Fic

El Secreto de las Castas

Capítulo 18

La bella velada

Anabel Cornwall comentaba con Candy que en cuanto llegaran sus hijos deseaba que conocieran a su familia, aunque ella era una prima lejana por ser de la familia de la hermana del bisabuelo Anderson, ella estaba encantada porque siempre había estado muy unida a Rosemary. Quien cuando había llegado, preocupada solo había podido saludar en breve y se retiraba casi de inmediato, su esposo que debía estar esperándola con más de tres llamadas que le había realizado, pues se había enterado del ladrón que su sobrina había atrapado y eso lo tenía angustiado, este a su vez informaba a Tom, a quien comenzaba a considerar un buen amigo, una sencillez inigualable, Arthur tenía dos hijas, mientras Tom tenía dos hijos varones.

Thomas sabía todo lo del ladrón a treves de Arthur y no contaba nada, para no perjudicar a su querida sobrina, a quien esperaba bastante nervioso por verla llegar y que su papá no fuera a regañarla por lo que había pasado con el atraco, eso era algo normal para Tom y Jim en México, pero para su sobrina que ahora era mayor, tal vez su familia no lo vería así. Cuando notaba que todo estaba en orden, luego de darle un abrazo a su nuevo Tío, se llevaba de manera escurridiza a su madre para conversar con ella de varios pendientes que surgieron con Jim y con su familia.

En menos de lo que esperaban Sean también llegaba y escuchaba la problemática que tenía Jim, después de cancelar su boda, de la cancelación de los preparativos y que se perdiera una cantidad considerable de dinero con la que había separado su evento.

Gabriela la esposa de Tom, con sus dos hijos, temerosa de que algo malo le sucediera a su marido, pues la habían estado presionando para que dijera información sobre su cuñada Candy Gómez y sus hijos, esta vez con hombres de la policía, supuestamente investigando el caso y ella no sabía nada, solo respondiendo que tenían que esperar a su marido, aunque deseaba que Tom ya no saliera lastimado y lo prefería lejos. Lo cierto es que tras esa presión presentía que estaban los hombres de Grandchester y eso mortificaba mucho más a Gaby, con su embarazo, no podía estar soportando ese tipo de interrogatorios constantes y menos temiendo por la seguridad de su marido, de su cuñada y de hasta sus sobrinos desaparecidos.

Hasta cuando Jim le dijo que se irían y que la casa la venderían después porque estarían viviendo en Texas, fue para ella un descanso, saber que su marido contaba con casa en los Estados Unidos, donde sus hijos y ella podían ser registrados con el apellido de él, ya que Tom, no era de apellido Gómez, sino era un testigo protegido por el gobierno americano y su identidad real hacía que se llevara a su familia ahora que Candy había sido secuestrada y no se sabía nada de ella, ni de sus niños.

- Mamita, Gaby ha estado muy nerviosa, no le hemos dicho todo, ella ahorita está empacando y se vendrá con Jim. Lo que la preocupa más fue que ya tiene a la policía buscando a Candy y a sus hijos Terry y Eleonor. Mi suegra también se vendrá, pero eso sería una semana después, no quiere que Gaby pase su embarazo sin ella, pues es la única familia que tiene mi mujer, es mi responsabilidad, no tiene más hijos y está sola. Le dije que ya no regresaría a México si se venía.

- Haces bien, sabes, Jim ha dicho que entre los dos pueden llevar el rancho de mi padre, además tu tío nos cuidará aquí, él tiene los medios para proteger a tu familia. Giraba a ver a su marido a lo que preguntaba, - ¿Cierto Sean?

- Por supuesto. - Tom deja de preocuparte, Gaby y tus niños estarán bien aquí, te prometo que no les faltará nada, tengo una casa en Colorado, esa la puedo poner a tu nombre, es grande y espaciosa, pero si vas a estar en el rancho con tu hermano, también les servirá a los niños mientras se adaptan al idioma.

- Gracias Tío. Estaba muy preocupado por mis sobrinos, ellos están educados a nuestra manera de ser. Aunque los hayan cambiado son independientes, mi Tomillo puede manejar todo por su cuenta, varias veces se encargaba de mis documentos y la contabilidad, mi niña igual, ellos eran como los hijos mayores y... Nosotros no somos ricos, sabemos trabajar. Candy debe comprender que sus hijos son valientes, ella los enseño a que nadie los tratara mal. Si mi mamá estaba ahí, Ely o Candice como le quieran llamar, la vio, no iba a dejarla que la tomaran como rehén, aquí en este lado del río son bien violentos con las armas.

- En todos lados, Tom.

- Tío con el avanzado embarazo de Gaby, posiblemente no me la dejen pasar, ella no es americana. Si Jim se fue por ella, tendré que ir al Rancho y… lo siento, pero me llevaré a mi mamá, es a ella a la que conocen y quieren más.

- Hablaré con William y Albert tu cuñado, para que se hagan cargo y puedan pasar tus hijos y tu mujer tranquilamente, envía lo que puedas por mudanza aérea, toma aquí mi tarjeta y envía todo a esta dirección si los investigan no los seguirán al rancho, así revisaran todo y no habrá problema por el traslado de cosas, ellos no mostraran ante la policía sobre la mudanza. Sobre llevarte a tu madre, si ella dice que si, nos vamos juntos. Y a ver con que cara ve a nuestra hija por dejarla sola con todos sus hijos. - De la venta de propiedades en México, se la dejaremos a Albert, el que se haga cargo con Alexander tienen más propiedades y negocios allá, para que Jim se deslinde de ese asunto y no lo vuelvan a ver.

- Se lo diré. Gaby está esperando mi llamada y Jim, también ya se encuentra viendo sobre las camionetas y lo que tenemos allá, mucho nos serviría en el rancho, pero con placas de México, no tiene caso, así que también se venderán.

- Bien, le diré que un corredor de confianza de tu cuñado se haga cargo, que lo realice como si los hubieran embargado, así solo nos darán el efectivo y los bienes quedaran en las propiedades que Albert y su hermano tienen allá.

En el salón Angus y su hermana Judit parecían niños, estaban riendo de las ocurrencias de Evolet y de los nietos menores que ya se iban a dormir, pues al día siguiente debían hacer sus deberes, ellos tenían una educación supervisada por su madre.

Las jóvenes estaban emocionadas porque todas las cosas que compraron estarían llegando al día siguiente incluyendo los vestidos que ya estaban diciendo mostrarían a Mai y a Beth para que los vieran juntas y ellas mostrarían los suyos.

- Si Mai, veras que mi abuela trajo unos vestidos divinos, los que más me gustaron fueron los que le dieron a mi hermana Candice, es que ella se ve muy bien. Candice negaba y aseguraba que su hermanita se veía elegante y con clase, que solo estaba emocionada porque muchos vestidos fueron de la talla de ella, otros que le gustaban y no los había para Andy. Mai continuaba,

- Me encanta como se llevan ustedes, mi hermana y yo compartimos nuestras prendas, pero ahora que estoy más alta, ya no pudimos hacerlo, además ella tiene una forma distinta de cuerpo contrario al mío. Beth agregaba,

- Yo salí del lado de mi mamá, no soy tan alta como mis hermanos y lo único que me identifica con ella es el rubio platino de nuestros cabellos, antes parecíamos mellizas, ahora ya no. Hacía un mohín gracioso viéndose infantil, lo cual observaba muy atenta Andy, quien le agradaba como interactuaban.

En la habitación los menores le comentaban a su madre que en otras ocasiones de los festejos de la familia de su padre, las hijas de su Tío Alexander, le regalaban una melodía con instrumentos que ellas tenían clases, y otras de ballet, para darle un regalo a su padre, pero como ellos tenían un padre militar pues no le gustaría el ballet mucho menos la orquesta, a lo que Candy aseguraba que su padre si le gustaba la música y le encanta bailar con ella, siempre lo hacía, no por ser militar solo le gustan las armas, eso no siempre es así.

- Su padre goza mucho de los animales, en sus viajes siempre conocía las especies y sus nombres, es muy aficionado a los lugares libres, le encanta la caminata y los deportes de alto riesgo, por lo que pudieran regalarle algo para esos pasatiempos.

- Mamá aquí en el rancho hemos notado que Papá tiene de todo, autos y muchos detalles que son de él, entre esas cosas para salir y hasta autos militares que comparte con el abuelo.

- ¡Vaya! Será difícil hacerle un regalo a tu padre, buscare un perfume. Andy agregaba,

- O algún reloj, pero vi en su habitación que tiene muchos y se los dio a mis hermanos.

- Tal vez deberían preguntarle a tu abuelo Sean. Terminaba por decirle Candy a sus hijas que deseaban hacerle algo para darle a su padre.

Cuando entraba Albert, todos cambiaban de tema, el se hacía el pensativo, luego salía, y al cerrar la puerta sonreía por lo que notaba a sus hijos queriendo esconder un plan. Sin embargo, en el pasillo, miraba hacia el fondo y Sean le hacía la seña de que se acercara para hablar. Durante la siguiente hora, buscaban soluciones, pero ninguna tan rápida para poder pasar con la documentación oficial a la esposa de Tom y sus hijos. Lo cual preocupaba a Katy y esto a su vez a Sean, quien todo el tiempo negaba, como sabiendo que ella deseaba ir con su nuera, y dejar en la fiesta a Sean. Por lo que él negaba y Albert al saber que le podían quitar a Sean, se presionaba en buscar otras soluciones.

Ya bastante tarde, entraba a su habitación, ella sentada en un escritorio buscaba un regalo apropiado para los mellizos Andrea y Anthony, el con una sonrisa, confirmaba,

- Ya sé que regalarles a ambos. Ella sonreía en complicidad, como aceptando lo que pensaba y pasaban a las caricias y los besos por el pequeño triunfo obtenido al saber que comprarles a sus hijos en solo un pensamiento.

La noche se hacía larga para la pareja, mientras afuera, los que descansaban meditaban, y las trillizas efectuaban su primer paso mentalmente para quedarse dormidas después. Mientras Andrea y Candice, veían algunas cosas acomodadas que habían comprado y ya les guardaron en sus respectivos compartimentos.

- Candice ¿Me sorprendí mucho tu control para con ese hombre?

- Ya lo había visto antes, mi Tío Tom y mi Tío Jim, nos enseñaron algunas cosas en los negocios, en ocasiones manejábamos efectivo y podían intentar asaltarnos, sabíamos que actuar impulsivamente no sirve, debemos siempre pensar en los que se encuentran ahí. Si lastimamos a nuestros seres queridos, lo lamentaremos siempre. No es como ahora que, aunque sabían que Ángel y Mayra se transformaron sin querer, y que después formaran parte de mi hermano y de mí, convirtiéndonos en mellizos, haciendo que cambiáramos y… a su vez no sentir dolor por los que ya no vemos, sino alegría porque de una forma distinta, están aquí. En otra ocasión lloraría por horas, pero no siento dolor.

- Porque habrías de sentirlo, el dolor que sentí cuando mataron a mis hermanos Wendy y Walter frente a mí, eso sí fue dolor, pero en el caso de mis hermanitos, fue distinto, ellos eligieron transformarse y salvarse con ustedes. En lo personal, fue un cambio maravilloso, porque ustedes ahora son totalmente como nosotros y en parte saben cómo sentimos.

- Andy, ahora que son mayores, no podrán disolverse, ¿cierto?

- No, ya no podemos, ya nuestro cuerpo ha madurado, es imposible deshacerse, ahora solo queda saber porque Bert no termino de crecer con su inyección. Los demás ya no somos procesables. Pensé que nuestra genética la tenía ese niño Nicolas, pero cuando lo vi, sentí pena, porque su madre, amaba a ese hombre sin saber que era mucho mayor de sesenta años.

- ¿Qué?

- Mira, mis padres le pusieron a Joseph veinte años, sin embargo, él contaba con su inyección de catorce años, al absorber el reactivo de tu hermanito, su edad podía ser de veintiocho. Pero como somos muy cuidadosos con nuestra genética, parecemos más jóvenes. Y nuestros padres no pueden tener un hijo de esa edad, en el caso de los mellizos, su inyección era similar, por lo que ustedes dos ya tenían una edad y la diferencia entre ustedes, la compenso el desarrollo de los mellizos por dentro, si lo analizas ahorita cuentan con la misma edad, el mismo día de nacimiento después de su gestación.

- ¿Cuál es nuestro día de nacimiento, Andy?

- Finales de Enero, mamá debe saber el día exacto de los mellizos.

- Entonces mi cumpleaños ya no es en agosto, ni el de mi hermano en abril

- No. Si te sacara sangre y le hiciera una prueba de paternidad a mi padre con ustedes, serían sus mellizos como lo somos Anthony y yo, hijos de él. Tal cual y con el mismo grado, tal vez hasta mejor, los mellizos son los casi últimos creados y los mejoraron después de a nosotros.

- ¿Nos mejoraron?

- Aun no sabemos cual era su habilidad, pero estoy segura de que cuando lo descubras, te sentirás muy feliz.

- ¿Tu ya lo sentiste?

- Cuando Anthony tomo mi mano y sentí su habilidad para salvarnos, estuve ahí feliz de poder ayudarlo, al hacer que nos escapáramos. Y en eso llegaba Alex y Will, fue tan maravilloso verlos con vida frente a nosotros, pues con la recuperación de Walter, ya no podíamos movernos y no me imaginaba que era nuestro hermanito, quien nos salvaría a Tony y a mí. No lo eligió, pero al menos, no se fue, se quedó con nosotros. En cambio, Wendy… jamás sabremos que hubiera podido ser, como estaría entre nosotros.

- Tal vez cuando sepan lo que les dio Walter a ustedes, puedan deducir lo que ella pudo haber hecho.

- Derramada en una planicie de acero. La cual, al hacerla hervir con el calor de Anthony, su vapor, se quedaba entre mi hermano y yo, viendo como el polvo seco se deshacía.

- ¿Y solo tu y Anthony estaban ahí?

- Si, nadie quería acercarse, no podían, se hubieran quemado sus cuerpos si lo hicieran, Anthony cobro fuerza y yo igual.

- Es decir, que entre Anthony y tu el vapor de esa inyección se quedó, luego Walter por dentro, son… doblemente mellizos… el vapor entraba en ustedes y no podían sentirla, pero se quedaba ahí, porque solo ustedes dos estaban vivos, mientras que la otra inyección, antes de que se le llevarán, la tomaron, por lo que, la usaron solo en ustedes. Los ojos de Andy se cambiaban, viendo la escena vivida hacía tanto y la que suponía no volver a meditar.

Estaba el cristal, el vapor solo estaba entre ellos dos, porque estaban muy cerca, eran los siguientes en procesar. Al calentar tanto el líquido, solo el brazo donde se había colocado la inyección quedaba tostado, el cuerpo del hombre al que se lo inyectaban se secaba, no quedaba nada, pero el brazo no alcanzó a pasar ya que el torrente sanguíneo estaba con la liga en el musculo ajustada arriba, esperando apenas colocar bien por el ducto venoso.

- No lo había meditado, el brazo quedo solo caliente y tostado, todo el cuerpo estaba carbonizado, en el ducto venoso estaba apenas colocando la inyección y… no nos podemos eliminar a nosotros mismos, ¡Tony!

Afuera de la habitación, frente al pasillo, Anthony cambiaba su mirada y salía de su habitación, lo mismo pasaba con sus hermanos, todos entraban en la puerta principal de las habitaciones de los menores y al final estaban ellas, al llegar. Andy comentaba,

- Candice me hizo analizar la escena, fue ella.

- La vi, Wendy estaba en nuestra piel y… Walter en nuestra sangre. Se quedaron con nosotros los dos. Andy asentía y Candice cambiaba su mirada haciendo que su cabello volara, como las trillizas, y sin esperar, sus hermanos la cuidaban.

En la habitación los padres, que se habían amado y se quedaron abrazados, sintieron a todos los mayores entrar, ambos pensaban que no estaban alterados. Candy se ponía una bata encima, luego Albert se colocaba el albornoz y salía tras ella, al colocarse sus pantuflas.

Al entrar notaban como Ángelo y Will detenían a Candice y esta bajaba su cabello y cambiaba de nuevo su mirada, comentando

- Wendy se quedo en su piel, ambos mellizos se quedaron en Tony y Andy.

Alex que también estaba en pijama, sin camisa, sonriendo agregaba.

- Se siente bien. Saberlo me da tranquilidad, no quisiera que ninguno de nosotros nos perdamos. Will respondía,

- Papá ¿No dejaras que nos separemos? ¿Cierto?

- ¿Y si fueran ustedes quienes desearan separarse de nosotros? Joseph respondía,

- ¿Por qué lo haríamos?

- Por lo mismo que me separe de mis padres, por querer a tu madre y tenerlos a ustedes.

Nadie dijo nada, Candy bajo el rostro y comentaba,

- Volvimos con nuestros padres, ellos están ahora aquí, así estaremos para ustedes, cerca y cuando nos necesiten. Solo espero que jamás ninguno de mis hijos, quieran a una misma persona, Porque amo a su padre, y antes cuando lo conocí no supe que era la atracción de castas… ahora lo sé, es muy fuerte, muy dominante y nos hace felices. Pero no puedo ni podría amar a otro que no fuera su padre, es igual que su gemelo, pero lo aprecie antes y al analizar mis sentimientos, temía lo que deseaba con todo mi corazón… temía amarlo. Anthony preguntaba asombrado,

- ¿Papá te da miedo?

- Lo conocí de niña y ahí supe que se sentía muy bonito, pero no era mayor, con la forma en la que me desarrolle, la vida me dio golpes y los hombres que me pretendían no me gustaban, cuando acepte tener la relación que tuve, fue solo porque me sentí aceptada, no porque sintiera la atracción que sentía cuando veía a Albert. Andy preguntaba,

- ¿Cómo te sentías cuando te veía Papá?

- Como seducida, como si me fuera a lanzar a él, y… no pudiera evitarlo. Sentía un instinto animal de su parte y hacía sacar eso de mí. Lo sé ahora por como nos relacionamos perfectamente su padre y yo. Pero cada pareja es distinta, única e inigualable. William comentaba,

- Y por ser como somos, habrá alguien para nosotros. Su padre respondía abrazando a Candy,

- Tu abuelo dijo que hay muchos como nosotros, no somos únicos, eso es debido a que en algún lugar del mundo esta una persona para cada ser. Todos tendrán la oportunidad cuando menos lo imaginen de encontrar a la persona que los complemente. Anthony al ver a su hermana preguntaba por ser como era,

- ¿Y si no? Su padre le respondía,

- Porque ser pesimista, no es solo por el nivel de la casta, es la química, la atracción que sientes por esa persona, por ejemplo, mis padres. - ¿Will? Que nivel de casta es tu abuelo y cuál es tu abuela, Will sin interés respondía,

- Los dos son siete.

-¿Y los padres de tu madre?

- El abuelo Sean ya es reactivo, es un diez, mientras que la abuela es un seis.

- Lo ven. Y tu abuelo la adora y no quiere a nadie más. Y como lograron mis padres que son siete en casta, y yo sea un nueve antes de tener mi incremento con mis hijos y tu madre sea un diez ahora que es reactiva cuando antes era un ocho. Candy complementaba lo que Albert les explicaba,

- No es la casta, es el amor y eso, no se iguala, creo que es la química entre dos personas que se aceptan, se respetan y no desean encontrar en otro ser, lo que sienten cuando están con el ser que aman. Will comentaba,

- Nosotros no somos reactivos y superamos la casta nueve. Albert respondía,

- Exacto hijo, son activos, es un diez, interno. Joseph, Anthony, Andy y presiento que los gemelos, son reactivos. Mientras que todos los demás son activos. Son exactamente el mismo nivel de casta, Will. El mismo, cuando veas a una persona y pienses que puede ser tu pareja, no la mires, mira a quien quiere esa persona. Un ejemplo es tu tía Diane. Tu hermana descubrió un sentimiento que ella cree que siente por mí. Pero yo quise a tu madre desde que era una niña. Y ahora la amo. Mientras que, al no ser correspondida, encontró su pareja en mi hermano, existe un dicho que dice "lo que menos has de querer, en tu casa lo has de tener" Y Diane, odia mi manera de ser, pero en el fondo, sabe que soy distinto a mi hermano y ella tal vez quisiera que Alex tuviera algo que le gusto de mí, en él. Pero ama a mi hermano, solo que… Will respondió

- Es una casta cinco, siempre son muy inestables, no aprecian lo que tienen y aprecian lo que otros tienen. Todos giraron a verlo. Will podía descifrar a un ser por su casta. Candy al recordar lo que Albert le comentaba, quiso saber cómo reaccionarían y preguntaba,

- Will, si encontraras una chica de casta nueve o diez. ¿la querrías?

- La atracción sería imposible de detener, pero, si ella quiere a Anthony, no podría hacer nada, porque somos iguales y es en ella que corresponde elegir.

- Exacto. Ustedes pueden planearlo todo, pero puede ser ella la que decida y se quede con la decisión que tome. Sea buena o sea mala, es su decisión y cuando eso pase, no se interpongan, porque podrían ser como una casta cinco. Inestable.

- ¿Tu decidiste, mamá?

- Si, mi temor por sentir una atracción que no podía controlar me hizo tomar una decisión por quien me aceptaba sin que yo misma me valorara. Cuando la vida me dio otra oportunidad, ya la tenía a un lado y sentir vencer ese temor… fue cuando naciste tu Will. Aunque te pongamos como mellizo o cuate de Alex, eras solo un bebe y cambiaste mi vida. Y eso que yo ya tenía dos hijos que me esperaban en casa, en menos de quince días nacía Alex. Un mes después Walter y Wendy, dos meses y medio después Anthony y Andrea. Cuatro meses y nació Joseph, un mes y medio, llego Michael y cada uno, un mes, Gabriel, Raquel, Uriel, Judit, Israel y luego tres meses y nacieron las trillizas, mes y medio después los gemelos, dos meses los mellizos y un mes, Bert. En total dos años. De escapar y de verlos en probetas creciendo y sin poderlos tocar, ni llevarlos dentro de mí. Gestados y al final, ni tu padre ni yo imaginamos tener una familia tan maravillosa y que se complementara de una manera única con mis dos hijos y me los hicieran crecer tanto. Aun siento que es un sueño del que no deseo despertar.


Continuando esta historia, que como dicen, me tarde mucho en darle seguimiento,

Un sincero Abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa