Bueno, bueno, bueno, aquí otro capítulo de los Olímpicos: retomando la Temática de Dianamon + Cherubimon. Sin embargo comienza a haber tensiones entre ellos: ¿por qué será? Leanlo y descubranlo. PD: Abajo respondo a las preguntas del Guest/ o los guests que pusieron reviews.
Capítulo 11: Dudas y Engaños
Dianamon estaba algo tensa. Había ido aquella tarde al Castillo de Cherubimon para decirle, antes de que se enterara por otras fuentes, que habían secuestrado a Ophanimon. Sin embargo, cuando acababa de llegar, Seraphimon les había interrumpido.
-¿Por dónde íbamos?- preguntó Cherubimon. Sonreía, intentando ocultar la preocupación que le embargaba.
-Venía a decirte... bueno... lo que ha pasado. Pero parece que Seraphimon se me ha adelantado...-
-Entiendo... Habías venido a explicarme los detalles del secuestro de Ophanimon.-
-Sí, pero no. No conozco los detalles de la batalla, pues no participé. De esa parte, sólo sé, que entraron en el castillo, y se la llevaron de allí inconsciente.-
-Pero... ¿Sabes quiénes fueron, verdad?-
-Sí: Mercurymon, Minervamon, Marsmon y Apollomon. Pero esa información no es relevante. Supongo, que te preguntarás, dónde esta Ophanimon. Y, creo que deberías saberlo- Cherubimon la escuchaba cada vez con más entusiasmo. – Se encuentra prisionera en Hell's Field.-
-Hacía mucho que no se usaba a Hell's Field como cárcel. La verdad, era previsible. No teneis a vuestra disposición ningún otro lugar para esconderla.-
Su rostro dibujaba una sonrisa cada vez más amplia. Sin embargo, Dianamon notaba la preocupación en los ojos del ángel. Esto estaba siendo peor que en la otra guerra...
-¿Algo más?- preguntó Cherubimon, inquisitivo.
-La verdad es que no. Tendré más información dentro de unos días, en la siguiente reunión.-
-"¿Reunión?"- se preguntó Cherubimon. La respuesta era obvia. Sin embargo, se planteó descubrir más detalles.
-Dianamon, ¿dónde celebrais esas "reuniones"?- se decidió a preguntar Cherubimon.-
-En el Castillo de los Espejos. Mercurymon nos avisa personalmente a cada uno de cuando se va a celebrar cada reunión.-
Cherubimon se sobresaltó.
-Dianamon, ¿y si Mercurymon llegara ahora mismo a tu castillo, para avisarte de un cambio de fecha de la reunión? Correrías peligro.-
-No te preocupes por mí.- dijo ella, toda calmada: parecía haber meditado sobre esa posibilidad.- Lo tengo todo controlado.-
Cherubimon no daba crédito a lo que oía.
-Es muy improvable que Mercurymon cambie la fcha de la reunión, pues, en caso de que lo hiciera, molestaría de forma desmedida a Marsmon, quién trataría de sembrar discordía para tomar así el mando. Pero, en caso de que lo hiciera, siempre que voy a reunirme contigo, digo a mis siervos que me voy de caza.-
-"Caza..."- la palabra resonó en la mente de Cherubimon...-
-Dianamon.- dijo él.- La caza se prohibió después de vuestro mandato. Se que esa es una de tus "virtudes", por decirlo de algún modo, pero, si descubren que la practicas en cualquier territorio del Mundo Digital, te codenarán.-
-No en cualquier territorio.- respondió ella.
-¿Qué?-
-En el Dark Area no esta prohibido. Cherubimon, ahora me dedico a cazar digimons malignos en el Bosque Negro.-
Cherubimon se sintió momentaneamente aliviado. El Bosque Negro era una región desconocida del Dark Area, en el que todo tipo de criaturas oscuras habitan. Era un lugar peligroso. Supuso que Dianamon podría arreglarselas sóla. Supuso que llevaría cazando allí desde hace mucho tiempo.
De nuevo, se limitó a sonreir.
-Parece que lo tienes todo bien atado.- dijo, por fin.
Dianamon asintió.
-Neptunemon se va a enfadar enormemente cuando descubrá lo de su esposa.-
-Ancientmermaimon no se lo merecía, pero Ophanimon tampoco.- contestó Cherubimon, con la mirada ausente.
-Vendrá a rescatarla. Dentro de poco. Refuerza las defensas y huye del castillo. Por lo menos, hasta que la recupere. En caso contrario, correras un gran peligro: le ha costado demasiado olvidar a la primera por su castigo, a esta no la soltará tan facilmente.-
-Gracias por advertirme. No voy a refrzar la seguriad, y, es más, en caso de que viniera, supongo que, le dejaría rescatarla, aunque claro, es muy pronto para decirlo: esta lase de decisionesque se toman ahora fríamente, no se toman tan fácilmente en medio de una batalla.-
-¿Crees que Seraphimon se molestará en ir a rescatarla?-
-No dudo que lo haya pensado.-contestó Cherubimon.- Pero si Seraphimon ha decidido secuestrar primero a Ancientmermaimon, es porque, o bien no sabe dónde está, o ha pensado bien las cosas, y a su manera, ha buscado un modo más pacífico, de recuperarla.-
-¿Le dirás dónde se encuentra?-
-No de momento. Si le digo eso, sabrá que has sido tú quien me ha estado informando,y conociendole, durante cualquier batalla, se le escaparía.-
-"Y sería mí fin."- pensó Dianamon.
-Cherubimon...- dijo una vocecilla desde el pasillo. Era suave, dulce, y calmada, como si tratara de tranquilizar a quien la escuchara. Era voz de niña.
-Sistermon, pasa, tu tranquila.- dijo Cherubimon.
Ante ellos paso una figura de baja estatura. Su cara, tapada casi por completo por un extrabagante, pero divertido gorro de conejo, de facciones sonrientes y con dos grandes orejas, ocultaban sus rasgos de niña pequeña. Una cascada de pelo gris le caía en forma de media melena. Su vestimenta, clerical, a pesar de no cumplir la función de monja, era blanca y rosa, y estaba excesibamente ornamentada, utilizando cruces para este cometido.
Sistermon paso timidamente al despacho. Sujetaba fuertemente contra su pecho un libro. Dianamon buscó el título, pero no lo encontró: era un pequeño cuaderno de notas.
-Dime querida, ¿qué querías?- preguntó Cherubimon, imperturbable, nada molesto pot la interrupción.
-Se ha despertado.- dijo, seca. Parecía molesta por lo que acababa de decir.
-"¿Quién?"- se preguntó Dianamon.- "¿Ancientmermaimon, quizá? No, es poco probable."-
-Dianamon, será mejor que te vayas.- dijo Cherubimon. Su apariencia, ahora seria, y de frío semblante, la sugería abandonar el lugar.- Se acaba de despertar un preso muy conflictivo. Y voy a tener que tomar medidas.-
Dianamon notó que estaba mintiendo. Quería echarla por algún otro oscuro motivo. Un preso se había despertado, sí, pero ¿Qué preso sería tan peligroso, para comprometer su presencia?
-Si es preciso, me marcharé.- se limitó a responder la diosa.
-Gracias.-
-Dianamon, ¿eres tú?- dijo una voz femenina desde lontanaza.
Dianamon conocía a la persona que la estaba llamando. Su voz... la recordaba casi perfectamente. Llevaba años sin oirla. Comprendió entonces por qué Cherubimon quería echarla: ella estaba presa allí. Quería evitar su encuentro.
-Lo siento Dianamon.- contestó Cherubimon, rompiendo el silencio sepulcral de sus pensamientos.
-He de irme.- respondió.
-Dianamon, esperá.-
-Dime.- dijo, parandose en seco. Después de aquella revelación, no quería permanecer más allí.
-Está recluida aquí.- comenzó a decir Cherubimon.- Pero, a parte de eso, no te he mentido. Así pues ¿puedes confiar en mí?-
-Supongo que sí.- dijo Dianamon, aunque en el fondo, muy en el fondo, no lo sabía.
Cherubimon, sabía que había fallado a Dianamon, por ocultarla eso. Pero, aun así, las palabras de Ophanimon resonaban en su cabeza: -"Puede ser su seguro"- le había dicho.
-Ahora sí que he de irme. Mis cazadoras estaran preocupadas.-
-Dianamon, ¿Cuándo volverás?- preguntó el ángel.
-No lo sé.- En aquel momento, la hubiera gustado decir nunca, pero se resistió. Pronto, se la pasaría aquel enfado. -"Se perdona, pero no se olvida"- pensó Dianamon.
Entoncés, se marchó por dónde había venido, dejándo a Cherubimon con la palabra en la boca.
-No te preocupes.- dijo Sistermon en tono tranquilizador. –Volverá.-
-Lo dudo Sistermon: lo dudo.- respondió el ángel.- Volvamos a nuestro cometido: tenemos una olímpica que calmar.-
Mientras tanto, Dianamon ya estaba en su luna, de camino a su castillo.
Desde su posición, podía divisar a dos de sus cazadoras montando guardia. Dos de sus Crescemon vigilaban su castillo eficientemente.
Al acercarse, la saludaron de manera cordial. Dianamon mantenía una gran relación con sus cazadoras: las pocas que la quedaban.
Cuando se dispuso a pasar a su morada, una de ellas la detuvo.
-Dianamon, mi señora, ha recibido visita.-
-¿De quién se trata?- preguntó la diosa. No esperaba recibir visita, y menos a aquellas horas.
De nuevo, oscuros pensamientos la embargaron. Se acordó de la conversación que tuvo con Cherubimon.
-"Quizas Mercurymon haya ido a verme en mi ausencia. Espero que se trague la escusa de la cacería."- pensó.
-No sabemos quién es. Sólo podemos decirte que es un Digimon Femenino, que desea una audiencia contigo. Espera en tu despacho.-
Dianamon se sintió frustrada por no poder evitar el verla. Dejarla pasar a su despacho en su ausencia había sido un gran error comitido por sus cazadores. Aun así, no les dijo nada. Se limitó a sonreir, y se dirigió a su despacho.
Allí, sentada en su sillón, se encontraba ella.
-Hola Dianamon.- comenzó a decir la jóven. - ¿Sabes quién soy?-
La presencia de aquella jóven la alteró por completo: se suponía que ya no existía...
Nota:
Ya avisé que comenzaba a haber tensiones entre estos dos personajes: lo de pertenecer a bandos contrarios les crean dudas sobre la sinceridad de cada uno. Además, Dianamon ha descubierto que Cherubimon tiene como prisionera a una olímpica: ¿quién será? Y, sobre todo... ¿quién será la misteriosa visita de Dianamon? Todo eso y mucho más en los siguientes capítulos.
PD: Muchas gracias por los comentarios, tanto aquí como en Pikaflash.
Respuesta a las Reviews:
Lo primero y ante todo muchas gracias por comentar. Como la/s persona/s que habéis comentado no teneis cuenta, y apareceis como guest, no se si sois una o varias personas; así pues, os agradecería que antes de poner la review, pusierais un nombre (ya que, aunque no tengais cuenta, os deja hacerlo sin problemas)
-¿Aparecerá Plutomon en la historia?
No lo sé, pero es probable. Quizás tarde en aparecer, pero supongo que aparecerá, al fin y al cabo. Eso sí: no como olímpico, por supuesto.
-¿Un cara de león con una barbie?
Jaja, me gustó lo de barbie, me hizo gracia. Sin embargo, Venusmon es mucho más que una barbie. Con Apollomon, es cierto que tiene cara de león (en la imagen de bandai algo menos, y en el Anime de Xross Wars, tenía muchísima) Pero bueno, en este fic tampoco importa el diseño de los digimons: sino la mitología.
-Que Vulcanusmon les corte la cabeza:
Aunque la infidelidad sea un tema complicado, recuerdo: "a Venusmon la obligaron a casarse con Vulcanusmon, y si casarse con él no ha sido realmente decisión suya, no tendría por qué guardarle fidelidad. Además, por mucho que "mime" Vulcanusmon a Venusmon, si no hay atracción no va a funcionar".
