Entre pandilla y policías

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Hombres grandes bien vestidos, tapando la entrada, una fila casi demasiado enorme para entrar a pesar del lugar donde nos encontramos, el olor a cigarro era lo que más predominaba en esta situación fácilmente todo indicaba que si no tenías suficiente dinero no te dejarían pasar así como cualquier lugar que se crea digamos vip, pero sabía que este ere un lugar que había salido de la nada y tenía un gran éxito y la pregunta era el por qué.

-lindura si no dejas de observar todo esto como policía sabrán a que venimos y eso no es bueno para el negocio-

Sus palabra me hicieron eco, poniendo mis pies sobre la tierra, y tenía razón todas esas preguntas que me surgían una tras otra se contestaran después, así me di un chequeo mental, sobre cómo me veía, si reconocían a Natsuki podríamos pasar de prisa pero si no tendría que sacar mi lado seductor, solo esperaba que las costuras no se rompieran de nuevo, mientras tratamos con esto.

-relajate te ves muy bien-

No lo voy a negar y ella tampoco lo hará por que la observe y esos esmeraldas sabían perfectamente que había debajo del vestido y como podría disfrutarlo, en cambio yo solo sentía recorrer electricidad en la parte baja de mi espalda, pero tenía que concentrarme, y dándome una palmada mental de que tal vez lo que diga solo es para engañar o yo que se, debía de entender que ella esa la jefa de todos estos pandilleros aunque ya no sean los mismos.

O tal vez sean alucinaciones mías y es un efecto por todo lo sucedido este día y mi adrenalina este disminuyendo como todo lo demás, y son los dolores que ignore.

-lo siento, si quieren pasar tienen que formarse-

Dejando todo de lado gracias a la voz de aquel guardia de seguridad, me di cuenta que no sería tan fácil pero también sospecharía si fuese todo muy fácil.

Pero Natsuki era diferente, ella no aceptaba un no y eso lo sabía muy bien, y eso que ni siquiera la conozco del todo.

-crees que alguien como tú me va a detener y hacer lo mismo que otros?, no lo creo amigo, así que muévete-

-y tu quien eres, eh? -

-que quien soy? -

También me daba cuenta que Natsuki no es un ser que tenga la virtud de paciencia, ya que sin soltarme, y utilizando la otra libre lo tomo del cuello de su saco y de un segundo a otro estaba de rodillas, quejándose de dolor, y ese era su segundo error tal vez.

-maldita perra! -

-hey, hey por qué no me miras como me mirabas antes?, no eres el dueño del lugar? -

-tu! -

Solo de fondo escuchaba como las personas que estaban en la fila cerca de la entrada se asustaban y salían corriendo, y no era bueno para esta situación, dejándome como una nota mental si es que volvemos a salir, no debo dejar que le digan que no, porque provoca más y se hace menos.

-tienes algo más que decir?-

Su voz era fría tan fría que en el momento en que su compañero se había dado cuenta de lo que pasaba se había quedado quieto sin moverse o tener intenciones de ayudarle.

-ara, querida creo que ya sabe quién eres, no es cierto? -

Lo mire mientras le sonreía al que no se atrevía a moverse solo para aceptar.

-serias tan amable de llevarnos con el dueño del lugar?, tenemos algo de qué hablar-

Volví a hablarle y este accedía sin decir palabra el miedo que albergaba por saber qué pasaría si el dijera que no como su integridad física ahora las ponía en el primer plano y que mas importaba lo demás, él era un traidor si lo vemos en el mundo en el que se encuentra.

Cuando entramos, me había percatado de que la música en realidad aún se escuchaba lejos que en la entrada era como un lugar de descanso y podría adivinar que estaba pasando detrás de esas puertas donde inicia la diversión pero ese lugar no era al que nos dirigíamos o nos llevaba aquel hombre que tenía miedo, nos adentramos a uno de los pasillos que para entrar estos eran de igual manera vigilados por sus demás compañeros que nos dejaba pasar sin decir más hasta llegar a una puerta, al pasarla, de nuevo el olor del cigarro me invadía, tanto era este que se veía nublado, las risas también no faltaban como el licor ir de aquí hacia allá, al igual que las mujeres y hombres con poca ropa sirviendo aquellos tragos o dando una ligera probada a lo ilegal.

Era un lugar amplio donde la música era distinta y no era tan fuerte, los juegos de cartas era la atracción principal por el dinero y eso lo sabía por que veía caras conocidas, creyendo que no era cierto pero ahí estaban, y sólo mi mente decía que clase de justicia es esta si solo veía que estaban vendiendo la libertad por unas cuantas monedas, eran despreciables.

-querida, no entiendo por qué te enojas si desde hace mucho tiempo es así, recuerda que luego las películas están basadas en hechos reales-

Esa era la voz de Natsuki que no podía definir si se estaba burlando de mí o trataba de calmarme.

Quería contestarle pero nos detuvimos en otra puerta este tocó en tiempos distintos y la abrieron, una vez que pasamos estas fueron cerradas de nuevo solo para no escuchar nada más que el sonido del dinero pasar por aquella máquina que te ayudaba a contar el dinero.

Caminábamos otro poco más y nos volvíamos a detener tocaba de nuevo en distinta forma y esta era abierta dejándonos ver a una chica pelirroja, ojos verdes vestido e tallado y escotado como el color de su cabello. Ella volteo a vernos y pidió que todos los de ahí se marcharán, al siguiente segundo estábamos solas.

-vaya, no creí volverte a ver cachorro, que te trae por aquí? -

Natsuki no le contestó hasta que nos sentarnos en el sillón que estaba dispuesto, y sentir como hacía que mi cuerpo se pegara al de ella.

-la verdad es que estoy buscando a alguien que irrumpió en mi casa sabes? -

Dijo Natsuki mientras sentía su mano juguetear donde mi vestido no cubría mi piel haciendo inevitable el echo de que la mano que había puesto en su pierna la apretara antes de que saliera algún sonido extraño.

-bueno déjame decirte que no fui yo, eso lo sabes verdad-

-eso lo sé-

-entonces?, no entiendo cómo es que estas aquí si ya no eres parte de esta sociedad-

-ya te dije, vengo por el quien o quienes fueron a mi casa-

-ok, entiendo entonces quieres que investigue por ti quien fue? -

-si, pero quisiera también saber que es lo que está pasando-

-pasando?, ah, son juegos de Tomoe, Reito y Nagi-

La verdad me estaba perdiendo entre los toqueteos de Natsuki y no podía concentrarme en la conversación, estaba jugando sucio pero también había parado ante un comentario.

-que son juegos? - dijo Natsuki

-si, están tan obsesionados con el poder que pelean por el-

-se supone que tu eras quien estaría a cargo-

-si bueno mis intereses eran otros a los de ellos y lo sabes simplemente no quisieron estar en el mismo barco, y tampoco tenía intenciones de pelear con ellos, era tan infantil-

-y si te atacan?, eso no suena infantil-

-escucha Natsuki, así como a ti no te importo a mí tampoco me interesa que es lo que hagan con su territorio y si lo hacen crees que algo como jugar a los policías y ladrones sería un problema?, no lo creo, entonces mientras no crucen la línea ellos pueden matarse si lo prefieren para mí sería mejor porque el último que quede será el ganador-

Sentía la tensión de ambas parte la cual se podría cortar con un cuchillo, pero dándome cuenta que también está persona también le causaba conflicto el que Natsuki se haya retirado.

-entonces no piensas hacer nada? -

-jajaja por qué lo haría?, por ti?, no lo creo, recuerdo exactamente tus palabras y fueron; no me vuelvan a buscar, pedir, llamar, contactar, no existo y sus problemas no me interesan, sus vidas tampoco así como sus ambiciones, y si se meten en mi camino será el último de sus vidas, entonces - decía esa chica levantándose de su asiento-que te hace pensar que ahora mismo no te llenare a ti y a tu perra de balas? -

Mi instinto era ver las posibilidades de salir ilesas las cuales eran muy pocas, sus palabras como determinación no se debían de tomar a la ligera, y tenía que hacer algo o eso era lo que dictaba mi instinto de policía, pero toda esa tensión y nerviosismo fue desecha por Natsuki quien se reía, junto con aquella chica y yo no sabía ni qué hacer.

-sé que no trabajas gratis araña, crees que vendría con las manos vacías? -

-bueno esperaba causar algo, sabes que es inevitable molestarte pero dime cual es el plan y el beneficio-

-ah pero antes discúlpate con la dama a lado mío-

-ugh, ujum siento llamarte perra ok?, solo como lo vuelvo a repetir quería que esa que esta a tu lado suplicara mas, pero es muy densa-

-y tu muy simpática por eso no has logrado tener esa inversión con los rusos-

-mataré a Mikoto -

-déjala sabes que lo hace sin intenciones de lastimar -

-el único consuelo es que sólo va a contarte a ti-

La verdad es que no entendía nada de lo que pasaba la tensión, las miradas, las advertencias y todo eso era desechado, pero más estaba enojada con Natsuki me había vuelto a tomar el pelo.

-pero bueno estamos aquí para que ya no haya más discusiones si es que estás de acuerdo-

-entiendo lo que ganaré pero como harás que Tomoe, Reito y Nagi vuelvan a la familia y tampoco estoy muy de acuerdo, acaso piensas regresar y mandarlos a la cárcel?, sabes muy bien que tienen conectes y será difícil mantenerlos tras las rejas y más a ese Reito y su sonrisa perfecta, me enferma-

-no te preocupes por los detalles estas dentro o no-

-regresaras? -

-no-

-entonces? -

-ya te dije me han molestado y sabes que cuando algo me molesta lo hago a un lado-

-ok, ok ya entendí tu tienes tus cosas y yo tengo las mías, pero y ella? -

-no te preocupes de ella, en un semana nos volveremos a ver contacta a los rusos para ese entonces yo te diré que hacer para empezar a deshacernos de la plaga-

Yo estaba tan enojada que no dije nada a pesar de eso, solamente mi mente me repetía que era una idiota, mi profesionalismo que había adquirido se había ido a la basura.

Hasta que note que Natsuki se había levantado e hice lo mismo, seguí callada cuando Natsuki se despedía de su amiga, hasta llegar a nuestro lugar seguro, sabía que podía hacer cualquier cosa así que eso ya tampoco importaba.

-oye-

Me dijo al yo tener intenciones de subir a donde yo tenía mi habitación o más bien donde era el lugar de vigilancia.

-que sucede?, necesitas algo para el día en el que nos encontremos de nuevo con tu amiga? -

-si, pero eso puede esperar, tienes algo? -

ring ring…

-no-dije seca ante mientras veía el nombre de Reito en mi teléfono-si me disculpas tengo asuntos que atender si quieres comer algo deje sobras en el refrigerador- contestaba mientras subía las escaleras hasta la habitación donde podía vigilar a Natsuki por lo menos para que no saliera imprudentemente

-buenas noches Shizuru -

-buenas noches-

-se escucha como si estuvieras enojada que ha sucedido-

-nada-dije recordando lo que había pasado-acabamos de ir con una de las cabezas, Natsuki hizo una especie de trato con ella, al parecer tienen un trato o convenio de no cruzar su territorio pero el plan es meter a prisión a los otros que están involucrados, sus nombres son Tomoe, Reito y Nagi, no dijeron sus apellidos pero hay algunos informes que tienen sus nombres puede que haya alguna foto de ellos para que se pueda empezar la vigilancia y que hacen-

-sabía que podías lograrlo Shizuru, investigare lo que me dices y enseguida mandare a que los empiecen a vigilar, me contactaré contigo cuando tenga algo-me contestaba-alguna otra cosa de que te hayas enterado?

-si, vi a ciertos políticos y algunos policías… te mandare sus nombres de acuerdo-

Escuche un suspiro como también yo lo hice pero esto ya era inevitable.

-si, veré que hacer porque esto siento que se saldrá de la manos muy pronto-

-si, pero antes de que hagamos algo con eso primero hagamos con lo otro tal vez no estén haciendo algo tan malo pero bueno al final lo hacen-

-si entiendo primero hay que enfocarnos en eso yo me encargaré en los otros gracias Shizuru, descansa ya es tarde-

-si, gracias espero que también puedas descansar algo, en unos días te marco para que envíes algo-

-Natsuki no es cierto? -

-si-

-esta bien, estamos en contacto-

Escuche como colgaba y yo me quitaba el vestido, sentía un ligero alivio por la herida, ya no sentía tanta presión, así como la revisaba por si se había abierto, pero no, cuando me disponía a ponerme un short, escuchaba la voz de Natsuki a mi espalda.

-oye… -

Voltee a verla solo para ver cómo se callaba, en cambio yo estaba enojada, cansada, frustrada y se callaba?, pero sabía que tampoco podía tentar mi suerte o sabrá que los dioses, eso me molestaba más.

-si, dime?, necesitas algo? -

Ignoraba su mirada y me tomaba el short que iba a ponerme, la verdad era que cualquier pensamiento o acción que iba hacer en ese momento para poder descansar era rechazado, solo por el hecho de que en ese momento me tomaban de la muñeca, mientras sentía también como ponía su otra mano en mi nuca y otra sensación mas es mi boca.

Me estaba besando tan apasionadamente que cualquier pensamiento que no fueran esos pequeños choques en mi entrepierna con la suya eran innecesarios, y lo entendía cuando no sabía en qué momento ella me había cargado para pegarme en la pared y yo aprisionándola para que no se alejara, pero había un momento en el cual ambas necesitábamos aire.

La mire y sabía perfectamente que ambas teníamos esa mirada salvaje llena de lujuria como si fuéramos dos animales en celo, la verdad es que no podía pensar en otra cosa que no fuera que quería que ella me hiciera suya, la verdad era que no quería seguir esperando, desde que la había visto quería que esa oportunidad se hiciera realidad y esa era mi frustración la cual podía ahora mismo convertirse en realidad y se lo daba a entender cuando puse mis manos en su nuca mientras me acercaba lentamente aún mirándola con nuestra respiración entrecortada esperando que algo en su mirada me dijera que estaba mal que solo lo había hecho porque me había visto semidesnuda, que era común para ella hacer este tipo de cosas pero todo eso se fue cuando la bese sintiendo dejar la pared para que me pusiera en la cama.

Cada de nuestros toques en el cuerpo se sentían tan desesperado, tan salvajes que me era imposible no rasguñarla, y que yo sintiera que quería que me arrancará la piel cada que me tocaba, le ayudaba quitarle la camisa que tenía como la playera de tirantes, besaba su cuello y tocaba sus pecho mientras ella de un momento a otro me arrancaba el brasier y sin deshacernos de un beso me quito la última prenda y yo desabotonaba su pantalón junto con lo último también que le quedaba para estar ambas desnudas.

Natsuki abrió mis piernas y se puso entre ellas, podía sentir como tanto ella como yo estábamos mojadas y era un alivio para ambas cuando su vagina chocaba con la mía y los vaivenes se unían para alcanzar aquella satisfacción que ambas queríamos.

gritábamos, mordíamos, arañábamos como si fuéramos animales en celo hasta llegar al orgasmo, la verdad era que cada mordida que le daba, para ella era un incentivo para que sus embestidas fueran hasta el punto de querer que me rompiera en dos.

A mis manos les gustaba tocar todo cuanto podía hasta el punto de desesperarme por no poder tener las manos suficientemente grandes como para tocar todo su cuerpo, como yo sentía que a ella también le gustaba mis gritos en su oído y solo para hacerme correr junto con ella de nuevo, mientras le enterraba las uñas en su espalda.

No sentía ningún dolor como tampoco ninguna incomodidad y entendía que aun a pesar de sentirnos desesperadas hambrientas por el deseo ella era lo suficientemente gentil para tener cuidado con mi herida y eso para mí era bueno porque no pretendía dejar pasar la oportunidad.

No sabría decir cuántas veces lo hicimos esa noche, pero lo que sí sabía es que lo hicimos hasta perder la conciencia. Me despertaba y miraba el reloj que se encontraba cerca eran las 7 de la mañana y la verdad era que quería seguir durmiendo pero mis viejos hábitos salían a flote quería acomodarme pero el dolor me Invadía en todo el cuerpo que hacían que me quejara tenía que tomar las pastillas que me había recetado. Fue en ese momento en que me daba cuenta del cuerpo que se encontraba a lado mío dejándome ver en su totalidad su espalda mientras que la sabana solo cubría su espalda baja y seguía.

En ese momento recordaba todo lo que habíamos hecho y la verdad es que daba gracias a que no estuviera despierta o que la hubiera despertado, por mi pequeño grito de dolor, porque no sabría qué cara poner que decirle o que hacerle, habría sido un error o tal vez el decirle que había sido un mero deseo, que cualquiera que haya sentido aquella tensión sexual no podía ser ignorada.

No podía pensar en nada porque pensaba en todo y lo único que obtenía a cambio era que mi cabeza empezará a sentir una ligera incomodidad y antes de que eso sucediese y se metiera a la larga lista de dolores que tenía busque algo que ponerme, y es que esperaba no perder lo último que me quedaba de pudor para ser desechado solo por andar en este lugar desnuda.

Encontraba la camisa que tenía Natsuki y me la puse por que en verdad no encontraba la ropa que se supone me iba a poner esta me quedaba un poco holgada y ligeramente grande pero era lo suficiente como para tapar mi intimidad y mi trasero.

Me dirigía al baño solo para sacar de la bolsita que me habían dado del hospital el medicamento y tomármelo, cuando me disponía a regresar a la cama notaba en el espejo los chupetones que me había hecho en el cuello y pecho, me desabotone la camisa solo para notar que aún estaba bien mi herida pero tenía ligeras marcas rojas en casi todo mi cuerpo como viendo rasguños en mi espalda, entendiendo el por qué no solo por todo lo que había pasado ayer era causa de esto sino que la cereza del pastel fue eso último que hicimos ella y yo.

Ponía mis manos sobre el lavabo, para poderme recargar por qué me sentía ligeramente preocupada, nerviosa y con miedo, no sabía que pensar o que pensaba esa mujer que estaba en la cama durmiendo plácidamente o eso pensaba.

-podía haberte dicho que el despertar y encontrarme con una chica guapa poniéndose mis camisas es realmente un hecho realidad, pero eso no va aquí entonces preguntare, estas bien? -

Volteaba a verla, recargada en el marco de la puerta notando que ella tenía la vestimenta que iba a ponerme hace unas horas pero que ella no me había dejado, mi mirada me delataba y la verdad es que no estaba preparada, no sabía que expresión tenía por qué lo ignoraba, nunca hablamos ese era un hecho.

No dije nada y eso era un pase de bienvenida para Natsuki la cual se acercaba y mis sentidos solo querían alejarse de ella pero fui detenida por él. Dolor de mi cuerpo recordando que hacer esos movimientos solo hacía que el dolor Volviese.

-tranquila - me decía, y yo pensaba como es que quería que estuviera tranquila - te puedo llevar a la cama-

Quería hacer algo, lo que sea pero estaba echa un lío tanto que no me percataba que me había tomado entre sus brazos y me cargaba como si no pesará y me depositaba en la cama.

-que haces?-por fin pregunte

-como que, que hago?, ayudarte no? -

-pero por qué? -

-uhm la verdad es que yo tampoco lo entiendo, y no lo tomes a mal, el haberte visto semidesnuda solo hizo que explotara y la verdad es que no quería apagar ese fuego, hasta que tú lo hicieras-

-estás jugando no es cierto?-

-jugar?, en un principio si pero el ver cómo me desafiabas, me insinuabas y esa ropa ajustada fue algo que iba a ser inevitable, además que sabía que tú también lo querías-

-ahora me siento como una cualquiera -

-por qué?-

-todo esto es tan irreal, que no sé cómo es que las cosas terminaron asi-

-vamos, no me digas que no sentiste esa conexión-

-conexión?, Natsuki no debí de haber hecho esto estaba tan enojada contigo porque me daba cuenta que habías jugando conmigo todo el tiempo, me faltaste al respeto solo para tu juego de estira y afloja y ahora me dices que si sentí una conexión, la verdad es que no te entiendo, no sé qué pensar y mucho menos que sentir, por qué me dices estas cosas y solo me hace pensar que fui una estúpida niña calenturienta y tu alguien solo que jugó con esa niña y sabes que es lo peor de todo que ni siquiera sabes mi nombre-

La mire y sabía que yo estaba echa un lío dándome ahora un golpe mental.

-lo siento, tienes razón fue inevitable pero esto sea lo que haya sido no puede continuar tu eras la jefa de la mafia y yo soy una agente de policía todo esto está mal-

-por qué estaría mal?, y como tú lo dijiste era, ahora tengo un taller mecánico estoy viviendo mi vida honestamente, porque no puede pasar esto-

-escuchas lo que dices?-

-si-

-en serio? -

-si-

-no puedo creerte, solo mi mente dice que es enserio que te has enamorado de mi?, es ridículo, ni siquiera nos conocemos y lo poco que lo hemos hecho, por mi parte no me sido agradable -

-aún quiero saber tu nombre-

La mire de nuevo di un suspiro no creyendo que pasaba, pero no pude evitar decirle mi nombre.

-me llamo Shizuru-