El viejo centauro se quedó unos momentos viendo el cielo, no sabía cómo le iba a explicar a los campistas lo que estaba a punto de pasar y mucho menos sabía que harían para poder defenderse, solo esperaba que tuvieran el tiempo suficiente para poder idear algo. — Quirón ya están todos reunidos — dijo Luke aunque estaba extrañado por la actitud del centauro, — ¿Qué pasa?

Quirón suspiró pesadamente mientras observaba a algunos hijos de Apolo charlando animadamente, cerca a ellos en la cabaña de Afrodita, las chicas charlaban señalando de vez en cuando alguno de los campistas. — Tenemos que darnos prisa, no tenemos mucho tiempo — fue lo único que dijo Quirón mientras caminaba a la cabaña donde ya estaban esperando todos los líderes.

— ¿Quirón, por qué Annabeth no ha vuelto? — preguntó Malcolm al ver llegar al centauro, podía ver que el joven estaba preocupado por el bienestar de su hermana.

— Annabeth y Percy tuvieron que ir a pelear contra Enio, para distraer a la Diosa, así lograr que Clarisse pudiera llegar al campamento lo antes posible — dijo Quirón de pronto, pensó que era mejor por el momento que nadie supiera de que Annabeth estaba muerta. Clarisse solo asintió, tranquila de que fuera el centauro quien respondiera. — Aunque no es por eso que les he pedido venir, la teniente de la Caza me ha informado de un ejército que se acerca a nuestro campamento.

— Pero el Vellocino ha funcionado, ¿no es así? — preguntó Malcolm confundido. — ¿Por qué debemos preocuparnos?

Quirón soltó un suspiró, primero vio a cada uno de los semidioses presentes, sentía un cariño por todos ellos, no era justo que tuvieran aquel destino, ¿Por qué los Dioses tenían que ser tan crueles? — Si, para nuestra fortuna el Vellocino de Oro logró restablecer la barrera mágica — añadió Quirón, pero la mirada seria que tenía dejó muy nervioso a los campistas. — Pero el ejército que nos va a atacar no son monstruos, ellos son semidioses.

Todos los chicos se quedaron en silencio aún sin entender lo que decía Quirón, — ¿Quienes nos atacan? — preguntó Luke.

— Son romanos, durante años los Dioses mantuvieron los campamentos alejados hasta hoy — respondió Quirón, observando la reacción de los chicos.

— ¿Y por qué nos atacan? — preguntó Lee, al igual que el resto de los semidioses se encontraban bastante confundidos, Quirón por su parte se puso de pie, sabía que aquella noticia pondría peor a los campistas.

— Al parecer están siguiendo las órdenes de Zeus — añadió Quirón, desatando una serie de gritos.

— ¡Silencio! — grito Clarisse logrando terminar aquella discusión, — ¿Cuánto tiempo tenemos?

— Ellos llegarán en una hora más o menos — respondió Zoe, Luke apretó los puños con furia no podía entender como los Dioses eran capaces de hacer eso.

— ¡Todos cállense! — dijo Clarisse, logrando que todos guardarán silencio — Luke ve con Charles a la frontera del campamento necesitamos poner varias trampas en ese lugar, también lleva a los gemelos Stoll, creo que a ellos les gustará la idea.

— Malcolm lleva a algunos de tus hermanos a la armería y revisen todas las espadas, los arcos estén en buen estado para usarlas. Lee, lleva a tus hermanos a la enfermería traten de limpiar todo y tener todo listo. Los demás reúnan a todos en el comedor para explicarles lo que va a pasar y como nos vamos a defender.

Todos los semidioses salieron de la habitación para cumplir con las órdenes que le había dado la hija de Ares, a excepción de Zoe. — Llevaré a mis cazadoras a zonas altas, para desde ahí atacar — explicó Zoe viendo a Clarisse.

Dicho eso, la Teniente de la Caza abandonó la habitación, — ¿Por qué no les dijiste lo de Annabeth? — preguntó Clarisse. Quirón suspiro pesadamente mientras caminaba por la habitación, se quería asegurar que no estuviera nadie cerca.

— Creo que por el momento es mejor que no sepan, si ellos se enteran no podrán confiar en nadie, viste como reaccionaron con la noticia de que fue Zeus quien envió a los romanos — respondió el Centauro con tristeza, Clarisse asintió pesadamente.

— ¿De verdad crees que algún campista puede ser el responsable de la muerte de Annie? — murmuró la chica, limpiándose las lágrimas. Quirón colocó su mano en el hombro mientras esbozaba una ligera sonrisa.

— Me gustaría creer que no, pero no podemos descartar esa posibilidad.

La hija de Ares, asintió antes de salir de la habitación, podía observar cómo los líderes de cada cabaña explicaba la situación, se notaba el nerviosismo que tenía cada uno de los campistas cuando escuchaban la noticia, algunos la volteaban a ver, algunos más se acercaron a ella preguntando qué harían, y adicional a eso, la chica no podía mantenerse tranquila, era difícil mantenerse normal, alguien en el campamento probablemente los había traicionado y había sido culpable de la muerte de su amiga y tenía que actuar como si no pasara nada.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó Chris, Clarisse aún no se recuperaba del todo pero con la noticia del ataque que se les aproximaba ya no quiso regresar a la casa grande, quería estar ahí para defender su hogar.

— ¿La verdad? nada bien — respondió Clarisse, tomando de la mano al joven para alejarse de todos, — No entiendo por que todos me preguntan a mi.

Chris abrazó a la joven, — Todos tienen miedo, pero no los puedes culpar, has sido la única que regresó de la misión, además eres una líder nata — explicó el joven intentando animar a la hija de Ares.

— Pero no soy como Annie, ella era mejor de lo que yo puedo ser — comentó Clarisse, sin saber cómo lograrían detener el ataque de los romanos, incluso sabía que a la hija de Atenea ya se le habría ocurrido algún plan.

— No te subestimes, Annabeth era la más inteligente de todos, pero tu eres buena estratega, confían en tí por que eres líder al igual que lo era ella — comentó Chris, Clarisse se mantuvo en silencio de verdad quería creer en todo aquello, aunque antes de preocuparse de defender el campamento quería hablar con Zoe, la teniente de la caza debía saber lo que pasó con Annabeth y sobre todo, tal vez ella podría alertar al hijo de Poseidón.

— Tengo que hablar con las cazadoras.

La hija de Ares, caminó hasta donde las cazadoras habían colocado su campamento, la mayoría de las chicas se mantenían afilando sus flechas, casi todas la ignoraron.

— ¿Qué quieres? — preguntó una cazadora.

— Quiero hablar con Zoe — dijo la hija de Ares, pero la cazadora no se movió. — Necesito decirle algo de Percy.

La chica se mantuvo con su rostro tranquilo, — No entiendo por qué nuestra teniente quisiera hablar de un niño — respondió con enojo la cazadora, Clarisse supuso que sería complicado hablar con la teniente de la caza, pero no quería perder más tiempo.

— ¡Percy está en peligro! — grito Clarisse, en esta ocasión la cara tranquila de la cazadora se transformó, al igual que el resto de las chicas, la mayoría dejaron de hacer su tarea para centrar su atención en la hija de Ares, algo que puso demasiado nerviosa a la joven, una de las cazadoras se acercó a ella, por un momento pensó que está la atacaría.

— ¿Qué ha pasado con mi hermano? — preguntó la cazadora.

— Déjame hablar con Zoe, te lo juro que Percy puede estar en peligro — respondió Clarisse, la cazadora observó a su alrededor para ver si había algún semidiós cerca antes de hacerle un gesto para que la hija de Ares la siguiera, las chicas se internaron en el campamento de las cazadoras, hasta que llegaron al lugar donde Zoe preparaba la defensa del campamento.

— Zoe, ella quiere hablar contigo — dijo la cazadora, llamando la atención de la teniente de la Caza, — Es sobre Percy.

Zoe de inmediato se acercó, aunque en esta ocasión la cazadora estaba bastante molesta. — ¿Qué le pasó a mi hermano?

— Annabeth está muerta desde el día que recibo la profecía — dijo Clarisse ignorando la mirada de todas las cazadoras.

— No juegues con nosotros, estoy más que segura que Annabeth estaba viva cuando fuimos a entregarles a Percy — dijo otra de las cazadoras.

— Ella fue un impostor — añadió Clarisse, — Y está con Percy, temo que puede estar en peligro.

Clarisse se sorprendió al ver que todas las cazadoras estaban preocupadas, era extraño verlas así por un hombre. — Zoe déjame ir, nuestro hermano va a necesitar la ayuda — pidió la joven que le había llevado hasta ahí.

— Ella tiene razón, Percy confía en Annabeth y me temo que ella pueda usar eso a su favor para dañarlo — añadió Clarisse, aunque en el interior quería ir ella y hacerle pagar al impostor, pero se tenía que quedar en el campamento.

— ¿Alguien más sabe de Percy? — preguntó Zoe.

— No, sólo Ann. La traidora y yo lo sabíamos — respondió, — Aunque creo que deberíamos de decirle a Quirón, Thalia está con vida.

— ¿De qué estás hablando? — preguntó Zoe bastante confundida.

— Por eso dañaron la barrera mágica, su intención era usar el vellocino para revivir a Thalia — añadió Clarisse, Zoe se quedó en silencio observando fijamente a la chica.

— Phoebe, Atalanta quiero que lleves a los niños que rescatamos a la casa grande, quiero ir a verla — dijo Zoe, las cazadoras solo asintieron antes de ir por los hijos de Hades. — ¿Saben quien asesinó a la chica?

— No.

El resto del camino ambas chicas se mantuvieron en silencio llegando a la casa Grande, donde Quirón se encontraba hablando con Luke. — ¿Ya comenzó el ataque? — preguntó Quirón con nerviosismo.

— Quiero hablar contigo a solas — dijo Clarisse señalando a Luke, después de unos segundos el Centauro le hizo una señal para que el hijo de Hermes abandonara la habitación.

— Quiero ver a Thalia — dijo Zoe, Quirón observó por un momento a Clarisse molesto de que le dijera a la cazadora acerca de la hija de Zeus. — Tengo algo que decirte pero antes me gustaría verla.

Quiron asintió mientras guiaba a las chicas hasta la habitación donde se encontraba la hija de Zeus.

— ¿Qué está pasando? — preguntó Quirón observando a las dos chicas, las cuales se mantuvieron en silencio. Zoe se acercó al cuerpo de Thalia comprobando que ella se encontraba con vida. No le agradaba la idea de contar la verdad de su hermano, pero la hija de Ares tenía razón, si quería la ayuda del centauro para proteger la vida de su hermano, él tenía que saber la verdad.

— Quirón, lo que te voy a contar no se lo tienes que decir a nadie, ¿está claro? — dijo Zoe observando fijamente al viejo centauro. — Percy no es un hijo de Apolo, él fue adoptado por nuestra señora hace 11 años.

El viejo centauro observó fijamente a la cazadora pensando que esta lo estaba bromeando, — Pero Percy en realidad es hijo de Poseidón — la cara de Quirón se contrajo. — Él fue quien apagó el incendio la otra noche, el Señor Dionisio lo sabía y por eso decidió que mi hermano fuera parte de la misión para alejarlo del campamento y de la búsqueda de Zeus.

— Y me temo que eso no es todo, mi señora nos pidió traer al campamento a dos hijos de Hades — añadió Zoe ante la mirada de sorpresa de Quirón y Clarisse.

— Es claro que esto tiene que ver con la gran Profecía, con Thalia viva y los hijos de Hades — exclamó Clarisse con nerviosismo.

— ¿Dónde está mi hermano? — preguntó Zoe, solo esperaba que su hermano estuviera a salvo.

—Él está en Carolina del Norte junto con el impostor — respondió Clarisse, Zoe golpeó con furia el mueble que tenía más cercano.

— Zoe puedes traer a los hijos de Hades a la casa, creo que lo mejor es mantenerlos ocultos por el momento — dijo Quirón.

— Le he pedido a las cazadoras que los traigan pero me gustaría dejar a algunas cazadoras para que los vigilen — dijo Zoe, Quirón solo asintió sin saber cómo es que todo se había complicado. — Y es de suma importancia que nadie más sepa que ellos están aquí.

Salto de Línea.

Clarisse se mantuvo en silencio observando el barco en el que había llegado, no podía dejar de pensar en Percy. Aunque apenas conocía al chico pero durante la misión, él logró ganarse su confianza, se había convertido en un amigo, no quería ni imaginarse lo que sería capaz de hacerle el impostor, solo esperaba que estuviera bien. — ¿Estás bien? — preguntó Luke mientras tomaba asiento junto a la chica.

— No — respondió Clarisse.

— Sé que es difícil ser la líder, pero se que Annie confiaba en ti, tu eres nuestra mejor opción — dijo Luke, Clarisse esbozó una sonrisa.

— Creo que tú harías mejor trabajo que yo — dijo Clarisse regresando su vista al barco.

— ¿Alguna vez Annie te explicó por que siempre te elegía en los juegos de captura de bandera? — preguntó Luke, logrando que la chica lo viera fijamente.

— Es por mi cabaña, no era nada extraordinario — respondió Clarisse.

— Te equivocas — añadió Luke, — Annie sabía que contigo ellos siempre ganarían y no por tus hermanos si no por ti, cuando no estaban en el mismo bando ella decía que era más difícil, ella me dijo que tu eras mejor estratega.

— Pero esto no es un simple juego, es una batalla real, ¿qué pasa si me equivocó? — preguntó Clarisse suspirando pesadamente.

— ¿Cómo puedes tratar con esto? — preguntó ella señalando hacia donde se encontraban los campistas preparando las defensas. El chico soltó un resoplido mientras pasaba su mano por su cabello.

— Aún no se como lo hago — respondió intentando esbozar una sonrisa, — Me gustaría ir allá y hacer hasta lo imposible para saber quién fue, pero Quirón tiene razón en estos momentos debemos estar unidos aunque tengamos un traidor entre nosotros.

— ¿De verdad crees que fue alguien del campamento? — preguntó Clarisse, a pesar de que desde su regreso había pensado en quien podía ser el culpable no se le ocurría quién podría ser capaz de haber hecho eso, aun con el temperamento de Annabeth no conocía a nadie en el campamento que fuera capaz de hacer eso.

— Me gustaría que no — dijo Luke, — Siempre que llegaba un semidiós, eran recibidos por ella, después de Quirón, ella siempre era la consejera de todos.

— Era mi mejor amiga — añadió Clarisse mientras se limpiaba las lágrimas. — ¿Cómo vamos a lograr vencer a los Romanos? Ella era nuestra líder, la mejor estratega.

— Ven acompáñame — dijo Luke mientras ambos se dirigían a la frontera del campamento donde fueron interceptados por las cazadoras.

— Es mejor que den la vuelta — añadió con hostilidad la cazadora

— Queremos ir con los romanos, tal vez podamos disuadirlos de su idea de empezar esta guerra — dijo Luke con esperanza, Zoe se quedó un momento en silencio antes de responder.

— Iré con ustedes, pero deben seguir mis órdenes en todo momento — dijo Zoe echando un vistazo de mala gana a Luke

— Harán todo lo que les diga, ¿de acuerdo? — Luke y Clarisse asintieron de inmediato.

— Está bien — dijo Clarisse.

— Cloe, Sophie vengan conmigo, no se les ocurra hablar ni comentar nada, hasta que les diga — ordenó Zoe antes de guiarlos hasta donde estaba el campamento invasor, después de unos segundos deslumbraron a los primeros legionarios y pudieron darse cuenta del poder que tenía este ejército y lo difícil que sería detenerlos.

— ¿Otra vez tu Zoe? Creo que esto se está haciendo costumbre — dijo el rubio al ver a las cazadoras llegar sin prestar atención a nadie.

— He traído conmigo a los líderes del lugar que planean atacar, creo que les gustaría escuchar lo que ellos quieren decir — dijo Zoe señalando a Luke y Clarisse.

El hijo de Hermes dio un par de pasos para que los romanos lograrán verlo, — Se que ustedes han sido enviados aquí para matarnos, no se que les han contado de nosotros pero créanme en aquel lugar hay chicos como ustedes, nosotros no somos el enemigo — espetó Luke. — Sé que griegos y romanos históricamente no se llevan bien, ¿pero acaso alguno de nosotros sabe porque inició ese rencor?

Los romanos se habían quedado en silencio al igual que Jason, —¿Por qué debemos mantener esa tradición? En aquel sitio hay gente como aquí, hay amigos, hermanos. No somos tan diferentes.

— Yo no cuestiono las órdenes de mi padre — respondió Jason viendo con furia al hijo de Hermes, el cual esbozaba una sonrisa burlona.

— Son los Dioses quienes los mandaron aquí, ¿pero qué han hecho ellos por nosotros? — espetó Luke molesto, — Todos afuera somos una parias, ninguno de nosotros logra tener una vida normal, somos perseguidos por monstruos que quieren matarnos. Y ahora entre nosotros nos debemos de matar.

— La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan — espetó Clarisse.

— No quiero perder a ningún amigo en esta guerra tonta, tampoco creo que sea justo que alguno de ustedes muera, nosotros no somos sus enemigos — terminó Luke viendo a los romanos.

— Tienes que frenar esto Jason, el lugar que tu quieres destruir no es ninguna amenaza para ustedes. Todas las cazadoras de Diana se encuentran en ese lugar descansando. — dijo Zoe tranquilamente pero el gesto del Pretor se endureció.

— ¿Tu vienes aquí a exigir que detenga una misión que fue encomendada por mi padre Júpiter? — dijo Jason mientras el cielo se empezaba a nublar, — Tienes una hora para que las cazadoras dejen el lugar antes de que la Legión ataque y no me importa si ustedes están en el lugar.

Pero en vez de que Zoe se intimidara esta se enfureció más, — Estás hablando con la teniente de la Caza de Diana, si tu o alguien de tu ejército llega a tocar a alguna de mis hermanas, será la propia Diana la que los castigue — exclamó Zoe con furia intimando a gran parte de los chicos que habían escuchado.

— Es mejor que desistan de esto que planean hacer, las cazadoras vamos a defender el Campamento. — fue lo último que dijo antes de abandonar el campamento junto con las demás.

— Esperen — gritó un chico haciendo que se detuvieran.

— ¿Deseas morir chico? — cuestionó Sophie viendo con asco al romano que se le había acercado.

— N... No...estoy aquí porque quiero ayudar — dijo el chico con nerviosismo, Zoe lo reconoció y si mal no recordaba su nombre era Octavio. — Much.. Muchos Legionarios se sienten nerviosos al estar tan lejos de casa y después de tu discurso no quieren atacar, nosotros pensábamos que nos íbamos a enfrentar ante monstruos nunca imaginamos que fuera ante semidioses.

— ¿Pero qué es lo que quieres hacer? — cuestionó Zoe sin entender a dónde quería llegar el chico.

— Ustedes vean que nadie en su campamento nos ataque, yo trataré de convencer a Jason o por lo menos de sabotear su plan — dijo Octavio seriamente.

— ¿Por qué nos quieres ayudar? — cuestionó Luke confundido.

— Tienes razón, no quiero derramar sangre, no quiero tener ese peso en mi conciencia — respondió él sin dudar en ningún momento, — Tengo que regresar al campamento, solo espero que esta batalla nunca inicie — fue lo último que dijo antes de regresar a su campamento.

— ¿Qué es lo que vamos a hacer ahora? — cuestionó Clarisse al ver que su plan para detener la guerra había fallado.

— Solo nos queda prepararnos, solo espero que el chico logre detener el ataque.

Salto de Línea

Hazel permaneció en silencio observando el discurso del joven griego, cuando iniciaron con aquel viaje todos al igual que ella pensaron que se enfrentarían contra un ejército de monstruos, tal vez algún Titán, sabía que aquella misión sería difícil dado que todos los Legionarios fueron solicitados para el combate, no se le permitió quedarse a nadie, pero ellos no pelearían contra monstruos, lo harían contra jóvenes que al igual que ella solo buscaba sobrevivir en un mundo donde siempre corrían peligro, nunca le habían hecho nada, incluso hasta hace unos minutos ignoraba la existencia de semidioses griegos, y tenía que aceptar que el joven griego tenía razón, ¿por qué debían seguir con esa estúpida rivalidad? Por un instante observó a su amigo, Jason. Él no era despiadado, sabía que la prioridad de su amigo era mantener a salvo a la Legión, es por eso que se sorprendió cuando Jason no dudo de aquello, si no que parecía ahora más obstinado para empezar el ataque.

— Amigo, ¿no crees que ellos tengan razón? — preguntó Frank, algunos chicos se acercaron esperanzados de evitar la batalla y regresar a casa.

Hazel se percató que la mayoría de ellos, pensaban lo mismo, — No, vamos a continuar con la orden que nos dio mi padre — exclamó Jason observando con enojo a su amigo.

— Pero Jason, por qué debemos arriesgar a nuestro amigos en esta misión sin sentido — añadió Hazel, no entendía por que su amigo se comportaba de manera extraña, él no era así. El joven rubio se dio la vuelta observando con enojo a la hija de Plutón.

— Esta fue una misión que nos dio mi padre, así que se va a realizar, ninguno va a cuestionar la voluntad de mi padre — añadió Jason molesto, caminando a su tienda, — Quiero las catapultas listas, esta misma noche debe de iniciar el asedio.

Hazel se mantuvo en silencio, estaba frustrada de todo aquello, ¿por qué su amigo había cambiado? La chica caminó en dirección a la tienda del Pretor dispuesta a hablar con su amigo, tendría que averiguar de una vez por todas que era lo que le estaba pasando. — Espera Hazel — dijo Frank tomando a la chica del brazo para alejarla del sitio.

— Tengo que hablar con él, tenemos que hacerlo entrar en razón — dijo Hazel, pero Frank solo le hizo un gesto para que guardará silencio.

— No lo hagas, Jason está demasiado raro, no es el mismo — explicó Frank observando a su alrededor tratando de que nadie logrará escucharlo. —Octavio quiere verte.

Hazel estuvo a punto de reclamar, no quería hablar con el augur, — Hablaré con Jason, tu intenta mantener a Octavio lejos de esto, no quiero que lo aproveche para sus planes — dijo Frank, para después alejarse de la chica.