Capítulo 4: Héroes y detectives unidos
CloverLeaf no era un superhéroe especialmente de activo, de hecho él solo intervenía cuando estaba demasiado aburrido o sin ánimos, algo que no solía pasar con mucha frecuencia. Gladstone Gander era el pato más afortunado del mundo y siempre tenía algo que hacer, premios que disfrutar o fiestas en las que participar.
Esa ocasión fue una excepción a la regla. Los Ultraheroes fueron convocados para proteger a un grupo de detectives que trabajaban con un caso un tanto especial. Eega Beeva les había explicado en qué consistía la misión, Clover Leaf no recordaba si les habían dicho en qué consistía la reunión y francamente no le interesaba. Era un evento de gran importancia y tenía la esperanza de que, finalmente conseguiría un fan.
Clover Leaf comenzó a aburrirse después de los primeros minutos. No pasaba nada y Clover Leaf estaba seguro de que eso no cambiaría en mucho tiempo, quería que siguiera de ese modo. Quería saber qué hacen los otros superhéroes y confiaba en que su buena suerte haría que nadie notara su ausencia.
Iron Gus estaba rodeado de comida, pero la velocidad con la que comía era tal alta que Clover Leaf estaba seguro de que en poco tiempo se quedaría sin nada. Clover Leaf se apresuró en marcharse, Iron Gus no era precisamente a quien estaba buscando y francamente le aburría ver al superhéroe comer.
Red Bat tampoco estaba vigilando. El superhéroe parecía estar ocupado, pero Clover Leaf no sabía qué era lo que estaba haciendo y no deseaba hacerlo. Red Bat le recordaba a Fethry y sabía que no siempre era una buena idea involucrarse en los planes de su primo.
Clover Leaf se fue sin que Red Bat lo viera. Llegó a la zona en la que se encontraba Paperinika. La super heroína no lo vio pese a que se notaba que ella se tomaba el asunto de la vigilancia en serio. Clover Leaf decidió marcharse, no sentía ningún interés en Paperinika y francamente estaba muy aburrido.
Clover Leaf había creído que Paperinik no estaba trabajando, especialmente porque no detectó su presencia, pero descartó esa idea en cuanto lo escuchó hablar. Sus palabras, que al principio le resultaron confusas, pero que cobraron sentido conforme avanzaba la conversación.
—No creo que esas fotografías sean casualidad —comentó PK —, hice mi tarea, todas esas mujeres desaparecieron en misteriosas circunstancias, ninguna ha sido hallada y sus casos siguen abiertos. El más reciente es del mes pasado, caso en el que admito que he estado trabajando.
Paperinik calló por unos instantes. Clover Leaf no podía escuchar con quién hablaba, pero sabía que estaba conversando con alguien. Decidió acercarse, era la primera vez que sentía curiosidad desde que había tomado esa misión.
—Parecen trofeos en un lugar que solo fue encontrado por una casualidad, todavía no sé si sea feliz o no.
—También encontré sospechoso que los principales sospechosos tengan una coartada tan perfecta, es como si todo estuviera planeado.
Clover Leaf se sintió sorprendido cuando escuchó la voz de Mickey, amigo de Donald y uno de los detectives que había sido convocado. El superhéroe encontraba eso absurdo, PK estaba allí, al igual que los otros integrantes de los Ultrahéroes estaba allí solo para escoltar a los detectives.
—Revisé el correo electrónico de los principales sospechosos, todos ellos mantuvieron conversaciones con alguien en especifico y con mucha frecuencia, pero todas esas conversaciones se detuvieron una semana antes de la desaparición de la víctima, aparentemente sin ningún motivo. Nunca se trata del mismo usuario, pero siempre son conversaciones entre dos de los allegados a las mujeres que aparecen en esas fotografías.
—Creo que deberíamos investigar esas conversaciones —habló nuevamente Mickey —, indagar en qué tipo de relación tenían y si hay un motivo para que esas fotografías estén en medio del bosque.
—Creo que Maui Mallard está actuando como un conspiranoico.
Clover Leaf no reconoció esa voz. Tampoco le importaba. Si estaba en lo correcto, con su suerte casi siempre lo estaba, podría descubrir el verdadero nombre de Paperinik.
—Maui Mallard es el mejor patotective del mundo, su opinión no debería ser tomada a la ligera.
—Yo creo que tiene motivos para sospechar —Mickey siguió hablando —, nadie iría a un lugar apartado a dejar tantas fotografías sin un motivo. Estudié las fotografías y algunas fueron colocadas de manera más reciente. Estimo que fueron más de cinco viajes, demasiados para pensar que no hay un motivo detrás de ello.
Clover Leaf recordó quién era Maui Mallard, detective conocido por resolver los casos más complicados y por nunca mostrar su rostro en público. También recordó que había escuchado a muchos de los detectives especular acerca de su aparición y es que Maui era conocido por ser muy selectivo con los casos que tomaba.
Mentalmente se preguntó si Donald lo sabría y la respuesta le pareció obvia. Donald y PK solían mostrarse como buenos amigos, aunque Gladstone no recordaba haberlos visto juntos. PK siempre aparecía cuando Donald estaba en problemas o su orgullo peligraba así que le parecía absurdo siquiera pensar que habría secretos entre ambos.
No era algo en lo que le gustara pensar. Gladstone sintió la misma molestia que había experimentado cuando Disraeli le dijo que había dormido con Donald. Todo eso le parecía antinatural e incluso desagradable. Con Daisy le pasaba algo similar, sabía que a Donald gustaba de ella, todos lo sabían, pero estaba seguro de que no existía posibilidad alguna de que salieran y que Daisy había sido clara con sus intenciones.
—Hace años tomé un caso con características similares, dos asesinatos donde las principales interesadas tenían coartadas perfectas. Las víctimas no tenían nada en común y las asesinas tampoco, o al menos eso era lo que parecía a simple vista. Ambas se conocieron en una marcha y decidieron ayudarse mutuamente.
—¿Cree que ese sea el caso?
—No del todo, creo que es algo a mayor escala.
CloverLeaf regresó a su puesto de vigilancia. No era el deber lo que lo impulsava, sino el hambre y el aburrimiento. Él no entendía nada de lo que decían los detectives y francamente encontraba molesto a Maui Mallard, aunque no sabía el motivo y no quería pensar en ello. Mentalmente se dijo que Donald no tenía nada que ver.
"Maui podrá ser el mejor detective y superhéroe, Disraeli podrá ser un manipulador y Daisy bonita, pero yo soy mucho mejor", pensó con amargura. Ese pensamiento lo horrorizó. Gladstone se dijo que él no estaba celoso y que, en definitiva, ni le importaba cuántos pretendientes tuviera Donald porque no estaba enamorado de su primo.
Gladstone no logró convencerse así que decidió hacer lo que acostumbraba cuando algo le molestaba, ignorarlo. No muy lejos de su puesto de vigilancia se encontraba una pareja de garzas discutiendo.
—¿No sabes que odio Burritos Bell?
—Era el lugar más cercano.
—No me importa, yo nunca como allí.
Ambas garzas se marcharon, dejando la bolsa de Burritos Bell sin abrir. CloverLeaf no tenía ningún problema con la comida de ese restaurante por lo que decidió quedarse con la bolsa.
La reunión no se alargó demasiado. CloverLeaf no sabía si fue por su suerte o el trabajo combinado de Mickey y Maui, tampoco le interesaba. Lo único que sabía es que pudo regresar a su casa y dejar que la policía atrapara a todos los involucrados.
