CAPITULO 67
La mañana le golpea como un martillo, y gime mientras rueda para poder ver el reloj sobre el buro.
Ni siquiera las 10. Entonces aún es temprano. Bosteza y se regresa a su posición anterior, tratando de arrullarse de nuevo. Se quedó despierto hasta muy tarde ayer, sacando varios proyectos en su taller, bebiendo algo de alcohol – o quizás botellas – en el proceso.
En realidad ya casi no le dan resacas, su cuerpo pareciera haberse climatizado a sus bebidas durante los años pero ahora, es obvio que decidió protestar contra esos hábitos de manera bastante insistente, dejándolo con un dolor de cabeza punzante y una boca que sabe como a orines de gatos.
Para rematarle, tiene otro problema apremiante también, rápidamente se da cuenta. No que sea un estado inusual en el que despertase para él, especialmente no después de que ha bebido.
En su actual estado deplorable de la mañana siguiente, se merece algo de la variedad más placentera para comenzar el día después de todo.
Patea el edredón y luego rueda sobre su espalda, su mano desocupada moviéndose por debajo de la parte frontal de sus bóxers. Sacando su pene medio erecto, lo acaricia de manera lenta y suave, tratando de imaginar la fantasía apropiada que acelerará el proceso.
La primera cosa que viene a su mente es esa conejita Playboy de poster, cual sea su nombre que no puede recordar, pero que piensa que era Samantha o Saannah o algo similar. Aunque es posible que ese no fuera ni su nombre real, y no es como si se hubiera molestado en preguntar. Fue hace más de un año que se conocieron en un evento que comenzó con gente aburrida dando discursos aburridos y terminó con los dos jodiendo como locos en el almacén del sótano.
Rubia, de busto enorme (aunque probablemente era silicón en su mayoría) y piernas de millas, ella era una imagen que apreciar. Ojos castaños y una sonrisa enmarcada con labios gruesos y maravillosos que imagina alegremente descendiendo sobre su miembro. Con esa imagen mental se acaricia indolentemente, tratando de recordar la sensación de esos labios húmedos moviéndose sobre él, la lengua deslizándose por su erección mientras él se inclina hacia atrás falto de respiración contra una pila tambaleante de rejas, los pantalones hechos bola a sus pies.
Un momento después, la cabeza rubio está moviéndose arriba y abajo sobre su pene y el presiona su cabeza contra la almohada cuando su mano aprieta su agarre. Ella era buena, recuerda, aunque quizás no una de las mejores que ha tenido. Pero ella obtuvo una A por un esfuerzo Asombroso, al menos, gimiendo como una estrella experimentada del porno mientras le provocaba, casi llevándole al límite.
Otro momento después, y la mata de cabello de repente ya no es más rubia, sino de un negro profundo.
Su aliento se corta, pero en este punto es demasiado tarde para interrumpir las cosas. La fantasía se niega a regresar a la modelo del Playboy, e insiste en transformarse hasta que la figura arrodillándose a sus pies no es nadie más que el dios de las travesuras en toda su gloria.
Una parte de él ya sabía en lo que terminaría convirtiéndose eventualmente su fantasía, pero aún fue incapaz de detenerlo, y ahora sabe que no quiere.
Enterrando la culpa que se está anidando en él, mira como, ante su ojo interno, Loki lame pecaminosamente su miembro, sus ojos verdes mirándole como si bebieran de los signos delatadores de su placer.
Su pene está brillando de la humedad en el agarre del dios, y no sabe si es saliva o pre semen, pero no importa dado que la lengua de Loki está lamiendo la cabeza de su miembro, ejerciendo delicioso placer en la punta.
La fantasía es tan hermosa, tan irresistible, y su mano se está moviendo casi de manera frenética, produciendo olas de placer en su adolorido miembro. Está tan duro, y no muy lejos, así que mueve su mano al unísono que esos labios imaginarios, sus jadeos resonando en sus oídos mientras imagina a Loki succionándolo como un aspiradora, poniendo todo su esfuerzo para hacerlo llegar al clímax.
Y eso hace, manchando su estómago con un gemido profundo mientras se imagina corriéndose dentro de esa diestra y talentosa boca. El placer bañándole con olas aplastantes y poderosas ondulando por todo su cuerpo mientras se retuerce sobre el colchón como un animal, disfrutando el final.
Y luego se queda ahí sobre las sábanas revueltas, mirando el techo mientras los últimos vestigios de su placer se desvanecen, su miembro regresando a su estado normal. Finalmente, suspira contento, estirando su mano para alcanzar un pedazo de papel que está guardado en el buro, limpiando de manera ausente lo pegajoso de su mano y estomago.
Claro, debería de sentirse avergonzado de si mismo, masturbándose con la imagen de alguien quien actualmente esta yaciendo todo herido y golpeado en una cama, encima de todo lo demás que hace de Loki una fantasía muy, muy inapropiada. Sin embargo, justo ahora esos sentimientos fallan al manifestarse completamente, durmiendo como mediocres y medio culpables conciencias al fondo de su mente.
Demonios, no es como si Loki fuera a descubrir estás indiscreciones privadas o como si Tony fuera a tratar de cumplir esas fantasías, así que en verdad ¿qué diferencia hace? Al menos, eso es lo que está tratando de decirse a si mismo, aunque puede escuchar esa falta de convicción en su propia voz interna.
Oh bueno. Lo que está hecho está hecho, y lo que necesita más que nada justo ahora es un baño, no una conciencia culpable.
Gira y se levanta de la cama, estirando sus extremidades mientras camina rumbo a la puerta, un enjambre de hadas de dolores de cabeza malvadas revoloteando con sus pequeños martillos dentro de su cráneo.
Sí, realmente sería bueno relajarse bajo el agua caliente por un rato, piensa mientras se desliza sin prisas por el corto corredor que lleva al baño. Es sólo una vuelta más y…
…y de repente Loki está parado ahí enfrente de él, materializándose de manera imposible de la nada.
Ambos se congelan en el lugar como venados bajo las luces del carro. Y luego siguen parados ahí, ninguno moviéndose como si pensaran que si se quedan perfectamente quietos y pretendiendo como que nada ha pasado, los últimos segundos van a regresarse y luego comenzaran de nuevo de una manera mucho menos vergonzosa. Preferentemente con todos los participantes vestidos en su totalidad.
Y claro – Loki no ha estado levantado y listo desde que terminó en cama con unos golpes que harían a una salamandra de manchas azules celosa, pero la ley de Murphy claramente dicta que él debería de elegir ese momento para salir cuando Tony está paseándose desvergonzadamente, totalmente desnudo.
En verdad es unos de esos momentos Kodak, si por "momento Kodak" significa El Mejor Momento de Incomodidad.
Loki luce sorprendido, o quizás impactado sería la mejor descripción. Y Tony no puede decidir cómo se siente más, estúpido o avergonzado, pero puede que sea un empate.
No es que normalmente se sienta muy consciente al estar desnudo frente a otros, pero cuando es Loki de entre toda la gente… sí, totalmente incomodo. Lo más probable es que él sea a la última persona a quien debería de aparecerse de esa manera.
—Uh, sólo en mi camino a la regadera —logra decir, rápidamente pasando al dios mientras se siente como un idiota. Si Loki supiera lo que estuvo haciendo hace sólo minutos, sobre lo que estuvo fantaseando, o por qué está, en primer lugar, desnudo cuando normalmente duerme en sus interiores.
Con prisa entra al baño, aliviado de por fin poner una pared entre el dios y su propio ser desnudo. Así que en apariencia el universo o el karma o cualquiera deidad cósmica que está dirigiendo el espectáculo le pensaba demasiado impenitente por sus fantasías ilícitas, y decidió castigarlo de esta manera; esa es la única explicación.
Y estaba bastante seguro de lo que hacía, porque piensa que nunca se ha sentido tan culpable por una de esas fantasías como lo está haciendo justo ahora.
Él observa por el rabillo del ojo como Tony desaparece tras la esquina, seguido por el golpe sordo de una puerta cerrándose, y luego el sonido del agua corriendo. Por alguna razón, su rostro se siente caliente, como si hubiera estado bajo la luz del sol por mucho tiempo.
Es la primera vez que ha visto a Tony desnudo, y tiene que admitir que aunque la vista fue sorpresiva, no fue… poco atractiva.
Y piensa que puede haber una parte de él a la que no le hubiera importado si Tony no se hubiera ido tan rápido en dirección a la regadera para que así pudiera admirar esa vista por un rato más, y esa realidad sólo lo toma ligeramente por sorpresa.
De repente recuerda los dedos gentiles peinando su cabello mientras lo cortaba hace unos días, y con esa memoria llega la pregunta de si el hombre es tan gentil en… otros asuntos también. Y de algún modo, el concepto ya no parece tan terriblemente extraño y alienígena. Y una parte de él se pregunta si él, quizás, un día quiera descubrir la respuesta a esa pregunta por si mismo.
Se queda parado ahí por un rato, mirando el espacio vacío que Tony estuvo ocupando hace meros segundos, antes de continuar hacia donde iba. Aún así los pensamientos siguen rondando su cabeza, negándose a dejarle solo.
Y no puede evitar preguntarse – cómo sería el tocar a Tony. Cómo se sentiría el recorrer con sus dedos su pecho con el reactor arc incrustado ahí. Sí su barba perfectamente arreglada es suave o es tan rasposa como luce.
Esa, y un millón de otras cosas también.
Muajajajaja ¿alguien más piensa que estos dos son los peores tortolinos del mundo? Uno con sus indiscreciones y el otro con sus inseguridades... porque vamos, Loki, por favor "espero algún querer descubrirlo" ¡por favor! Hasta pareces la mera verdad, si ya quieres querer, entonces e sporque ya quieres ¡dah!
Perdón, me desesperan estos dos :D Con la noticia de que me volví a enfermar de la garganta pero ahora aguante un par de días más, no fue el Viernes, ue hoy domingo... y esoty haciendo un uso abusivo de las comas en estos momentos :P
Un enorme beso a todooos y nos leemos el miércoles o jueves, esten pendientes ¡Chan chan chaaan!
