CAPITULO 32

—Muy bien, me pones al corriente en cuanto tengas más información —le dice al director al otro lado de la línea, terminando de ese modo su desafortunada conversación.

El sonido sordo mientras cierra el celular se escucha enojado. Y también lo está el. Por como parece, alguien ha estado sacando dinero de Industrias Stark. Seguro, la cantidad es sólo una gota en el océano comparado con las enormes sumas que fluyen dentro y fuera de las operaciones en un día normal, pero es que sucedió lo que importa. Y lo que es aún peor, alguien también ha estado intentando obtener acceso a archivos restringidos, posiblemente con la intención de vender información secreta de la compañía al mejor postor.

Obviamente, alguien de los altos eslabones es un fraude, pero no tienen ni idea que cual de los tipos con sus trajes bien planchados y sonrisas artificialmente blanqueadas o de esas mujeres con sus tacones altos y el cabello en recogidos tensos es el perpetrador. Nop, no tiene ni idea de quién puede ser el traidor en ellos, una manzana podrida en la que no se puede confiar.

¿El Sr. Anderson, siempre desbordándose con nuevas y creativas ideas, pero con una marca descuidada? ¿La Sra. Tenhurst, quién es particular hasta cierto punto, pero muestra señales inconfundibles de ser un busca tesoros con hábitos caros? ¿El Sr. Chen, quien nunca elude una responsabilidad, pero le tienen cariño a la bebida, a las apuestas?

Sólo el cielo lo sabe.

Joder.

Masajea sus sienes con sus dedos. No hace nada por su dolor de cabeza.

Por supuesto que Pepper lo hubiera manejado de manera experta, si aún fuera su CEO. Mierda, este desastre entero ni siquiera hubiera sucedido en primer lugar bajo su cargo. E incluso si sucediera, hubiera sacado al perpetrador en el tiempo que le llevaría a él tomarse una botella de escoses.

De alguna manera extraña a Pepper. Fue su ancla segura, la luz brillante que siempre lograba sacarlo de sus temporadas temperamentales hacia el mundo de los vivos. También como el curita que podía aplicar a casi cualquier problema en su vida, y las cosas se arreglaban automáticamente. Hasta que un día ella se fue de su vida.

Una parte de él aun la extraña.

Demonios, pensó que ya lo había superado.

Se hunde en la silla más cercana, su cabeza en sus manos, sintiéndose como una completa basura. ¿Por qué su vida siempre tiene que ser así, un desastre sobre otro y sobre otro?

Y hablado de esa botella de escoses, que parece ser el remedio más disponible para sus problemas, al menos a corto plazo.

Levantándose de su silla, busca en su gabinete de licores hasta que encuentra algo aceptable. No preocupándose con un vaso, saca la tapa y luego bebe con tragos largos y calmantes.

Limpiándose la boca con el dorso de su mano, mira a la botella miserablemente, y luego le da otros tragos.

Pepper se ha ido, su compañía se ha ido a los perros sin ella, la gente en que pensó que podía confiar le están traicionando una vez más, por decir nada de ser el trasero de una broma que es el sistema de justicia Asgardiana. Sí, ¿qué otras cosas hay que puedan posiblemente salir mal?

Se sienta ahí por un rato, alternando entre beber directo de la botella y sintiendo pena por si mismo. Algunas veces, haciendo ambas cosas al mismo tiempo. A pesar de la larga y diligente practica, se está comenzando a sentir un poco mareado por las grandes cantidades de alcohol que ha estado consumiendo en ese periodo corto de tiempo, así que se levanta de la silla, la botella aún apretada en su mano, y se anda sin prisa rumbo a la sala para encontrar arreglos más cómodos para sentarse.

Quizás ese adulador del Sr. Hermann de la junta de directores es quien ha estado robando y tratando de poner sus mugrientas manitas sobre información sensitiva. Puede imaginarlo, el gordo hombre con sus ojos hiperactivos sentado frente a su pantalla de computador, escribiendo con su teclado, mirando esos números siendo dirigidos a su propia cuenta bancaria mientras intenta desencriptar esos archivos codificados…

—Joder —le grita a nada en particular, golpeando la puerta detrás de él con furia. ¿Por qué mierdas como esta le pasa siempre a él?

Casi se asusta cuando su mirada recae sobre Loki quien está sentado en el sillón, aún esperando. Oh sí, también esta ese pequeño detalle.

Y realmente no se siente como para lidiar con ello justo ahora. Tendrá que esperar hasta mañana.

Así que en lugar de eso, se sienta en el sillón, los contenidos de la botella en su mano se derraman un poco por sobre el borde. Su mente vagamente registra como Loki se tensa junto a él, mirándolo cautelosamente.

Justo ahora, necesita desesperadamente de algo en lo que ocupar su cerebro y quitar sus pensamientos de toda la mierda que sucede. Sus ojos se encuentran con el remoto del DVD al otro lado de la mesa, y promete entretenimiento soporífero. Sí, una comedia tonta, una película de acción estúpida, lo que sea.

Se estira para alcanzar el control, recargándose sobre el costado de Loki. Y ante eso, el dios se aleja violentamente, presionándose contra el respaldo del sillón y alejándose de Tony.

Y eso le molesta como un rallador de queso raspándole la piel. Aparentemente no es suficiente que alguien en su compañía, de una posición de confianza no menos, piense que él es un idiota descerebrado para que puedan salirse con la suya robando unos millones por debajo de su nariz mientras tratan de sacar secretos de la compañía para negociar, o que Pepper le considera un imbécil insensible con una lista de problemas suficientemente larga para cubrir la distancia de aquí a París. Nop, porque ahora está siendo marcado como un jodido cabrón abusivo para acabarla.

—¿Podrías para con eso de una vez? —dice de pronto hacia Loki, el fastidio sacando lo mejor de él mientras su paciencia se va agotando, en algunos lugares disolviéndose a nada. ¿Qué demonios hizo para merecer una opinión tan de mierda del dios quien le está mirando como si fuera el jodido Jason Voorhess mismo?—. ¡Ya te he dicho que no voy a hacer nada contigo!

Trata de poner la botella, aún en su mano, sobre la mesa pero su coordinación mano-ojo no está muy a la par y falla espectacularmente. Un lado de la botella golpea contra el filo de la mesa y se rompe, causando que pedazos de vidrio y líquido se rieguen sobre el suelo.

Joder.

Apenas y nota, por el rabillo del ojo, el rápido movimiento con el cual Loki se levanta del sillón y se apresura a salir de la habitación.


Está de regreso en su cama, esperando aprensivamente por… algo. Tony está obviamente enojado; no sabe exactamente que lo provocó, aunque parece estar conectado con la llamada telefónica previa. Una cosa es segura, él no había ayudado a mejorar el humor del hombre. Más bien lo contrario.

Y aunque no es la primera vez que ha visto a Tony beber o borracho, nunca había estado combinado con el mal humor como éste antes.

En Asgard, hay muchos hombres con el gusto por la bebida. Algunos se vuelven amigables y jocosos con una dulce corriente de alcohol en sus venas, algunos tristes y sentimentales, y otros viciosos y brutales, la más pequeña provocación es suficiente para desatar la violencia.

No está seguro de en que categoría entra Tony, pero es seguro que no es ninguna de las dos primeras. No queriendo encontrar la respuesta particularmente, tomó la oportunidad para escabullirse cuando la concentración de Tony parecía estar más enfocada en la botella rota que en su esclavo.

La ansiedad nerviosa le esta carcomiendo; está muy lejos de estar seguro de que fuera una sabia decisión haberse ido después de que Tony le dijera que esperara. Quizás el hombre viniera detrás de él, incluso más enojado ahora que Loki se escapó de la habitación así, sin siquiera molestarse en limpiar el desastre de la botella rota como hubiera sido esperado de un esclavo.

Así que espera con el aliento contenido. Un Tony sobrio puede que sea de alguna manera predecible, uno borracho… no del todo. Las promesas hechas mientras esté sobrio pueden no significar mucho una vez que el alcohol entra en la ecuación, sacando todo lo demás.

Con cuidado, escucha por el sonido de pasos acercándose, peo no los hay.

Aún así decide mantenerse despierto, sólo por si acaso.


Se despierta asustado, su cabeza girando y su brazo izquierdo dormido. Haciendo una mueca, se levanta de su decididamente incómoda posición en el sillón, el zumbido inducido por el alcohol en su cabeza se ha desvanecido a un ligero murmullo. No está seguro de cuánto tiempo ha estado yaciendo ahí como un atropellado en carretera, pero al menos está unos cuantos grados más sobrio ahora que cuando se quedó dormido.

Algo le está fastidiando en la parte de atrás de su cabeza, y no le toma mucho tiempo antes de que pedazos de lo que paso antes comiencen a llenarle la cabeza como un mosaico de imágenes fracturadas.

Maldición.

—Jarvis, ¿dónde está Loki?

—Él está en su habitación, señor.

—¿Aún está despierto?

—Parece ser que sí.

Con un gruñido, se levanta del sillón y sale de la sala de estar.

Esta casi seguro sobre sus pasos cuando se detiene afuera del cuarto de Loki, y por un rato se la piensa, una mano encima de la manija. Aun recuerda su más reciente comportamiento, y se lo piensa otra vez. Seguro, esta es su casa y todo, pero… Así que en lugar de ello, levanta su mano y da tres cortos golpes contra el panel de madera.

No hay respuesta, así que finalmente empuja la manija hacia abajo, lentamente dejando que la puerta se abra. Loki está sentado allí, sobre la cama, los brazos alrededor de sus rodillas contra su pecho y una mirada cautelosa en su rostro.

—Ey, Bambi —al menos piensa que no está arrastrando las palabras. Que progreso asombroso.

El movimiento en la figura frente a él cuando Loki se tensa es muy ligero, pero aún imposible de ignorar.

Suspirando para sus adentros, Tony saca una silla, sentándose opuestamente a la cama. De repente se siente muy estúpido.

Golpeando un par de dedos contra su muslo, busca algo que decir. ¿Y por qué es que todas sus conversaciones con el dios son incomodas y raras como esta?

—Okey, entonces… me llegaron malas noticias sobre mi compañía y no estaba de buen humor —logra decir—. Pero todas esas cosas que dije sobre no lastimarte aún son vigentes. Sabes, sólo porque algunas veces ande molesto no significa que te voy a convertir en un saco de arena para golpear o parecido.

Y joder, los ojos de Loki están tan abiertos, como si fuera un cachorro anormal dejado miles de millas lejos de casa. Y eso hacer que quiera- Muy bien Tony, detén esa línea de pensamiento justo ahí.

—Así que deja de estar tan… nervioso ¿si? En serio, me estás haciendo sentir como si fuera el cabrón más grande que haya caminado sobre el planeta Tierra. Y en verdad no lo soy.

Demonios, está tan cansado, y necesita dormir desesperadamente. Y no sabe que jodidos más decir, no cuando Loki le está mirando así.

Oh bueno. Quizás las cosas estén mejor y menos incomodas una vez que ambos hayan dormido algo.

—Como sea, como estaba tratando de decir antes de que nos interrumpieran. Te voy a dar una tarea mañana, y de ahí veremos que más ¿de acuerdo? —se levanta de su silla, poniéndola de nuevo en su lugar, aliviado de dejar al dios con sus propios asuntos.

—Entonces, te veré en la mañana, Rodolfo.


Estamos de vuelta, después de un monton de trabajo y de viajes, estoy de vuelta. Y aunque el capítulo debió de haber estado en línea hace horas, por lo cual me disculpo (se me atravesaron los Vengadores y la felicidad de unos tragos después de estress de la semana y la oficina...) y además no es la que esperaban (si, es lenta la historia) espero que lo disfruten mucho :D

Un montón de indefinidas gracias a las personitas que se toman unos minutos de su ocupada agenda para dejar unas palabras a su humilde servidora, y a los anónimos: no puedo responderles pero me alegra de sobremanera que aún sin contar con cuenta me dejen sus comentario :D

Nos leemos en el otro, que espero tener el Domingo ;)

Maiden