Fic

El Secreto de las Castas

Capítulo 22

Un regalo no tan sorpresa

La mañana era de un movimiento continuo, los jardines lucían impecables y la llegada de regalos no se hizo esperar, varios hombres asignados al personal se notaban que subían y bajaban por regalos, la puerta de la nueva familia era de no poderse cerrar. Los regalos ahora venían para tres personas en ese espacio, pues llegaban paquetes para los mellizos, así como para el padre más protector de todos. Joseph apenas iba a cerrar la puerta y volvían a ingresar, dejando una habitación colmada de regalos y los menores, cerraban sus puertas para poder continuar con su plan.

Al final de esa lista de habitaciones estaban las habitaciones de las jóvenes y esta vez, algo cambiaba, Bert, las trillizas y los gemelos, estaban creciendo en estatura y eso no se lo habían notado hasta que vieron sus trajes y sus vestidos. Candice trataba de ver como arreglar eso, y buscaba a su valiosa abuela, la cual llegaba para entregar los zapatos, dándose cuenta del problema.

- Candy hija, tus niños continúan estirándose. Albert llegaba hasta ellos junto a Candy, notando el dilema y si esto fuera diario, las trillizas comentaban con sus padres que habían estado bailando y saltando, lo mismo los gemelos y Bert. Albert se hacía el desentendido, pero marcaba a su madre para que trajera un sastre de forma inmediata, debía haber uno en la mansión en esos momentos.

- Tranquila mi amor, hay un sastre aquí en la mansión, veras que vemos esto y se arreglaran las prendas.

- Me preocupa quienes vieron llegar a Bert y como ha crecido en estas semanas.

- No te apures, nuestros hijos están en eso. Alex borro todas las grabaciones desde que llegamos, también, Joseph ha estado trabajando mentalmente en ello y viendo quienes tienen esa idea, la cual no sé cómo, pero Sean ha estado buscando que sea solo un sueño, cambiando la idea original, si no, como crees que mi hermano no ha preguntado por los mellizos menores. Tu padre hizo todo eso, junto a nuestros hijos. Bert con su chispa de alegría juntaba a todos y sin esperarlo daban su frase, tras de Albert sus hijos mayores se unían al coro y Sean estaba con ellos.

- ¡Feliz Cumpleaños, Papá!

- Gracias. Felicidades Anthony y Andrea, ustedes también serán festejados.

El desayuno entraba, con bastante fruta y detalles. Para los cuales esperaban que los Cornwall tal vez se volvieran a colar, pero esta vez, no aparecieron, pues también estaban preparándose para el evento de esa noche.

El vestido de Candy era precioso y estaba montado en una base de cuerpo femenino donde lucía en espera de ser usado, Albert lo observaba y tras de este había dos más, haciendo que la imaginara en ellos, esta le guiñaba un ojo y luego se acercaba con él, al ver que ya había terminado de comer.

- Te gustara, estamos haciendo todo lo posible para que esta familia sea más unida y que seamos felices.

- Gracias mi vida, esto no sería posible sin ti, sé que has hecho un esfuerzo sobre humano y que sé que has guardado todas tus preocupaciones, pero por favor, confía en mí, te ayudare a resolverlos.

- Lo sé, sin ti no podría hacer nada. Te amo tanto.

- Y yo a ti, eres el mejor regalo que la vida me ha dado.

- Tu eres el mío, cielo.

Candy salía dejando en un perchero alto, el traje de él, sus zapatos y todos los detalles que llevaría, en su tocador, la loción, y otras cosas. Albert miraba tranquilo como ella estaba en todo, luego veía una cestilla con un preservativo y recordaba a sus hijos, no los había prevenido en ese tema. Salía y entraba a una de las habitaciones donde ellos estaban organizando, hablaba con ellos y todos se quedaban viendo unos a otros, lo cual no esperaban.

Albert se salía y veía la habitación de su hermano, la puerta estaba abierta y la familia no se encontraba, con agilidad ingresaba hasta la habitación y se iba a la mesa de noche de su hermano, encontrando una caja completa de preservativos. Este la tomaba y salía de inmediato regresando hasta las habitaciones de sus hijos y dejando a todos con varios en sus carteras.

- Padre lo mejor sería la abstinencia, eso de matar nuestro propio ser no es adecuado, mencionaba Joseph incómodo.

- Eso de dejar embarazos no deseados es una de las cosas que jamás se aceptarían. Joseph miraba a Will, Tony, Alex y Terence y estos se quedaban serios. Albert salía ya tranquilo con ese tema, pero Joseph mencionaba,

- Jamás lo haría con una mujer que no ame, y de amarla, me amaría y querría ser mi pareja toda la vida. Terence explicaba los divorcios y los cambios de personas en el tiempo de casados, entonces Will aclaraba su forma de ver ese punto.

- Terence, sabes como nacimos, por cada oportunidad que mamá tuvo un ovulo y que mi padre dio unidad. Imagina que quitaras esa vida, la posibilidad de nacer. Joseph quitaba unos de sus cabellos y los dejaba en la mesita, luego mostraba a todos lo que seguiría y cada cabello se tronaba dorado y polvo, este volvía a su cuerpo. Todos hicieron los mismo y Terence también lo lograba. Luego conseguían tener la idea y decidían.

- Cierto, no podemos dejar una vida ir, mucho menos nuestros genes, pudieran ser algo problemático.

- De acuerdo. Confirmaban los demás. Guardaban los paquetes que les había entregado su padre, pero no comentaban más nada del tema. Cada uno de ellos había sido una oportunidad de vida. Estar ahí, era un privilegio, algún día ellos podían darle vida a alguien si una mujer fuera su pareja por siempre.

Anthony volvía a repasar lo que sus tres hermanos menores hicieron y este se quedaba impactado, tenían una imaginación increíble, eso debía ser una de las cosas que le dieron al bloque dos, porque sus hermanitos estaban creando algo de la nada y eso para él nunca había sido visto en su vida. Daniel uno de los gemelos, era el único que ya estaba con los detalles finales para subir todo a la pantalla en le momento indicado, así Tony y Dany tenían una conversación de aseguramiento del sistema,

- Entonces la idea es que estemos ahí en cámara y en vivo a un lado, viéndonos a nosotros mismos.

- Así es, será mejor y el regalo de la familia, no solo de nuestro padre.

- Suena bien. Lo mejor sería que mamá lo revisara, ella te puede dar un punto de vista más seguro, para que no corramos riesgos.

- Pero entonces ya no sería una sorpresa para ella.

- No lo sé, Papá podría darle un vistazo, como regalo primero y… su punto de vista será analizado antes, ¿No lo crees?

- Si Alex nos hubiera ayudado, pero se encuentra enfermo.

- No es enfermo, es enamorado.

- Es lo mismo, y si eso te pasara a ti y te enojaras en vez de distraerte.

- Lo hubiésemos visto con Joseph. Y no se ven mal, son felices.

- ¿Tu estarías feliz?

- Tal vez, imagina que encuentras el único tesoro por el que naciste y vivirás con él.

- Tienes razón. Pero si ese tesoro se esfumara,

- Lo buscaríamos como lo hizo nuestro Padre. El no se rindió nunca.

- Pues sí.

Albert y Candy acomodaban detalles y veían llegar los trajes y ayudaban a organizar, luego mencionaban a sus hijos el desarrollo notorio de los menores y sus prendas, a lo que estos asimilaban que ya lo habían notado.

Candice estaba triste, sentía deseos de llorar y no podía, entonces comentaba eso con su madre y porque sentía eso, resultando una tristeza por alguien que sentía que no estaba. Al mencionar su padre el nombre de Alistar, Candice sonrió, su madre abrió en extremo sus ojos y su padre agregaba, - ¡eso lo heredo de mí! Si me decían tu nombre, aunque fuera en un anuncio, ese día era muy feliz.

Candy abrazaba a su hija, quien estaba en una bata cerrada y esperaba a la estilista que las peinaría. Desde el fondo donde estaba su habitación comentaba Andy - Mira padre, que te parece nuestros vestidos. Albert tragaba seco, abría los ojos y se negaba a su mujer, esta se reía y comentaba,

- Ya puestos no se ven mal, se verán como las hermosas mujeres que son, no te pongas celoso, veras que los accesorios las hacen ven aun mejor, tu madre las llevo a comprar sus vestidos.

- Candy, te dije que mi madre es muy extravagante, esos vestidos muestran mucho y ellas son muy jóvenes.

- Podrán con esto, veras que la única que se enlazo así es Candice, tal vez por ser susceptible, mira a Andy, no le ha pegado tan fuerte. O es otra la manera de ver las cosas.

- Mis hijos, me preocupan, dicen que no se irán de nuestro lado, pero si…

- Albert, no te preocupes, deja que todo salga natural. Bert entraba a las habitaciones y ahora lucía como un niño mas alto, ya no tan pequeño, pero ya portaba el traje de uno de los gemelos y se veía mejor, este comentaba,

- Mamá dice Tony que deben ver el regalo que hicimos nosotros, que no podemos hacerlo sorpresa para Papá. Albert se ponía de pie, se iba por el pasillo, mientras todos poco a poco lo seguían, hasta llegar a la habitación de Anthony, donde los gemelos habían realizado algunas cosas por computadora incluyendo a Bert.

Albert tomaba asiento y observaba caricaturas que parecían fotografías en dos colores, los gemelos encendían todo y Candy se sentaba en sus piernas, al ver que sus hijos ya se habían quedado con los asientos disponibles, las imágenes que vieron eran pequeñas historias, todas acompañadas de música de fondo, algunas nostálgicas y otras mas románticas, ver los dibujos dejaba a Candy mirando historias que nunca había visto, era el supuesto nacimiento de sus hijos, su desarrollo como fotografías en movimiento.

Candy estaba entusiasmada, pues no reflejaba el verdadero nacimiento de ellos, sino fechas de cumpleaños, fotos de ellos, la mayoría con ella, y no con Albert, a el lo dibujaban después, como los ayudaba y estaba cerca de ellos, pero no lo suficiente. Al caso es que la historia era totalmente distinta, la historia de Joseph se unía a cuatro de sus hermanos y según notaba, dos de ellos habían desparecido y como su madre los había traído de regreso, luego en vez de dos, se habían desaparecido cuatro y como fue su padre que los traía con su madre quien estaba con bebes nuevos, y solo aparecían en las imágenes, los que actualmente estaban ahí.

Ya mayores aparecía un mapa militar, y Albert como soldado, aun no como sargento, dando ordenes a sus hijos para escapar de un lugar, las formas que hacia con sus manos eran adiestramientos militares, y sus hijos los imitaban en las imágenes, lucía una niña rubia y una castaña dorada, donde asimilaban que eran las hijas mayores, también se observaban imágenes donde Anthony colocaba sus manos y lanzaba a su hermana hacia arriba, esta se encajaba en una montaña de hielo con un lazo en su cintura, llegaba a lo alto y aventaba dicho lazo, dejando la posibilidad de subir a sus hermanos.

Eran aventuras, de niños a mayores, pero cuando notaban las fechas, Albert meditaba y preguntaba,

- ¿Por qué ese año?

- Estabas de viaje en Brasil, sacamos información tuya, de mama, podemos inventarlo todo, ella ya no existe como era antes, ahora existe solo como es hoy.

- Es un regalo estupendo, divertido, sobre todo con lo que hacían los niños, ¿de donde los sacaron?,

- Terence nos dijo que sus primos, los hijos de Tío Tom, son muy pequeños y nos contaba detalles de ellos y de otros primos de la familia Gómez, otros de videos que vimos, modificamos y arreglamos a nuestra familia.

- Candy, Amor, sabes bien que solo son dibujos en movimiento, no es real, solo que, si llamaran la atención, pero ellos simularon que las imágenes son de algunas fotografías, esta muy bien montado, como si… lo hubieras hecho tu.

- ¿Yo?

- Si, cuando montaste las imágenes en los super héroes, ahí está el resultado, los incitaste, ellos estaban ahí. Además, Terence es Ángel de pequeño y Candice es Mayra, mira como los dibujaron, eso cambia mucho la perspectiva. Para la familia que no los conocen, pensaran que fuiste la creadora de todo esto. O pueden asegurar que fueron los mayores y no los menores.

- Me gusto como hicieron pequeñas historietas de ellos mismos, ¿y eso de los cumpleaños?

- Papá sale en algunas tomas aquí en los videos de la familia que tiene nuestra tía, y otros, no son él, son Tío Alexander. Tomamos sus imágenes y las modificamos a nosotros.

Se hicieron algunas modificaciones y ambos padres agregaron otros detalles que hicieron sentir mucho mejor a sus hijos, disfrutaron de esos momentos y al finalizar, Tony comentaba con su madre,

- ¿Pensé que era una habilidad del bloque dos?

- No hijo, no es habilidad lo que le dieron al bloque dos, hicieron que sobrevivieran mejor los reactivos, si te fijas, Joseph, tu, Andy… tu padre agregó a los gemelos, pero no a las trillizas, son como ustedes, creo que Black se arrepentía de haberlos vendido. No despertaban inmediato, se ocultaban bien, ellos mismos no lo sabían, pero los tres que inyectaron en mi me reactivan, mientras a tu padre, no.

- ¿El bloque dos, eran como Joseph, Andy y yo?

- No hay muchas diferencias, Bert es muy pequeño, los mellizos se reactivaron, no solo por su cuerpo, sino porque eran como yo, como tu abuelo Sean. ¡reactivos!

- Mamá, los niños son reactivos todos.

- No lo sé, pero tenemos ahora cuatro y a tu padre estables, eso nos ayudara a los demás, tu hermana Candice quiso reactivarse, apenas y lo logro, meditaba, pero se estableció de forma inmediata. Terence ya se molesto con Diane, ellos están a salvo, como Alex y Will, se activan solo sus ojos. Tony, tu padre no dejo activarse a las niñas y los gemelos, los contuvo a los cinco, tu abuelo William al contener a Bert, le detuvo hasta el crecimiento. Como yo, solo se activaron los tres mayores y eso porque tu padre estaba con los niños, por eso no nos detuvo.

- ¿Te molesta esto, mamá?

- No. Tarde o temprano nos podía pasar, tu abuelo Sean no nos conocía, se asustó, ahora esta muy feliz. Creo que mi madre ha rejuvenecido mucho desde que esta con él. Si la hubieras visto antes, estaba demacrada, triste y hoy parece una joven, enamorada como si… como si mi padre le diera vida.

- Me gustaría algún día estar enamorado, me gusta como es Alex y Joseph.

- ¿En serio? Tus hermanitos opinan lo contrario. Pero tárdate en enamorarte, Tony, por favor, no lo busques, llegara a ti y… no quiero separarme de ustedes tan pronto, me tiene muy preocupada Candice, es como si solo fuera feliz cuando el esta cerca, no cuando está con nosotros.

- Puede estar él con nosotros, mamá.

Albert se regresaba buscando a Candy y lo veía abrazando a su hijo, quien se escondía en su cuello y ella lo abrazaba como si fuera su bebe, siendo tan alto, era tan tierno, solo ella podía crear eso, con ellos, y solo con sus hijos, se sentía como si fuera más el amor, que ambos se manifestaban, porque Tony, al final era un Andrew y ella los amaba a todos.

- ¿Mi vida? Si te ven los demás todos querrán devolverse aquí contigo.

- Pero si eres tú, el que quiere estar así conmigo. Tony se reía negando besaba en la frente a su madre y caminaba hacia su padre a este le abrazaba y pegaba su rostro en su hombro agregando,

- Te quiero mucho, Papá.


Gracias por comentar esta historia, el siguiente lo subiré cuando haya mas comentarios ;)

Esperamos pronto la fiesta, los eventos y leer, leer y leer, es tan bonito avanzar en cada historia

Un Abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa