- y estás segura que funcionará?- le preguntaba Shark a Bra, mirando lo que sujetaba en su mano, desconfiado.
- Siii… le repitió Bra por enésima vez, con desidia. - lo ha hecho mi madre - le repitió levantando esa cápsula tan pequeña- no fallará.
Una semana entera había trabajado Bulma en ese campo de protección. Y Bra sabía que funcionaría. O al menos debía funcionar, no podía pasar una semana más sin saber como estaba ÉL. En esa semana las horas se convertían en días, y no exageraba si decía que le había preguntado a su madre 150 veces si ya estaba terminado. El plan cogió forma muy rápido, pero la protección que exigió Vegeta para llevarlo a cabo tardó más, una semana justa para ser exactos.
- pero…- siguió Shark. Bra lo cortó con la mano, levantando y poniéndola delante de su cara.
- Basta- le dijo- funcionará! Tiene que funcionar, entendido?- le casi gritó. Shark asintió- así que ahora no lo dirás más, coge tus cosas, reúne a los sayians, y partimos.
Bra estaba preparada para este viaje hacia días. En su cabeza tenía más que repasado lo que debía hacer y el momento exacto para hacerlo. Todo Vejita sabía que la princesa y el príncipe, entiéndase Trunks, se irían a la montaña Fushis, la montaña sagrada de los sayians, a entrenar para aumentar su nivel de combate. Todo Vejita, incluía también a los rebeldes. Iniciaron el rumor en Palacio, y se fue extendiendo como la pólvora por toda la ciudad, así que era cuestión de tiempo que los rebeldes se enterasen. Hecha esta parte del plan, simplemente debían ir ahí, protegerse con el escudo protector que había creado Bulma, y regresar al día siguiente. Sólo para ver cómo se encontraba Azog.
Bra sabía que estaba bien, lo sabía, no había notado nada. Pero ahora que lo había tenido tan cerca, necesitaba más aún si cabía volver a tenerlo al lado, o simplemente verlo. Necesitaba verlo, sólo para mirarlo. Sólo quería un momento para observarlo, con calma. Sin prisas, sin tenerlo que mirar por entre unos setos. Simplemente, se conformaba con tenerlo delante y respirar. Hablarle ya era otro tema… Recordaba que le había pedido perdón, pero no se sentía cómoda con solo esas palabras, no sabía como expresarle todo lo que sentía. Y cuando llegaba a este punto, Bra se bloqueaba y no era capaz de avanzar por la rabia que sentía hacia sí misma y por la angustia que le causaba no saber expresarse. Así que, simplificando las cosas, sólo deseaba mirarlo, aunque fuese un minuto, para poder admirarlo.
...
aquí?- preguntó Shark al grupo formado por 6 soldados, Bra y Trunks.
- Donde digas- le dijo Trunks, para dar a entender que era Shark el que debería tomar las decisiones en esa montaña. - aquí va bien - le dijo Trunks al ver que Shark no borraba la expresión de duda de su cara. - y a ti que te pasa?- le dijo a Bra
- nada- le dijo Bra - estoy concentrada - y si que estaba concentrada, pero en notar kis. A su alrededor notaba 10 kis de sayians escondidos entre los árboles, y muy seguros de si mismos de que sabían esconder el ki a la perfección, bajando su nivel de combate. Pero Bra había aprendido a percibir el mínimo ki vital, por mucho que lo escondiesen. Y estaba segura de que ningún otro sayian sabía de ello, ya que los soldados que la acompañaban, e incluso el mismo Shark, estaban extrañados de que nadie los siguiera. Y también estaba segura de que entre esos kis no estaba Azog.
Bra sacó la cápsula que contenía el campo de protección.
- es necesario?- le preguntó Shark. Efectivamente, Shark no sabía percibir el ki vital. Y si Shark no sabía, menos sabrían los otros soldados.
- Si - le dijo Bra - es el plan - no tenía ganas de dar explicaciones, no ahora que sabía que el plan que había trazado, paralelamente al otro, durante una semana para poder ver a Azog no iba a servir de nada porque él no estaba ahí.
Bra apretó el botón y el campo de protección se activó, creando una cúpula transparente de unos 15 metros de radio, incluso llegando a partir un árbol que se encontró en su camino. En el interior de la cúpula, los soldados, junto con Shark y Trunks empezaron a montar el campamento. Bra, por su lado, se sentó con las piernas cruzadas en el suelo, con la vista fija en los árboles. Sabía que estaban ahí escondidos. Y ahora, a parte de sentirse decepcionada porque Azog no estuviese ahí, se sentía observada.
Y encima debían "entrenar" para que los rebeldes viesen que sí entrenaban ahí. Bra sabía que en esa cúpula nadie le ganaba, dudaba incluso que su hermano pudiese. Sabía que con Freezer había demostrado lo fuerte que era pero ella notaba que aún tenía más en su interior y no sabía sacarlo. Solo ÉL podría lograr que Bra sacara todo su potencial.
- empezamos?- le gritó Trunks, agitando la mano para que Bra se acercara.
La princesa se levantó de un salto, empezando así el calentamiento. Su traje simplemente consistía en unas mallas negras, botas tobilleras y una armadura blanca y ocre, corta. Aún no sabía bien cómo combinar trajes sayians. Se hizo una coleta alta, sin retirarse el flequillo, y se dirigió hacia su hermano, dando la espalda al bosque. Nada de lo que pasase ahí le interesaba. Su forma de andar era inconfundible, y alguna vez había pillado a más de un soldado mirándola y apartando la mirada rápidamente cuando Bra lo miraba amenazante, llegando incluso alguno a pedir perdón con una ligera reverencia.
Aunque no quisiera admitirlo por si todo se torcía, Bra se sentía más ella misma en ese planeta por cada día que pasaba. Volvía a notar una fuerza en su interior que amenazaba con salir.
Y entonces, notó como un ki se elevaba fuera de la cúpula, y se giró apunto para ver como una bola de ki impactaba contra la cúpula, justo en el punto que se cruzaba en la trayectoria hacia Bra.
- pero qué…! - gritaba y preguntaba un sayian furioso, sin entender porque su bola había explotado antes de que llegara a su objetivo.
- quita! - le gritó otro sayian con cinturón rojo empujando. Pero su rayo de ki tampoco atravesó la cúpula.
- No sigais! - les gritó Shark- no podréis - muy orgulloso del buen funcionamiento del invento de Bulma. A Bra le hizo gracia porque, efectivamente, lo decía muy orgulloso, ya que él había formado parte de todo este plan.
- Pues de aquí no saldréis! - gritó el último sayian que había lanzado el ki, e indicando a los demás sayians que rodearan la cúpula.
Y entonces Shark miró preocupado a Bra. En eso no había caído. Bra simplemente le hizo un gesto tranquilizado con la cabeza. Acaso dudaba de que su madre no hubiese planeado hasta el último detalle. De la cúpula se podía salir con cambio de lugar instantáneo pero no entrar.
Y el sayian, que parecía el líder del escuadrón percibió el gesto de Bra.
- traedlos! - gritó inmediatamente, sin apartar la mirada de Bra. Se notaba rabia en su voz.
- ero Frakz ha dicho que…- empezó otro sayian, receloso de esa orden.
- Pues ve y pregunta!- solo le gritó el otro.
Pasados 5 minutos desde el cambio de lugar instantáneo del sayian, apareció de nuevo, pero no vino solo. Con él apareció otro sayian, más corpulento que los demás y con las facciones de la cara muy marcadas, y la mandíbula apretada. Bra se habría preguntado si acaso siempre estaba enfadado, pero su mirada no se apartó de los dos rehenes que traían.
- me presento - empezó el nuevo sayian - habrás oido hablar de mi - sólo se dirigía a Bra - yo de ti si, alteza. Soy Frakz - e hizo una reverencia con mofa - y estos- siguió, calvando los ojos en Bra al decir las últimas palabras - son tus abuelos, verdad? Espero que sí, sino ya nos hemos equivocado de terrícolas.
El otro sayian retenía a los abuelos de Bra y Trunks.
- hola nenes - les gritó su abuela, agitando la mano para saludarlos.
Sería una situación graciosa si tanto Bra como Trunks no supieran que su abuela era así, aunque la hubiesen torturado matado a alguien delante de ella. Siempre se preguntaban, que con lo poco lista que era, que hacía con su abuelo.
Por su lado, su abuelo sí reflejaba la auténtica preocupación y miedo.
- estais bien? - preguntó Bra, angustiada. Cómo arreglaba aquello? Trunks también se posicionó al lado de su hermana. El resto de sayians estaban en la retaguardia esperando ordenes. Shark no podía ni respirar. No sabía por donde le podría salir Bra.
- Estamos bien, cariño - le dijo su abuelo, llorando. Bra se tensó y su ki empezó a elevarse.
Una mano de Trunks en el hombro de Bra sirvió para que esta volviese a "relajarse".
- sal - le dijo Frakz- o los mataré- sólo se dirigía a Bra.
- No - era Trunks quien hablaba - suéltalos y nadie saldrá herido.
- nadie? - rió Frakz - sois vosotros las que lleváis de perder.
Y tenía razón. Y Bra lo sabía, y todos lo sabían. Bueno, quién más tenía que perder que Bra y Trunks, los otros simplemente podían teletransportarse fuera de la cúpula para largarse. No eran sus abuelos. Pero seguían ahí, y todos, todos los soldados de la cúpula esperaban ordenes de Bra. Todos tenían la mirada puesta en ella. Y tanto Bra como Trunks tomaron consciencia de a quien realmente seguían los sayians.
- Bra, no - le susurró su hermano al ver a su hermana dirigir la mirada hacia el botón, que habían situado en un lateral, para abrir la cúpula.
- Cariño, no hagas nada - le gritó su abuelo - estamos bien. No salgas de ahí.
Era demasiado para Bra. Lágrimas de impotencia empezaban a amenazar con salir.
- sal!- gritó Frakz, y una bola de ki golpeó a su abuelo.
Y lo que ocurrió a continuación pasó demasiado deprisa como para que algún sayian de la cúpula pudiese actuar.
Bra vio a su abuelo caer hacia delante, gritando de dolor. Y su cuerpo actuó por instinto. Su ki se elevó sin control, llegando a transformarse de la rabia. Y saltando hacia el lateral, se tiró sobre el botón y abrió la cúpula.
- llevaoslos! - sólo gritó Bra, mientras su ki se iba elevando más y más - Ya! - le ordenó a Shark. La mirada de Bra se clavó en Frakz, odio puro. Y en la cara de este se podía percibir… miedo? Bra avanzaba hacia él y sus hombres, y estos solo retrocedían, asustados. Bra no sabía que tenía tanto poder, pero era consciente de que no lo controlaba. Salió solo.
Shark, con gestos de cabeza, hizo que dos de sus hombres cogieran a los abuelos de Bra.
- a un tanque de regeneración - solo dijo Bra, sin levantar la voz y sin dejar de avanzar hacia Frakz.
Trunks no respiraba. Simplemente observaba a su hermana. No reaccionaba.
- ahora! AHORA! - gritó Frakz - a ella, a ella!
Y mientras, 4 sayians se llevaban a los abuelos a salvo en Palacio, nadie en el claro se había percatado de que entre los árboles, los rebeldes tenían un cañón de energía, que parecía de tecnología de Freezer. Y de él salió una gran bola, del tamaño de un coche, que impactó en Bra. Esta sólo tuvo tiempo de girarse para ver la bola hecharsele encima. Los rebeldes saltaron lejos del alcance de la bola de energía, y Trunks y Shark reaccionaron alargando la mano para apartar a Bra y volar hacia ella, pero la onda de expansión los lanzó despedidos más allá del alcance de la cúpula.
- Bra!- sólo consiguió gritar Trunks antes de que la bola impactara en el cuerpo de su hermana.
Silencio sepulcral en el claro. Trunks y Shark se levantaron y permanecieron inmóviles esperando que el polvo se dispersara, para ver a Bra ahí, de pie, sin un rasguño y enfadada. Cuánto tardaba el polvo a asentarse?
Trunks aguantaba la respiración. Así como el polvo iba disminuyendo, Trunks creía ver que ahí no había nadie pero era imposible. Su hermana estaría ahí.
Shark ya veía que ahí no había nadie… la niña… no podía ser… la niña no! Y se puso a llorar como un niño pequeño.
Shark llora pero que espere un poco más, pensaba Trunks. Ahora aparecerá. Pero el polvo desapareció y ahí no quedaba ni una brizna de hierba en pie. Ni nadie aparecía volando con el peculiar porte de Bra. Los soldados sayians no decían nada. La sorpresa y la tristeza se veía en sus caras. Habían destruido a su princesa.
- no, no, no!- gritó Trunks, mientras se caía de rodillas al suelo - no! Bra! No!- lloraba desconsoladamente. Mientras, Shark seguía llorando en silencio.
En el bando de los rebeldes también había silencio. Acaso no era lo que querían? Destruirla desde el principio? Y por qué algunos no estaban del todo satisfechos con esa hazaña? Sería porque estaban viendo cómo la Corona si se preocupaba por su pueblo? Y sería verdad eso que se decía por el pueblo llano que en ningún momento el rey Vegeta había estado sin noticias de su pueblo? Acaso ya no veían tan buena idea destruir la Corona?
Pero Frakz no, Frakz estaba pletórico.
- y ahora a dar la noticia al Rey - dijo poniendo especial énfasis en la última palabra. Sabía que esto desestabilizaría al fin a esa familia. La Corona era suya. Era cuestión de tiempo.
Y salió volando, con sus secuaces detrás, a los que hizo señas con la cabeza para que lo siguieran.
- no!- gritó Trunks mientras partía detrás de él, dispuesto a matarlo. Shark y los demás lo siguieron. Seguro que se dirigían a Palacio.
Porqué no pensaban en percibir kis, esta gente? Se preguntó mentalmente Azog, escondido entre los árboles, mientras mantenía entre sus fuertes brazos a Bra, quien seguía con los ojos cerrados y la cara tensa esperando el impacto de la bola de energía. Y durante esta fracción de segundo, Azog se permitió sentir el calor y el olor de Bra, y el sentirla entre sus brazos. Agachó la cabeza y los ojos para sentirlo todo mejor.
