LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN, SON PROPIEDAD DE MASASHI KISIMOTO.
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SIEMPRE QUE HAY ALGÚN CAMBIO EN NUESTRAS VIDAS, DEBEMOS DE DEJAR DE PENSAR EN EL PASADO Y AVANZAR HACIA EL FUTURO, POR MAS DOLOROSO QUE SEA EN UN PRINCIPIO, EL FINAL TE SORPRENDERÁ.
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Capítulo 3: Breakthru / Avanzar. (Corregido).
La obscuridad de la noche abrazaba Konoha, todo el día había estado sentada en la ventana que daba a el jardín trasero de aquella casa a la que empezaba a llamar prisión, salió al patio trasero, se sentó en la puerta y se quedó escuchando como los grillos frotaban levemente sus alas creando el leve sonido que indicaba la señal del amor.
Todos sus compañeros, lo miraban absorto, preguntándose, ¿qué hacia él ahí si se acababa de casar?, se suponía que tendría que estar con su esposa disfrutando de su primer día de casado, comiéndosela a besos, llenándola de caricias, amándola entre la comodidad de una cama y la suavidad de las sabanas. Sin embargo, estaba ahí, arreglando el papeleo pendiente correspondiente de las solicitudes de ingreso al departamento de policía que le habían llegado de parte del Hokage dos días atrás.
—Ya es hora, deberíamos irnos a casa.— escuchaba la voz de Sasuke, mientras de reojo observaba como entraba a su oficina.
—No le digas a nuestros padres que estuve aquí.—respondía sin dejar de mirar las solicitudes.
—Entiendo, pero ya deberías irte, mañana terminas… ¡es tarde!
—Aún no.—murmuraba. —Debo terminar unas cuantas cosas, tengo mucho trabajo con el cual debo ponerme al día.
—Genjutsu.—Afirmó Sasuke.
—No sé a qué te refieres. —comentó indiferente.
—No te hagas, utilizaste un genjutsu en Hinata, ¿Por qué?— cuestionaba extrañado.— No es que me moleste que no hayas cumplido con tu parte, si no que, se me hace raro viniendo de ti.—exclamó haciendo una mueca mientras caminaba hacia el escritorio de su hermano y se sentaba en una silla para quedar frente a él.
—No me quedo más opción. —Suspiró. —¿Quién más se dio cuenta?— preguntó en calma sin dejar de revisar los papeles.
—Solo Shisui y yo.
—Bien, confió en su discreción, sabes que si Hiashi se entera que utilicé un genjutsu sobre ellos para evitar a Hinata se sentirá ofendido y podría armarse un problema, ¿verdad?
—Sí… lo sé, se cuán orgullosos son los de ese clan.—pronunció con fastidio. —Luego posó su barbilla sobre el respaldo de la silla y observó a su hermano. Itachi podía llegar a ser un hombre muy extraño y reservado; casi impredecible, pero le estaba ocultando algo y ese "algo" era la razón por la que esa noche lo notaba un poco extraño, como desanimado. Sasuke quiso cambiar el tema de la conversación ya que necesitaba saber el ¿por qué se había ido tanto tiempo sin darle explicación alguna?, estuvo a nada de preguntarle cuando lo escuchó quejarse…. ¿Itachi quejándose? eso era algo nuevo.
—¡No puede ser, no hay nada bueno en estas solicitudes, todos son jounin que no sé ni cómo llegaron al rango, es decir todos carecen de todo tipo de misiones, además sus habilidades dejan mucho que desear!- exclamo bastante molesto, arrojando los papeles al suelo. —¡Sé que el hokage las recibió para no crear confrontaciones con las demás aldeas, pero estoy harto que sean puros recomendados que no tienen ni idea de lo que significa ser un shinobi y todavía ¡¿con esto esperan que les confiemos la seguridad del país?!.—cuestiono golpeando el escritorio y acto seguido arrojo una bola de fuego para quemar los papales. Sasuke lo miró estupefacto. Si eso era nuevo en él.
—Espera Itachi, dijiste ¿de otras aldeas?, ¿no se supone que solo los del clan Uchiha podemos pertenecer al departamento de policía?
—Eso era antes.— respondió.-ahora reclutaremos solo a los mejores shinobis de cada aldea, para que de esa manera podamos formar una gran alianza entre todas las naciones y crear la paz definitiva.- confesó levantándose de su asiento, caminó hacia la ventana donde se mantuvo observando la luna —No quiero más guerras.—pronunció más calmado.
Sasuke lo imitó y rápidamente se fue hacía donde su hermano.—¿¡Lograr la paz!, ¿estás loco?, ¡eso es imposible Itachi!, ¿cuánta gente lo ha intentado y ha muerto en el intento?— le comentó exaltado, tratando de entender lo que su hermano recién acababa de decirle.
—Sé que es difícil, pero no podría decir que es imposible, cuando tenía cuatro años, presencie la tercera guerra ninja. — en su cabeza podría recordar los gritos desgarradores, la sangre que se había derramado, las miradas perdidas de aquellas personas que a pesar de haber sobrevivido lo habían perdido todo. Cerrada sus puños pues el solo recordar le dolía y le dolía hasta lo más profundo de su ser y de una cosa estaba seguro, no iba a desistir y no se iba a rendir, tenía la oportunidad de crear un cambio y no la iba a desaprovechar. Se mantuvo en silencio aclarando sus dudas y continuo.— ¡No quiero que más niños se queden huérfanos, por ello, no quiero más muertes, no quiero más desesperanza y desolación, no quiero más lágrimas, no quiero más dolor, no quiero que las futuras generaciones pasen por lo que yo viví, no sabes lo terrible que es vivir con el miedo de ser atacado, no tienes ni idea de lo que se siente pensar que lo puedes perder todo.- apretó los dientes .-Sasuke… cuando sucedió el ataque del Kyuubi tuve mucho miedo, no por mí, sino por ti, por que eras apenas un bebé que no sabía lo que ocurría en su entorno y quería que crecieras como un niño normal, que fueras feliz, que tuvieras un mejor futuro.-pausó. —Cuanto vi al cuarto Hogake enfrentándose a esa bestia y morir por la paz de su aldea, entendí lo que significaba ser un shinobi y no es morir en batalla, si no pelear por todo lo que amas y defenderlo, entonces te tome entre mis brazos y jure que te defendería incluso si eso me costaba la vida. Sasuke a través del reflejo de la ventana, pudo apreciar por primera vez la expresión de tristeza en la cara de su hermano. Sus pupilas temblaron y su mente se perdió en un fin sin de preguntas, sabía que la bestia de nueve colas había atacado la aldea, que el cuarto hokage había muerto aquella noche y que sus padres también lucharon para defender la aldea, pero toda su vida pensó que si él había sobrevivido , había sido por algún miembro de su clan o algún aldeano que lo había cuidado hasta que todo hubiese terminado, sin embargo nunca imagino que esa persona hubiese su hermano mayor, quien en aquel momento era apenas un niño.
—Itachi, no importa lo que necesites.— pronunció colocando su brazo sobre los hombros de su hermano. —Yo te ayudaré.—afirmó sin titubeos; estaba completamente seguro de lo que decía y lo que iba a hacer. Itachi formó una leve sonrisa; aquello no solo era un acto de apoyo, sino de amor incondicional.
—Necesito grandes ninjas.- confesó levantando la cara, su semblante había cambiado por completo. —necesito que sean reconocidos por su fuerza, habilidades, pero sobre todo por su voluntad, porque eso los hace más fuertes.- dijo con determinación.—es por eso que yo no puedo confiar el destino de la nación en unos cuantos recomendados, yo, no necesito, más bien las naciones necesitan de verdaderos shinobis y si para eso debo salir a buscarlos, lo haré, no me importa el tiempo que me tome, ¡sé que valdrá la pena!
—¡Iré contigo!- pronunció Sasuke, Itachi asintió.
—¡Iremos!- escucharon ambos desde la puerta de la oficina, voltearon hacia la misma y observaron s Shisui. Los tres sonrieron.
—Muy bien, mañana mismo iré con el hokage para infórmale que decidió hacerme cargo del departamento de policía y que hemos decidido ir personalmente a reclutar ninjas para una nueva y más sólida alianza. —¡Akatsuki comenzará a formarse!- exclamó animado mientras veía como los últimos restos de las solicitudes se convertían en cenizas, Shisui y Sasuke asentían y después de un rato salían de la oficina rumbo s sus casas, mañana iniciarían la búsqueda y debían descansar.
Mientras caminaba hacia a lo que ahora era su nuevo hogar, no podía sentirse del todo bien; se sentía apoyado y de alguna manera sabía que el tercero lo iba a respaldar, pero había algo que lo había mantenido inquieto todo ese día, "ese rechazo que había visto en los ojos de Hinata cuando estaban en el templo".
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FLASH BACK.
Habían terminado la reunión que se había efectuado en la casa Hyuga, ambas familias se estaban despidiendo pero algo no estaba bien, el día anterior su padre le había dicho que irían a esa reunión para que ambos se conocieran de una buena vez, pero había sucedido exactamente lo contrario; pues sus padres se la pasaron hablando de política y definiendo por ellos la fecha de su boda. En conclusión nunca les dieron tiempo para que conversaran a solas y se conocieran al menos un poco.
Cuando la reunión había concluido y Hinata les estaba despidiendo el habló. —Hyuga san.- expresó de pronto ante el asombro de todos.—Me preguntaba si… ¿querría platicar un momento conmigo? –le preguntó viendo como la chica Hyuga se sonrojaba ante su petición al mismo tiempo que jugaba nerviosa con sus dedos y balbuceaba algo que él entendió como un…"no sé".
—Esa es una buena idea. –comentó Hiashi. —Así se conocen un poco más.- mientras miraba de reojo a su hija y está asintió.
—Si.-respondió la chica casi en un susurro ante la fulminante mirada que le dedicaba éste e Itachi apretó los puños. Entendía que era su padre, pero eso no le daba el derecho de tratarla como si ella fuese una basura o no tuviera voz ni voto para decidir; Si Hinata aceptaba ir con él, quería que fuera porque ella en verdad así lo deseaba, no porque fuese una orden que debía acatar sin oponerse. Además desde hace bastante tiempo no podía evitar ver la mirada de ella, era tan triste y sus ojos estaban hinchados; sabía que había estado llorando en silencio, "la había visto", por ello quería darle la oportunidad a ella de desistir, si ella decía que no, no dudaría y enfrentaría a ambos líderes, no por su bien, si no por el de ella. Por salud mental.
—Te esperamos en casa Itachi.- agregó Mikoto con una gran sonrisa, mientras tomaba el brazo de su esposo y se encaminaban hacia su hogar seguidos por Sasuke.
—Vamos. – fue lo último que escucho Hinata de parte de Itachi, mientras le extendía la mano. No la tomó
La primera vez que habían pasado Ino los miró extrañada, corrió rápidamente hacia la salida de la florería de sus padres, para tratar de ver ¿quiénes eran?, pero solo reconoció a Hinata, volvió a la caja registradora un poco pensativa, tratando de descifrar quien era aquel hombre, pero por más que lo pensaba y analizaba, no había nadie a quien ella conociera con ese aspecto; un hombre de coleta negra y pantalones simples, ¿estaba guapo? Ino se sorprendió a un más cuando vio sus ropas… ¡portaba el símbolo del clan Uchiha! — ¿Sasuke?.—se cuestionó sorprendida una y otra vez.
Habían pasado veinte minutos desde la última vez que los vio, estaba limpiando los ventanales de la florería cuando pasaron por segunda vez; rápidamente salió de la florería y en esta ocasión pudo apreciar la cara del chico; esos ojos negros, ese cabello, esas líneas debajo de sus ojos, esa forma de caminar, ese cuerpo, por dios era peor de lo que ella había imaginado ¡era guapísimo!. —¡por dios!, ¿quién es?—volvió a preguntar analizando cada parte de él en busca de alguna pista, pero nada, aun no sabía quién era él. De una cosa estaba segura; no era Sasuke.
No fue hasta la tercera vez que los vio pasar que lo supo.-—¿Itachi Uchiha?.—cuestionó todavía más confundida.
—Así es.- respondió Sakura.— Es el hermano mayor de Sasuke kun.- confesó e Ino se quedó anonadada. —¡ESPERA, ¿HERMANO MAYOR DE SASUKE?, NO SABIA QUE SASUKE KUN TUVIERA UN HERMANO!
—Así es Ino.- contestó la peli rosa. —Naruto me contó que Sasuke le había dicho que su hermano Itachi había regresado a la aldea, sinceramente nunca imagine que existiría alguien tan apuesto como Sasuke kun.- suspiró.
—Míralo del lado positivo Sakura.- infirió la rubia. —si alguna de nosotras se queda con Sasuke, la otra puede descansar en los brazos de su hermano.- le dio un codazo mientras la observaba de reojo.
—No, Ino.- respondió. —El hermano de Sasuke regresó porque se va a casar con Hinata.
—¿Qué?, ¿Cómo es eso posible?, si tú y yo apenas lo conocemos, ¿cómo te explicas que Hinata lo conozca antes que nosotras si nunca habla?- cuestionó cruzada de brazos.
—No sé, pero supongo que Sasuke no le quiso decir más.
—¡Que suertuda es Hinata!- exclamo mientras acariciaba una flor.—¡Que un hombre como él se haya fijado en ella habiendo mejores.-se acomodó el flequillo.- quiere decir que es fácil de conquistar.-rió
—¡NO INO!, no todo es como se ve, admito que Itachi es apuesto, pero… ¿Qué sabemos de él?, nunca lo habíamos visto antes, ni siquiera Sasuke había comentado algo sobre él. –hizo una pausa para meditar bien las cosas, luego abrió los ojos asustada. —y … ¿qué tal si tiene peor genio que Sasuke?.- ambas tragaron saliva.
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Estaba consciente que llevaban buen rato dando vueltas a la aldea sin decirse ni una sola palabra, Hinata en todo el camino había estado viendo hacia el suelo y empezaba a sentirse incómodo al ver como "disimuladamente" limpiaba sus lágrimas.
—Uchiha san, ¿Qué es lo que quería hablar conmigo?.- escucho de pronto, rompiendo el silencio. Hinata seguía sin levantar la cabeza.
—Hinata san, sé que esto es demasiado repentino, pero me gustaría saber ¿qué es lo que piensa?, para mi es importante conocer su opinión al respecto, vamos a vivir juntos y me gustaría saber ¿qué es lo que quiere usted?- su voz era suave, tierna y Hinata lo había notado de inmediato, se sonrojo ante esa manera tan delicada de expresarse y bajo la cabeza para evitar que éste se diera cuenta.
"Era tan diferente a Sasuke"
—Yo…yo.- murmuró; estaba nerviosa, pero sabía que debía responder, al menos por cortesía, cerró los ojos y la imagen de Naruto apareció en su mente. –Yo, no pido mucho, yo quiero vivir tranquila. – solo eso, tragó saliva. —No me interesa si una persona es de buena posición económica, no me importa su prestigio, yo solo quiero una persona a quien…. a quien amar y que me… a… ame, con quien yo pueda platicar y me sienta feliz, con la que pueda disfrutar los pequeños placeres de la vida, solo eso, yo… yo… yo...- pausó, pues no pudo con la vergüenza le había abierto su corazón a ese hombre, a quien no conocía. No sabía exactamente porque lo había hecho si seguramente jamás se hubiera atrevido a contarle aquello a alguna de sus amigas.
—Es bueno saber, que alguien como usted, aprecie más las cosas que para algunos serian insignificantes, anteponiendo cualquier otro lujo Hinata san .
-—Gracias, ¿es todo lo que me quería preguntar Itachi san?.- lo observó por un momento, sus miradas se cruzaron, se asustó y desvió la mirada. no quería generar contacto visual, simplemente no podía sostenerle la mirada, Itachi Uchiha tenía "un no sé qué, que se yo" que la inquietaba.
Itachi estaba complacido con lo que había escuchado, Hinata era una mujer demasiado tierna, linda, amable, era tímida, pero eso la hacía única, por ello no entendía, ¿cómo era posible que Hiashi la tratara de esa manera?, ella tenía mucho de lo cual el pudiese sentirse orgulloso, ¿qué no lo podía ver?. Concluyó que poseer uno de los kekkei genkai oculares más poderosos, capaz de observar a un enemigo a kilómetros de distancia; Hiashi estaba ciego.
—Sí, es todo Hinata san.- respondió.- ¿quiere que la lleve a su casa?
—Si, por favor.- respondió aun sin levantar la mirada.-
Unos minutos más tarde estaban frente a la casa Hyuga, Itachi le hizo una reverencia y ella se la devolvió.
—Buenas noches Hinata san.
—Bu…buenas noches Uchiha san.- y cerró la puerta.
Aquella noche Itachi sintió algo especial por ella; no era amor pasional, pero tampoco lastima, era otra cosa que después trataría de descifrar.
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FIN FLASH BACK.
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Habría jurado que después de esa noche todo mejoraría, al menos un poco; ella había sido totalmente honesta con él; le había contado de sus deseos de lo que ella quería y por un momento pudo observar como aquella mirada llena de tristeza se desvanecía poco a poco, no obstante el recordar la expresión de rechazo que ella le había dedicado en el templo, le generaba conflicto; ¿debería entrar o lo mejor sería retirarse? Se preguntó a punto de girar la perilla de la puerta.
Tras unos minutos de meditación suspiró y abrió la puerta y entró, desde ahí vio a Hinata sentada en el marco de la puerta, se acercó en silencio hacia donde estaba y la escuchó sollozar.
Se colocó detrás de ella, se puso en cuclillas y poso sus dos manos sobre los hombros de ella. —¿se encuentra bien Hyuga san?.- Hinata brincó ante el contacto.
—Yo...estoy bien.- mintió secándose las lágrimas.
—Perdona, no quise asustarte.- se disculpó. Luego la giró hacia y quedaron frente a frente, Itachi reposicionó sus manos, que estaban descansado en los hombros de ella, para tomar sus antebrazos y de un solo movimiento la haló hasta ponerla de pie. Inmediatamente bajo cabeza, lagrimas bajaron por su rostro y se mantuvo en silencio. —¿De verdad estas bien?- volvió a preguntar levantándole el mentón para que lo pudiese ver .
—Sí, si estoy bien.-respondió en el acto entre gimoteos desviando la mirada.
—Hinata san, créame que esto también fue muy sorpresivo para mí, jamás imagine casarme tan pronto, sé que es más difícil para ti que para mí, pero ten por seguro que haré lo posible por que te sientas cómoda.- le dijo limpiándole las lágrimas que caían sobre sus mejillas. —No te preocupes, podrás seguir con tu vida normal, podrás salir a donde quieras, no necesitas pedir permiso para nada, no pienso cambiar tus hábitos, ni tus costumbres, tienes total libertad.- le sonrió. —Sé que no nos conocemos, pero podemos tratar y tal vez descubramos que esto no es tan malo. — solo hazme un favor.-suplicó. —Ya no llores..- terminó acariciando su mejilla. Hinata volteo a verlo y se sintió embriagada ante las palabras tan bonitas que le había dedicado, tenía mucha más libertad que en su propio clan y hasta estaba segura que él la comprendía incluso más que su propia familia.
Olvidó completamente que supuestamente lo odiaba y se dejó acariciar por él, se perdió en aquella mirada tan cálida y dulce y no supo en qué momento se había acercado lo suficiente a él, tanto que pronto sus labios estaban sobre los de él. Itachi sorprendido ante la actitud sentía como los brazos de ella comenzaban a rodear su cuello, dudó poco pero terminó colocando ambas manos sobre la cintura de ella. No paso mucho cuando ella comenzó a acariciar el rostro de él e Itachi la abrazó para profundizar aún más el beso. Se estaban dejando llevar por el momento.
Hinata sentía como lentamente acariciaba su espalda, su toque era suave pero apasionado sin llegar a lo vulgar, hasta en el calor de la situación él la estaba respetando. Le gustaba, eso que estaba sintiendo le gustaba, Itachi la dejaba desarmada, ¿Cómo era posible?.
Pronto ambos sintieron la necesidad de respirar y se separaron. Ese beso había sido tierno, cálido y lo suficientemente apasionado como para empezar a avanzar en esta nueva vida. Hinata enrojeció ante el hecho, lo empujó y rápidamente huyó de él. Estaba confundida, el sentimiento de deseo y odio estaban presentes, por un lado lo deseaba, sus instintos lo deseaban y por otro el odio la hacía recordar la plática que había tenido con su padre, el como la denigraba y eso era lo que más le afectaba. ¿Cómo era posible que él se mostrase tan lindo, tan tierno con ella, si pensaba de una manera muy diferente?. No tenía sentido podía simplemente ignorarla como Sasuke lo hacía con medio mundo— ¿Por qué?... ¿Por qué Itachi?- cuestionó a punto de llorar, ¿Por qué había dicho todas esas cosas sobre ella?
Se encerró en la habitación sin decir nada más, su cabeza estaba ida, su estado mental era pobre, su cuerpo la traicionaba, su cuerpo temblaba, estaba en llamas, ni siquiera había pensado en Naruto. En toda esa noche no pudo dormir, su mente repetía una y otra vez la escena, ¿por qué?.
Luego los grillos dejaron de cantar ante la señal del amor.
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Continuará...
