-prometelo

-mamá lo juro ya para, por favor.- le dije entre lágrimas ya no podía aguantar más la presión que ejercía en mí preguntándome si sabía o no, preguntándome por qué había Sido tan descuidada en ese momento Charlie entro a mi habitación

- Renne déjala tranquila, en este punto ¿importa ya? Aparte a Bella le hace mal todo esto- definitivamente nunca espere que Charlie reaccionara tan calmadamente ante esta situación.

Ya llevábamos más de dos horas en casa, las más de dos horas más tortuosas con Renne, después que salimos del hospital no me habló nada, íbamos todos en silencio en la camioneta, Charlie manejaba yo en el medio mirando el camino y mama en la orilla mirando por la ventana, pero en sus ojos pude ver la decepción todo el tiempo.

-bueno debió haberlo pensado antes- intentaban secarme las lágrimas mientras guardaba mi ropa en los bolsos y maletas para marchar mañana.

- Renne no puedes ser así tú más que nadie deberías entender….- Charlie solo respiro profundo- Te estás comportando como tú madre

-pero es diferente, me escuchaste es diferente ¿Qué crees que vas a hacer ahora? ¿Y la universidad? Todos estos años Isabella enseñándote guiándote para que pasara esto, todo por un niñito guapo con dinero y aparte sin pantalones - empezó hablándole a Charlie y terminó gritándole a mí.

-yo…

- tu… tú no sabes que decir, no sabes que hacer, eres…. Una estúpida.

- Basta Renne, Bella ven- papá me tomó de las manos y me sacó de la habitación. Y me dejó en la suya, pero al cerrar la puerta se escuchaban todos los gritos

- yo no sé porque la defiendes tanto

- y yo no sé porque la crucificas, fue un error, un error que tú y yo cometimos, pero que sacamos adelante y lo convertimos en lo que ahora es Isabella.

-esto no hubiera pasado si ella se hubiera quedado conmigo.

- bueno si tú no te hubieras casado ella se habría quedado contigo, tal vez por qué se quiso ir de tu lado tan desesperadamente como para venir a vivir a un pueblo al que detesta

-¿Qué estás insinuando?

- yo no insinuó nada Renne solo te digo lo que veo.

- ahora es mi culpa que ella sea descuidada

-no es culpa de nadie Renne ni tuya ni mía ni de Bella ni del cobarde de Cullen. Solo es la vida, la vida que nos tocó, la que le tocó a Bella.- al principio no quería traerles problemas y ahora les doy el mayor de los problemas

-bueno la vida se la llevara a florida y...

-No, no pienso dejar que te la lleves, no contigo, Bella se queda y punto. - Charlie estaba desafiando a Renne, y tomando deliberadamente la decisión que me quedara con él en Forks.

-Isabella se va a Florida conmigo.

-NO, se queda y yo la cuidare

- ¿Como la cuidaste la última vez? Quizás pueda tener la parejita en este pueblo del infierno.

- por dios mujer no seas necia. Si ella se va contigo lo más probable es que se enferme de los nervios. Y si, la cuidare y es problema de ella si tiene 1, 2 o 17 hijos será su vida.

-estoy impresionada con lo que dices Charlie.

La verdad yo también estaba impresionada, en ese momento escuché unos pasos en la escalera y la puerta de entrada cerrar de golpe, después de eso Charlie entró a la habitación. Se paró en el umbral de la puerta.

-papa… - se me quebró la voz. Y me abrazó.

-shh tranquila - me acarició el cabello

-papá lo siento mucho… de verdad lo siento

- bella. No tienes nada que disculparte. Puff. Sentémonos.- y con un suspiro tomamos asiento en la orilla de su cama.- no te puedo decir que no tengo pena, ni que no estoy decepcionado, porque lo estoy. Yo pensé que eras de las chicas que sabía decir que no, o que al menos eras responsable. Lo hecho, hecho está y ya no hay nada que hacer al respecto...- al menos el sermón de Charlie era calmado nada que no fuera verdad.- ahora Bella te quiero hacer una pregunta. ¿Cullen sabía?

-no papá, ni siquiera lo sabía yo.

- ¿vas a hablar con él?- ¿cómo? no tenía modo de contactarme con él. ¿Alice porque no te has contactado conmigo? Quizás no sabía, quizás no le importaba, después de todo que tanto puede importarle a Edward un hijo de una mujer que no ama. En este instante lo comprendí todo, no me contactaran ni yo con ellos menos con un hombre el cual no me amaba no tenía sentido.

- no, él no me quiere papá. No pretendo hacerlo volver y de todos modos no tengo como contactarme con él. Así que no.

- ¿Estás segura de la decisión que estás tomando?

- si papá cien por ciento.

- ok, entonces vamos a acomodar tus cosas, te quedarás acá irás al instituto, presentarás los papeles que te dio el doctor y te graduaras. Después veremos qué hacemos- un clic hizo en mi cabeza

- papá…. Vivimos en un pueblo, y soy la hija del jefe de policía. La gente hablara y…

- Nadie Bella, nadie que se atreva a hablar de ti. Y si eso pasara tú los ignoras porque no son quienes para hablar y si yo llegara a escuchar se las tendrán que ver conmigo.

-¿No te avergüenza?

-jamás me avergonzaría de ti, Bells no importa cuánto te equivoques ni lo errores que comentas tú siempre será mi niña y jamás me avergonzaría de ti. - se escuchó la puerta de entrada- ahora ve a ordenar tu habitación, hablaré con tu madre.

Y así fue, entre a mi habitación a ordenar toda la ropa que Renne había sacado de mi closet y cajoneras y la empecé a reacomodar. No escuché gritos, no escuchaba nada de hecho. Aún me dolía la cabeza así que una vez que termine de ordenar me acosté a dormir.

Al día siguiente todo fue incómodo no fui al instituto debido a que el doctor me había dado un día de reposo, Y Charlie no fue a trabajar, mamá se fue esa tarde. Su despedida fue fría como si yo fuera una extraña, quizás algún día me perdone por haberla decepcionado de este modo.

Y así pasaron los días presente los papeles en el instituto y como era de esperar las miradas acusadoras de los maestros se posaban en mí, por política no le podían contar a ningún alumno pero era cuestión de tiempo para que supieran todos. aún no me convencía que en mi crecía una persona, una personita a la que ya amaba más que a mi vida, más que a Edward, ¿Que tanto se parecería a mí? o ¿a Edward? y justo ahora me doy cuenta que el "que tanto se parecería a él" tenía un trasfondo más grande, ¿Cómo serán su piel sus ojos? ¿De qué se alimentara? Me recorrió un escalofrío por la columna no quería seguir pensando en que tanto se parecería. ¿Qué haría cuando el doctor vea que quizás no es normal, como los otros bebés? ¿O será tan normal como yo cuando bebé? Y así pasaron los días pensando en un juego infinito de preguntas sin respuestas hasta que llegó el viernes. Estaba nerviosa, aunque quizás me preocupaba de más.

Cuando llegué al hospital y pregunte por el doctor las enfermeras me quedaron mirando, sabían quién era yo y obviamente sabían el por qué buscaba al doctor obstetra del hospital. Después de un rato el doctor Harris apareció y me regaló una sonrisa.

-dame unos minutos Isabella ya te atenderé

-ok.

Estaba nerviosa, la verdad es que nunca había ido al doctor si no me tenían que ver la cabeza por algún golpe. Espere unos minutos hasta que una enfermera me hizo pasar.

-Isabella bienvenida, toma asiento por favor. Veo que no te fuiste a Florida

-no, al final me quedé.

- eso es genial, cuéntame cómo te has sentido.

- bien, tengo náuseas en las mañanas y a veces vómito lo que desayuno.

- bueno eso es muy normal al principio, se te quitará en un par de semanas. ¿Te has vuelto a desmayar?

-no.- mientras respondía sus preguntas él anotaba todo en lo que yo pienso iría a mí archivó. Y la enfermera salió de la habitación.

-bueno isabella necesito que vayas detrás del biombo y te quites la ropa y te pongas la bata. Me avisas cuando estés lista.- en ese preciso momento sentí arder mi rostro, solo un hombre me había visto desnuda. Pero con obediencia fui.

-estoy lista doctor.

- ok, veamos que encontramos acá, ¿Nerviosa?

- un poco

- es normal tu solo relájate y respira. - mientras el doctor Harris me examinaba me conversaba para intentar tranquilizarme - ¿Has pensado que puede ser?

- la verdad es que no he tenido tiempo para pensar nada

- te enteraste de golpe. ¿El papel que te di para el instituto te sirvió?

- si

- bueno, así a simple vista está todo bien, como corresponde, ahora te haré una ecografía. Quiero que te relajes.

- si estoy bien.

- sé que estas nerviosa, pero es muy normal, es tu primer bebé y aparte eres joven y estos exámenes suelen ser muy incómodos.

Al principio me abrió la bata poniendo un gel sobre mi vientre, estaba muy helado después paso una máquina por sobre el gel. En el momento en que tocó mi vientre el doctor puso mala cara como si algo no cuadrara.

-¿sucede algo? - solo me miró y me sonrió sacaba la máquina y la volvía a poner en mi vientre, pero su rostro no cambiaba de hecho se descomponía más.

- Isabella te tendré que hacer una ecografía intrauterina, pero necesito que estés muy relajada.

- ¿hay algo mal?- me miró callado

- algo no va normal o mi ecógrafo está descompuesto ahora lo veremos, pero de verdad necesito máxima relajación de tu parte. - me asusté ¿qué pasaría de malo? ¿Se habrá dado cuenta?- como sé que te tense vamos a conversar un poco. ¿Te parece bien?- definitivamente su sonrisa gentil era un rasgo característico de él.

- si claro.

- bien yo empiezo, mi nombre es Derek estudie en Stanford y vengo de una larga familia de doctores...

- me preguntó qué edad tendrá

- tengo 26, me licencié hace unos meses- y me sonrió, su sonrisa me inundaba tranquilidad como si nada malo fuera a pasar.

- ¿Porque obstetra?

- bueno creo q no hay nada más bello que el regalo de la vida y de lo que la gente puede hacer con ella, por eso elegí traer a este mundo de la mejor manera a personas con todo un futuro por delante. Bien ahora te haré una un poco personal pero es parte de mi trabajo ¿Ok? - asentí

- ¿estás sola en todo esto de tu embarazo?

- ...si

- ¿terminaron? ¿Se fue?

- el… la verdad no lo sabe se fue antes.

- ¿era del pueblo? Esto ya es extraoficial perdón por lo entrometido

- no, no hay problema, si era del pueblo, ósea llegó estuvo unos años y luego se fue, a su padre le ofrecieron un trabajo nuevo.

- ¿nuevo? ¿Fuera del pueblo? ¿Qué hacía?

- …. Era doctor ósea es doctor

.- ¿doctor? -pensó unos segundos- el doctor Cullen.

-¿Cómo supo?

-Bueno es el único doctor que se fue del pueblo y llegue a reemplazarlo a él. El de manera extraoficial atendía los casos de obstetras. En realidad cuando él se fue llegaron unos tres doctores nuevos contándome, es un gran doctor. Bueno Isabella empecemos con lo de la ecografía recuerda relajarte.

Trajo Junto a él una máquina y tomó una parte de él el cual era un cilindro, al tomarlo lo desinfecto y le puso un preservativo. Luego le agrego un gel que esparció y empezó a trabajar. El aparato era molesto miraba la cara del doctor pero se veía tenso. Sabía que algo andaba mal, lo veía en su cara. De un momento a otro empecé a sentir un tamborcito, uno rápido.

Mire al doctor y me sonrió pero era como una sonrisa forzada.

-ese es el corazón de tu bebé

No pude decir nada, solo pensaba en Edward y en sí él sabía todo esto en si Alice se lo había dicho… me cayó una pequeña lágrima al escuchar los latidos que yo con amor había creado.

-está bien terminamos vístete y luego conversaremos.

Y lo hice, el doctor Harris estaba extraño se veía más tenso aún una vez lista salí de detrás del biombo y me senté en frente al escritorio.

-iré al grano isabella, Necesito saber el nombre del padre de tu bebé, Necesito saber si era… diferente.

-¿Qué? ¿Cómo diferente? ¿Mi bebé está bien?

-para saber si está bien necesito el nombre de su padre. ¿Cómo se llama? - estaba siendo demandante ya no me hablaba como doctor.- Isabella tu bebé no está bien y es debido a que su padre no es normal, y tú lo sabes pero no me puedes decir nada ¿verdad? - qué carajo que sabía él. En ese momento me pare de la silla para irme de la habitación y él rápidamente se dio la vuelta y me bloqueó la puerta. Me miraba fijo tenía miedo ¿Quería hacerle daño a mi bebé? No podía admitir nada eso sería mi condena la de mi padre y la del doctor también, sería una masacre de parte de los Vulturis- el modo en que quisiste salir arrancando me confirmó mis mayores miedos, Isabella no te haré daño, solo quiero ayudarte lo juro. Yo sé que tú sabes de qué hablo. Y no puedo dejar que mueras, yo lo sé y sería mi responsabilidad no haberte advertido y ayudado. Necesito que confíes en mí.

- yo no sé de qué habla doctor Harris.- intenté sonar lo más relajada posible. El suavizó su mirada.- si me levanté fue porque me está asustando doctor.

- está bien. Pero si de verdad amas tu vida y la de la criatura que viene me verás hoy en Port Angeles. En el restaurante italiano. A las 8 Si no yo entenderé que quieres que tú y tu hijo mueran y reitero Isabella no voy a hacerte daño. Jamás haría algo así hice un juramento, jamás le haría daño a una persona.

Al terminar de hablar salió del frente de la puerta y él mismo la abrió salí lo más rápido que pude, ¿qué hago?, ¿qué hago?, me subí rápidamente a la camioneta hiperventilada. Me debía ir ahora de este pueblo, y ¿si de verdad me quería ayudar? Relájate Bella relájate quizás él también era un ser inhumano quizás era mago o algo así…. Que idiota soy, Isabella ya te volviste loca. Qué haría ahora. ¿Voy? ¿No voy? voy y me mata, no voy y muero. Voy y me ayuda no voy o… muero. Voy y nos hace daño no voy y… nos hago daño. Decisiones era una mierda tomarlas.

Conduje tranquila de Camino a casa, decidí relajarme antes de emprender el curso, cuando llegue estaba Charlie en la sala esperándome.

-¿Hija porque tardaste tanto?- se acercó rápidamente a mí -¿Estás bien?

- hola, si estoy bien

- te ves extraña, ¿Segura?

- si yo… solo estoy cansada

- hoy fui al instituto y ya te habías ido

- ¿a qué fuiste?

- sentémonos - y eso hicimos. ¿Tienes hambre?

- la verdad es que no.

-está bien, bueno al grano. Hoy me llamaron del instituto para preguntarme si estaba al tanto de tu embarazo.

- ¿Enserio?

- si

- es increíble es el siglo XXI y soy mayor de edad ¿Que les dijiste?

- bueno les dije que sí sabía y que si los podía ayudar en algo más. - sonreí

- papá deben haber estado en shock.

- la verdad es que sí. Ahora ¿dónde estabas? Se supone que ya no tienes gimnasia

-fui al doctor, tenía una cita hoy, todo bien nada que reportar mmm su corazón ya late.

- porque no me dijiste

-no lo creí necesario

- y... ¿fuiste sola?- eso fue una bala directo al corazón solo agache la cabeza

-¿con quién más iría papá?

-bueno recuerda que esta acá este viejo y recuerda que te apoyaré en todo.

- gracias papá. - me dio un apretón por encima del hombro.- sabes iré a mi habitación a terminar una tarea.

- está bien, cualquier cosa estaré acá.

Al subir a mi habitación me dediqué únicamente a pensar y pensar que iba a hacer eran las cinco y media si iría tendría que salir de acá como a las siete era un largo camino a Port Angeles, ir o no ir y si iría tenía que tener una coartada, ir o no ir…

Después de un rato de pensar y pensar decidí que debía ir, arriesgarme a escuchar lo que me tenía que decir y a pesar que tenía más riesgos que oportunidades siempre estaba la opción que el doctor Harris no mintiera. Me decidí a planear mi coartada para evitar el interrogatorio de Charlie, ya no quería responder más preguntas incomodas ni ser cuestionada. Decidí que estaría con alguien, esa sería mi coartada, alguien que no iba a hacer preguntas, alguien discreto. Y me decidí a marcar su número. Sonaba el teléfono y sonaba hasta que por fin escuché su voz desde el otro lado

-¿hola?

- Ángela, hola. Habla Bella

- oh. Bella no te reconocí la voz. ¿Cómo has estado?

- mmm ¿bien y tú?

-bien, cuéntame qué necesitas

- bueno te seré sincera, necesito de tu ayuda. Sé que no estoy en condiciones de pedirte cosas pero… necesito un favor.

-Bella puedes pedirme lo que sea mientras este dentro de mis posibilidades, somos amigas aunque estés un poco alejada, tienes todo mi apoyo. Cuéntame

- bueno voy a salir y necesito que me cubras, le diré a Charlie que saldré contigo, bueno si tú lo permites.

- no tengo problema de hecho ahora saldré con Eric Y podemos decir que estabas con nosotros, pero bella ¿estarás bien?

- si Ángela no es nada malo solo quiero evitar preguntas de Charlie.

- está bien pero al menos dime dónde estarás digo en caso de cualquier cosa.

- iré a Port Angeles, te prometo que te explicaré después.

- no te preocupes solo si lo deseas, cuídate está bien y avísame cuando llegues por favor.

- claro, gracias Ángela eres la mejor.

- de nada.

Al colgar estaba todo listo solo debía dar marcha hasta Port ángeles y llegar a las 8 al restaurante italiano, parecía broma una estúpida broma de mal gusto como si él lo adivinara el mismo estúpido restaurante donde había estado con Edward antes de saber que él era un vampiro. Creo que nunca me iba a librar de su recuerdo.

Apenas dieron las siete me abrigue y salí a la camioneta al menos Charlie no hizo muchas preguntas solo me dejo ir no sin antes darme una advertencia de que tuviera cuidado.

El camino fue eterno sentía que nunca llegaría pero cuando llegué me di cuenta que había demorado a propósito todo el camino. Eran las ocho y veinte y me adentre en el salón en busca de la cara del doctor Harris, hasta que lo vi con un Libro metido entre las narices y unas gafas, estaba nerviosa todavía podía arrepentirme hasta que levantó la mirada y me vio, me regaló esa sonrisa simple que solo él sabía dar, una sonrisa sincera, esa sonrisa me dio el valor de acercarme a la mesa una mesa bastante separada del resto para ser sincera. Al llegar a ella él se levantó y me saludó con un beso en la mejilla.

-sabía que vendrías, toma asiento

- perdón por la demora

- no te preocupes debió haber Sido una decisión difícil.

-¿comiste? ¿Quieres comer algo?

- la verdad es que no podría comer nada tengo un nudo en el estómago.

- ¿cenaste?

-no

- deberías comer tienes que tener fuerzas, puedes pedir lo que quieras.

-doctor yo…

-Derek mi nombre es Derek. Solo dime Derek por favor.

- está bien, Derek. Yo solo quiero saber porque estamos acá.

- te lo diré todo, pero pide algo para comer.

- lasaña.

-ok lasaña será.

En ese momento se acercó la mesera y nos tomó el pedido yo pedí lasaña y el doctor… Derek pidió ñoquis en salsa blanca

-cuéntame que conoces de nueva Orleans

- no mucho la verdad. Está cerca del Mississippi, creo que es la cuna del jazz ¿no? Huracanes tornados, solo eso

- bueno, tienes razón muchos huracanes tornados, cerca del Mississippi y claro por supuesto es la cuna del jazz pero hay más que eso, debajo de esos muros y esa ciudad se ocultan años de historias, leyendas, mitos hay todo un mundo del que yo sé que tú conoces.

- nunca he estado en nueva Orleans.

- si pero las leyendas son leyendas porque son movidas de un lugar a otro y otras personas saben de ellas. Si no solo serían cosas dichas por un borracho en algún bar de mala muerte en lo más recóndito de la ciudad. ¿Has escuchado que dicen que en Nueva Orleans hay magia?

- un par de veces

- bueno eso porque es un lugar mágico, un lugar predilecto para la libertad y el libertinaje. Yo nací allá me fui cuando entré a Stanford. Recuerdas que te dije que vengo de una larga familia de doctores

-si lo recuerdo.

- bueno cuando digo larga es muy larga mi padre era doctor, mi abuelo, mi bisabuelo mi tatarabuelo y así hacía atrás.

- Wow eso es… una larga tradición

- lo es, yo quería estudiar música pero mi madre es una nazi y todo el mundo debe hacer lo que ella dice. Después que mi padre murió ya no tuve opción.

- y si estudiabas música ¿qué hubiera hecho ella?

- ella es la única familia que tengo no la quería decepcionar.

- yo decepcione a la mía, creo que nunca me perdonará.

- lo hará con el tiempo. Cómo te contaba mi familia tiene Una larga tradición familiar aparte de la medicina.- en ese momento nos llevaron los platos así que guardó silencio por algunos minutos.- ¿esto se ve bien ya habías venido acá?

- una vez, la comida es buena.

- está nerviosa verdad, te lo contaré todo solo no seas impaciente y para contarlo todo necesito empezar desde el inicio.

Nueva Orleans fue fundada por colonos franceses mi familia, Harris es una familia mayoritariamente de hombres, la mayoría de las mujeres que hay son de matrimonio como mi madre, ella es Harris porque se casó con mi padre bueno, mi familia llego con los ingleses. Franceses e ingleses formaron lo que se llamó Nueva Orleans, rápidamente se llenó de colonos con sus esclavos, ellos tenían creencias acerca de seres sobrenaturales que seducían mujeres bellas que utilizaban como experimentos o simplemente para matarlas. Se empezaron a ver casos de mujeres destrozadas, mujeres muertas sin una gota de sangre y obviamente como te dije mi familia se dedica a la medicina desde hace siglos. En fin después de un tiempo dejaron de pasar y la gente lo olvido, después de todo, qué tan importante era la vida de un esclavo en los 1700 u 800, esos seré sabían que mientras no tocaran a las personas blancas se mantendrían seguros. Pero no creas que solo mujeres muertas era lo que se encontraba en ese tiempo, hombres de piel negra totalmente secos, eran encontrados pero las mujeres eran las únicas que mostraban la características que eran destrozadas desde el vientre. Abraham Harris era el doctor que había en ese tiempo, se obsesiono con el tema hasta que llego al origen de todo, esos seres eran de piel pálida, fuertes…

-veloces.- era la única intervención que hacía y me sonrió como forma de complicidad, con esa simple palabra admití que sabía de qué hablaba y admití que el padre de mi bebe era un vampiro.

-veloces… desde el día en que Abraham se vio cara a cara con uno de ellos, decidió que debían desaparecer, ¿pero cómo?, ¿estacas en el corazón? ¿Cruces?, ¿ajo?, ¿sol? investigo e investigo hasta que descubrió que el sol no les hacía daño, que las cruces no tenían nada que ver viajo buscando respuestas, hasta que no pudo más y lo paso as u hijo y así sucesivamente. Mi familia solo hijos directos de algún Harris va heredando los diarios que se van completando desde Abraham, actualmente los tengo yo, mi padre William Harris me entrego antes de morir. Por eso isabella debo ayudarte yo tengo lo conocimientos para poder salvarte.

-¿que pasara con mi bebe?

-no puedo salvarlos a ambos él te matara antes de que nazca

-entonces no. o al menos inténtalo y escríbelo en el diario de tu familia

-Isabella, yo no puedo...

-yo a cambio te daré información, información valiosa, detalles que seguro no sabes pero sálvalo- me miraba como si estuviera loca como si de verdad quisiera morir yo solo quería salvar a mi bebe.

-¿de verdad lo amabas?

-sí, pero no es por él, es por mí, por mi hijo. Y haría lo que fuera por salvarlo,

-¿hasta vender a la familia del hombre que amas?

-él no me ama y tengo una razón más importante que él.