CAPITULO 54

Él está mirando a la pantalla vacía poseído por la miseria, el enojo revolviéndose dentro de él. Demonios con ese bastardo escurridizo del infierno por hacerle esto a él, por usarlo como un títere.

Su cabeza se ha convertido en un campo de batalla por los millones de pensamientos inquietantes, todos compitiendo por su atención y todos y cada uno de ellos remarcándole con términos nada inseguros cuán jodido está. Mierda, es un verdadero idiota, creyéndole de verdad que un simple rastreador podría retener a un dios de las mentiras y el engaño. Por supuesto que encontraría alguna manera de deshacerse del aparato, simplemente esperando hasta que el momento perfecto llegara, muy lejos de la torre y de la vigilancia de Jarvis, tirando a Tony como equipaje excesivo.

Como un cubo de hielo en el infierno, el tipo simplemente desapareció en el aire, tomando la oportunidad con ambas manos cuando se le presentó. Exactamente cómo Loki logró deshacerse del rastreador, no lo sabe, pero los detalles no son importantes; lo que importa ahora es que de alguna manera lo hizo.

Y por supuesto que Tony nunca tomó en consideración que podrían ser separados de esta manera; cuando diseñó el rastreador había asumido que Loki permanecería cerca de Tony y dentro de su rango de visión todo el tiempo, así que cualquier intento de manipular el aparato no hubiera pasado desapercibido. Naturalmente, había revisado el brazalete antes de salir, sólo en caso de que Loki hubiera hecho algo en él antes, pero no había nada fuera de lo ordinario, todo parecía ser como debería de ser.

Él no puede creer que se dejó engañar así de fácil, el ser atraído por la fachada inocente que Loki había puesto, la imagen perfeccionada por esos ojitos de cachorro. El dios había sabido como manipularlo con exactitud, como si Tony fuera un piano bien afinado y Loki un pianista profesional. Y su plan había funcionado perfectamente – hacer que Tony sitiera lástima por él pretendiendo ser inofensivo, provocándolo mientras esperaba por el momento oportuno ahí afuera, para luego remover el brazalete y salir huyendo.

Había sido terriblemente estúpido de su parte el no haber tomado en cuenta algo como esto. Loki pudo haber encontrado un sin número de cosas en la torre que pudiera sacar a escondidas fácilmente de la torre en una de las salidas – quizás una aguja o parecido hubiera sigo equipo suficiente. No hubiera sido nada fácil el abrir el brazalete con una herramienta tan primitiva, pero denle a un dios quince minutos sin ser molestado en un tren para abrir el broche…

Después de todo lo que ha pasado, ya debería de haber aprendido a no confiar en la gente ¿qué fue justo lo que hizo? Sí, había ido directo a confiar en nadie más que el mismo tipo que es la manifestación física de las mentiras y el engaño y quien paso siglos perfeccionando sus habilidades.

Sí esto le hubiera sucedido a alguien más, él se hubiera reído de su ingenuidad. Incluso esos tontos idiotas creyendo esos correos del testamento en Nigeria tienen mejor justificación que él.

Y ahora, a perdido a Loki en medio de Nueva York de entre todos los lugares. No en Bumblefuck del Este o Hicksville, sino en el jodido Nueva York con sus ocho y algo millones de personas. La probabilidad de encontrarlo aquí es tan grande como encontrar una pieza de mármol en una mina de cantera. En otras palabras, es tan inexistente como un unicornio rosa.

Luego está este pensamiento nada agradable que se materializa en su mente sobre el tipo de preguntas incomodas que SHIELD quiera hacerle en caso de que se llegaran a tropezar con un alien fugitivo y se enteraran de toda la historia. Y demonios, puede imaginarse al único ojo de Fury mirándole retadoramente mientras su voz desdeñosa demanda saber por qué demonios Tony pensó que estaría cualificado para contener a un extraterrestre hostil, maestro del engaño, en lugar de contactar a SHIELD y dejarles lidiar con el problema tan pronto como se lo dejaron en su puerta.

Y él ni siquiera sería capaz de dar una respuesta inteligente a eso dado que sería risiblemente obvio, a causa de los eventos recientes, que no estaba para nada preparado para ese trabajo.

El agarre en su celular se intensifica. Claro que lo más responsable por hacer sería sujetarse los pantalones y llamar de inmediato a Fury para alertarle de que hay un criminal de guerra suelto que trama sabrá quién sabe qué. Sería humillante e incomodo y otras muchas cosas también que ni siquiera quiere pensar en ello por ahora, pero su propio orgullo no debería de tomar precedencia aquí ¿o sí? Y por mucho que hubiera preferido encontrar al dios por su cuenta, él estaría mucho mejor dejándoselo a los profesionales ¿verdad?

Y aún así no abre la lista de contactos. Simplemente no tiene el valor de marcarle a Fury, porque sabe – o al menos sospecha – que le harán a Loki si logran poner sus manos en él. Y a pesar de que el dios ha traicionado su confianza tan gravemente, a pesar del enojo quemándole por dentro, aún no quiere que el dios termine en los cuidados no tan amables de SHIELD.

A parte, Loki ni siquiera tienen su magia o sus poderes – a menos de que encontrara alguna manera de deshacerse de esos brazaletes Asgardianos también mientras andaba en eso, pero eso es algo que no quiere considerar ahora – así que cualquier daño que pueda hacer sería insignificante. Ciertamente no algo por lo que se necesite contratar a una organización como SHIELD, quienes sin duda tienen las manos llenas tratando de controlar amenazas más grandes que impotentes dioses convertidos en mortales.

No, tendrá que tratar de encontrar a Loki por su cuenta. Aunque cómo va a hacerlo, no tienen ni la más remota idea. Por otro lado, él es Tony Stark, y él es un solucionador de problemas. Se ha logrado zafar de problemas mucho más grandes que esto y ha vivido para contar la historia. Encontrar a un dios fugitivo es una tarea simple en comparación, trata de reconfortarse a si mismo. Él aún tiene su cerebro, su ingenio y sus habilidades técnicas. Ya averiguará algo.

Pero el primer paso es visitar la escena del crimen, para ver si había alguna pista ahí, algo que pudiera guiarlo por el camino correcto, incluso si sólo era el brazalete tirado de manera descuidada en el piso de la estación del metro.

Suspirando, mira una vez más el celular aún en su mano cuando la pantalla de repente se recalibra, el mapa y las coordenadas que se mostraban parpadean y desaparecen, sólo para ser reemplazadas con una nueva imagen un segundo después. Y milagrosamente, el punto negro que representa a Loki está de vuelta. Tony parpadea un par de veces sorprendido cuando se da cuenta que la imagen del mapa en su pantalla representa ninguna otra cosa más que su propia torre.

¿Huh? ¿Qué demonios acaba de suceder aquí?

Okey, su cerebro totalmente confundido le ofrece: así que Loki ha hecho su camino de la estación a su torre de alguna manera; esa es la única explicación razonable para esta rareza. Y eso hace que una enorme ola de alivio le recorra, la posibilidad de que el dios quizás no haya intentado remover el brazalete y escapar después de todo, por mucho que todo estaba apuntando en esa dirección.

Desafortunadamente eso también tiene muy poco sentido, porque incluso si Loki conocía el camino de regreso a casa y corriera tan rápido como pudiera, no hubiera sido capaz de llegar allá en el corto momento que paso desde que Tony perdió la señal de él al final de la estación.

Los puntos no se conectan en su mente. Quizás hubo algún problema temporal con el rastreador, y perdió el contacto por unos momentos, ¿pero cómo pudo Loki regresar a la torre tan rápido? ¿Se teletransportó? Eso explicaría al menos por que la lectura del dios desapareció si estaba pasando a través del Nunca Jamás Interplanetario o agujero de gusano intergaláctico por el que los viajeros pasen para ir de un lugar a otro. Hace una mueca con ese pensamiento; los brazaletes mágicos de Loki deberían de bloquear sus poderes y hacer de tal logro algo imposible. Pero quizás hay un error en las cosas esas que deja que el dios use partes selectas de su magia. Si es así, Tony debería de considerarse muy afortunado de que esto sea todo lo que el dios ha estado haciendo.

Gime, recargando su cabeza contra el asiento rígido. ¿Por qué todo esto del esclavo sólo sigue volviéndose más complicado? Si Odin estuviera parado enfrente de él, Tony lo hubiera golpeado en la cara, dios o no.

Afortunadamente, su parada es la siguiente cuando el tren comienza a detenerse, una vez más hace su camino a empujones a través de las puertas del vagón antes de que tan siquiera terminen de abrirse, saliendo de ahí como campeón olímpico, aliviado de que la Torre Stark esté situada sólo una cuadras lejos de ahí.


La primera cosa que le saluda cuando abre la puerta principal de un golpe, corto de aliento y las piernas temblándole de cansancio, es el sonido de la voz de Jarvis anunciando con calma —Tiene invitados esperándole en el piso tres, Sr. Stark.

¿Invitados? ¿Qué demonios? ¿Cómo es que alguien pasó las barreras de seguridad? Hace una nota mental de agregar una fosa con cocodrilos hambrientos por todo el perímetro. Quizás un viejo repelente de intrusos será más efectivo si sus soluciones de súper tecnología pueden ser violadas tan fácilmente.

—¿Qué invitados? —dice molesto, apurándose por la escalera hacia el nivel tres, sin molestarse por esperar la respuesta de Jarvis o el elevador. Este asunto no le da buena espina, para nada…

—Ellos no dieron sus nombres, señor, simplemente dijeron que les gustaría hablar con usted. Ellos, por otro lado, trajeron consigo cierto…

Él llega al nivel tres y se detiene en sus pasos ante la vista que le recibe, el resto de lo que dice Jarvis no se registra en su mente.

Porque justo ahí, en medio de la espaciosa habitación, está parado un grupo de gente que definitivamente no son de este planeta. A menos de que vengan directo de una fiesta de disfraces graciosos, lo cual, juzgando por la expresión severa en sus rostros, claramente no es la respuesta.

Cuatro Einherjers, directitos de Asgard, con todo y sus barbas blancas, cascos, espadas y armaduras brillantes, y miradas ardientes que podrían freír a seres inferiores. El aire en la habitación parece haber descendido varios grados de la temperatura usual y Tony siente como si un dedo helado le recorriera la espalda.

Encaprichado, se pregunta si estos son los mismos tipos que se presentaron la última vez, con Loki en sus manos, si Erik el Bocafloja ha vuelto, pero no hay manera de descubrirlo dado que todos ellos lucen igual con sus caras medio escondidas por sus barbas esponjadas y sus cascos bien pulidos.

Hay una nueva adición al pequeño grupo esta vez, un hombre viejo que está parado en frente del grupo luciendo como si fuera su líder, aunque parece más alguien salido de Harry Potter y quien le haría la competencia a Dumbledore en lo de la barba blanca que cuelga hasta su cintura. Hay una espada en su cinto también, pero es más corta que las de sus camaradas y usa una armadura más ligera, entonces puede que el vejestorio probablemente sea un mago de algún tipo. Si es así como se les llama a los hombres mágicos en Asgard, Tony no está muy familiarizado con esas tonterías. Quizás brujo o prestidigitador o el tipo del hocus-pocus sería un título más apto.

Supone que debe de ser el primero en decir algo, preguntar qué jodidos negocios tienen aquí, porque esta torre es aún su casa, a pesar de que estos visitantes sin invitación se hayan acomodado como si Tony sólo fuera un accesorio que viene con el paquete. Pero el vejestorio da un paso adelante antes de que Tony tenga oportunidad de abrir la boca y soltar un comentario gélido que probablemente no será nada favorecedor para su salud, dada la cantidad de armas sin adornos en su inmediata presencia.

—Saludos, Hombre de Hierro —el hombre dice, su voz suena tan pomposa como el resto de su ser—. Por favor acepte nuestras disculpas por entrometernos tan rudamente en su casa de esta manera.

Tony le ofrece una sonrisa nada sincera. —Está bien, sólo espero que hayan recordado el limpiarse los zapatos al entrar; verán, hice que limpiaran el piso hace algunos días y odio la manera en que lucen las manchas de suciedad en las baldosas de mármol. —Oh ¿y no saben cómo jodidos tocar a la puerta?

Y si el tipo viejo encuentra la respuesta de Tony ofensiva, no da signo de ello. —No se preocupe, dado que no nos quedaremos más de lo necesario. Simplemente venimos a informarle que nos llevaremos a su esclavo Loki de regreso a Asgard para ser ejecutado.


Muajajaja xD de un cliffhanger a otro :P Se lso adelanto porque sus comntarios llegaron casi todos seguiditos y me sentí muy contenta :D ¡Me gustan los comentarios! Soy adicta a ellos, y a la salsa Valentina, y las conchitas de pan :3 y a la caña y a los M&M's con cacahuate y a los chocolates con arroz inflado y al pastel de moka y al frappe de moka-oreo del Italian... y en general a muchas cosas dulces como los comentarios, y ustedes ¿a qué son adictos?

Un enorme abrazo a todos ¿nos leeremos antes del Domingo?

Maiden