by: Angy Granchester


De acuerdo que él fue el primero
y que te amó antes que yo
y que bebió de tu vida
el primer sorbo de amor
De acuerdo que conquistara
por primera vez, tu piel
pero fue sólo deseo
y no te llegó a querer
Yo fuí el segundo en tu vida, sí
pero el primero a la vez
él se llevó tu inocencia
pero yo te hice mujer
Yo fuí el segundo en tu vida, sí
pero el primero en amor
el que te abrió con caricias
y el que más te conoció
A él le faltó la ternura
y fue torpe con tu amor
por el deseo de saciarse
jamás de ti, se acordó
Yo te borré esa tristeza
que al marcharse te dejó
y te hice una paloma que por mi cuerpo voló…

Chicago

-... ¡Cuánto quisiera que el tiempo pase rápidamente para volver ver a Candy!, ha sido mucho tiempo, ¿No crees?... si pudiéramos ir y ver con mis propios ojos que ella está bien….y que ese hombre no ha vuelto a molestarla…sabes bien que Candy no nos dice nada por no preocuparnos.

-¡Lo está!...él no sabe dónde se encuentra y por favor deja de preocuparte...Si no lo hicimos antes por petición de ella misma, menos lo será ahora Jazmín, además recuerda lo que dijo el médico de guardar reposo y todas esas cosas…. en tu estado podría ser un error fatal, ¿Piensas que voy a permitirlo?; claro que no, así que será mejor que te armes un poco más de paciencia…ella vendrá de esto no tengas dudas….tu misma dijiste que la última vez que la llamaste su voz sonaba tranquila y alegre…. – Albert estaba muy feliz por supuesto, sería padre por primera vez y cuidaba de su Esposa. El medico les advirtió que debía cuidarse.

-Bueno, sí, es verdad…

-¡Debemos esperar amor!, no tenemos otra opción…. ¡Yo también deseo verla!

-¡Esta bien!... ¡Tienes razón!...no…no estoy pensando con cordura y me estoy dejando llevar por mis emociones. No puedo exponer a nuestro bebe ¡No me lo perdonaría nunca!

-Entiendo cuánto la quieres, pero hay actuar con razonamiento. Desde que me contaste todo lo que sucedió en tu vida desde muy joven, no he dejado de pensar en tu sufrimiento. - ¿Quién lo iba a decir?...siempre he dicho que hay cosas que sin duda hacen pensar que el mundo a veces resulta tan pequeño. Ahora quien me preocupa son otras personas, ¿Cómo lo tomaran cuando lo sepan?

-¡Quizás nunca lo sepan Albert!... ¿No crees que sería mejor callar para siempre?

-Ella es adulta y comprenderá. Pienso que decir siempre la verdad por muy dura que sea, es lo mejor y ella merece saber sobre su origen. Es lo que considero que debe ser, lo justo y lo apropiado….no podemos evitar que sea un golpe por lo inesperado de la noticia, pero yo sé que su corazón no puede albergar nada negativo hacia la persona que le dió la vida.

-Es que han sido demasiados años….

-Eso ya lo hemos hablado….

Inicio Flash back

Después que su esposa le confeso sobre su hija y su búsqueda incansable a través de los años.

-¡Escúchame Jazmín!- dijo sosteniéndola de sus hombros-….podrás callar todo lo que tú quieras si es posible para siempre, fingir que no ha pasado nada y que lo de tu hija nunca existió, pero con ello no vas a borrar lo que sientes, lo que en tu corazón todavía hay y que no puedes quitar nunca…y es el hecho de que tú eres su madre y por más que te empeñes en ocultarlo, no podrás con ello…..¿entiendes?…. ella merece saber quiénes fueron sus padres verdaderos.

-Pero…es que no quiero remover su mundo revelándole algo tan doloroso. Ella ha tenido una familia maravillosa, unos padres que la amaron, una madre que es la única que conoce y que yo no pude ser….

-¡Ella sabe que es adoptada!- dijo sin mediar palabras. Jazmín había quedado perpleja ante tal confesión

-¿Cómo dices?

-Sí, siento mucho ocultártelo, pero no era un asunto mío….perdóname que nunca te lo haya dicho, pero fueron sus decisiones que no se supiera… Tan solo con seis años, una niña carente de muchas cosas, pero recuerdo su alegría en medio del lugar donde vivía. Ella mantiene buenos y hermosos recuerdos de aquellas personas que no ha vuelto a ver.

-¡Lo sé!... Una pequeña familia de campesinos muy humildes de Escocia, la recogieron y criaron, pero por su condición de precariedad y que eran muy viejos no podían darle todas cosas que un niño necesita. Eso lo supe por mi investigador…luego, le perdí el rastro, nunca me dijeron que pasó después, donde fue, quienes se la llevaron y casi enloquezco de dolor….fue entonces que te conocí y nos casamos… de cierta manera logre mitigarlo un poco, sin olvidar mi propósito…parece que nuestras vidas de algún modo estaban entrelazadas por asuntos del destino.

-Cierto…aun lo recuerdo

-Mi corazón lo sabía lo sentía sin saber que algo nos unía.

-¡Nunca lo habría imaginado! Bien dicen que nada dura cien años ¿nunca has averiguado quien se la llevó?

-Cuando sucedió todo solo pensaba en encontrarla, rescatarla de las manos de esa mujer que había amenazado con desaparecerla para siempre…

-¿Una mujer? ¡Como que te amenazó! ¿Matarla?

Ella asintió- En una llamada telefónica me dijo que no volvería a ver a mi hija, que ni diera parte a las autoridades…. acabaría con su vida inmediatamente…yo, yo no sabía, no sé ¿Quién podría odiarme tanto como para hacerme todo eso? Solo un corazón malvado, ruin y oscuro puede hacer semejante maldad….yo me deprimí demasiado. Me cuestionaba mis acciones, quise comprender qué malo había hecho, para merecer lo que me estaba pasando….han pasado tantos años y nunca lo entendí…. Esa mujer siguió torturándome, volvió a llamar y esa vez fue para decirme que la había dejado abandonada en las afueras de una Iglesia en Michigan, me dió la dirección, pero ella jugaba con nosotros, con nuestros sentimientos, cuando llegamos y abordamos a las monjas del lugar, mi hija ya no estaba con ellos. La habían llevado hasta el Orfanato de ese mismo sitio, pero igual, fue demasiado tarde…otras personas se la llevaron a Escocia. En el orfanato el director en principio no quería darme información, pero vió mi dolor y se condolió de nosotros, ahora sé por qué….Ellos no la habían dado en adopción, pasaron por alto sus propios reglamentos. Albert, ellos regalaron a mi hija a gente extraña, sin documentación sin nada. ¡No hay registros de adopción en ese lugar! -Fue entonces que André no quiso que le acompañara…él tomó aquel avión…en el que murió ¿Te das cuenta?….murió por ir a buscar a nuestra hija….André me salvó la vida. De allí que todo se me complicó aún más…. ¡Los había perdido!... ¡Había perdido a mi familia!….continué con la búsqueda fui a Escocia y me quede por dos años, cuando al fin encontré a esas personas ya la habían regalado….fue un duro golpe otra vez… Estaba destrozada, otra vez vacía. 4 años que no había visto a mi hija y estaba desesperada.

-Fue cuando te encontré, dos años después de la muerte del Padre de tu hija…. Lo que me dices me resulta increíble…. Siempre iba tras ella y cada vez el dolor era más grande, ¿Ese director aún trabaja en ese lugar? Los demás, todos los involucrados deben pagar, podemos interponer una demanda. Lo que hicieron puede costarles años de cárcel ¿lo sabes? Prácticamente se convirtieron en cómplices de ese secuestro. Recuerdo tantas veces en que vi tu tristeza, pero siempre terminabas disfrazándola aludiendo el haberte separado de tus Padres, yo no puedo olvidarlo Jazmín…..Tú eras muy joven todavía y lo comprendía.

-¡No! No quiero atarme a eso, solo quiero seguir adelante….además según mi investigador después que realizó todas las pesquisas y obtuvo la confirmación documentada….El señor renunció y se fue del país, nadie sabe nada de él. Mis Padres durante años me ayudaron en la búsqueda de mi hija y viajaba constantemente para contactarme directamente con el Señor Crower, el que llevó el caso por años.

- ¡Soportaste tanto! y me mantuviste al margen. Tu dolor debió ser mi dolor a como el mío lo has compartido. Eso es lo bonito de una pareja. Lo bonito de una relación de matrimonio y….tú...

-¡Lo siento! ¡Lo siento!

-Perdóname….no quiero hacerte sentir mal, no quiero, pero insistiré en esto y es en saber quién te hizo todo eso y el por qué al menos esa persona, esa mujer debe pagar por su delito. Fue ella la causante de tus desgracias….Jazmín, no puedes dejar las cosas así.

-Tampoco eso me va devolver la paz que me quitaron, no borrará lo que sufrí, lo que perdí, los años sin mi hija, la muerte de André…eso no me lo va a devolver nada ni nadie. Han sido más de 20 años Albert, una vida que me quitó y que con nada se podrá remediar…lo único que me hace sentir bien es saber que mi hija estuvo después en buenas manos. Que ha sido feliz dentro de una buena familia. Si empiezo una demanda ¿Crees tú que alguien lo tomaría en cuenta? Eso ya pasó…. No sé si esa mujer este viva, no sé siquiera un nombre, ni por dónde empezar, no sé nada…si tiene Familia, si tiene un esposo…hijos….se me iría la vida en ello y no quiero, no quiero.

-¡Si no lo intentamos no lo vamos a saber!

- …. Estoy tan cansada…. por favor mi amor dejemos las cosas así….ahora tendremos un bebe y es mejor olvidar.

-¡Tienes razón! Ahora soy yo quien no piensa con cordura y estoy poniéndote en esta situación…realmente no vale la pena…..ya tienes a tu hija, la has encontrado y es lo más importante.

- Si esa mujer aún vive…..Dios le cobrará por toda su maldad.

Fin Flash back

Al día siguiente Candy a duras penas podía concentrarse en su trabajo. Ayrton la había observado muy ensimismada y fue entonces que de repente la vió salir de su oficina y se dirigió a la suya. Eran alrededor de las 10 de la mañana, ella no podía perder más tiempo

-Ayrton…Necesito licencia para salir en este momento. No sé cuánto me voy a demorar, pero si salgo temprano te prometo que vendré lo más pronto posible.

-Candy ¿te sientes bien?

-Eh, si , no te preocupes, no es nada.

-¿Nada? estás pálida...No sé, pero desde que ese hombre vino no eres la misma…cambiaste radicalmente ¿Me equivoco?- ella sonrió débilmente

-Ya te he dicho que no debes preocuparte, lo que tengo es….es cosas de mujeres.

-¡Entiendo!, qué pena…. disculpa mi intromisión...entonces tomate el día.

-Gracias.

Caminó por los corredores cuya frescura emanaba de las plantas que sobresalían de las casas. Candy se detenía pensando y pensando que sucedió aquella tarde. Se debatía entre hablar o callar. No estaba segura de lo que pasó, no tenía la certeza, no lo tenía en su memoria-¿Y si hablo con Terry? ¿Qué le voy a decir? no, no puedo, primero tengo que cerciorarme de que eso realmente fue… ¡Tengo tanto miedo! Terry…no sé cómo va a reaccionar, pero tengo que confiar en él….por favor Dios mío…ayúdame, ayúdame a tener las fuerzas necesarias, el valor para hablar. No deseo un enfrentamiento entre ellos, pero tampoco puedo mentirle a él- Antepondría una excusa y quizás cambiar de departamento. No quería volver, no por ahora. Pensaba hablar con Albert y Jazmín para irse a Londres a trabajar y luego proponerle a Terry irse con ella. Conocía de todos los negocios de los Granchester en ese lugar, así que de eso sabia con seguridad que no habría problemas para él. Sin embargo también pensaba que lo estaba sumiendo a un abismo sin salida al estar con una mujer que arrastraba problemas- No, él no puede alcanzarme….en Londres no, además Terry y yo nos vamos a casar y no podrá hacer nada- concluyó antes de llegar al lugar de destino.

-¡Buenos días Señorita…!

Al día siguiente Candy regresó inquieta y mucho más distraída.

-Ayrton a la hora de la comida tengo que ir por unos resultados médicos.

-Sí, por supuesto Candy, pero no interfieras en la hora de tu almuerzo, puedes hacerlo después ¿puedo acompañarte? Claro si tú gustas.

-¡No, no es necesario!… muchas gracias.

-….Candy, tengo que decirte algo y espero que no te molestes

-Bueno, dime que es

- Acabo de poner al tanto con tu Tío sobre la visita de ese tipo…perdóname y por no te enojes- dijo al verla caminar de un lado a otro-….Candy, escúchame….Sé que estas molesta por esto y dirás que soy un entremetido y no sé cuántas cosas más, pero no puedo dejar pasar este incidente….por la amistad y al agradecimiento que me une a él y a ti por supuesto, no podía dejar de hacerlo.

-Pero es que….

-Sé que eres una adulta no necesitas decirlo, pero nunca me perdonaría ocultarle esto a Albert ¿Con que cara crees que le voy a ver cuándo me cuestione mi silencio? Vino aquí Candy, a su empresa….lo siento, tuve que hacerlo…. era mi obligación.

-¡Claro que no es tu obligación!, no te comportes como si fueras mi niñera Ayrton, tú mismo lo has dicho, soy una adulta y como tal debo resolver mis problemas.

-No entiendo tu orgullo… ¿Piensas que lo hago para fastidiarte Candy?...sabes lo que pienso y siento por ti, eso además no me hace ser indiferente y no me gusta la mirada de ese tipo, su forma de ser es nefasta, agresivo y prepotente. Es obvio que sigue enamorado de Ti, pero me temo que su amor es podrido, malo y muy peligroso.

-¡Está obsesionado! ¡Neal es un demente!….pero no debiste hacerlo….él se preocupará y le dirá a Terry y eso no quiero Él tiene su vida y no quiero molestarle, ya mucho ha hecho por mi ¿No entiendes? yo mismo me forjé esto que me pasa al haberme involucrado con ese hombre, yo misma debo enfrentarlo y solucionarlo. Le llamaré ahora mismo antes que esto pase a más- Candy quería mantener su serenidad, pero desde el fondo de su corazón, sentía miedo y lo reflejaba en su voz.

-¡Es una excelente idea!...así que te escuche y esté tranquilo.

-¡Discúlpame! No debí hablarte de esa forma…..Te agradezco todo lo que haces por mí, pero deja de preocuparte.

Ayrton se retiró dejándola a solas. Ella tomó el teléfono y fue entonces que Albert supo que Terry y Candy habían estado en contacto cuando le pidió que no le dijera nada y que por ningún motivo lo comentara con los demás. Albert estaba sumamente molesto y luego de terminar con la llamada se dirigió a Nueva York. No iba a dejar pasar eso sin hacer nada. Está de más de decir que su cínico sobrino se reía en su cara. Cosa que le enfureció y le propino un par de bofetadas que lo tumbo al piso cuando insinuaba con sus grotescas y sucias palabras que Candy se había convertido en una cualquiera al recibir a Terry en su departamento y a Ayrton.

Los días siguieron pasando y pasando. Candy estaba sumida entre papeles y más papeles. El teléfono sonó haciendo que se suspendiera de repente.

-¡Candy! Hola amor….-sonó su cálida voz en el teléfono- Soy Terry, ¿Cómo estás preciosa?

-Terry….Ho, hola…

-¡Te extraño tanto! ¡Tengo tantos deseos de verte!

-Yo también te he extrañado, pero…-Calló

-¿Sucede algo? ¿Hay algún problema en tu trabajo?

-No, no Terry no pasa nada….todo está bien, es solo que…recuerda que pronto volveré a Estados Unidos y no veo necesario que viajes otra vez. Eso hace que descuides tu trabajo y no quiero generarte contratiempos.

-¡Tal parece que no quieres verme! ¡Por favor no me digas eso!...sabes muy bien que mata el tenerte muy lejos y si esta es la única manera de que estemos juntos, no voy a desaprovecharlo mientras tenga la oportunidad y mientras decides volver.

-Pero….

-Candy, no entiendo de repente esa actitud….hasta hace semanas que…

-No, no Terry….no digas eso, claro que deseo verte mi amor…. ¡Te extraño tanto! Es solo que….olvídalo amor, no me hagas caso….claro que tengo tantos deseos de estar contigo.

-Entonces no se diga más. Estoy haciendo de nuevo los arreglos para ir a verte y quizás te convenza y vengas esta vez conmigo.

Al día siguiente se levantó con sentimientos encontrados. Después de lo sucedido lo que le preocupaba era en si debía regresar a Nueva York o quedarse en Sao Paulo por más tiempo, pero ¿y Terry? segura estaba que haría lo imposible por no separarse de ella, cambiaría todo lo que tenía, su vida y su trabajo. Regresar para encararlo de una vez por toda, interponer una demanda para que no se le acerque nunca más. Era de tarde y se percibía la calidez. El trabajo había sido agotador, pero todavía con ánimos de caminar hasta llegar exhausta y dormir hasta el día siguiente sin pensar en nada. Iba tan ensimismada y distraída que no observó quien ya la espera en las afueras de su departamento.

-¡Mi amor! ¡Sorpresa!- él estaba allí sonriéndole y extendía sus brazos

Levantó su mirada ante aquella voz-¡Terry! ¡Terry!...sí que ha sido una sorpresa mi amor…. No me imaginé que vinieras tan pronto, si apenas ayer hablamos…..¡Terry!– se abrazó a su cintura y él depositó un suave beso en la frente blanca de la muchacha- el rostro de Candy se mostraba apesadumbrado.

-.. ¡Mírame!...te conozco tan bien que puedo apostar que algo está pasándote. Ayer dejé de insistir porque ya tenía preparado mi viaje. Ahora que estoy aquí quiero saberlo. ¿Qué es lo que te tiene triste?

-No pasa nada…es solo ideas tuyas….pero, será mejor que entremos….prepararé algo de comer que seguro vienes hambriento y café o Té si lo prefieres.

-Sí, en realidad estoy muy hambriento. Hace media hora que arribé e inmediatamente quise venir…no soportaba las ganas de verte. No he alquilado un auto, me habría gustado llevarte a algún lado, pero esperaremos hasta mañana- dijo encerrándola en un abrazo.

-¡No te preocupes por eso!...en realidad no tengo ánimos de salir. Mejor nos quedamos en el apartamento y cenamos acá.

-Buena idea, esta vez cocinaré yo. Te preparare una deliciosa cena…vienes de trabajar y deseo consentirte.

-Está bien…tú cocinas delicioso como todo un buen cocinero.

-No soy un buen cocinero…pero me defiendo y puedo asegurarte que de hambre no moriré. ¿Y bien? no desvíes mi pegunta ¿problemas en tu trabajo?

-Ya te dije que todo está bien….Terry.

-¡Te conozco Pequeña pecosa! Sabes que difícilmente logras engañarme.

-En realidad… ¡Hay algo que necesito saber!-suspiro profundamente deshaciendo el abrazo.

-¡Ves como si tengo razón!…continúa.

- ….Terry…tú me dijiste que lo tuyo con Susanna se había terminado ¿Cierto…?

-Así es, pero ¿A qué viene ahora eso? yo no quiero hablar de Susanna Candy… por favor, somos ahora nosotros dos, no empañemos el momento trayendo a colación un asunto que no tiene importancia…Susanna es pasado para mí, por favor no tiene sentido hablar.

-Pero tengo que saberlo. Necesito saber porque entonces, no podré estar tranquila.

- ¿Qué quieres saber? ….pienso que todo lo he dicho ya.

-Es que…bueno, al parecer para ella no está finalizado ese asunto. Creo que para ella todavía lo de ustedes no es pasado.

-No lo entiendo amor ¿Qué quieres decir?

-Terry….Ella te sigue amando y no ha aceptado su rompimiento….según…ella atentó contra su vida cuando la dejaste y no puedo permitirlo Terry, eso no puede ser….-habló sin detenerse en sus palabras.

-¡Espera!

-¡Respóndeme Terry!... ¿Es verdad que tú sigues con ella por esa razón, porque si es así yo…? si es así, solo dímelo.

-¿No me dirás que si eso fuese cierto te separaras de mí? Por Dios Candy deja de pensar en los demás…yo no amo a Susanna y eso lo sabe perfectamente…te lo he dicho a tí muchas veces incluso desde que estabas casada sabiendo que no podía esperar nada, te lo confesé Candy… ¿Piensas que mantendría ese juego?

-¿Un juego?

-Sí, porque lo que me dices no tiene sentido, no sé de donde sacas eso. Fui claro con Susanna y ella ha entendido que lo nuestro se terminó….Candy- Terry se acercó y acunó su rostro– Escúchame y mírame por favor….No sé quién te llenó de dudas…. Susanna no ha intentado hacer nada. Además si fuera el caso, no voy a detener mi vida porque alguien quiera jugar con su existencia. ¿Es eso lo que te agobia? …mi amor, despreocúpate que ella está bien- En principio no te voy a negar que se puso muy molesta y sin razón porque esto iba a suceder tarde o temprano y ella lo sabía. Te aseguro Candy, no te estoy mintiendo. Tú eres la mujer que me importa, solo lo que tú piensas y digas me interesa ¿Entiendes? Y por favor quita eso de tu mente que no es verdad- dijo dando un pequeño toque en su nariz-…..Han sido años creyendo que esto solo era un sueño y hacer eso sería arriesgar todo lo maravilloso que tengo contigo…No voy a perderte cometiendo esos errores... Por favor confía. Sé que mantuviste un concepto errado sobre mí y no fuiste la mejor juzgándome, puede quizás que eso aún pese tanto en tí, pero te juro que eso se acabó….es más puedes confirmarlo con tus primos, con tu familia incluso…. Ahora me tienes que decir quién te dijo todo eso, porque estoy seguro que quien lo haya hecho es obvio que desea que nos separemos ¿Lo vamos a permitir? ¿Quién ha sido Candy?- preguntó molesto.

-¡Confío en Ti Terry!

- Entonces no me ocultes nada….porque sabes que tarde o temprano lo voy a saber…

-Terry…No quiero que esa mujer esté cerca de tí…No pido que la despidas, no, no quiero eso...solo que no puedo soportarlo-dijo fijando su verde mirada en el hombre

-¡Candy!

- ¡No puedo soportarlo! ella ha mentido y no es lo que aparenta ante ti-Terry estaba un tanto desconcertado por sus palabras-. …Susanna es una mentirosa….no conozco a esa mujer, pero sin embargo me odia tanto que…, por culpa de ella Neal se apareció en Sao Paulo…. ¿Te das cuenta Terry?

-¿Qué dices?- sintió que su sangre subía a su cabeza y frunció el ceño- pero ¿Cómo, si ella no lo sabe, ella no sabe hacia dónde viajo? - A esas alturas Terry estaba que no podía consigo mismo, el saber que Leagan estuvo cerca de ella le hacía querer destrozar el mundo y al mismo sujeto en mil pedazos. Sin embargo Candy trataba de mantener la serenidad ante él, para no levantar sospechas.

-Pues ella se encargó de decirle donde podía encontrarme… y fue quien le dijo que tú y ella siguen juntos...Terry, esa mujer me odia, porque piensa que me meti entre ustedes…. ¿Por qué mintió y dijo que quiso suicidarse cuando la dejaste por mí? dijo que la engañaste prometiéndole tantas cosas.

-Yo la dejé mucho más antes. Fue mi decisión...Nada de eso es verdad...

-Está claro que ella quiere separarnos….por eso no quiero que ella esté cerca de ti….

-¡Arreglaré este asunto…! ¡Debe irse!, no puede entremeterse en mis asuntos ¿Sabes que significa lo que hizo?...te puso en riesgo y a merced de ese desquiciado…eso, no se lo voy a perdonar nunca….

-Cuando una mujer está enamorada muchas veces su amor se equivoca y no ve totalmente con claridad, por eso quiero que la alejes de ti.

-¿Porque siempre tienes que tener una justificación para los demás?...Candy, yo voy a arreglarlo a mi manera…Te prometo que lo haré…. pero dime ¿Qué más pasó Pecosa? ¿Qué más te dijo ese imbécil?

-Nada…. nada más - cambio el tema drásticamente- ¡Que rico aroma!...¿Cómo va esa pasta? Déjame ayudarte, sí.

Después siguieron conversando sobre otras cosas. Sus planes y la inquietud de nuevo de vivir en Sao Paulo. Deseaba quedarse para siempre allí con ella y hacer vida en esa ciudad. Candy había pensado anteriormente bien las cosas y las que tenía que encarar y arreglar, no podía dar la espalda y huir más. De repente se levantó de la mesa y con decisión dijo- Terry…. ¡Me iré contigo!

- ¿Es en serio pecosa?

Ella asintió - Sí, no puedo seguir escondiéndome. No puedo vivir todo el tiempo con el temor. Él sabe que estoy aquí, en Sao Paulo…así que volveré a Estados Unidos, deseo ver mi Familia….los extraño mucho a todos.

-¡No sabes cuanta alegría me da escucharte decir eso!...esa es la Candy que conocí…la mujer fuerte y valiente….yo estaré contigo. Ni se crea ese tipo que estarás sola. Hablaré con tu familia y oficializaré nuestro noviazgo prontamente- le dió un beso en la frente-…. ¡No pienso dejarte jamás!- Se abrazó a su cuerpo mientras escuchaba los latidos del corazón de su amado.

- Le hablaré a mi Tío e iré mañana al Corporativo para avisarle a Ayrton sobre mi inmediata partida… ¿En cuántos días nos podemos ir?

-Tomate el tiempo que necesites para arreglar las cosas. Yo tengo previsto tres días.

-Está bien entre ir al Corporativo, comprar mi boleto y arreglar mis maletas, creo que en un par de días nos podemos ir…Oh, lo olvidaba. Tengo que cancelar el contrato del departamento. El dueño lo tiene en venta y te confieso que me habría gustado tanto comprarlo.

-No me suena mal, pero ¿porque dices que te habría gustado?… ¿Yo no lo deseas? Si pensamos en algún día volver a pasar una buena temporada en esta Ciudad, puedo comprarlo Candy.

-No, por ahora no Terry…debemos arreglar nuestros asuntos primero…le hablaré a Albert.

A la siguiente mañana y tal como lo dispuso se presentó al corporativo para hablar con el administrador e informarle de su pronto viaje.

-¡Te entiendo Candy! Aunque me habría gustado tenerte más tiempo, entiendo que debes irte, era algo que llegaría tarde o temprano…Tu novio tiene razón en llevarte prontamente. Tu sola en el departamento, es cuestión de indagar y en poco tiempo sabría dónde estás viviendo.

-¡Ya lo hizo Ayrton!

-¿Queee?

-Por eso debo irme… Es verdad que allá esta él, pero yo estaré en Chicago con mi Familia hasta que me case con Terry. Cualquier cosa que quiera hacerme, se tendrá que enfrentar con la justicia en Chicago o en Nueva York.

- ¡Santo Dios!, y ¿así no querías que tu Tío se enterara? es por esto de tu estado de ánimo…ahora lo entiendo todo.

-¡Te prometo que algún día volveré a verte! No sé cuándo, pero vendré Ayrton.

-Ahora no pienses en eso Candy….piensa en tí y en tu felicidad. Piensa en aferrarte a lo que tienes para salir adelante- los ojos de la Rubia se humedecieron- Tu novio es muy afortunado por tener a una mujer como tú y hace bien en llevarte aunque ahora se me rompa el alma preciosa. Sabes que eres una persona especial para mí, pero entiendo que tu lugar es con él. Cualquier cosa que necesites aquí estaré para lo que tú quieras. Sabes que en mi tienes un amigo.

-Estoy segura que todo ese amor que ahora dices sentir por mí algún día será correspondido por una gran mujer porque los hombres como tú que son admirables y especiales son inmensamente amados, no pueden estar solo porque tienen mucho amor que dar. La encontrarás Ayrton y te acordarás de mi cuando eso suceda. Te apuesto que ella será el amor de tu vida.

-¡Dime donde esta esa mujer para buscarla!, Candy, en pocos años estaré pisando los 40 y no he podido encontrarla.

-¡No lo sé! Quizás no tengas que buscarla y ella venga a ti cuando menos lo pienses. Ya te lo dije eres un hombre maravilloso que alguien se fijará en ello y te amará …¡Adiós Ayrton!...fue un gusto y un placer haberte conocido.

-Igualmente Candy!... y deseo lo mejor del mundo. Espero verte pronto. Quizás para la próxima vez que nos veamos ya haya conocido a esa dama que me robe el corazón y tú tengas esa familia que tanto sueñas junto a él.

El día de su viaje llegó y partieron juntos al Aeropuerto. Había sido una experiencia maravillosa. Los meses en el Corporativo hicieron que creciera profesionalmente y le dio seguridad para continuar con su vida y el amor, el amor de Terry le darían las fuerzas y juntos lucharían para salir adelante. Eran casi las 7 de la noche cuando llegaron a Chicago.

-¡Candy, hija! Cuando nos avisaste que vendrías no podía creerlo.

-¡Mamá!- exclamó buscando los brazos de Ross- ¡Te extrañe tanto! Los extrañe a todos.

-¿Cómo está la sobrina más linda y hermosa del mundo entero? -dijo el hombre que le extendía su abrazo-¡Estas preciosa Candy!

-Albert…. Tío querido.

-Terry, gracias por traérnosla- dijo Ross Mary al verlo- ¡Estoy segura que tú la convenciste para que regresara!

-¡Hola Terry, es un gusto volver a verte!- saludo Albert con un apretón de manos y luego un abrazo.

-El placer es mío. En realidad fue una decisión de Candy. No les voy negar que sí, insistí, pero la última palabra era de ella.

-¿Y Tía Jazmín, dónde está Tío?- preguntó una Candy inquieta al no ver a la mujer allí para recibirla.

-¡Aquí estoy Candy!- dijo la mujer que se mantenía descansando en un sofá y que la Rubia no había visto entre saludos y abrazos. Ella estaba allí observándolos a todos. Albert se acercó a su esposa para ayudarla a levantarse del gran sofá. Jazmín tenía sus ojos húmedos y Candy la abrazó. Mientras Terry era atendido por Ross.

- ¿Estás enferma Tía Jazmín?

- No hija…

- Tenemos algo importante que decirte. Tu Tía Jazmín está embarazada.

-¿Embarazada? Oh por Dios…esto si es una maravillosa sorpresa…Tío, ¡vas a ser papá…vas a ser papá!- Candy brincaba como una niña ante la noticia de un nuevo miembro en la Familia.

Terry la observó-Mi hermano será papa, por esa Candy está feliz.

-Oh, me alegro mucho por su hermano….la familia entonces está creciendo

- ¡Ojala y sea un niño!… ¿qué piensan Tíos?

-Será lo que Dios quiera que sea Candy- comento Albert

-Sano y completo es lo único que pido- dijo la futura madre.

-Sabes lo mucho que hemos añorado tu Tía y yo tener un hijo y por su edad esto se vuelve algo complicado y de muchos cuidados.

-Sí…es verdad, pero bueno yo también la cuidaré, ahora que estaré en Chicago quiero cuidarte Tía.

-Hija te lo agradezco tanto, pero tú tendrás tu vida con Terry.

-Sí, pero mientras eso sucede puedo hacerlo.

En ese momento Terry se acercó-¡Felicitaciones Señora Ardlay!... Albert…recién me he enterado que serás Papá.

-Gracias….no saben lo contento que estoy por este acontecimiento. Mi esposa y yo hace tanto que hemos querido tener un bebe y ahora nos está llegando al comenzar el otoño de nuestras vidas.

Ross se acercó demandando la atención de todo -Bueno, bueno…como han de estar cansados y hambrientos pasemos a la mesa. Pensando en tu venida hija, mandé a preparar una comida especial por favor acompáñennos….… Candy, tu hermano no pudo venir ya sabes, asuntos de trabajo

-¡Lo sé mama! Me lo imaginé...Anthony vive esclavizado a su trabajo, pero que podemos hacer...Ya habrá el tiempo para verlo.

-Terence por favor…acompáñenos

-Yo…disculpen, pero no quiero molestar, es una reunión familiar y pienso que….no debería…

-¿Cómo puedes decir eso? eres parte de nuestra familia. Sabemos la amistad entre ustedes, Candy te quiere mucho, así que no se hable más ¿No me dirás que viajarás ahora mismo?

-No Señora. El día de mañana tomaré el avión con rumbo a Nueva York.

-Entonces, se nuestro huésped por esta noche. Acompáñanos, estoy segura que Candy desea lo mismo.

-¡Por favor amor!- dijo la muchacha en un susurro muy cerca de él-¡Quédate!

- ….. ¡Está bien! Si me lo pides así…claro que me quedo…..Señora Ross gracia, acepto su invitación.

Al día siguiente. Todos estaban reunidos. Anthony había llamado y llegaría en cuanto se desocupara de sus cirugías programadas que no podía dejar.

Terry a su vez antes de partir sabía que debía hablar con los Ardlay y al finalizar el desayuno decidió hacerlo.

-Señora Ross, Señores Ardlay…yo quiero decirles sin tanto preámbulos que amo a Candy y deseo formalizar nuestro noviazgo aquí ante ustedes….conocen de mi amor, quizás usted Señora Ross no mucho, pero el Señor Albert…Albert conoce mis sentimientos por ella, al igual que los de Candy hacia mí. Entiendo todo lo que ha pasado y quiero solicitar su permiso para cortejar a su hija y posteriormente casarme con ella, Señora.

Las palabras directas de Terry hicieron que voltearan a ver a la Rubia que se había quedado en silencio.

-Terence...solo deseo que mi hija sea feliz y si tú eres a quien ella ama, no hay mucho que nosotros podamos decir... ¿Qué dices tú Candy?

-Yo…bueno madre, Tíos, sé que esto quizás les sorprenda un poco, por todas las cosas que han pasado….- ¡Sonará extraño que lo diga!, por todo mi anterior situación, pero Terry siempre ha sido el amor de mi vida. Siempre lo he querido a él y bueno las cosas pasadas…..quiero dejarlas allí.

-Muy bien dicho hija….y por supuesto que no nos sorprende, siempre en el fondo de mí corazón sentí que no estaba escrito todo lo que se debía haber dicho, pero te repito, era tu vida y tus decisiones y no fue antes ni lo será ahora que vamos a juzgarte, no es el papel que debamos hacer. Solo quiero que seas feliz…. ¿verdad hermano?... ¿cuñada?

-Claro que es así es- comentaron al unísono los Ardlay.

Al siguiente día Terry partió a Nueva York. Habría querido quedarse más tiempo, pero debía volver a su trabajo, arreglar algunos asuntos en la Empresa. Se fue con la palabra dada por Candy de empezar a hacer los trámites necesarios para preparar su matrimonio por el civil por el momento, puesto que la anulación de su divorcio eclesiástico tardaría su proceso en cuanto a estudiar las causas de la solicitud. Aunque tardara lo que fuere su matrimonio con Terry por el civil era un hecho. Después que hubo llegado a la Ciudad se dirigió de inmediato a su departamento se dió un baño y salió en su auto con rumbo a las oficinas. Tenía una espinita y esa espinita tenia nombre y apellido "Susanna Marlowe" una espina clavada en su cabeza que debía sacar de inmediato. Ella escuchó el ruido del auto e inmediatamente salió a su encuentro en el pasillo que conduce a su oficina.

-¡Buenos Días Susanna! ¡Necesito hablar contigo en este momento!- su rostro serio, su voz dura, no le gusto a la mujer.

-¿Sucede algo?

-¡Hablaremos en mi oficina ahora mismo! Deja de hacer sea lo que sea.

-Está bien….solo deja que lleve estos documentos a mi oficina…y te sigo.

-¡Dije ahora mismo! ¿Acaso hablo en otro idioma?- la mirada de Terry no le gustaba nada en lo absoluto. Lo siguió y luego cerró la puerta tras de sí. Terry dejos sus cosas en su escritorio y se dirigió junto al ventanal inamovible, callado y serio.

-Dime entonces…. ¿Cuál es la urgencia de hablar conmigo Terry? te confieso que….me sorprende tu actitud… ¿Ha pasado algo?

Se alejó de la ventana como si le quemara estar allí y se acercó hasta ella- Contéstame…. ¿No te ha quedado claro que entre tú y yo no hay nada, que todo se terminó?

-¡Terry!

- ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo para que entiendas que no te amo?

-No…no te entiendo ¿Por qué me dices todo eso? por supuesto que lo he entendido...tampoco tienes que repetirlo.

-¡Parece que si debo hacerlo! ¿Crees que no me iba a dar cuenta de tus intenciones? ¿Pensaste que ese tipo no te iba a delatar?

-¿De qué hablas?- su voz tembló.

-Ay Susanna, nunca te imaginaste eso ¿cierto? Pues bien te voy a recordar de que hablo….pero antes he de decirte que hagas lo que hagas no harás que me separe de Candy….no lo harás ¿me oyes?

-Yo no, yo no he hecho nada….no sé quién te dijo todo eso….no sé de qué tipo hablas y si ella te ha dicho algo miente, ni siquiera la he visto.

-¡Que idiota eres y por favor deja de mentir! Sabes perfectamente de que estoy hablando...no hay nadie más que tú, solo tú podías saber dónde encontrar a Candy, ahora lo recuerdo…tú vistes unos documentos que tenía en mi escritorio.

-¡No es verdad!

-…la odias porque la amo…saber que amo a Candy, no puedes soportarlo. Se de tus mentiras y de lo que le dijiste a Leagan ¿Te das cuenta de lo que hiciste? Eso no te lo puedo perdonar nunca…Susanna, deja de meterte en mi vida o tendré que tomar cartas en el asunto. En este instante debería despedirte.

-¡Tú no puedes hacerme eso! De mi trabajo no puedes quejarte. He hecho las cosas perfectamente. He dado el cien por ciento en Esta empresa…

-De tu trabajo, es verdad lo haces eficientemente, pero no por eso voy a permitirte que sigas interfiriendo en mi relación con Candy y por supuesto que puedo despedirte ¿Se te olvida que soy el dueño de este lugar?- dijo tan cerca de su rostro lleno de furia que a Susanna la intimidó.

-Claro que no lo olvido, pero cometerías un error mezclando las cosas….sí, es verdad que se lo dije, para que fuera por ella y tú, para que entendieras que su lugar no es contigo. ¿No recuerdas que te amenazó si te acercas ella? tu vida está en riesgo Terry y yo solo trato de que no se entremetan en nuestras vidas... Saliste corriendo tras ella como si fueses un adolescente sin mediar las consecuencias de tus actos.

-¡Cállate! Tú eres la que no ha sabido el lugar que te corresponde ¿Qué te importa a ti lo que hago? ¿Qué te importa mi vida? ¡Me estas cansando Susanna! pensé que actuarias maduramente ante esta situación, pero no me dejarás otra alternativa…es una lástima que no hayas entendido bien las cosas…. te enviaré a otra área.

-No Terry. Ahora me tiras como un trapo sucio a la basura… ¡Qué cruel eres, muy cruel!- la ojiazul tenía sendas lágrimas.

-¡No es así! Lo sabes. Nunca te prometí nada. Te lo he dicho de mil maneras posibles….No te amo Susanna, yo amo a Candy.

-¡Candy! ¡Candy!...siempre ella…..estoy harta de escuchar su maldito nombre. Estoy harta de que a cada instante tengas que mencionarla….estoy harta de que me restriegues en la cara que la amas y que yo solamente fui un pasatiempo tuyo….Terry, ¿Crees que no me duele todo eso?...lo dices tan fríamente mientras me consumo por dentro por tu indiferencia y tu desamor…yo, yo que te amé sí, es verdad sin promesas ni condiciones. Te di mi vida y ahora….

Me importas mucho Terry, yo me enamoré de ti…. lo sabes y también quiero que sepas que…. ¡la odio, la odio con toda mi alma porque ella me quitó tu amor!

-¡Ella no te ha quitado nada!….entonces no me queda más que pedirte que te vayas… No puedo permitir que en mi Empresa trabaje alguien que odie a mi futura esposa – Susanna lo miró perpleja-¿De qué te sorprendes? Candy será mi Esposa y no voy a pasar por alto esto, o aceptas ir a otro departamento o te vas definitivamente….Tú escoges.

Aceptó ser trasladada al primer piso en la Gerencia de Proyectos. No tenía otra alternativa que hacerlo o perdería su trabajo que tanto le había costado conseguir. Susanna era muy buena trabajadora, pero Terry había puesto las cartas sobre la mesa y tenía que aguantarse sin embargo no se arrepentía en lo absoluto de lo que había hecho.

Mientras tanto en Chicago

-Mamá ¿Dónde está Candy?

-Anthony….hijo que bueno tenerte en casa.

-Lamento tanto venir hasta ahora, pero le dije a mi hermana que lo haría en esta semana…. ¿Dónde está?

- Candy anda en Casa de tu Tío visitando a Jazmín. Sabes que en su estado ya no puede estar yendo y viniendo de un lado a otro.

-Sí, es verdad, debe cuidarse.

-Hijo, tu hermana está bien…gracias a Dios está ahora con nosotros y más tranquila. Su estadía en Brasil le ha caído perfectamente. Está más bonita y más alegre- dijo Ross abrazando a su vástago que se percibía inquieto y nervioso- pero dime ¿Tú cómo has estado?

-Yo, yo necesito saber muchas cosas mama….Candy me ha esquivado todo el tiempo. Cuando hablo con ella percibo que me esconde cosas. Como si no quisiera que yo me entere de algo.

-Pero, no entiendo….sabes bien que sobre su vida privada no obtendrás mucho, ya sabes cómo es ella. Deberías saberlo a estas alturas.

-¡Tú sabes lo que siento por ella desde que éramos niños!

-Tú lo has dicho…eran solo niños y tus sentimientos pudieron ser llevados como una hoja movida por el viento. Algo pasajero.

-¡No ha sido así!...- se escuchó un dejo de tristeza en su voz que salió quebrada y dolorosa- Desde hace mucho tiempo que deje de ser un niño y sigo sintiendo lo mismo.

-Hijo no quiero verte sufrir, pero no puedes hacer nada…. tú...

-¡Yo soy solo su hermano!...claro, así me ha visto todo el tiempo…así creció y eso es lo que soy para ella….nada más-¡No lo lamentes!...Candy ha sido lo mejor que nos ha pasado. Mi padre la amó como su hija y yo….desde que tenía 15 años….ella lo supo y nos prometimos que cuando fuéramos adultos nos íbamos a casar. Nunca te lo dijimos…..y ahora…

Inicio Flash back

-¡Anthony! ¡Anthony! Mira ven aquí…

-Candy Ten cuidado…deja de correr o te lastimarás.

-Anthony…ya sabes que me encanta hacerlo.

-¡Lo sé!, pero debes tener más cuidado….si te pasa algo no sé qué haría.

-No me pasará nada tonto- ella abrazaba al chico y le daba besos en la mejilla- ¿Te han dicho que eres muy guapo?

-No, tú eres la primera que lo dice y a decir verdad la única que me interesa…Candy- la tomó de sus manos y le dió un beso cerca de la comisura de su boca.

-¡Anthony!

-Candy, no somos hermanos de sangre, no es malo lo que estoy haciendo y tú me gustas mucho. Desde que te vi.

-Yo sé que no lo somos, pero…. – ella se sonrojó, en el fondo también le gustaba el muchacho. Los años que llevaban compartiendo habían dado paso a sentir algo especial entre ellos

-¡Quiero que cuando seamos mayores, nos casemos!

-¿Casarnos? ¿Crees que podamos hacer eso? mamá y papá dice que somos hermanos.

-Pero no lo somos…yo hablaré con nuestro Padre y estoy seguro que lo entenderá….te ama tanto como a mí y sé que estará feliz de saber que estarás conmigo….solo que debo forjar un futuro… ¡Quiero ser médico!

-¡Maravilloso!

-¿Entonces? ¿Lo prometes Candy?

-Sí

Fin de Flash back

-¡No puedes decirlo!...ella ha vuelto a elegir….Terence Granchester…

-¡Terence Granchester!...- El joven médico sonrió con tristeza ante los recuerdos pasados- ¡siempre ha sido él!...no te preocupes…total a ella se le olvidó esa promesa y no la culpo….cuando apareció Terence lo olvidó todo. Luego de repente su matrimonio con nuestro primo….te juro que tuve ganas de sacudirla fuertemente y preguntarle ¿Qué fue de nuestra promesa? ¿Por qué me hacía eso? Pero no pude, no pude reclamarle….no tenía ese derecho. Eso solo fue una promesa de niños.

-Hijo, tú encontraras una mujer que te ame de verdad…eres un hombre extraordinario, pero sabes que Candy ama a Terence.

-¡Eso lo sé! , en cierta manera me hace sentir un poco aliviado, pero no mitiga mi dolor. Saberlo no hace que me sienta mejor.

-Tú debes seguir viéndola como tu hermana. Ella es tu hermana. Me duele saber que sufres hijo, pero….

-¿De nuevo tengo que hacerme a un lado?… otra vez…alejarme….Solo espero que esta vez valga la pena porque te juro madre, que Terence Granchester no vivirá para contarlo entonces no dejaré después que nadie interfiera.

-¡No digas eso hijo! ese muchacho ama mucho a tu hermana y ella por supuesto…. no necesito preguntárselo, en sus ojos se les nota lo enamorados que están….Yo en cambio lo que espero es que tu primo no siga molestándola.

-Ya tuve una conversación con él. No te imaginas de las cosas que me dijo, resulta que es la víctima y por supuesto que lo puse en su lugar…. no me he creído sus argumentos dejándola ver como una mujer frívola, caprichosa e insensible. Sé que ella no lo amaba como decía, pero debió suceder algo más como para ni siquiera decirle que se iba y luego su decisión repentina de irse a Brasil.

-¡Puedo atribuirlo a que está herido, dolido! No es fácil para un hombre de la talla de tu primo permitir que una mujer lo abandone menos si esa mujer era su Esposa. Sabemos que Candy no es así y tienes razón en cuanto a que hay algo más detrás de su rompimiento. Sin embargo no podemos especular, mientras no diga nada que lo aclare.

-¡Ella nunca debió casarse! ¡Si no lo amaba no debió hacerlo!

Días después Candy empacaba un poco ropa en una maleta. Había llamado a sus amigos para informarles que los vería pronto y que se reunirían como en las viejas temporadas. Se quedaría unos días en casa de Annie y aunque allí también estaba a quien tanto detestaba, deseaba tanto estar cerca de Terry, es lo único que le importaba, por lo menos un poco tiempo, el pensar en solo ese hecho la llenaba de fuerzas y de sensaciones nuevas. De su mente se iban todos sus desconciertos y su incertidumbre. La imagen de su mirada azul llegaba para calmar sus ímpetus. De pronto sentía que le mentía, que no estaba siendo sincera al no comentarle nada sobre aquella visita. Haría entonces de cuenta que nunca sucedió. ¿Hacia bien o mal? Quién sabe.

El recorrido en autobús seria largo, pero no tenía prisas. Un hermoso paisaje visualizaba a través del vidrio; los enormes edificios quedaban atrás y la conversación con su hermano venía a su mente. Anthony sutilmente sacó a colación el pasado, dejando entrever aquellas palabras. Claro que lo recordaba, pero el tiempo pasa y su corazón se había enamorado perdidamente de Terry, ese chico enigmático, de apasionante y azul mirada.

-¡Lo siento! ¡Pero no puede ser!- fue lo único que dijo para quedarse luego dormida.

Nueva York

Desde que hubo sido enviada a las nuevas Oficinas confinada por orientaciones de la Gerencia General de la inmobiliaria Granchester, Susanna se encontraba furiosa y no había habido un solo día en que no mostrara su desacuerdo. El demás personal trataban de hablarle lo menos posible. Sin embargo Mary una mujer de casi unos 35 años, bastante ruda en su comportamiento y de poco tacto en sus palabras. La observaba con desagrado.

-¡Ahora si te has topado con pared querida!- dijo a escasos pasos desde donde se encontraba la rubia, cuya oficina figuraba frente a frente-¡Me agrada mucho que te hayan puesto un hasta aquí!…. Tal parece que al Señor Granchester le has aburrido…..ya decía yo que meterse en su cama no te daría muchos privilegios.

Susanna le sostuvo la mirada ante el comentario de la mujer- Apenas la conozco para que hable de esta manera sobre mí. Por favor le pido respeto. Usted no sabe con quién se está metiendo.

- ¡Por supuesto que lo sé! conozco a la mujeres de tu clase….piensan que siendo la amante del jefe conseguirán salir de la pobreza, sí, eso es posible, el Joven es muy rico, pero tú ni con mucho dinero dejarías de ser quien eres….a través de tus ojos veo que tu alma es más pobre que todos juntos…... Ahora estas aquí y no es que sea malo, pero no es el lugar que deseas cuando entrabas por la gran puerta principal te creías la dueña de todo, mirándonos con desprecio, con tus ínfulas como si fuese la reina de Inglaterra, tu trato dejaba mucho entrever que ya te pensabas la Esposa del Joven Granchester. Puede que muchos acá no se hayan dado cuenta, pero yo, siempre lo intuí…ahora me alegro mucho que el Señor tenga una novia que quiere mucho.

-¿Cómo sabe eso? ¿No me diga que se dedica a andar espiando en los otros pisos? Tenga mucho cuidado con lo que dice Señora Storman. Creo que a Terence no le gustaría saber que están al pendiente de su vida y se riegan chismes en los pasillos. Usted es una vieja entremetida.

-No hago eso, cosa que tú, sí. ¿No te acuerdas la vez que fui a la oficina del Joven y te encontré hurgando en su escritorio? Estabas nerviosa. Me di cuenta de eso porque es lo que se cuenta por aquí y por allá, nada más….y a juzgar por tu cara ahora la creo. Ahora eres una más de esta área. Sé que te debe doler mucho, pero debes aguantarte- dijo la mujer con despreocupación y una sonrisa que dejo ver un leve surco de arrugas en su rostro.

-¡Ha sido demasiado escucharle!...por favor vuelva a su lugar enciérrese y déjeme en paz. Trabaje que para eso se le paga.

-La verdad no peca….pero te incomoda mucho Susanna.

-¿Estas bien Susana?- Claudeth al escuchar la voz alterada de la Rubia llegó a ver qué pasaba- ¿Por qué alzan la voz, hasta ya se escuchan tus gritos?

-El día ha empezado muy mal para mí- echó una mirada furibunda hacia Mary- esa mujer no sé qué tiene en contra de mi…si supieras de todas las cosas que me dijo.

-¡No le pongas atención!...Mary es, como decirte….

-¡Amargada!

-Bueno si, pero no es mala persona.

-¿No?...es una maldita bruja…. no debe desquitarse conmigo su amargura. Es grotesca y metiche.

-Esta dolida…. ¿sabes que su marido la dejó por una mujer más joven?

-¿De verdad?...pues eso lo explica todo…pero no es una anciana, sí una argüendera que debió estar pendiente de su vida y no estar metiéndose en la de los demás.

-Ya… por favor deja eso y mira he venido porque hay varias revisiones que necesitan la aprobación del Señor Oscar… ¿Podrías llamarlo y decirle que podemos hacer?...ya se han realizado los análisis técnicos, se han conceptualizado y necesitamos entregar esto lo más pronto posible para que se pongan en marcha en las Urbanizaciones. El Señor Granchester lo quiere urgentemente.

-Trataré de contactarme o mejor dile a esa…-señaló hacia Mary- talvez pueda hacer algo más que ser chismosa.

-Pero…

-No tengo idea Claudeth...

-Está bien…en realidad Mary tiene más tiempo y ella sabrá que hacer. Esto urge.

Llegó casi al anochecer. Todos reunidos en casa de Annie le daban la bienvenida.

-Candy… ¡Que alegría volver a verte amiga!

-Yo también estoy muy feliz de volverlas a ver chicas, Patty, Annie mis queridas amigas, pero mírate, tú estás muy linda Patty, el embarazo te asienta muy bien.

-¿Tú crees? quiero ya tener a mi bebe conmigo, pero me falta mucho Candy. Stear y yo estamos muy felices e ilusionados por la llegada de nuestro hijo.

-No es para menos….chicos y ustedes sabían que Tío Albert será Papá.

-Sí, hace unos días nos enteramos. Él nos llamó para darnos la feliz noticia- afirmo Stear

-Es una buena noticia en medio de todo lo que ha sucedido. Recuerdo a Tía Jazmín yendo y viniendo donde los médicos. Ahora debe cuidarse mucho. ¡Qué alegría! Tendremos dos miembros más en la familia- comentó la pecosa.

-¿Cuántos días te quedaras Candy?- preguntó Terry quien también se encontraba en el lugar.

-¡Quisiera quedarme para siempre Terry, contigo!

-¡Bien puedes hacerlo Candy!... ¿Qué te lo impide? ¡Vamos pecosa quédate, quédate conmigo por favor!... Le avisamos a tu familia y arreglamos todo para que nos casemos aquí en Nueva York.

-Bueno sí, me parece bien la idea, pero….debemos esperar un poco más Terry, solo un poco amor….

-Hola, Hola, ¿cómo están todos?

-¡Archie! Mi primo querido, pero cuanta elegancia

-¿Cómo estás Candy?

-Bien primo, muy feliz de volverlos a ver a todos ¡Te ves espectacular!

-¡Siempre mi querida prima! Además para recibirte tengo que estar impecable…y tú Terry, como has estado amigo.

-Contento de tener a Candy de vuelta…de que haya vuelto con nosotros, como antes y como espero que sea siempre.

-¿Te importa si me la robo un momento?... necesito hablar algo con Candy ¿Se puede?

-Claro…sirve y quizás convenzas a esta pequeña Pecosa

-¿Convencerla?

-Terry quiere que nos casemos pronto…- dijo alejándose del castaño quien se fue a conversar con los demás.

-Pero que te lo impide….puedes hacerlo por el civil y eso por supuesto que es válido

-¡Lo sé!

-¿Entonces?

-¿Qué pasa Candy?

-Me siento confundida, no sé por qué, sé que es el miedo, pero sí, mi deseo es casarme con Terry. Lo amo Archie, lo amo con todo mi corazón y no quiero perderlo.

-Pues entonces hazlo.

-¿Y tú? ¿Sobre qué quieres que hablemos?- preguntó una vez llegaron a una pequeña banca en corredor de la casa.

-¿No nos vas a decir qué fue lo que sucedió? Perdóname que sea insistente, pero es la fecha y no entendemos nada sobre tu repentina ida a Chicago y después a Sao Paulo. Te confieso que nos sorprendió mucho cuándo nos enteramos.

-Archie, .no hay nada que entender, solo es que me cansé de la vida que tenía junto a Neal.

-¡No me lo ocultes Candy! Sé que ese tipo de maltrataba. Te golpeaba y en mi cabeza me rondan muchas cosas más que tú ocultas.

-¿De dónde sacas eso Archie? No…

-Te dije que dejes de ocultarlo, lo sabemos todo y entiendo por qué callas. Terry no sabe lo de estas imágenes ¿Cierto?- arguyó mostrando su dispositivo telefónico en el que todavía tenían aquellas fotografías que una vez se tomó cuando Neal la tiro al piso y se lastimo su antebrazo. Había quedado una marca morada en este.

-¡No puede ser!, pero –Candy frunció el ceño un poco molesta- pedí que se deshiciera de esto.

-¡No culpes a Annie!

- Solo quiero dejar eso atrás y empezar de nuevo…no quiero remover el pasado, por favor -Archie, de cierta manera Terry lo sabe, se lo dije y he logrado aplacar un poco la ira que tiene y las ganas de enfrentar a Neal, no quiero que eso pase, no quiero un problema mayor entre ellos y no quiero que vea estas fotos.

-¡Tienes razón!...Nosotros no mencionamos nunca esto delante de Terry, Annie te lo prometió y así se hizo, pero te confieso que yo también se la tengo jurada. Neal me las debe y en lo que menos se piense le cobrare una a una todo lo que te hizo sufrir.

-¡Olvídalo ya! Me voy a casar con Terry.

-Muy bien…me parece excelente. Las cosas han cambiado y puedes interponer una solicitud en cuanto a la otra parte, mientras tu boda por el civil dará pie a que se mantenga lejos de ti y respete y acepte que tú, no le perteneces….como suele llenarse su bocota, diciendo que todavía eres su Esposa.

-Solo deseo que nunca más se vuelva a acercar. No podré detener la furia de Terry si eso llega a suceder….

Minutos después. Se dirigieron al comedor para degustar una rica cena que Annie había preparado. Luego Stear y Patty buscaron un lugar para conversar, Terry y Candy igualmente, mientras que el otro par casi no se habían dirigido la palabra en todo el tiempo. Hasta que Archie no pudo más y la abordó.

-¿Annie podemos hablar? Necesito unos minutos…por favor. No te quitare mucho tiempo, pero necesito que hablemos.

-¡Ahora no! ¡Estoy muy ocupada!

-¿Cuándo entonces? Annie, debemos resolver nuestros asuntos…ahora.

-Archie…. Yo no tengo nada que hablar contigo y ese "resolver nuestros asuntos" ya está resuelto por mi parte…. ¡Te he dejado libre! Libre de un compromiso conmigo.

-No…estas equivocada Annie…tú no sabes lo que dices. ¿Ya olvidaste todo lo que vivimos? ¿Nuestras noches?

-….Se agotó mi paciencia y…mi amor, así de sencillo. -dijo esto último viéndolo a los ojos

-¡Casémonos, mañana mismo! ¿Qué dices?

-¡Basta! Por favor…Eso ya no tiene sentido Archie….no vengas con eso…. ¿crees que porque me pides matrimonio ahora, ahora…..voy a aceptar?...No, no lo haces por amor, simplemente es como una última alternativa. Después de tanto tiempo y las circunstancias, no puedo pensar que sea porque lo sientes de verdad.

-Tú no sabes lo que verdaderamente siento, tú no puedes ver lo que hay en mi corazón….no me casaría contigo si no te amara- Annie le dió una mirada e hizo un gesto negativo.

-¡Por favor! No te engañes. Ni trates de hacerlo conmigo. Archie, yo te quise mucho, pero…ya no puedo verte como antes.

¡Tú has dejado de amarme! Esa es la explicación, la única explicación que encuentro. Te ofrezco lo que tanto has querido y ahora me dices que no. Es seguro que te enamoraste de ese tipo, del abogado de Chicago– se vieron fijamente por unos segundos y la haló hacia él besando sus labios. Los demás presenciaron la escena así como la frialdad con la que Annie se retiró. Sus amigos no evitaron sentirse mal por el hombre que quedaba sola en mitad de la sala, rechazado por la que fuera su novia de tantos años.

-Ese par aún siguen disgustados- comentó Stear al dirigirse a Terry y Candy- veo que esto no va por buen camino. Ya llevan muchos días en ese plan y en la oficina a penas se dirigen un saludo.

-Pero ¿Qué ha pasado?-Pregunto la Rubia.

Archie se acercó sabiendo que ellos habían visto todo -No te había comentado Candy, pero Annie y yo rompimos- se tiró al sofá- Ella se cansó de esperarme. Annie siempre me pedía que nos casáramos que formalizáramos la relación y yo siempre le daba largas al asunto….la he perdido y ha sido por mi culpa.

- No pueden botar al piso tantos años de relación. Seguramente esta confundida y tiene miedo. Sí lo deseas puedo hablar con ella, primo. Annie a veces resulta muy orgullosa, pero deja que…

-No- le interrumpió- No es necesario Candy y te lo agradezco…no creo que consigas nada…Annie está decidida.

-Entonces lucha por ella y no te quedes allí echado como un saco de patatas…insiste- sugirió Terry quien si hubiese dicho esas palabras tiempo atrás habrían rebotado en su cara.

-¡No voy a rogarle más!

Una vez que los demás se fueron Annie y Candy conversaron largo y tendido -¡No sé qué decirte Annie! ¿De verdad ya no lo amas?

-A Archie le resulta tan cómodo vivir de la manera que lo hacíamos. ¿Amarlo? No lo sé.

-Pero, él ahora quiere casarse contigo….Te lo dijo.

-¡No sé Candy! Me temo que no resulte nuestro matrimonio. Además, no te he contado algo que…

-¿Qué pasa Annie, me asusta tu seriedad?

-Candy…creo que me estoy enamorando….me gusta mucho el Abogado que llevó el caso de tu divorcio. Nos conocimos y en principio lo rechazaba, pero no sé, me remueve tantas cosas que creí que no existían.

-¿Cómo dices?-Candy se levantó intempestivamente- Entonces si es verdad que ya no amas a mi primo.

-Creo que no…

-¿Has estado con él? es decir íntimamente.

-No Candy, el desea que nos casemos primeramente, pero no le he dado ninguna respuesta. Basta que solo le haga una llamada para que este aquí conmigo. Scott es su nombre y es un hombre muy apuesto, atento y detallista y dice que me ama.

-No lo sé Annie…quisiera tener una respuesta adecuada a tus inquietudes. Archie es mi primo y no puedo ir en contra de lo que siente, yo insisto que si te ofrece lo que tanto has querido…no lo dejes ir porque ha reaccionado hasta ahora. No lo castigues de esa manera- indudablemente Candy tenia también que reflexionar sobre esa misma situación que era emulada por ella.

Días después continuaba en casa de Annie ocupándose de algunas cosas que su amiga había descuidado. El pequeño jardín, la bodega en la que guardaba recuerdos viejos. En un pequeño mueble un álbum de fotografías posaban en la superficie. Lo tomó y ojeo cada página repleta de fotos de todos ellos. Se detuvo a ver una a una. Sonrió ante el recuerdo de esas imágenes en su memoria y ver a Terry siempre a su lado, indiscutiblemente, enamorado desde entonces, mientras ella lo pensaba ajeno a sus sentimientos. Otra foto donde la abrazaba y besaba una mejilla. Su mirada siempre era hacia ella y en cada una reflejaba una estela de sentimientos inconclusos. Al terminar se dió un baño y termino con su sencillo arreglo cuando de pronto sintió un leve mareo. Pensó que quizás era porque no había comido lo suficiente. Trató de descansar antes que Terry llegara, anteriormente le había llamado para ir a almorzar.

Su vista daba exactamente hacia el lugar del estacionamiento. Sabía que era la única hora en que el salía del edificio, la hora de la comida. Llegó hasta su auto, ante la vista curiosa de Susanna quien se deshacía en saber si ella estaba en Nueva York. Tenía que averiguarlo. Se le veía contento, feliz, era sin duda por ella. Susanna estaba locamente enamorada de ese hombre y es que quien no estarlo si era un hombre muy guapo y elegante, cualquier mujer se derretiría al verlo, pero Terry solo tenía ojos para una sola y esa era Candy- ¡Maldita Candy!- expreso por lo bajo- ¡Ahora piensas que has ganado!- Susanna se consumía en su desesperación. Candy lo esperaba, portaba un vestido de mezclilla azul por debajo de sus rodillas, botas y bolso color miel era su atuendo que la hacía ver muy hermosa.

-¡Hola mi amor! – le saludo con un beso-... ¡Estas preciosa!

-Gracias Terry, pero tú no te quedas atrás….estás guapísimo mi amor- rodeó su cuello y el beso se hizo más profundo- jamás me cansaré de besarte. Te amo.

-Yo más Pecosa- la envolvió en sus brazos y ahora el beso se tornó apasionado siendo interrumpido por el ruido de su teléfono que en esos momentos sonaba. Anteriormente había llamado varias veces a su madre, pero no consiguió comunicación- Espera Terry, es mi madre.

-¡Mamá!

-Hola hija

-Mamá, te llamaba porque tengo algo importante que decirles y quería que fueras la primera en saberlo….Terry está conmigo y vamos de salida ¿puedo llamarte más tarde?

-¡Claro mi amor! -dijo su interlocutora- estaré al pendiente de tu llamada y por favor cuídate…tus Tíos te envían saludos y salúdame a Terence.

-Gracias…también salúdamelos y diles que estoy bien y que Terry les envía igualmente saludos.

Durante el almuerzo se enfrascaron en una conversación casual sobre sus familias y amigos. Le informó sobre lo que había pasado con Susanna y que su decisión había sido despedirla inmediatamente, pero considerando sus palabras no lo hizo y dejó que se quedara pero lejos de su presencia. Si Terry supiera todo, no valdría una sola palabra de la Pecosa y en ese mismo instante la habría echado sin consideraciones sin contemplaciones.

-Candy- agarró sus manos y las llevo a sus labios- ¿Al fin que has pensado en cuanto a lo nuestro? Después de lo que ha pasado creo que debemos pensar en eso seriamente.

-Terry…. Sabes que es lo que deseo en este mundo con toda mi alma. Casarme contigo, ser tu esposa para siempre. Sé que solo será contigo mi amor, nadie más. Solo es contigo con quien quiero estar Terry…..Nunca cambies, porque te amo tal como eres.

-Tampoco tú pecosa de mi alma…. Nunca, nunca dejes de ser quien eres.

-Terry… ¡lo he decidido! ¡Nos vamos a casar!

-¿Si? ¿De verdad Candy?

-Por supuesto…tonto….no puedo vivir lejos de ti, no puedo vivir sin ti. Sabes, había llamado a mi madre para que fuera la primera en saberlo.

-Bueno entonces llámala ahora mismo y que sea la primera, no bueno la segunda persona en saberlo.

Luego del almuerzo fueron a ver una hermosa casa. Terry la conseguiría a un buen precio, lo valía. Muy espaciosa y con varias recamaras. Salón de juego para niños, despacho y una pequeña oficina para ella. Además una piscina y un jardín enorme a lado un espacio de juego. El lugar era maravilloso.

-¿Te gusta?

-Gustarme es poco Terry…estoy maravillada con esta casa, es muy hermosa, con suficiente espacio, es preciosa.

-¡Puede ser nuestra! podemos vivir aquí cuando nos casemos Candy.

-Terry…. ¿Te parece que nos casemos el próximo mes?- la sonrisa en el rostro de Terry no se hizo esperar- ¡Quiero ser tu Esposa lo más pronto posible!- La levantó en sus brazos y dió varias vueltas con ella - Por favor…. ¡para, para ya Terry, me estoy mareando!

-Perdóname pero es que no me cabe la felicidad que siento. Compraré nuestros anillos de compromiso y me presentaré ante tu Familia para pedir tu mano. Esta casa la compraré y viviremos aquí- besaba sus labios una y otra vez.

Se encontraba en su escritorio rodeado de documentos. La reunión anterior con la directiva lo había dejado preocupado. Había perdido miles de dólares debido a una inversión que no resultó lo que esperaba, se había pintado fructífero, pero resulto lo contrario. Los estudios de mercado arrojaban que sería una bomba comercial y él no quería perder la oportunidad de acrecentar su fortuna. No todo resulta como se planea y en menos de tres meses perdió una considerable cantidad. Pero así sucedes y el riesgo que se debe asumir en los negocios unos días se gana y otros se pierde. Ahora debía recuperar ese dinero o pondría en riesgo el resto de sus acciones en el Corporativo Ardlay. Con la noticia de la baja es más que seguro que Albert le ofrecería la compra de las mismas. Albert Ardlay como buen hombre de negocios no dejaría de insistir en que le vendiera sus acciones, pero é sería un duro hueso de roer. Todavía tenía otras propiedades y títulos, todavía poseía mucho dinero. Neal Leagan era diestro en inversiones y había amasado una buena fortuna. Lo que hoy sucedía no quería decir que se quedara en la quiebra. Así que mantendría su mismo guion. Mantenerse en el Corporativo y no vender. Sería cuestión de suerte que lo hiciera y cosa que no iba a pasar, pues sería una guerra ganada para Albert.

-Por favor, sal de mi oficina. Pueden entrar y vernos- dijo a la mujer que estaba pegada como chicle a su cuerpo y lo besaba con descaro- Lo de nosotros solo fue una calentura, no niego que la pase muy bien contigo, pero ya terminó y es asunto olvidado.

-¡Olvidado para ti querido! Pero para mí sigue ardiendo como la primera vez... ¡Anda ve a nuestro departamento! –suplicó con voz en susurro rozando con sus labios su oreja demandando descargas de deseo.

-No y es mi última palabra….Stacey, no puedo…entiéndelo.

-¿No me digas que volvió tu mujer?

-Por favor...no quiero hablar de ese asunto, menos contigo.

-Entonces hablemos de nosotros. Sirve y que revivamos la llama de la pasión. Tú sabes cómo puedo hacerlo, como puedo hacerte vibrar con mis besos, con mi cuerpo. Si como dices es solo pasajero que pierdes en volver a mi cama…solo será esta vez… ¡Te necesito!- los labios de la mujer se posaron en los suyos y dió paso a un ardiente y apasionado beso. En definitiva esa mujer sabía cómo actuar para revolverle sus hormonas. No podía resistirse a los encantos de esa fémina correspondió al beso mientras acariciaba su cintura y su derriere. La puerta se abrió estrepitosamente -¡Perdón! No quise interrumpir….yo…solo - Ambos se separaron inmediatamente al ser sorprendidos.

-¡Candy!

-Señor Leagan perdóneme, pero ella no quiso esperar, lo siento.

-Retírese…

-¡Con que ella es la tal Candy!- Stacey se acercó a la Rubia y la miraba de pies a cabeza – Muy bonita no lo puedo negar, bonitos ojos, hermosos cabellos, pero…

-Tú también Stacey.

-Pero….

-Por favor…déjame solo con mi Esposa

La Rubia con un gesto de asco después de haberlos visto dijo - ¡Deja de decirlo! ¡Yo no soy tu Esposa!

-Está bien, me voy, pero piensa en mi propuesta querido- La hermosa mujer salió contoneándose coquetamente y cerró puerta tras de sí.

- ¿Tú? Te confieso que estoy sorprendido de verte. Nunca me imaginé que te aparecieras por aquí. ¿Te has dado cuenta que tu lugar es conmigo?- Candy se acercó al hombre, pensaba de todo menos que ella le propinara una bofetada con todas sus fuerzas.

-¡Debería matarte! ¡Jamás!...nunca volvería contigo. ¿Crees que me corre agua en las venas? ¡Te odio Neal! No sabes cuánto te odio.

-¡Eres mi mujer! ¡Siempre lo serás Candy! En Sao Paulo lo fuiste- Candy volvió a sorprenderlo, otra bofetada que levantaba la furia del hombre. La tomó de las manos y la aparto de si- ¿Estás loca? ¿Qué te pasa?

-Me debes tantas, no es nada con las veces que me maltrataste ¿Crees que soy estúpida? Me cerciore de eso y sí, tuve mis dudas. Te encargaste de que pareciera eso, pero visité a un médico, tú no hiciste nada y aunque eso hubiese pasado….yo jamás volvería contigo, tendría que estar loca o sin memoria y dudo mucho hacerlo…. Te llenas la boca diciendo que soy tu mujer…. ¡Que cínico eres por Dios!

-Si lo dices por lo que viste no es lo que tú piensas Candy, eso no significa nada, ella solo es….

- ¡No me interesa saberlo!- le interrumpió- No necesito explicaciones de tu vida, porque no me interesa.

-Entonces ¿A qué has venido? Si no es para decirme que vuelves conmigo, a nuestra casa entonces puedes retirarte….Tengo otras cosas que atender.

-Me das asco. Solo vine a advertirte que me dejes en paz. Me voy a casar con Terry.

-¡Casarte!, ya lo veremos mi querida Candy

-¡No me amenaces y si sigues fastidiándome…te denunciaré!

-¿Denunciarme de qué? si ya sabes que no pasó nada.

-¡Estás equivocado!, no pasó nada esa vez, pero antes…. te juro que denunciaré todos tus abusos….No vas a vencerme….no esta vez…lo haré y no me importará nada….Adiós y ya que viviré en esta ciudad espero verte lo menos posible.

Se incorporó rápidamente y habló muy cerca de ella apretando sus dientes lleno de ira- ¡Tu no lo harás! ¿Sabes por qué? -Candy se sintió muy intimidada, estaba asustada- Porque no vas a permitir que a tu querido Terry le pase algo ¿cierto? ...Aun no has conocido quien verdaderamente soy, mi amor….soy un enemigo muy, pero muy peligroso….así que no me tientes Candy, que soy capaz de hacerlo sin mover un solo dedo…te juro que lo haría. Te dije que esto no se quedaría así maldita mujerzuela- -Candy sintió un leve mareo que hizo recostarse a la pared gesto que no pasó desapercibido por Leagan -¿Qué tienes?

-¡No me toques! No es asunto tuyo -Candy salió de su oficina a como entró

-¡Espera Candy!

Todo le daba vueltas pero llegó hasta la calle para tomar un taxi. El asunto ahora era ¿Cómo decirle a Terry el resto de la verdad? Aunque no pasó nada lo cierto es que Neal estuvo en su departamento y maniobró su fallido plan.

¿Seguiría con sus planes de casarse y callaría ante él? No, no sería propio de ella mentirle, no podía empezar una relación seria con Terry con mentiras de por medio, pero conocía las reacciones del castaño, su naturaleza impulsiva…. ¿Qué hacer entonces?

Llego a Casa de Annie alrededor de las tres de la tarde. Se dirigió a la habitación y en ese instante sonó su teléfono…una llamada.

-Candy… ¿Cómo estas preciosa? Quiero decirte que me has hecho mucha falta pecosa.

-Terry, tú también.

-¿Segura?

-Sí.

-¡Quiero verte! Quiero llevarte a casa de mis Padres para que hablemos sobre los avances de nuestra boda. ¿Ya enviaste por tu acta de nacimiento?

-Sí

-¡Ya estoy aquí amor! Sal por favor Pecosa.

-Pero, Terry no me has dado tiempo de arreglarme siquiera- Salió al portón y recibió a Terry. El castaño se veía muy feliz y Candy no deseaba borrar esa sonrisa que tanto adoraba.

-Candy, pero si estas perfecta amor…vamos que mis Padres nos esperan. Este fin de semana iré donde tu Familia para pedir tu mano y casarnos como lo hemos previsto- de la bolsa de su saco extrajo una pequeña cajita. Eran las argollas de compromiso.

-¡Esta muy bonito Terry!...pero,

-¿Pero? algo me dice que no es así…. ¿Qué pasa? Si gustas lo podemos cambiar.

-No, no es eso…está perfecto.

-Quería dártelos cuando fuera a Chicago, pero no pude esperar. Quiero desde este mismo instante que sepas que nuestro compromiso esta sellado.

-Terry, antes quiero hablar contigo…sobre algo que no puedo dejar pasar si quiero que esto continúe.

-¡Hola chicos!- era Annie quien los interrumpía- Terry, ¿Cómo estás?

-Hola Annie, bueno aquí visitando a Candy. Le decía que pronto pediré su mano…ahora quiero llevarla con mis Padres.

-¡Oh, eso me encanta verlos juntos y muy enamorados! ¡Qué hermoso anillo! – Exclamó viendo la pieza en el dedo de su amiga- ¿Es el anillo de su compromiso Terry?- ambos asintieron- ¡Es maravilloso!-Es una pieza hermosa…Terry, debió costarte una fortuna.

-Mi fortuna es el amor de Candy y ella mi Tesoro.

-¡Que romántico! De verdad que ustedes merecen ser felices….bueno me retiro porque estoy exhausta…Yo comeré algo y luego me meto a mi cama…les dejo para que sigan conversando.

-Terry, ¿de verdad tus Padres han aceptado nuestro noviazgo? Soy una mujer divorciada y…

-¿Y eso que tiene? ¿Cuántas mujeres están en igual situación y vuelven a contraer matrimonio y son felices?

-Sí, es verdad…

- No te voy a negar que les ha caído de sorpresa el hecho de tu divorcio, pero ya les explique que nos queremos y que nos casaremos.

-¡Qué pena con ellos Terry! ¿Tu padre que dice de mí?

-No, no debes sentir vergüenza Candy, lo importante es que somos libres. Mi Padre solo quiere que sea feliz. Hace unos días discutimos por la vida que tenía anteriormente. Me dijo que le estaba haciendo daño por mí actuar.

-¿Te refieres a Susanna, verdad?

-Sí, yo no trato de justificar mis errores, no soy perfecto…. quiero que sepa que estoy haciendo las cosas bien y lo mío contigo es distinto Candy….sabe que te he amado siempre y que no puedo ser feliz con nadie que no seas tú.

-Terry….debemos hablar- se quedaron conversando en el jardín de la casa- ….Terry…yo, yo te mentí…-Candy se levantó y dijo llena de desesperación -…..Terry…hay, hay algo que tú no sabes y que tengo que decírtelo. Debo ser honesta contigo y por favor cuando te lo diga prométeme que…que tomarás esto de la manera más calmada posible….por favor prométeme que no harás nada

-No me gusta lo que dices, no me gusta lo que pides, siempre se trata de algo muy grave y como siempre quieres que me quede atado de manos.

El corazón de Candy palpitaba a mil y sus manos sudaban. Su voz casi en un susurro comenzó a quebrarse- ¡Te mentí sobre la visita de Neal en Sao paulo!- La mirada de Terry era seria e inmutable- Ese tarde, sí pasó algo más y pensé lo peor

-Candy, no me digas que…. ¡No por favor! No puedo soportarlo….

-No Terry…no, no. Por favor escúchame…yo no te lo iba a decir, porque en si no pasó nada y había decidido no hacerlo. Callaría evitando esto, pero tengo que decírtelo.

- ¡Habla de una vez!

- Esa tarde Ayrton me había dejado en mi departamento como algunas veces…pensé que era él quien volvía de nuevo cuando escuché unos golpes en mi puerta, pero no, no lo era….Neal estaba allí.

-¿Por qué? ¿Por qué siempre tienes que guardarte las cosas? Esto es muy grave-contenía su rabia-¿Qué hizo ese imbécil? ¿Volvió a tocarte?….

-El, Terry no te pongas así, por favor….siempre te pones furioso y yo no quiero que te enfrentes con él. No quiero que te pase nada.

-¡Dímelo Candy…Dímelo!- dijo al borde de su impotencia

- Yo pensaba que, que había hecho su cometido….es decir…Terry, yo me desmayé- se detuvo de su andar furioso, empuñando sus manos.

-¿Te desmayaste? ¿Qué paso?- sus preguntas salían con ofuscación.

-¡Me golpeó!- esas palabras resonaron en la mente de Terry y su sangre hervía de ira

-¿Qué dices? ¿Se atrevió?

- No supe que pasó, pero cuando desperté, me vi tendida allí, en mi cama. Mi aspecto, mi ropa estaba de una forma comprometedora, pero eso es lo que quería hacerme creer y te juro que al verme así tuve una sensación tan desagradable que lo creí. Todos esos días volvieron de golpe a mi mente y no sabía. No pude dormir en toda esa noche y al día siguiente cuando pude ordenar mis ideas y mis emociones, vi a un médico. No iba a vivir toda la vida pensando en sí lo hizo o no. Debía buscar una confirmación de mis dudas. Debía enfrentar sea lo que sea haya sucedido. Lo hice por mí, por honestidad, por ti.

-¿Así pretendes que no haga nada? ¿Hasta cuándo Candy? ¿Cuándo le pondrás un alto a ese tipo? ¡Debes denunciarlo!

-¡No puedo! Me ha amenazado con hacerte daño y no puedo permitir que lo haga…tú no tienes que pagar mis errores Terry. Por supuesto que quiero hacerlo, por supuesto que quiero que de una vez me deje en paz, pero no puedo.

-¡Ese idiota no tiene las agallas para enfrentarme….ahora mismo lo buscaré y arreglaré cuentas! Si no lo denuncias tú, lo haré yo. Candy, eres mi novia, la mujer que será mi esposa. Fue hasta Sao Paulo con la idea de dañarte, te golpeo y ¿Quieres que no haga nada? No te entiendo... Dime algo, ¿Si hubiese sido cierto? ¿Me lo ibas a decir?

-Yo, no lo sé…Quizás…

-… ¿Te das cuenta? Dudas…él nos hubiese separado otra vez….-Lo haces tú o lo hago yo. No puedo quedarme de brazos cruzados viendo como ese tipo hace lo que quiere. Le dije que no se acercara a ti porque se lo cobraría.

-No Terry, por favor déjalo, mi amor- ella tomaba sus manos que continuaban empuñadas -Me amenazó con matarte si lo hago… Fui a verlo para dejarle en claro que no se meta más con nosotros…. que me deje en paz. Me dijo que te mataría- Mi amor, yo tengo miedo que lo haga, puede hacerlo sin involucrarse, tiene mucho dinero.

-¡Lo siento Candy!, pero esta vez no voy a hacer lo que me pides…

-No Terry….no lo hagas por favor….

-Escúchame, no me pidas que yo me quede sin hacer nada, de brazos cruzados viendo como ese idiota no te deja tranquila. Quieras o no…Tengo que arreglar este asunto de una vez por todas y hasta que no lo haga no estaré tranquilo - y el dolor que se había establecido en su pecho amenazaba con explotar y dejarlo sin aliento- ¡Lo siento, pero no puedo!

-Noooo, no Terry ¡Por favor no lo hagas! Me moriría si algo que te pasa- subió a su auto sin escucharla más y arrancó ante la mirada húmeda y perpleja de Candy.

En menos de 15 minutos había llegado, pero no fue directamente a las oficinas, sino que lo esperaría donde sabía que llegaría tarde o temprano. El estacionamiento.

-¿Tú? ¿Qué haces aquí? – Sin mediar palabra Terry se abalanzó y le propino una fuerte bofetada - ¿QUÉ TE PASA ANIMAL?

-No que muy valiente… ¡RESPONDE SI ERES TAN HOMBRE!

-¡Maldito Granchester! ¡Mira lo que has hecho! - le había roto el labio inferior- llamare a seguridad para que echen como a un perro.

-Lo tomó de la solapa y lo tiro contra la pared- ERES UN COBARDE, PORQUE VALIENTE SOLO CON CANDY- ¡VAMOS RESPÓNDEME IMBÉCIL!- Neal reaccionó y fue su turno de dar un fuerte golpe en la quijada del castaño que le hizo tambalear. Su mentón sangraba.

-¡ELLA ES MI MUJER! ¡TE GUSTE O NO!

-¿TU MUJER? NO ME HAGAS REIR…NO PUDISTE TENER A ESA MUJER….Estoy enterado de todo y de tus pretensiones con tu visita a Sao Paulo…eres un maldito perro. ¡Te dije que no te acercaras a ella, que la dejaras en paz…! ¡Candy no quiere nada contigo!

-¿Eso crees? ¡Bien que vibraba en mis brazos!- Terry se había cegado de ira y volvió a arremeter en contra del moreno propinándole sin parar varios puñetazos en su abdomen y otras partes del cuerpo. No pudo soportar en pie y cayó al piso – -¡VAMOS LEVÁNTATE MISERABLE! ¿NO QUE ERES MUY HOMBRE?….Terry le pateaba el rostro mientras vociferaba- Esto es por todas las veces que la has golpeado, por tus humillaciones, por atreverte a tocarla, quieras o no Candy está conmigo, me ama a mi- Neal ponía sus manos y sangraba fuertemente de su boca.

-¡BASTA, BASTA! – dijo casi sin aliento. Terry volvió a golpearlo sin parar hasta que un par de hombres llegaron para separarlos.

-¡SEÑOR LEAGAN!... ¡USTED DÉJELO, LO VA A MATAR!

-ESO ES LO QUE SE MERECE ESTE MISERABLE. PERO NO VALE LA PENA SIQUIERA ESO. ¡NEAL, ERES UN MALDITO COBARDE!

-¡SUÉLTENME!...QUE VOY A MATAR A ESTE MALDITO. VOY A ACABAR CONTIGO GRANCHESTER, TE LO JURO POR MI VIDA QUE NO ME TENTARA EL PULSO HASTA DESAPARECERTE.

-¿Quiere que llamemos a la Policía Señor Leagan?- preguntó el otro hombre que sostenía a Terry.

-Por mí no hay ningún problema, llámenla…. y ustedes son testigos de su amenaza de muerte- dijo el castaño de inmediato- Señor Leagan….sirve que hablemos con ellos sobre el asunto en disputa.

-¡No es necesario!- limpiaba su nariz y su boca lastimada- El Señor ya se va…y ustedes retírense y ni una sola palabra a nadie sobre este asunto- susurró muy cerca de los hombres.

Terry sonrió sarcásticamente ante el miedo de su contrincante -¡Me voy!...pero te lo advierto…..déjala en paz….o la próxima te verás dentro de unas rejas. Todos sabrán quien es verdaderamente el respetable Señor Leagan.

-¡VETE DE UNA VEZ IMBECIL!

Continuará


Gracias por sus comentarios