Lo siento
Disclaimer: Todo pertenece a George R. R. Martin.
Esta historia participó en el drabble tag del foro Alas negras, palabras negras.
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Renly es alto y apuesto. Tiene el pelo negro de los Baratheon y los ojos tan azules como el mar que se llevó a sus padres. Sonríe. Siempre sonríe, incluso muerto.
Le muestra su sonrisa burlona de siempre, pero sus ojos no expresan alegría ni burla. En su mirada hay ira y decepción. La decepción es lo que más le duele. Le recuerda demasiado a los días del asedio, cuando Stannis lo cuidaba y Renly lo miraba como si tuviera casi todas las respuestas, nunca como si las tuviera todas porque ese privilegio estaba reservado para Robert.
–Me asesinaste.
Quiere decirle que hizo lo que debía, pero no es capaz. Nunca ha sido un buen mentiroso y ni siquiera en sueños es capaz de mentirse a sí mismo y decirse, o decirle a Renly, que no se arrepiente de haberlo matado.
Una sombra aparece entonces y envuelve el cuerpo de Renly. Stannis quiere cerrar los ojos. No quiere verlo. No quiere ver morir al niño al que le contaba historias de caballeros aunque sea ya un hombre y lo haya traicionado.
Despierta sudando. Está solo en su habitación.
–Lo siento –susurra, pero su hermano ya no está allí para escucharlo.
