CAPITULO 107
Por primera vez desde que llegaron, Thor en verdad está tomando el desayuno con ellos en lugar de ser forzado a atender los tantos deberes que vienen con el título de Príncipe Heredero de Asgard. Pero como sea, Loki puede decir con rapidez que su apetito no está del todo bien y que hay algo molestándole. Thor no es así de tranquilo y solemne, y sus respuestas a la interminable charla de Tony son tensas y cortas.
Loki deshecha la explicación más obvia - que es su audiencia y lo que pueda o no pueda suceder lo que está pesando en su mente, porque cuando hablaron de ello por la tarde de ayer, Thor no había lucido tan sombrío. Sí, había estado serio y algunas veces solemne, pero aún había tratado de mantener algo de optimismo, aferrándose tercamente a la esperanza de que el resultado terminaría siendo favorable y que la menos le proveería a Loki con alguna forma de piedad.
Pero la rigidez en sus brazos cuando Thor toma su taza de cerveza no había estado ahí el día de ayer, y tampoco las profundas arrugas en su frente ni la mirada oscura de sus ojos. Todas esas son nuevas el día de hoy, así que algo más las produjo.
Pero Thor no da una manera de saber que lo está molestando mientras devora su desayuno, pero Loki toma nota de las miradas furtivas que da en su dirección como si Thor estuviera buscando por respuestas de algún tipo u otro, aunque Loki no está seguro de cuáles son las preguntas.
—Pareces un poco tenso, Thor —dice finalmente, una de esas largas miradas fue demasiado para él—. ¿Hay algo que te este preocupando?
Thor se detiene, su mano a medio camino, aún sosteniendo su pedazo medio comido de pan. Él se queda callado por unos segundos antes de dejar el pan sobre su plato, y en su lugar escoge tomar más cerveza. —Hablaremos de ello más tarde —es su simple respuesta, luego procede a beber profundamente de su tarro que está bastante apretado en su mano.
Loki levanta una ceja ante eso. Así que sí hay algo molestando a Thor; no era sólo una ilusión de su mente.
Pero Thor parece reacio a hablar más del tema, a pesar de las sutiles provocaciones de Tony de que el truenito puede decir lo que quiera, porque él no le va a contar a una sola alma viviente, así que se cruza el corazón. Las insistencias del hombre no tienen efecto, y Thor se queda callado tan terco como siempre.
Es sólo cuando el desayuno se ha terminado que Thor una vez más se gira hacia Tony, quien está despatarrado sobre su silla, ambas manos descansando sobre su estomago lleno, y luciendo como que va a rodar en lugar de caminar al levantarse de la mesa.
—Si no te importa, Hombre de Metal, me gustaría tener algunas palabras con mi hermano en privado —dice con una voz que deja claro a pesar de la manera en que se dijo, de que es una orden que se espera que se obedezca sin objeciones.
Tony se queda callado por unos segundos mientras su mirada salta de uno al otro, y luego se levanta con trabajo de su silla para ponerse sobre sus dos pies. —¿Una platica hermano a hermano? Seguro, no hay problemas. Sólo me disculparé e iré a lavarme los dientes, entonces. Con un cepillo de dientes —Hace bola la servilleta en su mano y la avienta sobre su plato al irse—. En verdad, esa es una cosa que creo que ustedes deberían de considerar adoptar. Es un invento totalmente genial, y hace maravillas para tu higiene dental.
Thor acepta la sugerencia sin comentar, a pesar de su usual disposición de discutir costumbres e inventos midgardianos. A final, sintiendo que Thor no está de humor, Tony ofrece un "bien, los veo después, chicos" y sale por la puerta, dejando a los dos solos.
Con eso, Thor se gira hacia Loki, la arruga en su entrecejo profundizándose mientras le mira, sus ojos metiches e investigadores. Loki por el otro lado, sólo espera, no muy seguro de que es de lo que Thor quiere hablar. No parece como que vaya a ser algo muy placentero.
—He escuchado rumores —Thor dice eventualmente, dejando que sus palabras se queden en el aire como si estuviera esperando que Loki las tomara.
Así que él lo hace.
—Bueno, los sirvientes siempre hablan —responde encogiéndose de hombros, recargándose en su silla mientras se cruza de brazos—. ¿Sobre qué esta vez?
La quijada de Thor se está moviendo como si sus dientes estuvieran tratando de pulverizar una roca antes de que abra su boca al final, para responder. —Concerniente a la naturaleza de la...relación entre tú y el Hombre de Metal —dice, el tarro de cerveza en su mano deformándose un poco bajo la presión que le está poniendo—. Sobre como él... está ejerciendo los derechos totales de un amo sobre su esclavo.
Una parte de Loki había sentido que esto podría ser, pero aún esta aliviado de que no hubiera algo de comida o bebida en su boca, o es probable que lo hubiera escupido al escuchar eso de los labios de Thor.
Por supuesto, tendría sentido que tales rumores llevaran a los oídos del Dios del Trueno mismo en algún momento, pero Loki no había esperado que fuera tan pronto. Después de todo, incluso los sirvientes con las lenguas más sueltas habrían sido precavidos de dejar salir tal cosa a una distancia donde el príncipe real les escucharía. Y después de muchos siglos de vivir en el Palacio Real, Loki está bien consciente de que lo que sea que se esté tramando o cuchicheando entre los sirvientes no son cosas que se digan en espacios abiertos, incluso si esas platicas tienen la costumbre de de colarse más arriba.
Pero de alguna manera, esto desafortunadamente ha llegado a oídos de Thor, y en el rostro frente a él, Loki puede ver escepticismo y la convicción de que es sólo un horrible rumor mezclado con el miedo innegable de que aún puede ser verdad.
—¿Hay algo de verdad detrás de este rumor? —Thor demanda ante el silencio atónito de Loki, más candente esta vez, su puño habiendo soltado el tarro arruinado pero aún así cerrado tan apretado como si estuviera imaginando apretar el mango de Mjölnir.
Y por supuesto, debería de asegurarle e inmediato a Thor que no, que no hay verdad en esos tontos rumores. Tony nunca le ha hecho algo así, ni que lo haría ni en un millón de años.
Pero hay algo dentro de él que quiere... confirmación. Porque este es su hermano que clama amarlo por encima de todo, quien una vez hizo la solemne promesa, aún la recuerda, de siempre protegerlo cuando apenas eran un par de pequeños niños y un Thor muy orgulloso acaba de recibir su primera espada de madera para entrenamiento. Quizás no debería de forzarlo, quizás debería de dejarlo por la paz - pero aún quiere saber.
—¿Y qué harías si esos rumores fueran verdad, Thor? —dice sin emoción, reteniendo el aliento mientras teme por la respuesta, mirando el cambio en al rostro bien conocido del hombre frente a él.
No, quizás no debió de haber hecho esa pregunta, porque ambos saben que Thor no tiene derecho de intervenir, ni siquiera un príncipe de Asgard habría tenido poder de decisión de lo que un amo hace con su esclavo.
La voz de Thor es como la hoja bien afilada de una espada en una fría noche de invierno. — Haré que se detenga, de algún modo —dice, sin siquiera un momento de duda. Levanta su puño aún sujetando al imaginario Mjölnir—. Incluso si eso significa...
—¿A pesar de que estaría haciendo solamente lo que implican sus derechos, otorgados a él por la Ley Asgardiana? —Loki presiona, incapaz de detenerse.
—Sí, lo haría —Thor luce positivamente miserable ahora, mientras se inclina hacia adelante, sujetando el brazo de Loki, acercándolo—. Dime, ¿es este rumor espantoso verdad? ¿el Hombre de Metal te ha forzado a...?
Y no necesita más confirmación. Thor lo ha dicho todo. Todo lo que siempre necesito saber. Y el sentimiento hinchándose dentro de él ante esas palabras es el mismo que hace tantos siglos sintió cuando Thor había agitado esa tonta pero preciada vara de madera, asegurándole a Loki que si alguno e esos gigantes de hielo alguna vez atravesaban las puertas de Asgard y trataban de llevarse a su pequeño hermanito y comérselo, Thor los perseguiría con su poderosa espada.
—No, no lo es —se apresura a asegurarle a Thor, poniendo énfasis en cada una de las palabras—. Tony no ha hecho nada de eso, y nunca lo hará.
Y Thor se deja caer sobre su asiento, el alivio expandiéndose por todo su rostro, alisando esas arrugas de preocupación, y deja salir un suspiro muy pesado, sus ojos cerrándose por unos segundos.
—¿En verdad creíste esos rumores mal intencionados, Thor? —dice, mirando la figura relajada del Dios del Trueno frente a él.
Thor abre los ojos con lentitud de nuevo para mirarle a la cara. Entonces sacude su cabeza. —No, no lo hice. Pero tenía que asegurarme de cualquier manera cuando me los topé esta mañana. No podía sentarme tranquilo y dejar que esas cosas viles te sucedieran.
—¿Y nunca consideraste hasta ahora que mi amo en verdad decidiera tomar ventaja de mi posición de esa manera? —Loki le pregunta, ladeando su cabeza.
Thor parpadea un par de veces. —Lo admito, la idea de que el Hombre de Metal hiciera tales cosas nunca cruzó por mi mente. No lo puedo imaginar deshonrando a un enemigo cautivo de esa manera. No hasta que oí los susurros viajando por los pasillos que lo consideré —dice, alejando la mirada con un sonrojo claro de vergüenza en el rostro.
Un dejo de fastidio le atraviesa, y Loki se encuentra en el punto de señalarle que hubiera deseado que le hubiera compartido esa misma convicción cuando lo envió a la torre de Tony, porque es seguro que eso le habría salvado de mucho tormento y angustia, considerando lo que había terminado esperando que le sucediera bajo la custodia de Tony. Pero al final, se muerde la lengua, porque se da cuenta que sólo le causara dolor a Thor si se entera sobre el sufrimiento por el que Loki paso, y descubre que en verdad él no quiere hacer que Thor se sienta culpable por nada de eso. No es como si fuera su culpa, y no hay razón para decirle ahora; todo eso pasó hace mucho tiempo, y las cosas han cambiado demasiado desde entonces.
Thor se estira de nuevo, sujetando los antebrazos de Loki con ambas manos esta vez. —Y quien sea que venga después de el Hombre de Metal, mi promesa sigue en pie. Nadie te va a tratar así, esclavo o no. No dejaré que suceda, Loki. Por favor créeme cuando digo esto.
Loki asiente entendiendo, el fastidio que sintió antes desvaneciéndose para dejar lugar a la bola borrosa de calidez expandiéndose dentro de él ante la disposición expresada de Thor de protegerle de las peores consecuencias de su esclavitud. Quizás Thor no tendrá éxito al final, pero al menos tratará con todo lo que tiene; de eso Loki no tiene duda. Sí, Thor aún está dispuesto a protegerlo, a pesar de todo lo que Loki le ha hecho y todas las maneras innumerables en las cuales le había hecho daño.
Levanta su mirada hacia Thor - no, su hermano - encontrándose con esos ojos familiares azul acerados, dándose cuenta de que hay algo que aún necesita ser dicho, y que quizás sea mejor decirlo ahora, porque ¿quién sabe cuánto tiempo pasara antes de que puede tener una oportunidad de hacerlo?
—Lo siento, hermano —él dice—. Por... todo.
Thor sólo le mira, su boca cerrándose y luego abriéndose de nuevo por un par de veces como si no pudiera creer las palabras que acaba de escuchar. Entonces, el Dios del Trueno se levanta de su silla, la cual se va hacia atrás y cae con un fuerte ruido, y luego hace su camino alrededor de la mesa donde Loki está sentando. Un segundo después, un par de fuertes brazos lo levantan de su silla, enredándose a su alrededor en un fuerte abrazo.
—Estás perdonado, pequeño hermano —Thor murmura en su oído, su voz ronca y pesada—. Y lo que sea que yo haya hecho para empujarte a tal oscuridad, pido que me perdones a cambio.
—No hay nada que perdonar —Loki dice, regresando el abrazo, maravillándose sobre cuando bien se siente el estar cerca de Thor, el ser presionado contra su pecho de esa manera—. No has hecho nada mal.
Él no sabe cuanto tiempo ha pasado cuando finalmente se liberan, pero cuando lo hacen, Thor está sonriendo como el sol mismo, luciendo como su propio título de Dios del Tueno indica.
Mientras están haciendo su camino para encontrar a Tony, Loki no puede evitar que sus pensamientos vaguen. Y se pregunta qué pensará Thor si supera de la atracción que se ha desarrollado entre él y Tony, a pesar de que ninguno de ellos ha actuado sobre eso aún.
Thor se había enterado de algunas de sus antiguas escapadas, por supuesto. Era algo que estaba entendido implícitamente pero no que no se hablaba en alto del tema, la dirección en la cual iban los gustos de Loki en ese tema. Y él sabía muy bien cual era la opinión de Thor de tales relaciones. al igual que del resto de Asgard. Que tal cosa no era digna de un príncipe - para un hombre - el dejarse tratar como argr voluntariamente, pero a pesar de tal desaprobación, Thor nunca había dicho algo en voz alta, prefiriendo pretender como si no estuviera pasando. Lo cual era probable igual de bueno.
Thor no hubiera aprobado que Tony y él estuvieran envueltos en tales eventos más de lo que lo hizo todas aquellas veces, era seguro. Pero tampoco habría razón para que su aprobación fuera menos, mientras Loki fuera un participante voluntario y Tony no demandara algo que Loki no quisiera dar.
Por supuesto, si Tony fuera a ordenarlo, Loki no tendría otra opción más que acceder a sus deseaos, como cualquier otro esclavo. Pero sabe que tal cosa jamás sucedería. Tony nunca demandaría de tal manera, el le preguntaría y ase aseguraría que Loki lo quisiera antes de proceder más allá. Y si Loki le fuera a decir que no, Tony lo aceptaría y lo respetaría. No como un amo, si no como lo haría un... amante real.
No que él fuera a decir "no" ahora, obviamente. Sólo podría haber un "sí" para eso.
Y con eso, su cerebro de repente ve que es el momento adecuado para proveerlo con un imagen muy detallada de él mismo yaciendo desnudo en la cama de Tony, las manos de Tony explorando su cuerpo, la lengua de Tony saboreando su piel, la fuerte erección de Tony presionando contra su cadera...
—Pensándolo ahora, ustedes en realidad... sólo tienen una cama ¿verdad? —Las palabras avergonzadas de Thor interrumpen sus pensamientos.
—Sí —confirma, dejando que la imagen mental placentera se le vaya de la cabeza con un suspiro. su hermano nunca ha tenido buena sincronización—. ¿Qué más habríamos de obtener?
—¿Por qué no me dijeron? Pude haber hecho que arreglaran algo.
—No importa. La cama es lo suficientemente grande para nosotros —y no es que le importe del todo—. ¿Así que ahora nos regresamos a Midgard? —pregunta rápido antes de que Thor pueda decir algo más, tratando de alejar el tema de conversación hacia algo diferente.
—Lo haremos pronto. Sólo deseo que el Hombre de Metal intente algo antes de que partamos —Thor dice, tan fácil de distraer como siempre.
Y cuando llegan a la puerta de su habitación, Loki no puede evitar maravillarse de cuan afortunado es. Porque a pesar de todo lo malo que ha hecho, de alguna manera aún hay dos hombres ahí afuera que están dispuestos a cuidar de él y hacer todo en su poder para protegerlo.
Dejo esto por aquí antes de que se me siga olvidando actualizar. en serio, presionenme con todo lo que quieran, sé que estoy días están estresados para mi porque es trabajo, maestría, escuela y miles de eventos, pero necesito seguir actualizandoles sino se me va a ir el año y no habré logrado nada con esta historia. Si ven que se van los días y no subo, ataquen como quieran T_T
Gracias por los comentarios :D Un beso.
