CAPITULO 35

Esta vez, hay dos cajas de cartón llenas de papeles frente a él, ambas son un poco más pequeñas que las anteriores. Casi ha llegado al fondo de la primera caja – la cual Tony dijo que contenía minutas y transcripciones de las juntas de consejo, aunque las palabras significan poco para él – y mecánicamente toma las ultimas hojas de papeles, clasificándolas también.

Tony, por otro lado, está sentado en el sillón a cierta distancia, leyendo de uno de los documentos colocados en su regazo mientras sus manos continúan jugando ausentemente con un pequeño cubo colorido. Suena rítmicamente mientras lo gira y mueve las secciones, cambiando el fluido diseño de colores. Reconoce esa cosa, habiendo visto a Tony jugar con ella antes.

A pesar de que las especificaciones de su situación aún siguen confusas e ilógicas, al menos el reciente acomodo en que están sentados es algo con lo que puede relacionarse y sacarle sentido, dada las diferencias en su estatus social – él en el suelo, rodeado de un océano de papeles y carpetas, y Tony yaciendo cómodo sobre el sillón. Esa es una de las pocas cosas hasta ahora que es como se supone que deben de ser, que deberían de ser similares en Asgard.

Aun hay poco de su situación que tiene sentido, así que cuando algo reamente tiene sentido, sobresale en un océano de desconcierto y extrañeza. Pero al menos parece que su presencia es tolerada ahora, ya no sirviendo de manera habitual para poner a Tony de mal humor, como recuerda demasiado bien que solía ser.

Quizás el cambio de actitud se deba a que finalmente está siendo de uso y haciendo algo que el hombre actualmente considera que vale la pena.

Sería una lógica conclusión. ¿Porque qué amo miraría con algo más que desaprobación hacia un esclavo que no es útil? Alimentando y vistiendo a un esclavo que no puede contribuir con algo valioso sería desagradable para su amo, claro.

Termina con los últimos papeles en su mano, colocándolos en la carpeta correcta, y está por alcanzar la segunda caja que aún le está esperando cuando el sonido de la voz de Tony le hace levantar la vista de su trabajo.

—¿Ya terminaste? —el hombre dice, dándole a las carpetas en el suelo una mirada examinadora.

—Sí —responde, sus ojos siguiendo a Tony mientras el hombre se levanta de su lugar en el sillón y camina hacia donde Loki está sentado. Agachándose, Tony levanta una de las carpetas de encima, abriéndola y lentamente revisando los papeles con su pulgar.

Después de un rato de esto, cierra la carpeta y le asiente brevemente a Loki. —Se ve bien —dice, mientras pone la cosa de nuevo sobre la pila—. Buen trabajo, Rodolfo.

Con eso, se levanta y camina de regreso al sillón de nuevo donde se acomoda despreocupadamente en una posición que parece positivamente indecente, regresando a sus documentos y su cubo, dejando a Loki con su segunda caja de papeles.


Loki mira a Tony de manera rápida. No puede recordar la última vez que Tony anunció su aprobación por algo que hubiera hecho, en contrario a fastidio y exasperación, las cuales parecían ser las emociones por defecto que provocaba en el hombre la mayor parte de su estancia aquí. Y hay una burbuja de resentimiento creciendo dentro de si mismo al darse cuenta que una parte de él realmente aprecia el comentario aprobatorio, como un perro siendo acariciado en la cabeza por su amo. ¿Cuándo el que Tony estuviera complacido con él se había vuelto de importancia más allá de los aspectos prácticos para asegurar que su vida aquí no fuera más difícil de lo necesario?

Quizás debió de haber sido entregado con una cola para que pudiera agitarla alegremente mientras está en esto.

No debería de hacer alguna diferencia lo que el mortal piense de él, especialmente no cuando es por simples tareas como la clasificación de papeles. En verdad, debió de haber caído ya muy bajo para que un comentario como ese de Tony pudiera causar ese pequeño movimiento de algo que no es resentimiento o miedo, o furia o desesperación o cualquiera de esos otros sentimientos negativos y agotadores con los que se ha llegado a conocer desde que llegó. Incluso si el previo rugido de esas emociones ha disminuido a un sordo murmullo por ahora, ha habido tan pocas cosas cayendo del lado positivo de la balanza para él que un simple comentario obtiene una fiesta de bienvenida en su mente.

Y no es hasta ahora que se da cuenta de cuanto ha extrañado eso, algo que no es sólo otra expresión de cuan poco querido y apreciado y de cuanto ha fallado en cumplir las expectativas; sentimientos con los cuales ya está muy familiarizado desde su vida en Asgard. Desde que llegó aquí, han existido tan pocas cosas buenas – una ausencia de malas cosas no es realmente lo mismo – y no importa cuan pequeña e insignificante esto sea, aún quiere aferrarse a eso por un poco más.

Así que por un breve momento, se permite disfrutar de la ligera ola que causó la aprobación de Tony, bañándose en esa pequeña calidez, antes de enterrar con resolución esa prueba descarada de debilidad.

Porque es ridículo e impropio que le importe eso, aunque sea por un segundo.

No, no debería de afectarle lo que un mortal piense de él.


Reprimiendo un bostezo, da la vuelta a otra página del reporte frente a él. No que usualmente se moleste con leer los documentos formales como este, pero este contiene un rápido y sucio resumen del reciente desastre de Industrias Stark, supone que debería de darle una mirada. Al menos el perpetrador ha sido encontrado, aunque incluso haya logrado dejar el país antes de que la policía lo hubiera recogido.

El Sr. Crawford, el Director de Mercadeo sin credenciales, quien no resaltaría en un grupo de tres. Eso había sido una sorpresa; nunca hubiera sospechado a ese tipo de entre toda la gente.

Al menos no metió las manos en nada de la información secreta que había estado buscando, aunque tres millones de dólares siguen desaparecidos. Oh bueno. Esos son sólo cacahuates dada la circunstancia, puede vivir con eso, aunque su ya mancillada habilidad de confiar en la gente ha recibido otro duro golpe tras este episodio.

Suspirando, mueve unas cuantas veces más el cubo de Rubik en sus manos, sus dedos deslizándose sobre la ya gastadas superficies y filos. El pequeño sonido de las secciones deslizándose en su lugar son tranquilizadores por su familiaridad, e incluso a pesar de que el cubo hace mucho dejo de proporcionarle un desafío real, aún es un pasatiempo que mantiene sus manos ocupadas mientas su cerebro está enredado con cosas aburridas. Como otra gente hace garabatos y gira lápices entre sus dedos cuando se ven forzados a hundirse en material de lectura soporífero.

Pero al menos el asunto se ha resuelto, sin la ayuda mágica de Pepper. Así que quizás su vida pueda dar un giro hacia la normalidad después de todo.

Bueno, tan normal como sea posible cuando tienes un dios de las travesuras esclavizado viviendo bajo tu techo. Pero de nuevo, ¿cuándo fue la última vez que su vida fue normal o sin complicaciones? Si algunas ves lo fue, fue hace tanto tiempo que ya se ha olvidado de ello.

Mira a Loki por encima del filo de su montón de papeles, observando mientras el dios acomoda diligentemente los documentos en diferentes pilas de acuerdo con el sistema que ha creado.

Al menos no está creando problemas o protestando contra la tarea de clasificación de papeles, o enredándose en una forma pasiva de sabotaje.

Supone que eso debe de contar para algo.


El interminable y casi obsesivo movimiento del cubo y los pequeños sonidos de choque que le acompañan le distraen ligeramente al principio. Y luego son extrañamente atrayente. Pronto, nota que su atención se mueve de los papeles hacia el cubo en las manos de Tony mientras sus ojos son inevitablemente atraídos hacia él. Observa mientras los pequeños parches de rojo y azul y verde intercambian lugares, girando hacia diferentes lados del cubo formando un color uniforme, por un momento olvidando sus propios deberes.

Entonces, de repente, Tony levanta la mirada y por un fugaz momento sus miradas se cruzan a través de la distancia física que los separa.

Rápidamente voltea hacia otro lado, rompiendo el contacto mientras una vez más regresa su concentración a sus papeles.

—¿Quieres intentarlo? —de repentes escucha la voz de Tony a su izquierda.

Levanta la mirada justo a tiempo para ver a Tony mover su mano hacia abajo y un segundo después aventarle el cubo en un lanzamiento lento. Atrapa el artilugio más por reflejo que por otra cosa.

—Lo compré en un Wal-Mart por diez dólares hace años, y me ha ofrecido una gran cantidad de de diversión por el dinero que gasté, de la que me ha traído cualquier otra cosa que he comprado —Tony continua mientras Loki gira el cubo en sus manos, luego mueve uno de los paneles tentativamente.

—Como sea, el objetivo es acomodar el cubo de manera que cada lado luzca un único color —Tony le explica como si no fuera ya obvio.

Su atención total está sobre el cubo mientras le da otros giros, tratando de encontrar la lógica oculta a este acertijo. Después de un rato, las cosas comienzan a tomar su lugar en su cabeza, como una ecuación acomodándose a sí misma, todo listo y esperando para ser resuelto.

Se concentra mientras reordena las secciones de acuerdo con la lógica que se desarrolla en su cabeza, sus dedos trabajando ansiosamente para resolver el enigma mientras el tiempo pasa rápidamente en una neblina. Otro giro, y frunce el entrecejo con consternación cuando se da cuenta de que se equivoco en un giro.

Rápidamente deshace los últimos movimientos y luego continua sobre su previo camino, girando los pequeños cubos de un lado a otro, reacomodándolos para que se ajusten a la imagen en su cabeza.

Algo de tiempo después, el acertijo está resulto. Lo ve con satisfacción, luego mira hacia Tony quien le está observando con una ceja levantada.

—Yo… creo que esto debería de demostrar una solución aceptable —dice, tratando de no sonar muy complacido consigo mismo girando el cubo en su mano, mostrando los lados uniformemente coloridos.

—Bien, que me maldigan —Tony dice con una curva en su boca—. Eres bastante inteligente ¿verdad?

Loki no responde a eso; está demasiado ocupado tratando de calmar la pequeña ola que una vez más se despierta dentro de él ante el inesperado cumplido.


N/A Para aquellos que me informaron del desliz del Bill, una disculpa :S No saben lo mucho que me reí cuando me llegó el primer cometario con esa nota.

Maiden