LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN, SON PROPIEDAD DE MASASHI KISHIMOTO.
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Puedes ser todo lo que quieras ser, solamente conviértete en lo que crees que podrías ser.
Se libre a tu ritmo, se libre, se libre; rinde tu ego, se libre, se libre contigo mismo.
Si hay un dios o cualquier clase de justicia bajo el cielo, si hay un porque, si hay una razón para vivir o morir,
si hay una respuesta a las preguntas que preguntamos; muéstrate destruye tus miedos, quítate tu máscara.
Seguiremos intentando; caminando en la cuerda floja.
HASTA EL FINAL DE LOS TIEMPOS.
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Insinuaciones no expresa algo sexual como tal, está inspirado en la canción Innuendo de Queen.
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CAPÍTULO 11: INNUENDO AND TRUTHS /INSINUACIONES Y VERDADES.
Llegaron a la aldea de la hoja esa misma noche e Itachi y Shisui inmediatamente se dirigieron hacia la oficina del tercer Hokage. Lugar donde el papeleo sobre la absolución de Sasori y Deidara estaba firmado por el mismísimo feudal y eran oficialmente legales. Solo necesitaban que sus respectivos Kages firmasen para terminar con todo ese lío.
Era de vital importancia tener aquel documento para el futuro de Akatsuki. Sin el en sus manos los demás ninjas seguramente los atacarían y el caos se desataría. Después de todo ambos se encontraban en el libro bingo y necesitaban también que borrasen sus nombres de el.
Justo en la entrada de la aldea Kakashi y Gai, los esperaban.
—Lo siento Itachi— dijo Kakashi— pero sabes que existe un reglamento y hay un protocolo a seguir— Itachi asintió —Estarán solo hasta que termine la reunión con los kages.
—Entiendo— respondió haciendo que Sasori y Deidara se observaran mutuamente.
—Todos ustedes son jóvenes, la llama de la juventud arde y está en su punto máximo, unas cuantas horas en prisión no les afectará en nada—exclamó el hombre de verde. Quien con una sonrisa reluciente mantenía el pulgar arriba. Una gota de agua apareció en la cabeza de los ex criminales.
Bien… mientras no me hagan esperar demasiado— expresó el de la arena encaminándose a prisión al lado de Gai.
¿Y tú? — cuestionó Kakashi, con su ya particular desinterés.
Si… si…está bien—respondió Deidara cuando por fin salió del trance. "Que tipo tan raro" pensó Deidara mientras observaba desde atrás lo entallado que se veía aquel traje verde.
—Sasuke será mejor que vayas a casa e informes a mis padres que hemos regresado
—Pero…
—No te preocupes, nosotros nos encargaremos de lo demás— sonrió, luego Sasuke se fue hacia el clan Uchiha mientras Itachi y Shisui se dirigían a su próximo destino.
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Tocaron la puerta de la oficina del tercer Hokage, donde los demás kages les esperaban, y sin dilatar más comenzaron a discutir los puntos importantes y beneficios que ésta alianza les podría traer.
Tras varias horas por fin habían logrado aclarar ciertas dudas y ponerse de acuerdo en ciertos aspectos, no obstante aun debían discutir un punto en específico el cual generaba todo el conflicto. Pronto la noche los alcanzó y no quedó más que levantar la sesión.
—Que pasen buenas noches, Hokage sama, Tsuchikage Sama, Kazekage sama — exclamaron ambos Uchihas.
—Los espero mañana a primera hora — contestó el tercero. Después de asentir ambos salieron de la oficina, emprendiendo camino hacia el clan Uchiha.
Durante el trayecto Itachi se mantuvo pensativo, cosa que Shisui no pasó desapercibida: pero entendía. Akatsuki era un proyecto bastante ambicioso y seguramente él estaría en la misma situación.
— ¿Crees que logren ponerse de acuerdo Shisui? — cuestionó Itachi rompiendo el silencio que hace unos cuantos segundos les acompañaba.
—Eso espero, porque… si no… eso significaría que nuestro tiempo fue en vano y aunque a Sasori y a Deidara se les haya perdonado, nuestros planes se vendrían abajo. En pocas palabras, si eso ocurre eso quiere decir que estuvimos viajando y peleando por una causa perdida, pero confiemos en que todo podrá solucionarse — respondió, tratando de sonar lo más optimista posible, el trabajo había sido tan duro que lo que menos querían era recibir una mala noticia.
—Eso espero Shisui, eso espero — comenzaba sonar un tanto desanimado, algo que no era muy usual en él y aquello era de hecho triste. Shisui esperaba que su primo no comenzara a perder las esperanzas, después de todo la junta no había sido tan mala para ellos.
—Supongo que… nuestro ánimo se debe en parte a estos viajes que suelen ser muy agotadores e incómodos y… teniendo en cuenta que hemos estado casi dos semanas durmiendo entre los árboles, creo es normal que pensemos que algo puede salir mal, ¿no?, anda vamos a cenar algo antes de ir a casa, vayamos por unos dangos — exclamó colocando un brazo sobre el hombro de Itachi, haciendo todo lo posible por olvidar el problema al menos por esa noche.
—Está bien — respondió con una sonrisa muy discreta ante el acto de su primo, entendía perfectamente las intenciones de Shisui, además era su comida favorita —Vayamos — y acto seguido ambos se fueron bastante contentos a su destino. Cuando por fin llegaron al restaurante tomaron asiento, pidieron una orden de dangos y un vaso de té para cada uno, comenzaron a charlar, a reír hasta que la tienda cerró.
Eran las 12 de la madrugada cuando Itachi se detuvo de golpe; justo en la entrada del clan Uchiha.
— ¿Qué sucede Itachi? — preguntó un tanto extrañado, pues de risas y diversión habían pasado a un ambiente sumamente diferente.
— ¿A dónde se supone que debo dirigirme?... ¿A la casa de mis padres o…
—Con tu esposa…— Itachi asintió.
—Supongo que… por ahora deberíamos ir a mi casa, es demasiado tarde para llegar a interrumpir a tus padres y a tu esposa; además… has pasado tanto tiempo fuera, que una noche mas no hará la diferencia, a menos que…—insinuó con burla, mientras lo observaba de reojo —tengas muuuchas ganas y tú esposa esté ansiooosa por tener una apasionada noche contigo — comenzó a reír.
—No te burles Shisui, no es como si ella me estuviese esperando, de hecho lo…dudo considero que es mejor dejarla en paz, odiaría que creyera que está obligada a tener algo más conmigo, lo nuestro es un contrato nada más, así que, será mejor no atormentarla en la noche, prefiero llegar por la mañana, igual no siento un interés en particular hacia ella, eso sin mencionar que… creo que ella está enamorada de otra persona y si te soy honesto no me molesta, irónicamente soy yo quien se siente el villano de toda esta historia— dijo bastante abatido — he llegado a pensar que soy para ella una piedra en el zapato al igual que su familia y me siento responsable en cierto grado de su mala fortuna, es decir… me casé con ella, para evitar que Sasuke tuviese que pasar por esta situación, pero… ¿Qué hay de ella?, quiero decir, ella está pasando por algo que yo evité para Sasuke y créeme, no me genera la satisfacción que esperaba, de hecho si pudiera, le regresaría su libertad para que esté con quien ella elija y así dejar de sentirme como su verdugo. Sin embargo hacer eso significaría tener a la rama principal sobre mis hombros argumentando estupideces como que yo incumplí con la parte del trato o que me quiero separar de ella por ser una Hyuga, no tengo cabeza para lidiar con ese tipo de situaciones, así que… como ya te he mencionado antes, será mejor dejarla tranquila.
—No esperaba que te sintieras culpable por ella y aunque tienes razón en que la rama principal es un dolor de cabeza y que busca cualquier pretexto para generar conflicto, no puedo aceptar el hecho que seas el responsable, este problema viene de mucho antes que tu unión, además… también te estas sacrificando al igual que ella.
—Aparentemente sí, pero no es del todo cierto, mientras yo acepté la responsabilidad, estoy casi seguro que ella fue obligada.
— ¿A qué te refieres? — pregunto sorprendido.
—A que… siento que ella solo es un objeto en su familia y está acostumbrada a obedecer ciegamente, su actitud demuestra que siempre la han menospreciado.
—Ahora que lo mencionas… puede que tengas razón, el mundo ha sido muy diferente para quienes hemos sido catalogados como prodigios y elogiados todo el tiempo, mira a Sasuke, es de la misma generación que ella y tiene a miles de chicas tras suyo y ella aunque es muy bonita se mantiene con un aura tan melancólica que me deprime.
—Sasuke, ha crecido porque mi padre en cierta manera siempre lo ha comparado conmigo y eso lo ha motivado a superarse y ser mejor cada día, sin embargo en ella parece como si todo el tiempo le hubiesen dicho que jamás podrá lograr algo, no digo que ambas corrientes estén bien, pero hay una enorme diferencia entre comparar y menospreciar y creo que ella ha sido menospreciada todo el tiempo.
—Tienes razón Itachi, es exactamente la impresión que me dan, por ello en el clan Uchiha, no existen las diferencias entre rama principal y secundaria, todos somos exactamente iguales dentro del mismo, no obstante no puedo alegar lo mismo fuera de el. Las personas como Sasuke por ejemplo y muchos otros se sienten superiores a los demás solo por poseer el sharingan, pero ignoran que existen otros kekkei genkai e inclusos jutsus que con una buena estrategia pueden llegar a ser mucho más efectivos que el mismo sharingan; por ello no es bueno confiarse dentro de una batalla y aunque a Sasuke le han pateado el trasero varias veces, no lo ha entendido todavía.
—Estoy seguro que muchos no conocen sobre los fracasos de Sasuke, ya que mi hermano no suele mostrar debilidad alguna.- expresó esbozando una sonrisa.
—Tiene que preservar su reputación de dios todo poderoso.-luego ambos Uchihas comenzaron a reír mientras continuaban su camino.
Llegaron a la casa de Shisui, donde ambos tomaron un baño, apagaron las luces y se fueron a dormir. Estaba a punto de cerrar los ojos, cuando recordó; se paró de golpe y encendió la luz. — ¡Espera un momento Shisui!... ¡dejamos a Sasori y a Deidara en la cárcel!
— ¡Los olvide por completo!-exclamo rascándose la cabeza— bueno… ¿ya ni modo?... es tarde y apuesto que a esta hora seguramente están dormidos y sin causar problema alguno.
—Supongo que tienes razón— respondió. Luego ambos Uchihas se quedaron dormidos.
Dentro de aquellas cuatro paredes dos ex criminales gritaban al unísono enfurecidos...
—¡ITACHI, SHISUI, SASUKE, SÁQUENOS DE AQUÍ MALDITOS!
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Las horas transcurrieron y la mañana por fin había llegado. Quince minutos antes de las seis de la mañana Itachi, Shisui y Sasuke se encaminaban de nuevo hacia la oficina del hokage.
—Bien, supongo que debemos terminar de una buena vez con todo esto— expresó con cierto cansancio el Tsuchikage.
—Créeme Onoki, que a mí también me causa conflicto, quiero que todos terminemos conformes con esta alianza— comentó Sarutobi sentado en su escritorio entrelazando los dedos de sus manos.
—Disculpen mi atrevimiento— habló Shisui— pero sigo pensando que lo mejor es continuar con el plan que ya estaba establecido, si bien es cierto que cada quien tiene sus intereses, debemos pensar que lo más importante es el futuro de la nueva organización, yo les suplico que dejemos de lado esos intereses y seamos un poco más objetivos— terminó con una sonrisa. Aquello se había extendido demasiado, Itachi se miraba un tanto preocupado, los kages eran bastante tercos en especial Onoki y si no desistían no iban a llegar a ningún lado.
Yo entiendo cómo se sienten— continuó Itachi— pero tengan la seguridad que cada aldea estará completamente protegida, por el momento lo mejor es que las cosas sigan su curso tal cual está y si todo resulta, podemos pensar en algo mucho más grande.
¿A qué te refieres Itachi? —cuestionó Gaara. Itachi y Shisui se observaron de reojo, era el momento de jugarse la última carta.
Dos horas después los tres Uchihas sonrieron. Habían dado justo en el clavo.
De acuerdo— respondieron los dos kages.
Kakashi, Gai— exclamó el tercero y ambos aparecieron en el acto—tráiganlos.
Si—expresaron al mismo tiempo.
Dos minutos después los cuatro ninjas entraban a la oficina del tercer Hokage.
De inmediato Onoki observó a Deidara "cuanto has crecido" dijo para sus adentros sin que su rostro dejase de mostrar era rudeza que le caracterizaba. —Tanto tiempo sin vernos Deidara— pronunció haciendo que éste lo observara por un momento para luego desviar la mirada al mismo tiempo que cruzaba los brazos.
—Hum.
Por otro lado Gaara ni se inmutó, para él Sasori era únicamente un ex criminal al que iba a perdonar únicamente por agradecimiento a la mejor ninja médico de su aldea "la abuela Chiyo" y a Kankuro, quién era un fiel admirador del pelirrojo.
—Kakashi, Gai—quédense aquí, necesito que escuchen y después distribuyan, solo la información que les indique. Los dos ninjas asintieron.
—Hemos estado discutiendo sobre el futuro de ustedes, durante mucho tiempo y déjenme decirles que ha resultado ser bastante complicado, sin embargo afortunadamente hemos llegado a un acuerdo en el cual las tres partes hemos aceptado y la cual quedará como acuerdo oficial para reclutamientos futuros; es decir que para evitar este tipo de discusiones otra vez, a los kages restantes se les entregará éste documento base y serán ellos quienes decidan si aceptan o no. Entonces dicho eso, empecemos con las cláusulas del acuerdo:
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I.- A QUIENES SE LES HAYA OTORGADO EL INDULTO;
-El indulto concedido puede ser anulado en cualquier momento.
-Su deber es velar por el bienestar y la seguridad de todas las aldeas involucradas. No se admite incumplimiento por diferencias o viejas riñas.
-Ninguno de ellos podrá salir solo de cualquier aldea en donde se encuentre; es decir que siempre deberán ir acompañados por dos jounin, ya sea de la misma aldea o por dos aldea diferentes. De esta manera cada aldea puede estar al tanto de lo que ocurre y así se evitaría que algún tipo de información pudiese ocultarse.
-No se toleraran actitudes sospechosas, es decir que si ponen en duda la lealtad hacia cualquier aldea involucrada, serán llevados a juicio, en donde podrán ser juzgados con la pena de muerte, sin derecho a réplica.
-Ningún ninja puede revelar información de su aldea o de las demás, al hacer eso, inmediatamente se considera traición y será ejecutado en el acto.
-No habrá segundas oportunidades para quienes ya se les haya otorgado una. Nadie puede dañar, destruir o hablar mal de cualquier aldea, shinobi o kage.
-Quien no acate las órdenes, se resista o junte más de seis sanciones por incumplimiento, se le será retirado el indulto y será de nueva cuenta colocado dentro del libro bingo en caso que lograse escapar de la pena antes mencionada.
-Cuando el kage y el feudal lo consideren apropiado y el ninja haya demostrado fidelidad y actitudes dignas de un verdadero shinobi, se les otorgara el indulto el cual será irrevocable.
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II.- DE AKATSUKI; ORGANIZACIÓN DEDICADA AL CUIDADO, BIENESTAR Y PROTECCIÓN DE LAS NACIONES;
-La cede de Akatsuki se encontrara dentro de la aldea de la hoja.
-Akatsuki estará conformada por ninjas de todas las aldeas, sin importar clan, posición social o económica.
-Debe de haber por lo menos un miembro de cada aldea dentro de la misma en donde únicamente exista un comandante y vice-comandante. Fuera de ahí todos tendrán exactamente el mismo rango como oficiales.
Sarutobi pausó por un momento, habían llegado precisamente a ese punto el cual les había generado todo el conflicto. Ningún kage quería dejar a su renegado al cuidado de la aldea de la hoja. Pues ellos esperaban tenerlo a su servicio de momento, no obstante y tal cual lo había mencionado Shisui, debían apegarse al plan, porque de no ser así Akatsuki no tenía sentido. Fue entonces cuando se le había ocurrido, expandir la organización y agregar información a dicho punto.
-Los ninjas a quienes se les otorgó el indulto, le pertenecen dicha organización y vivirán de momento dentro de Konoha. Esto al menos hasta la creación de nuevas sedes. Cada aldea contará con una cuando el equipo esté completo. El kage deberá enviar a shinobis sumamente capacitados para cada sede y como recompensa obtendrá un ninja de cada aldea con el mismo rango. Así mismo el comandante y vice-comandante deberán ser ninjas de la misma aldea; en pocas palabras Uchiha Itachi quedará como comandante y Uchiha Shisui como vice-comandante de la sede en Konoha. Es importante señalar que cada Kage es libre de otorgar los rangos a los ninjas que él considere dentro de la sede de su aldea y queda estrictamente prohibido que otro kage interfiera con esa decisión. Es decir, que un ninja de la Konoha no puede ser comandante ni vice-comandante de Sunagakure o Amegakure. Sin embargo, si puede acudir por ayuda de algún shinobi en específico que se necesite.
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III.- PARA LOS KAGES INVOLUCRADOS;
-Ningún Kage puede interferir con las decisiones que se tomen dentro de cada aldea; siempre y cuando no afecten a las demás ni a los shinobis de las demás que estén viviendo dentro de la misma.
-Cada Kage está obligado a rendir informes sobre el desempeño de sus ninjas, en especial de aquellos que han sido perdonados, sin omitir algún tipo de información.
-Todo Kage tiene exactamente la misma importancia y rango que los otros. Como ya se mencionó en el último punto de la cláusula dos; el kage puede acudir por ayuda de algún ninja en específico sin importar de que aldea sea. Siempre y cuando el shinobi esté disponible. De no ser así se asignara una lista de espera, la cual se deberá seguir con estricto orden. Con el fin que ningún Kage se sienta más o menos que otro.
-Ningún Kage puede hacer alguna modificación al acuerdo; sin antes pedir una revisión y/o ser aprobada por la mayoría. De existir alguna inconformidad el Kage tiene derecho a pedir una junta extraordinaria para su revisión y está obligado a aceptar sin hacer mayor problema se haya o no aprobado su solicitud. En el entendimiento que la mayoría tiene la última palabra.
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IV.- Salida de Akatsuki;
-De no aceptar el punto anterior o exigir salida de Akatsuki. Sin importar explicación alguna, la custodia del shinobi a quien se le ha otorgado el perdón pasará inmediatamente a manos de todas las demás aldeas.
-Queda estrictamente prohibido intentar convencer o amenazar al ninja en cuestión. El ninja no puede decidir si se va o se queda, pues como se estipuló en el punto cuatro de la cláusula II, LE PERTENECE A AKATSUKI y el kage al firmar el acuerdo está otorgando consentimiento inmediato. Por ende el Kage no puede acusarlo de traición y automáticamente el ninja quedará protegido por la organización.
-Cualquier aldea que salga de dicha organización sin importar motivo, quedará fuera de toda protección. Tendrá apoyo si una aldea desea ayudar, sin embargo no podrá escoger algún ninja en específico ni algún miembro de Akatsuki.
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V.- REINTEGRACIÓN;
-Si alguna aldea desea reintegrarse a la organización, su reintegración dependerá de la aprobación de los demás Kages. De ser aceptaba, se reanudará la protección total y tendrá derecho a todo lo mencionado en las clausulas anteriores.
-Por último, es importante que el Kage sepa que el regresar no significa que tendrá de regreso la custodia del ninja liberado, está continuará perteneciendo a la organización.
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—Bien, eso es todo por el momento— terminó Sarutobi acomodando los papeles.
—Es…esperen un minuto, ¿vamos a vivir en Konoha? —expresaron sorprendidos ambos.
—Así es—interrumpió Gaara— Es algo, que… como ya mencionó el Hokage, estuvimos discutiendo durante mucho tiempo, debido a que tanto el Tsuchikage como yo teníamos la necesidad de mantenerlos vigilados personalmente. Nos preocupaba el hecho que ninjas como ustedes estuvieran causando problemas en las demás aldeas.
—Además—inquirió Onoki— Queríamos que ustedes pagaran primero por todos los crímenes cometidos durante todos estos años, devolviendo un poco de trabajo social a su propia aldea, es lo mínimo que podían hacer después de haber manchado nuestros nombres. Sasori rió — ¿Qué es tan gracioso? —cuestionó enojado.
— ¿Por qué no aceptas que querías tener a tu nieto de regreso?, digo… es una explicación mucho más sencilla que todo lo que acabas de mencionar— Deidara observó sorprendido la situación. Quizá Sasori habría hablado demasiado y el rubio temía que su abuelo comenzara una pelea. Si su abuelo siempre había sido cascarrabias ahora lo era mucho más; estaba viejo y su paciencia había descendido considerablemente.
El Tsuchikage lo observó con desdén. De buenas a primeras lo había descubierto. — No necesito familia descarrillada en mi aldea—mintió— deberías moderar tus palabras, si quieres que el Kazekage te perdone.
—Supongo que sí, pero eso no quita el hecho que lo pienses anciano—volvió a reír mientras una vena saltaba de la frente de Onoki. El hokage preparaba los papeles, Itachi y Shisui sonreían con complicidad ante su victoria, Deidara observaba la situación sin entender absolutamente nada al igual que Gaara ¿Por qué se hablaban con tanta familiaridad?, era sumamente extraño.
—Kakashi, Gai, entreguen esto a los demás, quiero que todos sepan que Deidara y Sasori se quedaran en la aldea de la hoja y que no deben ser atacados. Es todo.
—Si— dijeron al unísono y se retiraron.
—Supongo que, ustedes saben cuál es su trabajo — dijo observando a ambos Uchihas.
—No se preocupe Hokage sama, ninguno de estos dos pequeñines andará solo por las calles, de eso nos encargaremos Itachi, Sasuke y yo.
—Me alegra mucho escuchar eso Shisui.
Itachi se levantó de su asiento y volteo a ver a los demás kages. —tengan la seguridad que nos encargaremos personalmente de ellos. Gaara y Onoki asintieron.
—Bien, entonces demos concluida la junta— comentó Hiruzen levantándose de su asiento— Tsuchikage sama, Kazekage sama, hemos preparado un desayuno para ustedes antes de su partida, por favor síganme por aquí. Ambos kages lo imitaron y agradecieron el gesto, debían comer rápido e irse, sus aldeas no podían quedarse tanto tiempo solas.
—Deidara— habló Onoki antes de salir— Kurotsuchi quiere hablar contigo, vendrá en unos días.
—Si— comentó a secas observándolo salir de aquella habitación. Algún tipo de sentimiento había sido desenterrado después de muchos anos.
— ¿Pequeñín?— cuestión Sasori amenazando a Shisui con el aguijón— Yo soy mayor que tú.
—ha-ha-ha-ha, tranquilo no te pongas así, solo estaba bromeando— dijo sonriente al mismo tiempo que se rascaba la cabeza.
—Por cierto— interrumpió Deidara saliendo de su trance — me pueden explicar… ¿POR QUÉ MIERDA NOS DEJARON TODA LA NOCHE EN PRISIÓN? — pregunto sumamente enojado, casi echando humo por las orejas.
—Lo siento, no era nuestra intención— se disculpó Itachi tratando de calmar la situación.
—Par de idiotas… hump— terminó cruzando los brazos como una señal de indignación mientras su estómago rugía con fiereza. Una gota de agua apareció en la cabeza de ambos Uchiha.
—Cierto, me olvidaba que no han comido nada, ¿Qué les parece si vamos a desayunar? — preguntó Shisui.
—Estoy de acuerdo— contestó Sasori; su estómago también sonó.
—En ese caso, váyanse adelantando, iré por Sasuke— dijo Itachi, los demás asintieron.
—Te esperamos en el puesto de Okonomiyaki.
—De acuerdo Shisui.
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Hinata había salido en busca de algún remedio para el insomnio y el dolor de cabeza. Tenía días sin poder dormir y había llorado mucho desde que se enteró que Sakura y Naruto eran novios. Salió a la aldea evitando a toda costa entrar en alguna farmacia dentro del clan Uchiha en donde ya le habían cantado su suerte; ella no era bienvenida y capaz le recetaban algo para dormirla para siempre, por lo que prefería evitar riesgos. Tras salir del clan Uchiha siendo acosada por todas esas miradas llenas de odio y desprecio, entro a una farmacia.
—Buenos días, necesito algo para poder dormir y aliviar el dolor de cabeza—exclamó haciendo que la muchacha quien atendía le dedicara una suave sonrisa.
—Claro… —respondió— espera un minuto—luego la mujer se fue atrás de los anaqueles a buscar el remedio para la Hyuga. Todo parecía normal hasta que de pronto escuchó una plática bastante peculiar
—¿Ya te enteraste de lo que hizo tu ex-compañero de clases? — cuestionó Tsume; la madre de Kiba.
—Si… me acabo de enterar—respondió Hana.
—Mira que traer a ex ninjas renegados a la aldea, ¡es una locura!
—Quizá mamá, pero recuerda que él sabe lo que hace y si Hokage sama lo apoyó, entonces deberíamos esperar a ver qué sucede.
—No estoy muy segura hija, esos ninjas que vienen con él, son asesinos clase S, quienes fueron de los más buscados dentro del libro bingo; Sasori de la arena el marionetista y Deidara de la roca el terrorista — Hinata abrió los ojos ante la sorpresa. ¿"Había asesinos clase s paseando campantemente por la aldea?, ¿a qué clase de idiota se le habría ocurrido semejante tontería?
—Mamá, te repito que debemos esperar, personalmente confió en él, en ambos y creo en sus capacidades, después de todo son prodigios de su familia.
—¿y eso que tiene que ver Hana?, ellos pueden ser unos genios y todo lo que tú quieras, pero eso no garantiza que esos criminales no vayan a intentar atacar la aldea.
—Si el tercer Hokage está de acuerdo, no hay nada que puedas hacer, te repito mejor hay que esperar.
—Aquí tiene estas pastillas señorita—comentó la farmacéutica sin obtener respuesta alguna. Hinata se había quedado ida ante la declaración. No podía entender las decisiones que había estado tomando el terceo. Primero su boda tan absurda y luego permitirle a un loco que hiciera lo que se le daba la gana, ¿Qué le sucedía en la cabeza? Definitivamente aquellas personas eran demasiado idiotas para ser consideradas como genios.
—Lo…lo siento— respondió Hinata cuando salió del trance. Pagó por el medicamento y se dirigió rápidamente a su "casa".
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Cuando llegó a su casa metió la lleva a la chapa la giró; se dio cuenta que la había cerrado— la deje abierta— dijo preocupada. Luego de pensarlo por un momento recordó que en realidad si la había cerrado con llave —alguien está en la casa—susurró activando su Byakugan observando el flujo de chakra de una persona—No puede ser, de verdad hay alguien dentro de la casa— Hinata se posicionó en modo de ataque, lentamente abrió la puerta tratando de hacer el menor ruido posible. Después de puntitas camino sigilosamente hasta llegar a donde se encontraba el ladrón "está justo en esta habitación" pensó y tras ello se armó de valor para atacar, debía hacerlo de un solo movimiento para lograr golpearlo de lleno. Tomó aire y abrió rápidamente la puerta. De un brincó se lanzó sobre aquel ladrón
— ¡Jūken!— pronunció dando una serie de 64 golpes consecutivos.
Sasuke miraba detenidamente la ventana, cerró los ojos y suspiró con pesadez —Por favor ten la descendía de venirme a buscar personalmente Itachi—exclamó con enojo abriendo la ventana para dejar entrar al cuervo que la había estado tacando tan vehemente— además tus pajarracos dejan mi cuarto lleno de plumas — se sacudió sus ropas, para luego salir de su habitación mientras el cuervo se posaba cómodamente en su hombro izquierdo.
Uno tras otro sus puños eran rechazados, de pronto sintió que no pudo moverse más, ambas muñecas estaban fuertemente sostenidas y totalmente inhabilitadas por las manos de aquella persona. Hinata la observó sorprendida y asustada, esa persona había parado en seco el Jūken; una de sus mejores técnicas.
—U…chi…ha san—murmuró — sintiendo como poco a poco la liberaba.
—Lo siento, no era mi intención asustarle Hyuga san —se disculpó soltándola completamente. Hinata se encogió entre sus hombros.
—Discúlpeme usted a mí, yo lo confundí con otra persona y…
—Lo sé— la interrumpió— sé que no me atacaría solo porque si—sonrió, haciéndola sentir un poco mal. — acabo de llegar de una misión, discúlpeme por no haber avisado, sé que no tengo excusa, pero por muchos años he hecho exactamente lo mismo y olvidé que ahora yo….
—N-no…se preocupe Uchiha san, yo entiendo— respondió aliviada. Por alguna razón, dejó de sentir una opresión menos en su pecho, él no se había ausentando por su causa, sino más bien por una misión y aquello le generaba cierta satisfacción.
—Sasuke, Shisui y otros amigos me esperan en el puesto de Okonomiyaki, ¿le gustaría venir a desayunar con nosotros? — preguntó haciendo que Hinata se sonrojara levemente. Ella lo miró por unos cuantos segundos y luego bajo su cabeza.
—Lo siento, pero amanecí con dolor de cabeza y…
—Si quiere, puedo llevarla al médico para que la revise. Hinata se sonrojo aún más, por suerte había agachado la cabeza.
—N-no…no se preocupe, yo… ya tomé algo, solo necesito descansar un poco, disfruten el desayuno— terminó para posteriormente ir a su habitación. Itachi suspiró resignado, pero no dejaría de intentarlo, estaba casado con ella y haría todo lo que estuviera en sus manos para tratar de mejorar su convivencia — Si se siente mejor y tiene ánimos, no dude en alcanzarnos, estaremos ahí un buen rato—dicho esto Itachi salió de la casa, dejando a la Hyuga mucho más sorprendida que antes ¿Qué tenía Itachi Uchiha que ella no lo podía odiar?
Itachi salió del clan Uchiha saludando a medio mundo. —Qué bueno que ya regresaste Itachi. —me da gusto verte por aquí. — me alegra que hayas regresado con bien. Eran las frases que a menudo solía escuchar cuando se ausentaba por muchos días. Él estaba agradecido con todas esas personas y lo mínimo que podía hacer era corresponderles con una sincera sonrisa. Cuando por fin salió del clan, giró hacia la derecha, caminó por unas cuantas cuadras, dejando atrás la florería de Ino, hasta que a lo lejos logró verlos.
—Itachi san— escuchó de pronto para observar a una pequeña niña.
—Hanabi chan, buenos días—hizo una reverencia.
—Por fin regresó—sonaba alegre— ¿Cuánto tiempo se va a quedar?
Itachi la observo un tanto confundido— ¿me acaba de saludar y ya me está preguntando… cuando me voy?
—Así es, lo que pasa es que quiero que me ayudes con mi entrenamiento.
—Ya veo… qué despistado soy—rió— yo mismo me ofrecí ¿verdad? — Hanabi asintió.
—Qué le parece si… ¿entrenamos ésta tarde? — Hanabi acepto de inmediato dando pequeños saltos de alegría, después de todo no dejaba de ser una niña. Le causaba cierta ternura ver sus acciones tan infantiles. — además… tengo nuevos amigos con los que podrás empezar y estoy seguro que te podrán ayudar encantados. —la Hyuga sonrió aún más, ella amaba los retos. —vamos Hanabi chan, estoy con unos amigos, ¿desea venir a desayunar con nosotros? —cuestionó y la niña asintió. Itachi volvió a sonreír. De verdad que eran tan diferentes; una tímida y la otra tan extrovertida. Por momentos deseaba que Hinata se comportara un poco más como Hanabi, que tuviera mucha más seguridad en sí misma, pero ¿Cómo podía lograrlo si todo el mundo y hasta él mismo se olvidaba de ella? — Bien vayamos entonces— luego ambos se sentaron en la mesa, Deidara, Sasori y Shisui lo miraron extrañado. Mientras Sasuke rodaba los ojos.
—Ella es Hanabi chan, hija de Hiashi Hyuga.
—Yo si la conozco— contesto Shisui— saludándola con su "saludo especial". Ahora fueron Itachi y Sasuke quienes los miraban extrañados.
—Esperen… cuando…ustedes dos…se…hicieron tan amig… bueno, ya no importa— dijeron al mismo tiempo.
—Hyuga… ¿eh? — Cuestionó Sasori— Son portadores del kekkei genkai, del byakugan , ¿no? —Itachi asintió.
— ¿Cómo sabes eso Sasori? —cuestiono Deidara.
—Cuando trabajaba con Orochimaru, una vez me contó sobre ellos— dijo sin darle importancia. No iba a decir frente a una niña que Orochimaru planeaba sacarles los ojos a todos para robar su poder.
—y ¿ustedes? —Cuestionó la Hyuga— no son de la aldea, estoy segura de haberlos visto en algún lado—confesó haciendo que los cuatro hombres se vieran.
—Ellos serán tus maestros también—contestó Itachi, tratando de cambiar el tema.
— ¿Maestros? — preguntaron a una voz.
Así es— respondió Itachi. Hanabi se quedó pensando por un momento, tomó su barbilla, cerró los ojos como si estuviera meditando la situación. Después de un rato, los cinco hombres vieron como empezaba a sonreír. — ¡vaya, vaya!, de modo que… el prodigio del clan Uchiha, el ninja desertor de la arena; Sasori el escorpión rojo y el desertor de la aldea de la roca Deidara; el que posee el kekkei genkai de elemento explosión… ¿serán mis maestros? — cuestiono dejándolos con la boca abierta. Itachi sabía que era lista, pero nunca se imaginó que tanto.
Sasori, Itachi y Shisui sonrieron, mientras Deidara se quedó ido.
—Me caes bien niña— comentó Sasuke. Después de eso todos se dispusieron a comer.
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El tiempo transcurrió sin que se dieran cuenta; entre risas, pláticas y demás los ninjas habían conseguido liberarse de tanta tensión. No paso mucho tiempo para que aquella mesa estuviera completamente llena; de pronto habían llegado Naruto, luego Sakura, Ino, Sai, Shikamaru, casi todo el mundo se encontraba con ellos. Los recién llegados, la existencia del hermano de Sasuke eran la novedad. Hasta la empleada se había quedado con ellos a acompañarlos. El ambiente era excelente, por primera vez convivían sin discutir. Sasori y Deidara habían conseguido coincidir en cuanto al arte, Sasuke colocó un brazo sobre el hombro de Itachi y el otro sobre el hombro de Shisui, Hanabi estaba encantada apreciando los C2 de Deidara y quería observar a través de Hiruko para ver ¿qué clase de persona se escondía ahí dentro?
—Anda sal de ahí, por favor— insistía una y otra vez, para recibir como respuesta "quizá en alguna otra ocasión". Sakura e Ino convivían sin decirse algún tipo de insulto mientas Sai dibujaba toda la escena condecorando ese hermoso momento; todos amigos estaban reunidos. Hasta ese momento nadie le había preguntado a Itachi sobre Hinata y no era que no tuvieran la curiosidad, sino que más bien nadie se había acordado, Hinata tenía un don para pasar desapercibida increíble. A pesar que su propia hermana estaba ahí.
Hinata por otro lado, se encontraba acostada sobre su cama, había permanecido más de tres horas dándole vueltas a lo mismo. Su corazón y cabeza no se ponían de acuerdo, su razón le decía que no desistiera, que aguantara, que fuera fuerte, que no se dejara engañar por él, pero…su corazón muchas veces le indicaba que diera vuelta a la página, que comenzara a aceptar el cambio, que lo intentara.
—Itachi san es… muy guapo— pronunció en susurro, luego suspiro.
"Si se siente mejor y tiene ánimos, no dude en alcanzarnos, estaremos ahí un buen rato" recordó levantándose de la cama, tomó las llaves de su casa y salió. Estaba dispuesta a contarle todo a Ino, desde su boda arreglada, hasta lo que había escuchado y lo que sentía por él. El cómo estaba en constante confusión, lo mucho que le dolía el noviazgo de Naruto con Sakura y lo mucho que había llorado cuando Itachi no había regresado a dormir. Quería tratar de entender todo eso, era un lió.
Caminó apresuradamente a través del clan Uchiha; logró salir ilesa, luego dobló en la esquina hacia la derecha y continuó varias cuadras hacia adelante en donde pudo ver la florería. — Ino san, ¿podría hablar contigo un minuto?— cuestionó en cuanto entró al local. Su cara se tornó completamente roja cuando vio a Inoichi, observarla confundido.
—Lo siento— dijo el hombre— salió a comer Hyuga sama, no me dijo a donde pero debe de andar por aquí.
—Gracias— respondió apenada.
—De nada, por cierto… felicidades por su matrimonio, por favor cuando vea a su esposo, lo saluda de mi parte— terminó sonriente. Hinata sintiéndose aún más incómoda asintió y se retiró.
Buscó por los alrededores a su rubia amiga, caminó un poco más hacia adelante y sus ojos se abrieron más de lo habitual; de lejos veía a Itachi, junto a Sasuke, Shisui y otros chicos a quienes no reconocía, uno de ellos un joven rubio y el otro un viejo gordo, giró un poco la cabeza y vio a Ino, Sasuke, Naruto y Sai en la misma mesa, todos estaban riendo y disfrutando. Hinata apretó los dientes. Sin duda le había dolido ver a Naruto y Sakura juntos y tan felices, pero… lo que más le dolía era ver a su hermana menor junto a Itachi y compañía, ¿por qué ella lo prefería? Desde que el día de su boda no había visto a su hermana y ella no se había tomado la molestia de buscarla, pero Hanabi estaba con ellos, prefería ir con ellos que ir a visitarla a ella. Bajó la cabeza profundamente herida. Itachi, Sasori y Shisui la observaron de reojo al percatarse de su presencia.
—Discúlpenme—pronunció Itachi levantándose de la mesa. — Ahora regreso. Sasori lo siguió con la mirada hasta que llegó con aquella mujer.
— ¿Quién es ella?
—Ya lo sabrás— respondió Shisui.
Hinata se percató que había sido descubierta, pero si intentaba huir, todos se darían cuenta, por lo que se quedó ahí parada muerta de la vergüenza, esperando a que Itachi llegara hacia donde estaba ella.
—Veo que decidiste acompañarlos— exclamo Itachi. Ella lo observó como si se tratase de una niña reganada, la pena, vergüenza eran los protagonistas.
—Yo… yo…bus…
— ¿Nos vamos?—la interrumpió extendiéndole la mano— Hinata subió la cabeza y se topó con esos ojos negros y esa sonrisa tan cálida y sincera que él tenía. El corazón de Hinata se aceleró cuando le dio la mano y sintió el calor de las suyas. —Hinata te voy a presentar a unos amigos—el Hyuga san estaba de más. Si quería avanzar debía comenzar por olvidar las formalidades con su propia esposa y trabajaría para que ella también dejase de llamarlo con tanta formalidad.
Caminaron juntos hasta la mesa en donde se encontraban los demás. De inmediato todos llevaron su vista hacia Itachi. Sasuke rodó los ojos cuando los vio tomados de la mano, ese no era su hermano. Sasori y Deidara miraban extrañados, Shisui se mantenía sonriente, al igual que Sai, Ino, Sakura y Naruto.
—Deidara, Sasori, quiero presentarles a Hinata.
—Buenas tardes— dijo haciendo una reverencia.
—Mi esposa— terminó haciendo que se levantaran de la mesa.
— ¿QUEEEEEEE? — exclamaron con sorpresa, haciendo que Hinata encogiera sus hombros.
—Pe…pe…pero Ita…Itachi…. ¿estas casado? —preguntaron al mismo tiempo. La sorpresa les había caído de golpe, jamás se lo habrían imaginado.
—Sí, estoy casado, Hinata ellos son Sasori de la aldea de la arena y Deidara de la aldea de la roca, se van a quedar un tiempo en la aldea.
Hinata retrocedió un poco, ellos eran los tipos peligrosos, ellos eran los asesinos clase S e Itachi, él era uno de esos idiotas a los que se les había ocurrido semejante tontería.
—Discúlpenme— pronunció de pronto— recordé que tenía algo que hacer—mintió para luego observar a su hermana— Hanabi, vámonos, nuestro padre quiere hablar con nosotras.
—A mí no me dijo nada— dijo cruzando los brazos.
—Hanabi… ¡VÁMONOS! —ordenó dejando impactados a todos los presentes. Hinata Hyuga había gritado, eso no era normal. La niña suspiró y se fue con ella.
—Nos vemos más tarde Itachi san— fue lo último que dijo antes de doblar la esquina.
Sasori levantó una ceja ante la repentina acción, volteó a ver a Itachi, quién se mantenía observándolas y después fue con Shisui, quien a su vez n Sus caras l lo quitaba la vista de encima, esa actitud, lo decía todo "algo no estaba bien".
—Bien… muchas gracias por todo—dijeron los demás antes de retirarse, habían notado la incomodidad. Sasuke rodó de nuevo los ojos.
—y… ¿en dónde vamos a vivir o dormir? —d dijo Deidara tratando de cambiar el tema.
—Yo me encargo, no se preocupen, por ahora pueden dormir en mi casa.
—Gracias Shisui—respondió Itachi y luego se retiró del lugar.
Todos se quedaron en silencio tras la partida de Itachi. El cambio de ambiente tan radical resultaba deprimente.
—Aquí está su cuenta— interrumpía la encargada, dejando el papel sobre la mesa. Cuando Shisui vio el monto total tragó saliva, todos se habían ido sin pagar y no traía el dinero suficiente.
Sasori sonrió—Vaya vaya—levantó una ceja— tu cara me dice que tienes problemas ¿no? — Shisui se rascó la cabeza y el de la arena suspiró— Ésta vez pagaré yo.
Shisui, Deidara y Sasuke se vieron entre ellos, tratando de entender— ¿cómo es que tienes tanto dinero? —cuestionaron impactados.
Sasori volvió a sonreír— Yo fabrico marionetas, tengo una marca, ¿recuerdan?
Los tres hombres se dieron topes mentales, era cierto él era el escorpión rojo de la arena.
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— ¿Qué pasa hermana? — cuestionaba la pequeña. Aquella reacción que había tenido su hermana, no era habitual. Algo malo debería estar pasando para que ella actuara así. — ¿Qué es eso tan importante que nuestro padre nos quiere decir?, cuando salí de la casa no me mencionó nada, lo cual es muy extraño considerando que ya no vives ahí y…
—Hanabi—la interrumpió— Esas personas, con las que estabas son peligrosas, por favor, mantente alejada de ellas.
Hanabi no entendió muy bien a que se refería su hermana, ¿peligrosas? — ¿te refieres a que tanto Sasori sama como Deidara san están en el libro bingo? —Hinata abrió los ojos y volteó a ver a su hermana.
—Entonces… ¿tú lo sabias?
—Si— respondió con naturalidad.
—Pero Hanabi, ¿aun así te quedaste con ellos?
—Hmmm, no entiendo ¿cuál es el problema?, Itachi, Shisui y Sasuke kun estaban con ellos, son sus amigos y la verdad no me parecieron peligrosos, de hecho Itachi san dijo que Sasori y Deidara podían ayudarme también con mi entrenamiento y la verdad yo creo que…
— ¡No Hanabi, aléjate de ellos! … Ita… Itachi también es peligroso, él no debió traerlos aquí
Hanabi la observó con desdén, ¿de que hablaba? —te acabas de casar con Itachi san y… ¿estás diciendo que es peligroso?, ten cuidado porque puedes meter en problemas a papá si vuelves a decir algo así— se había molestado bastante. Hanabi sentía cierta admiración hacia Itachi y escuchar las palabras de su hermana le desagradaba. Hinata notó al instante el cambio de actitud de su hermana
—Hanabi, no te pongas así—puso sus manos sobre los hombros de ella para tratar de tranquilizarla.
—Suéltame— la empujó haciendo que diera unos cuantos pasos hacia atrás.
—Hanabi escúchame— volvió hacia ella, e intentó tomar su mano, pero la rechazó de nuevo dándole un manotazo. —Eres una mentirosa, mi padre no nos necesita — luego salió corriendo
— ¡Hanabi, espera! — gritó preocupada. Esperando que se detuviera.
— ¡NO, NO QUIERO VERTE, DÉJAME EN PAZ! — grito alejándose más y más de ella.
La Hyuga no esperaba esa reacción de parte de su hermana. Le dolió y se entristeció en ese momento, pero atribuía su comportamiento a un capricho momentáneo. Regresó al clan Uchiha a esperar la llegada de Itachi; tenía algo muy importante que discutir con él.
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Hinata abrió la puerta y lo vio sentado en la mesa en total calma, notó al instante que se había percatado de su llegada. Hinata cerró la puerta mientras él se ponía de pie. La Hyuga caminó lo más rápido que pudo hasta llegar a donde Itachi se encontraba y sin decir una sola palabra levantó el brazo y…
¡PLAF! —le asestó una bofetada en la mejilla izquierda. Itachi se quedó estático.
— ¿Cómo se atreve a poner en riesgo a mi hermana?, ¿Cómo se atreve a ofrecerla como carnada… a unos criminales? —reprochó agitada y de mal humor.
Itachi la observó tratando de entender lo que sucedía… ¿y ese cambio tan repentino?
—No sé a qué te refieres —comentó sin dejar de mirarla.
Hinata intentaba contenerse, por fin había explotado— Ofreció a mi hermana entrenar con esos criminales, ellos podrían hacerle algo y…
—No van a hacer nada—afirmó con seguridad— ellos no vienen a entrometerse en tu vida, ni mucho menos van a causar problemas, de eso puedes estar segura.
— ¡No!…de ellos no puede venir nada bueno, son solo criminales, personas que…que… no deberían existir, personas que ensucian este mundo. Itachi se sorprendió ante tal declaración.
—Hyuga san—volvió a las formalidades— ¿se da cuenta de lo que acaba de decir ?, esta… ¿consiente? — su consternación era mayor. Cualquier cosa se esperaba de Hinata, menos que fuese como Hiashi, ella estaba haciendo prácticamente lo mismo que le habían hecho. Sin darse cuenta.
—Yo… yo estoy muy— pronunció con la voz entrecortada, la situación la estaba sobrepasando. Todo aquello no era más que el cumulo de estrés que llevaba cargando durante muchos años —segura.
Itachi cerró los ojos, tratando de comprender su actitud. Era su esposa y le debía respeto, por supuesto, pero eso no implicaba que la dejase tratar a los demás como lo había hecho. Si algo estaba mal con ella, se lo haría saber y aunque hacia todo lo posible por justificarla, ésta vez había llegado demasiado lejos. —Todo esto es por Naruto Kun y Sakura san… ¿verdad? —cuestionó haciendo que la actitud de Hinata cambiara radicalmente
—Eso…eso, que… ¿qué tiene que ver?—pronunció en un hilo
—Lo sé.
— ¿Qué…que sabe? —cuestiono angustiada.
—De sus sentimientos hacia Naruto kun— confesó.
Hinata se pasmó ¿cómo era posible que él lo supiera? —Mikoto sama se lo dijo ¿verdad?
—No, no he hablado con ella, pero no hace falta, yo lo noté desde el primer momento en que la vi, supe que algo raro pasaba con usted, aunque no sabía que esa persona era Naruto kun. Me pude dar cuenta hoy por sus reacciones, el cómo le incomodaba verlos juntos, ¿no es así? —Hinata dejó escapar unas cuantas lágrimas, su respiración se tornó aún más difícil, y sentimientos encontrados brotaban desde lo más profundo de su ser, tenía un nudo en la garganta el cual se hacía cada vez más grande. Itachi a pesar de su reacción y de verla en ese estado no se metería mas en sus problemas—No hace falta que conteste, su cuerpo habla por usted, sin embargo necesito que conteste a mi última pregunta, ¿Por qué si yo le di la oportunidad de desistir, usted no la tomó?, si usted estaba enamorada de otra persona, ¿Por qué no rechazo?, yo antes pensaba que era por culpa de su padre, porque la estaba obligando, pero hoy me ha demostrado que tiene carácter, que no fue por miedo o cobardía, usted fue capaz de desafiarme, ¿Por qué no hizo lo mismo con su padre?, si usted me hubiera dicho que no, yo jamás hubiera aceptado, al contrario hubiera buscado otra manera para conciliar ambos clanes, pero usted a veces me daba a entender que estaba de acuerdo y dio por hecho que las cosas estarían bien, después cambiaba su actitud y se comportaba de manera diferente, ¿Por qué?.
Hinata tragó saliva, era el momento de liberar tensión, Itachi le estaba dando carta blanca.
—Por…por… resignación—contestó.
— ¿Resignación? —no le quedaba muy claro.
—He estado enamorada de Naruto kun desde que íbamos en la academia, pero… él nunca tuvo ojos para mí, él siempre estuvo enamorado de Sakura chan y de alguna manera creí que casándome con usted, al tener un esposo, yo lograría olvidarme de él, pensaba que los escrúpulos y la moral me forzarían a dejarlo ir.
—¿Cree que es justo? —cuestionó Itachi un tanto decepcionado— yo puedo entender que por obligación u obediencia aceptemos las cosas, pero… ¿cree que es bueno jugar así con las personas?, ¿se da cuenta de lo egoísta que ha sido?, me utilizó para su conveniencia, no le importó si yo tenía otros planes, me utilizó para ocultar su realidad… yo en su lugar… hubiera aceptado cancelar la boda y jamás la hubiera usado como consolación sabiendo la situación, si me hubiera dicho que no, ahora no estaríamos pasando por todo esto— era la primera vez que se sentía tan mal. Hinata, no parecía esa clase de persona y aunque no era un tipo que le importara, esta vez no podía evitarlo— yo… he tratado de que llevemos las cosas de buena manera y cada que puedo trato de integrarla en mi vida; si me ausente por varios días y no le avisé no fue porque estuviera tratando de evitarla, además le he pedido disculpas por ello. —Hinata desvió la mirada, todo era cierto.
— Hoy por ejemplo, la invité a desayunar con nosotros y no quiso, luego se apareció y sin disimular ni un poco rechazo a Sasori y Deidara, para rematar llega y me culpa de todo... ¿Por qué no lo dice?, ya deje de inventarse excusas y dígalo de una buena vez, diga que quiere que nos divorciemos, porque ésta situación no es bueno ni para usted, ni para mí, no puedo adivinar cuando va actuar bien o mal, así que piénselo bien porque como ya le dije, estoy dispuesto a darle su libertad, pero a cambio, quiero que usted acepte su parte y le diga la verdad a su padre, que le diga que no fue por mi causa, si no por su decisión y a cambio… yo le diré exactamente lo mismo a mi padre.
Aquella era una oferta bastante tentadora, no la podía desaprovechar, pero no estaba segura de como reaccionaria su padre ante la noticia y… si… ¿aquello acarreaba más problemas? Hinata se quedó pensando por varios minutos, se sentía mal, pero no toda la culpa era de ella.
—No, no es justo, no todo es como lo está diciendo, también es su culpa—decía sollozando— yo…yo… también estaba dispuesta a intentarlo, al…al principio por resignación y yo sé que usted lo intentaba y fue precisamente a todas sus atenciones que varias veces pensé en darnos una oportunidad, pero al mismo tiempo yo…a …mi cabeza….yo…no dejaba de pensar… si tan solo usted no hubiera dicho eso…—las lágrimas por fin cayeron de sus ojos— porque cada vez que lo intentaba, no podía evitar recordarlo y me molestaba fue fuera tan hipócrita cada vez que se comportaba tan amable y paciente sabiendo lo que realmente pensaba de mi…yo…
—Espere— la calló— ¿a qué se refiere?, explíquese, ¿Qué es exactamente lo que dije? —Hinata lo vio enojada e Itachi reconoció esa cara de desprecio — Anda, ya estamos en esto, vamos a aclararlo todo de una buena vez.
La noche que cenamos en su casa, yo olvidé mi sombrilla y regresé por ella, pero justo cuando iba a tocar la puerta usted hablaba con su padre y…escuché cuando le decía que yo antes de ser una solución, sería un problema, que el nombre de Hinata Hyuga era sinónimo de problemas y que lo que menos hubiese querido era emparentar con un Hyuga, no trate de limpiarse las manos, usted también… también pudo desistir y no quiso, me tomó como un reto, si usted no estaba de acuerdo, entonces ¿para qué aceptó?, antes de ese día todo estaba bien, hasta …hasta comencé a aceptar de buena forma nuestro compromiso… pero usted lo arruinó con sus aires de grandeza, quería mantenerme sometida , demostrar que los Uchihas estaban por encima de nosotros y luego después de la boda era claro lo que usted quería y yo no me iba a dejar pisotear de esa manera, usted y Uchiha Madara son iguales…
—¡SUFICIENTE!, no voy a permitir que nos compares con él; Uchiha Madara era un ninja perverso a quién no le importaba ni su propia familia, te exijo no vuelvas a compararnos y con respecto a la boda yo te dije ese mismo día que no iba a hacer nada que no quisieras y lo cumplí ¿no?
—Si, si lo cumplió, pero ¿hasta cuándo?, me aterra la idea de pensar que usted vaya a…
—Ya te lo dije— volvió a interrumpirla— no tengo intenciones de obligar a una mujer a tener relaciones conmigo, no es mi estilo, no soy un hombre que exija sus "derechos", si hubiera querido busco a alguien que disfrute de mi compañía, alguien con quien pueda conversar, después de todo ¿qué satisfacción te puede dar una mujer obligada?, así que despreocúpate por eso, que no me provoca emoción alguna. Hinata se sonrojo, no le gustaba hablar de esos temas —Punto concluido, ahora responda, ¿Qué planeaba hacer tras habernos escuchado?
—Yo…yo sentí mucho coraje, yo quería…planeaba vengarme de usted, hacerle la vida imposible, pero no sé porque yo no pu…
—De modo que antes de preguntar por ello, ¿prefirió tomar venganza?, ¿creyó, de verdad que eso era lo correcto, que era una buena idea? —colocó la mano en su frente
—si—respondió en un murmullo.
Ahora era Itachi quien bajaba la cabeza. No podía creerlo. Se mantuvo así por cinco minutos tratando de organizar sus ideas. — Es lamentable enterarme de todo esto—pronunció de pronto—pensé que era una persona diferente, que su timidez se debía a lo que sucedía en su vida, porque claro que me doy cuenta de cómo la trata su padre y cuando la vi tan indefensa lo primero que desee para usted es que pudiera tener una vida más tranquila, fuera de las obligaciones y mandatos de su padre, pero esto es tan… Hinata has logrado decepcionarme.
Ella abrió los ojos ante aquellas palabras, eran las mismas que muchas veces su padre le había dicho, pero esta vez no se iba a quedar callada —Supongo que la decepción es lo único que tenemos en común—respondió haciendo que Itachi levantase la cabeza— yo también pensé que usted era diferente, mientras se comportaba tan amable y compresivo conmigo, quien sabe que tantas cosas estaría pensando de mí.
— ¡Basta!— expresó con fastidio— usted solo va a entender lo que le conviene, no sé, supongo que para aliviar su culpa, pero lo que está diciendo no tiene ningún sentido; no son más que excusas para evitar enfrentar la realidad.
—Quizá sean excusas para usted, pero para mí no.
—No llegaremos a ningún lado de esta manera, no hay otra opción— respondió cerrando lentamente los ojos, Hinata comenzó a sentir una gran cantidad de chakra y activo el byakugan y se dio cuenta que estaba redondeado por una cantidad muy grande de chakra.
— ¿Qué planea hacer? —cuestionó asustada, ella sabía que en un combate contra él, no podría hacer nada, aun así se preparó para lo peor.
—Tranquila, no voy a hacerte nada— comento al notar su reacción— solo quiero mostrarte algo para terminar con esto de una buena vez — Itachi abrió los ojos y Hinata vio por primera vez esos ojos rojo y negro, eran sumamente extraños, jamás los había visto antes —Tsukoyomi.
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Tsukoyomi.
Todo era extraño para ella, llevaba las mismas ropas de la mañana, pero esa noche era por alguna razón bastante familiar, Hinata observó a su alrededor confundida y pudo reconocer el lugar; estaba en el clan Uchiha, más concretamente en la casa de Itachi, pero ¿Qué hacía ahí? Hinata caminó hacia la puerta tal cual lo había hecho aquella noche y escuchó unas voces bastante familiares; eran Fugaku e Itachi Uchiha
—Lamento que las cosas llegaran a este punto Itachi, recién te dan libertad y lo primero que hago es meterte en estos problemas—expresó cruzado de brazos.
—Si es para poner fin a todas las discusiones, supongo que está bien, es algo que nos beneficia no solo como clanes, si no como aldea, que ambos clanes se unan para pelear hombro con hombro ante las adversidades es positivo de cualquier forma.
Fugaku sonrió— No has cambiado en nada Itachi, me enorgullece que hables de esa forma, por eso Sarutobi te mantuvo tanto tiempo a su lado y te confieso que al principio no quería dejarte ir, pero al final y viendo las circunstancias no le quedó más remedio.
—Estoy muy agradecido con él, la confianza que ha depositado en mí, yo no puedo fallarle ahora.
—Debemos ser agradecidos ante todo Itachi.
—Padre, hay una cosa que quiero preguntarte
— ¿Qué sucede?
—No estoy muy familiarizado con las costumbres de los clanes, pero no puedo evitar darme cuenta de ciertas diferencias dentro de la rama principal; quiero decir Hiashi sama presenta a su hija menor como motivo de orgullo dentro de su clan, la manera en la que se expresa sobre ella, es muy diferente cuando habla de Hinata san, de hecho pareciera como si para él… — pausó, justo en ese momento Hinata vio una mano atravesar su cuerpo, se asustó ante tal acción, se dio cuenta que era una especie de ¿holograma?, llevó su vista hacia la persona recién llegada y abrió los ojos ante la sorpresa; ¿se estaba viendo a sí misma?, ¿Qué estaba sucediendo?, llevaba exactamente las mismas ropas y el mismo peinado de aquella noche, además conocía la escena, ella estaba a punto de tocar la puerta y luego… — el nombre de Hinata Hyuga representa solo problemas e incomodad, considero que en esos términos lo que menos quisiera sería emparentar con una persona así. — se vio alejarse en llanto de la casa. En ese punto ya había comprendido que de alguna manera se había trasladado al pasado, ahora ella se quedaría a escuchar el resto— considero que no es la manera apropiada de presentar a una persona con otra, pude notar toda la noche como la mayor se sentía desplazada, volviendo al punto, quiero que me respondas con la verdad Hiashi sama pensaba en ofrecer a su hija menor, ¿verdad?
Fugaku suspiró —No sabría muy bien cómo explicarlo, ni que es lo que estaba pensando, pero él quería que esperáramos unos cuantos años más para que Hanabi creciera y pudiéramos casarla contigo, como aquello no solucionaba el problema, no acepté, debido a que las discusiones y peleas por el poder se prolongarían por al menos cuatro años más, Hiashi es un hombre terco y ambicioso, y yo ya estaba cansado de discutir con el tercero por su causa, fue entonces que tuvo que ofrecer a su hija mayor y yo ofrecí a Sasuke, pero como sabes Hiashi insistió en que debía ser el hijo mayor de cada clan, y al final terminé aceptando, por ello el tercer Hokage tuvo que tomar la decisión la decisión para que regresaras a la aldea como shinobi. Aunque si no quieres podemos cancelar, ya eres mayor y eres libre de tomar las decisiones acerca de tu vida, no interferiré más, el tercero está de acuerdo con ello.
—Preferiría consultarlo primero con ella. — tras ésta última frase, Hinata se veía regresar.
—Si eso es lo que piensas, yo lo aceptaré, pero quiero saber si estas totalmente seguro de hacer esto, estamos a tiempo de rectificar, Sasuke puede tomar tu lugar y…
—Totalmente, esto ya ha llegado demasiado lejos, sería imprudente de mi parte ir con el líder de los Hyuga e informarle que no me quiero casar, que los planes se cancelan, hacer aquello sería sumamente absurdo e innecesario, aceptaré el reto, no se preocupe padre — justo en ese momento Hinata se retiraba echa un mar de lagrimas
— ¿Reto?, ¿a qué te refieres Itachi?
—A nada en especial padre, buenas noches.
Fugaku sonrió— Buenas noches Itachi…
Luego el entorno de Hinata comenzó a distorsionarse.
Término del Tsukoyomi.
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Con el Tsukoyomi Itachi había sido capaz de unir ambas versiones, para transformarla en una sola. Tras ello Itachi pudo comprenderla un poco mejor, pero no por ello la justificaría, ella debió preguntárselo directamente antes de haber pensado en tantas tonterías que lo único que habían hecho hasta el momento era debilitar su "relación".
Hinata salió del jutsu y lo único que pudo ver fue a Itachi entrecerrando los ojos, era una nueva técnica bastante difícil y agotadora para él, por esa razón Shisui le había advertido que no debía utilizar de manera indiscriminada, pero no le quedaba de otra. Ese mismo día debían aclarar todas las dudas.
—El reto, no era una referencia hacia usted, cuando acepté el reto, me refería a mí, lo que menos quería era involucrar a Sasuke, por lo tanto como hijo mayor era mi deber dar la cara—como comprenderá, yo no podía confesarle ni decirle nada de esto a mi padre.
Hinata enmudeció y se avergonzó de sí misma por haber sido tan egoísta con su propia hermana; ahora lo había visto todo, no tenía cara para verle a los ojos, mucho menos ahora que se había enterado que todo eso lo había hecho para proteger a su hermano. —lo…sien…to—murmuró apretando los dientes.
—Hinata san, hubo algo… dentro de sus recuerdos que me llamó mucho la atención y me sorprendió bastante, ¿por qué reaccionó de esa manera?, quiero decir… salió llorando después de la última frase, ¿por qué? —le preguntó con suma tranquilidad. Hinata bajo mucho más la cabeza, ya no quería seguir hablando, quería irse, quería estar sola — ¿Hinata san? —volvió a preguntar y tras no recibir respuesta alguna, tomó su mentón para levantarle la cara.
Hinata tembló de nuevo ante su toque, sus caras estaban tan cercas y a esa distancia Itachi parecida todo un seductor, esos ojos, eran aún más transparentes que antes y ella no merecía verlos; "dile, dile que empezabas a sentir algo, dile que lloraste por él cuando pensaste que se había ido con otra mujer, dile que te hizo falta, díselo Hinata, díselo,"
— Ya se lo dije… lastimó mi orgullo—contestó, luego desvió la mirada. Itachi sabía que estaba mintiendo, pero si ella continuaba renuente, no había nada que pudiese hacer y tampoco la iba a obligar a decirle la verdad.
— Entiendo… supongo que… cada quién elige como pelear sus batallas— respondió con decepción alejándose de ella. Si Hinata hubiera sido capaz de ser completamente sincera, él hubiera olvidado absolutamente todo— una última cosa Hyuga san, si no conoce a las personas, si no tiene una idea de su pasado, de lo que vivieron, de sus dificultades, de su sufrimiento, de cualquier tipo de evento que pudo surgir dentro de sus vidas, si no conoce todos los ¿por qué?, no tiene derecho de juzgarlas como lo ha hecho; todos cometemos errores, y sí, es cierto que unos son más graves que otros, pero a pesar de ello, todos merecen una segunda oportunidad para reivindicar sus vidas y no puedes negárselas. Tampoco creo que merezcan ser tratados como lo peor, hay personas que se vuelven perversas o hacen cosas malas porque son juzgadas constantemente e incomprendidas— le dedicó ésta última frase— hay hechos que marcan de por vida, algunos que son momentáneos y otros que simplemente no se pueden evitar; algunas por mera ley de vida y otras tantas mientras vivamos de acuerdo a la raza, color o creencia y nos gobernemos por la locura ciega y pura codicia, nuestras vidas dictadas por tradición, superstición o falsa religión continuarán del mismo modo a través de la eternidad una y otra vez, no hay que vivir, si no saber cómo vivir, en fin, me avisa cual fue su decisión, que pase buenas noches —luego salió de la casa. Dejando a la Hyuga completamente derrotada; Itachi tenía razón en todo.
Para ese momento el sol se había ocultado. Itachi era capaz de comprender a la perfección a Sasori y en parte a Deidara, si no hubiese sido por la intervención de Shisui, seguramente él estaría en estos momento dentro del libro bingo; por ello las palabras de Hinata le habían molestado demasiado, era erróneo catalogarlos a todos bajo el pseudónimo de criminales; pues también existían héroes viviendo dentro de lo más bajo de este mundo.
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Continuará...
P.D. Es un capítulo largo, perdonen mis faltas, lo revisé muchas veces, pero siempre algo se me pasa.
Saludos.
