by: Angy Granchester


-No, no te preocupes …- hablaré con él- La Rubia había quedado inmóvil, sin saber que decir o hacer. Aunque conocía su naturaleza impetuosa, nunca se imaginó verlo allí a unos escasos pasos. Era un hombre enigmático, difícil de entender, pero lleno de sentimientos profundos y complejos, generoso y noble sí, así es él. Candy seguía ensimismada, sus ojos continuaban clavados fijamente en la imagen de ese hombre, sin mover un solo pie y entonces fue él quien se acercó lentamente.

-¡Tu... ¿Tú aquí?- capaz de articular palabra preguntó asombrada.

-Sí y por lo que veo no te da gusto verme. Siento mucho no avisar sobre mi llegada...Candy, por favor ¿Esa es la forma de saludar a un amigo?

-No, no es eso. Es que, bueno….no pensé que vinieras hasta acá y que quisieras hablarme cuando no hace mucho que fuiste muy claro en que no te volviera a llamar... es por eso no sé el porqué de tu visita- dijo con su ceño fruncido.

-¿Nos vamos Candy? - preguntó Ayrton volviendo de su oficina-Terry le clavó la mirada y Candy pasaba la suya del uno al otro- disculpa, no sabía que hablabas con el caballero, solo quería que supieras que he terminado con los pendientes y que podemos irnos. Supongo que le has dado cita al Señor para el dia de mañana- Dijo inquisitivamente viendo la hora en su reloj.

-No te preocupes. El Señor no ha venido a tratar ningún asunto con el Corporativo...Ayrton, te presento a Terence Granchester, un viejo amigo y compañero de estudios... Terry, él es Ayrton Ferreira, el administrador y uno de los hombres de confianza de Albert.

-Mucho gusto Señor Ferreira- ambos extendieron sus brazos para saludarse.

- Igualmente….Entonces Candy…. ¿Quieres que pospongamos nuestra cita para que puedas atender a tu amigo?- Preguntó - Si es así, por mí no hay ningún problema, de verdad. Lo que tengo que decirte, creo que puede esperar...Si, es lo más lógico que dejemos esto para después...ya tendremos el tiempo suficiente.

-El Señor tiene razón, ¡Necesito hablar contigo Candy!- azuzó.

-Eh…está bien, yo... entonces Ayrton tenemos esa conversación pendiente... y por favor discúlpame…

-Ya te dije que no hay preocupación...Adiós, hasta luego, con su permiso Señor Granchester – El administrador se retiró en busca de su auto. Tampoco sería esta vez.

-¿Y bien? Necesito saber muchas cosas ¿Será posible que hablemos?

-Bueno, sí- dijo encogiéndose de hombros- como te habrás dado cuenta, estaba de salida. También... necesito hablar contigo, aunque esto lo había pospuesto a mi regreso, supongo que es el momento.

-Deja tu auto acá y luego enviaré por el.

-No, no tengo auto, no vivo muy lejos del Corporativo así que no vi necesario tener un auto. Además me gusta caminar por las mañanas y al regresar,... sigo teniendo esa rutina.

-¡No has cambiado Pecosa!...sigues siendo la misma chica.

Iban con rumbo al estacionamiento. Terry había tomado uno en alquilar mientras su estadía en esa Ciudad. Candy sentía que sus piernas temblaban. Esperaba algún día enfrentarse con él, pero ahora que lo tenía allí, junto a ella, las palabras se le esfumaban de su cabeza y no estaba tan segura de querer hablar todo en cuanto a su vida pasada.

Abrió la puerta del auto-¡Sube por favor!

-Gracias... – se acomodó y ubico el portafolio en el asiento trasero….Terry….

-Dime

-¿Hace cuando que llegaste?

-Ayer ya muy entrada la Tarde. Estaba muy cansado y hoy muy temprano por la mañana me encargué de averiguar dónde que quedaba el Corporativo. Estoy hospedado en el Hotel Ibis. ¿Lo conoces?

-No, no lo conozco, pero he escuchado hablar de el.

-Es un excelente lugar...-Terry recordó al hombre que recientemente conocía como el administrador del Corporativo- Candy, lamento mucho haber estropeado tu cita... ¿Puedo saber hacia dónde iban?

-¿Lamentarlo?, no te creo Terry...Debería haber visto tu mirada...solo te faltó correrlo a patadas.

-¡Eso no es verdad!...No fui descortés con ese hombre, él tenía razón en que debías atenderme...pero al parecer tú estabas empeñada en ser lo contrario conmigo.

-Hash, Todo lo enredas...Nosotros íbamos a cenar, Ayrton iba a decirme algo muy importante que le preocupa e íbamos a conversar sobre el asunto- dijo mientras miraba a través de la ventana del auto- últimamente ha estado muy distraído y un poco triste.

-¡Lo dicho, sigues siendo la misma!... Supongo que allí ibas tú a resolverle la vida... ¿cierto? Santa Candy al rescate.

-Que tonterías dices Terry…..Claro que no, ni siquiera he podido resolver mi propia vida…..pero uno siempre necesita de alguien que le escuche y bueno yo….él ha sido muy bueno conmigo, lo menos que puedo hacer es escucharlo….¿no crees?... por favor…deja tu sarcasmo ¿quieres?….y dime, adónde me llevas.

-¡No te desesperes Candy!...Hemos llegado- Ella se quedó admirando el lugar, quizás uno de los mejores de Sao Paulo. La gente que allí se encontraba era muy elegante- ¿Te gusta?

-No, es decir sí, pero ¿No te parece que es muy exagerado?-susurró

-¿Exagerado?

-Sí, no me siento entonar con este lugar. La gente es muy...muy respingada...

-Pero, ¿Te estás escuchando? ¿Cómo puedes decir eso Candy?...Tú eres hermosa en cualquier lugar que estés, tu sola presencia hace que el lugar brille Pecosa. Aún fuese en plena calle, estaría bien. Me pareció excelente que viniéramos aquí, pero si no te sientes bien, podemos ir a otro sitio...yo solo quiero que tú estés bien...¿Te has visto en el espejo?...Estás preciosa con tu traje de ejecutiva.

-...No es necesario ir a otro lugar...y sí, realmente me gusta mucho.

-Además estaremos en lugar reservado- Los llevaron hasta el siguiente piso. Desde esa altura se podía ver gran parte de la ciudad que en ese momento estaba iluminada y la vista panorámica maravillosa.

-¿Qué van a ordenar los señores?- preguntó el mesero que los atendería.

-Por favor, la especialidad de la casa... ¿Está bien para tí Candy? o ¿Prefieres otra cosa?

-Oh no, eso está perfecto.

-¡Enseguida!

Terry tomó una de sus manos, Candy sintió su cálido toque y esquivó su mirada- Por favor mírame a los ojos y dime Por qué te fuiste tan de repente de Nueva York. Quisiera escuchar de tu boca la verdad de todo lo que ha pasado. Dejaste a tu marido y, por un demonio, no lo entiendo... siempre me decías que lo amabas y que eras la mujer más feliz del mundo. Te juro que me he deshecho pensando y pensando que pudo haber ocurrido para que lo hicieras...y por si fuera poco, dejarme una nota ...tampoco lo entiendo, de verdad que quisiera saber ese cambio en tus sentimientos. Saber si lo que escribiste es realmente verdadero...quiero escucharlo de tí.

-Terry…Yo, yo deseaba hacer esto...pero no era posible...no podía hacerlo...y, entonces debía cambiar el rumbo de mi vida...si no lo hacía me moriría en vida y no iba a permitirlo. Tenía que luchar contra todos y contra mí misma si quería lograrlo...Así que estoy aquí.

-¿Tú lo dejaste porque no te permitía trabajar?...Entonces...

En ese instante fueron interrumpidos por el mesero que depositó la orden y se retiró enseguida. Luego de eso no preguntó más, pero estaba inquieto, lleno de confusiones. La observaba de soslayo mientras degustaban la cena. Candy en silencio se debatía internamente que le debía una explicación a ese hombre.

- Terry….- dijo con decisión- han sido tantas cosas…y yo he cometido tantos errores, pero también he aprendido de ellos, claro que si he aprendido de ellos….nada estaba bien, yo no estaba bien y decidí dar un giro radical a mi vida...aquí estoy luchando por mí, por lo quiero ser, por mi vida. Solo quiero ser de nuevo quien era y si eso significaba dejar todo lo que tenía que al fin no era nada, tenía que hacerlo. Yo lamento todo lo que hice y todo lo que te dije, pero no era verdad.

-Explícate Candy y deja los preámbulos...

-Terry… Lo siento...Lo siento tanto porque... nada de aquello era del todo real. Es decir no lo amaba como pensé.

-¡Me tienes confundido! Mucho más que antes Candy - Ella no dijo más. Definitivamente ella lo iba a volver loco. Luego de terminar se encaminaron a donde estaba el auto estacionado.

-Gracias…. por esta velada Terry…- dijo una vez dentro del auto- He pasado un momento muy agradable.

-No ha sido nada pecosa y me alegro que te hayas sentido bien, pero… Es muy temprano aún...podemos ir a algún otro lugar ¿Qué dices?- Terry quería prolongar la despedida. Sabía que dejándola en su departamento ella se encerraría de nuevo.

-Mañana tengo trabajo, pero me encantaría recordar los viejos tiempos. Aquellos en los que éramos muy felices y solíamos divertirnos todos juntos sin ningún problema.

-Candy...eso puede volver a suceder...podemos ser los mismos de antes...Todo es que lo desees.

-Terry... ¿Qué te parece si posponemos esa salida para mañana? ...Te lo prometo... quiero salir y divertirme, pero por ahora solo deseo estar en mi departamento, por favor.

-Está bien- dijo con gesto vencido- Será lo que tú digas. Tu propuesta me alienta y esperaré el dia de mañana.

Minutos después arrancó el auto dejando una estela de humo en la oscuridad de la noche. Pasaban por otras calles iluminadas y Candy observaba a las pocas personas que transitaban de un lado a otro, era su panorama visto en silencio. Terry por su parte de vez en cuanto giraba para verla, las luces acariciaban su rostro y se reflejaban en sus brillantes ojos. En poco tiempo habían llegado a la avenida Paulista.

-¡Hemos llegado!- le ayudo a salir del auto y llegaron hasta la puerta.

-Bueno…creo que es momento de irme y…quedamos que mañana saldremos….

Le interrumpió- ¡Pasa Terry!…quiero que conozcas el lugar donde vivo….bueno si lo deseas

-Por supuesto que quiero conocer como vives y si tú me lo permites…te sigo- el departamento era amplio de dos pisos y de una vista impresionante-¡Qué bonito lugar Pecosa! Digno de una mujer como tú. Es muy elegante y de buen gusto. Muy acogedor.

-Dejame decirte que yo lo decoré. El dueño de la propiedad me permitió hacerle alguna decoración mientras me quedaba aquí. Este lugar ha sido desde entonces mi hogar y me ha encantado la vista que tiene y los espacios.

-En realidad te ha quedado excelente….-Es sencillo, pero a la vez elegante- de pronto Terry calló por la pregunta que le quemaba la punta de la lengua-... Candy!…

-¿Sí?

-¿Cuándo piensas volver a Nueva York? Pienso que la situación con tu ex ya se resolvió… según lo supe por los muchachos que estaba en proceso la situación de tu divorcio- preguntó sin preámbulos. No aguantaba más la incertidumbre.

-Volveré en un par de meses, probablemente tres….ya he hablado con Tío Albert para trabajar en la sucursal de Chicago o bien en Londres en la Empresa de Tía Jazmín. Sin embargo aquí me he sentido de maravilla…. No sabes lo que estos meses me han ayudado. Podría quedarme mucho más tiempo.

Tomó sus manos y sus ojos buscaron los de ella –Candy, por favor dime la verdad… ¿Por qué no te sinceras conmigo y me cuentas todo lo que pasó? Soy tu amigo ante todo y te prometo que estaré contigo pase lo que pase. He venido hasta acá para saberlo y no me puedo ir sin que hayamos hablado…por favor- dijo en tono suplicante- Durante la cena no quise preguntar más, pero siento que la cabeza me va a estallar de pensar tantas cosas, tu ida de repente de Nueva York, la nota y luego tu viaje hasta Brasil ….. Candy necesito decirte que te amo y que no puedo vivir sin ti, pero también necesito que digas de una vez que puedo esperar de todo esto - inquirió mirándola.

-Terry, yo….

- Me hablas con nostalgia, con dolor….yo quiero saber ¿qué pasó?- La Rubia esquivó su mirada y la llevó en sus manos que temblaban por sus nervios- ¿Todavía lo amas?... ¡Dímelo de una vez!, no puedo creer así sin más que lo has dejado de hacer repentinamente. Yo quiero escuchar de tu boca que es lo que sientes por mí- ¡Mírame Pecosa! ¡Necesito saberlo! ¡Quiero escucharlo de ti!

- Terry- levanto su rostro y le vió fijamente-…todo fue un error…

-¡Eso ya me los has dicho Candy!...pero ¿Por qué? ¿Por qué ha sido un error?

-Me preguntas que si aún lo amo….Puede decirse que lo quise en cierta manera, sí lo hice porque de otro modo no habría llegado hasta ese punto, pero eso no significaba que a ti en algún momento haya dejado de amarte.

-Te juro que me volverás loco…- Hasta donde sé te casaste muy enamorada. Lo vi el día de tu boda, estabas tan contenta, tan feliz y tú me lo dijiste cuando te lo pregunté….lo recuerdo muy bien...Eso no lo he olvidado Candy...no te imaginas como me sentí...Todo se derrumbó en mi interior y no tenía sentido nada de lo que hacía. Todas mis esperanzas se habían acabado y entonces tenía que encontrar una nueva forma para vivir.

- ¡Y fue por eso que empezaste a vivir con Susanna!- dijo con tono de reproche.

-…. Te casaste con ese tipo y eso significa que te habia perdido para siempre…. Me sentí tan solo y quise olvidarte en los brazos de otra mujer, sé que eso no habla bien de mí, pero solo quería olvidarte y quizás conseguir con el tiempo resignación, eso no lo sé…perdóname Candy, perdóname…aún en medio de todo eso solo pensaba en ti.

-Terry, aunque me llenaba de celos por saberte con ella, habría sido egoísta de mi parte. No tengo nada que perdonarte….estabas en tu derecho de buscar tu vida como yo creí haber encontrado la mia. Al parecer ninguno de los dos consiguió el amor…. sin amor nada está bien y nada funciona de la forma que queremos por más que nos empeñemos en llevar las cosas por su camino…en mi caso las cosas se fueron tornando hostiles y luego los problemas hasta que no pude más y me fuí...

-¡No puedo creer lo que me dices Candy!... ¿Te casaste sin amor?

-Terry…. Quería construir mi vida y una familia….yo también quería olvidarte porque te amaba tanto y sentí que me habías fallado, pero no, no es así, porque nunca nos dijimos nada sobre nuestros sentimientos y….era una tonta por pensar en todo aquello e hice lo peor que pude haber hecho….. Casarme con otro cuando siempre te he querido solo a ti, solo tú has ocupado mi corazón Terry. No era verdad cuando te dije que no te amaba, pero era la forma para mantenerte alejado de mí, yo no podía corresponderte del mismo modo, porque habías llegado en el momento impreciso…. a remover mi mundo y me sentía confundida, dolida y enojada porque cuando te fuiste sentí tanta rabia, supe de Amanda y todo se me vino encima. Me habías abandonado, me habías olvidado y no te importaba nada de mí.

-¡Eso no es verdad!... tú me esquivabas o simplemente me ignorabas.

-Lo msimo me pasaba, pero ¿Por qué no me buscaste? Yo estaba allí para ti. Como tu amigo como lo que fuera que tú quisieras Candy.

-Sabes que no podía hacer eso….no era lo correcto Terry… Debía arreglar mis asuntos primero y además, no tenía el valor de verte a la cara ni creo saber si tengo el derecho de decirte todo esto. Prometí estar en las buenas y en las malas situaciones a su lado…pero no podía seguir con todo eso. Dios debe entenderme y perdonarme, no podía seguir engañándome a mí misma ni engañarlo a él y tener una sórdida vida, no puedo estar junto a un hombre que no amo. No, ya no podía…. Terry- su voz se entrecortó- haberte buscado se habría prestado a malos entendidos y ya ni que decir lo que argumentaría Neal en mi contra…. con eso le habría dado la razón de que nosotros….-Candy calló y pensó en sus palabras.

- ¿Qué es lo que ese imbécil pensaba de tí?

- Estaba seguro que tú y yo éramos algo más que amigos...que le era infiel contigo...y los problemas se acrecentaron más y más.

-Como se ve que no te conoce... Dime algo ¿Ese tipo alguna vez te hizo daño?

-¿Eh?…no, no.

-No me ocultes nada Candy…por favor…si te hizo daño tarde o temprano me voy a enterar y entonces ajustaré cuentas con ese tipo.

-No harás nada ...Eso ya pasó….por favor olvidémoslo…Ahora todo está bien y hemos vuelto a estar juntos Terry. Yo quiero empezar de nuevo, contigo… ¿Me perdonas? ¿Me perdonas por casarme y entregarme a otro…. amándote tanto como te amo? Soy una mujer que ha estado con otro hombre…. ¿Puedes pasar por el alto ese hecho?

Bajó su mirada y ella desvió la suya sintiendo un escozor en su corazón - … ¡Mírame Candy! –Él acunó su rostro entre sus manos – Lo que hiciste y viviste ya es parte de tu pasado, no me importa ese pasado. Quiero reconstruir este presente y un futuro juntos, es lo único por lo que tengo que ver y luchar. Todo eso fue tu historia y tu vida y yo no tengo nada que perdonarte, porque no soy un hombre perfecto…también cometí muchos errores, también estuve con otra mujer, muy al contrario…. Soy yo quien debería pedirte perdón por mi maldita cobardía, por dejarte sola y no luchar por tu amor. No seré el primero, pero tengo lo más importante que es tu amor y tu corazón y quiero tenerte completa solo para mí, eso es todo lo que quiero. No voy a negarte que…que pensarte en los brazos de él y que te hacia el amor me destrozaba lentamente. Sentía que los celos me consumían por reconocer que él ocupaba mi lugar y era el que compartía tus noches, esas noches prohibidas para mí…todo eso me calaba el alma y el frio era insoportable. Me quedé con este amor que había guardado solo para ti y no sabía qué hacer. …

-Por favor Terry….ya no pienses en eso…ahora estoy contigo…y quiero decirte de frente, que te amo…te amo con todo mi corazón tonto y quiero ser solo para ti- dijo mientras sus manos acariciaban su rostro-Muchas veces soñé con decirte estas palabras, con decirlas frente a ti...sin tener miedo.

-Y yo, escucharlo de tus labios. He extrañado todo de ti, tu sonrisa, tu mirada sonriente como siempre, como antes- Ella depositó un beso tierno y profundo en sus labios que acalló sus palabras, pero al instante se apartó

-¿Qué pasa?

- ¿Y Susanna? ¿Qué pasará con ella?

Inicio Flash back

Días atrás en Nueva York

Se disponía a preparar una maleta, sus documentos y salir lo más pronto posible cuando de pronto unos golpes se escucharon en su puerta.

-¡Terry!...- preguntó sorprendida al ver que el castaño salía con maleta mano- ¿tan pronto?

-Ya te lo habia comentado, ¿no? Max quedará a cargo mientras estoy ausente. El conoce prácticamente todo el manejo y tú por supuesto le asistirás como lo has hecho hasta ahora.

-¿A dónde vas ?...

-Tengo que hacer algo muy importante…. que debí haber hecho hace mucho tiempo.

-Hablas de ella, ¿cierto?- él no dijo nada, lo que otorgó su afirmación- eso es una locura….porque...Estas cometiendo un error al entremeterte en un matrimonio. Además no entiendo, ella vive en la misma ciudad.

-Tú no sabes nada Susanna, así que por favor te pido que no me digas lo que tengo que hacer. Es mi decisión.

-Pero es que…. ¿Por qué te empeñas en eso?... ¡Mírame Terry!...ella tiene a su marido…yo, yo estoy aquí para ti, siempre, incondicionalmente y no me tomas en cuenta. Vas a buscarla y estoy segura que te rechazara. Yo he acompañado tus días de soledad, he calmado tus noches…. ¿Qué tengo que hacer para que vuelvas conmigo?- Susanna sintió un dolor que se clavaba en su corazón como una daga fría que lo cercenaba. Sollozaba en silencio.

-Nada…- dijo tomándola de los hombros y viendo la humedad de sus ojos -la verdad no tienes nada que hacer, porque tú eres una mujer maravillosa, pero no te amo…eso lo sabes, nunca te he amado. Siempre ha sido ella.

-¿Entonces lo de nosotros se acabó? ¿Me dejas así despues de haberte dado todo este tiempo?...soportando que mientras estabas conmigo pensaras que era a ella- lo dijo con profundo dolor. Sus palabras la herían, la destrozaban

-¡Creí que lo habías entendido!...lo de nosotros se terminó hace tiempo atrás.

-Me dijiste que querías estar solo, pero ya veo que fue tu manera de zafarte ¿Por qué eres tan cruel?...eres cruel y un gran estúpido, vas en busca de esa maldita mujer, que se burla de ti en brazos de otro. ¿No te das cuenta el papel que estás haciendo? Solo quiere jugar contigo, llamar tu atención como lo hizo aquella vez.

- ¡No voy a permitir que la insultes!...y ya estoy cansado de decir más de lo mismo.

-¿Cómo puedes amar a alguien así?..… ha sido de otro ¿Eso no te importa?

-¿Piensas que tengo esos prejuicios tontos?... no voy a discutir ese asunto contigo….

-¡Eres tan iluso!...un idiota iluso….si, eso eres…. ¡TERRY, NO ME IGNORES!- exclamó con voz fuerte al ver que el hombre tomaba la maleta sin un mínimo más de atención.

-¡Adiós Susanna!- se encaminó a la puerta- Hasta luego y espero que cuando regrese cambies tu actitud.

-¡TERRY…TERRY!….volverás como siempre y recuerda que te estaré esperando…amor. Recuerda que yo estaré aquí -Terminó de salir para tomar un taxi y ella seguía vociferando tras sus pasos. El castaño ya no escuchaba sus palabras solo pensaba en su viaje y en sus ansias por ver a Candy.

-Por favor lléveme al Aeropuerto- al escucharlo comprendió que lo habia perdido para siempre. Regresó a su casa a llorar desconsoladamente. Lo estaba dejando ir, pero no podía hacer nada, no podía retenerlo ¿con que? Tenía la esperanza que si ella no lo habia buscado es porque no lo quería en su vida. La odiaba porque no se conformaba con haber tenido a un solo hombre, ahora le quitaba a Terry. Ni toda su belleza y sus encantos habían logrado que olvidara a esa mujer que sin hacer el mínimo esfuerzo se lo arrancaba de su vida.

Fin Flash back

-Siento mucho todo eso, Susanna te ama Terry…

-No por favor…ella está bien y estoy seguro que encontrara un hombre que la ame de verdad. Eso se acabó desde hace muchos meses atrás, antes que te marcharas….Tampoco podía continuar con ella…No amo a Susanna y eso lo sabe muy bien…no pienses que soy insensible y que he jugado con sus sentimientos…no, no es así. Si de algo te sirve saberlo, en el fondo también igual que tú, quise que funcionara… nunca le mentí.

-Pero ¿Crees que lo aceptará?...lo que me has contado me indica que no se resignará a perderte.

-No permitiré que se meta en mi vida, pero te necesito conmigo Candy….tampoco permitiré que ese hombre se acerque a ti. Neal Leagan puede irse olvidando de ti.

-El no hará nada….Nuestro vinculo ha sido disuelto al menos por el civil.

-No creo que se quede tan tranquilo viéndote conmigo, ya varias ocasiones me restregado en mi cara que sigues siendo suya y tarde o temprano volverás con él…

-¡Neal esta demente!...ni que me lleve amarrada me doblegara….

-En cuanto regreses a Estados Unidos, hablaremos de esa situación y cuanto antes mejor. No quiero que con sus pretextos se crea con el derecho de seguir atormentándote. Quiero que nos casemos y luego el asunto por la iglesia lo arreglamos. Entiendo que eso es importante para ti, pero

-¡Estoy de acuerdo Terry!:…si es muy importante para mí, pero cuando se solucione podemos pensar en esa parte.

-Me alegro que las cosas entre nosotros se hayan esclarecidos…

-Saber que las cosas entre nosotros se han arreglado me hace sentir tan feliz…. – sonrió

–Bueno Pecosa…. creo que tengo que irme…recuerda que mañana tenemos pendiente una cita. Pasare por ti por el Corporativo, supongo que quieres estar cómoda y cambiarte esas vestimentas que a decir verdad, te ves sumamente atractiva y hermosa….Candy, antes de irme ¿Puedo pedirte algo?

- Por supuesto Terry.

Tomo de las manos a la muchacha- Ahora no tengo un anillo, pero pronto tendrás uno que selle nuestro compromiso

-Terry….

-Señorita Candice White, ¿Aceptaría ser mi novia desde este momento, Con la plena seguridad de casarse conmigo?

Candy soñó tantas veces escuchar esas palabras y ahora las pronunciaba el hombre que tanto ha amado. Sus ojos se humedecieron por recordar sus oscuros días- Claro que acepto Terry….nada me haría más feliz. Por supuesto que también quiero ser tu Esposa- él se acercó a sus labios y se envolvieron en un tierno y cálido beso que los elevó a un mundo en donde solo existían ellos, una nueva caricia, un abrazo, el amor.

- ¡No quisiera irme! Desearía que el tiempo se detenga y tenerte conmigo así, siempre. No quiero separarme de ti ningún instante.

-Yo tampoco quisiera separarme de ti Terry.

-Pronto mi amor….pronto estaremos juntos- la abrazó a pecho y besó su cabeza- y no habrá nadie que nos impida ser felices.

Al día siguiente se levantó muy entusiasmado. La noche anterior habia sido maravillosa. Deseaba que nunca terminara el momento y prolongar el tiempo para estar junto a ella. Añoraba cumplir sus sueños añorados, de convertirla en su Esposa. Candy no salía aun de su asombro, el, allí en esa Ciudad, había ido por ella. Su corazón al recordarlo se estremecía. Terry habia sido su todo, su amor desde su juventud. Su confidente eterno, su diario en donde escribía cada momento que pasaban juntos así como los momentos en que su amor creció más fuerte hasta los tristes quedaron plasmados en esas hojas. Quizás era momento de escribir las nuevas alegrías. Los nuevos momentos que empezarían de ahora en adelante.

En lo que ella se encontraba en el Corporativo, Terry fue a conocer el museo y el Teatro de la Ciudad. Desde muy joven cultivó su afición a la lectura, siempre habia sido amante de las importantes obras de grandes escritores. Con su Familia especialmente con su Madre había asistido a muchas obras, Eleonor Baker había sido una famosa actriz, pero a raíz de su matrimonio tuvo que abandonar su profesión y dedicarse a su familia.

Nueva york

Ella volvió a sus pensamientos cuando escuchó unos pasos acercarse. Se encontraba en el balcón de la habitación, pensando en miles de cosas que hacían parte de su pasado. Giró para ver la figura de su marido, Albert Ardlay -¿Llevas mucho tiempo aquí?- pregunto sentándose junto a ella.

-No mucho… ¿tú cómo estás?- preguntó y en sus ojos se reflejaba un velo de tristeza y preocupación- ¿Cómo va todo en el Corporativo?

-Bien, pero de ti no puedo decir lo mismo. Has estado últimamente muy pensativa, callada y hasta podría decir que nerviosa ¿Pasa algo? Y no me digas que no porque eso no me va a convencer.

Respiro contrariada antes las palabras de su marido - ¡Quisiera decirte eso mismo!, pero por lo visto me conoces tan bien que sé que no desistirás hasta que te diga que es lo que me está pasando- el asintió mirándola fijamente a los ojos.

-No me gusta verte con esa angustia reflejada en tus ojos….No tengo idea de lo que es, pero siento que es una tristeza muy grande y eso me duele porque siendo tu esposo no has tenido la confianza de decírmelo.

-No es falta de confianza mi amor…es, es solo que no he deseado preocuparte con cosas que pertenecen a mi pasado…a un pasado antes de conocerte. Es momento de decirlas...no puedo más con esto.

-Entonces empieza desde el inicio….y por favor tranquilízate

-…Te he ocultado algo muy importante de mi vida…

-Habla claramente Jazmín… -dijo con suma seriedad- si has llegado a este momento…habla de una vez.

-Por favor…solo te pido que me comprendas que todo lo hice para no arrastrarte con mi dolor. No lo merecías

-Jazmín…me conoces y sabes que no soy capaz de juzgar a nadie sin conocer los hechos, pero por favor deja los preámbulos y habla de una buena vez mujer.

-Antes de conocerte, tú sabes que estuve casada con un hombre maravilloso que tristemente murió en un accidente de avión.

-¡Lo sé! Adrián Anderson. Tu primer esposo…claro que lo recuerdo. Cuando te conocí habían pasado cuatro años de su muerte.

-Así es, pero lo que nunca supiste es que…tuve una hija con él.

-¿Cómo?, pero –El hombre está sorprendido- ¿Por qué me lo ocultaste Jazmín? No entiendo por qué lo hiciste. ¿Por nuestro matrimonio? La has ocultado todos estos años…. Por eso.

- No, no es lo que piensas….deja que te diga lo que pasó….Yo tenía 15 años…..mi hija, a mi hija me la robaron, me la robaron cuando tenía dos años…tan solo dos añitos y desde entonces no supe de ella -se había derrumbado en ese momento al volver a recordar todo los sucesos.

-¡Jazmín! –exclamó apesadumbrado. La abrazó intensamente procurando brindarle el apoyo que nunca tuvo y que necesitaba. Como le habría gustado compartir con ella ese dolor, pero por lo visto quiso excluirlo y hasta cierto punto la entendía. Jazmín sentía que sus lágrimas se atoraban en su garganta tal y como la primera vez , Tal como entonces padecía ese sufrimiento al recordar y padecer tantos años de ausencia de ese pedacito de su corazón que perdió y luego la muerte de su Esposo. Se armó de valor para continuar. Se sentía un poco avergonzada por mantener antes su ahora esposo tantos años de silencio.

- ¡Discúlpame! Pero ha sido tan difícil todo esto- susurró mientras él limpiaba sus lágrimas con sus pulgares- Desde entonces la he buscado incansablemente. Han sido más de veinte años, más de veinte años en los que me consumía pensando y preguntándome dónde está mi hija, con quienes, que habría sido de ella….si está bien cuidada, si ha enfermado o si la han alimentado bien. No sabes el horror que vivido.

-¡Debiste compartirlo conmigo!...como tu esposo debía saberlo y aunque me digas que fue para no arrastrarme con tu dolor, no soy capaz de comprenderte, de verdad que me cuesta mucho entender como callaste por muchos años una verdad como esta.

-Lo hice porque…

-Es posible que la carga hubiera sido menos pesada- dijo con un poco de amargura- te habría ayudado también y no padecer tu sola todo esto…. porque tu dolor también tenía que ser el mio desde que te convertiste en mi Esposa. Porque debía apoyarte para que juntos pudiéramos encontrarla. Me excluiste Jazmín….me excluiste de tu vida como si no importara nada.-habló con dolor en su voz

-¡No es así!...nunca ha sido del modo como lo ves, pero….reconozco que la culpa ha sido mía por pensar que ese dolor tenía que ser solo mio y vivirlo únicamente yo, ahogarlo en lo más profundo de mis entrañas. Lo siento...lo siento tanto.

-¿Dónde está entonces la complicidad como pareja? El compartir lo bueno y lo malo juntos, como pareja. ¿Dónde está?

-Mi amor…perdóname. Sé que hice mal y me arrepiento….pero por favor, no me mires así. No me digas esas cosas que me hacen sentir peor.

-¡Discúlpame!...no deseo eso y aunque me duele, no solo por eso dejaría de amarte y, bueno centrémonos en el asunto. Hay que encontrar a tu hija Jazmín, que ahora debe ser una mujer.

-Sí, pero ya no hay donde buscar….Albert he encontrado a mi hija.

Brasil

El sol de la tarde caía en la Ciudad apareciendo en diversos colores sobre los edificios. Atraves de la ventana de su oficina apreciaba la belleza que despuntaba el atardecer para dar paso a la tierna noche. Todo era hermoso, fascinante y deslumbrante…extrañaba sentirse así y sabía que solo él, era el artífice de su estado de ánimo.

-¡Candy!... ¡Candy! ¿Me escuchas? Candy…

-¿Eh? Discúlpame Ayrton, yo…estaba un poco distraída, ¿me decías?

-Bueno cualquiera lo estaría viendo lo bonito del atardecer. Me he dado cuenta que eres amante de la naturaleza. Así que tenemos pendiente una cita, ¿lo recuerdas?...la playa…sugiero la playa…seria genial…. ¿y tu amigo? Podríamos decirle que nos acompañe ¿Cuántos días estará en Sao Paulo?

-Oh, no lo sé…pero,….

-¡No puedes decirme que no Candy!... ¿recuerdas que ayer no pudimos por la visita de tu amigo?...Me lo prometiste.

-¡Lo siento Ayrton!...siento mucho no cumplirte en esto, pero no puede ser, no por ahora….

-¿Por qué?

-Tengo que decirte la verdad….con respecto a Terence- dijo dejando a un lado los documentos que revisaba-Él no es mi amigo…bueno, es decir hasta hace poco lo fue…ahora es mi novio pronto nos vamos a casar- Ayrton jamás penso escuchar eso- Terence y yo ahora somos novios. El me ama y ha venido desde Estados Unidos para saber si aún lo amo ¿no te parece extraordinario?... - Ayrton sintió que el mundo se le venía encima y sintió su cara arder de solo pensar que le iba a confesar su amor a una mujer enamorada de otro-Entonces creo que llegue demasiado tarde…-dijo sin pensar.

-¿Qué dices?

-Eh, que se me hace demasiado tarde…creo que debo irme a casa…adiós Candy…hasta mañana…

-Ayrton… ¡Espera!...-abría la puerta sin siquiera escucharla, un hombre que tocaría la puerta en ese momento apareció frente a ellos. El administrador salio cerrando la puerta tras de sí con rostro serio y algo contrariado

-Buenas Tardes Candy -¿Pasa algo?- pregunto al entrar en la oficina.

-No…todo está bien, pero, ¿ por qué lo preguntas?

-Por él- dijo señalando discretamente al hombre- tiene una cara de pocos amigos y hasta podría decir que no le ha agradado verme- se acercó hasta ella para darle un beso en la boca.

-Son solo ideas tuyas...Ayrton es un hombre muy educado y gentil. No tiene por qué sentir desagrado al verte….Tú no le has nada.

-No, yo no….pero parece que vio al mismo diablo

-¡Qué cosas dices Terry!

-Bueno pecosa preciosa ¿Nos vamos?

-Sí…solo déjame enviar una información antes, para no tener ningún inconveniente luego. Mañana tengo descanso y no quiero problemas para después. Hay una reunión prevista y todo tiene que salir perfecto- la observó moverse en la oficina como toda una profesional segura de sí misma. Envió varios correos de confirmaciones de crédito y tomó sus cosas. Adoraba a esa mujer que batallaba con la vida. Esa era la Candy que conocía de siempre. La que quería salir adelante por sí misma. La mujer que le ponía pasión a todo lo que hacía y que no descansaba hasta conseguir sus objetivos.

Llegaron a un lugar de variedad, un Restaurante bar muy cerca de la plaza, el ambiente bullicioso, la música embriagadora todo ello como antes. Buscaron un lugar cerca de la pequeña pista y en ese momento una vieja canción que a ambos le gustaba.

-¿Bailamos?

-Por supuesto…a eso hemos venido ¿no?

Oh, my love, my darling
I've hungered for your touch
A long, lonely time
Time goes by so slowly
And time can do so much
Are you still mine?
I need your love
I need your love
God speed your love to me

Lonely rivers flow
To the sea, to the sea
To the open arms of the sea
Lonely rivers sigh
"Wait for me, wait for me"
I'll be coming home, wait for me

Oh, my love, my darling
I've…

Disfrutaron de la noche como antes lo hacían todos juntos en compañía. Bailaron y entre abrazos los besos no se hicieron esperar.

-¡Jamás me cansaré de besarte!...creo que se está volviendo una adicción para mí… ¡Me encantas!...no sé cómo pude estar tanto tiempo sin ti- dijo mientras sus labios se apoderaba de las mejillas de la pecosa y luego besaba su frente.

-¡Ha sido una maravillosa velada! Tú estás aquí conmigo…diciéndome que me amas y soy tan feliz que me da miedo que solo sea un sueño….No quiero que esto sea un sueño Terry…Te necesito conmigo para siempre.

-No es un sueño y ya verás cuando estemos juntos…..Te necesito Candy….no sabes cuánto.

Se abrazó al fuerte pecho del Castaño en donde se sentía protegida, que nada podía pasarle allí entre sus brazos -Terry aún no me has dicho… ¿Cómo fue que supiste que estaba en Sao Paulo?

-Fue muy fácil…cuando me llamaste identifique el número, solo fue cuestión de investigar ¿Quién no sabe que los Ardlay tienen negocios en Brasil? El resto fue nada.

-Oh, sí verdad…. ¡Que distraída soy!...por supuesto.

-…Candy- ahora fue él que la atrajo a su cuerpo -Prométeme que siempre vamos a estar juntos. Que si Leagan se acerca a ti, no le prestarás atención por ningún motivo y que me dirás todo, todo lo que pase. ¿De acuerdo?

-¡Te lo prometo! Pero no debes preocuparte….No tengo nada que hablar con él y no tiene por qué acercarse a mí.

-Pero lo intentará…. No se quedará tranquilo, él no es de esos tipos que aceptan haber perdido, menos a una mujer como tú.

-¡No te preocupes mi amor!...no soy una niña…..él no podrá hacer nada pero tendré que solucionar otras cosas para evitar que se sienta con derechos sobre mí…sería una estupidez de su parte si lo piensa. Ahora quien que me preocupa es mi hermano.

-¿Anthony? ¿Qué pasa con él?

-Hemos hablado….estaba muy molestó cuando hablé con él hace un tiempo. Solo espero que se le haya pasado. Pero estoy segura que querrá saber por qué llegue al término del divorcio, sobre mí situación legal….me llenará y me aturdirá de preguntas…y yo no quiero hablar más de este asunto.

-Candy, eres una adulta y solo tú puedes decidir sobre tu vida….tu hermano te adora y entenderá lo que le digas porque sé, que solo desea que seas feliz.

El tiempo se les pasó entre conversación de uno u otras cosas, como hacía tiempo que no sucedía. La noche estaba fresca y el trayecto se plago entre risas y recuerdos.

-¡Hemos llegado Pecosa!...- Le ayudo a salir del auto y en ese instante el cuerpo de la muchacha fue halado al suyo para besarla apasionadamente. Un beso así no podía ser demostrado en público, un beso que habia contenido toda la noche-¡Te amo Candy!

-¡Yo también Terry, Te amo mucho más!... no sé cómo pude equivocarme tanto- dijo soltándose de sus brazos y entrando al departamento seguida de Terry.

-Ya no pienses en eso….todos nos equivocamos en la vida, lo importante es reconocerlos, seguir adelante y no volver a repetirlos- ya dentro se abrazaron nuevamente, la sujetaba de sus hombros para envolverse en otro beso más intenso, más profundo, más íntimo. Subió de intensidad, sus labios se daban la caricia más suave que les despertaba en sus cuerpos las ansias de ser uno solo. Despues de la prolongación de las caricias le vio directamente a sus azules ojos, mientras con una de sus manos acariciaba el rostro de ese hombre.

- Quería sentirte de nuevo, el sabor de tus labios era algo que habia deseado tanto y…. Sentirte a ti es lo que también deseo… Terry…yo, yo quiero…- su mirada estaba fija en ella y se sintió cohibida.

-No, no por favor no tengas miedo de decirme lo que quieres… Candy- su voz era tan suave y cálida.

-No, no es nada…- se apartó de él y le dió la espalda encaminándose a la ventana de su pequeña sala.

Terry se acercó y la abrazó hundiendo su rostro en sus cabellos -Dime que no sientes lo mismo que yo en este instante….que no deseas estar conmigo tanto como lo deseo yo.

-¡No puedo negarlo Terry!...No puedo negar que lo deseo tanto. Sé que no es correcto, pero solo quiero vivir este momento…. No me importa nada.

-Candy….

-…Solo hazlo… y no me preguntes nada…no me digas nada- Candy temía que su corazón se volviera viejo y no pudiera volver amar. Ya no quería sentir miedo. Constantemente se reprochaba aquellos momentos, sus acciones pasadas, cuanto habría querido borrarlo de un plumazo y que fuera el inicio de todo, pero eso era imposible. Aquellas noches era algo que no podía olvidar. Terry la besaba, ella le correspondía con la misma pasión, habia permitido tocarla y despues de haberse despojado de sus ropas, sus cuerpos desnudos casi juntos, en ese instante en el que se ubicaba entre su cuerpo una sombra borrosa se posó ante ella, abrió más sus ojos y otros fieros la miraban junto con sonrisa cínica y aberrante. Su memoria trajo el recuerdo de aquellas noches en que la poseía a la fuerza.

-No….no por favor ¡Suéltame!...-exclamó en un hilo de voz apenas audible- ¡No me toques!...- sintió de pronto el empuje que ella hizo con todas sus fuerzas. Candy lo observaba como si no lo pudiera reconocer

-¿Qué pasa? Candy ¿Por qué...? ¿Qué he hecho mal?

-¡Vete Terry!- sus ojos se humedecieron- Vete por favor…. -¡Déjame sola!-Ella se había hecho un ovillo en su cama y lloraba en silencio.

-No, no Candy, creo que he sido yo...Si, ha sido mi culpa, no debí llevarte a esto….yo lo siento de verdad...soy un estúpido...-Ella seguía llorando envuelta en sus blancas sabanas

-No Terry….tú no tienes la culpa de nada...de nada...

-Entonces...no entiendo que pasó? ...Candy, no puedo irme y dejarte así…por favor dime ¿Qué tienes, por qué lloras de esa manera?...ya me he disculpado y te prometo que no haré nada hasta que tú lo quieras….

-Ahora no Terry…ahora no quiero hablar….solo te pido que por favor te vayas.

-¡Esta bien!...no insistiré. Como siempre te encerrarás en tu mundo…. Cuando quieras hablar, entonces me llamas...aunque no sé si estaré aqui cuando tú lo quieras.

Salió molesto azotando la puerta. No podia comprender su actitud, después de pedirle que le hiciera el amor, ella misma sin ninguna explicación lo había rechazado y pedido que se fuera.

Ella secó sus lágrimas una vez se encontró a solas en la oscuridad de su habitación. Quiso ir tras él pero, que le diría. Ya lo habia lastimado . Con su rechazo no quiso humillarlo, pero ese recuerdo se había atravesado por su mente como un relámpago.

continuará...


Gracias por sus comentarios