Capítulo 13: Red Primerose y Cold Shadow
Descubrir que Bradford era miembro de F.O. fue un duro golpe para Scrooge. Bradford había trabajado para él duran años y durante ese tiempo había confiado ciegamente en él. Scrooge estaba acostumbrado a lidiar con toda clase de enemigos, desde excéntricos millonarios hasta piratas fantasmas, pero nunca con alguien a quien había considerado cercano. Eso lo hacía sentir un tanto paranoico.
Luego ocurrió lo de Donald.
Scrooge muchas veces había pensado en pedirle a Donald que que se mudara a la mansión, pero solo lo hizo una vez y su sobrino había insistido en quedarse en la piscina, no le gustaba pensar en sus motivos pese a que lo sospechaba. En lo que nunca había pensado era en que Donald no se sintiera parte de la familia y menos que se aliara con el enemigo.
La señora Beakley insistía en que Donald había sido reclutado por F.O.W.L. Scrooge la conocía demasiado bien para sentirse ofendido por sus sospechas. Ambos habían está en varias misiones juntos por lo que sabía que era alguien de confianza y una agente excepcional por lo que le daba el beneficio de la duda.
La idea de que Donald fuera un espía de F.O.W.L le parecía absurda. Era su sobrino, el patito al que había cuidado desde que tenía diez años, el que lo había acompañado a incontables aventuras y que había sacrificado todo por sus sobrinos sin pedir nada a cambio, el pato que ardía en ira cada vez que su familia peligraba. F.O.W.L era el enemigo de S.H.U.S.H y había demostrado que consideraban a su familia como a una amenaza, algo que parecía incompatible con el patito al que había criado.
El que el pato que vivía en la piscina fuera un impostor le parecía que tenía más sentido. No hablaba mucho con su sobrino por lo que era probable que alguien más hubiera tomado su lugar. Pero también era una idea que odiaba, porque eso significaría que Donald no había regresado con vida de la luna.
Lo había buscado incansablemente, con la idea en mente de que todo era un mal entendido. Donald había peleado con su hermana por lo que existía la posibilidad de que quisiera alejarse, algo que había hecho después del incidente de la lanza de Selene.
Se encontró con Gladstone en las afueras de Duckburg. El ganso se encontraba en un restaurante, disfrutando de una comida gratis, ajeno al peligro que corrían todos los integrantes de la familia de Scrooge.
—¿Has visto a Donald? —le preguntó Della. Su voz denotaba lo preocupada y arrepentida que estaba.
—No ¿acaso está en problemas? No es que me extrañe después de todo su suerte es la peor.
—Tú también lo estás.
Gladstone se mostró confundido.
—Soy Gladstone Gander, a mí nunca me pasa nada malo.
—¿Seguro? Porque yo recuerdo algo muy diferente.
—Eso no cuenta, pero de todos modos ¿qué está pasando?
—Te lo explicaremos después, por ahora debes acompañarnos.
Della y Scrooge no buscaron en ningún lugar en específico, pero se aseguraron de no dejar ningún rincón sin revisar. Pasaron por Fethry, el menor de los primos estaba en uno de los laboratorios de Scrooge McDuck, específicamente en uno dedicado a la vida marina, pues este era uno de los pocos lugares, probablemente el único en donde podía vivir Mitzy.
—Odio admitirlo, pero si Donald se está escondiendo, ni siquiera la suerte de Gladstone sería suficiente para encontrarlo.
—¡Hey! —se quejó Gladstone —, no hay nada más poderoso que mi suerte.
—No subestimes a Donald, lo he visto escapar de todo tipo de situaciones.
—Escapar es lo único que hace bien, en especial cuando se trata de un cobrador.
—Recuerdo que una vez Donald dijo que siempre hay una salida. Fue cuando estábamos rodeados por un grupo de caníbales... o eran extraterrestres, no recuerdo qué eran.
—Típico de Fethry.
Scrooge no estaba acostumbrado al fracaso, de hecho odiaba cuando las cosas no salían de acuerdo con sus planes. No encontrar a Donald le supo amargo, pero sabía que lo mejor era regresar. Sospechaba que la búsqueda era inútil si ni siquiera la suerte de Gladstone había ayudado.
Supo que los niños sabían algo en cuanto entró a la mansión. Se veían preocupados y un tanto molestos. Webby y Dewey eran los que le parecieron más ansiosos por hablar. Ambos eran tan transparentes que le costaba creer que pudieron ocultar un secreto por tanto tiempo.
—¿Ustedes sabían que tío Donald es un agente secreto?
—Lo era —respondió Scrooge, había pensado en hablar de S. .H con los niños, pero no había creído que fuera el momento —, dejo de serlo poco antes de que ustedes rompieran el cascarón.
—¿Por qué estás tan seguro que dejó de serlo?
—Las memorias del agente 44 fueron borradas cuando renunció a SHUSH.
Scrooge recordó lo molesto que había estado Donald y los motivos que dio. Su sobrino había asegurado que la vida de un agente secreto era demasiado peligrosa para un pato de familia y que sus sobrinos lo necesitaban. Todos los agentes que renunciaban a S.H.U.S.H debían someterse a un borrado de memoria y Donald no era la excepción.
—¿Agente 44? —preguntaron los patitos al unísono.
Scrooge no entendía por qué los niños se veían tan sorprendidos.
—Ese era el nombre clave de mi primo —comentó Fethry —, hicimos varias misiones juntos.
—Pero yo era su compañera favorita.
Scrooge recordó que sus sobrinos solían trabajar juntos. Él no creía que Donald fuera lo agente más competente, pero consideraba que Della y Fethry eran demasiado impulsivos y que las cosas se tornaban caóticas cuando estaban juntos, sin Donald.
—Me alegra que me tomaran en cuenta —se quejó Gladstone. Era evidente que su orgullo fue herido.
—¿Habrías aceptado un trabajo como agente secreto? —le preguntó Scrooge, el sarcasmo era palpable en su voz.
—No —respondió Gladstone orgulloso —, Gladstone Gander nunca trabaja ni se esfuerza.
—Ahí está tu respuesta.
—Creí que el nombre clave de tío Donald era DoubleDuck y que trabaja para la Agencia.
Al principio creyó que se trataba de un error, Scrooge nunca había escuchado de la Agencia y el nombre de DoubleDuck le era totalmente desconocido. Luego sus sobrinos le mostraron el blog de . Cada agente contaba con una sección especial, la de Donald, junto a la de Kay K, eran las más populares.
En una de las páginas hablaba de cómo recuperó la octava película de James Pond y evitó que se filtrara información de la Agencia al reemplazar las escenas sensibles con tomas de su misión. Scrooge recordó que él lo había buscado en su casa-bote poco antes y le había ordenado proteger ese disco, amenazandolo con ser desplumado si fallaba.
—¿Alguien sabía que tío Donald es tan asombroso?
—Sof... Kay K también lo es, no me extrañe que tío Donald se enamorara de ella.
—¿Cómo sabemos que ese beso que vimos no era parte de la misión?
—A mí me pareció muy real.
Scrooge se sintió traicionado. Le había dicho a Donald que esa película era importante, que había invertido mucho dinero, pero Donald la había alterado sin preocuparse por las pérdidas económicas que pudo tener. Ese no fue el caso, todos amaron las escenas de acción protagonizadas por Donald y a la "nueva chica Pond". Arianna se había robado la cámara sin siquiera proponérselo.
—Debió llamarse MultiDuck —no había reclamo en la voz de Fethry, solo admiración.
—¿Por tener tres identidades?
—Cuatro, si tomamos en cuenta a la TNT, también soy su compañero.
Fethry supo que había hablado de más cuando notó la forma en que lo veían sus parientes. La TNT era una organización cuya existencia era un secreto y se había encargado de proteger a las creaturas paranormales.
—La TNT es una organización que se encarga de lo paranormal, controlar cualquier amenaza sobrenatural y proteger, nosotros nos aseguramos de que nadie sepa que son reales.
—Lo sabía, ese supuesto caballo era un unicornio ¿sabes cuánto dinero me habría dado si lo hubiera llevado a mi zoológico?
—Primero altera una película que me costó billones y luego evita que atrape ese unicornio.
—Teníamos que hacerlo —se defendió Fethry —, Donald protegía los secretos de la Agencia y los Unicornios son creaturas que no nacieron para estar encerradas.
—Excusas, por culpa de eso perdí mucho dinero y pude ahorrarme unos millones si hubiera sabido que la película de James Pond fue alterada.
—¿Acaso eso importa? —se quejó Louie —, tío Donald está afuera y podría estar en peligro.
—O él podría ser el peligro —comentó Bentina —. ¿No les parece sospechoso que F.O.W.L se apoderara de todos los tesoros que él conocía. Donald sabe demasiado.
—Tío Donald nunca nos haría daño.
—Nunca se puede confiar en alguien que tiene tantas identidades.
Si Louie no hubiera estado tan molesto habría notado lo alterada que estaba la señora Beakley o la forma en que veía a Webby. Louie habría recordado cuando visitaron Mervana y las palabras del arpa, pero no lo hizo y reaccionó de la peor manera.
Planeaba ir en busca de su tío cuando descubrió que tenían visitas. Se trataba de una pata a la que no había visto antes.
—Busco a Fauntleroy.
Para Scrooge resultaba extraño que alguien supiera el segundo nombre de Donald, no era algo de lo que le gustara presumir a su sobrino. Se dijo que lo más probable era que se tratara de una cobradora. Para nadie era un secreto que Donald tenía muchas deudas.
—¿Por qué busca a mi sobrino?
—Mi nombre es Josephine, madre de Arianna, probablemente hayan escuchado hablar de ella.
Scrooge pensó en la compañera de Donald y le resultó sospechoso que ambos desaparecieran al mismo tiempo.
—¿Sofía?
—¿Kay K?
Josephine se mostró un tanto incómoda al escuchar esas palabras, especialmente las últimas.
—Arianna Adelaide. Creo que es mejor si les muestro una fotografía.
Dewey confirmó lo que sospechaba, la mujer de la fotografía era la misma a la que Donald presentó como su novia.
—Mi hija está desaparecida y pensé que Fauntleroy podría saber sobre ella, después de todo él es su mejor amigo y la única persona a la que puedo acudir. No sabía que era una espía, pero sí que me estaba ocultando algo, supongo que debí ser más insistente.
Scrooge miró con desconfianza a Josephine. Donald era un agente expuesto, no le parecía extraño el que alguien quisiera vengarse y que se acercara pretendiendo ser un aliado.
—Llamé a la TNT —comentó Fethry —, dijeron que no está en ninguna misión.
—¿Cuál fue la última misión que tuvieron juntos?
—Fue en una pizzería embrujada.
—¿Esa en la que murieron cinco niños?
—Sí —Fethry tuvo un escalofrío al recordar la angustia que sintió cuando él y Donald liberaron las almas de esos niños y el terror que experimentó mientras que ambos permanecían ocultos en el cuarto de vigilancia.
—¡Pero eso fue hace cinco años!
Scrooge se sintió alarmado. Él no se había enterado de nada relacionado a lo paranormal, pero lo que ocurrió en esa pizzeria no fue algo que pasó desapercibido. Cinco niños desaparecieron y sus cuerpos fueron encontrados con señales de tortura. Donald y Fethry habían trabajado en ese sitio hasta que hubo un incendio. La pizzeria no volvió a abrir sus puertas a pesar de los rumores de que se convertiría en una casa de terror.
El guantelete que Scrooge buscaba no era un guantelete ordinario. Este multiplicaba la fuerza de quien lo usara y podía almacenar todo tipo de energía. Si bien era cierto que no conocía los planes de F.O.W.L también lo era que Scrooge estaba seguro de que Bradford no dejaría pasar un tesoro como ese.
El guantelete se encontraba en medio del Amazonas, en el corazón de un templo abandonado. Scrooge había creído que sería fácil tomarlo hasta que un ninja apareció frente a él. Sus ojos estaban cubiertos, pero eso no impidió que pudiera reconocer a su sobrino.
—¿Qué estás haciendo, Donald?
—Soy Cold Shadow ¿no es obvio? Evito que te apoderes de un tesoro arqueológico.
Scrooge usó su bastón para bloquear el ataque de Cold Shadow y tuvo que moverse con rapidez para evitar el segundo.
—¡Tío Donald, detente! —le pidió Huey.
Dewey, Louie y Webby también se veían afligidos. Habían deseado con tantas fuerzas ver a Donald y, aunque les alegraba que estuviera a salvo, resultaba tan doloroso el verlo comportándose como si fuera el enemigo.
—¿Por qué debería? He hablado con Bradford y estoy de acuerdo con él. Scrooge McDuck está acostumbrado a tomar tesoros arquitectónicos de culturas que no le pertenecen, a causar caos solo para satisfacer sus deseos egoístas y nunca piensa en quiénes se ven afectados. Muchas veces se lo dije, pero si no escucha a Donald, quizás lo haga con Cold Shadow.
Scrooge tenía problemas para mantenerle el ritmo a Cold Shadow. Sus movimientos eran veloces y sus ataques certeros, en más de una ocasión estuvo a punto de hacerlo caer y en más de una ocasión lo había golpeado con tal fuerza que lo había hecho tropezar.
—¿Cómo puedes trabajar para F.O.W.L? Casi destruyen el mundo y por culpa de ellos estuvimos desaparecidos por días.
Scrooge golpeó con fuerza, no quería lastimar a Donald, pero sabía que no podría convencerlo de otro modo. Cold Shadow detuvo su ataque con facilidad, era evidente que su determinación permanecía intacta.
—Tío Donald, somos tu familia, nunca haríamos algo para dañarte.
—Te están engañando.
Cold Shadow dudó por unos instantes. La angustia en la voz de Louie y Webby lo había hecho flaquear y eso le costó caro. Scrooge lo había golpeado con fuerza y planeaba llevarlo a la mansión McDuck, dispuesto a usar la fuerza si era necesario. Odiaba ver cómo su familia se desmoronaba y no estaba dispuesto a permitir que pasara una vez más.
La llegada de Red Primerose lo cambió todo. En sus manos llevaba un guantelete y para Scrooge fue obvio que Donald lo estuvo distrayendo todo el tiempo.
—En seguida, voy Red Primerose.
Cold Shadow se había liberado con tanta facilidad que Scrooge no pudo evitar sospechar que Donald había estado jugando con él todo el tiempo. Intentó detenerlo, pero Red Primerose fue más rápida. Utilizó un gancho que la puso a ella y a Donald lejos de la vista de todos.
