CAPITULO 106

—¿Hombre de Hierro? —Tony escucha la voz medio familiar detrás de él mientras camina hacia la salida, aliviado de abandonar el vestíbulo del trono.

Se detiene y se gira, encontrándose cara a cara con Frey, el hombre habiéndose alejado de sus compañeros quienes aún estaban sentados en sus sillas al otro lado de la habitación, conversando unos con otros en voces apagadas.

—¿Supongo que el amuleto funcionó como se suponía? —Frey dice con un pequeño movimiento de su cabeza, que se supone es para quitar algunos mechones rubios de su cara.

Cierto. También estaba esa pequeña cosa; casi se había olvidado de eso en medio de tanta emoción, pero aún está descansando sobre su pecho, su toque tan frío como antes de la audiencia.

—Uh, sí, lo hizo —dice, buscando por la tira de cuero del amuleto alrededor de su cuello. Habiéndose asegurado de estar oculto por uno de los pilares grandes, en caso de que otros en la habitación decidan mirar en su dirección, se quita el collar por encima de su cabeza y se lo da a Frey. No puede evitar sentirse un poco avergonzado al hacerlo—. Aunque tengo que admitir que al principio como que pensé que…

—¿Qué era el amuleto tratando de controlarle? —el dios le interrumpe y le lanza una sonrisa de dientes perfectamente blancos—. Ah debí de haberle advertido sobre eso. Magia como esta necesita un momento para responder; los efectos no son tan instantáneos —toma el medallón de las manos de Tony y lo avienta en el aire un par de veces—. Y aparte, supongo que el amuleto se está volviendo viejo y la magia, de algún modo, se está desvaneciendo, pero no tanto como para no contrarrestar con facilidad los poderes poco entrenados de mi padre —él sonríe sardónico.

—Bueno, muchas gracias —Tony dice—. En verdad lo aprecio. No quiero ni pensar como habría terminado este de otro modo. —No, en verdad que no.

Frey se encoge de hombros. —Como dije, Loki salvó mi vida una vez, yo solo estoy pagando una deuda. Las gracias no son necesarias. —Él se mete el medallón en el bolsillo y le sonríe una vez más a Tony—. Bien, entonces, le deseo un regreso seguro a Midgard, Hombre de Hierro, y disfrute el resto de su estancia aquí mientras tanto.

Y con eso, Frey se aleja caminando con pasos confiados, silbando suavemente para si mismo, dejando a Tony con un millón de preguntas quemándole en la lengua.

¿Entonces qué tal lo hice? ¿Qué pensaron los demás? ¿Qué pensaste ? ¿Qué tan grandes son las posibilidades de que la sentencia de Loki sea cambiada?

Pero sabe que no tiene otra opción más que esperar por esas respuestas.


Sentándose ahí esperando nunca ha sido su fuerte. Sus dedos están jugueteando inquietos y golpeando ligeramente cosas, extrañando bastante su pequeño cubo de Rubik que siempre había tenido consigo para ocasiones como estas. En su mente, se imagina las gordas manos de Fjalar girando la cosa de una dirección a otra con interminable frustración y se pregunta si el tipo alguna vez logrará resolver el acertijo. Probablemente cuando los cerdos vuelen.

Por quien sabe qué vez, sus pensamientos recapitulan lo que sucedió en la sala del trono. En verdad no tiene ni idea de cómo juzgar que tan bien fue todo eso o qué tanto les llegó al cerebro. Pero él dijo lo que había venido a decir, y sin recurrir a ningún insulto directo o comentarios irrespetuosos, así que no hay mucho más que pudo haber hecho..

Aún sigue sin saber nada respecto sobre las oportunidades que tiene Loki para obtener algo de indulgencia. Pero al menos Odín no se negó rotundamente ante su petición, y Tony está seguro de que al dios le importa poco la diplomacia cuando se trata de un simple mortal – si hubiera decidido negar la petición de Tony justo ahí, lo habría dicho sin pretender que primero las cosas entre ellos.

Al menos, eso es lo que espera.

De nuevo, echa una mirada a las enormes puertas de roble al otro lado del corredor. Loki está detrás de ellas, hablando con Odín y su Consejo de quien sabe qué. Una parte de él le habría gustado quedarse, la otra está aliviada de que no se lo hubieran permitido.

Justo ahora, está esperando solo. Thor había estado recorriendo el pasillo muy nervioso al principio, lo que es probable también estuvo haciendo mientras Tony estaba ahí adentro, pero eventualmente había concluido que necesitaba un minuto para tomar aire fresco. Y para ser honesto, Tony piensa que Thor parecía como que en verdad lo necesitaba, dado el color grisáceo enfermizo de su rostro, tan poco característico del dios del trueno.

Se remueve, inquieto. Ninguna de las sillas en las que se ha sentado en Asgard ha sido muy cómoda, y esta no es la excepción. Los traseros Aesir deben de estar hechos de alguna cosa más dura que los de los mortales simples. Y se encuentra extrañando gravemente su suave y cómodo sillón en casa. Y en serio, no puede esperar a sentarse en él de nuevo, y menos porque significa que estará en casa de nuevo.

Antes de que pueda hundirse más en las alegrías de los muebles de su sala, las puertas de roble se abren con un sonido fuerte y chillante de las bisagras protestantes que es claro que no han sido aceitadas en siglos. Un momento después, la figura familiar que es el dios de las travesuras, sale.

Sin decir una palabra, Loki se mueve hacia donde Tony esta descansado y se sienta en la silla junto a la suya, recargando su cabeza contra la parte alta del respaldo mientras exhala un suspiro suave, mirando al espacio frente a él como si Tony no estuviera ahí. Por un largo rato no dice algo, como si su consciencia se hubiera ido a vagar y se hubiera perdido en algún lado en las profundidades oscuras de los bosques que eran sus pensamientos.

Tony lo observa por un rato y luego agita una mano enfrente de los ojos del dios. —¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

Ligeramente sorprendido, Loki se gira hacía Tony, casi como si se sorprendiera de ver a Tony ahí.

—Así que ¿de qué hablaron ustedes ahí adentro? Supongo que tú y Odín no intercambiaron recuerdos de las cenas de Navidad o las vacaciones familiares o algo ¿o sí? —Tony pregunta dado que Loki aún no hablado.

Por un largo rato, Loki no ofrece una respuesta y el silencio se estira hasta que Tony está seguro de que no va a obtener una respuesta. Luego, el dios al final habla.

—Odín quería saber si he aprendido algo de mi castigo.

—Bueno ¿lo has hecho?

Otro silencio.

Mientras espera, Tony jala una hebra suelta saliendo del reposabrazos bordado. La tela se rompe. Oops.

—Lo he hecho —Loki dice entonces, aún con esa mirada distante en su rostro.

—¿Quieres decir algo aparte de que tipo de comida es la pizza y qué tipo de películas transmiten en el canal Playboy? —Tony pregunta, superado por la repentina necesidad de aligerar la gravedad de la situación un par de niveles.

Loki ofrece una sombra de sonrisa ante el comentario, luego se pone serio de nuevo.

—Sé que no cambiara algo —es la suave respuesta—. Pero me di cuenta de que estaba equivocado al tratar de subyugar a Midgard y a su gente —hace una pausa, y cuando habla de nuevo, su voz suena como si estuviera a miles de millas de ahí.

—Estaba celoso de Thor, porque él siempre estaba sobresaliendo en todo y viviendo a las expectativas mientras que yo… Mientras los años pasaron, yo crecí amargado y resentido, pensando que todo era su culpa. Y yo quería una forma de probarme a mi mismo para así ya no tener que vivir bajo su sombra, para demostrar que yo podía ser tan bueno como él, incluso ser mejor —suspiró, mirando hacia el piso y entrelazando sus dedos—. Debí de haber encontrado alguna otra manera de hacer eso. Una que no involucrada a gente inocente siendo lastimada o asesinada.

Hay otro silencio que sigue a eso, y cuando se vuelve bastante claro que Loki no va a decir más, Tony habla. —¿Sabes qué? —dice, poniendo una mano en el hombro de Loki—. No eres la primera persona en tratar de dominar al mundo, ni la primera en fallar en esos asuntos, pero estoy bastante seguro de que eres el primer quiero-ser-conquistador del mundo en expresar alguna forma de arrepentimiento, así que eso tiene que contar para algo.

Ellos se quedan sentados ahí en silencio por mucho tiempo antes de que Tony sugiera que deberían de hacer su camino de regreso, Thor los puede alcanzar después.

Mientras caminan, Loki está igual de callado y taciturno que cuando llegó a Asgard al principio, incluso si la calidad del silencio parece diferente ahora. Pero Tony decide no interrogar más. Sabiendo que Loki ha llegado a arrepentirse de sus acciones es suficiente para él, sin importar lo que sea que le haya proveído de tales ideas.

Y si había alguna duda de ello, es obvio que no va a ser el mismo dios regresando a su torre, no él que le fue enviado hace ya tantos meses.


No puede evitar maravillarse de cuán rápido se ha acostumbrado a tener la presencia reconfortante de Tony yaciendo junto a él, a pesar de ser sólo la tercera noche que ellos están compartiendo la misma cama. Pero el sonido regular de su respiración se siente tan natural, como si siempre hubiera estado ahí.

Durante la tarde, Thor les había dicho que regresarían a Midgard mañana, y Loki en verdad estaba esperando poder regresar. Es tan diferente de la última vez que estaba por ser enviado para allá; en esa ocasión, sólo había sentido miedo y terror por lo que le esperaba, pero ahora está sintiendo un pesado alivio.

Por un rato, observa la figura que está profundamente dormida debajo de las cobijas junto a él y entonces, quita la distancia que los separa para poder acomodarse junto a esa espalda. La piel del hombre es cálida contra él, y mientras admira el cuerpo presionado tan cerca de él no puede evitar recorrer con una mano el brazo y el pecho, dejando que sus dedos se deslicen con cuidado y suavidad para no despertar a Tony. Después de unos cuantos minutos de esto, su mano encuentra el camino hacia la entrepierna del hombre, su pene ya medio erecto por los ligeros toques.

Con reluctancia, aleja su mano, dándose cuenta que es probable que lo despierte si continua, y Tony en verdad necesita su descanso después del largo y estresante día que tuvo, además de la audiencia con el Padre de Todo. Y para ser honesto, después de esa audiencia ante Odín y el Consejo, tampoco está de humor para tales actividades.

Con eso, sus pensamientos regresan a lo que sucedió horas antes en el día y como había estado hablando ante Odín, aunque en esta ocasión todo fue tan diferente que la última vez, cuando recibió su sentencia. Porque esta vez, el enfrentó al Padre de Todo con el conocimiento de que, de hecho, era culpable de los crímenes por los que se le acusaban. El tiempo para negaciones y excusas había terminado. Al final, la elección de invadir y conquistar Midgard había sido de él, y de nadie más, y la culpa era suya.

Y así, no había ofrecido justificación para sus crímenes, sin cuestionar lo terrible de sus acciones, sin negar su culpa.

"Me doy cuenta que estuve mal. Mis acciones fueron erróneas. Me arrepiento de ellas y del sufrimiento que causaron". Esas habían sido las palabras que dijo mientras se arrodillaba ante el trono de Odín, no como la última vez que había sido una tormenta infernal de maldiciones e insultos viciosos.

Odín no dijo algo por un largo tiempo. Sólo mirándolo en silencio, su único ojo brillando desde las sombras obscureciendo el trono real.

"Parece que has aprendido durante tu estancia en Midgard, entonces, ¿no es así?" Odín concluyó al final, pero Loki asintió de todos modos. Sí, de hecho aprendió cosas. Lo más importante, cómo uno de esos mortales que había tratado de esclavizar había encontrado la capacidad de mostrarle compasión y amabilidad después de todo lo que le había hecho a él y a su planeta.

Pero Odín no preguntó más, en lugar de eso dejando las cosas hasta ahí mientras su único ojo se clavaba en él, quizás leyendo todos los secretos sin que Loki tuviera que decir palabra alguna. Qué estaba pensando el Padre de Todo entonces, Loki no tenía ni idea. Odín no mostró algo. Era raro que lo hiciera.

Quizás no habría clemencia para él. Al final, quizás aún tendrá que pasar el resto de su vida sin su magia y sin sus poderes, en servidumbre y sumisión a los humanos.

Si fuera así, no importa cuánto haga que su garganta se apriete esa idea, no puede decir que no lo merece.


Me niego rotundamente a terminar el año de nuevo con esta traducción incompleta :/ pero no importa cuan rápido traduzca en el par de días que me darán de vacaciones, no creo poder terminar... Por lo pronto, me alegro en poderles traer un nuevo capítulo antes de que se me siga pasando el tiempo.

¿A quién más e le acongojó el corazón con esta última parte? El ver la perspectiva de Loki de como su situación era y es ahora es bastante profundo, y sé que a algunos les hubiera gustado leer sobre Loki enfrentando a Odín, pero así decidió manejarlo la autora. Espero que hayan disfrutado el capítulo.