Fic

El Secreto de las Castas

Capítulo 19

El regalo de Papá

Ambos padres se extendieron contando detalles de pareja, mismos que ellos estaban poniendo atención y como la atracción de castas ahora no era tan exagerada, pues ya no había inyecciones que estimularan a ambos a procrear y tener ovulaciones constantes, para luego que fueran gestados y extraídos, purificando la casta con la que ya habían sido formados.

- Cada uno de ustedes era un deseo de escapar, de huir y salvarlos, cada uno gestado dentro de mí, para luego saber que ya no estaba y los tenían ahí, en un laboratorio, las noches despertaba asustada y llegaba hasta tocar los cristales, viendo, aprendiendo como serían y como llegarían a salir con vida. El problema es que, con la hipnosis, no podía explicarle a su padre todo, ahora que estamos juntos y que pudimos saber lo que nos hicieron y que al menos, creemos que estarán a salvo. Albert notaba la preocupación de su mujer la ajustaba más con él y continuaba,

- Cuando nos inyectaron a sus hermanos averiguamos que, ya no podrán hipnotizarnos, pues sus hermanitos nos dejaron en una combinación muy fuerte. Candy, su madre, ya no podrá tener hijos, ya que al parecer le hicieron una cirugía para que estuviera libre de ovulación, eso por Leman. La quería con él, aunque no lo vean así ya era un hombre de sesenta y siete años, rejuvenecido por varias inyecciones de no se quien, pero así su fanatismo por encontrar las castas puras.

La realidad, no era la primera vez que lo intentaba, solo que cuando lo hizo no era una mujer y un hombre quienes pudieran darle castas puras, sino dos hombres y ellos son, sus abuelos William y Sean, quienes como soldados, fueron descubiertos por Leman, pero era imposible beneficiarse, debido a que no había una combinación genética, solo se pueden beneficiar a ellos mismos, y lo notaron cuando Sean tomo la energía extrayéndola de mi padre, para Ángelo y Candice. Sean se convirtió en un reactivo, cuando le dieron la sangre de su amigo, y ahora es imposible que le extraigan sangre, sería solo energía.

Hablar con los jóvenes fueron ver sus fechas de nacimiento, sus edades de crecimiento y su rejuvenecimiento constante, pero había algo más. Candy fue gestada en su madre y ella sentía haber recuperado años, se sentía mucho más joven y frágil. En ese entonces su abuelo aun no era reactivo y lograron gestar a su madre, si ustedes tuvieran una pareja de casta muy inferior, podría suceder que sería difícil procrear en un futuro.

- Eso quiere decir que, debemos ver su casta ¿para no perjudicar su vida?

- El amor todo lo puede, pero la casta que pueda soportar a un diez es de muy poca diferencia a la de ustedes, para que se logre formar una oportunidad de vida, de no ser así. Sería combinar dos formas diferentes y las probabilidades serían difíciles. La conversación se quedaba en nostalgia, pero todos asumían que se quedarían cerca de sus padres por un buen tiempo, que estaban bien con ellos y que aprenderían a encontrar una forma de vivir sin dañar a nadie.

Por la mañana Candy pedía el desayuno en las habitaciones, así no se agregarían tantos al comedor y sus hijos estarían con regalos posibles para su padre.

Rosemary fue de gran ayuda, pues ahora con Anabel ahí, estaba más conversadora, a Nicolás lo estaba cuidando una niñera de la casa, ahora que se comportaba como un bebe normal, pronto se lo llevarían con su nueva familia, por eso no dejaba que se ilusionaran mucho. Las trillizas se unieron a Hanna y Helen para platicar de los regalos de su Tío Alexander y sus pimas Diane y Dinorah. Las cuales ya no salían de sus habitaciones porque estaban preparando algo de su regalo.

- ¿Y que le regalaran este año? preguntaba Betty mirando como se comportaban con una muñeca en las manos como si fuera un bebe que Helen cuidaba,

- Mi Tía siempre compra cosas muy costosas, que llaman la atención dijo mi madre, una vez le regalo un auto deportivo, que ni siquiera usa. Nuestras primas siempre hacen un espectáculo con el manejo de instrumentos y en otro año de danza clásica, como la que bailamos mi hermana y yo. Pasan en video donde ellas son el regalo de su papá, en ocasiones con imágenes de ellos juntos, en sus viajes o cuando eran bebitas y como han crecido con su papá y su mamá. Agregaba Helen con sencillez. A lo que Teté otra de las trillizas preguntaba,

- ¿Ustedes también hacen eso? fue Hanna quien comentaba distraída,

- Nosotras le hacíamos regalos a mi Tío Albert, este año íbamos a bailar mi hermana y yo. Pero como están ustedes, mami dijo que mi Tía Candy debía ser quien nos dijera si podíamos hacerlo o no. A mi Tía Diane, no le gusta que le demos regalos a Tío Alex, porque ya se los dan sus hijas y como mi Tío Bert no las había traído, pues mi mamá nos decía que hacer para él. Teté respondía sin dejar de ver como Hanna también tenía una muñeca en su cama y la cubría como si fuera Nicolás.

- A mi mamá le encantará, que les parece si bailamos con ustedes, solo nos enseñan como hacerlo. Hanna agregaba avergonzada

- Podemos incluir a los primos también. A mí siempre me había gustado que alguien me ayudara a girar y que fuera mi compañero de baile. Ana la trilliza menor contestaba,

- ¡Vaya! Pues tendremos que invitarlos, Bert también querrá participar.

Las dos niñas sonrieron efusivamente, aceptaron mostrarles sus ensayos. A lo que Candice y Andy se enteraron y les encantaba la idea.

- Son fabulosas, a mí me gusta mucho. - Candice ¿podemos bailar con ellas?

- Tu eres la festejada, deberías tomarlo como un regalo, Andy.

- Mi papá es el festejado también debemos darle su regalo. Candice notaba,

- La música es de sonido, pero mi hermano toca el piano, podemos hacer que toque la melodía, además ensayaríamos en nuestras habitaciones, si le pedimos permiso a Tía Rosemary.

En la recepción de las habitaciones se reunían con su Tía Rosemary a lo que, encantada traía los trajes de sus hijas y buscaba que las trillizas combinaran con sus pequeñas. A las mayores les mostraría otra forma de hacer un regalo a su padre, pero separaría a los menores.

Los chicos observaban que sus hermanas pequeñas ya tenían regalo para su padre, ellos también aprovechaban a su Tía que tenía mucho tiempo de ver esos eventos y ella les preguntaba si sabían cantar, que sus hermanos siempre tocaban y cantaban, cuando eran más jóvenes pues ellos probaban su complicidad para hacer ambas cosas y que les funcionaba bien. Alexander no lo creía,

- En serio ¿Papá cantaba? a lo que Rosemary mostraba algunos videos de la familia en otros festejos anteriores. Vieron a su padre más joven, mucho muy parecido a la edad de ellos ahora, además que todos bailaban una danza de hombres escocesa y tocaban gaitas, eso Rosemary les pedía que no se lo dijeran a nadie, que ellos se avergonzaban porque su madre los obligaba a hacerlo.

- Saben hay dos pianos, hace un par de años Diane compro un piano blanco, porque la decoración era en esos tonos y aquí contaban con un piano negro, ambos se encuentran en el salón de los instrumentos.

- ¿Y esas gaitas también están ahí? Preguntaba Joseph curioso, a lo que Rosemary comentaba que había muchas porque era un instrumento de la familia de Escocia y algunos lo saben tocar muy bien. Mis hermanos también saben hacerlo.

Rosemary fue la sensación para sus sobrinos, sobre todo para sus hijas, pues estaba bailando y mostrando los pasos de danza clásica y los videos con los que hacía cuando estaba soltera, mismos que Candice y Andy miraban para poder hacer algo similar. Separadas de las pequeñas que ya tenían su baile apropiado y que invitarían a sus hermanitos de compañeros. Andy comentaba una idea,

- Tía ¿bailarías con nosotras? imagina para tío Arthur que te viera bailando con nosotras, te verías genial.

- Me daría pena.

- Podíamos decirle a mamá que también lo haga, así estaríamos juntas.

- ¿Creen que querrá?

- Si se lo pides, sí.

Ángelo Terence, comentaba con sus hermanos, que él había aprendido de manera obligada a tocar el piano, porque al principio no le gustaba, pero encontraba una manera de relajarse al hacerlo y su madre lo envío a clases pagadas por dos años consecutivos, antes de que se la llevaran.

- Crees que le guste que aprendamos a tocar instrumentos y cantar preguntaba Alex. Terence respondía con seguridad,

- Sería bueno, además eso ellos lo hacen, viste el video, lo que si es que si lo hacemos debemos conservar la sorpresa e incluir a todos, Bert se sentiría mal si no lo dejamos participar. Además, en cualquier momento nos puede alcanzar y no debemos separarlo.

- Bien. Lo haremos. Nos llevaremos a los gemelos y a Bert.

- Nunca he bailado esa danza, donde están en forma de circulo, dijo Terence, a lo que Joseph agregaba,

- Es muy sencillo. Solo es que nos coordinemos mentalmente y lo lograremos, en un descuido si Papá y mi Tío lo hacen se nos unirían.

Por la hora de la comida, iban a comer en sus habitaciones y la abuela Judit les dijo que ya no tardaban en llegar sus primos, que lo mejor era que se prepararan para ir al comedor principal.

Cinco camionetas llegaron antes de la comida, unos amigos de sus Tíos Alexander y Arthur traían autos con seguridad, al parecer eran tratados como de la familia. Los Mc Gregory eran socios de Alexander y no podían hospedarse en ningún lugar, solo se quedaban en la mansión de la familia y sus habitaciones estaban junto a sus abuelos en el área central. Estos bajaban su forma tan privada de ser, la hija de ellos entraba con dos guardias y la madre al igual que su esposo, de la misma manera, estos eran recibidos directamente por los abuelos William y Judit, a lo que Sean los conocía y comentaba a Albert,

- Ellos llamaran mucho la atención de mis nietos, sobre todo la jovencita, es muy especial, no comerán aquí, se encerraran en sus habitaciones, escuche que sufrieron un atentado en una de sus mansiones, pero sus negocios están ligados a los de ustedes. Tu padre estima mucho a esa pareja, lo sabes.

- Si. Ella es amiga de Rosemary, su hija luce más alta ahora.

- Si. Tal como su padre. De su madre solo heredo la belleza de sus ojos, que mujer tan especial, es una lástima que solo hayan podido tener una hija, casi muere por ello.

- Si, lo sé, una cosa genética, supongo.

- No querrás saberlo, pero él es una casta alta y su mujer no. Por eso solo hay una hija. Tan elevada como yo antes de recibir la sangre de tu padre y convertirme en reactivo. Ahora imagina que la hija heredo esa casta elevada, es la mayor y única, además está el hecho de que… mis nietos aquí.

- ¿Qué estas insinuando, Sean?

- Ya lo veremos. Tal vez no pase nada.

Albert miraba como la chica era muy tímida y se escondía con su madre que era de menor estatura que ella, luego les indicaban sus habitaciones, su padre solicitaba comer arriba, a lo que Judit respondía que sería como siempre y le aseguraba a la dama, que Rosemary y Arthur estarían con ellos en la merienda, en sus habitaciones para que los acompañaran.

Albert comentaba lo que Sean le había dicho y Candy, no entendía cuál era la complicación, habiendo hablado ya con sus hijos, era bueno encontrar mujeres de su nivel, no podía haber algún problema, o no entendía bien cual podía ser, sin embargo, para Albert sí, pues lo había vivido por años al amarla a ella.

Los chicos en complicidad se la pasaban en el salón de los instrumentos probando como podían sorprender a su padre, sin darse cuenta aun como estaban las cosas y quienes iban llegado. Will estaba tan concentrado en las laptops, viendo cómo ganarles a sus hermanos y si podía imitar a un buen cantante, pues la voz de Joseph se oía bien, a lo que Terence le enseñaba a Anthony a tocar el piano, después de afinarlos.

- Bueno, vayamos a comer, la abuela quiere que bajemos, después de la comida nos vemos de nuevo aquí, le diremos a Papá que estamos revisando el roce social y probando trajes para el evento.

- Las chicas estaban practicando con su Tía, en el salón principal, tratando de no llamar la atención y cubrirse para coordinarse, en eso entraba Candy y Rosemary ya tenía preparado como convencerla para que ella también danzara con sus hijas y ella.

- Que buen regalo, por supuesto, ¿habrá un vestido para mí?

- Mira mamá esta es la pieza musical que haremos.

- ¿Practicaremos aquí?

- No, porque Tía Diane vendrá a decorar para el evento, y no podemos, solo vinimos a verlo hoy para hacerlo el día del festejo. Candy giraba a ver a sus hijas menores,

- Mis niñas se ven hermosas con esos tutus, ¿se los dio su tía?

- Si mami, ellas tenían un baile para mi papá y nos unimos al baile para dárselos de regalo juntas.

- Excelente idea.

- ¿Y mis hijos?

- También tienen un plan, pero no quieren que sepas, para que Papá no se entere.

- Muy bien, entonces cuenten conmigo, también estaré con ustedes. Rosemary se sentía como colegiala, que Candy la apoyara, era algo que no esperaba, ella era muy delgada y alta, hacía mucho que no danzaba, pero siempre lo hacía con sus hijas en sus prácticas, que Candy aceptara era algo que la hacía sentir feliz, porque si ella la acompañaba, no se vería mal al ser solo ella con sus sobrinas.

- Candy, muchas gracias, no lo haría si no aceptabas.

- ¡Oh Rosemary!, es un regalo perfecto, hasta Arthur saldrá sorprendido.

En el comedor, todo era tranquilidad, con la familia Anderson ahí, era muy relajado, las chicas se la pasaban hablando de moda y los vestidos que usarían, incluso que ya les habían ganado a sus mellizos para bailar, lo que Candice y Andrea no esperaban, de inmediato separaban a Alex y a William antes que se comprometieran a bailar con alguien más, haciendo que estos se sintieran felices por ganarle a Joseph. Quien sonriente alegaba que su abuela Judit no lo haría menos, haciéndola sentir como si fuera competencia y ella aceptaba encantada.

- Mi nieto bailara conmigo, por supuesto que sí, lo ves Evolet. Me eligió a mí.

Anabel comentaba que vendrían sus dos hijos Alistar y Archie que por favor no los hicieran menos y que bailaran con ellos, a lo que Alex y Will se miraban uno al otro por cómo les quitarían a sus hermanas. Anabel agregaba y mi hija puede bailar con tus hermanos. Annabelle estará encantada. Y veras que consigo a otra chica para ti Will. Este respondía,

- Bueno mis hermanas deben decidir, Tía. Andrea le preguntaba

- ¿Quién es mayor?

- Alistar.

- Te toca con Alistar, Candice y yo bailare con Archie. Alex con Annabelle y dejaremos a Will con la otra chica que le presentaran. Will abría sus ojos mirando a su hermana que ya lo había dejado sin pareja, y este miraba a su madre para que lo ayudara.

La abuela Katy reía porque si ella bailaba con sus nietos no estaría muy a la altura de ellos, así que, con un guiño a los gemelos, ellos reían porque ya los estaba incitando a que la sacaran a bailar en la fiesta a aparte de su abuelo Sean. Ambos asentían para ella.

Bert de manera muy seria manejando el tenedor con lentitud, comentaba que él ya contaba con pareja de baile. Y eso sacaba de sus pensamientos a su padre,

- ¿Cómo que ya tienes pareja para bailar, Bert? Alexander, su tío se reía al imaginar al chiquitín bailando en la pista. Agregaba,

- Te ganaron Albert, tus hijos bailaran mejor que tú. Albert, negando preguntaba,

- ¿Y quién es tu pareja Bert, si se puede saber?

- Es una sorpresa. No quiero que luego me la quieran quitar. A lo que Albert comentaba,

- Si es tu madre, si te la quitare.

- No es ella, Papá, ella baila con todos mis hermanos, menos conmigo. Candy levanto la mirada y se levantaba de la silla. Tomando la manita de su hijo comentaba.

- Mi vida, por supuesto que bailare contigo, solo que estaba practicando con tus hermanos cuando tocaban el piano, pero también lo hare contigo, mi cielo.

- Ya te ganaron mami, veré si ella quiere dejar una pieza para ti.

Las risas no se hacían esperar y Ana Cristina no decía nada, porque sabía que su hermanito le había dicho que ella sería su pareja.

Ya salían del comedor, todos se iban a sus actividades, mientras en el estudio se quedaban los caballeros, Arthur se iba a atender sus llamadas, porque pasaría a merendar con su amigo Malcolm Mc Gregory, su esposa Claudia y su hija Nery.

Las damas en la sala de estar continuaban con la conversación. Diane ya esperaba a los organizadores de la decoración, pues no podían comunicarse a su celular que se había descompuesto desde que llegó al rancho, como nunca le había pasado.

Por la tarde, la llegada de los hijos de Anabel era recibida por Albert y Alexander, pues sus hijos estaban en otras actividades y sus hijas igual. Candy estaba ahí conversando cuando llegaban los jóvenes, ya mayores que sus hijos, empresarios atractivos. Comentaban sobre el viaje y que el retraso se debía a su hermana y los vestidos que habían elegido.

- Ya la conoces mamá, ella quería verse espectacular, si no la tía Diane se vería mejor. Anabel le presentaba a Candy la esposa de Albert y estos de inmediato la reconocían,

- La hemos visto en varias ocasiones junto a Albert, pero nunca están mucho tiempo en un solo lugar, me alegro de que ahora si disfrutemos de su compañía, comentaba con mucha elegancia Archie, a lo que Alistar le preguntaba,

- ¿Y los niños con los que salía en la televisión son sus hijos? Albert comentaba,

- Tu madre ya conoció a mis hijos, de hecho, ya te eligió pareja Stear. Y también a tus hermanos.

- ¿En serio, mamá? Preguntaba Annabelle,

- Si los hijos de tu tío Albert son unos caballeros, estoy segura de que bailara contigo Annabelle.

- Pero si son niños. Alexander reía y se negaba,

- Al contrario, son mayores que tú. Esta vez no bailaras con tus hermanos, tu mamá te eligió creo que a mi sobrino Alex.

- ¿Se llama como tú, Tío?

- Si, mi hermano le puso a uno de sus hijos mi nombre, Alexander.

- ¿Y dónde están?

- Supongo que, preparando algunas actividades, para el evento, los trajes, sus cosas. Mencionaba Candy para que no llamara la atención de Albert. Archie comentaba,

- ¡Mamá! Tu nunca nos eliges pareja a mi hermano ni a mí.

- Mai y Beth estaban separando sus parejas, y no podía dejar fuera a mis hijos, también llegue antes. Stear se reía y Archie estaba sorprendido, pues el siempre elegía con quien bailar y ahora su madre lo trataba como a un niño. No podía decirle nada, así que ese año se aguantaría con quien le hayan asignado.

Las habitaciones fueron preparadas y se retiraban los Cornwall para conocer a sus parejas en la hora de la cena. Su padre trataba de compartir algo con Stear, pero este se mantenía un poco alejado. Anabel trataba de intervenir comentando,

- Si vieras que bien se llevan los hijos de Albert con él, y no se enlistaron en la milicia, Albert no quiere que pasen por lo que él y su esposa han pasado, ¿cierto querido?

- Así es, hable con Albert y dice que ha sido muy difícil para el esconder a su mujer y a sus hijos todos estos años, por correr el riesgo en las misiones que los enviaban, imagina que el señor que salvó tu tío Albert es el padre de su mujer.

- ¡Qué!

Stear ponía atención, fue entonces que notaba todo lo que hacía Albert para escapar con la mujer que siempre salía en las cámaras, era su esposa y tal vez sus hijos estaban en peligro, con mucha cautela escuchaba a su padre y Archie comentaba como lo habían visto en varias ocasiones, totalmente desconocido y preocupado, nunca tranquilo, como lo habían visto ahora. Eso le ayudaba a Andreas para con su hijo Stear, quien ahora comprendía que lo mejor era estar en su empresa y no en misiones de tan triste situación.

- Pobres chicos, nosotros ni los conocemos y han sufrido junto a sus padres por el trabajo de ambos. Archie agregaba,

- Su mujer siempre estaba en agonía, cuando la vi la primera vez, parecía que la perseguían y se marchaba con un rostro consternado, ahorita que la vi, se ve más joven, Albert también, deberían dejar ese trabajo que los agobiaba tanto.

- Cuando te unes a la milicia, no puedes dejarla. Tu tío y su mujer lo saben.

Andreas miraba la seriedad en sus hijos y Annabelle se quedaba en silencio, de pronto agregaba,

- Yo no quiero a nadie de los míos en la milicia, es un trabajo que da miedo, en cualquier momento puedes perderlos. Stear giraba a verla y se levantaba hasta ella, respondiendo,

- En cualquier momento puede pasar, pero no te preocupes, Papá me salvo de esa decisión. No me enliste y aquí tendrás a tu hermano, quitándote las parejas que te ponga mi madre, - A ver si no me sale con una niña chiflada y necia como mi pareja, ya verás cómo te saco a bailar y no te suelto si es así.

- No, mi mamá eligió a un guapo chico como mi Tío Alex. No te daré ni una de mis piezas, siempre ando tras ustedes, a ver como se libran de esta.


Saludos a todas aquellas personas que continuas leyendo esta historia, gracias por contactarme,

sus mensajes son motivantes para seguir escribiendo,

Un sincero Abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa