Capítulo 9: Hay un espía entre nosotros
Della se sintió culpable cuando vio a Donald sacando la casa bote de la piscina. Quiso hablar con su hermano, pero él la ignoró en todo momento. Quiso decirle que ella realmente no creía lo que le había dicho y que, al contrario, pensaba que era un miembro importante de la familia, incluso estaba dispuesta a admitir que había ocasiones en las que se había sentido celosa, momentos en los que se sentía como una tía o peor aún, como una intrusa, otras en las que se preguntaba "¿Qué haría Donald en su lugar?", pero no tuvo ninguna oportunidad de hacerlo. Su hermano la miró una frialdad que no era usual en él y eso le rompió el corazón.
"¿Tanto daño te hice?", pensó con amargura.
Intentó detenerlo, pero todos sus intentos fueron en vano. Ella tuvo la sensación de que Donald había anticipado todos sus movimientos y eso le molestó. No podía entender por qué insistía en marcharse cuando ella claramente le estaba mostrando sus deseos de que se quedara o cómo había anticipado sus movimientos, pero no podía entender de que todo lo que le había dicho era porque se había dejado llevar por el enojo.
Luego llegó Scrooge McDuck con noticias más que inquietantes. Bradford, uno de los miembros de la junta directiva, había resultado ser miembro de F.O.W.L, nombre que significaba mucho para ella. Nunca se había enfrentado directamente a ellos como la agente 45, pero había oído hablar de ellos, una organización criminal que operaba en las sombras y que, se decía, no era más que un mito.
Escuchar todo lo que tenía que decir la hizo sentir horrorizada. No podía creer que su familia hubiera estado días desaparecida y ella no se hubiera enterado. Lo de Bradford le pareció un tanto predecible e incluso llegó a sugerir que sus hermanos estaban involucrados.
—Ellos hacen todo juntos —agregó —, no me extrañaría que compartieran un solo cerebro, de corazón ni hablar, es obvio que no tienen.
—Los estaré observando, pero no puedo dejar que sepan que sospecho de ellos, podríamos usar eso a nuestro favor.
—No veo cómo.
—Información falsa, si son espías creerán que todavía tienen poder sobre nosotros.
—¿Qué hay de Burtón? Tal vez nos advertía de F.O.W.L.
—¿Quién es Burtón?
—Debemos hablar con Burtón cuanto antes —ordenó Scrooge, no tardaría en darse cuenta de que era demasiado tarde.
—Él afirma que nos dijo todo lo que sabía.
—Tal vez el nombre de Bradford refresque su memoria.
Burtón seguía en su habitación y estaba con vida, pero sus memorias habían sido borradas y la prueba estaba a un lado, un dispositivo de borrado de memoria que tiempo después reconocerían como el TRB (Total Reset Buttom).
No había señal de que alguien hubiera entrado por la fuerza y Burtón no mostraba señales de ser atacado. Su amnesia y el TRB eran lo único que delataba lo que había sucedido en esa habitación. Nadie lo dijo, pero para todos resultaba obvio que había un espía entre ellos.
—Le llevaré esto a Gyro de inmediato, puede servirnos para dar con el responsable de esto. La señora Beakley y Donald se encargarán de colocar las trampas.
—Donald no está —comentó Della con pesar, en ese momento ella no sospechaba de su hermano —. Se ha llevado la casa bote.
—¡¿Qué?! ¿Cómo puede irse en un momento como este? Es presa fácil para F.O.W.L.
Della agachó la cabeza, debatiéndose entre si debería hablar sobre su pelea con Donald. No quería hacerlo, pero sospechaba que era necesario.
—Él no sabe nada de F.O.W.L, en teoría —comentó la señora Beakley.
—Iré a buscarlo después. Louie y Della me ayudarán a reforzar la bóveda mientras que la señora Beakley protege la mansión y Webby le enseña algo de defensa a Huey y a Louie.
Della y Louie siguieron al pato mayor. Ambos querían ir a buscar a Donald, pero sabían que dejar la bóveda desprotegida podría ser peligroso. Habían demasiado artefactos que no podían caer en manos de F.O.W.L y confiaban en que Donald estaría bien. Della había sido su compañera de aventuras por años y lo había visto salir victorioso de dichas experiencias, aunque no siempre ileso. Quería creer que todo estaría bien. En el fondo sabía que no sería así.
...
Louie sabía que algo malo le había pasado a sus hermanos y a Webby, podía notarlo por sus expresiones. Ellos lucían asustados, más de lo que lo habían estado en la mañana. Había intentado hablar con ellos y la única respuesta que obtuvo fue la que se esperaba. Louie odiaba a F.O.W.L. Las cosas se habían vuelto raras e incómodas desde que se supo la traición de Bradford y temía que lo que estuvieran viviendo fuera solo el principio. Scrooge no mostraba la seguridad que era habitual en él, verlo preocupado por algo era tan extraño como desagradable. Si Scrooge tenía miedo, Louie pensaba, las cosas debían ser peor de lo que imaginaba.
La señora Beakley había dicho que el entrenamiento debía reforzarse y eso le hizo recordar cuando su tío Donald trabajó en un laboratorio. Los había dejado en la guardería del local y la encargada, cuyo nombre no recordaba, había sido muy estricta con ellos. Unos pocos minutos bastaron para que se encontrara deseando escapar de allí y no saber nada de ejercicio, menos de practicarlo.
—Me gustaría llevarlos a la isla en que suelo entrenar con Webby —agregó la señora Beakley —, no sabemos cuando podrían atacar y el hecho de que Bradford perdiera su anonimato junto a lo que nos dijo Burtón podría forzarlos a ser menos sutiles.
—Supongo que tres días de entrenamiento intensivo podría servirles. Partirán mañana —comentó Scrooge pensativo. Huey, Dewey y Webby se mostraron un tanto incómodos —, Della y yo buscaremos a Donald. La casa bote no está así que probablemente está en el muelle, no hay muchos lugares así los que pueda mudarse.
Recibieron varias llamadas telefónicas que empeoró la situación. Todos los tesoros que habían encontrado gracias al diario de Isabella fueron robados recientemente y muchos, por no decir todos, resultaban peligrosos, en manos de desconocidos. Eso reforzó la idea de que había un espía entre ellos.
—Parece que ya empezaron a movilizarse.
—Están asustados, es algo bueno ¿cierto?
—Yo no estaría tan segura de ello, han perdido una ventaja bastante importante, es obvio que no se quedarán de manos cruzadas.
—Y nosotros tampoco.
El que robaran los últimos tesoros que habían encontrado no ayudaba en nada. Era el segundo golpe directo que les daban y eso lo asustada ¿acaso eso era una declaración de guerra? Louie estaba convencido de que así era y de que, si la paranoia continuaba, serían ellos mismos los que se destruyeran.
Nadie tenía palabras de aliento que decir o los ánimos para mostrarse optimista.
Revisó su teléfono con el pretexto de distraerse, en el fondo quería saber si había algún mensaje de su tío. Saber que la señora Beakley y Webby desconfiaban de él lo había ofendido, pero no tanto como el hecho de que sugirieran que su tío Donald pudiera ser un traidor. Su mirada se detuvo en una fotografía que reconoció de inmediato y se apresuró en llamar a sus hermanos y a Webby.
—¿Tiene que ver lo que encontré?
—¿Qué pasa con Sofía? —preguntó Dewey confundido.
—Esta es la lista de los agentes que trabajan para una Agencia de espionaje —respondió Louie —, su verdadero nombre es Arianna Adelaide Konnery, ella debe ser la espía entre nosotros y apuesto a que secuestró a tío Donald.
Para Louie todo tenía sentido en ese momento. Sabía que Donald seguía en contacto con "Sofía" después de lo ocurrido en Funzo y que su tío parecía estar ocupado con algo de lo que no quería hablar. Solo había algo que le generaba dudas y era hasta que punto su tío podría estar involucrado. No creía que fuera un traidor, Fenton y Lil'Bulb le parecían más sospechosos y no sospechaba de ninguno, lo que le preocupaba era que la agente Kay K lo hubiera amenazado o manipulado para que le contara los secretos de la familia.
—No estoy segura —Webby señaló una fotografía que reconoció de inmediato —, aquí dice que tío Donald es el agente DoubleDuck.
Louie observó la fotografía de la que Webby hablaba. No necesitó ver el nombre escrito debajo de esta para saber que era Donald, los rasgos eran inconfundibles. Abrió el archivo, encontrando un reporte bastante amplio acerca de las misiones en las que DoubleDuck había participado.
Si Louie hubiera encontrado esa información en otras circunstancias se habría sentido orgulloso. En el archivo describía cómo él y Kay K habían evitado un intercambio de armas en Funzo, el día en que "conocieron a Sofía", detuvieron a una secta que planeaba el fin del mundo, evitaron que un terrorista contaminara las aguas de Duckburg y el secuestro de varias personalidades importantes. Pero ese no era el caso y Louie solo podía pensar en que debieron incluirlo en la promesa de no secretos y los años que pasaron ignorando que su tío era un espía.
—Debe ser falso —comentó Dewey —, sé que tío Donald tiene cualidades de un aventurero, pero no creo que sean las suficientes para ser un espía y menos que pudiera ocultarlo por tantos años.
Louie quería creer que era cierto y pensó en lo sobreprotector que podía ser, en lo asustado que estuvo cuando él y sus hermanos le hicieron creer que trabajaba en un hotel embrujado, eran muchos momentos que reafirmaban la imagen de un pato asustadizo y débil. Esos pensamientos fueron opacados por recuerdos más recientes, en la guerra de las sombras se había enfrentado a un ejército de sombras él solo, en Mervana golpeó a un monstruo, había sobrevivido meses en una isla abandonada, peleado espalda con espalda con Scrooge contra una sociedad miniatura que vivía en la mansión, sin contar lo que hizo cuando viajaron junto a Scrooge a una dimensión paralela. El Donald de esos recuerdos fácilmente podría ser un agente y haber hecho todo lo que decía su expediente.
—¿Qué planeas, Huey?
—Hablar con tío Donald —respondió el mayor de los trillizos —, regla número 33 de los Jóvenes Castores, todo acusado tiene derecho a defenderse.
—Te acompaño.
Louie fue el primero en unirse a la búsqueda. Dewey y Webby no se demoraron en hacerlo. Ninguno logró llegar lejos, estaban en el portón cuando recibieron visitas. Se trataba de dos miembros de la nueva Agencia y buscaban a DoubleDuck.
