Capítulo 21: Tras el rastro
Abel había sido quien eligió el punto de encuentro. Él se consideraba bueno analizando a la gente, algo que era de considerable importancia dentro de su "trabajo". Nunca se sabía cuando podría haber un policía infiltrado, un espía o alguien con doble intenciones. Panchito e inclusive José le parecieron dignos de confianza.
Abel no dijo nada hasta asegurarse de que nadie los estaba escuchando. Había considerado llamar a la familia de Donald, pero lo descartó al considerar la vigilancia que podría haber sobre estos. No quería arriesgarse demasiado, su experiencia le había enseñado que la perdición muchas veces se encontraba en los detalles más pequeños.
—¿Saben quién es Red Primerose? —preguntó él. No quería exponer a su hija y no lo hubiera hecho de no considerar que era absolutamente necesario. Josephine no era la única que pensaba que estaba en problemas.
—Es Arianna, su hija —respondió José.
Abel pensó en Josephine. Ella había hecho algo que no había hecho en años, tomarse unas vacaciones del trabajo. Durante los últimos días había estado investigando sobre Arianna y se había negado a dirigirle la palabra. Josephine desconocía que era un ladrón, pero sospechaba que sabía más de lo que le había dicho.
—¿Qué tanto saben de ella? —Abel hablaba con seriedad por lo que, tanto Panchito como José, dudaban que tuvieran que tener tacto al hablar.
—Ella era parte de la Agencia y era compañera de Donald. Y. Lee publicó todo sobre sus misiones —José no sabía si ese era el nombre del nuevo director de la Agencia y ciertamente no le interesaba. Parte de él lo culpaba por todo lo que estaba pasando.
—Ella y Donald son parte de una organización criminal.
—¿La Organización?
—No, F.O.W.L.
—¿Qué es la organización?
—Nada que importe ahora.
Abel se mostró más tranquilo y es que él estaba enterado de muchos de los asuntos en los que su hija estaba involucrada. Sabía que muchas veces había infortunado a la Organización y que les había robado millones de dólares. Saber que estaba con Donald lo hacía sentir más tranquilo. Tiempo atrás su esposa había sido culpada de un crimen que no cometió y él tuvo la oportunidad de trabajar con el espía.
DoubleDuck había colaborado y arriesgado su vida sin pedirle nada a cambio. No dudó en desafiar a la Agencia por ayudar a Arianna y eso era algo que valoraba.
Josephine no estaba enterada de ello y de estarlo, Abel sabía, estaría furiosa. Arianna era su hija y la quería aunque era poco el tiempo que pasaban juntas. Josephine se culparía al saber que su hija constantemente estaba arriesgando su vida y furiosa al saber de sus actos delictivos.
Pensar en lo que podría ser de su matrimonio era algo que le aterraba. Nunca la había visto tan enojada y sabía que tenía sus motivos para estarlo. Amaba a Josephine y le dolía profundamente haber traicionado su confianza y haberle fallado.
—Panchito y yo estamos seguros de que F.O.W.L los está obligando y planeamos ir a rescatarlos.
—Así que F.O.W.L —comentó Abel pensativo, no sabía si sentirse más tranquilo o, por el contrario, tomar medidas.
—¿Sabe quiénes son?
—He escuchado cosas, pero nada que pueda confirmar.
—¿Es bueno?
—No sabría decirlo, F.O.W.L ha tenido sus actos criminales, pero se ha mostrado más enfocado en recuperar tesoros arqueológicos.
Abel no mentía. F.O.W.L había mostrado interés en varios objetos, especialmente aquellos que poseían cualidades extraordinarias y que podían convertirse en un peligro si estas eran usadas con ese propósito. También era cierto que sabía muy poco de dicha organización pese a que había realizado varios trabajos para la misma. Los directores habían insistido en mantener el anonimato en todo momento y, aunque esto le había hecho sospechar que se trataba de personalidades influyentes también lo era que no le interesaba. Abel había recibido un pago bastante generoso por sus servicios y eso era todo lo que le importaba.
—Quiero ayudarlos —comentó con determinación —, sé que Donald y Arianna son fuertes, pero me temo que esto se les pueda salir de las manos.
—¿Usted cree que... Donald y Arianna... puedan... ser criminales?
Abel sabía qué responder, pero no la respuesta a esa pregunta. Tiempo antes habría estado seguro de que Arianna podía estar involucrada en esa clase de negocios. Era su hija, pero sabía que ella, a diferencia de su madre, no era una mujer integra. Durante su adolescencia solía meterse en problemas, pero las cosas empeoraron cuando conoció a Axel Alpha. Arianna sabía cubrir muy bien sus actividades delictivas y se había convertido en una mercenaria, una de las más temidas e involucrado con gente peligrosa. La Organización no había sido la peor de ellas.
Lo que lo hacía dudar era Donald. Arianna ya era parte de la Agencia cuando lo conoció y había decidido colaborar con esta para darle un duro golpe a la Organización antes de que comenzaran an trabajar como un dúo, pero era innegable que algo había cambiado durante ese tiempo.
—Arianna es mi hija y sé que es una buena persona. Donald también es un gran tipo y no parece ser un criminal.
"Tampoco parece tener material de espía y sin embargo es uno de los mejores", pensó, pero no lo dijo creyendo que de hacerlo podrían excluirlo de la búsqueda. Abel lo había visto en acción cuando rescataron a Josephine y se enfrentó a él cuando Kay K y DoubleDuck frustraron uno de sus planes y lo enviaron a prisión.
Panchito y José intercambiaron miradas. Abel tenía la sensación de que en ese simple gesto había más de lo que podía ver.
No estaba equivocado. Panchito y José estaban acostumbrados a comunicarse de ese modo. Las palabras no siempre eran necesarias entre ellos.
—Nosotros también pensamos eso. Donald ama a su familia más que nada, nunca trabajaría para quienes quieren destruirla.
Esto llamó la atención de Abel. F.O.W.L no había mostrado indicios de tener un objetivo en concreto y el que atacaran a la familia de un espía o del pato más rico del mundo no parecía ser uno de ellos. Mentalmente se dijo que tendría que investigar más y que para ello tendría que usar su influencia como ladrón.
—Trabajo en un museo —Abel siguió hablando —, sé que han robado varios misterios, investigando podría averiguar qué es lo que buscan.
—El líder es Bradford Buzzard —agregó Panchito. Confiaba en Abel y consideraba que era necesario que conociera esa información.
—Bradford Buzzard —comentó Abel pensativo y es que Bradford no parecía ser la clase de persona que podría dirigir una organización criminal como F.O.W.L, y no lo decía únicamente porque era el encargado de limpiar los desastres de S.H.U.S.H y los de Scrooge McDuck, había hecho negociaciones con él y sabía lo mucho que le importaban las reglas.
Panchito y José se mostraron un tanto decaídos. Para Abel resultaba extraño verlos tan apagados, pues los recordaba alegres y llenos de energía. Recordaba lo feliz que había estado Arianna en Brasil y lo raro que ella se mostrara de ese modo, especialmente cuando se trataba de desconocidos.
—Descuiden, solo tenemos que hacer que F.O.W.L caiga y todo volverá a ser lo que era antes.
Abel no estaba seguro de sus palabras, pero quería animarlos. No estaba seguro si Donald y Arianna actuaban por obligación, conocía a su hija y sabía la clase de gente con la que se involucraba, sabía lo manipulable que era Donald y lo mucho que le importaba Arianna, pero sobretodo sabía que la revelación de haría que nada volviera a ser lo que era antes.
Estuvo investigando en patonet. Arianna era la más popular. Y. Lee tenía un blog y su sección era la más comentada. Eran muchos los comentarios alargando su belleza y desempeño como espía. Algunos incluso pedían verla actuar en otra película y esperaban que Donald la dirigiera una vez más. Donald no se quedaba atrás, también tenía comentarios elogiando su apariencia y otros que delataban incredulidad, comentarios que Abel entendía. Si él no conociera la doble identidad de Donald también habría pensado de ese modo. Donald era un padre amoroso, había adoptado a sus sobrinos desde que estaban en el cascarón y solía tomarse demasiado en serio su protección, era temperamental, tenía problemas para conservar un trabajo, asustadizo y constantemente endeudado. DoubleDuck era intrépido, seguro de sí mismo, rápido de pensamiento, astuto, observador y un espía excepcional.
Abel se retiró poco después. Había recibido la llamada de un colega y sabía que hacerlo esperar nunca era una buena idea. No era algo que le molestara demasiado, consideraba que ya habían hablado de todo lo que tenía que hablarse y que lo mejor era ponerse en contacto con cierta persona cuanto antes. Era alguien que le debía un favor y que podría darle información importante sobre Bradford.
