Fic
El Secreto de las Castas
Capítulo 20
El Duque y la Princesa
Ya era noche y los chicos estaban cansados por todo lo que habían realizado, además de una velada anterior, su madre para que no tuvieran que bajar les pidió la cena y las niñas comieron igual. Rosemary estaba agotada, tenían que estar listas para el evento y ella se había tomado en serio su papel de maestra.
- ¿No bajaran a cenar, Candy? Preguntaba Albert sabiendo que sus hijos estaban realizando un esfuerzo para el festejo,
- Amor están preparando algo para tu cumpleaños, por favor, no los descubras, ¿quieres?
- ¡Ah! es eso, mis sobrinas siempre bailan, cantan o tocan algo. Ya se me hacía extraño no verlos en el salón, sobre todo que continúa llegando más familia. Imagina hasta el primo Iver llamó que ya venía en camino, cuando ya no iba a asistir este año.
- Dicen que van a venir unos primos tuyos, hijos de Sara, que su hija se va a casar y no quieren faltar al evento.
- Si, hace tiempo que no los veo. Candy, tu padre me puso al tanto de la situación de Tom y Jim en México, ya enviamos personal para su traslado, pero no llegaran a tiempo a la fiesta, posiblemente lleguen después, dice Tom que no quiere llevar a Gaby al rancho, por su embarazo, la quiere contigo. Y que no estará en el festejo.
- Por mi encantada de que Gaby pase sus días aquí conmigo, aunque no sé cómo tome todo lo que nos está pasando. Y del festejo, ella es muy aprehensiva, lo mejor es que se venga tranquila y deje todo en orden.
- Tom quiere llevarse a tu madre, pero Sean se iría con ellos porque no quiere separarse de su mujer. Yo tampoco lo haría.
- No nos separaremos, mi padre solucionara eso y ya los estas apoyando.
- Creo que habrá más, tu padre sabe algo que me tiene intrigado, al parecer la hija de los Mc Gregory es de casta alta. Ya les explicamos a nuestros hijos sobre sus parejas y espero que no les guste a todos una sola persona, ya sabes eso de entre mayor casta, mayor atracción.
- Si Albert, será la chica la que se sienta más atraída, porque ellos son iguales. Lo que me preocupa es mi pequeño Bert, quien sabe con quién va a bailar y no nos deja saberlo. Terence se encuentra molesto porque es posible encontrarse con el parecido a él, siente que te pierde y que ese hombre se acercará. Centrémonos en lo importante, en ellos, en nosotros. Albert pícaro preguntaba
- ¿En nosotros?
Albert tomo su rostro posándose en sus labios, estaba deseándola y se había limitado por lo que habían estado pasando, la vio agotada y no quería que se cansara después de estar todo el día atendiendo invitados y a los chicos. Tomarla en sus brazos, fue el comienzo de una noche placentera. Sus hijos estaban ocupados, no se meterían en problemas y estaban libres, debían aprovechar, no bajarían a cenar, pero que más daba, si se cenase a su mujer.
Los besos, esta vez fueron lentos y el amor, fue disfrutable, Albert la acariciaba con tanta ternura, al final ella lo amaba y él no podía amar a nadie más, ella era su mundo, su vida y no deseaban estar lejos, su familia se vendría, ya no se alejarían de él.
Las prendas sobraron, la pasión cobro factura, ambos se entregaron sin reservas, como hacía apenas una noche, comentaba en susurros que deseaba hacerlo en varias ocasiones del día, y ella afirmaba que se sentía igual, después de terminar su enlace tan apasionado con un clímax que los dejaba en el limbo, ya viéndola calmada, le cerraba los ojos y la dejaba dormir, esta noche era de ellos y se lo estaba probando, ya no más duchas frías, ella lo necesitaba tanto como él, se necesitaban cada noche, cada amanecer.
En el salón, muchos bajaron, todos en espera de Albert y su familia, pero el mayordomo anunciaba que no bajarían, que estaban preparando las cosas para el evento y estaban agotados.
- Bueno ya mañana desayunaremos con ellos, gracias John. Alexander comentaba que muchos llegarían el día del evento, que solo la familia estaba llegando desde antes.
Rosemary y su familia, los Robertson tampoco habían bajado, cenaron con los Mc Gregory en sus habitaciones. Las niñas como nunca se dormían agotadas temprano, porque estaban ensayando tanto con sus primas, y cada vez lo hacían mejor.
Los Cornwall estaban seguros de que ya no era buena idea la de su madre separarles pareja, si no las conocían antes, eso significaba que se estaban escondiendo por algo, así que los tres hermanos decidieron que al día siguiente los buscarían por la casa, para saber cómo eran.
La madrugada aun con el silencio del descanso se escuchaba ruidos del salón, donde los decoradores trabajaban constante para tener el evento listo.
El desayuno llegaba a las habitaciones Andrew en la recepción, asomándose por los ventanales, mientras en las laptops todos se asomaban al plan que llevaban consigo. William quien también había visto la manera de tocar el piano, haciendo que Alex y Joseph lo lograran con mucha facilidad, comentaba con su hermano al ser los últimos en desayunar,
- Terence, ¿crees que si combinamos todo habría algún problema?
- No lo creo, entre más combinaciones, más sencillo se verá y menos planeado, será como si fuera algo que realizamos todos los días. Joseph escuchó pasos y comentaba,
- Alguien de la familia vienen en el pasillo. Will comentaba, son familia, deben andar buscando conocer a la nuestra. Joseph se levantaba dejando la laptop y se asomaba al pasillo, salía viendo a dos hombres y una joven.
- ¿Buscan a alguien? Los tres giraron y al ver a Joseph se quedaron impactados, el tono de voz, el parecido y su cabello blanco brillante. Los sacaba de su imaginación, pues no esperaban ver a alguien tan alto y con la voz tan gruesa que hasta los dos caballeros se quedaban sin palabras, Annabelle le daba un codazo a Stear, este se presentaba,
- Cornwall, Alistar Cornwall, buscaba a Albert.
- Mi padre aun no sale de su habitación.
- Supongo que ¿Eres su hijo?
- Si, Andrew, Joseph Andrew. Archie agregó
- ¿Como su abuelo? En las habitaciones del ala central se abría una puerta, una joven tímida se asomaba para ver quienes estaban por el pasillo y por fin lo vio, estaba alto con su cabello blanco y decía su nombre, ella se quedó viendo el parecido a los hermanos de la amiga de su madre, Rosemary. Lo miraba a la distancia, eso hizo que Joseph girara a buscar quien sentía que lo observaba. Y tímida Nery Mc Gregory ruborizada por la mirada tan intensa del joven, cerraba la puerta, el ruido hizo que los tres se sorprendieran, Joseph al notar que la había avergonzado, regresaba con sus familiares y les preguntaba,
- ¿Quieren pasar? Annabelle asentía acercándose a la puerta. William y Alexander que estaban sentados en las laptops vieron que la joven los miraba, ella de inmediato miraba a Alex después a Will y regresaba a Alex de nuevo, quedándose con una sonrisa para esperar a presentarse,
- ¡Hola! Soy Annabelle Cornwall, Alex que recordaba a su madre se acomodaba en su asiento viendo a la joven, pensando que ella era su pareja, estaba muy guapa, su cabello obscuro y su mirada almendra, muy sonriente, su rostro níveo, lo dejaba sin palabras. Vio a los dos hombres que entraron con ellos y Joseph comentó,
- Ellos son los Cornwall, quieren conocerlos, estaban colándose por el pasillo, al parecer hemos causado algo de curiosidad. ¿Cierto? Archie y Stear se presentaron y agregaron,
- Mi hermana deseaba venir a conocerlos, Annabelle, Stear, Archie. Joseph vio que venía Terence y este presentaba,
- Él es William, el Alexander, yo soy Ángelo y ya vieron a Joseph, ¡ah! Y aquí viene Anthony. - Ellos son Stear, Archie y su pequeña hermana Annabelle. - Tu pareja de baile Alex. Este se levantaba y tomaba la mano de la joven, giraba con ella haciendo un paso de baile y la giraba hasta acercarla a él. Ella suspiraba y sonreía al estar abrazada por el rubio de ojos tan hermosos, a lo que con una voz algo sensual agregaba,
- Viniste a saber si se bailar, ¿eh?
Los hermanos se quedaron viendo los rostros sin palabras, no eran niños eran hombres, y todos hermanos e hijos de Albert, Joseph que lo observaba puso su brazo en la espalda y comentaba,
- No somos niños. Con que son los hijos de Tía Anabel y Tío Andreas. Archie miraba insistente al joven con parecido al actor, que dijo ser Ángelo y Stear igual. Pero la joven estaba ruborizada en los brazos de Alex, quien la continuaba haciendo dar pasos de forma lenta y le sonreía coqueto. Stear comentaba,
- Cierto, ustedes no salieron en las cámaras, nunca los habíamos visto. Albert salía de su habitación y al ver a sus sobrinos, amable al ver que ya estaban ahí, y convivían con sus hijos,
- ¡Buenos días! No se quisieron esperar a que les presentara a mi familia, tan curiosos como siempre.
- ¡Albert!
- Ellos son primos lejanos, por parte de la familia de su abuela. - ¿Ya desayunaron? William contestaba,
- Si padre. Las chicas se salieron, hace un rato, nosotros ya nos íbamos, pero Alex deseaba conocer a su pareja de baile. Y es preciosa. Annabelle hizo una sonrisa efusiva. Albert la vio y comentaba,
- Alex ha estado practicando algunos pasos, espero no te lleves algunos pisones. Ella respondía,
- No lo creo. Candy salía y al ver que sus hijos no podían irse por tres visitantes, ella saludaba y comentaba,
- Ya desayunaron y estos chicos van a ver la medida de su traje. Albert vamos con tus sobrinos para saludar a la familia, ¿Te parece?
Todos salieron, pero los hermanos no vieron a las damas, que ya no estaban ahí. Annabelle se iba por todo el pasillo, caminando como entre nubes, dirigiéndose a sus habitaciones, pero al ir al final giraba de nuevo a buscar a su pareja, coincidiendo con este y ella le sonreía de nuevo, contenta porque le gustaba su pareja de baile.
Alex que iba por el pasillo, giraba atrás viendo cómo era tan bonita la joven que le tocaba como pareja y notaba que una puerta estaba abierta, y se cerraba al verlo a él. Al parecer alguien los estaba observando. Eran las habitaciones centrales.
- ¿Qué extraño? Me pareció ver que alguien nos observaba desde una habitación en el área central. Joseph Jofiel que iba distraído viendo algo en la laptop de su mano comentaba,
- Si, alguien abre la puerta, nos ve y la cierra al girar a verla, es muy veloz, pero no pasa desapercibida, es una joven preciosa. William preguntaba,
- ¿Es una mujer?
- Y muy bella, apenas la vi y tiene unos ojos que hipnotizan. Y una boca que parece fruta, Anthony curioso por como se expresaba Joseph agregaba,
- En serio, ¿o estas bromeando?
- La vi primero. Sonrío Joseph porque Alex no la alcanzó a ver. Tomando en cuenta que el solo bailaría con su abuela, Alex ya tenía pareja, que más le daba si había una chica observando por la orilla de la puerta.
Alex se la paso entre sonrisas y haciendo un desastre con sus hermanos, luego comentaba,
- Ella iba feliz, le gusto que fuera su pareja. Anthony miro a Ángelo, quien entrecerraron los ojos y con una seña leve, tocaron las teclas en tono alto al mismo tiempo, haciendo que se detuviera de su fase de chico bailarín y se concentrara en lo importante.
Para medio día nadie salía a comer, algunos apenas despertaban, pero ya anunciaba que esa noche sería muy larga. Cada uno en su papel, tomaba sus cosas y lo que iba a requerir para llevar acabo su plan.
En México. Ya la casa se encontraba completamente vacía, incluyendo lo que habían dejado en la casa de la madre de Tom, Jim firmaba los papeles de todas las cajas y los camiones de mudanza, varios hombres, se llevaban las camionetas, a unos estacionamientos privados de su cuñado. La casa de Tom, igual y la que fue de Candy ya había sido vaciada con anterioridad, solo se llevaban las cosas en la mudanza, libros, objetos personales de sus sobrinos, no dejaron nada. La mascota de Ely, una pequeña perrita Beagle que le había regalado Jim, era llevada por uno de sus sobrinos y el perrito de su sobrino Terry, un bóxer mal encarado, lo llevaba el otro sobrino en el taxi que los llevaría al aeropuerto.
- Los documentos de los cachorros estaban en regla, pues hasta eso había visto su cuñado para reunirlos con sus hijos. Los periquitos de amor, de su madre los habían enviado hacia varios días porque y llegarían directo al rancho.
- ¿Tom vendrá por nosotros?
- Si Gaby, ya salió del rancho de los suegros de Candy y estará en el paso, para ver los tramites y los documentos, ya varios tramites se han adelantado, así que no te preocupes.
Los perros al llegar al aeropuerto tenían pase directo en cajas de viaje especial, lo cual, no era de extrañar que hasta boleto les tenían preparado y el viaje los llevaría con sus dueños directamente, mientras que la familia de Tom se quedaría en el paso Texas, hasta terminar sus documentaciones y se irían al rancho de la familia, para esperar ahí a su suegra, la madre de Gaby.
En la mansión, una sorpresa secreta, realizaban con ahínco los gemelos, sus cabellos castaños dorados parecían brillar en la emoción de lo que estaban disfrutando y escondiendo para regalar a sus hermanos y sus padres, investigaban sus vidas, se enlazaban con imágenes y buscaban solución a lo que ya contaban en la computadora con una idea que les dio Bert cuando conocieron sus habilidades sus abuelos Andrew. Pues los gemelos estaban entrando a varias paginas en esa ocasión, mientras Bert dibujaba en la computadora. Con ello y con lo que las pequeñas hermanas les habían contado de los cumpleaños anteriores de sus primas, buscaban algo que brindara momentos especiales, incitado también por su madre, quien los había montado en fotografías de los super héroes.
Por todo lo que pasaban, la familia de Candy no estaría en el evento, sin embargo, con todo el personal que había enviado Albert y hasta a su mejor amigo George Johnson había acudido a ayudar a los Stevens, además de Jim Gómez. Quien estaba en los traslados de la familia, Jonhson comentaba sobre lo delicado que era el tema y por tal motivo decidió no incluir a nadie y asistir personalmente a atenderlos.
- Muchas gracias. Nosotros íbamos a asistir al cumpleaños de mi cuñado. Pero la prioridad es la familia.
- Si me lo dijo William Albert, que ustedes requerían estar en el rancho lo antes posible y fue muy a tiempo, ya estamos viendo los detalles y su esposa ya se encuentra instalada en un hotel aquí. Estos son los documentos y los apellidos nuevos de sus hijos y su mujer, se tardarán un poco las visas, así que ya no podrán volver a México en unos años. Pero podrán estar libres aquí en estados unidos, sin ser deportados gracias a su identificación infantil que nos otorgó su tío Sean White y su tutora Katherine White.
- Me alegro mucho. Mi mujer esta de ocho meses y esperamos sea nuestro ultimo hijo.
- Si me di cuenta cuando la vi. M esposa y yo tuvimos una hija y ya tiene veinte años. Y me comenta Albert se nos enviaron a un niño, que necesita el apellido, al parecer seré padre de un bebe.
- ¡Felicidades! Comentaba Tom emocionado, a lo que recordaban que Arthur cuidaba al niño y este lo describía muy parecido a él. - Es piel muy blanca, tiene cabello obscuro tal como usted, es muy tranquilo, casi ni llora, apenas y notamos que estábamos cuidando de su hijo.
- Gracias. Mi esposa está muy emocionada, ella ya no pudo tener más hijos y cuando William nos comentó que tenía el hijo de un amigo que se había quedado sin padres y el ya cuenta con hijos, no pude hacerse cargo del pequeño. Mi esposa, acepto e iremos a su cumpleaños y ya tengo aquí la documentación legal de nuestro nuevo hijo.
En la mansión llegaban del aeropuerto una camioneta especial, a lo que Albert llamaba a los mellizos Ángelo y Candice a recibir los paquetes que ingresaban. Al hacerlo todos los demás estaban curiosos, acompañaban a sus hermanos como si se los hubieran pedido. En esos momentos bajaban por las escaleras, cuando los Cornwall, veían a la joven Candice, quien iba vestida de deporte, con un top ajustado y un pantaloncillo negro que llegaba bajo la rodilla y escuchaba cuando emocionada, bajaba la otra joven tras Candice corría para que la esperara su hermana,
- ¿Qué es Candice? ¿Qué pidieron Ángelo y tú?
- No lo sé, Papá dijo que nosotros recogiéramos los paquetes. Anthony corría tras su hermana y bajaba Alex para ganarle.
- Yo también quiero ver.
Archie miraba a la joven rubia de mirada azul, tan hermosa y parecida a Rosemary Andrew, se quedaba emocionado, al verla bajar en short y blusita, apurada por alcanzar a su hermana, quien tenía embobado a Stear.
- ¡Son ellas, Archie!
- Si, son ellas. Y son muy bonitas. Tras ellos salía Annabelle quien alcanzaba a Alex y preguntaba,
- ¿Qué van a recoger? Alex giraba tomaba su mano y se la llevaba con él y respondía,
- Ahorita lo sabremos.
Terence, firmaba los paquetes, venían de México y eran cosas de ellos, pero el ladrido le dijo todo, era su perro, y ya no lo reconocería,
- ¡Duque!
El perro salía emocionado por escuchar su nombre y miraba a Terence, sin reconocerlo, buscaba rostros y todos los que lo miraban. Terence insistía con tristeza, que lo reconociera, ponía su mano, para que lo olfateara y el perro lo miraba buscando en él a alguien.
- ¡Duque! Soy yo amigo, soy yo. Lo abrazaba y el perro se dejaba acariciar. Las lagrimas de Candice no se hacían esperar y al abrir la puerta, su Beagle salía disparada, aullando por que por fin la soltaban ella la llamaba,
- ¡Princesa! ¡Princesa! Ven mi vida, aquí estoy mi cielo, ven chiquita. La perrita no la reconocía, el que ya estaba tranquilo era el bóxer, miraba a los de su alrededor y se iba hasta ver a Alex, quien se bajaba y le acariciaba,
- Princesa, ve con Candice. Te está llamando. Las trillizas llegaban al final en mallas las tres observaban a dos perros diferentes y se acercaban. Ambos perros se fueron con ellas y estas dieron pasos hacia atrás, pero Joseph que estaba tras de ellas, las tranquilizaba,
- Son princesa y duque, ustedes tranquilas, no les harán nada. Joseph colocaba ambas manos en los cuellos de cada uno y los tranquilizaba, así las niñas, lo imitaron y poco a poco, miraban a todos, hasta que se regresaban con Ángelo y Candice, quienes les hablaban en español.
Esperando les continúe gustando, tratare de avanzar lo más que pueda, advirtiendo que es larga esta historia
Un sincero Abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
