Capítulo 11: Demasiadas reuniones

—¡¿Fauntleroy?!

Dewey parpadeó confundido. Tenía la sensación de haber escuchado ese nombre antes, pero no recordaba cuándo o dónde. Buscó con la mirada a sus hermanos y sabía que ellos estaban pensando algo parecido.

—Es el segundo nombre de tío Donald —susurró Webby.

La mujer vestida de traje revisó el archivo que llevaba en sus manos. Se veía pensativa y un tanto nerviosa por la forma en que sostenía ese trozo de papel.

—¿Esta es la mansión McDuck? Según el Blog de Y. Lee su casa bote debería estar en la piscina de la mansión McDuck.

Huey, Dewey, Louie y Webby se mostraron confundidos, más al ver la expresión de Scrooge McDuck. Ninguno lo había visto llegar.

Los trillizos mostraron la misma expresión de sorpresa.

—¿Por qué busca a mi sobrino?

—Mi nombre es Josephine, madre de Arianna, probablemente hayan escuchado hablar de ella.

—¿Sofía?

—¿Kay K?

Josephine se mostró un tanto incómoda al escuchar esas palabras, especialmente las últimas.

—Arianna Adelaide. Creo que es mejor si les muestro una fotografía.

Dewey confirmó lo que sospechaba, la mujer de la fotografía era la misma a la que Donald presentó como su novia.

—Mi hija está desaparecida y pensé que Fauntleroy podría saber sobre ella, después de todo él es su mejor amigo y la única persona a la que puedo acudir. No sabía que era una espía, pero sí que me estaba ocultando algo, supongo que debí ser más insistente.

Dewey sintió pena por Josephine.

—Llamé a la TNT —comentó Fethry —, dijeron que no está en ninguna misión.

—¿Cuál fue la última misión que tuvieron juntos?

—Fue en una pizzería embrujada.

—¿Esa en la que murieron cinco niños?

—Sí —Fethry tuvo un escalofrío al recordar la angustia que sintió cuando él y Donald liberaron las almas de esos niños y el terror que experimentó mientras que ambos permanecían ocultos en el cuarto de vigilancia.

—¡Pero eso fue hace cinco años!

Dewey recordó los días posteriores a esa misión, Donald tuvo pesadillas por varios días y siempre se negaba a hablar del tema.

—Estuve mucho tiempo en el fondo del mar. Ambos seguimos siendo agentes, pero trabajamos solos.

Della se mostró un tanto confundida al escuchar esas palabras. No sabía qué era lo que más le molestaba, el hecho de que su familia hiciera de lado a Fethry o que su primo y su hermano fueran agentes sin que ella lo supiera. Sabía que había sido cruel con su hermano y le dolía, pero también le enfadaba saber que era muy poco lo que conocía de Donald pese a que eran mellizos.

—¿Qué es lo que busca? —preguntó Scrooge McDuck, su voz denotaba una preocupación que quería camuflar con enojo.

—Esperaba que ustedes supieran algo —agregó Josephine —, Fauntleroy es el único amigo que le he conocido a mi hija.

—¿Amigo? Creí que eran novios.

—Tal vez lo eran y no me enteré. Últimamente siento que no conozco a mi hija.

—Entiendo el sentimiento —comentó Della con amargura.

Huey, Dewey y Louie se mostraron igual de incómodos. Para ellos también era doloroso aceptar que su tío Donald tenía una vida que ellos desconocían y de la que no formaban parte.

—¡¿Dónde está Donald?! —preguntaron José y Panchito al unísono.

Nadie había notado el momento en que ambos entraron y ciertamente no les interesaba.

—¡¿Es cierto que es un espía?!

Della suspiró. Había sido un largo día y tenía el presentimiento de que lo peor ni siquiera había empezado.