Capitulo 13

Todo cambia…

Tom entró a la casa, sin poder encontrar a nadie alcanzó a ver una puerta abierta, a la que se dirigió a paso tranquilo este se quedo asombrado en la entrada observando todo.

En un sillón con lagrimas, estaba Sean con Katy en sus piernas, sin ver a nadie, acariciándole el rostro. Candy estaba abrazada por Albert en el centro de la enorme habitación. Un juego de ropas infantiles, que el mismo quiso reconocer… en el piso tiradas. Tres niñas de entre seis y ocho años en posición fetal, recostadas en la alfombra.

Seis jóvenes estaban en parejas tirados en el suelo, reconoció a Terry y a Ely entre ellos… sorprendido vio a una que era idéntica a Candy, tan parecida a su hermana cuando era estudiante de secundaria, tras un escritorio salía la cabeza de un hombre blanco castaño claro asomándose para saber si todo estaba en orden y en sus brazos un niño envuelto en un saco.

De tras de un sillón, se levantaban dos jóvenes muy parecidos a Terry, bastante altos y con los niños en sus brazos, eran los gemelitos que había conocido hacía solo unas horas.

- ¡Terry! ¡Mi tomillo! ¿Qué tienes?

Fue una angustia verlo en el suelo lo que lo hizo reaccionar, olvidándose de su madre y su hermana, vio a su niño… al que siempre consideró su hijo.

Candy giró soltándose del abrazo de Albert

- ¡Mis bebes!

Sean, soltó en el sillón a Katy con delicadeza y agregó

- ¡Andrew! Ven te necesito ahora. Dirigiendo su voz hacia el Abuelo William quien abrazaba a Bert, sin descubrirlo del saco en el que lo ocultaba. Lo dejo de lado y se acercó con cautela,

- ¿Qué pasó aquí? ¡White! ¿Qué tienen mis nietos?

Candy se arrodilló ante el cuerpo sin vida que Katy, su padre la vio, tocó la frente de Katy el clon de su hija y como un acto sin dolor, se fue desapareciendo para convertirse en polvo dorado como el de sus nietos pequeños, a los que no alcanzó a conocer y dejaron su esencia en una pareja de hermanos Terry y Ely.

Sean pensaba devolverle a su hija, parte de su clon, pero en Candy no podía entrar nada después de los reactivos que estaban dentro de ella, fue así que el polvo lo fue desvaneciendo en Ely, al notar que ella no reaccionaba, con otra de sus manos tomo de la mirada del abuelo William y de este paso un enlace a los jóvenes que no reaccionaban aun.

Al pasar un instante Tom, con lagrimas tomaba a Terry abrazándolo con cuidado preguntó

- ¿Mi pequeño, va a estar bien?

Will y Alex soltaron la boca al ver todo lo que tenían ahí, un hombre se creía padre de Terry y lo abrazaba, frente a su abuelo y a su Padre. Will de inmediato se acercó asustado, trato de tomar a Terry de los brazos de Tom

-Es mi hermano. No es su hijo. Tom vio a Will a los ojos, soltándole a Terry respondió.

- Es mi sobrino. Y lo quiero como mi hijo. Alex toco la espalda de Will y agregó

- Disculpe tío, no lo conocíamos. Terry es nuestro hermano.

- Si, lo sé, me lo dijo su madre.

Sean tomo a Tom desprevenido y lo abrazo con fuerza, agregando

- Pero si eres mi Tom. Mi niño, ya eres un hombre, hijo.

- ¿Quién es usted?

- Sean White. Tu tutor, tu tío, el hermano de tu madre. Tom se quedo asombrado viendo a Sean, sin poder responder nada. Albert levantó a Candy, la ayudo a sentarse y tomo del suelo a Ely,

-Pequeña, mi pequeña ¡Despierta!

Sean soltó a Tom con una sonrisa, respondió a Albert.

- Hijo, la niña no va a despertar ahora, necesita descanso. Los mellizos tenían una inyección pendiente de activarse, se va a activar en ella, la de la niña. En Terry, pasará lo mismo, los pequeños, se resguardaron en ellos. Albert vio a los ojos de Sean, su mirada estaba quebrada y la boca ajustaba dolor, solo respondió,

- Mis hijos… ya… no…

- Ellos son tu hijos ahora, dentro de Ely y Terry esta la esencia de los mellizos.

- ¿Por qué?

Con un dolor visible, Albert no quería aceptar, que Ángel y Mayra, ya se habían ido. Candy bajo su rostro comprendiéndolo todo, sus hijos tienen habilidades diferentes, esa habilidad era la de los pequeños, al sentir su activación, la energía de ella despertó a los mellizos, quienes todavía no eran lo suficientemente fuertes para vivir. Ahora comprendía su silencio, sus risas, su manera de responder con solo sonrisas, ellos no lo iban a lograr. Vio en el saco del abuelo William, los pies de Bert, y con un esfuerzo a su debilidad, se levantó hacia su pequeño, abrió el saco, tomo a su hijito, un pequeño que parecía de entre tres y cinco años ahora, este con sus ojos ajustaditos y sus bracitos en forma de cruz, al sentir a su madre tocarlo, se extendió para verla diciendo,

- ¡Mamá!

Candy dio un pequeño grito de alegría, abrazó a su bebe y giro con él, soltando las lagrimas contenidas,

- ¡Mi bebe! ¡Mi pequeño bebito! ¿Estás bien, mi amor?

- Si, estoy bien… ¿Quién está mal?

- Nadie, mi amor. Todos estamos aquí, todos estamos aquí…

Abrazando a su pequeño, soltaba el llanto y sonrisas, sus hijos estaban ahí, de una u otra forma estaban ahí, y ese hombre… era su padre y los había salvado de ella… de su activación. Por la sorpresa que manifestó.

Tom asombrado, trataba de creer lo que veía, había jóvenes altos y eran los hijos que Candy mencionó, no lo creía por completo, pero eran reales. La joven en el piso era su sobrina, este se acercó a ella con ternura, la tomo en sus brazos y la colocó con cuidado en uno de los sillones, la observó minuciosamente como si al tocarla pudiera quebrarla, era Andrea quien estaba dormida después del enlace tan fuerte con Ely. Sean comentó sin mucho detalle,

- Se absorbió el reactivo de sus cuerpos, y… al entrar los mellizos salvaron a sus hermanos… solo faltaba un poco para hacerlos reaccionar, entre William y yo logramos estabilizar ese reactivo faltante en Terry y Ely, el enlace fue roto pero… Jofiel… va a cambiar mucho… Terry y Ely también. Albert… Terry tiene a Ángel… por dentro es un Andrew, al igual su hermana… ¿Lo comprendes?

- Si. Will, Alex, ayúdenme a llevar a sus hermanos a nuestras habitaciones, traten de no llamar la atención… Papá… ayúdeme por favor, para que todos vayan a distraerse solo un poco, después lo veo en mi habitación, para saber qué es lo que haremos… Candy, mi amor ¿Te sientes mejor?

- Si Albert, mira… Bert está aquí.

- Si. Tomo al pequeño y le dio un beso en la frente, ahora comprendía a Will y su angustia, ellos no estaban listos para sobrevivir, debían cuidarlos de forma diferente, solo quedaba Bert. Las niñas estaban listas, los gemelos ya no podían ser procesados por sus habilidades, pero los pequeños… siempre fueron procesables, por eso debían cuidarlos más.

Anthony abría los ojos, perdido en lo que había pasado. Tom se acercó, lo tomo por un costado y agregó

- Ven hijo, seguiremos a tu familia, para que descanses. Con los labios sueltos vio a Tom, y sin decir nada, se fue abrazado por él, vio a su hermano Alex, llevando a Ely en sus brazos, Will llevaba a Terry y el abuelo William llevaba a Andrea.

Sean llevaba a Katy con una sonrisa en sus labios, ahí estaba su esposa, la mujer que siempre creyó haber perdido, su esperanza estaba con vida, y estaba en sus brazos.

Los demás entraban a una puerta y esta se enlazaba a otras habitaciones, Candy estaba sentada cubriendo a Bert, ya de pie estaban los gemelos y las trillizas caminaban indicando donde poner a Ely y a Andrea, serias sin una sonrisa, se acababan de dar cuenta que ya no verían a Katy, pero lo que las tenía tristes era saber que ya no tendrían a los mellizos, que ahora estaban en Terry y Ely, pero su imagen ya no sería vista.

En la habitación del fondo entraba Sean con Katy en sus brazos, Tom los vio sin decir nada, ella tenía que hablar con él, casi cuarenta años pensándolo muerto, y resulta que ese hombre, era su tío, el padre verdadero de Candy.

Andrea abría los ojos, apenada tratando de recordar y solo sentía el rostro de Ely frente a ella, viéndola angustiada, preocupada porque no sabía nada de lo que paso. Albert le quitaba la ropa a Jofiel se acercó a su oído y le dijo

- Eres lo mejor que tengo, por favor, no te vayas hijo. Lo abrazó y lo cubrió con una sabana para verlo dormir, su cabello blanco brillaba tanto que sentía tener un verdadero angelito en él. En la misma habitación estaba Terry, lo cubrió dejándole sus brazos afuera y noto algo extraño en su cabello. - ¡Sean! ¡Sean! Este salió a buscarlo, Terry estaba cambiando, su cabello se torno en el color castaño que tenía Ángel.

Candy beso a Ely, la cubrió con la cobija y vio que Andrea ya estaba con los ojos abiertos

- Ven hija, no tengas temor, ella está bien. Vamos a ver a tus hermanos, están preocupados por ti.

- Si. ¿Dónde está Katy?

- Ya no está, ella ya no estará con nosotros.

Candy abrazó a Andrea, cerró la puerta de la habitación, dejando dormida a Ely. Al salir las niñas vieron caminando a Andrea, y corrieron a abrazarla.

- ¡Andy! ¡Andy! ¡Andy!

- Estoy bien. ¿Dónde está Anthony?

- El está bien. Ya despertó, fue con Papá a buscar al abuelo Sean.

En la habitación, Sean veía a Katy y esta abrió los ojos, con una sonrisa comentó

- No estoy soñando ¿Verdad?

- No. Katy… estoy vivo… y ya vi a Candy… y a Tom… te veo y… estoy loco de felicidad… perdóname por asustarte… pero…

- Sean yo… pensé que estabas muerto… tantos años… y parece que fue tan poco tiempo… al verte.

Las lagrimas de Katy y los pensamientos hicieron que Sean los fuera sintiendo, vio las imágenes de preocupación y todo lo que ella temía decirle, como decir tanto en tan poco… como decirle que ella estuvo todos esos años escondida en México, que alguien estuvo con ella… Todo poco a poco Sean lo vio en su mente, vio como John estaba borracho lleno de molestia y frustrado porque Katy no lo amaba, abuso de ella obligándola a ser su mujer, como ella quedo embarazada, como vivió la tristeza de tener que soportarlo para que no supieran que Candy estaba con vida, que Tom podía ser buscado y el temor que la hizo callar todo ese tiempo.

Al final vio el rostro de Jim, que se parecía tanto a ella, que temía mencionárselo a Sean.

- Katy… todo está bien. Estas con vida, eres mi esposa… y ese hombre ya no está… Jim… será un hijo. Katy abrió los ojos en sorpresa y respondió

- ¿Lo sabes? Sean yo…

- Todo está bien mi amor, comprendo todo lo que pasaste… Y si ahora John estuviera con vida… te arrebataría de sus brazos, eres mi esposa Katy… la única mujer de mi vida… ¡Lo sabes!

- Sean, perdóname…yo no

- Todo está bien, ese hombre te salvo la vida, Jim es un regalo. Fue tu padre… al temer que te hicieran daño… tal vez habría hecho lo mismo… Si tocaran a mi hija… Ven olvida todo… vamos a pensar… que todos estos años… fueron un mal sueño… estuve encerrado tanto tiempo… quise morir muchas veces… y le dije a Dios… cuanto lo odiaba… para… pedirle perdón ahora… porque me ha devuelto todo… y un poco más.

Katy se levantó de la cama y lo abrazó, este sentado frente a ella, su estatura pequeña la hacía llegar a su pecho cuando estaba de pie, la abrazo de su cintura, la sentó a sus piernas y la beso dulcemente. En sus labios agregó- ¡Te amo!

- También te amo Sean. Con todo mi corazón, mi amor.

El beso fue respondido con amor, un sonido en la puerta los separó, sin soltarle la mano, como si al soltarla fuera a irse, se acercó a la puerta, la abrió y Albert angustiado comentó

- Terry… su cabello… Sean ¿Ven a verlo?

- Tranquilo Albert, sabemos que el muchacho va a cambiar, Ángel esta dentro afuera quedo, la genética paterna. No dudes que lo mismo le pase al otro niño.

- ¿A mi Jofiel?

- Si. Y a Ely también. En ese momento Katy al escuchar el nombre de sus niños, se asustó, soltó la mano de Sean y salió buscando a Candy, si algo tenían sus niños, ella debía estar con ellos.

A penas caminó por el pasillo y vio a los gemelos, que estaban emocionados en la puerta de la habitación principal, vieron a la abuela con una sonrisa, al ver acercarse a su Padre y a su abuelo Sean, Daniel comentó

- Abuelo ¿podemos ver a Terry?

- Por supuesto. Respondió con una sonrisa, al confirmar que ya nada malo iba a suceder, solo estaban cambiando por lo que hicieron, activarse jeringas de crecimiento y el resultado de la absorción de Jofiel a Terry fue la más difícil, porque Jofiel era pequeño, mientras que Anthony y Andrea ya estaban más fuertes y no tenían pendientes crecimiento.

Jofiel conservaba una forma fetal, abrazando sus rodillas se aguardaba su momento, mientras dentro de él una revolución sucedía, había absorbido en Terry toda la parte activa dormida de su madre, dejándolo casi sin vida, para luego entrar Ángel y salvar a lo que quedaba de su cuerpo, al final lo activaba sus abuelos para que tuviera la fuerza de recuperarse, pues el nietecito menor tenía pendiente crecer, en la última jeringa de crecimiento recibida antes de escapar.

Lo mismo pasaba en Ely al recibir a la melliza Mayra en ella, solo que su abuelo para aprovechar la energía inerte colocó el polvo dorado en el que Katy, la joven clon de su madre para restablecer lo que Anthony había absorbido de ella, y lo activo con el abuelo William, lo mismo que había activado hace tiempo por sangre al abuelo Sean.

Al entrar a la habitación donde estaban Terry y Jofiel, el único cambio notorio era el cabello de Terry, ya no había rizos dorados, sino un hermoso castaño sedoso y brillante, sus ojos cerrados y una tranquilidad que reflejaba paz.

Jofiel dormía igual, solo que sus brazos ajustaban sus rodillas, y su rostro sentía angustia, la misma que le dolía a Albert al verlo y querer abrazarlo para reconfortarlo.

- Hijo, por favor no te vayas.

- No se irá, el sentía que debía morir por cómo se fueron sus hermanos frente a él. Pero el bastardo lo vio como un niño con defecto por su color de cabello, ¡tonto! Si mi nieto es tan fuerte, y será mucho muy bueno.

- ¿Crees que sobreviva? Preguntó angustiado Albert a Sean, este le sonrió

- Por supuesto. Es mi nieto. Katy lo vio asombrada, acarició el cabello de Jofiel y le dio un beso a este, vio a su pequeño Terry, que ya no tenía el rubio que ella amaba tanto en él, al girar en el marco de la puerta estaban Alex y Will viéndola, esta hizo una sonrisa y los abrazó de sus cinturas.

- ¿Son mi niños? Will con una sonrisa suave, solo asintió y ella estiró sus brazos para bajar sus rostros y besarlos. Viendo a Alex agregó - Eres muy parecido a Sean. Este sonrió más efusivo y vio a Will, quien tomo a la abuela y la elevó en sus brazos, para llevarla con su madre.

- Aquí está la abuela, mamá.

- Gracias Will. -Mamá ya conociste a mis niños, verdad que se parecen mucho a mi Terry.

- No. Se parecen a Sean.

- ¡Mamá! Esta la abrazó y ambas veían dormida a Ely. Mientras Andrea preocupada permanecía a un lado de su cabecera, sentada en un costado, cuidándola con cierta preocupación. La abuela Katy al verla le sonrió y agregó

- ¿Eres Andrea?

- Si abuela.

- Ven aquí, mira lo bonita que es… Candy, ella es alta.

- Si mami, como la madre de Albert.

- Me alegro, parece modelo de revista, es hermosa.

- ¡Mami! Ella se parece a la hermana de mi Albert.

- ¿Eso es verdad?

- Ya la verás, es tan bella como su tía. Andrea sonrió desvaneciendo un poco su preocupación, al sentir que su madre no la culpaba de lo que Ely estaba pasando. Las niñas por su parte, se acercaron a su abuelita rodeándola, esta comentó

- ¿Candy? Y mis pequeñitas si van a ser como su abuelita Katy…

- No lo sé mami, ellas son muy pequeñas aun, pero pueden crecer un poco más… mira como sonríen, se parecen a su Papá.

- ¡Hija estás enamorada!

- ¡Mami!

Horas después ya todos se retiraban a descansar alegando cansancio, cenaban en la habitación, no bajaron al comedor principal donde estuvieron bastante tranquilas las cosas.

- William, ¿Por qué la familia de mi Albert no bajó?

- Llegó la familia de mi nuera, y están cansados mi amor.

- ¿Y no van a cenar?

- Cenaron en la habitación.

Diane sonrió satisfecha, al menos su sobrinita no le iba a robar protagonismo esa noche, pasó comentando todo lo planeado para el festejo, no dejo de hablar de las sorpresas que tenía planeadas, de todo lo que llevaba meses organizando, que para Albert pues como no esperaba a su familia, mando llamar a sus amigos militares como todos los años, su escuadrón especial y el comando que lo había salvado cuando estuvo como rehén.

- Amor, deja que Rose cuente algo… Dijo mirando a su hermana con ternura Alexander.

- Alexander, Rose nunca agrega nada a este evento. - ¿Verdad Rose?

Esta se sorprendió, al recibir una pregunta de ella y solo asintió sin dar respuesta, pero la abuela agregó

- Pero yo si Diane, y como también es el cumpleaños de dos de mis nietos voy a agregar detalles para ellos, la banda de música para jóvenes es lo adecuado y mande llamar a Charlie, para poner algo extra juvenil para ellos, además agregue a más invitados, llegarán mañana los Cornwall, los Anderson, los Mc Gregor y mi familia de Escocia, hace días envíe al piloto para que no fueran a faltar.

-Pero… ¿y mis invitados? ¿Dónde se van a quedar mis amistades?

- Pues… primero es la familia, si deseas puedes reservar hotel en el pueblo cercano, hay espacio en esta época.

- Es que… ahí se quedan la prensa y… Creo que debió avisarme…

- ¡Avisarte! Por favor Diane, desde cuando eres tu quien se encarga de mi casa, de mi familia, y del festejo de mis hijos… vamos son solo tus amistades… no son la familia, no le des tanta importancia.

-Pero Doraly…

- Lo siento ella no es mi invitada y… si la contemplaste, no le molestará estar en el hotel, sobre todo con su esposo.

- Ella no viene con pareja.

- Eso, es lo de menos. Dio un bocado, tomo la servilleta y se levantó del comedor, acercándose a su esposo le dio un beso y agregó - Te espero en el estudio mi amor.

- Nos vamos juntos. Se levantó y se fue tomándola por los hombros, tenía que contarle que sus nietos tenían cambios y que tres de ellos ya no estaban.

En México, Jim tomaba una llamada de su prometida, donde esta no podía verlo por las cosas de la boda, este quiso darle la sorpresa y se fue a buscarla, pero vio a un joven discutiendo con ella y este se recargo en la pared para saber que reclamaba.

- Me voy a casar con él. No creas que nací para mantenerte.

- Lupita, ese bebe es mío, como vas a decirle que no se parece a él.

- Estás loco. Ese bebe será de él, que no piensas en mi, que no tienes nada para mantenernos, Jim me ama y está dispuesto a todo por mí. No sabes todo lo que hizo, enfrento a su madre y a su hermano, el está haciendo una fiesta enorme y hermosa, como nos lo merecemos, tu… tu solo has sido un error en mi vida, sabes bien que lo nuestro jamás iba a funcionar.

Jim se molestó, recordó como su madre le dijo hasta el cansancio que ella no era de fiar, que era una joven muy interesada, que no sentía que lo amará como él a ella. Tom le dijo que debía ser más largo el noviazgo y como a Candy le fue tan mal, cuando no le hizo caso a Tom.

Salió de la pared y se acercó a ella. Esta daba la espalda y quien lo veía era el hombre frente a ella, la tomo de los hombros, aspiró aire, le tomo la mano quitándole el anillo y se dirigió a él diciendo

- Cásate con ella. Tu hijo debe saber que no eres un cobarde. Se retiro sin decir nada, esta de inmediato gritando entró a su casa, para que saliera su madre, misma que ya le había advertido varias veces a su ex novio que no lo quería cerca.

Jim regresó a la casa, armo la maleta y en vez de manejar pidió un taxi al aeropuerto, se iría a Texas, al rancho de su abuelo, ahí se comunicaría con Tom.