CAPITULO 59

La primera noche es incómoda, por ponerlo simple. Le lleva un buen rato el que el sueño le venza, plagado por el dolor punzante y las memorias inquietantes del día convirtiéndose en pesadillas vívidas. Se despierta varias veces en medio de la noche, preguntándose medio mareado si tan siquiera estuvo dormido.

Cuando la mañana finalmente llega, está cansado y con los ojos secos, sintiéndose como si no hubiera dormido en días.

Con trabajo, se levanta para sentarse contra la cabecera de la cama, gimiendo cuando el dolor regresa con más venganza. Aún así, a pesar de su molesta incomodidad, se siente aliviado de despertar y estar aún aquí; soñó con ser arrastrado de vuelta a Asgard encadenado y aventado en un calabozo oscuro con guardias blandiendo varios instrumentos de tortura acercándose a él.

La atmosfera desagradable del sueño aún está con él, pero lentamente se ve reemplazada por el alivio de estar yaciendo aquí en la cama, seguro en la torre de Tony. Aunque la habitación en la que se despierta es una desconocida. Tony no se preocupo de llevarlo todo el camino hasta su habitación usual después de lo que pasó ayer, pero en lugar de eso lo puso en una para invitados que estaba más cerca.

Aún así no hay ninguna diferencia destacada en esta habitación que se compare con la vieja.

No, espera, hay una cosa que si sobresale, una cosa que es inusual, él nota cuando gira su cabeza hacia la derecha, observando lo que hay en la mesita junto a la cama.

Hay una charola con el desayuno esperándole, y parpadea sorprendido; él no escuchó que alguien entrara. Aunque duda que Tony le hubiera llevado el desayuno él mismo, es más seguro que envió a uno de sus robots. Incluso si el hombre hizo eso la tarde de ayer, porque lo hizo, seguramente eso era una excepción dado que sus robots debían de haber estado ocupados con cosas más importantes en esa ocasión.

Con delicadeza alcanza la comida, quejándose ante el nuevo ataque de dolor que incluso ese movimiento tan cuidadoso provoca que aflore. Se come la comida lentamente porque tragar resulta desagradable.

Una vez que ha terminado, se recarga en las almohadas de nuevo, cerrando los ojos unos momentos. Cuando los abre de nuevo, su vista recae en las gasas enredadas, en lo que parece ser, la mitad de su cuerpo. Ni siquiera quiere pensar cuan terriblemente débil y lamentable se ha de ver, todo lesionado y vendado, ni siquiera siendo capaz de girarse sin gemir de dolor.

Esto no le gusta para nada. Ya es lo suficientemente inútil como son las cosas sin tener que agregarle herido.

Sus pensamientos se deslizan al día anterior. Había otra caja de papeles esperándole en la sala que debía de haber sorteado una vez que regresaran del paseo en el parque, pero obviamente las cosas sucedieron muy diferente de los esperado, así que nunca llegó a hacerlo. No es una tarea que disfrute bajo circunstancias normales, y mucho menos ahora que está todo lastimado, pero empuja su renuencia en lo profundo de su mente. Él no quiere yacer ahí tan inútil y patético después de todo.

Claro, si fuera un esclavo en Asgard, se habría esperado de él que trabajara de cualquier manera, mientras no estuviera incapacitado totalmente, y si sus heridas se consideraran muy severas para que pudiera realizar las tareas usuales, le sería asignado algo de trabajo ligero por un tiempo.

Obviamente, las tareas que ha realizado aquí no han sido exigentes físicamente en cualquier modo, y con seguridad son algo que se espera que él continúe realizando incluso ahora. Aún es capaz de moverse, después de todo, incluso si le causa dolor.

Por otro lado no está en Asgard sino en la torre de Tony, y hay cierta extraña certidumbre dentro de él de que Tony no lo va a hacer ordenar cualquier clase de papel durante los siguientes días. Es una extraña realización, porque no puede relacionarla con algún razonamiento lógico, o dar una explicación sensible del por qué está seguro de ello. En definitiva tienen muy poco sentido, dado que aún es capaz de hacerlo, incluso en su estado actual, no importa cuán incomodo sería.

Pero la certeza es como una cuña enterrada en el con firmeza. De alguna manera, el simplemente sabe, aunque no puede decir cómo llegó a esa conclusión.

Aún así…

Quizás Tony no lo demandará, pero aún así no significa que Loki quiera quedarse aquí acostado como un desgraciado patético. Y con seguridad Tony no objetará a que clasifique los papeles, incluso si no le esta ordenando a Loki que lo haga.

No está esperando para nada el realizar la tarea en este estado, pero yacer aquí todo débil e inútil le agrada aún menos, así que se prepara a si mismo y con lentitud se acomoda poniendo primero un pie sobre el piso y luego el segundo.

Habiéndose levantado, se queda parado ahí unos momentos, respirando a través de sus dientes apretados mientras lo peor de las puñaladas de dolor desaparecen con lentitud y los puntos negros bailando frente a sus ojos se disuelven. Entonces, haciendo una mueca, se encamina hacia la puerta, haciendo su camino hacia la sala.


Él examina con ojo crítico los planos de su nuevo traje, sus ojos trazando las líneas delicadas. Quizás es sólo él siendo vanidoso pero como que no le gusta como luce. Seguro, es funcional y todo, modificado para acomodar los nuevos aparatos que quiere ponerle mientras siga siendo lo suficiente aerodinámico para no dañar sus habilidades de vuelo, pero su apariencia podría ser de alguna manera un poco… más elegante.

O quizás "Más genial" es la palabra que en verdad está buscando. Como sea.

Por un rato, analiza la imagen holográfica ante él, tratando de deducir como podría modificarlo para mejor efecto, pero sus pensamientos continúan dirigiéndose hacia el dios yaciendo todo golpeado un par de pisos más arriba.

Loki no se veía mucho mejor hoy que ayer, cuando Tony entró a su cuarto para llevarle el desayuno. Por un momento, contempló si debería de despertar al dios para decirle que la comida había sido servida, pero se decidió en contra de ello con rapidez. Loki necesitaba su descanso, y en su estado actual sería muy afortunado si logrará obtener mucho de eso.

Así que simplemente había dejado la bandeja en la mesita de a lado, contento con dejarla ahí para cuando Loki se despierte. No es como si la comida o Loki se fueran a ir a algún lado.

Deja escapar un suspiro por entre sus dientes. Es sorprendente como esa montaña rusa nunca se termina cuando Loki está a su alrededor, y como siempre hay otro bache esperando justo a la vuelta de la esquina, dejando sus riñones temblando en sus botas. Pero quizás las cosas se puedan calmar un poco después de este incidente reciente, ahora que Loki está confinado en su cama por al menos un par de semanas. Y Tony tendrá que jugar a la enfermera por un rato, pero puede lidiar con eso, y aparte-

—Señor —la voz de Jarvis interrumpe su hilo de pensamientos—. Pareciera que el Sr. Laufeyson va de camino a la sala, aunque mis lecturas subieren que estaría mucho mejor quedándose en cama.

Tony suspira de nuevo. ¿Por qué no está sorprendido?

—Muy bien, Jarvis. Me encargaré de esto —dice, levantándose de su silla giratoria.

¿Qué demonios está tratando de hacer Loki ahora? No hay razón para que esté levantado y corriendo de esta manera, no en su condición.

No, esto no le gusta ni un poco, así que sube corriendo las escaleras hacia la sala, con la intención de hacer que el dios se vaya directo a la cama tan pronto como sea posible.


Se prepara mentalmente a sí mismo por unos segundos cuando va a sentarse junto a la caja en el suelo. Va a doler, pero puede soportarlo. Al menos podrá demostrar – aunque no está seguro si en para beneficio de Tony o de de él mismo en su mayoría – que no es tan débil como parece, probando que no es completamente inservible a pesar de sus heridas.

Sí, va a doler pero puedo hacer esto.

—¿Cuernitos? —de repente escucha una voz familiar detrás de él, y con rapidez aplasta su reacción por reflejo de girarse para encarar a Tony, sólo evitándose por un pelo un mundo de dolor en su parte media.

—¿Qué demonios estás haciendo caminado por acá? ¿Por qué no estás en la cama? —Tony pregunta mientras Loki se gira lentamente y confronta la mirada incrédula del hombre.

Loki trata de enderezarse un poco, a pesar de su caja torácica protestante, para no lucir tan patético como sabe que debe de estarse viendo, parado ahí sin playera y descalzo, enredado en vendajes y cubierto de horribles moretones.

—Estaba por acomodar la caja de papeles de ayer —dice, haciendo una pequeña señal con su cabeza en dirección a la cosa en el piso.

Tony baja su mirada desconcertado como si lo estuviera viendo por primera vez. Luego mira a Loki de nuevo, la incomprensión adornando sus facciones. —¿Ibas a hacer qué? —él le pregunta, como si no hubiera escuchado a Loki cuando lo dijo.

¿Y por qué tienen esta sensación de que esa no es la respuesta que Tony espera escuchar? Sin embargo lo repite de nuevo.

—Estaba por acomodar la caja de papeles —dice—. Nunca pude hacerlo ayer —la aclaración parece extremadamente superflua, pero la agrega de cualquier manera.

Tony se queda callado pero sigue moviendo su mirada entre Loki y la caja. —No – sólo no. Eso no es – ni siquiera… —sus palabras se pierden mientras mira a Loki de una manera muy extraña, una mano pasando por entre sus cabellos un par de veces. Luego exhala, sus dedos yéndose a masajear su frente.

—Muy bien —dice mientras su mano finalmente baja—. Creo que nosotros dos necesitamos tener una pequeña plática —señala hacia la puerta—, mientras tú estás en tu cama, el único lugar al que perteneces justo ahora.

Claro, no hay de otra más que obedecer, así que camina de regreso, Tony siguiéndole casi pisándole los talones, y con mucha dificultad se mete a la cama mientras Tony acomoda una silla y se sienta.

—Entonces —Tony dice—, ahora quiero escuchar por qué pensaste que sería una buena idea el ordenar papeles – o hacer algo en realidad – en tu estado actual.

—Yo… pensé que quería que los ordenara —él dice con indecisión, pensado que eso debería de ser suficiente, pero al mismo tiempo teniendo la sensación de que no es.

—Uh-huh. ¿Y qué te hizo pensar que yo no podía esperar un par de semanas con eso, considerando que esas cajas han estado ahí tiradas por meses antes de que tú comenzaras a trabajar en ellas? —Tony responde, sus ojos no alejándose de Loki ni por un segundo.

—No estoy tan lastimado —Loki miente—. Aún puedo trabajar.

Tony hace un sonido que es como que medio burla, medio suspiro. —No lo creo. En serio, Bambi, ¿en verdad piensas que soy tan tirano que te forzaría a trabajar cuando tienes una costilla lastimada en lugar de recuperarte como deberías?

—¿No?

No, en verdad no, pero…

—Muy bien, sé que en realidad no eres miembro de un sindicato o parecido, pero eso no importa. La gente lastimada no trabaja, esa no es la manera en que se hacen las cosas aquí. —Tony señala hacia donde Loki se encuentra recargado contra la cabecera—. Así que tú te quedarás justo aquí en la cama hasta que estés lo suficientemente mejor para que puedas hacer cosas. ¿Entendido?

Y a pesar de cómo la perspectiva de tener que quedarse en cama así le irrita, una no muy insignificante parte de él está aliviada al mismo tiempo. Claramente él no había estado esperando el hacer alguna tarea en su estado a pesar de lo que su orgullo estaba diciéndole.

—Lo entiendo —responde, sus dedos jugando con una de las vendas.

—Bien. Aquí nadie va a estar más feliz porque te estás forzando a ti mismo hasta el punto de quiebre. Sé con certeza que yo no —Tony dice resuelto, como si…

como si…

como si pensara que Loki de alguna manera en verdad importara.


Una enorme disculpa por la tardanz de este capítulo, pero con eso de que me atrasaron las vacaciones, la carga en mit rabajo se puso pesada luego voy me enfermo el mismo viernes de faringitis :/ aun sigo afonica U_U

Por otro lado, ya es Nochebuena :D y acá en mi tierra se celebra con cena y tamales y ponche, malo que esta vez no hay piñata :( ¿Ustedes como celebran está fecha?

Gracias por seguir tan fieles, espero el 25 recibir Navidad con otro capítulo, ya que salgo de viaje a Mazatlan el 26 o.O y no creo tener algo listo regresando xD Espero que pasen unas hermosas fiestas con su familia.

Un enorme abrazo a todos