Vale Bra, repasa tu situación. Estás en Vejita, tú has visto que ha pasado, todo el mundo ha visto que ha pasado, pero no vuelvas a hundirte en la autocompasión, eso da mucho asco. Afronta lo que ha pasado, vuelve a ser tú aunque solo sea para ayudar a los sayians.

Se encontraba sola en su habitación, respirando pausada y rítmicamente, cogiendo fuerzas para afrontar toda esta situación. Dos días en cama, dos días ignorando todo lo de alrededor y a todos. No sabía ni qué había pasado. Shark se suponía que estaba bien, pero Bra ni se dignó a preguntar si alguien más estaba herido, aunque … se lo hubiesen dicho, no? Quería pensar que así era y que no la había jodido aún más, escapando descaradamente de la realidad.

Seguía con la respiración controlada, mentalizándose de qué tenía que afrontar la situación. Era Bra, la princesa de los sayians, y actuaría como tal. Tenía que esclarecer en qué situación exacta estaba la sociedad sayian, cuáles eran sus opciones y qué podía hacer ella para mejorarlo todo. Era el momento de seguir creciendo, aprendiendo a dejar apartada su situación personal. Situación asquerosamente dolorosa y demasiado profunda para controlarl… No Bra, no! Vuelves a divagar, concéntrate en superar este día. No puedes tenerte más pena y más odio hacia ti misma. No y punto. Apártalo, aparta su mirada de tus pensamientos y asume tu responsabilidad.

Un suspiro final y un paso hacia el espejo. Pelo largo y azul, qué mejor que una coleta alta para controlarlo? Y este flequillo? Después de recortarlo y volver a dejarlo perfectamente recto y liso, se volvió a mirar al espejo y decidió bajar, con toda su soberbia, y afrontar el día.

estamos todos?- repasaba Shark más para sí mismo que para el público.

El propio Shark, Vegeta, Trunks y Banon estaban en los jardines, acompañados de otros 100 sayians, en formación. En el balcón se encontraba su abuela, madre y demás guerreros Z.

no!- gritó Bra desde la puerta. La escena no la intimidó.

Sí- interrumpió Vegeta-tú no vienes, te quedas aquí con tu abuela.

Y una mierda- y con esta frase Bra dio por zanjada la discusión.

Silencio sepulcral en los jardines. Nadie se esperaba esta respuesta, y más después de lo ocurrido a su llegada. Entre los guerreros Z no sorprendió tanto este comportamiento de Bra, pero los sayians, en general, no conocían el carácter de su princesa. Así que la respuesta que dio al rey de los sayians, como mínimo fue chocante.

A Shark, por el contrario, se le asomó una sonrisilla, bastante bien disimulada. Y la boca de Banon no podía abrirse más.

dónde vamos y qué haremos- preguntó Bra para así integrarse en el plan.

Vamos a la pequeña aldea de la que hablamos- siguió Shark sin dar pie a que Vegeta replicase- No se han dejado derrocar por los insurrectos. Pero estos siguen por los alrededores así que iremos allí y les entregaremos unos … -se detuvo y miró a Bulma- como lo ha llamado, señora?

Son campos invisibles de protección- dijo Bulma aunque en su voz denotaba que no era la primera vez que tenía que repetir el nombre- y llámame Bulma, que no se cómo decirlo ya!

Shark asintió con la cabeza y siguió:

vamos a dotar a todas las pequeñas aldeas de campos de protección para que así nadie pueda penetrar en ellas y mantenerlos a salvo. Queremos ir con vosotros a una para que sea visible la participación de la Corona.

buen plan- dijo Bra, sin dudar un momento que era idea de su madre.

Sin preguntar mucho más y viendo la organización, Bra dedujo que esos otros 100 sayians eran soldados a favor de la Corona, que irían a otras aldeas que estaban en la misma situación para así tenerlas a todas controladas en menos tiempo. Y también para evitar que la noticia de que la Corona recuperaba terreno corriese entre los rebeldes.

y por qué no vamos cada uno - dijo Bra dirigiéndose a su propia familia- a diferentes aldeas? Así nos verán en más sitios

Si quieres venir será conmigo- dijo Vegeta.

Los soldados estaban entre expectantes y avergonzados, de presenciar esta riña familiar. Ninguna mirada se desviaba del frente, en su formación.

si tanto te importa, puedo ir con Shark- dijo Bra aflojando un poco en la disputa- Si él quiere, yo es con el que más confiada voy- y una pequeña punzada le dio en su corazón, pero no dejo que se notara.

Podía ser que esa frase hubiese creado un momento de tensión? Como fuere, Shark prosiguió:

yo seguiré las ordenes que me deis, su alteza- pronunció Shark - pero le juro que nada malo dejaré que le pase a su hija- y se inclinó ante Vegeta.

Al fin, la reina se pronunció, desde el balcón, dejando claras las cosas:

aún sigo siendo la reina- dijo mirando a Vegeta y a Bra- y soy yo la que sigue dando las órdenes. Estoy encantada de tener tan buenas ideas - esta vez iba dirigido a Bulma, quien se sonrojó un poco por el cumplido- y así poder trabajar con ellas. Me gusta el plan de asegurar las aldeas y el de que la Corona esté presente, así que ordene que os repartáis en grupos, y que los miembros reales que queráis ir en representación, os disemináis en diferentes grupos. Son mis ordenes- y lanzó una mirada a Shark, quién entendió perfectamente que eran sus ordenes las que tenía que seguir.

Si, mi reina- y acto seguido todos los soldados siguieron a Shark y Banon con su reverencia.

Bra alucinó y disfruto por un momento el poder y el temple de su abuela. Le gustaba tanto ver a una mujer segura y poderosa.

Shark era el líder del ejército de la Corona. Formó 4 grupos de 25 soldados cada uno, y un miembro de la Corona en cada grupo. Sólo hubo un grupo que se quedó sin representante real. En aquel momento la reina Canet llegó a los terrenos, junto con su guardia personal, y se dirigió a hablar con Shark.

tú puedes ir con mi nieta?- le preguntó seriamente- Así como están las cosas no quiero que vaya sola, aunque sea con 25 soldados.

Sí, mi señora- le dijo Shark, pero al ver la mirada de su reina no se calló ahí- no sé si es cogerme demasiadas confianzas pero por su nieta daría mi vida, espero que lo sepa.

La reina asintió. Y estaba segura al hacerlo. Si Bra estaba con Shark se sentía un poco más segura. Estos dos habían establecido una relación muy estrecha, con su paso por la nave de Freezer.

Bra estaba lejos, aunque intentaba poner la oreja para enterarse de algo. Pero ni por aquellas, su hermano tuvo que venir a molestar.

enana- 20 años y seguía llamándola así- esto no es la Tierra, no respondas a papá así que aquí tiene su reputación- Bra asintió con la cabeza. Una mirada entre los hermanos dejó entrever que a los dos les resultó gracioso recordar la situación.

Pero era verdad. Ya no estaban en la Tierra, ahora tenía que mantener un poco la compostura, sobretodo delante de las tropas, para que no vieran ninguna debilidad. Tenía que dar buena imagen de la Corona, debía ser sensata y serena. A ver si lo conseguía…

Entre tanto, en la conversación entre Shark y la reina, se unió Vegeta.

no irás- otra vez Vegeta enfadado.

Soy TU reina, así que calla y asume las ordenes- y Canet se fue andando hacia el grupo de soldados que no tenían representación real asignada.

Así que mi abuela también viene. Bien. Nadie mejor que ella. Ahora Bra te irás con tu grupo, y conocerás un poco el planeta. Tienes que conocer poco a poco sus costumbres, tradiciones y pensamientos. Creo que les ganas en inteligencia pero no en fuerza, tienes que intentar ganártelos de alguna forma.

EL escuadrón de 25 soldados, junto con Shark y Bra emprendió su camino, con estos dos en el centro, custodiados por los 25 sayians. Ahora era la ocasión para que Bra hablase con Shark, estaba claro que algunas cosas tenía que saberlas.

Shark- empezó la conversación Bra- que tal han ido las cosas por aquí estos años?

Shark se esperaba el interrogatorio, solo debía saber llevarlo a su terreno, pero era consciente que la niña era muy inteligente, mucho más que él mismo, y que su raza en general. La raza humana era más débil físicamente, pero no intelectualmente.

al principio fueron muy bien- empezó la explicación- cuando os fuisteis, y después de la euforia de la victoria, las cosas volvieron poco a poco a la normalidad y a la rutina. Las familias siguieron con sus vidas. Pero después de un año o así- dijo, indicando que no lo sabía exacto- un pequeño grupo qué sembrando la semilla del odio hacia tu padre diciendo que nos había vuelto a abandonar, sin saber que tu padre se mantenía al corriente de la situación regularmente. Los sayians al principio ni los escuchaban pero poco a poco fueron sumando adeptos al decir mentiras, y no poder demostrar a todo el mundo que tu padre no nos había abandonado- esa parte aún la recordaba con rencor Shark, como podía la gente pensar que los habían abandonado después de lo que lucharon por ellos?- Y los adeptos fueron creciendo hasta llegar al punto que muchos sayians ya no creen en la Corona, pero lo que no pueden entender es que si destruyen la Corona, el planeta sayian será un descontrol, no habrá autoridad para frenar a los sayians. Y somos una raza muy violenta y visceral.

Iban a pie por un bosque frondoso y precioso para así evitar que se detectara su ki. Bra mientras escuchaba a Shark iba atenta a todo a su alrededor. Tenían grandes árboles y anchos, muy abundantes, y hierba muy verde y fresca. El bosque era impresionante, y por las copas de los árboles y por entre según que maleza se podían oír animales moverse y huir de los extraños. Los soldados iban atentos durante todo el camino ante cualquier ataque o imprevisto. Pero el camino a seguir, por ahora, parecía despejado y tranquilo.

y que sayians son los que más creen en los insurgentes? Viven en otros lugares?- Bra tenía tantas preguntas por hacer, y muchas más que no sabía si quería saber la respuesta.

El planeta Vejita no está muy poblado, no es como la Tierra, por ejemplo- Shark hoy daba muy buenas explicaciones le parecía a Bra- Tenemos la ciudad grande que es la que se ve desde el palacio, y luego hay otras aldeas alrededor, tenemos contadas 10, pero puede ser que otros sayians vivan solos en medio de bosques o otros parajes. - Shark vio como Bra asentía, sin dejar de admirar el bosque- En la ciudad seguro que está dividido, es por ello que debemos abordarla en última instancia; primero debemos poner a salvo las aldeas. Y para la ciudad ya veremos cómo lo hacemos, porque aún no tenemos plan.

oye, hoy hablas muy bien, eh?- le comentó Bra, mirándolo por fin a la cara y arqueando una ceja.

vaya, gracias- dijo Shark. Sabía que no lo decía a malas la niña- es que intento hablar mejor porque en la Tierra sois muy remilgados

La risa de Bra fue sincera, y resonó en el bosque. Hacia tiempo que no le salía una carcajada espontánea. Pero de repente su carcajada cesó, el grupo de soldados se detuvo y Shark miró a Bra. No estaba seguro de si respiraba. Podía ser que hubiese notada el ki que le pareció a él?

Bra contenía la respiración. Juraría que había notado el ki de… él. Aún no podía decir el nombre de nuevo. Sin respirar se giró hacia Shark pero este parecía tranquilo.

que pasa? Seguimos o qué?- gritó Shark a sus hombres.

Shark…- Bra intentó balbucear una frase.

Qué? Que os pasa a todos? No tenemos todo el día- y Shark empezó a andar.

Bra miró a su alrededor, ya no notaba nada, había sido solo un momento, incluso podría creer que se lo había imaginado, pero acaso los soldados no se pararon, también?

oye- le preguntó al primer soldado que pilló. La cara del pobre chico era un poema- que ha sido eso? Que ha pasado?

Los ojos del chico no se movían del frente. Debía tener no más años que ella.

siga, soldado- gritó Shark- niña, aquí- le dijo a Bra, indicando que se pusiese a su lado.- deja al pobre chico que tiene tu edad y no sabe donde mirar- siguió Shark.

Bra sabía que a él no hacia falta preguntárselo, le diría que no había pasado nada.

por qué tenéis soldados?- una pregunta que aún no se le había ocurrido a Bra.

Son voluntarios- dijo Shark- así como crecía el número de insurrectos, también lo hice el de seguidores de la Corona, haciéndose visibles e incluso iendo a Palacio para ofrecer sus servicios. Empiezan con entrenamiento y luego al estar preparados pasan al servicio.

Y no hay mujeres?- una pregunta que rondaba a Bra des de qué llegó.

Tengo de decirte que creaste escuela- le dijo Shark, mirándola, y orgulloso- todas las que vieron tu combate u oyeron hablar de ti, se animaron a seguir luchando, para ser como tu. Aquí eres una gran figura.

Y entonces, el recuerdo de cuando llegaron le vino a la memoria, con los gritos de los rebeldes indicando que la mataran.

me quieren muerta?- preguntó Bra, no asustada, sino más bien inquisidora.

… - Shark debía pensar como contestar a esto.

Sé directo - le dijo Bra- la respuesta será misma.

Siempre tan directa, eh?- siguió Shark- Si, debo decirte que sí. Como te he dicho te convertiste en una gran imagen para la Corona, luchaste y ganaste por ellos, transformando incluso. Pero fuiste un gran ejemplo para la Corona, y como tal te quieren derrocar.

Vale - concluyó Bra.

Así que estaba en la situación de ser una imagen a la que querían dar caza. Era una gran representante para la Corona y como tal tenían que acabar con ella. Pero lejos de amedrentarla, eso la hizo crecerse. Los sayians llegaron a tenerle estima, incluso a admirarla un poquito, podría decirse, y se sintió orgullosa. Y no se avergonzó para nada de sentirse orgullosa. Ahora si que veía el bosque más precioso que nunca, y tenía que protegerlo con más ganas que antes.

quedan 6 lanares para llegar, señor- dijo un soldado del frente a Shark.

Bra no supo si eso eran kilómetros, metros o huevos puestos uno al lado del otro. Pero como les preguntaba cómo median si ellos no entenderían sus medidas? Así que dejó que la duda se fuese con el viento.

Le quedaban 6 lanares para seguir interrogando a Shark. Tenía tiempo de hacer más preguntas? No lo sabía pero las preguntas que tenía siempre rondando en su mente, no estaba preparada para que tuviesen respuesta. Así que dejó el silencio como conversación.

y tu familia? - preguntó Bra al cabo de un rato. Landres debían ser kilómetros, pensaba en ese momento.

Muy bien- otra vez la cara de Shark iluminada- ya te dije que el niño sigue igual y que así como están las cosas no podemos hacer muchas cosas, pero disfrutamos de tenernos en casa.

A Bra le gustaba ver la cara de Shark al hablar de su familia. Era como si se olvidara de todo lo malo. Y un poquito de entusiasmo le contagiaba. Durante el paseo se había sentido… bien.

El brazo de Shark paró a Bra. Bra vio la aldea en frente. Era preciosa. Eran unas 100 casas que se encontraban al fondo de un valle, protegidas por el bosque y montañas al otro lado, junto con un lago enorme a un lado. Las casas eran pequeñas, con colores claros, algunas pegadas entre ellas y otras solas, pero todas con los tejados de un color azulado.

Shark hizo señas con los dedos para que un grupo de soldados se desplazara por los laterales y dieran la vuelta a la aldea.

En el grupo que se había quedado, permanecía el silencio. Entonces, se notaron los kis de los soldados elevarse, rodeando la aldea. Esa era la señal para empezar a entrar en la aldea. Los soldados iban avanzando, en subgrupos de dos, entre las calles de la aldea, indicando a los aldeanos que se metieran en casa y que avisaran de ataques de rebeldes.

No hubo ni un contratiempo. La protección de la aldea salió perfecta. Y llegó el momento de que Bra, custodiada por Shark, entrase.

Los soldados ya habían puesto el dispositivo de protección, y solo podían atravesar la barrera quien llevase un colgante especial. Ya se había entregado a todos los habitantes, y los soldados, junto con Shark y Bra, también llevaban uno para poder permanecer dentro.

Bra empezó a andar y pudo ver cómo, juraría que toda la aldea, la esperaba en el centro de lo que parecía una calle, aunque lo que podrían llamar calles eran muy irregulares y asimétricas.

Y se puso nerviosa. Todos esos sayians esperaban cosas de ella? Acaso podría cumplir con las expectativas?

Y cuanto más se acercaba, más crecían sus nervios al ver las caras de emoción de la gente.

Ahora si que estaba segurísima que estaba toda la aldea. Nunca había visto tantos sayians juntos, incluso veía sayians jóvenes, viejos, mujeres, hombres, y sayians bebes! Bra seguía avanzando, con la mirada al frente, intentando no sucumbir a la presión y caerse. Hasta que vio cómo todos los sayians se arrodillaron, eso fue demasiado para ella. Miró suplicante a Shark, para ver si podía ordenar que se levantaran. Al ver que él no hacia nada y que la situación le divertía, solo alcanzó a decir:

no, no.. no, por favor, levantaos- Repetía Bra sin levantar la voz.

Pero los sayians no se levantaron hasta que llegó dónde Shark le indicó que parara. Allí se paró ella, en seco. Ahora parecía un robot, debido a tanta atención positiva.

hola a todos- gritó Shark- ahora hablaré con vuestro anciano y le explicaré todo con más detalle pero quiero que sepais que somos soldados de la Corona y que os hemos colocado un campo de protección alrededor de la aldea para que ni un insurrecto entre- se escucharon aplausos- y la reina Canet quiere dejar presente que la Corona sigue con el pueblo. Os presento a su nieta, la princesa Bra- aplausos más efusivos surcaron el aire. Bra aún no se lo creía. Solo alcanzó a saludar con la mano a todo el mundo. A Shark le entró la risa al verla tan nerviosa y haciendo tantas tonterías.

niña, voy a hablar con el anciano- le dijo a Bra

Y se fue. Y dejó a Bra allí sola. Y ella no sabía qué hacer. Y seguía sin mover un músculo. Su mirada vagaba por todos los habitantes, sin ver a nadie en concreto y mirándolos a todos. Se sentía extremadamente estúpida. Y entonces se relajó, porque pensó que peor ya no lo podía hacer, y le entró la risa, y fue entonces cuando vio a un grupo de niños en primera fila, que la miraban, se sonreían y hablaban entre ellos.

hola- les dijo Bra, recobrando su confianza. Los niños solo levantaron la vista en silencio. Su princesa les estaba hablando- Cuántos años tenéis?- preguntó Bra, para entablar una conversación.

Los padres y abuelos debían estar detrás de ellos, porque esos sayians adultos solo les pegaban pequeños empujones para que se acercaran.

Una niña se adelantó a los demás:

hola, princesa- y se inclinó muy graciosa.

No hagas eso - le dijo Bra, levantandola- no hace falta.

Ah no? Bueno - siguió la niña. Bra la encontraba muy graciosa- me puedes peinar como tú?

Esa pregunta no se la esperaba. Bra solo rió y dijo que si, y preguntó si alguien más quería aprender. Cuando Shark salió de hablar con el anciano, descubrió a Bra sentada en medio de un círculo de unos 15 niños, peinándolos y contestando preguntas del tipo, cual es su comida favorita?

Y los sayians adultos estaban encantados de tenerla allí. Todos, no había uno, que no la mirase con admiración. La niña aún no era consciente del impacto que había tenido en el planeta. Pero es que ella fue una de las liberadoras de las cadenas de Freezer. Muchas de las famílias que ahora la miraban estaban vivas gracias a ella. Y Bra seguía sin ser del todo consciente de la grandeza de su acción. A Shark, a quien estaban muy agradecidos, le costaba acostumbrarse a tanta atención y convivía cada día con ello. No se imaginaba lo difícil que sería para Bra asimilarlo

Shark, desde la lejanía, miraba a su princesa orgulloso. Pero su vista se desvió hacia los árboles. Le pareció ver una silueta alta y delgada de un sayian, pero cuando sus ojos llegaron al punto donde la vio, la silueta se había desvanecido. Shark quería pensar que no había visto a quien creía que había visto, porque esto podría traer problemas. Grandes problemas.

Avanzó hacia Bra para romper el momento, e indicar que tenían que partir antes de que oscureciese.