CAPITULO 84
—Haré que un sirviente te muestre tus habitaciones —Thor dice, levantándose resueltamente de la mesa como si estuviera a punto de embarcarse en otra heroica conquista—. Es seguro que debes de estar cansado y deseas poder retirarte por la noche.
Sí, una noche decente de sueño es exactamente lo que Tony necesita después de todo lo que ha pasado hoy. Lentamente, su estomago lleno de comida y su cabeza de cerveza, sigue el ejemplo de Thor y se levanta de su asiento haciendo una mueca ligera cuando las articulaciones de su cuerpo de repente se anuncian solas, de algún modo había esperado que las sillas en el reino mágico fueran un poco más suaves.
Thor les guía hacia afuera y una vez que están de nuevo en la sala común, el cerebro de Tony toma nota de un hombre alto y con armadura parado ahí viéndoles; a diferencia de los pocos sirvientes que aún están por ahí a esta hora, aparentemente no está haciendo algo de importancia, o al menos que estar ahí aburrido cuente como importante. El extraño les observa por un rato, y entonces el hombre se separa del marco de la puerta y camina hacia ellos.
—Saludos, mis amigos —el hombre dice con una inclinación cortés de su cabeza, la sonrisa sobre su rostro abatido por el clima no es sincera, y Tony no confía en él ni un poquito. Lo cual es una nada en realidad, dada la armadura pesada y el metal plateado que está usando, la barba bien cortada, ojos expresivos y barbilla ancha, él probablemente entra dentro de bastante guapo, pero hay algo debajo de ese exterior placentero que hace que algo de incomodidad se apodere de Tony.
Sintiendo posible peligro, mira a Thor rápidamente, pero el dios no muestra ningún signo de alerta.
—Saludos, Geir —Thor responde—. ¿Qué puedo hacer por ti?
—En realidad, mis asuntos son con el Hombre de Hierro —el hombre llamado Geir entona mientras posa sus ojos en Tony, mirándolo de una manera muy fija—. ¿Me estaba preguntando si pudiera tener unas rápidas palabras contigo?
Y en verdad no quisiera decirle no a Geir, especialmente considerando sus interacciones hasta ahora con los nativos locales, pero también está consciente de que es un invitado y quizás pueda ser considerado muy rudo el negar tan simple petición de esa manera sin haber escuchado lo que tiene que decir el tipo, y molestando a la gente es muy difícil que conduzca a que las cosas sucedan de manera simple y fácil durante su estancia aquí; ya ha tenido suficientes problemas desde aquello para durarle toda una vida al menos. Y dado que Thor parece conocer al hombre, o al menos su nombre, no puede ver alguna razón inmediata para refutarle.
—Seguro, amigo —dice, agradecido de no estar arrastrando las palabras. Una o dos cervezas más pudiera… —Sólo dime.
Geir hace un movimiento raro con su cabeza, indicando que quisiera que Tony le siga en lugar de continuar su conversación donde están parados. —Por favor, preferiría que pudiéramos manejar esto de manera más privada.
—Sí, bien, no estoy seguro de que sea cortes alejarme dado que mi amable anfitrión estaba por mostrarme mi alojamiento para esta noche —dice, en verdad no gustándole para nada esto.
—Ah, no quise decir que nos alejáramos mucho, sólo un poco más por el pasillo donde podamos platicar sin ser molestados, no tomará mucho tiempo, te lo puedo asegurar —Geir insiste.
Tony mira de nuevo a Thor, en caso de que el dios tenga segundas ideas sobre que él ande por ahí vagando con este tipo, pero parece completamente tranquilo con la sugerencia de Geir.
—No te preocupes —Thor le tranquiliza—, esperaré aquí hasta que hayas terminado tus asuntos con Geir.
Bien, si Thor no ve algún problema con ello, entonces está bien, asiente aceptando, esperando no arrepentirse de esto.
Sigue al hombre armado por el pasillo, donde Geir se detiene y se gira hacia Tony con una sonrisa simulando a una víbora.
—Lamento mucho interrumpir tan rudamente —dice, pero la disculpa no suena para nada sincera, se recarga contra la pared detrás de él, el metal tallando la roca, mientras considera a Tony—. Como sea, tienes algo en tu posesión que me es de interés.
Tony se encoge de hombros. —Lo siento, no hay más cubos mágicos, tendrás que hablar con Fjalar sobre eso, él tiene el único que yo tenía.
Geir arruga el entrecejo en confusión, luego un segundo después su rostro se ilumina de nuevo y se ríe, el sonido es como lija sobre granito. —Ah, no, me has malentendido,no me importan tales artilugios —dice, agitando una mano con desdén—. Puede que esas cosas complazcan a hombres simples como Fjalar pero yo tengo algo diferente en mente. —Se acerca más a Tony, todo él es ojos brillantes y dientes afilados y blancos.
—Permíteme el uso de tu esclavo por esta noche, y te pagaré bastante bien por este favor.
Y de verdad debió de haberlo visto venir, con toda esa mierda que ha pasado, la sugerencia de Geir no debería de ser una completa sorpresa.
Y aun así lo hace, por unos momentos, Tony Stark se descubre falto de palabras mientras se queda ahí parado mirándole con incredulidad.
—Él no está a la venta —finalmente logra escupir después de que el silencio ha durado por mucho, mucho tiempo, empleando cada pedazo de dominio que tiene sobre sí mismo para no agregar un "vete al demonio y no regreses" a eso.
Bastardo enfermo.
Los ojos de Geir se entrecierran ante la total negativa, pero su tono es tan cortes como antes. —Ah, entonces deseas quedártelo sólo para ti mismo —la sonrisa que curva sus labios no muestra mucha alegría pero si indulgencia, como un niño queriendo un juguete precioso para sí mismo—. No puedo decir que te culpo, aunque tu poca disposición a compartir tu buena fortuna es bastante penosa.
Algo parecido a la bilis comienza a subir por la garganta de Tony. —Sí, bueno, no me apura. Creo que debería de regresar. Thor está esperando por mí —el esfuerzo de no poner su puño en la cara de este tipo le toma todo el autocontrol que le queda. Si solo hubiera tenido su traje…
Con eso Geir pone un brazo contra la pared, bloqueando de manera efectiva el escape de Tony. Lo hace muy suavemente, tan descuidadamente como si luciera casi como una coincidencia y no algo hecho a propósito para evitar que Tony se fuera aún.
—Escuche que te negaste a que lo azotaran a pesar de que agredió al tonto de Fjalar, en verdad debes de atesorar a tu esclavo, o quizá debería decir sus habilidades. —El rostro libidinoso está demasiado cerca para ser cómodo para Tony, pero se niega a retroceder y mostrar debilidad en presencia de este idiota—. Aunque puedo aceptar que sería una desgracia el manchar tal belleza con marcas de látigo —la distancia se reduce más, y es todo lo que Tony puede hacer para no golpear al bastardo en la quijada—. Dime ¿es tan bueno como parece?
Y Tony ya tuvo suficiente. Que los buenos modales se los lleve el diablo, avienta a Geir con un "jódete" y se va, sin dignarse a responderle.
Puede escuchar la risa seca de Geir detrás de él. —Si cambias de idea, házmelo saber.
Tony ni responde ni se voltea a verle. Una vez que ya está de regreso, Thor le mira consternado, sintiendo con claridad que algo no está bien.
—Si no te importa que pregunte, ¿Qué era lo que Geir quería contigo? —pregunta.
—Algo que no está a la venta —Tony suelta, más brusco de lo que era su intención.
Thor le mira con una arruga en el entrecejo por unos momentos, pero cuando Tony no dice nada, no hace más preguntas.
—Muy bien, entonces —Thor le indica a uno de los sirvientes que se acerque, un hombre alto y fibroso que tiene cara de ardilla—. Ingvar, ¿podrías mostrarle al Hombre de Metal y a mi hermano su habitación?.
El sirviente se apresura con un rápido "Por supuesto, mi príncipe" y Thor se gira de nuevo a Tony.
—Espero que no te importe compartir aposentos con Loki. —El dios se mira ligeramente apenado por eso—. Incluso si nadie se atrevería a lastimar a Loki sin provocación, me haría sentir más seguro saber que Loki no se quedará en un lugar separado, en caso de que algo pase.
—Está bien, estaría menos preocupado por su seguridad si se quedara en el Hotel Overlook que dejarlo en una habitación solo aquí —Tony responde encogiéndose de hombros. No, definitivamente quiere a Loki donde puede tenerle con un ojo encima.
Se desean buenas noches y un momento después, Tony y Loki están siguiendo al sirviente hacia las habitaciones de invitados.
Tony no le pone mucha atención a los corredores dorados o los interiores encantados mágicamente que pasan, por muy asombrosos que sean; está demasiado absorto en su propia mente para ponerle atención a sus alrededores. Es un pensamiento esclarecedor, al igual que sorprendente y horrible el darse cuenta en verdad como es la vida de un eslavo aquí en Asgard. Como hubiera sido la vida de Loki si Odín le hubiera hecho servir su sentencia aquí en lugar de ser enviado a Midgard y a Tony.
Y se ha hecho obvio después de no estar aquí ni un día, que la vida habría sido un círculo interminable de humillación, golpizas, de ser usado para la gratificación sexual; la esclavitud en Asgard no es una broma, y le enferma lo que los pobres miserables en el mero final de la escalera social tienen que soportar aquí.
Con esa realización también viene una ola de vergüenza ante su actitud flipante que mostró al principio hacia la esclavitud de Loki, si esto es el tratamiento que el dios estaba anticipando cuando llegó a su torre. Si hubiera sabido todo esto, como las cosas son hechas en Asgard, él hubiera actuado… diferente. Pero nunca se detuvo a pensar mucho en el camino sobre qué era lo que Loki esperaba de él... Siempre se había pensado que era del tipo de buen chico, e incluso nunca creyó en el concepto ese de héroe, al menos se pensaba que era un tipo parecido a un héroe. O al menos tan cerca como puedes estarlo en una era muy lejana de Camelot y el Monte Olimpo y todas esas otras cosas mitológicas.
Y como algún tipo de héroe, por supuesto, que nunca se hubiera rebajado a abusar de alguien violentamente y a todas esas otras cosas que destruyen y dañan los derechos humanos que los villanos de cada historia hacen tan alegremente. En aquel entonces nunca le cruzó por la mente la idea de que Loki no sabía de eso, habiendo sido educado en una cultura con un punto de vista muy diferente de cómo está bien tratar a otros, a los criminales y a los enemigos en particular... Por no decir nada de los esclavos.
El darse cuenta que de Loki había asumido que Tony tomaría ventaja de él de esa manera había sido uno de los mayores momentos más jodidos para él en ese tiempo, la pregunta directa del dios en ese instante transformó su mundo al revés por la misma irrealidad del asunto. Pero ahora, a plena vista, habiendo siendo testigo personalmente de la mierda que se maneja aquí, la suposición tiene perfecto sentido. Especialmente después de haber sido enfrentado con ese Geir y que le haya preguntado sobre sus bienes como si fuera uno de esos chulos.
El sirviente se detiene afuera de una pesada puerta con adornos plateados en sus paneles. Las bisagras rechinan un poco cuando la abre. —Si fueran tan amables —el hombre indica con una corta reverencia, mostrándoles el interior.
—Gracias, amigo —Tony murmura medio ausente, aún parcialmente perdido en algunos de sus pensamientos, aunque sale de ellos lo suficiente para dar a su alrededor un vistazo rápido.
Espacioso y extravagantemente adornado y decorado, la habitación deja poco que desear, incluso para los invitados demandantes acostumbrados a lo lujoso. Bien, quizás el aire acondicionado y el mini bar están fuera de la elección, pero además de eso las habitaciones son perfectas para un rey.
Es sólo cuando el sirviente ha reverenciado de nuevo y se retira, que Tony se da cuenta que sólo hay una cama.
¡Capítulo relleno! Pero al menos sabemos que piensa tony después de tan amargo trago y al parecer ya le está entrando en la cabeza como funcionan las ocsas en Asgard y que debe de hacer si quiere que él y Loki puedan sobrevivir :P
DE nuevo, infinitas gracias a Rossy por su hermoso beteo.
