Pájaros
Disclaimer: Todo pertenece a George R. R. Martin.
Esta historia participó en el drabble tag del foro Alas negras, palabras negras.
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Un día Sansa le habló de Sandor Clegane, de cómo la llamaba pajarito y de que una noche le pidió que cantara para él y le dio su primer beso. Margaery no dijo nada, pero desde entonces piensa en Sansa como un pájaro, un pajarito al que le gustaría meter en una jaula para ponerlo a salvo de los depredadores, pero también un ave que debería poder volar libre por el cielo sin que nadie la amenace.
Esa imagen le gusta más. En la vida de Sansa Stark ya hay demasiados barrotes y Margaery no quiere que haya más. Ella quiere que Sansa pueda ser libre, que se marche volando lejos de todo. Quiere ayudarla a abrir la jaula en la que otros la han encerrado, no para meterla en la suya, sino para que encuentre su propio camino. Así que habla con su abuela. Pocos días después Sansa Stark se marcha en un barco hacia un lugar que Margaery no conoce y siente miedo, miedo de que vuelvan a hacerle daño y miedo de no volverla a ver. Ese es el problema de los pájaros, que echan a volar y nunca sabes si algún día volverán volando hasta ti.
