CAPITULO 53
A pesar de que Tony se quedó dormido ayer con el sonido de la lluvia resonando contra los paneles de la ventana en sus oídos, la mañana siguiente resulta ser tan soleada y hermosa como desearía. Con seguridad aún hay charcos de agua en las calles, pero de otra manera el diluvio previo nunca sucedió.
Un perfecto día para una caminata en el parque si alguna vez ve uno.
Habían salido una vez que terminaron el desayuno, caminando por las calles y por los jardines meticulosamente podados la mayor parte de la mañana e incluso una buena parte de la tarde. Loki había lucido tranquilo y contento mientras caminaban por los caminos cubiertos de grava, aparentemente sumergido en sus propios pensamientos; como si hubiera olvidado todo sobre su situación actual y el castigo que estaba cumpliendo, y en su lugar eligió enfocar su mente en otras cosas esperanzadoramente mejores. Eso definitivamente contaría como progreso, si el dios ha encontrado en él el desenredarse de su melancolía previa y cultivar una mentalidad de algún modo positiva.
Contando todo, Tony supone que no puede quejarse. El día se ha vuelto muy bonito, no ha habido problemas, y su encargo parece contento y casi rayando en la felicidad.
Una parte de él ha estado susurrando que es mejor que se mantenga alerta, porque es casi demasiado bueno. Pero venga, a él le gusta el "demasiado bueno", así que aleja sus sospechas, porque Loki no ha hecho nada para merecerlas. No, sólo eran las viejas dudas de Tony y su nula habilidad de confiar en la gente, quienes estaban meneando sus horribles cabezas de nuevo. Con certeza no es la primera vez.
Ellos incluso se detuvieron por un helado en algún lado de camino a casa. Aún no está seguro de por qué. Quizás era el contraste incongruente que venía con la imagen mental de un dios del caos y destrucción desenfrenada lamiendo un cono de nieve de vainilla lo que hacía imposible simplemente caminar por enfrente del vendedor y sus delicias heladas sin que su cerebro satisficiera sus extraños caprichos.
Loki obviamente lo disfruto también, aunque la expresión en su rostro era más bien perpleja. Lo cual era completamente entendible dado que el tipo quizás nunca antes había probado comida congelada y fría como hielo de esta manera, dado que es muy seguro que Asgard carezca de congeladores, por no decir nada de las máquinas de nieve.
El clima se volvió horrible casi luego, luego, la lluvia comenzado a caer en grandes gotas del cielo gris oscuro. Sólo quince segundos después de que la primera gota callera en la nariz de Tony, el cielo se había vuelto una verdadera cascada, y de repente la gente estaba corriendo por todo el lugar en busca de cubierta; los afortunados, equipados con periódicos para proteger sus cabezas de lo peor.
Usualmente este sería el momento en que el que Tony le haría la señal a un taxi para regresar a casa, pero el área en el que están es solo para transeúntes, y hay una entrada de escaleras convenientemente colocada a unas cuantas yardas a su derecha con la palabra "metro" escrita sobre la barra, así que jala al dios junto consigo escaleras abajo hacia el subterráneo.
Sí, el disfrute del transporte público es algo que usualmente evita, pero en esta ocasión parece ser la mejor opción. Después de todo, sólo eran unas cuantas paradas hasta la casa y era preferible a estar parado por ahí por quien sabe cuánto tiempo esperando a que la lluvia terminara.
Así que ahora los dos están parados en un vagón lleno de gente presionándose contra ellos de todas direcciones. Y Tony puede jurar que alguien le agarro el trasero hace un momento, pero no puede girar su cabeza para mirar al perpetrador a los ojos a menos de que quiera que su cabeza haga contacto con el codo de un grasoso hombre con sobrepeso parado a su derecha, su brazo sujetándose a una de las correas para balancearse. Totalmente innecesario dado que el vagón está totalmente amontonado que incluso si el tren hiciera una parada repentina, el montón de gente haría imposible el caerse de cara. Tony hace una mueca, no teniendo otra opción más que permanecer parado con la peste de una axila sin lavar de un extraño en su cara.
A pesar de lo desagradable emanando de esa dirección, es aún más fácil enfocarse en la persona parada a su otro lado – Loki, todo apretujado contra Tony por la presión de la gente a su alrededor. Nunca había estado tan cerca del dios por un periodo de tiempo tan largo, y es desconcertante. Estar parado a distancia de lengüetazo de extraños sin avergonzarte o sentirse incomodo es algo que aprendes rápidamente cuando vives en Nueva York, pero cuando ese alguien no es un extraño si no Loki, se vuelva más difícil de ignorar.
Se atreve a mirar en la dirección del dios, Loki está mirando al frente, una expresión ilegible en su cara, pero hay tensión en su postura que contradice sus facciones neutras. Es más seguro que está tratando de alejar a toda esa gente empujona a su alrededor que efectivamente está invadiendo su espacio personal. Y justo como con las máquinas de nieve, es probable que en Asgard tampoco se hable de vagones de metro abarrotados.
El tren de repente toma una curva con un poco más de velocidad de lo normal, agitando a la multitud dentro. El cuerpo de Loki se presiona con más fuerza contra el suyo, y Tony puede sentir el calor contra su piel mientras trata de fingir una expresión estoicamente ilegible, mirando a cualquier lado menos a Loki.
Al menos esta vez no está luciendo una erección, aunque las circunstancias son un poco diferentes, dado que si cambiaba el vagón por la privacidad de su torre y la otra gente a su alrededor no existiera, probablemente traería una.
Es un alivio cuando el tren se detienen en la próxima parada. Los pasajeros más impacientes empujando para poder salir y a pesar de que aún no es su parada, Tony se baja cuando las puertas se abren para dejar pasar a la gente detrás de él con más facilidad, aliviado de tener una oportunidad de poner distancia entre él y Loki. Y mientras las últimas personas se dispersan, y Tony está por entrar de nuevo, una mano de repente golpea contra su cuerpo, al nivel del pecho, demasiado intima para haber sido un accidente.
Rápidamente se revisa el bolsillo, esperando que su cartera siga ahí. El bolsillo está tan vacio como un cubo oxidado puesto de cabeza.
Joder.
Se gira rápidamente, sólo para ver el perfil de una figura alejándose rápidamente y metiéndose en el tropel de gente dirigiéndose hacia la salida.
Pequeño bastardo.
Con la adrenalina recorriendo su cuerpo y el sonido la sangre golpeando en sus oídos, se lanza tras la figura por puro reflejo, sin pensar, y está a punto de hacer su camino a empujones entre la masa de trabajadores cuando el sonido de puertas cerrándose corta su locura inducida por sus hormonas, trayéndolo de nuevo a la realidad.
Doblemente jodido.
Se gira justa a tiempo para ver el vagón con Loki aun adentro alejarse de la plataforma, dejando a Tony ahí como una ballena varada, demasiado estúpido para navegar propiamente y a punto de ser eliminado brutalmente por la selección natural
De repente, su cartera robada parece el menor de sus problemas.
Una ola de pánico amenaza con golpearle por dentro, empujando su mente usualmente racional a un lado, y la fuerza a que se detenga, negándose a verse superado por una emoción cruda. En este momento no le va a hacer nada de bien, sólo el pensamiento sensato le ayudará.
Okey, así que acaba de perder a un criminal en la ciudad de Nueva York, como un jodido penique que se ha caído por un hoyo en su bolsillo. No hay razón para entrar en pánico, el aparato rastreador aún está firmemente puesto en la mueca de Loki y su locación es mandada directamente al teléfono celular de Tony, así que al menos sabrá el paradero del dios en cualquier momento.
Sí, pensamiento racional y sensato. Se recarga contra una columna llena de grafiti para sostenerse, sudor frio cayendo por su frente mientras pasa una mano por su cabello, sopesando cuales eran las probabilidades de que se le haya puesto gris por culpa de esta situación y si valdría la pena invertir el cambio que hay en sus bolsillos en tinte de cabello. Una pareja envejecida le mira de manera ofendida cuando pasan a su lado, el hombre murmurando algo sobre drogadictos y síntomas de abstinencia.
Okey, muy bien. Se endereza, exhalado profundamente mientras tratando de serenarse. Le dijo a Loki cuando se subieron al tren que les dejaría casi en la entrada de la Torre Stark, pero nunca le dijo en que estación bajarse. Así que es muy seguro que Loki siga hasta que el tren llegue a la última estación, no sabiendo en donde más bajarse pero quizás esperando que haya algo familiar en el camino que le permita elegir la parada correcta. Eso quiere decir un viaje de cómo quince minutos. Mira a la tabla de horarios suspendida sobre su cabeza donde el número que muestra acaba de cambiar de un once a un diez. Okey, entonces diez minutos hasta que llegue el próximo tren. Con suerte, Loki va a ser lo suficientemente inteligente para esperar a que Tony llegue a recogerlo. Seguramente no será tan estúpido como para irse por si mismo y hacer sabrá dios qué.
La espera se siente más como una hora que meros diez minutos, tiempo de preocupación para pasar transfiriendo ordenes a Jarvis para que bloquee sus tarjetas de crédito y envíe peticiones para unas nuevas, mientras mira a su celular y el pequeño punto que representa a Loki, deseando haber tenido la sensibilidad de equipar el brazalete con un aparato comunicado mientras estaba haciéndolo. Sí, la retrospectiva es veinte-veinte, bien. Y una perra también.
Cuando el siguiente tren finalmente llega a la plataforma, Tony se mete apretujadamente entre las puertas antes de que tan siquiera se terminen de abrir, su infracción grave a la etiqueta común le gana miradas de odio y comentarios murmurados de aquellos pasajeros que van saliendo. La verdad es que le vale.
Por la duración del viaje, sus ojos siguen pegados en la imagen del celular, la aprensión enroscándose en su estomago como una serpiente cuando la aplicación le informa que Loki acaba de salir en la última estación.
Quédate ahí le dice silenciosamente al punto, no te muevas de ese punto hasta que vaya por ti.
El punto negro en la pantalla se pasea por un rato pero luego deja moverse, quedándose en las mismas coordinadas. Okey, bueno, por lo que parece, Loki probablemente no va a ir a ningún lado hasta que Tony llegue.
Y luego, el punto en la pantalla de repente parpadea y un segundo después, desaparece, dejando sólo un mapa vacio con coordenadas y nombres de calles escritas por todos lados.
¿Qué demonios?
Tony mira la pantalla como si su mirada intensa fuera a traer el punto negro de Loki, pero el punto negro permanece tercamente ausente.
Su mente está girando como un tornado mientras mira al punto vacio que sólo momentos antes estaba cubierto con pixeles oscuros. ¿Loki encontró una manera de remover el rastreador? Aunque él necesitaría algún tipo de herramienta para poder quitarselo, pero quizás logró abrir el brazalete de algún modo, si logró poner sus manos en algo duro y lo suficientemente plano para meterlo en la delgada ranura donde se cerraba…
De repente, Tony tienen este sentimiento pesado en el fondo del estomago. Y luego, el enojo puro se despierta en su interior, levantado su horrible cara y enseñando sus horribles colmillos.
Claro, Loki tomaría cualquier oportunidad para escapar. Y Tony es un imbécil por confiar en el dios de las mentiras y travesuras, por ayudarlo que se saliera con la suya, por caer directito en sus manos. ¿Cómo pudo haber caído tan fácil?
Aunque no sólo es el enojo quemándole por dentro, hay algo más, algo incluso más fuerte – el sentimiento de traición. Él puso su confianza en Loki, y el dios le pagó usando su ingenuidad en su contra, probablemente riéndose por dentro mientras movía los hilos de Tony y luego escapaba tan pronto como se presentara el momento apropiado.
Cierra sus manos en puños apretados. Oh, el va a encontrar al bastardo de una manera u otra; va hacer que vuelva, y una vez que lo haga, Loki va a ser un dios muy arrepentido.
¡Me tardé una semana en actualizar! Cuanto lo siento, pero fue una semana de locos... en realidad tenía examen final y no me había ido muy bien en el semestre que digamos :P pero ya terminé así que no debe de haber problemas...
Muchas gracias por todos sus hermosos comentarios, me los leo ansiosamente cuando llegan.
¡Nos leemos el Jueves!
