LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN, SON PROPIEDAD DE MASASHI KISHIMOTO.
Thank You.
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CAPITULO 15: RECUERDOS
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El abrazo era más que satisfactorio, tanto para ella como para él. Cerró los ojos mientras ella se hundía en su pecho y lo abrazaba con más fuerza, esa sensación tan añorada y perdida, volvía de nuevo a él como un electroshock que sacudía por completo cada célula de su cuerpo. Su piel erizada bajo la tela y su corazón palpitante que mágicamente lo transportaban a una época pasada donde había sido inmensamente feliz. Acarició su cabello el cual era tan largo y sedoso como el anterior y en medio de la calle sus memorias dominaron por completo su mente. Aun podía recordarlo; ellos dos habían estado precisamente en ese mismo lugar, mucho tiempo había transcurrido desde su último beso, desde su último abrazo, jamás olvidaría la calidez de su amor, de sus caricias, jamás la olvidaría a ella…\
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FLASH BACK….
Recién llegaba de una misión. Había ido con el Hokage y retirado su máscara anbu, era notablemente más joven, la complexión de su cuerpo lo delataba a pesar de su gran experiencia en batalla. Recordaba ir caminando por la aldea acompañado de una mujer de larga y sedosa cabellera café, dulce mirar y sonrisa gentil, con un aura inigualable que lo llenaba de paz y armonía, ambos tenían 16 años, se conocían desde su infancia y se habían hecho novios tres años atrás.
Los brazos de ella rodearon su cuello, besó su mejilla y sonrió mostrando casi todos sus dientes, amaba aquel gesto tan puro y sincero, los ojos de ella brillaban cada vez que estaba con él y él sabía que los suyos también lo hacían, siempre los veía reflejados a través de las pupilas de ella los suyos.
Esa tarde ella estaba inusualmente emocionada, él le había sonreído de vuelta y tomado su mano para posteriormente besarla, realmente la amaba, él amaba a esa mujer, lo había hecho desde siempre. La había procurado desde que eran unos niños; primero porque la miraba tan frágil, que pensó que era débil y después porque sin darse cuenta se había enamorado perdidamente de ella, de esa niña de ojos enormes, medio despistada y algo… (tenía que admitirlo) acosadora, pero que con el pasó de los años se había convertido en una adolescente muy hermosa, envuelta en sonrisas, dispuesta a superarse y mejorar no solo como shinobi, sino como persona, en pocas palabras era una fémina con una calidad humana única e inigualable y él nunca tuvo miedo de admitir ni de demostrarle su afecto en público, simple y sencillamente se dedicó a amarla frente a quien sea. Ese día la cargó y caminó por toda la aldea con ella entre sus brazos, mientras su novia felizmente se acurrucaba en su pecho dejándose llevar por él — te extrañe tanto— le dijo con tanta ternura, pues llevaba más de tres semanas sin él, incrementando la fuerza su abrazo. Itachi acarició su cabello y la observó dulcemente, un sonrojo en las mejillas de ella acompañado de un largo y apasionado beso. Minutos después ella bajó de sus brazos para rodearlo por completo con los de ella, luego levantó su cabeza y ambos buscaron los ojos del otro— Te amo tanto — le dijo Itachi y ella sonrió, ya no le generaba pena que él le hablase de esa manera, se conocían y existía confianza de pareja, existía amor verdadero — Yo también te amo Itachi — le respondió aferrándose a su espalda, los corazones de ambos se conectaron en ese momento; sabían que estaban destinados a estar juntos y que eran el uno para el otro, ya no importaba absolutamente nada ni nadie, solo existían ellos dos. Después de una conexión espiritual tan profunda, ella se acercó para besar su mejilla, le susurró algo al oído, para posteriormente hundir su rostro en su cuello inhalando su aroma sin dejar de abrazarlo. Las cejas de Itachi se levantaron dejándole un leve sonrojo en sus mejillas, correspondiendo más que feliz a su abrazo pegándola muchísimo más hacia su cuerpo, luego agachó un poco su cabeza besando lenta y delicadamente su frente, ella volvió a incrementar la fuerza de su abrazo y él volvió a acariciar su cabello enredándolo suavemente entre sus dedos, al mismo tiempo que posaba su mejilla derecha sobre la cabeza de ella, volviéndose adicto a ese olor a lilas que emanaba de su precioso cabello.
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FIN FLASH BACK.
Su desconcierto era monumental, él simplemente la estaba abrazando tan fuerte que no podía ni moverse, sus cuerpos estaban más cerca que nunca y él continuaba aumentando la presión, tanto que podía sentir los músculos de su abdomen ocasionando a su vez que sus pechos se aplastaban cada vez más en ellos, estaba tan avergonzada que su cara era prácticamente un tomate. Sin embargo no todo acababa ahí, su piel se erizó y perdió fuerza cuando sintió sus labios sobre su frente y el jugueteo de sus dedos entre sus cabellos, eso era algo bastante nuevo, una actitud que jamás había visto en él y no es como si lo conociese al cien por ciento, pero sin duda era un cambió totalmente radical; se sintió por primera vez ¿amada?, ¿era la palabra correcta para describir aquello?, su de por sí ya acelerado corazón piso el clutch y se fue hasta la quinta cuando él se apoyó en ella. Sus suaves caricias, el aroma de su cuerpo y el amor que pudo transmitírsele de sus acciones, la estaban haciendo caer, fuese o no una nueva táctica o técnica de seducción. Todo se sentía tan bien que por un momento se vió haciéndolo en la cama con él.
Luego de tres segundos, tres que les había durado el gusto, después de esos segundos de romanticismo y erotismo, venia el bullicio que eclipsó y terminó por sepultar el deleite del momento.
Un escándalo en el callejón de alado de donde decenas de gatos corrían sin control. Tras el incidente Hinata e Itachi rápidamente volvieron a la realidad. Él por un lado desconcertado al ver la imagen de una mujer completamente diferente y ella profundamente apenada de haberse dejado llevar por pensamientos lujuriosos. Itachi la soltó culpable de haber proyectado sus sentimientos mediante el recuerdo de una relación ya finalizada y se fue hacía el lugar de donde provenía el escándalo con el fin de despejar su mente.
— ¿Deidara? — preguntó confundido, cuando llegó al callejón viendo a su oficial tirado sobre los botes de basura, con una cáscara de plátano en su cabello, la cual simulaba a la perfección otro de su ya conocido mechón, dándole un aspecto a su cabeza de libro abierto.
—¡Aaaauuuchhh!— se quejó, tomando su hombro herido.
— ¿Qué ocurre? — pronunció el hombre dentro de la marioneta, quien todavía no había subido el primer peldaño de las escaleras, cuando escuchó el desastre y regresó de inmediato para ver lo que sucedía, viendo a el rubio entre la basura y arqueó una ceja entrecerrando los ojos—¡ Estas triunfando en la vida Deidara! — dijo con sarcasmo— déjame adivinar… necesitabas dinero y ahora eres… ¿pepenador? — Deidara notablemente molesto se levantó de entre los botes. Ino se había ido antes de que él cayera.
—Me resbalé, uhm, eso es todo— Itachi y Sasori se vieron entre sí, ¿acaso un simple resbalón ocasionaba todo ese alboroto?.
Sasori inspeccionó detenidamente el lugar y le dio un codazo a Itachi, el Uchiha volteó hacia a él para ver que quería y éste le señaló con el dedo, Deidara siguió el dedo de Sasori, hasta que dieron con una almohada. Los dos hombres abrieron más de lo habitual sus ojos y se quedaron boquiabiertos.
—Deidara… no me digas que tú…— dijo Itachi sin poder creer o imaginar, por lo que había estado pasando.
—Acaso puede ser que ésta… quiero decir, puede ser que tú…— dijo Sasori sintiendo un poco de pena ajena.
— ¿Estés durmiendo aquí? — dijeron ambos, no habían fallas en su lógica, en la mañana el rubio había llegado todo sucio y lleno de tierra, además eso explicaba porque nadie lo había visto, la respuesta era más que obvia, los botes de basura eran su hogar. Itachi y Sasori se vieron entre sí, en total complicidad.
Deidara apretó los puños con fuerza, sus dientes estaban cerrados con coraje, tanto que le comenzaban a doler — ¡¿QUEEEEE?! — gritó con fastidió, observando a los demás Akatsuki ver la escena desde la ventana del edificio— ¡CLARO QUE NO! — volvió a hablar cruzando los brazos— uhm.
Lentamente Hinata se acercó a ellos, le daba un poco de vergüenza ver la cara de Ino , no podría sostenerle la vista, no después de lo que había visto y menos actuar como "Hinata" frente a ellos, tampoco podía imaginar qué tipo de excusa les estaría dando. Cuando llegó a donde estaban, se escondió tras Itachi y se asomó tímidamente… ¿Ino no estaba con ellos? , pensó sorprendida, y supuso entonces que había escapado aprovechando el alboroto ocasionado. Respiró aliviada todavía sin poder creer lo que sus ojos habían visto… ¿el ex criminal de la roca e Ino tenían… una relación?, ¿Cuándo había pasado?, es decir; el chico no tenía ni tres días en la aldea y… ¿ya estaban saliendo? O mejor dicho ya se tenían ese tipo de… "confiancitas" la Hyuga suspiró de nuevo y movió su cabeza de un lado a otro intentando olvidar la escena.
—Deidara— pronunció Itachi— lo siento mucho— lo miró con tristeza— puedes ir a dormir a mi casa para que no sigas durmiendo entre la basura, es demasiado triste verte en estas condiciones— el rubio entrecerró los ojos. Viendo como el Uchiha sonreía de medio lado. Ok, a Itachi se lo pasaría únicamente porque ya se había burlado demasiado de él. Era una especie de karma que estaba dispuesto a pagar.
—Deidara— pronunció Sasori— está bien, también puedes dormir dentro de Hiruko— ofreció cerrando los ojos con pesar— lamento que hayas tenido que llegar a esto.
Una vena resaltó sobre la frente del rubio cuando se dio cuenta que estaban coludidos para burlase de él. Sasori e Itachi se vieron de reojo nuevamente y sin previo aviso comenzaron a carcajearse, mientras Hinata veía atónita por primera vez a Itachi completamente relajado; le pareció sumamente lindo verlo reír de esa manera, y se quedó perpleja cuando notó que Sasori también estaba riendo; su mal genio se había esfumado, aunque todavía le temía. Sonrió un poco cuando vio al rubio patalear, mientras los demás, incluyendo Sasuke reían desde la ventana del segundo piso.
Hinata comprendió entonces que no por haber sido criminales, o ser ninjas extremadamente ocupados con habilidades excepcionales, les excluía de poder divertirse o bromear de vez en cuando. No eran robots o algo por el estilo, eran humanos y hasta ellos tenían problemas tan comunes como las personas normales.
Deidara se levantó como pudo del suelo, para su mala suerte había logrado lastimar su hombro. Cuando se levantó sacudió sus ropas y retiró la cáscara de plátano de su cabeza, volteó a verlos de nuevo y se percató de la presencia de la chica. Ambos se sostuvieron las miradas por unos segundos, la Hyuga le desvió la vista, pues había visto absolutamente todo mientras él la miraba sin entender su reacción— ¿huh?— pronunció, para luego verla con nerviosismo y cierto miedo… "ese sonrojo y su vergüenza" pensó, solo podían significar una cosa… ¿era posible?, ¿era posible que hasta la esposa de Itachi hubiese sucumbido ante él?.. Claro, era obvio, si su amiga Ino había cedido ante sus encantos, no era para nada raro que ella también; él era todo un galán. Internamente sonrió ante la victoria sobre el Uchiha, pero hasta cierto punto temía de las represalias que podía tomar él si se enteraba que su esposa lo veía con deseo. De cualquier forma, se sentía tranquilo, pues aunque ella era muy bonita, su explosivo corazón ya tenía dueña.
—Shisui— le habló Itachi—haciendo que bajase desde la ventana— busquen muebles como camas, colchones y todo eso para cada uno— respondió haciendo que el Uchiha sonriera.
—Por supuesto que si— exclamó. Sabía que todos lo necesitaban y se alegraba, no quería tener más problemas a futuro con tantos dentro de una casa tan pequeña— déjalo en mis manos— volvió a hablar notando la presencia que se escondía tras él— ¡Hola! — la saludó amablemente, obligándola a salir de la "madriguera".
—Ho-hola Shisui san— exclamó en un hilo de voz. Este sonrió y los demás Akatsukis resoplaron, esa era su única línea cuando estaba con ellos, no existía nada más. Era taaan predecible.
—Cuando tengamos información sobre Kakuzu, iremos a registrarnos para la afiliación y empezar a cobrar por las misiones realizadas, sé muy bien que muchos de ustedes lo necesitan— todos asintieron en especial Kakuzu.
—Ya era hora que hablaran de dinero — exclamó desde las alturas.
Shisui suspiro —Kakuzu, no piensa en otra cosa que no sea el dinero.
—Bien, entonces vayan a buscar todo eso, que yo iré a buscar al capitán Yamato y si de casualidad lo ven, díganle que necesito hablar con él. Otra cosa, les pido que descansen lo más que puedan, mañana saldrán al país del agua Kisame, Deidara y Shisui para escoltar al Mizukage, Sasori, Sasuke, Kakuzu y yo nos quedaremos aquí— informó haciendo que Deidara agachara la cabeza, sabía que lo iban a tomar como su medio de transporte oficial y aquello no le agradaba en lo absoluto, ahora menos que ella acababa de entrar a su vida— creo que eso es todo por el momento, no se demoren mucho y sobre todo no vayan a beber, ni desaparecerse ¿de acuerdo? , en especial tu Deidara—le hizo el hincapié y éste inmediatamente suspiró con cansancio, no tenía caso discutir— Pueden retirarse— exclamó y en unos segundos los Akatsuki se habían retirado junto a Shisui y Sasuke.
—Bien Hinata san— se dirigió a ella— yo le prometí que en cuanto volviera iríamos a comprar algunas cosas para la casa y creo que será lo más conveniente.
Hinata se quedó en silencio y aunque tuviese ganas de caminar con él, no podía—lo-lo siento Ita-Itachi san— pronunció haciendo que el Uchiha levantase ambas cejas—no puedo.
Él guardó silencio por un momento, en parte le había pedido a Shisui hacerse cargo de los Akatsuki, para poder pasar tiempo con ella; recordaba amargamente aquellas palabras que ella había pronunciado hace dos días "me sentiré muy sola cuando se vaya", él era en cierta forma culpable de esa soledad, la confinaba a una vida entre cuatro paredes por el simple hecho de ser su esposa. —Está bien Hinata san, no se disculpe conmigo por eso, es mi esposa no mi esclava— ella sonrió— nos vemos después— le dijo dando media vuelta y alejándose del lugar.
—Itachi san— le llamó antes de que se alejase más. Itachi paró de inmediato y se volteó hacia ella, para verla jugar con sus dedos… "está nerviosa" pensó él, comenzaba a descifrar cada uno de sus gestos. El caminó de regreso.
— ¿Será acaso que… intenta decirme que puede posponer sus asuntos para irse conmigo? — preguntó, solo para ayudarle a hablar, era evidente que lo pensaba, pero demasiado tímida para decírselo. Itachi no esperaba un "si" como tal, sino más bien que agachase la cabeza completamente enrojecida para posteriormente ladear la cabeza.
Un segundo más tarde Hinata Hyuga hacía todo lo anterior. Itachi sonrió internamente y tomó su mentón para decirle que no tenía de que sentirse avergonzaba, pero al momento de ver sus ojos mirarlo con tanta intensidad, volvió a recordarla. Hinata se acercó a él e Itachi la vio cerrar lentamente sus ojos acercándole sus labios, él correspondió y guiado por sus recuerdos, rodeo la cintura de ella con su brazo izquierdo para acercarla a su cuerpo de un solo movimiento, Hinata abrió los ojos de par en par ante su brusquedad y la reacción tan repentina, sintiendo sobre su mejilla izquierda toda la palma de su mano que la acariciaba suavemente pasando el pulgar por sus labios, Hinata comenzó a respirar con dificultad, su temperatura corporal comenzaba a elevarse y lo hizo aún más cuando sintió los labios de Itachi rosar los suyos y experimentó por primera vez la desesperación pues el Uchiha continuaba indeciso en concretar el besó —I-ta-chi sa- susurró lentamente sin poder terminar de pronunciar la "n". para ese momento su esposo, se había apoderado de sus labios, dándole el beso más apasionado de todos, Hinata apenas podía respirar, pero poco le importaba, lo estaba disfrutando tanto que lo abrazó del cuello, sintiendo por primera vez como la mano de él bajaba y subía por su espalda, apretándola de vez en cuando mientras bajaba hasta su espalda baja— Ita…chi— pronunció la Hyuga entre besos cuando notó que sus caricias comenzaban a ser más sugerentes. Había sentido su mano comenzar a apretar su muslo. Él paró terminando con los besos, se quedaron frente a frente, viéndose a los ojos e inhalando la respiración del otro, tratando de recuperar el aliento.
— ¿Nos vamos? — habló él, para tratar de cambiar el tema. Estaban en público y aquello ya había sido todo un espectáculo; más de uno se les había quedado viendo, sin poder creer que Itachi Uchiha se estuviese enamorando de una Hyuga.
—Si— respondió ella y comenzaron a caminar hacia la entrada del clan. Ella de nuevo se sintió avergonzada de haber cedido ante la tentación y él se sentía como el peor ser que pudiese pisar la tierra. Hinata por primera vez le había pedido un beso y él lo único que hacía era recordar a su ex novia, mientras besaba a su esposa, eso no era para nada ético pero poco podía hacer; pues justamente después de haber inhalado el dulce aroma de su cabello, ella también había buscado sus labios y se habían besado con tanta pasión que sus cuerpos se encendieron. Había sucedido prácticamente lo mismo, la otra chica abrazando su cuello, él atrayéndola hacia su cuerpo dejándola sin respiración y todo eso había sucedido exactamente en el mismo lugar; a fuera de la policía frente al callejón, pero con dos significativas diferencias:
La primera que todo eso había sucedido cinco años atrás,
Y la segunda que Itachi e Izumi Uchiha, si habían terminado haciendo el amor.
Lo curioso es que todo eso había sucedido debido a un apretón de muslo.
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CONTINUARÁ...
Entren y apoyen a nuestro Itachi :).
En esta semana subiré actualización de;
-La luna, el cuevo y la flor.
-Esa pequeña cosita loca llamada amor.
-A través de las cartas.
-Te amo Hinata san- que si no la han leido, vayan, leanla y dejen su review, pero léanla pronto, porque éste capitulo que viene va a estar... ufff, NI SE IMAGINAN LO QUE VIENE.
-Los lideres del clan, para la siguiente, debido a que este fue muy corto, pero el que viene lo compensará.
SALUDOS, YA SABEN DEJEN SE REVIEWS.
