteando entre corredores y pasillos y habitaciones, desesperado por algo que quite sus pensamientos de su actual estado degenerativo.
No está realmente pensando, simplemente dejando que sus pies le lleven a donde sea que quieran ir. No es como si hubiera alguna semblanza de un propósito de algo para él.
Y sin darse cuenta hacia donde se está dirigiendo, de repente se encuentra parado afuera del taller Tony, no muy seguro de cómo terminó allí. Hay ruidos filtrándose por la puerta entreabierta, y deja que su curiosidad saque lo mejor de él asomándose animadamente dentro.
Como era de esperarse, Tony está ahí, muy concentrado trabajando en algo sobre la mesa de trabajo. Su espalda esta girada hacia la puerta, pero Loki tiene la impresión de que podría estar parado frente al hombre y ni siquiera se daría cuenta de su presencia dada la concentración que estaba enfocando en el aparato que estaba manipulando. Lo más probable es que sea uno más de sus inventos interminables.
Claro, estaría mejor dejar al hombre con sus asuntos propios, nada bueno vendrá de seguir en la presencia de Tony. Así que sus pies comienzan a moverse de nuevo, pero en lugar de girar y caminar de regreso como debían, lo llevan hacia adelante, adentrándolo en el taller, la curiosidad y el aburrimiento apoderándose de él.
La frente de Tony esta arrugada con líneas profundas de concentración, concentración profunda en el aparato en sus manos mientras remueve los adentros con una herramienta de metal pequeña. Loki no tiene idea de que es ese aparto o que se supone que haga, pero está parado observando de todos modos. No es el Tony poco serio de siempre quien está sentado ahí, sino un inventor, un científico, y ese cambio le llama la atención. No está acostumbrado a verlo tan serio sobre algo, realmente poniendo su mente en crear algo más aparte de sus comentarios sarcásticos usuales y sus observaciones engreídas. Y por alguna razón, eso lo atrae, aunque debería de saber mejor.
Se acerca un paso más, a pesar de saber que debe de salir de antes de que Tony lo descubra husmeando por el lugar que debe de ser el más sagrado para el hombre en toda la torre.
Otro paso más.
Y luego, se escucha un sonido fuerte de algo aplastándose y rompiéndose debajo de su pie, el ruido resonando en el silencio de la habitación.
El hombre en la mesa se sorprende, y se escucha el inconfundible sonido de algo rompiéndose cuando sus manos se mueven por reflejo.
Uh-oh.
Ni siquiera un parpadeo después, Tony se gira para encararlo, la molestia escrita por cada línea de sus facciones.
—¿Qué jodidos haces asustándome de esa manera? —explota, levantándose de su silla como un predador lobezno tomado por sorpresa por un cazador. No esperando a que Loki se digne a responderle, gesticula con la herramienta aun en su mano hacia los pedazos rotos de lo que sea que esta tristemente sobre la mesa, puntuando sus palabras con un movimiento enojado de la mano—. ¿Tan siquiera tienes idea de cuánto tiempo he trabajo en esa maldita cosa? ¡Y ahora todo está roto porque tenías que venir a husmear por aquí como alguien salido de Espías Como Nosotros!
Dejando salir un gruñido de frustración ante su trabajo desperdiciado, avienta la herramienta sobre la sucia superficie de la mesa; un sonido de metal contra metal antes de que el instrumento se deslice sobre el filo hacia el suelo, desperdigando pedazos del artilugio mientras cae.
Y Loki siente el golpe familiar en su estomago cuando Tony se gira hacia él, los puños apretados y los ojos entrecerrados por la indignación. ¿Por qué demonios pensó que sería una buena idea el venir aquí y mirar a Tony sobre su hombro mientras trabajaba? Debería de haber pensado mejor y haberse ido antes de que todo se fuera al infierno.
Por reflejo da un paso hacia atrás. Y uno más. Luego, su pierna pisa algo en el piso, quizás el mismo aparatito traicionero que piso momentos antes y causó todo este desastre en primer lugar.
Trata de recobrar su equilibrio, pero la cosa pérfida en el piso frustra sus esfuerzos y en su lugar, termina tropezándose hacia atrás y cayendo sobre su trasero.
Tony da un paso en su dirección, sus manos aún apretadas en puños tensos.
Entonces así es; Tony finalmente tuvo suficiente y ya no va a detener esto más. El primero de todos esos castigos que ha estado esperando por siempre finalmente está por caerle encima. Y Loki sabe muy bien que no se le está permitido defenderse a si mismo y pelear. No si no quiere arriesgarse que se lo lleven de nuevo a Asgard por un grupo de maliciosos y odiosos Einherjers demasiado ansiosos de entregarlo para su ejecución. Pero al menos aún puede protegerse, no importa que tanto bien le haga al final, así que se enrosca sobre si mismo en una bolita, arrastrando sus piernas para proteger su caja torácica, y levanta un brazo para proteger su cara.
Y luego espera.
Por un largo tiempo nada pasa; es como si el tiempo se hubiera detenido. Tony parece estar parado solamente ahí en algún lugar por encima de él, esperando por sabrá Dios que.
Luego se escucha un suave arrastrar de pies y un sonido aún más suave de ropas mientras Tony se agacha junto a él.
—Hey, Cuernitos —una voz sorprendentemente falta de la furia previa dice por encima de él, y Loki baja lentamente su brazo levantado para protección del inminente ataque de violencia, para encontrarse con un par de ojos café, de igual manera faltos de ira. Una mano toca ligeramente su hombro, y se encoge ante la inesperada naturaleza de ese contacto físico—. No te voy a lastimar. Puedes quitar ese brazo —la voz continua, aún extrañamente no-enojada.
Y eso no tiene sentido del todo, Así que sólo sigue mirando vacíamente al hombre, confundido y sin comprender, sin ofrecer una respuesta.
—¿Entiendes lo que estoy diciendo? No te voy a lastimar —Tony repite cuando el silencio se ha extendido por media eternidad, sonando como si le estuviera hablando a un niño asustado en lugar de aun odiado enemigo. Sus dedos se enroscan alrededor del brazo que Loki aún tiene levantado a medio camino, empujándolo hacia abajo, gentilmente al principio y luego con un poco más de insistencia cuando hay resistencia. Y Loki desea que el movimiento que sintió en su brazo no fuera un temblor.
—Por qué no lo haría —dice por reflejo, casi antagonizándolo, desconcertado ante la contradicción de Tony como si esto fuera la cosa más natural del mundo.
Tony se remueve donde esta agachado junto a él y pasa una mano por su cabello, mirando a algo en la pared más lejana. Por alguna razón parece estar perdido e inseguro, como si no supiera que hacer consigo mismo. Luego suspira y mira sus manos. —Es una cosa midgardiana —finalmente dice—. No vamos por ahí golpeando gente quien es incapaz de protegerse —un pausa corta—. Bueno, no la mayoría de nosotros, al menos.
Los ojos cafés se giran para mirar en los suyos, contemplativos y no completamente crueles. Y no hay duda sobre eso; la furia de hace solo un momento atrás se ha ido definitivamente, ahora, habiendo desaparecido en el aire como por magia. Y Loki no está seguro de que hacer con eso; ciertamente no es un tipo de magia con la que esté familiarizado.
Y luego, es como si todas esas emociones tormentos de repente se congregaran una vez más, nadando juntas para formar una ola gigantesca y masiva que le golpea sin avisar, llevándose consigo cualquier semblanza de control. Todo es arrastrado lejos en ese chorro giratorio de locura aullante, como aquella vez cuando hizo pedazos la sala de Tony. Todos esos sentimientos horribles de sentirse impotente e indefenso, la desesperanza y desesperación interminables, todos su miedos viejos y nuevos, todo es demasiado para poder soportarlo. Una vez más, la presión llega demasiado alta y la mezcla bulliciosa debajo de su piel demanda ser dejada salir o explotará.
Puede sentir como algo dentro de él se rompe, pero algo es diferente de la última vez. Quizás es el alivio traído por la inesperada promesa tranquilizadora de Tony, quizás es la sensación persistente de una mano gentilmente tocando su hombre hace unos momentos, o quizás es la vista de esos ojos cafés mirándole sin furia, la razón que sea, esta vez, el efecto de esa ola golpeando es bastante diferente.
Un momento después, la mano de Tony está de nuevo sobre su hombro, e hombre murmurando suaves nadas que Loki apenas puede registrar mientras yace sobre el suelo llorando, su cuerpo sacudido por sollozos y sus lágrimas patéticas derramándose sobre sus mejillas y manchando el mosaico de lozas de concreto debajo.
Y en ese momento no está seguro si se odia más a si mismo o a Tony.
A si mismo, por mostrar debilidad, o a Tony, por mostrar lastima.
¡100 comentarios! Bueno, en realidad 102, lo cual me tiene muy feliz. Muchas gracias a todos por su apoyo y paciencia con esta traducción. 26 capítulo para llegar ¡Yei! ¿Cuántos tomará llegar al 200?
En serio, muchas gracias por ser tan buenos y fieles lectores.
Maiden.
