RESPUESTA A GUEST.

Sobre la actitud de Hinata;

Yo sé que muchos, quieren que las cosas avancen a tal grado para que tengan intimidad, pero lo que yo quiero es que ellos se enamoren de verdad, no a través del sexo, sino a través de una relación de pareja. En este caso quiero que Hinata sea un poco más realista, ¿a qué me refiero?. Bueno si nos vamos a la realidad, y nos casan con alguien a quien no conocemos, es lógico que (al menos en mi caso), si yo estoy enamorada de otra persona no voy a dejar que esa otra persona me toque o algo así. Yo no lo conozco, ni siento atracción por esa persona, si algo llegase a sentir será a través de la convivencia y el tiempo. Entonces eso quiero que pase con Hinata. Esta confundida, dolida, se siente derrotada y al mismo tiempo tiene miedo. Nosotros como lectores del manga, pues hasta cierto punto sabemos quién fue Itachi Uchiha, pero Hinata no lo conoce, y eso quiero que pase, que se conozcan pero como ya mencioné, que no sea a través del sexo.

Por otro lado Itachi, entiende la situación porque ha vivido más de lo que se espera haya vivido una persona con 20 años de edad. Además debido a que ha vivido más como anbu, puede llegar a ser un tanto insensible en ciertos aspectos, uno de ellos, es por ejemplo cuando creía que si Hinata no lo quería ver, estaba mejor dejándola sola, que afrontar la realidad y por ello, la había dejado sola el día de la boda. El chiste es hacer de Itachi una persona más humana la cual también puede equivocarse y cometer errores, que no sea omnipotente.

Es una relación en la que ambos van a aprender. Para ejemplificar; si quieres aprender inglés no lo harás en un día, una semana o un mes, te tardaras meses o incluso años, si es que quieres aprender correctamente. (Espero me haya explicado)

Reclutamiento de Konan.

Si, todavía faltan Akatsukis

Otra plataforma….

Si, estaba subiendo esta historia a otra plataforma, cuando recién la escribí, pero prefiero quedarme en fanfiction, más que nada por comodidad, quizá cuando termine de revisar toooodo, lo considere, yo avisaré.

Por último…

Suelo escribir los capítulos y luego revisarlos para publicarlos, por lo que, pues yo ya sé que sigue en los siguientes tres o cuatro. Así que quiero avisar que… todo lo que sucede en los capítulos anteriores van a tener su consecuencia más adelante, nada está escrito porque sí, todo tiene su respuesta, pero me gusta el misterio así que dejó pistas sutiles, que poco a poco irán entrelazándose. No se desesperen.

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LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN SON PROPIEDAD DE MASASHI KISHIMOTO.

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¿Sabes como me siento?

Certero ataque al corazón, realmente cardíaco.

Me siento desarticulado, me siento paralizado

Certero ataque al corazón.

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CAPÍTULO 14: CERTERO ATAQUE AL CORAZÓN /SHEER HEART ATTACK.

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El equipo médico ninja, así como sus técnicas eran limitadas. Lo único que podían hacer era tratar de calmar el dolor, la hemorragia y vendar.

Kisame sabía de sobra que realmente lo había dañado, pero una vez que golpeaba, no quedaba más que esperar que todo el paquete vascular (venas, arterias y nervios), no quedasen lo suficientemente dañados como para provocar algún tipo de lesión permanente como alguna parestesia (perdida de la sensibilidad o al tacto) o perdida de la motricidad (muscular), por mencionar algunas secuelas que el golpe dado le pudiese haber dejado al chico.

Eran poco más de las tres de la tarde y aún estaban comiendo cuando el de la roca llegó a donde estaban ellos. Tomó una silla y se sentó junto a Sasuke y Sasori

—Oí mesera, tráigame de lo que sea que estén comiendo ellos, uhm— ordenó notoriamente cansado.

— ¿Cómo te fue? — preguntó Shisui en cuanto lo vió terminar de acomodarse.

—Los médicos dicen que no pueden hacer más, solo me vendaron, me dieron algo para el dolor y ya, uhm— comentó sin darle importancia.

—¿Cómo te sientes para continuar?.

—Estoy cansado, pero puedo seguir.

—La aldea de la hoja está a dieciséis horas— pronunció Kakashi— lo mejor será que se queden está noche y avancen mañana, nosotros nos adelantaremos, debemos regresar cuanto antes a Konoha.

—Así es— pronunció Gai— tenemos equipos genin a cargo y los exámenes chunin comenzaran en seis días, si no nos vamos ahora no les daremos el tiempo suficiente para entrenar—Itachi y Shisui asintieron. Sabían a la perfección que aquello era importante.

La mesera llegó con un plato de dangos, mochis y bolitas de pulpo que colocó frente a Deidara—Gracias— dijo haciendo que la mesera le guiñara un ojo, él se incomodó un poco— ejem— aclaró su voz, viendo como todos había notado el hecho— Si tan solo tuviera arcilla podría crear uno de mis C2 y podríamos llegar al anochecer, uhm—pronunció tratando de cambiar de tema.

— ¿Te refieres a esto? — preguntó Kakuzu, sacando una bola blanca de su bolsa.

Deidara volteo de inmediato hacía él—De- ¿de dónde conseguiste esto? — era increíble que precisamente alguien de ahí tuviese arcilla, eso era demasiado conveniente.

—Si quieres saberlo, debes pagarme— pronunció el hombre, haciendo que Deidara entrecerrara los ojos. Si no tenía dinero para pagar su propia comida, menos tenía para estar pagando por información —Olvídalo— dijo con fastidio metiéndose a la boca una bolita de pulpo.

Todos los presentes suspiraron—Bien, ¿Cuánto quieres Kakuzu? — cuestionó Shisui, sacando su billetera.

—Por ser compañeros, puedo dejártela a 2000 yenes.

— ¿Tanto?

—Sí, es un material invaluable.

— ¡Con ese dinero compro más de un kilo de arcilla!, uhm.

—Tómenlo o déjenlo.

—Está bien, está bien— pronunció Shisui— pero… me la tienes que dar, ¿de acuerdo?

Itachi, Shisui Sasori, Kakashi y el Mizukage rieron, se habían dado cuenta de su sucio truco.

Kakuzu esbozó una sonrisa detrás de su máscara, sabía que lo habían descubierto—Está bien— pronunció el de la cascada, extendiendo la mano para tomar el dinero que Shisui recién sacaba de su billetera. Hicieron un intercambio y en cuanto Kakuzu lo tomó empezó a contarlo, mientras Shisui se la daba a Deidara. El de la roca la tomó con molestia, viendo de reojo a Kakuzu. Tras unos segundos manipulándola notó que estaba húmeda. Hizo una mueca, aquella arcilla por alguna razón ya había sido moldeada.

—Oí, Kakuzu— le habló Deidara bastante extrañado — ahora si dime, ¿de dónde la conseguiste?.

—La encontré flotando en el mar— dijo sin expresión alguna.

Las venas en la cabeza de Deidara saltaron considerablemente— ¿¡QUEEE?!— estaba bastante molesto— ¡DEVUELVE EL DINERO MALDITO AVARO DE MIERDA! — gritó dándose cuenta de lo que había hecho. En definitiva aquella arcilla era la que había usado para crear los dos C2 que los habían llevado desde un principio— ¡ES MÍA!.

— ¿Tuya? , no le veo tu nombre por ningún lado, además estaba flotando en medio del mar y nadie la recogió, por lo tanto es… mía.

Deidara gruño, intentando controlar su ira— tu codicia es increíble— le dijo y Sasori puso una mano sobre su hombro. Deidara volteo a verlo.

—Y eso que no te diste cuenta de su engaño— Deidara abrió los ojos mirándolo confundido.

—El pidió 2000 yenes para decirte de donde la había conseguido— lo interrumpió Itachi

—Pero… —lo interrumpió el Mizukage— no te la iba a dar, el únicamente iba a decirte de donde la tomó.

Deidara volteó a ver al Uchiha y comprendió el "me la tienes que dar" de Shisui.

Si, definitivamente Kakuzu era un miserable usurero.

—Ahora que tenemos arcilla… Deidara, ¿de verdad te sientes bien como para llevarnos? — le preguntó Itachi viendo como asentía— Perfecto, entonces nos vamos ahora mismo.

—Me parece buena idea— comentó Yagura— entre más rápido mejor, yo debo regresar a mi aldea, no puedo dejarla por mucho tiempo. Itachi asintió.

—Neji— le habló Itachi— me gustaría hablar contigo, sobre un asunto muy importante. Neji quien hasta el momento se había mantenido en silencio, se sorprendió ante la repentina petición del Uchiha, sin embargo no podía negarse. Al final hizo una seña con la cabeza en señal de afirmación.

Unos minutos después Deidara formó una ave lo suficientemente grande como para llevar a los once hombres y continuaron con su camino hacia Konoha.

Itachi inmediatamente se fue hacia Neji y sin titubeos o darle vueltas al asunto…

—Quiero que seas parte de Akatsuki— el Hyuga abrió los ojos de la sorpresa, nunca esperó que el Uchiha lo tomara en cuenta para formar parte de la nueva policía de Konoha. Siempre se había dicho que ninguna persona que no fuese Uchiha pudiese ingresar y hasta cierto punto sabía de las modificaciones que Itachi Uchiha había hecho. Irse tras criminales para reclutarlos era algo… no tan usual, pero incluso era mucho más factible ingresarlo a ellos que a alguien de un clan con el que precisamente se habían peleado por el poder por años.

—No entiendo— pronunció él. Itachi entendió su confusión.

—Estamos ante un trato de pacto de paz entre clanes, y lo sabes, pero más allá de eso, tus habilidades son perfectas para ser un miembro muy importante dentro de la organización. No solo el espionaje y el rastreo son tus fuertes, también tu taijutsu es impecable, piénsalo y cuando tengas una respuesta me buscas— terminó dejándolo solo para que pudiese aclarar su mente.

Neji estaba en shock, no podía creer lo que el Uchiha le proponía y menos que un extraño como él estuviese al tanto de sus habilidades y se mostrase tan interesado en él. Además no era para nada normal que un Uchiha halagara las habilidades de un Hyuga y para muestra estaba Sasuke. Neji, observó de reojo a Itachi y recordó las palabras que Hiashi le había dicho un día antes de su boda con Hinata.

"Créeme, que… de todos, él es la mejor opción, el que sea precisamente Itachi Uchiha, no se trata solo de un acuerdo para los primogénitos de cada clan, con el tiempo te podrás dar cuenta; yo lo hice y de todos es uno de los pocos Uchihas que merecen todos mis respetos"

Aquella noche Neji, no podía creer que el mismo Hiashi Hyuga le dijera eso precisamente de un Uchiha era increíble. En ese momento no lo comprendió, no tenía lógica alguna. Pero ese día se había dado cuenta de lo diferentes que eran algunos; Itachi Uchiha y Shisui Uchiha, dos personas que daban la mano sin importarles el pasado de los demás, sin prejuicios o sentimientos de superioridad, incluso durante esa misión hasta Sasuke se comportaba de forma diferente.

Los once que iban sobre el ave blanca, vieron como los bosques comenzaban a hacerse más densos, señal clara que estaban llegando a la aldea de la hoja exactamente a las ocho y media de la noche. Sobrevolaron la aldea, ante la expectación de la gente. Aterrizaron justo fuera de la oficina del Hokage y sin perder tiempo Sarutobi los hizo pasar. Su sorpresa fue mayor cuando se dio cuenta que el cuarto Mizukage venía con ellos.

—Buenas noches Mizukage sama, es un honor tenerlo por aquí— dijo el tercero, invitándolo a sentarse. Los demás ninjas pasaron hacia la oficina y mostraron los respetos debidos inclinándose ante máxima autoridad de Konoha —Ya fue suficiente, no es necesario tanto formalismo, pueden descansar— les ordenó haciendo que todos los ninjas únicamente se pudieran de pie.

Yagura sonrió, el Hokage era bastante blando con sus ninjas y aun así ellos se tomaban la molestia de inclinarse ante él. Hasta cierto punto le gustaba sentirse venerado, mas no deseaba que lo viesen con miedo o rencor—Buenas noches Hokage sama— saludó por fin. El tercero vio al ninja de la niebla con ellos y abrió sus ojos en cuanto vio la otra figura.

—Kakuzu el inmortal de la cascada— pronunció haciendo que el ninja lo viese fijamente a los ojos— nunca esperé verme frente a frente con el hombre que se atrevió a desafiar a mi maestro, Itachi, Shisui… ¿Cómo pasó?.

—Tampoco lo sabemos Hokage sama, simplemente apareció en la batalla y…

—Te sentiste atraído por el jiongu, ¿no es así? — Itachi asintió

—Te entiendo, es una técnica muy compleja y es un hombre con experiencia, no te culpo por sentirte enteramente sorprendido por su historia.

—Así es—los interrumpió Shisui— pero… las cosas no son como se cuenta — Sarutobi se mostró preocupado viendo como el Mizukage asentía.

—Hablen…

Unos minutos después el Hokage cerraba los ojos y meditando lo recién contando, lo único que atino a decir fue— Hablaré con los líderes de la cascada, te prometo tener una respuesta lo antes posible y en cuanto a Kisame— paró observando al Mizukage— creo que lo mejor es hablar sobre el tema, largo y tendido a solas.

—Pienso lo mismo— respondió Yagura. Era evidente que los kages querían hablarlo a puerta cerrada y si esa era su decisión no intervendrían.

—Entiendo— pronunció Itachi.

—Pueden irse, mañana les daremos el veredicto de lo acordado — dijo el Hokage, ordenándoles que se fueran.

—Si— respondieron todos marchándose del lugar. — Itachi, quédate un momento.

—Espérenme afuera— les dijo y luego los Akatsuki salieron del lugar. El equipo de apoyo de Kakashi, para ese momento ya se había retirado.

Cinco minutos después Itachi salía de la oficina del hokage, para reunirse con ellos.

—Vayamos a cenar— propuso Sasuke y todos asintieron.

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Eran las nueve de la noche, estaba tan cansada y adolorida que hasta caminar le pesaba. Su padre le había permitido quedarse en el clan Hyuga, pero ella había preferido regresar a su casa. Si se quedaba seguramente su padre la levantaría a las seis de la mañana para continuar con el entrenamiento y realmente necesitaba descansar para reponer sus energías, estos últimos dos días la había pasado fatal, había sido demasiado valiente para tomar la decisión, pero nunca imaginó que pronto todo eso le cobraría la factura, en parte porque tenía tiempo que había abandonado su entrenamiento, resignándose a ser la sombra de su hermana menor, había aceptado desde hace tiempo que ella no servía como heredera, pero ahora que él le daba un nuevo significado a su vida deseaba más que nunca el poder superarse.

¿En qué momento la había hecho cambiar, aquel hombre desconocido que comenzaba a hacerla suspirar?

Caminó unas cuantas cuadras y pasó por el puesto de ramen de Ichiraku, notó cuanto más se iba acercando lo lleno que estaba, pasaban de las nueve y era inusual que estuviese tan lleno, de hecho era hora de cerrar. El olor que de ahí emanaba comenzaba a estimular su sentido del olfato ocasionando que su estómago comenzase a gruñir, tenía hambre pues desde la mañana no había probado bocado, así de intensos eran los entrenamientos con su padre, sin embargo estaba tan cansada que no tenía ganas de esperar a que toda esa gente se fuera, prefirió regresar a su casa tomar agua, darse un baño e irse a dormir. Estaba pasando de largo, cuando chocó contra un hombre que salía del puesto, el impacto con el cuerpo que era notoriamente más grande la hizo retroceder unos cuantos pasos —lo siento — pronunció tratando de recuperar el equilibrio — ¡Sa-sasuke kun ¡— dijo sorprendida en cuanto volteo hacia arriba y lo vio levantar una ceja.

—Solo ten más cuidado la próxima vez — respondió con su ya característico tono de voz.

—Si — pronuncio tímidamente, si había alguien aparte de su padre a quien temía, ese era Sasuke Uchiha. Su frialdad, su rudeza y debía decirlo, lo grosero que podía llegar a ser con las demás personas eran motivo suficiente. Aun no entendía cómo es que Sakura e Ino habían estado enamoradas de él por tanto tiempo, de hecho toda su niñez y aunque no podía asegurar que aún no lo estuvieran; aun cuando la pelirosa fuese novia de Naruto tampoco podía reprocharles, ella sabía perfectamente lo que significaba estar enamorada sin ser correspondida, pero agradecía al menos que Naruto e Itachi no fueran como Sasuke. Y ahora que recordaba Itachi, si Sasuke estaba en la aldea, entonces…

—Buenas noches, Hinata san — escuchó su voz e inmediatamente volteo a verlo. Las contracciones de su músculo cardiaco golpeteaban fuertemente contra su pecho, haciendo vibrar hasta sus clavículas. Tenía muchas ganas de lanzarse hacia sus brazos, pero no sabía si él estaba dispuesto a recibirla.

—Nos vemos mañana Itachi — exclamó Sasuke haciendo con la mano para ambos una pequeña seña de despedida. Hinata siguió su acción.

—Hasta mañana Sasuke — pronunció Itachi, desapareciendo al instante — Hinata, ven — exclamo, la Hyuga volteo hacia él y lo vio extendiéndole la mano — quiero presentarte al nuestros nuevos integrantes — Hinata lo vio avergonzada, lentamente le dio su mano, sintiendo como la llevaba hacia adentro del local, ella sonrió sutilmente viendo sus manos juntas y luego volteó hacia arriba para verlo fijamente a los ojos, sus miradas se conectaron y en ese momento el Uchiha sintió un shock eléctrico recorrer todo su cuerpo, habían pasado mucho años desde que había tenido aquella sensación, desde la primavera vez que vió a aquella mujer cerca del lago dentro del clan Uchiha cuando tan solo tenían seis años.

—I- ¿Itachi san? — le preguntó al notar como repentinamente se había detenido. Itachi Uchiha se había quedado totalmente paralizado.

—Lo siento, siéntate aquí — indicó viéndola notablemente cansada, llevándola de la mano hasta el asiento. Estaba sentaba entre el brazo izquierdo de Itachi y el derecho de Sasori, al lado de éste Deidara y otro hombre de piel azul, del lado de Itachi se encontraba Shisui, quien no había dudado ni un momento en asomarse a saludarla —Hola Hinata — escuchó su voz gentil y su mano levantarse y al lado de éste último otro hombre de piel oscura que tenía la cabeza totalmente cubierta.

—Itachi san — habló Kisame notoriamente curioso por saber de la chica — ¿Quién es ella? — cuestionó haciendo que la chica se hundiera entre sus hombros.

—Yo también tengo curiosidad de saber, dime… ¿es tu novia? — no podía llegar a otra conclusión, llegó con ella tomando su mano y ella estaba más roja que un tomate.

—No — respondió observándolos alternadamente — ella es Hinata Hyuga.

— ¿Hyuga?— interrogó Kakuzu — es del mismo clan que el chico, ¿no? — todos los presentes asintieron, menos Hinata, no sabía a quién se refería e Itachi había notado su cara de sorpresa.

—Lo que sucede Hinata es que Neji fue con nosotros a la misión de reclutamiento.

—Ya…ya veo — respondió entendiendo porque Neji se había ausentando esos días. Hanabi había dicho que había salido de misión, pero nunca imaginó que sería con Itachi.

—Bueno, ya di de una maldita vez quien es — interrumpió Sasori viéndolos de reojo, Hinata volteó a verlo temerosa no solo de su actitud, sino de lo desagradable de su apariencia, no solía fijarse mucho en ese tipo de cosas, pero ahora que lo miraba de cerca, Sasori era realmente incómodo de ver; era un tipo con un peinado extraño, feo, muy feo , jorobado y deforme. Si la apariencia era algo superficial no podía decir que su personalidad le ayudase en algo, de hecho era peor que su aspecto, tenía muy mal genio.

Hinata dio un brinco y miró hacia otro lado cuando el de la arena notó que la chica lo miraba. Itachi sonrió — está bien Sasori, se cuánto te desagrada que no vayamos al grano y te hagamos esperar

—El tiempo es oro Itachi — le contestó— siempre ten eso en mente.

—¿Alguien dijo oro? — preguntó Kakuzu inspeccionando con la vista el lugar.

—Estaba hablando en sentido figurado — habló Shisui dándole una palmada en la espalda.

—Ella es Hinata… mi esposa — dijo por fin haciendo que tanto Kisame como Kakuzu se viesen entre sí, internamente Deidara, Shisui y Sasori reían, esa era exactamente la misma reacción de siempre.

—No pareces un hombre casado — pronuncio Kakuzu, tenía experiencia en el tema, sabía lo que implicaba un matrimonio e Itachi definitivamente no tenía el perfil.

—Aquí están sus órdenes — dijo Teuchi entregándoles un tazón de ramen.

—Gracias — pronunciaron todos y comenzaron a comer.

—Teuchi sama, sírvenos otro tazón, por favor.

—Claro que si Itachi, enseguida.

—Gracias — pronuncio amablemente entregándole el tazón a Hinata, quien de inmediato comenzó a ponerse nerviosa.

—N-no I-Ita-Itachi san, y-yo pue-puedo esperar — Kakuzu alzó una ceja "san", definitivamente algo no terminaba de encajar en aquella relación, había demasiados formalismos, pero no era como si le importase realmente, simplemente eran ciertas cosas que había notado de primera impresión.

—Tómalo —insistió, desde hace rato había escuchado el gruñir de su estómago — sé que tienes hambre — movió únicamente sus labios, Hinata los leyó y entendió a la perfección. La Hyuga comenzó a encorvarse, estaba realmente apenada, que Itachi escuchase su estómago le avergonzaba y al mismo tiempo estaba agradecida con él —No te preocupes — exclamó dándole unas palmadas en la espalda, el mensaje era claro "enderézate, no te encorves". Hinata asintió, se enderezó y comenzó a comer.

—Aquí tienes Itachi — pronunció Teuchi cinco minutos después, entregándole otro tazón.

—Gracias —volvió a decir y separó los palillos para empezar a comer.

—Oye Itachi san, Hinata san — exclamo Kisame, haciendo que ambos lo volteasen a ver— si están casados, entonces supongo que pronto tendrán hijos.

Itachi se ahogó y comenzó a toser, mientras Hinata tiraba los palillos y se tapaba la cara con ambas manos. Los demás Akatsuki no aguantaron más, escupieron y comenzaron a reírse a carcajadas.

—cof-cof-cof, Kisame, es demasiado pronto, no tenemos ni un mes de casados.

—Estaba bromeando Itachi san, no te pongas así —rió, mientras los demás trataban de recuperar el aliento. Lagrimas salían de sus ojos, Kisame había resultado ser un excelente comediante.

—Es un placer tenerte en el equipo Kisame — pronunció Shisui sin parar de reír. Itachi los miró entrecerrando los ojos, está vez se habían pasado.

Kakuzu entendió un poco el actuar de ambos, de todos era el único que no había reído.

El reloj marcó las diez de la noche, los hombres habían terminado de comer y Teuchi cerró su puesto. Caminaron hacia el clan Uchiha y antes de separarse para ir a sus respectivas casas, se detuvieron a hablar un momento.

—Itachi —exclamó Shisui — necesitamos buscar un lugar en donde meter a todos, creo que ya no cabremos en mi casa.

—Cierto — respondió Itachi — mañana mismo nos encargaremos de eso.

—Perfecto, entonces nos vemos mañana.

—Hasta mañana — se despidió el Uchiha levantando una mano.

—Adiós Julieta san — pronunció Kisame— digo, perdón Hinata san

—Adiós Romeo — terminó Shisui, Hinata se sonrojó, "Los voy a matar" pensó Itachi viéndolos alejarse, mientras se reían. Definitivamente estaban cruzando la línea.

—No les hagas caso Hinata san —ella asintió y se fueron a su casa. Cuando llegaron se fueron cada quien a su cuarto y como ambos estaban demasiado cansados se quedaron dormidos inmediatamente.

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Los Akatsuki se instalaron en la casa de Shisu,i unas cuantas cobijas en el suelo, pues su casa no era muy grande—Lo siento, es todo lo que puedo ofrecerles por el momento— pronunció apenado.

—Está bien Shisui san— habló Kisame recostándose en el sillón..

—¡Oye,oye oye!— pronuncio Deidara con molestia— ¡esa es mi cama!.

—Era— respondió acomodando su cuerpo.

—¡Estoy herido, merezco un descanso mejor!, uhm.

—Deidara, ya cállate— dijo Sasori con molestia intentando conciliar el sueño, el hombre había abierto la marioneta de Hiruko y dentro de ella había colocado una almohada, Kakuzu rio ante la imagen.

—Supongo que tiene sus ventajas ser tan pequeño, cabes en cualquier lado— Sasori lo vio de reojo y asintió, desde hace mucho había dejado de molestarle que los demás pensasen que no era lo suficientemente alto , además dentro de la cultura oriental entre más pequeña era una persona, más bella se le consideraba y si de algo estaba orgulloso era de su aspecto, aunque lo escondiese todo el tiempo detrás de una marioneta bastante fea pues consideraba que no todo el mundo tenía derecho de apreciar semejante obra de arte. Sasori era taaan modesto, que Mahatma Ghandi se quedaba en los suelos aun lado de él.

Deidara lo miró un tanto curioso—Danna— pronunció acercándose mientras inspeccionaba el espacio dentro de la marioneta— se ve cómodo aquí dentro, déjame dormir contigo.

Una vena salto de la frente de Sasori— De ninguna manera—contestó con desdén, moviendo los dedos tratando de cerrar el caparazón de la marioneta.

—¡Pe-pero, po- ¿por qué?! — cuestionó sorprendido, forcejeando para impedir que la cerrara— anda tienes mucho espacio, te prometo que me ducharé antes de entrar.

—¡No!— reafirmó viéndolo con los ojos entrecerrados. Aplicando más fuerza en el forcejeo.

—¡Sasori sama, por favor no seas así, no seas egoísta, no quiero dormir en el suelo!— suplicó, cuerpo estaba adolorido y cansado. Lo que menos deseaba era dormir en una superficie dura, quería descansar cómodamente.

—Deidara, ¿estás sordo?, ya te dije que no— volvió confirmarle lanzándole un kunai— no insistas.

Deidara apretó los puños y ladeó la cabeza en señal de indignación— cuando necesiten que los lleve, ni me vean a mí, uhm— cruzó los brazos y tras unos segundos comenzó a escuchar los ronquidos de Kisame— ¡es suficiente!— pronunció entrecerrando los ojos— ¡me largo de aquí!.

—Y ¿a dónde vas? —cuestionó Shisui respirando hondo, definitivamente tener a tantos en su casa no era una buena idea y más cuando el espacio era reducido.

—Me voy a dormir Itachi, uhm— dijo saliendo de la casa con una almohada entre sus brazos.

Shisui suspiró — chicos, creo que debemos comenzar a ser mejores compañeros entre noso…— paró cuando vió que todos ya estaban dormidos. Rascó su cabeza y subió a su habitación, quizá mañana Deidara llegaría con "algo" interesante que contarles.

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—Vaya amigos, dejar que el herido duerma en el suelo, ya verán cuando necesiten de mi arte— se quejaba el de la roca, caminando hasta la casa del Uchiha abrazando la almohada. Durante el camino iba pateando una piedra cuando vio pasar una sombra que velozmente recorría la parte externa de la entrada del clan Uchiha, Deidara desconcertado fue tras aquella sombra que recién se escondía detrás de unos árboles fuera de la aldea. Se acercó sigilosamente para que aquella presencia no lo descubriese; podía ser un ladrón o cualquier cosa que se le pareciera. Continuó avanzando sin abandonar la cautela hasta que estuvo lo suficientemente cerca para escuchar los sollozos de lo que parecía ser una mujer.

El rubio levanto ambas cejas, dejó poso sus manos en el tronco del árbol y se asomó para ver de quien se trataba; sentaba en el suelo sosteniendo con fuerza sus piernas entre sus brazos y con la cabeza hundida se encontraba una rubia de cabello extraordinariamente largo y ropas moradas, Deidara lo pensó un poco y recordó el desayuno que habían tenido anteriormente, si su memoria no le fallaba era una de las conocidas de Itachi, la tal Ina Yamakichi , Mayakana, Yamakana… o algo así.

Abandonó su posición para ponerse frente a ella quien hasta ese momento no había notado su presencia— Hola, ¿te puedo ayudar en algo? —cuestionó observando como la joven trataba de limpiar sus lágrimas, colocándose de pie.

—Nada, nada yo estoy bien— la escuchó decir. Ino levanto la vista y observó la cara del hombre— ¿Deidara san? — pronuncio avergonzaba, disimulando una sonrisa, Deidara hizo una mueca.

— ¿Segura? — volvió a preguntar, no estaba conforme con lo que la chica le había dicho anteriormente.

—Sí, segura— exclamó, intentado sonreír. Deidara volvió a hacer una mueca, era evidente que estaba mintiendo.

—Y… si estás bien, ¿por qué llorabas? — preguntó sin más, no quería seguir dándole vueltas al asunto— vi como corrías hasta llegar hasta aquí, en un principio pensé que se trataba de un ladrón, uhm.

Ino lo vio con sorpresa no esperaba que alguien más la hubiese visto en ese estado. Su pena aumentaba cada vez más— No quiero sonar grosera, pero, preferiría no hablar del asunto— dijo por fin.

—Ya veo, entonces que tengas buena suerte y procura irte ya a tu casa, es peligroso que andes rondando por las noches, sabes, Akatsuki también debe descansar— luego de ello comenzó a dar media vuelta cuando la chica lo detuvo.

—Deidara san, y… ¿a usted que le sucedió? — le preguntó observando parte de su brazo y hombro vendados, él formó una sonrisa y rápidamente le contestó— No quiero sonar grosero, pero preferiría no hablar de ese asunto— Ino abrió los ojos de sorpresa, relajó sus cejas y comprendió la situación— eres de esas personas que da algo, siempre y cuando reciba, ¿no es así? — Deidara la miró confundido, percibiendo como la joven colocaba ambas manos en su hombro.

— ¡Oye… ¿Qué haces?!

—Tranquilo— dijo Ino sonriendo, haciendo que el cuerpo del rubio comenzara a temblar— tengo dos meses practicando ninjutsu médico, y aunque no me quieras decir que te sucedió, puedo ayudar a que sanes más rápido— Deidara arqueó una ceja, viendo como un aura azul-verde rodeaba el área afectada y sintiendo como el dolor disminuía poco a poco.

— ¡Oh, vaya, muchas gracias!— dijo sorprendido, notando como la herida se había cerrado casi por completo. Levantó la cabeza y cuando volteo a verla, se percató que estaban muy cerca el uno del otro, el rubor de las mejillas de ambos se hizo presente, Deidara llevó la cabeza hacia el lado contrario de ella, mirando hacia arriba y silbando, la Yamanaka hizo lo mismo.

—De verdad, mu-muchas gracias por curarme— volvió a repetir sin voltear a verla— no tengo dinero con que agradecerte, pero supongo que al menos— dijo temblando, Ino pensó al principio que estaba llorando, pero tras unos segundos lo vio alzar las manos, y recitar alegremente mientras la veía completamente emocionado—¡ puedo enseñarte uno de los ilustres y más maravillosos espectáculos de pirotecnia que jamás hayas visto en la vida, te garantizo que nunca más volverás a ver tan grandioso show!— Ino rio un poco, el chico estaba medio loco, pero al menos era simpático—¡ observa y aprecia el exquisito placer del arte verdadero!— comentó, sacando de sus bolsas un poco de arcilla— ¿cómo era que te llamabas? — pregunto.

—Ino.

—Muy bien, toma asiento para que puedas ver la diversión— le indicó colocando la almohada en el tronco del árbol, para que la Yamanaka pudiese recargar su espalda, mientras el de la roca modelaba su arcilla. En unos segundos decenas de mariposas volaron hacia el cielo, la Yamanaka vio sorprendida aquellos insectos blancos que se acomodaban y formaban en el cielo nocturno la frase: "Arigato Ino san".

Deidara se sentó a un lado de ella— ¿estas listas para deleitarte con mis maravillosas creaciones? — ¿cómo?, ¿hay más? Se preguntó internamente, ya de por sí, aquello había sido un gesto muy noble de quien se decía era, o había sido uno de los criminales más peligrosos. Ino asintió y en un segundo las mariposas exploraron en serie, haciendo que el cielo oscuro tomara diferentes tipos de colores, todo aquello era una función de fuegos artificiales, los cuales tenían grabado su nombre. La tristeza de la Yamanaka se había esfumado por completo, sus ojos brillaban ante el maravillo espectáculo recién presenciado, cuando Deidara volteo hacia ella, pudo verla completamente hipnotizada por las luces y sonrió— las palabras sobran cuando lo evidente sale a relucir, fue magnifico, ¿no? —le dijo haciendo que los ojos de Ino se conectaran con los de él. Deidara se paralizó.

Sin decir nada se sostuvieron la mirada, los ojos azules de ambos perforaron los del otro— estaba saliendo con alguien, pero… me dijo que no tenía tiempo para nosotros— soltó la Yamanaka, haciendo que el rubio se acercara mucho más a ella.

—No entiendo… ¿por qué? — pronunció sintiendo como algo lo empujaba cada vez más hacia los labios de la joven frente a él. Llevaban más de cinco minutos de silencio e inspección/

—Yo tampoco entiendo— dijo ella sintiendo como los labios del Akatsuki se juntaban con los suyos. Estaban los dos solos, bajo la copa de un gran árbol, en las afueras de Konoha, acababan de contemplar un show de pirotecnia privado. Sus labios se comían entre sí, sin darse la oportunidad de respirar, el interior de Deidara comenzaba a explotar, mientras el cuerpo de ella se encendía producto de aquella explosión. Mientras los labios de él recorrían su cuello, la Yamanaka quien culpable disfrutaba el momento, se preguntaba una y otra vez si estaba bien que dejase a aquel hombre llegar más allá de lo esperado, no se conocían bien, de hecho era la primera vez que cruzaban palabra y él la tenía recostada en el suelo, metiendo sus manos por debajo de su falda y aunque su moral le decía que debía detenerlo, su cuerpo le exigía mucho más.

Al cabo de unos minutos él se detenía. Sudoroso, intentaba recuperar el aliento, mientras sus ojos llenos repletos de lujuria veían los senos de la chica. Acababan de terminar; la entrepierna de él se encontraba entre las piernas de ella y sus cuerpos en llamas aun temblaban. Ino veía al chico mucho más cansado que ella, se sostenía con un solo brazo y era lógico estaba herido y por lo que decían los rumores acaba de llegar de una misión, Ino se sentó recargando la espalda en el tronco del árbol y tomó la cabeza del rubio colocándola sobre su pecho, ahí mismo acarició su cabello y parte de su frente , Deidara dejándose llevar por el momento abrazó su torso y se dejó acariciar por ella, pronto su visión se nubló "jamás volveré a burlarme de Itachi" pensó, entendiendo la satisfacción que le dejaba hacer el amor y se quedó profundamente dormido sobre su pecho.

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Esa mañana tenia tantos pendientes en la oficina que había salido de su casa sin siquiera desayunar antes, de hecho había exagerado yéndose a las cinco de la mañana, debía apurarse pues todavía tenían que ir con el Hokage para resolver la situación de Kisame y ver en qué términos se quedaría Kakuzu dentro de la organización, por un lado quería que tanto Kakuzu como Kisame se quedasen permanentemente como oficiales base de Akatsuki, pero por otro debía ser completamente justo y dejarlos decidir por su propia cuenta si querían quedarse en Konoha como oficiales o se irían como comandante y vicecomandante de la sede en Kirigakure.

Casi dos horas después el ruido de alguien llamando a la puerta lo sacó de entre el papeleo que tenía pendiente—adelante— pronunció, observando a Shisui entrar. Percibió al instante acercarse tímidamente hacia él, mientras sonreía y se rascaba la cabeza. Itachi suspiró llevo una mano a su frente, esperando una mala noticia

— Jajajajajajaja—comenzó a reír nervioso, cuando se dió cuenta que no estaba con él.

—Ya Shisui, dime… ¿Qué ocurrió?

—Me vas a matar—respondió, viendo como Itachi arqueaba una ceja— se me perdió Deidara— confesó haciendo que Itachi se levantase de la silla.

— ¡¿Qué?, ¿Cuándo?!

—Desde anoche, en mi casa no cabíamos y dijo que iría a tu casa a dormir, pero cuando llegamos los chicos y yo lo buscamos por toda la oficina y no estaba, vine contigo esperando encontrarlo aquí, pero por lo que veo, ni siquiera fue a tu casa, ¿verdad?.

Itachi volvió a suspirar y negó.

—JAJAJAJAJAJA— volvió a reír— ayyyyy— pronunció con preocupación.

Itachi rodó los ojos— Ya pasen todos—, sabía que todos los demás estarían oyendo detrás de la puerta.

—Bueno, bueno, debo decir que Deidara se fue después de que Sasori lo hizo enojar— dijo Kisame abriendo la puerta.

—¿Quéee?, ¡por supuesto que no lo iba a dejar dormir conmigo!—Itachi se sentó de nuevo puso un codo sobre el escritorio, cerró el puno, descanso su mejilla en él y los miró discutir con fastidio— ¡solo a Deidara se le ocurre querer dormir conmigo dentro de Hiruko, además fuiste tú quien le quitó su cama, te dijo claramente que estaba herido y necesitaba descansar…— "era" — pronunció imitando su voz con cierto tono de estupidez— así que a mí no me eches la culpa!

Itachi volteo a ver a Kakuzu— ¿Qué?, a mí ni me veas, yo no hice nada, solo estoy aquí por dinero— respondió viendo entrar a Sasuke.

— ¿Qué pasó? — cuestionó viendo la actitud de su hermano.

—Deidara desapareció— confesó haciendo que Sasuke rodara los ojos.

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Se habían despertado en la madrugada, cuando el sol amenazaba con salir pronto, ambos ya tenían de nuevo sus ropas y habían contemplado el amanecer juntos, los papeles se invirtieron; ahora era ella quien lo abrazaba y descansaba sobre su pecho y el quien acariciaba delicadamente su espalda

—No sé lo que sucedió, pero fue increíble— soltó él haciendo que la Yamanaka se ruborizara un poco, era la primera vez que pasaba la noche con un hombre.

—Yo tampoco lo sé— habló ella abrazándolo más fuerte— simplemente sentí algo especial— en ese instante, ambos voltearon a verse y lentamente volvieron a besarse, está vez con más pasión, Ino colocó cuidadosamente sus brazos alrededor de su cuello, cuidando no tocar el área afectada, Deidara por su parte colocó su mano en la cintura de ella, mientras con la otra acariciaba su mejilla. Tras unos segundos se separaron y se quedaron viéndose a los ojos, aquello había sido un flechazo repentino, quizá en un principio inducido por el despecho de ella y la necesidad de él, pues entre tanta broma y burla hacia Itachi a más de uno se le había apetecido tener a alguien con quién… disfrutar.

—Sabes…— exclamó cuando se separaron— ahora entiendo a Hinata chan— el rubio no entendió a qué se refería.

— ¿Por qué? — le preguntó sin dejar de abrazarla.

—Pues porque Itachi san está más bueno que…—paró dándose cuenta de su imprudencia, viendo como el chico la observaba entrecerrando los ojos notoriamente molesto— lo siento— se disculpó entrelazando sus manos con las de él— pero quiero ser completamente sincera contigo— Deidara volvió a abrir los ojos.

— ¿A qué te refieres? — cuestionó intrigado. Ino suspiró.

—Veras, desde que era una niña, siempre estuve enamorada de Sasuke kun, mi amor por él era tan grande que siempre ignoraba el hecho que a pesar de saber que yo lo quería terminaba por rechazarme, no me había dado cuenta de ello hasta hace poco que apareció Itachi— Deidara abrió los ojos sin comprender absolutamente nada,

— ¿Hace poco? — preguntó confundido.

—Sí, casi nadie en la aldea conocía Itachi, de hecho apareció unos días antes de casarse— Deidara sabía que su boda con la Hyuga no era más que un contrato, o eso era lo que le habían dicho, pero nunca imaginó que Itachi fuese un desconocido— en esos dos días que lo vimos pasear por toda la aldea, casi todas nos enamoramos de su físico, su cabello largo, sus ojos negros— Ino comenzó a divagar— su preciosa nariz, sus labios tan sensuales, su pecho, su trase…

— ¡Bueno, bueno, ya ya, ya entendí! — dijo un tanto celoso, Ino volvió a reír.

—Lo siento, el punto es que después nos dimos cuenta que Itachi san no es solo un cuerpo y un rostro atractivo, sino que también lo es como persona, nunca hemos visto que trate mal o responda mal a alguien, es un hombre sumamente gentil y pacifico—Deidara ésta vez no pudo negar nada, era cierto, pues a pesar de haber sido criminales, él les había ayudado a recuperar de cierta forma… su libertad— fue entonces que comparándolos a ambos me di cuenta que cuan tonta había sido todos éstos años, y al mismo tiempo comprendí que la culpa no era de él, si no mía, me había rechazado tantas veces y yo insistía en querer que se fijase en mí, mi actitud no ayudaba en nada es más creo que lo agobiaba más de la cuenta, aun así creo que su forma de tratar a los demás no es la adecuada, y por ello fue que comencé a enamorarme de Itachi san, pero desafortunadamente ya estaba comprometido con Hinata chan y te confieso que en un principio me dio mucho coraje que alguien como ella se quedase como un hombre como Itachi y más porque parecía que Hinata no estaba muy contenta con ello, lo que hubiese dado yo por ser ella— confesó sintiéndose un poco incómoda de contarle precisamente a él sus fracasos amorosos, estaba segura que a ningún hombre le gustaba que le hablan de otros y menos cuando acababan de tener intimidad.

—Supongo que es lógico— respondió tratando de ocultar su molestia, en parte aunque era difícil, deseaba saber mucho más de ella.

—Y luego, después de resignarme a perder a Itachi san, lo vi a él… un hombre soltero que me llamó preciosa y yo caí ante él. Salimos por dos semanas, me pidió que fuese su novia y ayer me dijo que… bueno ya lo sabes, me terminó por qué no tenía tiempo para nosotros— Deidara ladeó la boca, sabía que aquella era la típica excusa que solían usar para deshacerse de una mujer, por la que no sentían nada y seguramente él hubiese hecho lo mismo unas semanas atrás, pero ahora él había cambiado, era un hombre totalmente diferente.

—No piensas… seguir insistiendo con… ¿Sasuke o Itachi? — Ino le sonrió y dulcemente besó sus labios—No— respondió —Hinata chan es feliz con Itachi, de Sasuke no sé, pero lo único que sé es que ahora yo…soy feliz contigo— Deidara sonrió y la abrazó fuertemente—Yo también soy feliz contigo, uhm y aunque este en Akatsuki y salga en muchas misiones, siempre tendré tiempo para ti, uhm— se besaron por última vez y se levantaron. Tomados de la mano caminaron hasta la entrada de la aldea y pararon viéndose directamente a los ojos.

—Debemos… ¿entrar así? — cuestionó el Akatsuki.

—Creo que es mejor esperar a que le cuente a mis padres— Deidara tragó saliva y asintió, soltaron sus manos y en la entrada se separaron, ella en dirección a la florería de y él… a la comandancia, ya pasaban de las siete de la mañana y seguramente le llamarían la atención por llegar tarde.

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Sasuke miraba irritado a todos los presentes, le parecía sumamente ridículo que todos estuviesen dentro de una oficina, cuando supuestamente alguien o más bien un criminal estaba perdido, ¿de qué les servía?, de nada, pero suponía que para ese momento ya no importaba, el pirómano escandaloso que buscaban…

—Está en el baño— pronunció haciendo que todos lo volteasen a ver, Sasuke lo había visto entrar mientras se dirigía a la oficina de Itachi. Shisui respiró aliviado, viéndolo entrar

— ¿Qué? — les preguntó viendo la cara de fastidio de todos.

—Nada respondieron— con los ojos entrecerrados.

— ¿En dónde estuviste Deidara? — cuestionó Itachi levantando una ceja— Shisui me dijo que irías a mi casa y no apareciste por ahí.

Deidara estaba nervioso, pero logró controlarse, no podía decirles lo que había estado haciendo en la noche— Era tarde, no quise levantarte, así que me fui a dormir por ahí.

—Se nota— interrumpió Sasori— te presentas al trabajo en este estado tan deplorable; con la misma ropa de ayer, completamente lleno de tierra y encima tarde.

— ¡Me quedé dormido mamá!— expresó con molestia y sarcasmo— busqué toda la noche en donde dormir, me desvelé, ¿Qué esperaban.

—Tshhh— musitó con molestia el marionetista— Deidara, la próxima vez que me hables en ese tono, no vivirás para contarlo— amenazó haciendo que Deidara cruzaba los brazos y le volteara la cabeza.— hump.

—Bueno, como sea— interrumpió Itachi— la próxima vez, asegúrate de llegar, recuerda que se supone debes estar con dos jonin de la hoja y si te ven solo merodeando de noche por las calles, van a pensar lo peor, la gente suele ser paranoica.

—Lo siento, no lo pensé.

—Bueno, en fin, después de la reunión con el Hokage, tomate dos o tres días libres para que termines de sanar Deidara, por el momento no tenemos una misión importante, así que puedes descansar tranquilamente.

—Estoy bien— pronunció indicándoles que su herida ya casi estaba cerrada.

— ¿Pero cómo? — interrogó Kisame a sabiendas que Samehada desgarraba y con ello el cuerpo necesitaba una recuperación mucho más prolongaba al romperse casi todas las fibras musculares.

—Una chica de nombre Ino Yamakichi, Tamagochi, Nakamaya… bueno en fin como sea que se llame —erró a propósito— me aplicó un ninjutsu médico y la herida cerró casi por completo

—¿Te refieres a Ino Yamanaka?— expresó Shisui.

—Si ella, ella—actuó como si apenas lo recordara.

—Es algo que— comentó Itachi, poniéndose de pie— esperaba decirles durante la junta, pero supongo que no hay necesidad. El tercer Hogake ayer me informó que necesitamos a un equipo de ninjas médicos, por lo que mientras estábamos de viaje en la búsqueda de Sasori, se tomó la molestia de buscar Tsunade Senju, sanin quien es una experta ninjutsu médico, para entrenar a algunas kunoichis e integrarlas a la organización, actualmente tienen poco más de dos semanas, pero según Tsunade, han progresado mucho y veo con alegría que es así.

—Lo es— contestó de inmediato el de la roca— el dolor se fue al instante, me puedo mover mucho mejor, uhm

—Esa es una excelente noticia— contestó Shisui— pero debemos tener siempre en mente que primero está la seguridad del ninja médico, así que por favor, nunca se le ocurra enviar al frente al médico, ¿de acuerdo? — todos asintieron.

—Bien, debemos irnos con el Hokage— habló Itachi y se fueron hacia la oficina, donde también los esperaba el Mizukage.

En cuanto entraron supieron que ya habían llegado a un acuerdo.

—Kisame se queda en Konoha, si así él lo decide— les informó el Mizukage antes de que pudiesen decir algo.

—No hay hoja de acuerdo para él— exclamo Sarutobi— Kisame es un ninja libre, ya nos encargamos de notificárselo al señor feudal y las demás naciones.

Itachi y los Akatsuki los vieron confundidos— ¿eso qué quiere decir? —preguntó Sasuke.

—Que Kisame está afiliado a Akatsuki como ustedes tres, no hay perdón que otorgarle, por lo que él puede salir y pasear libremente por cualquier lugar— contestó el tercero.

—Por lo tanto— continuó Yagura— el seguirá siendo parte de Kirigakure, digamos que si él decide quedarse, será únicamente como apoyo, en pocas palabras Kisame no será propiedad de Akatsuki como lo estipula el punto cuatro de la cláusula dos del acuerdo.

Itachi Y Shisui sabían de antemano que eso podía suceder, por ello esperaban que Kisame fuese quien decidiera si se quedaba o no.

—Entonces Kisame— siguió el Mizukage— ¿vuelves a la Kirigakure o te quedas en Konoha?

El espadachín sonrió observando como todas las miradas se dirigían hacia él.

—Je-je-je-je—rio sínicamente— que… halagador es que todos me necesiten—pronuncio con ironía— pero me temo Mizukage sama, que nuevos aires me vendrían bien— con ello, la decisión de Kisame estaba tomada. Yagura sonrió, desde antes de llegar sabía que Kisame se quedaría con ellos.

—Bien, entonces supongo que es hora de regresar a mi aldea.

—Mizukage sama, pondré a su disposición a los mejores Shinobis para que lo escolten hasta Kirigakure.

—No es necesario, puedo regresar solo.

—Insisto, un kage no puede viajar solo, Itachi, Shisui, encárguense de la escolta que llevara de regreso al Mizukage hasta su aldea.

—Si— respondieron los dos al mismo tiempo. Viendo se reojo a Deidara, quien los miró con fastidio, sabía que lo necesitarían a él.

—Solo le pido Mizukage sama, que se quede ésta noche, para que ellos puedan descansar— volvió a hablar el Hokage, viéndolo asentir. Los Akatsuki empezaron a salir de la oficina en dirección a la comandancia—Itachi, espera, hay algo que olvidé comentarte ayer.

—Nos vemos en la oficina— se despidió Shisui y salieron todos del lugar, con excepción de los kages.

—Dígame, Hokage sama. — pronunció un tanto sorprendido, era demasiado rápido que tuviese una respuesta por parte de la aldea de la cascada, así que en ese momento, no se podía imaginar ¿Cuál era el motivo por el cual lo había detenido?

Sarutobi, sacó unos papeles y comenzó a buscar las actas de registro, hasta que encontró la que buscaba, le extendió el papel y las cejas de Itachi se levantaron mostrándose sorprendido.

—Esto es…—dijo, mientras el Hokage asentía.

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Esa mañana se había levantado inusualmente tarde, vió el reloj y notó que eran las 9 de la mañana, su padre seguramente estaría muerto de coraje porque había faltado al entrenamiento, pero realmente no podía mas, necesitaba tan solo un día de descanso, el ácido láctico acumulado no terminaba de absorberse cuando su cuerpo generaba otro nuevo, talló sus ojos y paró en seguida cuando recordó que Itachi había regresado. Se levantó de la cama y tontamente fue hasta su cuarto, iba comenzar a tocar la puerta cuando pensó "seguro que ya salió", era evidente, Itachi solía madrugar. Suspiró y rápidamente se fue a bañar, su recuerdo la había hecho querer continuar pese al dolor que sentía. Definitivamente debía aguantar y ser fuerte, darse por vencida no era opción. Se puso su usual traje color lila y sus pantalones azules, tomó su kit de Kunais y antes de salir de su casa entró al cuarto de él, temerosa cerró los ojos y se acercó al pequeño mueble, los abrió y se dio cuenta que el anillo no estaba. Sus labios formaron una sonrisa y comenzó a respirar agitadamente "Itachi se puso el anillo" pensó emocionada, para posteriormente salir de su casa.

Camino por el clan Uchiha y vio a Shisui y Sasuke entrar a la policía, detrás de ellos venían el chico, rubio y el deforme, quienes se habían quedado en la puerta, parecían estar discutiendo y vio como Sasori atacaba al rubio lanzándole un golpe con lo que parecía una cola, mientras el otro movía sus manos de un lado a otro como si estuviera intentando tranquilizar la situación. Hinata se quedó ida cuando vio que mucho más atrás de ellos venía…. Itachi, caminando con total serenidad, hasta su andar le generaba paz. Hinata suspiró sin darse cuenta y se sonrojó cuando notó que él le sonreía desde lejos. Se quedó ahí de pie esperando a que llegase hasta ella y cuando lo hizo su cuerpo empezó a temblar.

— ¿Tienes frio? — le pregunto Itachi y ella negó sonriéndole tímidamente —supe que te inscribiste a los exámenes chunin.

—S-si— pronunció muy bajito— qui-quiero ser un poco más fuerte— confesó desviando la mirada— ¿está mal? —Itachi rió.

—No, por supuesto que no.

—Su-supe que Mizukage sama está aquí, es-es muy e-extraño.

—Sí, lo es, pero resultó que Kisame no era el criminal que decían que era, así que el Mizukage, vino personalmente a aclarar las dudas con respecto a él, el Hokage nos dio el día libre y mañana Akatsuki lo escoltará de regreso— Hinata reaccionó ante las últimas palabras. La historia se repetía una y otra vez, Itachi siempre estaba fuera. Ella de verdad quería intentar que las cosas funcionara entre los dos, en cinco días cumplirían un mes de casados y no habían pasado ni 24 horas juntos. Reconocía que antes ella no deseaba tenerlo cerca y comprendía que por ello, él prefería estar lejos, pero ahora que comenzaba a sentir cosas por él, necesitaba tenerlo cerca, no quería volver a sentirse tan sola. Hinata agachó la cabeza.

—Que-que tengan buen viaje— pronunció con tristeza. Itachi tomó sus manos, haciendo que la Hyuga voltease a verlo— Si, mañana Akatsuki lo escoltará hasta Kirigakure, pero yo no iré con ellos— le dijo sonriéndole sutilmente— yo tengo otras cosas más importantes que hacer— Hinata bajó la cabeza de nuevo— yo estaré ocupado apoyando a mi esposa en los exámenes chunin— pronunció e inmediatamente Hinata se lanzó sobre él, juntando sus labios con los suyos, abrazando fuertemente su cuello. Itachi en un principio cuando la vio abalanzarse sobre él, levantó sus manos como si estuviese arrestado y abrió muchísimo los ojos cuando sintió su labios, pero después cuando sintió el cuerpo de ella pegarse al suyo y la dulzura de sus besos, la abrazó por la cintura atrayéndola más hacia él. Era la primera vez que se besaban con tanta necesidad, ambos comenzaban a enamorarse uno del otro. Deidara y Sasori continuaban discutiendo sin darse cuenta de lo que sucedía a sus espaldas.

Itachi y Hinata se separaron y completamente sonrojada le agradeció para posteriormente abrazarlo descansando la cabeza en su hombro, la Hyuga cerró los ojos disfrutando del abrazo e inhalando su aroma y cuando los abrió notó como los dos chicos habían dejado de discutir, uno de ellos entraba a la comandancia y el rubio era arrastrado por unas manos que lo llevaban hasta el callejón. Hinata se sorprendió al ver como Ino Yamanaka comenzaba a besarlo sin mesura, colocando ambos brazos detrás de su nuca, mientras él con un hombro vendado, le correspondía tomándola con el brazo que podía de la cintura y atrayéndola más hacia él. Hinata se quedó mirándolos con la boca abierto cuando vio como el chico besaba el cuello de Ino y está lo disfrutaba mientras mordía sus labios. Luego de ello les desvió la vista y escondió su cabeza en el pecho de Itachi, quien en ese momento no podía hacer nada más que disfrutar del instante, de esa sensación que hacía mucho tiempo no sentía.

En aquel callejón la Yamanaka lo había arrastrado hasta un lugar en donde creía, nadie podía verlos— Dejaste tu almohada debajo del árbol— le había dicho mientras lo jalaba para posteriormente besarlo— Mi arte generalmente hace "boom", pero a mí me gusta que tú y yo hagamos "bang bang"— le dijo, con una seductora mirada, antes de comenzar a tomarla por la cintura para atraerla hacia ella y continuar besándola. Ino comenzaba a dejarse llevar por el momento sintiendo la humedad de su boca sobre su cuello. Estaba mordiendo sus labios cuando abrió los ojos y vio como Hinata Hyuga los veía desde lejos. Ino inmediatamente se asustó y empujó a Deidara haciendo que cayese de espaldas sobre unos contenedores de basura, mientras gritaba— ¡Pero que demo… — sin siquiera terminar, entre el ruido del metal de los botes pegándose unos con otros, el fétido olor de la basura sobre su cuerpo y los quejidos de los gatos que salían despavoridos de los mismos.

CONTINUARÁ….

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Ya saben, creo que no hay mucho que decir. Lo dicho, lo he dicho al principio (lol).

Y pues bueno, dejen sus "REMEOWS o REMI AWSS"

Trataré de contestar siempre y cuando tengan preguntas y em…. Actualicé pronto, porque he dejado de actualizar el fin de "Te amo Hinata san" y como está muy largo y me ha dado flojera revisarlo,(es la verdad) no lo he subido, pero en esta semana lo revisaré para subirlo.

ARIGATOU!

Guest.

Yolanda Garza.

Kony

Hito